Análisis del Daredevil de Mark Waid y Reseña USA de Daredevil #1, de Charles Soule

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Dicen las malas lenguas que la intención inicial de Marvel al crear a Daredevil era la de hacer un nuevo Spiderman con alguna clara diferencia, la edad o el trasfondo ligado a la abogacía por ejemplo, e introduciendo un tema tan importante como la discapacidad pero que en definitiva su tipo de aventuras fuese similar a las del afamado trepamuros, sin embargo la idea que nos viene a la mente a la mayoría de nosotros cuando pensamos en Matt Murdock y su entorno está muy alejada de esta aparente intención inicial de Stan Lee y Bill Everett. Fue Frank Miller quien dotó a este personaje de la oscuridad que le caracteriza, de una depresión alejada del optimismo de sus aventuras iniciales y de ese tono Noir. Creo que todos estaremos de acuerdo en que si bien Miller no fue su creador, sí fue el que le dio su esencia, una esencia que hemos asumido tanto autores como lectores e incluso, en la actualidad, otros medios. Este tono en sus aventuras lo han heredado prácticamente todos los autores que han tocado después a este personaje, dándonos muchas alegrías todo sea dicho. Bien es cierto que alguno le intentó en su día dar un aspecto más super-heroico pero fueron momentos bastantes puntuales y con no mucha fortuna, etapas como la de Ann Nocenti o la más reciente de Brian Michael Bendis continuada por un Ed Brubaker en plena forma son buena muestra de ello. Recordar todo esto es necesario para poder empezar a analizar la etapa de Mark Waid, es necesario entender la historia del personaje, contextualizar el momento en que este se encontraba y como había llegado a él para ver que Mark Waid realiza un cambio impresionante en el tono de las historias consiguiendo ser continuista con la serie, con los personajes y, en particular, con la forma de enfrentarse a la vida del propio Matt Murdock.

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Ya desde las primeras páginas del primer número, Mark Waid nos quiere mostrar este cambio junto a un dibujo limpio y claro de un excelente Paolo Rivera que, con una gran capacidad narrativa, nos enseña un Daredevil con pose más relajada, no escondido acechando en las sombras, que esboza una sonrisa al detectar al enemigo, La Mancha, al cual bate con una serie de movimientos de un estilo circense alejado de, como había dicho antes, ese sigilo característico de su faceta más ninja. Pero Mark Waid no es nuevo en esto, es un guionista veterano que ya había realizado cambios importantes en otros personajes, quizás el más sonado con el Capitán América, ni tampoco se trata del típico autor que viene a contarnos la historia que se le ha ocurrido o su forma personal de ver al personaje sin importarle lo más mínimo lo que haya ocurrido en anteriores etapas, no, Waid es continuista y nos lo deja claro ya desde el segundo número de la colección cuando es el propio Capitán América quien viene a pedir explicaciones de lo ocurrido, hablo del un poco irregular evento “Tierra de sombras” dirigido por Andy Diggle en el que nuestro personaje no venía portándose precisamente como un héroe. Cierto es que se deshace de él rápido, simplemente pidiendo una segunda oportunidad, pero también es cierto que existe un pasado entre ellos y que, por tanto, la resolución parece bastante razonable.

