#ZNCine – Crítica de El Renacido (The Revenant), de Alejandro González Iñárritu

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El_Renacido_Poster

Dirección: Alejandro González Iñárritu
Guion: Mark L. Smith, Alejandro González Iñárritu (Basado en la novela de Michael Punke)
Dirección de Fotografía: Emmanuel Lubezki
Música Ryūichi Sakamoto, Alva Noto, Bryce Dessner
Reparto: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, Forrest Goodluck, Paul Anderson, Kristoffer Joner, Joshua Burge, Duane Howard, Melaw Nakehk’o, Fabrice Adde, Arthur RedCloud, Christopher Rosamond, Robert Moloney, Lukas Haas, Brendan Fletcher, Tyson Wood, McCaleb Burnett
Duración: 156 min
Productora: New Regency / Anonymous Content / RatPac Entertainment; Distribuida por 20th Century Fox

 

La semana pasada gané en un concurso unas gafas de realidad virtual. Sí, lo sé, es una curiosa manera de empezar la crítica de El Renacido (The Revenant), la última película del director mexicano Alejandro González de Iñárritu; y no, no tiene nada que ver con la misma al menos de momento, es sólo una frase que quiero dejar en el aire a la espera de poder enlazar la historia con la que es una de las cintas más esperadas del año. Nominada a la friolera de doce Oscars, incluyendo Mejor Película, Director, Actor, Actor de Reparto, Fotografía o Efectos Visuales, parece que Iñárritu no quiere que nos olvidemos de él tras su éxito en los premios de la Academia el año pasado (vaticinado como fracaso en la crítica de un servidor, demostrando el ojo que tengo para estas cosas) con la estupenda Birdman. Si en aquella parecía que Iñárritu había entrado en una etapa diferente en su carrera, mucho menos somnolienta para algunos (aquí levanto la mano) y despojándose de dramáticos tremendismos, con El Renacido (The Revenant), Iñárritu aborda la que es sin duda la película más ambiciosa de su carrera; basada en parte en la novela de Michael Punke, The Revenant nos acerca a la figura del explorador Hugh Grass, cuya historia ha caminado siempre entre la realidad y la ficción legendaria de la Historia norteamericana, esa que más que en los libros se cuenta en torno a hogueras de campamento; la historia más conocida sobre Grass, y que se aborda tanto en la novela como en la película, es la que cuenta cómo fue atacado por un oso grizzly mientras trabajaba para una compañía (los míticos “Cien de Ashley”) recolectando pieles en la inhóspita zona del río Misuri a principios del siglo XIX. Grass fue dado por agonizante tras el ataque y, ante la imposibilidad de trasladarle, dos hombres se quedaron con él para darle un entierro digno cuando llegase su hora; poco más se ha de conocer de la exigua trama de El Renacido para poder disfrutarla en toda su dimensión. Tras su visionado toca decidir si Iñárritu ha vuelto por sus fueros a caminos ya transitados en su carrera o continúa con su vena de explorador cinematográfico de nuevos horizontes.

