ZN Cine – Crítica de Whiplash, de Damien Chazelle

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Whiplash_Poster

Dirección: Damien Chazelle
Guión: Damien Chazelle
Música: Justin Hurwitz
Fotografía:
Sharone Meir
Reparto: Miles Teller, J.K. Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Jayson Blair, Kavita Patil, Kofi Siriboe, Jesse Mitchell, Michael D. Cohen
Duración: 106 minutos
Productora: Sony Pictures Classics
País: Estados Unidos

 
Aviso de Spoilers: En la siguiente reseña se detallan detalles del argumento así como del desarrollo de la trama que pueden ser considerados spoilers de la misma; si después del aviso aún así alguien se queja le mandamos a J.K. Simmons a que le diga cuatro cosas, avisados estáis.

Este fin de semana, junto a la notable Babadook de la que nos habla el compañero Jordi T. Pardo en su crítica, nos llega también una de las películas más aclamadas por la crítica del pasado año y nominada a varios Oscar como os contábamos el pasado jueves, Whiplash. El debut en la dirección del jovencísimo Damien Chazelle (treinta años cumple este mes el zagal) se saldó con el triunfo en el Festival de Sundance y un recorrido triunfal desde entonces. Chazelle ya había presentado el año pasado un corto de dieciocho minutos basado en quince páginas del guion de Whiplash (que ya había entrado el año anterior en la Black List, la lista de mejores guiones no rodados) para atraer a inversores, cosa que consiguió con el interés de Bold Films y Sony Pictures, que a la postre producirían la película. En Whiplash seguimos al personaje de Andrew (Miles Teller), estudiante de primer curso en la escuela de música más prestigiosa de los Estados Unidos que es elegido por el exigente director Fletcher (J.K. Simmons) para formar parte de su banda. Una historia sencilla que desemboca en uno de los enfrentamientos actorales más épicos de los últimos tiempos. Vamos a ojear Whiplash un poco más de cerca.

Personalmente me reconozco bastante ignorante en el tema musical, a pesar de haber compartido piso dos años con un gran guitarrista de jazz y verme rodeado habitualmente de amigos músicos, así que me costó bastante acostumbrarme a la idea de que un disco era una unidad con sentido propio, más allá de un grupo de canciones aleatoriamente ordenadas. Hablando de cine, creo que este año hemos tenido la suerte de juntar en los grandes premios un puñado de canciones que, milagro, podrían formar un disco antológico. De la sencilla emotividad de Boyhood, que podría ser el hit de 2014, la canción por la que será recordado posiblemente este año cinematográfico, a la alegre improvisación de Birdman, esa pieza única que realmente le da empaque de clásico al álbum y que será reivindicada por aquellos que no quieran quedarse con el single popular. Pues bien, Whiplash podría ser esa canción aparentemente discreta y no muy complicada donde, si sabes mirar bien, el disco podría alcanzar sus cotas más altas. Quién sabe, puede que no sea la mejor canción del álbum, pero te garantizo que no podrás quitártela de la cabeza de lo bien hecha que está; Whiplash funciona con la precisión de una orquesta de jazz donde hasta la más salvaje de las improvisaciones tiene un milimétrico sentido del orden que de esa misma manera ordenada puede llevarte al paroxismo.

