Batería de Reseñas #11

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Bienvenidos a esta undécima edición de la Batería de Reseñas. Esta semana, tomos de Panini: David Lapham y Tony Harris nos cuentan su perspectiva de las primeras semanas de Peter Parker como Spiderman en Spiderman: Un gran poder…, Brubaker, Fraction y Aja vuelven a las librerías con el segundo tomo de la relanzada y muy recomendable El inmortal Puño de Hierro, y Brian Reed hace que Carol Danvers se pelee con alienígenas mientras tiene que compartir mente con una invitada no deseada en el quinto tomo de Ms. Marvel. Y por petición en los comentarios, reseña de Nuevos Vengadores y Jóvenes Vengadores Presenta, sobre Hulkling (breve). Para terminar, comentarios breves de Hulk: Futuro Imperfecto y Spiderman. Vamos a ello.

El inmortal Puño de Hierro
Edición original: Immortal Iron Fist #07-10 y Annual #01
Guión: Ed Brubaker, Matt Fraction
Dibujo: David Aja y Varios

EL INMORTAL PUÑO DE HIERRO #02

Segundo tomo de una de las más gratas sorpresas de la actual Marvel: Brubaker, Fraction, Aja y un grupito de dibujantes invitados demuestran cómo renovar un personaje, o un concepto, con mucho estilo. En primer lugar, está la faceta de artista marcial. Obviamente, por el cariz de la serie y del personaje, este aspecto es puramente fantástico y exagerado, haciendo malabarismos con elementos recogidos de las películas de Kung Fu y referencias de este estilo: a saber, torneos de artes marciales entre armas vivientes que deciden papeles mucho más grandes, golpes de nombres rimbombantes y resultados satisfactorios, duras sesiones de entrenamiento, etc. Recoge muchos tópicos de éste ámbito – a saber: las artes marciales terminan en Asia, los combates son un choque de espíritus más que una pelea, etc. – pero es parte de la gracia de la serie: integrar el mito del Puño de Hierro en un universo que resulta familiar y accesible para todo el mundo, a base de elementos fácilmente reconocibles y con los que todo el mundo puede disfrutar desde la primera página.

Además, Brubaker y Fraction se las apañan para integrar las artes marciales y el combate en muchos momentos y circunstancias: en combates ceremoniales, en peleas contra esbirros, es duelos fulminantes con espías… no hay descanso. El equilibrio entre conversaciones y acción, entre narración y peleas está muy conseguido. Particularmente en los primeros aspectos (diálogo, narrativa, guión) es donde se nota la mano de Fraction, llevando la serie a un ritmo ágil que le viene como un guante a una historia de éstas características. Hablando de la historia, ésta continua llevándose en una dirección muy interesante, dándole una vuelta de tuerca a ideas viejas y profundizando en los aspectos introducidos en esta etapa; además de planteando misterios que pueden desarrollarse a largo plazo, pero de forma que resulten comprensibles e interesantes, y no crípticos y confusos. Algunos momentos, de hecho, son sorprendentes y muy chulos.

La caracterización de Danny se perfilaba como uno de los puntos fuertes en el tomo anterior, y en éste se hace aún más evidente que los guionistas quieren crear un personaje complejo, entretenido y hasta divertido en ocasiones. Cada vez es más consciente de su legado, de sus poderes, de su rol dentro de planes más grandes, pero se toma ese conocimiento con arrojo. Tiene un punto de valor indómito, pero también es inteligente y razonable. Y en varios momentos demuestra tener una faceta simpática y humana que deja claro que no estamos ante el enésimo artista marcial que habla a base de citas mientras mira al infinito. Gracias, Brubaker y Fraction. No sé si habría podido soportarlo. Los secundarios también son personajes polifacéticos e interesantes, con sus propias motivaciones e ilusiones, y todos tienen algo que aportar a la historia: una figura de maestro, intriga, dudas, un diálogo interesante… todos tienen su papel, y lo llevan muy bien a cabo.

Cabe destacar dos números americanos recopilados en este tomo: el número #07 y el Anual. El primero es una historia rica y completa, muy entretenida de leer y con bastante contenido. Habla de fuerza, valor, heroísmo, aventura, romance, desengaño… un relato muy humano con muchos momentos impresionantes y una protagonista interesante y vital de cuya evolución somos testigos. El Anual es una muy bonita historia sobre el pasado, con muchos elementos fantásticos y hasta extravagantes – como la propia serie, una mezcla sana entre madurez y creatividad desenfadada –, contados desde una perspectiva entrañable. Tiene una sorpresita al final para rematar, pero incluye a unos esbirros cuyo papel es el de carne de cañón pura y simple.