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La constante dentro de la etapa de Mark Waid es que busca un sitio en cada número para contarnos un poco del día a día de la vida de Matt Murdock, lo cual otorga una regularidad a la serie a la vez que la llena de diferentes enfrentamientos con enemigos variopintos en ocasiones alejados de los que vienen siendo los villanos clásicos de esta colección, gente como el Hombre Topo o el Doctor Muerte, retomando también enfrentamientos más clásicos como el que contrapone a varias facciones de organizaciones fuertemente armadas (I.M.A., Hydra…) en el que forma el arco argumental más largo de lo que podríamos denominar la “primera parte” de la etapa de Waid, un arco argumental narrado despacio y con interrupciones que empieza con Daredevil, continúa en un cruce con las colecciones de Spiderman y Punisher (publicado por Panini en la colección 100% Marvel Punisher El Efecto Omega) y que culmina, de forma muy inteligente, el propio Daredevil con la ayuda de una parte de los Vengadores, es decir, lo sigue vinculando a lo que en su día se llamó Marvel Edge y no olvida que hace relativamente poco formó parte de una de las muchas formaciones de Vengadores que nos encontramos hoy en día. Por en medio, en el número siete, nos encontramos una historia corta que llama la atención, sí, la de Matt y los niños ciegos perdidos en la nieve, una historia que merece la pena leer detenidamente y cuya calidad tuvo en cuenta el jurado de los premios Eisner al otorgarle el galardón a mejor historia unitaria (Best single issue or One-Shot) en el año 2012 y no el único Eisner ni el único premio, este año los premios Harvey le daban al propio Waid el de mejor escritor.

Por desgracia, esta primera parte de la etapa de Waid en Daredevil esta caracterizada por un baile excesivo de dibujantes, por suerte los nombre que acompañan a la irregularidad de Paolo Rivera son de un nivel altísimo como Marcos Martín o Enma Rios, no solo por destacar a los dibujantes patrios sino porque son de lo mejorcito del momento y merece la pena presumir de ellos, pero sin olvidar a grandes como Michael Allred. Esto termina en el momento que entra en el juego Chris Samnee, primero para turnarse con Paolo Rivera y más tarde para establecerse como dibujante regular que se queda incluso para el re-lanzamiento de la iniciativa All New Marvel Now, en el llamado volumen cuatro también escrito por Waid.

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Aun así, este enfoque diferente que le da Mark Waid no está para nada exento de tragedia, es precisamente cuando Chris Samnee entra como dibujante a tiempo casi completo un momento en el que volvemos a ver cierta oscuridad, ya había sucedido la separación del famoso bufete Nelson & Murdock cuando en un acercamiento entre ambos personajes Foggy le revela que los médicos creen que pueda tener cáncer, cosa que poco después se confirma. Es, hasta el momento, el arco argumental más duro que trata Waid, tocando continuamente el tema de la enfermedad de Foggy pero añadiendo elementos que tocan muy de cerca algunas de las partes más difíciles de la vida de Matt, el accidente que dio origen a su ceguera y que intenta ser recreado en otros, la vuelta de Bullseye e Ikari, un nuevo villano, a pesar de ello el trasfondo de la enfermedad de Foggy sigue siendo fundamental y “A tortas con el cáncer” un capítulo digno de mención. En este caso la positividad pasa a ser cosa de un Foggy que vemos cada vez más enfermo llegando hasta un final de etapa magnífico en el que Matt Murdock admite ante un juez ser Daredevil, lo que conlleva, entre otras cosas, la retirada de la licencia tanto de él como de Foggy para ejercer la abogacía en Nueva York, hasta aquí lo que podríamos denominar la “primera parte” de la etapa de Waid.

Un cambio de localización inaugura la continuación por la iniciativa lanzada desde Marvel de All New Marvel Now, que viene a configurar el cuarto volumen de nuestro héroe. El lugar es fundamental, Daredevil es sinónimo de la Cocina del Infierno, sacarlo de ahí casi parece un ultraje, pero hay que admitir que San Francisco le ha venido muy bien (a él y a nosotros).

Con una Kirsten Mcduffie que cobra cada vez más protagonismo, volvemos a ver ese tratamiento alegre y esa positividad que había marcado el inicio de la etapa anterior para enterarnos en una misma página que Foggy había fingido su muerte bajo la explicación de no convertirse en un objetivo al haber revelado Matt al público (de forma definitiva) que él es Daredevil, algo que explican de forma más completa en un excelente número cinco. No se hasta que punto los autores habrán estado en contacto con enfermedades de este tipo pero la forma en que la tratan esta muy por encima de la media, la alegría y el entorno positivo se han mostrado como fundamentales dentro del proceso de curación, eso nos lo dicen muchos estudios, pero, sin entrar en detalles, la manera en que Nelson y Murdock se apoyan y el respeto con que Waid lo trata, sin regodearse en las partes más negativas, evitando tópicos es algo que, para los que hemos estado en contacto con ello, nos resulta conocido y se agradece.