Milles Teller, sufrido alumno
Milles Teller, sufrido alumno

Después de esta cadena de metáforas de todo a cien vamos con el reparto. Ya lo habréis oído (y comprobado con los últimos Globos de Oro y nominaciones a los Oscar) pero J.K. Simmons es el pilar de Whiplash. Ese personaje de director de orquesta cabrón y despiadado, el Profesor Holland de Mundo Bizarro si se me permite la tontería, que en cualquier otras manos habría tenido muchas papeletas para caer en el maniqueísmo en contraposición al personaje de Teller, Simmons lo convierte en PRESENCIA. Perdón por las mayúsculas pero no se me ocurre mejor manera de describir cada momento en el que Simmons está en escena, que tiene un efecto en el espectador como si nosotros mismos fuéramos miembros temerosos de esa clase y estuviéramos esperando que el actor se girara y nos abroncara. No nos equivoquemos, la actuación de Simmons no es una de las actuaciones del año por sus gritos o su violencia física y verbal, es por esa presencia que comentamos, esa gestualidad (cada vez que alza la mano uno no puede más que contener la respiración) y, sin dudarlo, ese tono de voz que hace (lo siento mucho por ese esforzado gremio de trabajadores que son los actores de doblaje) que sea imprescindible ver Whiplash en versión original. Aquí no caben medias tintas, el trabajo descomunal de Simmons sólo es apreciable escuchando al propio actor pasar de estar calmado a furioso en milésimas de segundo, e incluso verle bajar el tono (esa impecable conversación en el bar con Teller) resulta casi traumático, como ver a un dragón dormido respirando fuerte. Es un personaje que marca una carrera y en el caso de J.K. Simmons es toda una merecida recompensa a un actor de esos eternos secundarios gloriosos que a pesar de tener una gran filmografía son prácticamente olvidados por el gran público (me alegra que este año coincida con J.K. Simmons en este redescubrimiento del secundario otro grande como es Jeffrey Tambor, recientemente reconocido en los Globos de Oro por su genial papel en Transparent). Además de Simmons es justo reconocer el grandísimo trabajo que hace Miles Teller (sí, el nuevo Reed Richards), actor que, lo reconozco, no me había terminado de convencer en The Spectacular Now pero que aquí desarrolla una evolución en su personaje realmente espectacular, donde se deja literalmente la piel en su ambición no por ser el mejor, sino por ser recordado. Todo en Teller va cambiando durante la cinta: su mirada, su expresión e incluso da la sensación de que su propio físico se transmuta mientras golpea la batería; en un actor que aún hoy puede pasar perfectamente por un adolescente de instituto es de admirar el enorme trabajo que desarrolla en Whiplash, convirtiéndose en una máquina de golpear la batería con la mirada feroz de alguien que quiere alcanzar el Olimpo de la música para quitarse de encima ese trauma de sentirse un fracasado que la poca ambición de su padre, profesor de instituto y escritor frustrado, dejó en él; todo este pequeño drama familiar sobre las expectativas apenas si está verbalizado, en una forma ejemplar de presentar a los personajes sin sobreexplicarlos, sutileza que en un mundo de películas que te tratan como a un niño de preescolar casi hizo que se me saltasen las lágrimas.


Miles Teller y J.K. Simmons, el duelo del año
Miles Teller y J.K. Simmons, el duelo del año

Así pues el argumento de Whiplash no tiene dobleces ni está sujeto a múltiples interpretaciones; porque en la película casi importa más el cómo está contado que lo que realmente te quiere contar: Whiplash trata de alcanzar la gloria, no el renombre ni el virtuosismo, sino la gloria y el durísimo camino hacia ella. Picasso decía que “la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”, una frase alegre cuya contrapartida es el sacrificio que lleva implícita. Whiplash refleja esto como pocas, ese sentimiento de renuncia casi monacal que acompaña a querer llegar donde pocos han llegado y que en Whiplash se nos presenta en una tremenda escena de renuncia por parte del personaje de Miles Teller, una escena pequeña y muy sobria pero directa como una flecha al corazón de la película. Es el aperitivo al descenso a los infiernos de la ambición y la competencia feroz, y de la presión que ejerce Fletcher que traspasa la pantalla, te atenaza y no te suelta hasta los títulos de crédito. Pocas películas pueden presumir de tener ese efecto hipnótico y psicosomático, llevándote a sentir físicamente esa tensión que pretende su historia. Lo que no esperas de Whiplash es que te deje tan en lo alto con un clímax de más de diez minutos en una secuencia febril y estremecedora que ya de por sí justifica el sobresaliente a la película pero que es el resultado de un grandísimo trabajo previo de ritmo y montaje tan, repito, tan bien hecho que cuando llegamos al final del camino eres capaz de entender y comunicarte con los personajes y entre ellos, de manera visceral, por medio solamente de la música. Whiplash es por méritos propios más que una de las películas del año, es una joya destinada a convertirse (lo sé, es un tópico) en cinta de culto, pero casi entendiendo ese “culto” como guía a la que siempre puedas acudir para recordar cómo hacer grande una historia pequeña. Viendo que su autor tiene treinta añitos, más vale que muchos dejen de buscar musas e inspiraciones y se pongan a trabajar ipso facto para llegar donde ya ha llegado Damien Chazelle, que como Jo Jones a Charlie Parker le ha tirado con Whiplash un plato a todos los directores noveles (y no tan noveles) para que espabilen si quieren llegar a ser Bird. Me imagino a Clint Eastwood esbozando una sonrisa al ver Whiplash y que al terminarla, aunque el personaje de Simmons diga que es la peor frase en cualquier idioma, susurre un: “buen trabajo, chico”. Pues eso. No os la perdáis.