El dibujo sigue siendo un punto a favor. Aja tiene un estilo sencillo y austero que centra la acción en los contendientes durante los combates y resulta muy apropiado para ambientar las escenas más calmadas. En el primer apartado, la narración es efectiva y fluida, con muchos golpes impactantes y una satisfactoria secuenciación de éstos. Eso quiere decir algo tan sencillo como que cuando una mano está preparada para lanzar un puñetazo, lo que vemos en la siguiente viñeta no es un rodillazo desde el clinch, sino ése puñetazo, impactando a plena potencia. O que la contra que surge de un bloqueo tiene lógica, y resulta un movimiento fluido y económico (que es de lo que van las artes marciales). Es algo básico, pero que rara vez de lleva a cabo como aquí. Los momentos más íntimos y tranquilos están notablemente ejecutados, manejando las sombras, los tonos y la narrativa en la dirección adecuada, y es sorprendentemente detallado en algunas viñetas (fantástico repaso a los contendientes del torneo) o secuencias. Se me ocurren pocos dibujantes más adecuados para el tono y contenido de esta serie que Aja.

Por supuesto, el tomo tiene varios dibujantes invitados. En el primer número hay un montón, la verdad, y todos lo hacen bastante bien: el dibujo resulta homogéneo y coherente, adecuado para cada una de las etapas que cuenta, y es la prueba fehaciente de que si coges a las personas adecuadas y haces que trabajen intentando mantener una coherencia, el resultado puede ser muy satisfactorio. Martínez es muy bueno, detallado y bonito, con varias viñetas muy conseguidas. Brereton recrea bien el pasado, con un efecto curioso y visualmente atractivo. Chaykin es Chaykin, las páginas están llenas de rayas y figuras raras, y la cara de Danny cambia de viñeta a viñeta. Alegría. Por último, Kano es bueno, adecuado y bien narrado.

Ms. Marvel #05
Edición original: Ms. Marvel #21-24
Guión: Brian Reed
Dibujo: Aaron Lopresti

MS. MARVEL #05

Si tuvieses toda la continuidad de un personaje a tu disposición para traer de vuelta algo en particular, ¿traerías algo original? Si la respuesta es “sí”, probablemente hubieses hecho un mejor arco argumental que Brian Reed. ¿Dónde está la gracia de desenterrar un concepto tan anodino como el típico enjambre alienígena a lo Alien/Zerg? No tienen motivación, no tienen personalidad, no son más que un montón de garabatos liderados por el líder típico de esta clase de hordas, cuya motivación es destruir, devorar y consumir mientras lanza zarpazos a diestro y siniestro. ¿Qué aporta al personaje, o a la historia? Nada. Sólo sirve para proporcionar una cantidad ilimitada de bichos genéricos a los que pulverizar, y un malo de fin de nivel para que la heroína se luzca.

Hablando de la heroína, Reed introduce una situación que tiene potencial, pero que al final apenas tiene efecto alguno. En este arco, Reed despoja a Carol de sus poderes. ¿La diferencia? Que no lanza rayos. Punto. Sigue teniendo una agilidad que deja a Pantera Negra a la altura de un gato de escayola, y es capaz de plantar cara al mencionado enjambre, que llega a verse obligado a una vergonzosa retirada ante el inmenso poder y resolución de una mujer sin poderes. Parece como si Reed se viese forzado a recordarnos con machacona frecuencia que Carol es algo así la encarnación del poder universal: cuando tiene poderes es una máquina de picar carne – esperad a que lleguen los números de Invasión Secreta, esperad… – y cuando los pierde no necesita usar la astucia o la inteligencia, porque con un par de malabares y un tronco es capaz de desenvolverse la mar de bien. Hacia el final la situación cambia: la resolución tiene su punto, es bastante espectacular, pero el resultado final es bastante mediocre.