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Por otro lado, Daredevil no es precisamente un personaje que suela meterse a fondo en los macroeventos de Marvel, suele vincularse a eventos más pequeños, de hecho Mark Waid los evita en hasta llegar a “Pecado Original” un momento que, como ocurre con otras colecciones, aprovecha para contarnos una parte del pasado iniciando con una media verdad que le llevará hasta Wakanda en busca de su madre. Estamos sin duda ante uno de los Tie-ins más interesantes de todo el evento, donde los autores se meten en temas tan complejos como el activismo político, la violencia de genero o la depresión pos-parto en una época en que ni siquiera se tenía en cuenta como problema real. Hablando de la vida de Matt también se debería mencionar el cruce con ese Superior Iron-Man a raiz de “Axis” que, aunque tiene sus momentos, no llega a la altura del de “Pecado Original”.

Tras un buen arco con los niños purpura, tocando un tema escabroso (Killgrave siempre resultó repugnante) nos metemos por desgracia en la recta final de la etapa de Waid, con un Matt que lucha sin máscara y un traje un poco ridículo con esa actitud desenfadada y circense muy similar al principio de la etapa del propio Waid, pero como el propio Matt Murdock dice en uno de los números finales “los viejos hábitos son difíciles de matar” y regresa el viejo traje y el cara a cara con Wilson Fisk precipitando un último número que consigue hacernos sonreír en más de una ocasión.

Amo esta etapa, no puedo evitarlo y creo que en mis palabras se nota, la forma en que Waid consigue cambiarlo todo sin apenas cambiar nada, como sigue narrando la vida de Matt Murdock y los que le rodean de forma distinta pero siendo continuista y coherente con toda la historia del personaje, algo que es menos común de lo que muchos desearíamos en el cómic de super-héroes. No se en que puesto la pondría dentro de una lista con todo lo que se ha escrito sobre este personaje, estoy seguro que en un “top ten” debería entrar, pero si me atrevo a recomendar su lectura a todos, tanto a los que conocen bien a Daredevil como a los que se han acercado a él de forma puntual.

Firma Invitada: Igor Álvarez Muñiz

Reseña Daredevil #1, de Charles Soule y Ron Garney
 
Daredevil_1_Cover

Edición original: Marvel Comics.
Guión: Charles Soule.
Dibujo: Ron Garney.
Entintado: Ron Garney.
Color: Matt Milla.
Formato: grapa USA.
Precio: $3.99.

 

Hay muchas maneras de encarar esta reseña. En un principio, es imposible no enfocarla absolutamente en la figura de Ron Garney, quien realiza un trabajo impresionante con tres tintas y se acerca, como hasta ahora no había conseguido nadie (ni siquiera el Romita más inspirado o los ilustradores de la etapa Marvel Knight de la serie) a Frank Miller. Empleando un registro más similar al que se sacó de la chistera en su serie independiente (para Icon, junto a Jason Aaron) Men of Wrath. Sublime Ron Garney, a años luz de aquel dibujante casi novato que se encargó de la serie en tiempos pretéritos. Otra de las formas de encarar la reseña es poner el foco en la figura del guionista, de Charles Soule. Estamos ante un autor que hace dos años era uno de los denominados “rising-star” del panorama autoral del mercado de comics USA pero que sus últimos trabajos no han ofrecido el nivel de calidad que apuntaban sus primeras colaboraciones (Swamp Thing, Red Lanterns, Hulka). Pese a que Marvel le ha dejado jugar con sus juguetes más importantes (Inhumanos por partida triple o cuádruple, Lobezno y sus satélites…), el resultado de sus obras más recientes deja mucho que desear. Así pues, con la cabecera regular del cuernecitos se “jugaba” parte de su prestigio. Como será conocido por mucha parte de nuestros lectores, el propio Charles Soule es abogado y sigue ejerciendo como tal cuando no está escribiendo las siete u ocho series mensuales que saca adelante. No es condición necesaria ni suficiente, pero se intuye (como él mismo ha dejado caer) que dicha característica le ayudará a la hora de enfocar las aventuras de Matt Murdock, como ya hiciera (esa vez sí, con excelencia) en la Hulka que hizo con Javier Pulido. Curiosamente, la carga de acción de este primer número eclipsa a las pocas secuencias dedicadas a la parte más legislativa de la vida de Matt.