 

Review Overview

Dirección - 9.5
Guion - 8
Reparto - 9.5
Aspecto Visual - 8.5
Banda Sonora - 9.5

9

Valoración Global

Whiplash no es sólo una de las mejores películas del año, es toda una exhibición del debutante Damien Chazelle y de un soberbio J.K. Simmons que te mantendrá pegado a la pantalla, te guste o no el tema musical. Impecable.

Vosotros puntuáis: 8.14 ( 3 votos)
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Igverni
Lector
17 enero, 2015 11:57

Polémicas aparte en otros hilos, te agradezco Samuel por esta crítica.
La verdad es que a priori no es una película que me apeteciera ver, pero vistas las unánimes alabanzas tendré que buscar un hueco para hacerlo.
Saludos!!!

al omar
al omar
Lector
17 enero, 2015 15:21

Simmons es el J .Jonah Jameson del Spiderman de Raimi , ¿ no es así ?
Parece que como actor se ha especializado en personajes coléricos y con muy mala ostia .

Mariano Abrach
Autor
17 enero, 2015 16:42

Otra vez Samuel, me encantó tu reseña, y me dejás con todas las ganas de ver la película. Por suerte esta se estrena en este lado de mundo el próximo jueves, así que tengo que esperar menos que para Birdman.

Saludos!

Jordi T. Pardo
Autor
17 enero, 2015 21:10

«Otra vez Samuel, me encantó tu reseña, y me dejás con todas las ganas de ver la película. Por suerte esta se estrena en este lado de mundo el próximo jueves, así que tengo que esperar menos que para Birdman. «

Es su superpoder, Mariano. Y por eso empieza a caerme un poco mal 😛

La película es muy recomendable, yo tenía mis dudas porque el tema no me llamaba la atención y tampoco soy muy ducho en música, pero la propuesta te gana… tiene una intensidad y fuerza que te mete de lleno en lo que te está contando.

Mariano Abrach
Autor
17 enero, 2015 21:36

Me va a hacer querer ver cosas que ni sabía que quería ver! jaja

Truvor
Truvor
Lector
19 enero, 2015 20:02

Pues a mí tampoco me llama esto. A priori.
Y me vais a hacer verla.
La pila de «cosas pendientes» de mi vida es un monstruo que un día me devorará.

frankbanner49
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Lector
21 enero, 2015 10:24

lo primero,fantastica reseña de samuel secades(que se une a otra fantastica del señor gavilán en su otro pluriempleo).

en ambos casos,ambas criticas exhudan testoterona por los cuatro costados.fisicidad.por que esta pelicula apela a eso.no es una pelicula cerebral,como pueden ser BOYHOOD y BIRDMAN.cerebral en el sentido de experimental.esta es una pelicula hecha con las tripas,sí,pero de tempo contenido.todo encaja,y nada sobra.

y por eso jode que no reciba el merecimiento que se merece.tanto en las propuestas de los globos de oro,como en los proximos oscars.

porque que nadie se llame a engaño.esta es una pelicula de oscar.

como lo fué EL LOBO DE WALL STREET el año pasado.pero parece que que la pirotecnia narrativa gana terreno frente a una propuesta energica basada en un gran guión,y unos actores soberbios.

y aún tengo un argumento más para creer que se merece el oscar más que las otras dos.

tiene una historia con trasfondo.

la peli habla sobre el peligro de legitimar nuevas formas de sadismo a cambio de la gloria del arte.una versión extrema de las míticas palabras de la profesora de FAMA.aquí,chazelle, en un momento dado de la pelicula invierte los polos intercambiando los papeles de estos. el ingenuo andrew se transmuta en el villano que aparta a todos los que quiere de su lado por alcanzar su momento de gloria,y a terence fletcher en un profesor cuya instrucción militar a lo lee ermey en LA CHAQUETA METALICA quedaria legitimado en la busqueda del baterista perfecto.