El problema de este arco es que, pese a que tiene algunos buenos momentos, ocurrencias con potencial y un par de ideas interesantes, al final todo se reduce a Carol contra el enjambre mientras dichas ideas se marchitan. Hay un argumento paralelo que podría haberse desarrollado mucho mejor, pero que al final recurre a todos los tópicos de esta clase de situaciones y no parece encontrar una dirección interesante: cuando parece que va a desarrollarse, que va a resultar más interesante, la serie decide volver a la segura mediocridad. Este tomo es, sobre todo, una decepción y un ejemplo de potencial desaprovechado.

El dibujo de Aaron Lopresti, en cambio, es muy bonito. Ha mejorado un montón desde sus inicios (no es que fuese malo, pero es que ahora lo hace francamente bien). Dibuja una Carol bastante atractiva, plasma muy bien la acción (explosiones, combates, monstruos…) y su nivel de detalle es muy alto. Todo ello sin perder claridad. Una labor notable, versátil y de calidad.

Nuevos Vengadores #35
Edición original: New Avengers #38
Guión: Brian M. Bendis
Dibujo: Michael Gaydos

NUEVOS VENGADORES #35

Éste comic tiene dos pilares fundamentales: la mermada relación entre Luke y Jessica, y los primeros retazos de la Invasión Secreta. La primera tendría más sentido si no fuese porque al bueno de Cage le ha dado la realidad en los morros. Explicado: cuando tienes a tu mujer y a tu hija bebé en un edificio y dicho edificio es asaltado por decenas de supervillanos que llenan el aire de balas, es el momento de replantearse la ubicación, entre otras cosas. Su postura no es defendible, por mucho que intente adornarla a base de principios y de valores, por la sencilla razón de que querían plantear un grupo de superhéroes alternativo y la han cagado en algo tan elemental como defender su propia base y a los suyos. Esta premisa da lugar a una larga y amarga bronca que en vez de el debate entre principios y racionalidad que quiere plantear el guionista, acaba convertido en una discusión entre un personaje con dos dedos de frente y uno que se niega a ver su error. La verdad es que no es el peor diálogo duro que ha escrito Bendis, pero tampoco es especialmente bueno. El contenido es mediocre y la ejecución está demasiado estirada y con demasiado drama juvenil… ¿cuando serán capaces los superhéroes de cosas tan elementales como escuchar?

El otro pilar es la Invasión Skrull, que cada vez está más cerca. Por el momento está conducida como corresponde a las primeras fases de una infiltración a semejante escala: paranoia general, miedo, inseguridad hasta límites ridículos. Puede resultar un poco exagerado, pero precisamente de eso se trata: nadie sabe qué demonios está pasando, pero la semilla de la duda ya está plantada, y está causando estragos. Algunos ven al enemigo por todas partes y cualquier acto está justificado desde la óptica de que los Skrulls están detrás de todo, y otros creen que simplemente se trataba de un alienígena haciendo su ronda camuflado, que se trata de un hecho aislado al que tampoco hay que prestar demasiada atención. Son unas reacciones diametralmente opuestas, extremas, peor encaja bien con la confusión que Bendis quiere recrear. Una forma eficaz de plasmarlo en estos estadios.

Por otra parte, estamos al que probablemente sea el peor trabajo de Michael Gaydos. Está por debajo de su nivel hasta extremos ridículos: los personajes son feos, con una escasísima consistencia, inexpresivos y toscos. Hay un exceso de sombras que nublan muchas expresiones faciales, o que simplemente resultan superfluas e innecesarias. El aspecto general es descuidado y poco definido, con unos trazos gruesos e irregulares. Narra de forma aceptable las conversaciones, pero su evidente capacidad para conducir los diálogos queda eclipsada por unos personajes, a falta de un calificativo mejor, difíciles de mirar. Tratándose de un comic en el que la práctica totalidad de las viñetas son de personas hablando, esto se convierte en un escollo que no se puede pasar por alto.

Spiderman: Un gran poder…
Edición original: Spiderman: With great power…
Guión: David Lapham
Dibujo: Tony Harris

SPIDERMAN: UN GRAN PODER…

¿Por qué elige un guionista volver a contar el origen de un personaje? El abanico de motivos es tan grande como el número de escritores: para introducir elementos nuevos, para darle una vuelta de tuerca, para profundizar en un aspecto que considera que se pasó por alto, para hacer uso de la retrocontinuidad y explicarnos que los rayos cósmicos que bañaron a los 4 Fantásticos formaban parte de un plan cósmico, o sencillamente para escribir el nacimiento de su personaje favorito. Pues bien, sea cual sea el motivo de Lapham para narrar el origen de Spiderman, no consigo verlo claro. Introduce algunos elementos nuevos, pero son totalmente pasables y no aportan nada al protagonista ni como persona ni como héroe; profundiza en algunos secundarios sólo para hacer uso masivo de un montón de tópicos, y básicamente vuelve a contar una historia que estaba muy bien como estaba… solo para alargarla y hacerla más aburrida y confusa.