Daredevil Ron Garney Previa 3 Daredevil Ron Garney Previa 1 Daredevil Ron Garney Previa 2

Pero, a pesar de todo este párrafo previo, prefiero enfocar la reseña (a ser posible sin demostrar todo el cabreo que me invade) desde otro punto de vista: el famoso y lamentable salto temporal de ocho meses respecto a la conclusión del volumen previo en todas las series con motivo de All-New All-Different Marvel, que afecta de forma sangrante y vergonzosa a Daredevil. AVISO DE SPOILERS A CONTINUACIÓN.

No tan vergonzoso como el caso de “El Misterioso Caso de Ciclope en las Series Mutantes” que todavía no he decidido si no me he interesa lo más mínimo o si el ridículo en el que están cayendo dándole intriga a esto va a merecer la pena. Pero casi. No puedo retrasar lo inevitable así que voy a sacar la palabra que todos estáis pensando ya: “Mephistazo”. No puedo aguantarme y suelo pasar por alto spoilers tan gordos en las reseñas pero es que… Sí, señores. Por obra y gracia de ¿Marvel/Soule?, de la noche a la mañana la identidad de Daredevil vuelve a ser secreta en todo el Universo Marvel. Desde que Brian Michael Bendis de forma bastante imprevista decidiera hacer público el secreto de Matt Murdock y modificar el statu quo del personaje hace más de diez años, todos los guionistas de la serie habían tenido que lidiar con este aspecto (con matrícula de honor para Mark Waid y la camiseta festiva, cargada de humor, que vestía Murdock). Pues bien, aquí nos desvelan que, de forma misteriosa, durante estos ocho “mágicos” meses, este conocimiento ha desaparecido de la mente de los ciudadanos Marvelitas. No es la primera vez que ocurre, porque ya se hizo en el mencionado Mephistazo (y con una base justificada previa y posteriormente) y el propio Mark Waid también lo hiciera, de forma inteligente, en el anual de Iron Man y el Capitán América allá por 1998 (un cómic que poco el mundo recordará, pero en el que Iron Man borraba sin piedad la mente de varios de sus conocidos). Así pues, Charles Soule puntua bajo en originalidad, aún más bajo en interés y muy alto en hartazgo. Lo siento, pero no puedo seguir. Ni el excelente dibujo, ni el misterio en torno al nuevo sidekick de Daredevil (bien introducido) ni el carisma que parece que tener el villano creado por la ocasión. No puedo con cosas como estas. En fin…

Reseñas All-New All-Different Marvel
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frankbanner49
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Lector
23 diciembre, 2015 10:43

mira que me gusta charles soule(mucho),y ron garney(por tramos.su etapa en el el trepamuros con el «back in black» me pareció fabulosa,pero en otros trabajos,con otras tintas,buff…) pero ya me advirtieron que esto pintaba mal(¡hola reve¡).

la verdad es que viendo las páginas aquí colgadas,me han recordado a la etapa de dan chichester y el mc daniel(si no me patina la memoria,que es posible). 🙂

y si encima pedro ratifica,pues… tema chungo.

lo compraré,pese a todo,para juzgar con conocimiento de causa,pero que pena,oye,con lo bien que pintaba,a priori,un equipo como este.