en este sentido,la secuencia en que prueba a los tres baterias, al mismo tiempo, se convierte en un momento mítico(que se une a otros muchos en un conjunto repleto de set pieces brillantes) o aquella en la que lleva al limite a andrew cuando comienza a tocar WIPLASH parecen trasladar la idea de que «si el fín lo justifica»….

como si no existiese una via alternativa.por ejemplo,la encarnada por el profesor encarnado en robin williams en EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS.

curiosamente,la parte que me ha gustado más de la peli es aquella en que alumno y maestro dejan de serlo,y solo son andrew y terence fletcher.hablo de la conversación en el club de jazz, del último tramo del film.

te retrotrae a recuerdos de cuando era un criajo,y te topaste con aquel profesor facha de tu escuela que te machacaba dia sí,y dia,tambien.te imaginas en una situación parecida.con tu yo adulto encarandolo de tú a tú,y preguntandole porque era tan hijode puta en aquel momento.que le legimitaba para serlo.

un servidor nunca ha llegado a ese punto en su vida.pero la idea resulta tan atractiva…..

¿lo peor que puedo decir de esta pelicula?.que la actuación de los protagonistas,y el mensaje que se traslada,opaquen el talento de su director.

este señor sabe rodar cine.y muy bien,por cierto.

como muesca ese momento del alquiler del coche,y el posterior atropello de andrew.pura genialidad,que te hace recordar otra parecida en EL LOBO DE WALL STREET con un leo dicaprio soberbio.

en fín,es posible que j.k.simmons consiga la preciada estatuilla (que se dice).y a eso se le llamaria hacer justicia.simple y llanamente.

contemplo una ucronia en la que j.k.simmons recuerda que esta disponible,y que le encantaria recuperar el papel de j.j. jameson en el cine.los de sony,avispados,ponen en marcha el proyecto de una pelicula que relata el dia a dia del daily bugle.no es THE PULSE. el tono se acerca más a AL FILO DE LA NOTICIA,y la peli es un exito de taquilla que se extiende a una serie en HBO,en la que j.k.simmonds se convierte en un director que tiene que rendir cuentas a la nueva directora del bugle encarnada en la actriz candice bergen.

perdón,que me dejo llevar.

nada de esto ha sucedido,y sony, presuntamente,trabaja en los seis siniestros,en una peli dedicada a tia may,en los angeles de charlie aracnidos…..

de traca.

«¡te adelantas o te retrasas?».

brillante pelicula,amigos.¡¡no se la pierdan¡¡.

http://www.youtube.com/watch?v=i3Q-8EmZqsA

Daniel Gavilán
21 enero, 2015 10:47

Como un comentario tan enorme como el que te acabas de marcar no debería quedar sin respuesta, me paso por aquí para afirmar sin pudor que suscribo cada una de las palabras, puntos y comas de tu exposición, Frank. Tan de acuerdo en todo que no creo que hubiera sido capaz de relatarlo mejor. Chapeau

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Lector
21 enero, 2015 10:56

ostras,daniel,gracias enormes,tio. 🙂

el halago es mayor,viniendo de quien viene. ya me gustaria escribir la quinta parte de bien que escribís tu mismo,o samuel.lo mio es puro caos,y «tripas».

en serio,muy agradecido,de verdad.

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Lector
21 enero, 2015 18:42

luego alguno se llevará las manos a la cabeza cuando escucha a george lucas decir,en los últimos dias, que los premios de la academia se han convertido en puro politiqueo.

más razón que un santo,oye. 🙂

Igverni
Lector
27 febrero, 2015 13:49

Hola Samuel!!

Hoy que tengo tiempo de entrar a escribir, vi finalmente la película en V.O. esta semana… PELICULÓN!!!

Impresionante, y mira que no tenía ganas de ver «la chaqueta metálica del Jazz» ni es un estilo de música con el que conecte especialmente, pero la película te atrapa…

Esa mirada final de JK Simmons vale su peso en oro, ¡qué pasada! ¡Y qué Oscar más merecido!

Quizá lo único forzado es el momento del coche a mitad de película, que aunque hizo que pegara un salto de sorpresa y mola mucho, no es muy realista. Aunque funciona excelentemente para romper el ritmo y volver a captar tu atención absoluta, demostrando que el director sabe lo que hace, le auguro un excelente futuro… ¿Sabeis si ya tiene próximo proyecto en ciernes?

Saludos a todos!!