Éste último punto es quizá el más preocupante, porque resulta evidente que Lapham no sabe muy bien qué hacer con cada uno de los personajes. Vale, le da a cada uno un pequeño papel y una caracterización, pero el rol de cada uno dentro de la historia global que es “Con un gran poder…” es difuso, indefinido y vago. La propia dirección de la historia no está bien delimitada, e intenta tocar un montón de asuntos desde muchos enfoques distintos, de modo que en vez de una historia coherente y estructurada, que realmente quiere contar algo, hay un montón de secuencias inconexas, asiladas entre ellas. Los momentos clave de dicho origen (la picadura de araña, el dejar huir al ladrón) se despachan rápidamente – gracias al cielo, lo último que necesita el comic de superhéroes es dedicar otra secuencia de dos páginas a la dichosa picadura – pero sólo para dejar espacio a una historia que no sabe qué contar, ni cómo contarlo.

Esto supone un problema adicional: en la historia primigenia, el concepto estaba plasmado con economía y clase. Un chico que ha sido un perdedor toda su vida saborea las mieles del éxito, se le sube a la cabeza y un hecho traumático provocado por su propio nihilismo le hace ver el valor de la responsabilidad. ¡Ya está! Es sencillo, es claro, no hace falta darle más vueltas: cualquier añadido lo único que va a hacer es adulterar el sentido de esta moraleja básica y fundamental. Pues bien, Lapham no sólo pone un montón de incorporaciones superfluas a este concepto, sino que todas y cada una de ellas lo alejan un poco más de la idea original, haciendo que se pierda de vista en un mar de sinsentidos. ¿A qué viene la mitad de la historia sobre el mundo de la lucha libre? ¿Qué le aportan como personaje la mayoría de secundarios? Todo lo que el guionista quiere contar y reflejar, todo, estaba contenido en aquella primera historia, escueta y sencilla. Todo. Ya es triste que lo que tú cuentas en 120 páginas lo contasen, y de forma más clara, la sexta parte de páginas hace 60 años.

Los personajes ya son harina de otro costal. Algunos tienen una motivación poco clara sólo para que encajen con versiones futuras de sí mismos (¿Jameson machacando periodísticamente a Spiderman cuando todavía es luchador, antes de que emprenda su carrera como superhéroe? ¿Por qué?), otros se adhieren a una caracterización básica que los convierte en unidimensionales (Thompson es Thompson, May es una fábrica de magdalenas sin personalidad, etc.) y otros son simples estereotipos (mujer madura con aires de femme fatale pero emocionalmente dañada, promotores mafiosos, etc.). Ninguno destaca, y ninguno tiene un papel reseñable. Son monigotes, arquetipos. Innecesarios.

El dibujo de Tony Harris es bueno, como casi todo lo que hace este hombre, pero por debajo de su nivel. Es muy claro, muy bonito, y se nota un gran detalle en muchas páginas, diseños y secuencias: su comprensión de la narrativa es excepcional (uno podría pensar que su regla de las cuatro viñetas por página podría suponer un impedimento en este aspecto, pero no) y su ambientación, sensacional. No obstante, muchas expresiones resultan un poco feas y exageradas, varias mujeres parecen mucho mayores de lo que son y en general no llega al nivel alcanzado en Starman (donde, pese a ser más primitivo, desbordaba imaginación) o en Ex Machina, donde el resultado se percibe más pulcro, meticuloso.

“Un gran poder…” es un comic innecesario. El origen estaba muy bien como estaba porque tenía un objetivo claro: contarnos que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Lapham parece querer contar lo mismo, pero desde tantos prismas a la vez, con tantas sub-tramas y dándole tantas vueltas superfluas que uno casi acaba mareado. A eso hay que añadirle un montón de secundarios que no aportan nada y una sensación general de que la historia no avanza, sino que se tambalea de lado a lado yendo hacia ninguna parte. Si quieres origen de Spiderman, compra los tomos recopilatorios de Lee/Ditko o incluso los primeros números de Ultimate Spiderman. Este tomo no lleva a ninguna parte.