Jose Maria Vicente
En respuesta a  frankbanner49
23 diciembre, 2015 15:15

«mira que me gusta charles soule(mucho),y ron garney(por tramos.su etapa en el el trepamuros con el “back in black” me pareció fabulosa,pero en otros trabajos,con otras tintas,buff…)»

¿Qué otras tintas? ¡Si hace años que ya no le asignan entintador a Garney! xDDD

frankbanner49
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Lector
En respuesta a  Jose Maria Vicente
26 diciembre, 2015 10:56

cierto,diamond,ya no recordaba que se le aplica el color directo.algo que ya no me mola tanto,la verdad.

Jose Angel Ares
Jose Angel Ares
Lector
23 diciembre, 2015 11:01

La etapa de Waid me ha gustado mucho, los toques de humor le venían genial y la interactividad entre personajes era lo que más me entretenía, la acción acompañaba y me gustaba cuando se jugaba con la narrativa como hacía Rivera y compañía.
La etapa de Soule en Hulka (con DD) me aburrió, salvo por Gata Infernal con la que me divertía mucho, así que esta nueva etapa no me crea hype. Lo del cambio para que todo vuelva a lo de antes pues… yo soy de los que la continuidad a muy largo plazo me da igual; dentro de una etapa sí, claro, mantener lo que se construye para que esté todo bien armado, pero cuando se cambia de autores y planteamientos, pues como ‘otros mundos’, me ciño a lo que se hace en ese momento sin problemas.
Me atrae por el dibujo, pero lo dicho, Soule no me hace tilín, así que puede que me lo salte.
Y no pasa nada.

hammanu
hammanu
Lector
23 diciembre, 2015 11:17

Mark Waid realizo la ultima historia del verdadero Daredevil, asi que por mi que se queden al pseudomandarin fetichista de los dedos como villano, y nuff said Marvel.

Stan Lee 2099
Stan Lee 2099
Lector
23 diciembre, 2015 11:26

Comparto el hartazgo del autor: cada vez que unos personajes evolucionan y parecen mirar al futuro, viene un Dia-M o un Mephistazo. Por no hablar de los reinicios de DC.
Puede que me pierda una etapa memorable, pero voy a pasar solo por eso.

RedRed
RedRed
Lector
23 diciembre, 2015 12:40

Quien es el dibujante de la imagen de la cabecera y a que cómic pertenece? Gracias!

Esfingo
Esfingo
Lector
23 diciembre, 2015 14:26

Soy muy completista del personaje, pero ya pase de Tierra de Sombras y esta nueva etapa apunta igual, espero equivocarme.

S
S
Lector
23 diciembre, 2015 15:29

modo ‘on’ en abuelo cebolleta: ¿Es tan diferente la etapa de Mark Waid que la de Karl Kesel & carey nord?

Igor Álvarez Muñiz
En respuesta a  S
23 diciembre, 2015 16:00

Como siempre dependerá de gustos, para mí está mejor escrita, avanza más en la vida del personaje y cambia el tono siendo más consecuente, yo la de Kesel la veo como que tira más de tópicos superheroicos y esta mas personal (y arriesgada). Pero pa gustos…

pelayo
pelayo
Lector
23 diciembre, 2015 17:03

Parece que voy a poner la nota discordante: la etapa de Waid me ha gustado, aunque creo que otro gallo le hubiera cantado si no hubiera estado apoyado por los magníficos trabajos de Rivera, Martín y Samnee (Samnee y Evan Shaner: ¡qué grandes!, parecen estilos gemelos separados al nacer). Por otro lado, el valor de la etapa de Waid no es inherente sólo a sus méritos propios sino a la posición que ocupa dentro de la trayectoria del personaje: muchos aficionados ya no sabíamos qué más perrerías le podían hacer a Matt sus guionistas (dejarle en la miseria, matarle novias, desenmascararlo, encarcelarlo, poseerlo un demonio…) y Daredevil era más un punching-bag que un héroe, y eso ya cansaba, de modo que este último tramo de varios años -más ligero, alegre y positivo- ha sido muy bienvenido por los lectores aunque sea sólo por cambiar y tomar aire fresco; ahora ya estamos un poco mejor oxigenados para meternos otra vez en la noche y lo noir que ha traído la serie de Netflix. Sólo entendiendo esta etapa como un «descanso» es como se puede soportar que vuelva a aparecer el Jester o ¿la Legión de Monstruos? ¿en serio?, tíos, aquello casi estuvo a la altura del FrankenCastle de Remender.

