El diario gatuno de Junji Ito

 

Edición nacional/ España: Tomodomo Ediciones
Dibujo:.
Formato: Rústica con sobrecubierta. B/N. 120 páginas
Precio: 8€

 

Hemos hablado sin parar de Junji Ito. Gyo, donde Tokio se ve invadido por animales marinos con patas que desprenden un olor repulsivo; Hellstar Remina, que narra la aparición de un planeta misterioso cuya larga lengua azota y aterra a los habitantes de la tierra; Black Paradox, donde un grupo de suicidas descubren por error unos objetos negros que los harán millonarios; o Fragmentos del mal, una serie de relatos sin conexión entre ellos pero donde vemos desde una mujer poseída por una antigua casa hasta un hombre cuya movilidad se ha visto reducida por el miedo a que se le caiga la cabeza. Si hemos podido disfrutar del talento del autor ha sido gracias a ECC Cómics, a quien le tenemos que agradecer su labor de recuperación de un autor más que olvidado. Todas estas obras forman parte de un universo muy particular cuyo concepto del horror no se basa en el susto, ni siquiera en el temor a lo desconocido, sino en una expresión exagerada de lo pop, una revisión extraordinaria y rebuscada de las películas de acción o ciencia ficción de las que el autor dice disfrutar mucho y que crean a la larga un universo cerrado de malignidad hasta cierto punto inocente. Esto cambia con la última aparición en español de una obra del autor: El diario gatuno de Junji Ito, donde se mezcla el estilo tan único del autor para crear una comedia de gatos.

El diario gatuno de Junji Ito es básicamente eso: la mezcla del estilo extravagante del autor, que se basa en un uso de las sombras y expresiones exageradas para crear pequeños capítulos independientes de humor simplón. Y sí, se puede decir sin problemas: aquí hay más humor que terror. Y le sienta de maravilla. Uno de mis tebeos favoritos de Ito es Fragmentos del mal porque, en mi opinión, el Junji Ito de pequeñas dosis es el que mejor consigue alcanzar su objetivo de cautivar y repeler al mismo tiempo. En obras más largas, el autor se deja llevar por la locura y las historias acaban o por cansarme o por parecerme demasiado excesivas en todos los sentidos. Por eso este libro conjuga de maravilla dos géneros que en la esencia de este autor iban muy de la mano como son el terror y el humor.

Las historias se presentan como un típico relato de terror de Junji Ito: una presentación muy breve del personaje protagonista, aparente calma y en seguida una amenaza a la que rodea un halo de misterio y que crea toda la atmósfera del relato. Y cuando deberían empezar a suceder cosas extraordinarias el autor nos lleva al lado realista de la historia: su convivencia con su mujer y sus gatos en casa. Las historias son una tergiversación de la vida del propio autor y estaban basadas en su día a día. El autor juega a parodiarse a sí mismo y su vida como autor. Según comenta en el epílogo, su editor le propuso hacer un manga de humor basado en su experiencia con sus gatos, e Ito aprovecha esto para romper con sus propias normas y destrozar, para bien, su atmósfera y personajes. Este tomo se puede interpretar no solo como una parodia de su vida con los gatos y su mujer sino de la propia obra del autor, que se ve desvirtuada y caricaturizada con mucho, mucho humor.