Un par de comentarios sobre dos tomos más, y una grapa.Hulk: Futuro Imperfecto es de David y Pérez: sólo con esto, ya se convierte en un comic recomendable. David escribe una historia trepidante, con un villano miserable al que da gusto odiar, en un futuro post-apocalíptico curioso y extravagante. Un guión muy bueno y una resolución fantástica . Pérez está magnífico, como siempre, con un nivel de detalle asombroso. En cuanto a Spiderman, tiene un número de transición decente tras el cual tiene lugar Peter Parker: Paparazzi, un arco que ya reseñé hace un tiempo (podéis leerla haciendo click aquí). En resumen: es una historia divertida, con una gran sorpresa, varias escenas y diálogo graciosísimo y el impecable y sublime dibujo de Marcos Martín, que es una gozada para la vista. En cuanto a Jóvenes Vengadores: Hulkling, es un número un tanto sencillo e intrascendente. Tiene algunos momentos muy personales y diálogo aceptable – nada excepcional, pero aceptable teniendo en cuenta el tema que trata y el personaje que maneja – con un dibujo soberanamente feo. Tiene que interesarte muchísimo el personaje para que consideres su compra.

Y con esto terminan las reseñas de esta semana. Os espero aquí, a esta misma hora, dentro de siete días. ¡Nos vemos!

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Northstar
Northstar
18 noviembre, 2008 8:46

Pues fijate que a mí el dibujo de Jovenes Vengadores:Hulking no me ha parecido malo…. ?

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
18 noviembre, 2008 11:11

Pues a mí me ha encantado el número de NV con la discusión entre Luke y Jessica. Y qué queréis que os diga, yo estoy con Luke. Me ponía en su piel mientras lo leia y me sentia traicionadísimo. Si a mí alguien me hiciera eso no querría volver a verla en mi vida.

Alberto Benavente
18 noviembre, 2008 11:28

Me tenía que poner, y me puse y reafirmo, al lado de Jessica en esta discusión. No hay mas cojones. Luke,tienes una hija, tolai! Todo por protegerla. Todo. Y no hay mas que discutir. 

I´m with a Skrull
I´m with a Skrull
Lector
18 noviembre, 2008 11:29

A mi es que el dibujo de Kano en inmortal Iron Fist me parece muy por debajo del nivel que tiene este hombre, personajes que parecen enanos, caras feas, escenas de accion pobres y simples, no se no se, no lo he visto a la altura.

Alberto Morán
Alberto Morán
18 noviembre, 2008 11:54

Estoy con Alberto. Si tus ideales implican poner a tu mujer y a tu hija bebé en una casa asaltada por decenas de villanos armados, tus ideales son un gran FAIL.

Y sí, ahora que lo dices, los personajes de Kano sí que parecen muy bajitos.

Fran Miller
Lector
18 noviembre, 2008 14:59

Todo el mundo alaba el trabajo de Marcos Martin en Spiderman, y  mi me gustó muchisisisimo mas en Dc Extraño.
Tiene Paginas que da gusto ver, pero otras… Esa ultima con MJ, buf, ya digo, parece otro al de Doc Extraño.

Mickel
18 noviembre, 2008 18:17

Yo dire como padre lo siguiente…. Que ideales ni nada! Ay de aquel que se atreva a intentar tocar a mi hija!

Me da igual que sea Skrull, Kree, humano, mutante o inhumano o Galactus, igual sale volando por la ventana. Todo por protegerla… todo, hasta mis ideales, por la re****…

Quisiera ver que pensara Olivia Bendis(la hija de Brian) cuando crezca y lea esto… *lol*

Christianspi
Christianspi
Lector
18 noviembre, 2008 23:26

Muchas gracias, Alberto, fui yo el que pidió las reseñas xD.
No sé que problema le ves al dibujo de Jóvenes Vengadores, a mí me encantó. Ya van dos meses seguidos en los que JV es a mi juicio, lo mejor del mes… y eso que no cuentan gran cosa. Aunque Nuevos este mes me ha encantado.
 
Y me estás quitando las ganas de comrprarme el tomo de »Un gran poder», con las ganas que le tenía… ainsss.