Ey, el traje-tres-piezas de rojo a mi me ha parecido chulo y divertido: a juego con el del nuevo Caballero Luna, juntos sería la pareja de supers mejor vestidos de Marvel.

De la nueva etapa. Garney: !GRANDE!, y no os olvidéis del colorista Matt Milla, que ha utilizado una paleta de rojos-ocres-rosas y blanco que le da una personalidad estupenda al tebeo. Sobre la historia, como tantas veces ocurre, un sólo episodio no da realmente para que se pueda opinar mucho, pero no he encontrado nada que me disguste. Y la nueva situación de Matt, es interesante verlo como Fiscal (es eso de «no more mr. nice guy»). Recuperada su identidad secreta -con mefistazo o sin él- ya nos libramos de ese hilo argumental que Waid tampoco resolvió: fue una patata caliente heredada que Waid se ha ido pasando de una mano a otra con mayor o menor habilidad, pero que todos estaremos de acuerdo en que era un punto de no-retorno para el personaje: o dejaba de ser un vigilante o dejaba de ser abogado y/o dejaba de tener gente querida que pudiera ser dañada; de hecho, el trato que Matt le ofrece a Kingpin en el último tomo para volver a tener una identidad secreta era un tanto ridículo, y Fisk pensaba con bastante lógica: Déjate de tratos. Te mato ahora y punto.

Yo creo que ya se cerró una etapa y un universo y ahora vienen unos nuevos. Disfrutad estas nuevas historias por lo que ofrezcan por sí mismas y no tanto por si están bien alineadas con la continuidad. Miller, aunque se sacó un Stick y una Elektra de la manga, hizo buenas historias y nadie le tosió, ¿no?

Truji-man
Truji-man
Lector
En respuesta a  pelayo
14 enero, 2016 0:41

Yo también pensé en un cruce de superhéroes trajeados, que fallo no haberlo aprovechado en plan one-shot.

Save
Save
Lector
23 diciembre, 2015 18:00

Qué feo es el traje, pardiez.

La Legión de Monstruos mola.

billyboy
billyboy
Lector
En respuesta a  Save
23 diciembre, 2015 22:56

otro intento de ponerle traje negro,menos mal que esos intentos se quedan en nada y vuelve al rojo,es que con el negro lamentablemente da una imagen de «batman» que no le sienta nada bien a un personaje con tanta identidad como DD,asi que cuanto mas alejado de esa estetica mejor,y que demonios (nunca mejor dicho) el rojo le queda fenomenal.

Y a todo esto no se si a sido para acercarlo mas al traje de la serie.

Jack Knight
Jack Knight
Lector
23 diciembre, 2015 18:48

Soy admirador confeso de Waid de siempre. Creo que con Daredevil le ha llegado un reconocimiento más que merecido y que se lleva ganando desde los 90. Ya era hora que su trabajo se valorase a la altura de los mejores.

Centrándonos en su etapa, creo que era más que necesaria. Es prácticamente imposible que a día de hoy veamos un Daredevil «noir» mejor que el que ya nos han mostrado Miller, Bendis, Brubaker y Netflix. Ese registro del personaje ha sido explotado a más no poder pero creo que era hora de probar otra cosa. Y Waid lo ha conseguido: ha combinado un tono más alegre y superheroico sin olvidar los momentos dramáticos tan característicos al personaje y siendo perfectamente respetuoso con la historia del Matt Murdock. Por eso creo que su labor tiene un mérito enorme.

¿Que ha tenido la suerte de estar respaldado por unos dibujantes sobresalientes? Pues claro. Como Miller dibujando sus propios guiones, el mejor Romita Jr en la etapa de Nocenti, Alex Maleev en la etapa Bendis o Michael Lark a los lápices en la etapa de Brubaker. Si a Miller lo hubiese dibujado Al Migrom, a Nocenti el Romita Jr actual, a Bendis Steve Dillon o a Brubaker Breth Booth tampoco estaríamos hablando de lo mismo. Me resulta curioso que a Waid se le haga de menos por sus compañeros a los lápices y no se diga lo mismo de otros excelentes guionistas (también excelentemente acompañados al dibujo) de Daredevil a lo largo de la historia del personaje.

Save
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Lector
En respuesta a  Jack Knight
23 diciembre, 2015 20:48

Incluso cuando era un personaje de segunda línea tuvo a Wally Wood, Romita Sr. y Gene Colan. Siempre ha sido un personaje afortunado con los dibujantes.

Jack Knight
Jack Knight
Lector
En respuesta a  Save
23 diciembre, 2015 21:39

Así es, y ni si quiera esos dibujantes, seguramente tres de los mejores en la historia del cómic USA, fueron capaces de firmar etapas de éxito para Daredevil.

Por eso digo yo que Waid ha hecho algo más en la serie de Daredevil que tener suerte con los dibujantes.

Kazuya_Mishima
Kazuya_Mishima
Lector
En respuesta a  Jack Knight
23 diciembre, 2015 23:35

No podría estar mas de acuerdo con ambos comentarios tuyos, Jack.
El primer numero de Soul seguiría siendo igual de insulso con los dibujantes que ha disfrutado Waid en su etapa, que lo es con Garney.
No pienso leer mas a ritmo usa, me esperare al tomo español que creo salia en Marzo a ver en que queda el primer arco del nuevo guionista, pero expectativas después de su 1, pocas.
Creo que vamos a ser muchos los que añoraremos aun mas a Waid, tal como pinta la cosa. Ojala me equivoque.
Lastima que con el cuernecitos no ocurra un relevo creativo a la altura como el que ha tenido la suerte de disfrutar el arquero marvelitamarvelita, tras Fraction y Aja.

Save
Save
Lector
En respuesta a  Jack Knight
24 diciembre, 2015 14:56

De hecho el mejor ejemplo de ello es el paso de Mazzucchelli: etapa normalita con O’Neill (un grande de DC que en Marvel nunca terminó de funcionar) y números para el recuerdo con Miller (incluyendo la historia de Gladiador previa a Born Again, que es una delicia).

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
24 diciembre, 2015 0:29

La etapa de Mark Waid fue un buen punto de inflexión para el hombre sin miendo, ya que le dio un giro de 180º al acostumbrado pesimismo urbano que imperaba en la paginas del personaje desde su paso por la pluma de Frank Miller y que habian continuado sus predecesores.
aqui no encontramos aun Daredevil optimista capaz de enfrentarse a cualquier problema, desde grandes supervillanos hasta dificultades personales con una sonrisa en la boca y sin arrugarse lo más mínimo.
Pasamos de rateros y criminales locales a supervillanos de todo tipo y condición del colorido universo Marvel, del drama forzado (ejem..Milla Murdock, Dakota North o Eco…) a través de las relaciones de Matt a una compañera fuerte y con personalidad propia y no faltan, por supuesto, los grandes (y nuevos) villanos que hacen de contrapunto a nuestro protagonista.
En suma total, una estpa para enmarcar como punto y aparte de lo que se estaba hacinedo hasta ahora que nos ofrece un vision diferente pero respetando al mismo personaje y su universo.
En el dibujo y a pesar de la grandeza del arte de Paolo Rivera, la marca identificatoria se la pone Chris Samnee, que aunque no es tan bueno como el italiano,su narrativa entre viñetas es impecable.

No obstante no todo es oro:
1- DD a Sanfrancisco: aunque tiene su lógica dentro de la serie, sigue sin gustarme un pijo que le saquen de su ambiente en New York que es su lugar. En cambio a otros como al Caballero Luna (que estaria mejor en los L.A.) le ha venido de perlas el cambio.
El evento de Original Sin, ademas de ser una de las sagas mas flojas que ha dado la Marvel desde hace décadas, es un completo absurdo metido a calzador en lo que respecta a la serie DareDevil: que la madre de Matt Murdock es una monjita activista que ha sido detenido por unos fascistas Wakandianos por pintar en la paredes de una base secreta (joder menos mal que eran una monjitas, si llegan a ser terroristas de Hidra, se convierte en una merienda de negros…literalmente) justamente el día en que Matt descubre que su papa le zurraba (claro, como que no le daba hostia a él de pequeño…) parte de ser rebuscado es un desperdicio para lo que podría haber sido (como por ejemplo que el ciego al que salvo de ser atropellado era el propio Stick o que Elektra se follaba a Foggy o algo asi…). en fin un truño de historia resuelta en dos patadas que da paso a una mucho mejor con KillGrave, el villano de moda gracias a la serie de Jessica Jones.

En cuanto a la nueva serie de Daredevil dentro del marco del «All Now and diferente and chachipollas Universo Marvel», supongo que el llamado «mefistazo» puede ser un efecto secundario de que el propio universo Marvel ha sido reformado de arriba abajo y que todo lo que se lee a partir de ahi es nuevo. No deja de llamarme la atención la «batmanizacion» descarada del defensor de Cocina del Infierno, con cambio de atuendo (que es básicamente como le dibujaban cuando carecía de sombras) y Robin a juégo. Supongo que todo se justificará tarde o temprano, pero teniendo a Caballero Luna, a Halcón Nocturno y a Pantera negra, creo que ya hay mucho Batmen en Marvel y DareDevil tien su propia personalidad como para que le hagan esto.

Un saludo y excelente artículo.

Daniel Gavilán
24 diciembre, 2015 17:52

Quitando cosas puntuales como Frank!, Nocenti o algunos tebeos de la etapa pre-Miller nunca he sido demasiado completista de las aventuras de Daredevil en el sentido de que tampoco es un personaje que me muera por leer, quitando La Cosa del Pantano y Hulka Soule es un guionista con el que por lo general no conecto -le veo virtudes, pero tiene un algo que como me ocurre con Robinson y otros cuantos suele provocarme bastante tedio- y tampoco es que las historias de género negro me vayan demasiado, por lo que sobra decir que muy bueno tendría que ser este cómic para que me hiciera dejar de seguir teniendo la etapa de Waid como una de las mejores series que ha dado el cómic de superhéroes en este último lustro. Y lo cierto es que no lo ha hecho, siendo un Daredevil que no conecta demasiado con mis gustos. Sin embargo, si que veo un trabajo bastante dedicado por parte de unos Garney y Kubert que tienen muy claro que contar, por lo que quitando berenjenales en los que quizás no se debió haber metido en el primer número -ah, esa manía tuya tan propia de leyes de querer explicarlo todo sin explicarlo, Charles…- me parece un arranque bastante prometedor para quien le guste este tipo de historias. Vamos, que no llegará al nivel de Waid -entre otras cosas porque van a pasar muchas décadas hasta que alguien llegue al nivel de Waid-, pero a poco que disfrutases del Daredevil / Detective Comics de Brubaker, Rucka, Hine o Snyder, el Frank Miller de antaño o los relatos callejeros con elementos pulp es una serie que tiene bastantes papeletas de interesarte. No está entre las mejores series del ANAD Marvel este, pero como el Hulk de Cho, el Ojo de Halcón de Lemire, Lobezno de David López y otros cuantos si que entra en ese lote a tener en cuenta a poco que te guste el personaje