Quizás no sea el más indicado para daros un punto de vista medianamente objetivo sobre El Renacido. Birdman me pareció maravillosa y arriesgada, y por mis antecedentes cinéfilos no me cuesta nada entrar en el juego de directores como Iñárritu, que en esta ocasión se acerca a ratos al Terrence Malick más poético a nivel visual (que no temático). La buena noticia para los que no aguantan ni la verborrea de Birdman ni las grandes preguntas de Malick es que The Revenant es un esqueleto cinematográfico comparada con ambas. Casi parece que desde el comienzo del proyecto, Iñárritu hubiera decidido que la novela de Punke sería una excusa para sumergirse en la expedición al origen del Cine entendido como la manera única de contar una historia: rodada en orden cronológico (Iñárritu siempre rueda de ese modo), sin la ayuda de luz artificial (lo que limitó el rodaje al poder aprovechar sólo unas pocas horas de sol, dando origen a prolongaciones y retrasos) y adentrándose en vastos espacios naturales a los que transportar un rodaje que tuvo que hacer frente a deserciones por parte del equipo e incluso trasladarse a Argentina al toparse con uno de los inviernos más cálidos en Canadá que retiró las nieves antes de tiempo. Una pesadilla técnica, artística y logística que Iñárritu entendió como el precio a pagar para ofrecer algo nunca visto en una pantalla, al menos no con la pureza y la intensidad que quería para la película. Y cuando digo “algo nunca visto» me refiero a la dilatación de pupila ante no sólo las imágenes, sino la ejecución de un trabajo de cámara que alcanza cotas sobrenaturales con espectaculares escenas sin apenas cortes o la inclusión de poquísimo pero impactante CGI (especialmente en esa secuencia con cierto plantígrado de la que todo el mundo habla y que te deja sin respiración durante minutos). No concibo ahora mismo otro director vivo con tal capacidad para revolver las convenciones de lo que entendemos por cinematografía, máxime cuando la acompaña de un guion con apenas unas cuantas líneas de diálogo (Leonardo DiCaprio sería uno de los ganadores del Oscar más silenciosos desde el cine mudo). Iñárritu quiere que veamos y experimentemos, en un ejercicio visual de primer orden en el que nos acompaña su director habitual de fotografía, el genio Emmanuel Lubezki que aquí da otro recital difícil de describir con palabras, jugando con la luz natural y el entorno natural, entendido en El Renacido como el gran personaje de fondo. Visualmente El Renacido es la producción más espectacular desde Mad Max: Furia en la Carretera y comparte con ella no sólo a Tom Hardy, sino sobre todo esa reivindicación de la Imagen en mayúsculas, simbólica y poderosa, la Imagen como vehículo de la historia y transmisora de emociones sin necesidad de texto.

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Es en esta coyuntura donde no puedo sino ver clarísimo el reconocimiento en forma de estatuilla para un Leonardo DiCaprio que, memes aparte, sigue labrándose una formidable carrera (pensemos por un momento los nombres con los que ha trabajado tras proclamarse “rey del mundo” en aquel lejano 1997). Y no lo tenía fácil con una interpretación que requería de miradas y gestos muy por encima de palabras y que el actor supera con nota; DiCaprio siempre me ha parecido uno de esos actores no agraciados con un gran talento pero tremendamente laboriosos, y en ese aspecto El Renacido es donde DiCaprio recolecta los frutos de tantos años de trabajo y esfuerzo por convertirse en un Actor lejos de encasillamientos y portadas de revistas adolescentes. A DiCaprio le acompaña en el reparto un Tom Hardy que sin verlo venir se ha colado en las dos mejores películas del año, y lo hace manteniendo su espartano carácter interpretativo, con esa voz y mirada feroces que tan bien le sientan a sus personajes, sean héroes o villanos, y que aquí vuelve a apabullar con su presencia como enemigo de un DiCaprio que le recomendó para el papel tras trabajar juntos en Origen (Christopher Nolan, 2010). Cabe destacar también el aspecto musical de la película, con una banda sonora compuesta por el japonés Ryuichi Sakamoto, el músico electrónico alemán Alva Noto y el también músico y compositor Bryce Dessner, aunque el grueso de la composición corre a cargo de Sakamoto con una sublime y minimalista banda sonora que necesita tan pocas notas como palabras los protagonistas de la cinta para llevarte a su territorio, el contrapunto perfecto que va definiendo el salvajismo narrativo y paisajístico de las imágenes. Si en Birdman Iñárritu ya confió en el virtuosismo de Antonio Sánchez para hacer una banda sonora diferente a golpe de batería, aquí se deja llevar por el genio de Ryuichi Sakamoto para dar a luz a una de las mejores y más cautivadoras músicas compuestas para una película en los últimos tiempos.

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Ah sí, el tema de las gafas, ya casi se me olvidaba. Uno no puede dejar de mirar el desfile de las últimas décadas en cuanto a avances en el cine y nuestra manera cotidiana de entenderlo. Hemos ido pasando del viejo y kilométrico celuloide al digital, del Full HD al 4K, y los creadores han tenido que subirse al carro de la industria con modas (demostradas pasajeras) como el 3D para seguir atrayendo a los cada vez más perezosos espectadores, tan avanzados tecnológicamente en la palma de su mano como en cualquier cabina de proyección. Sin ánimo de parecer tecnófobo tengo que reconocer que ninguna de las películas más atrayentes e inmersivas que he visto en mi vida estaban rodadas en 3D; muchas de ellas ni siquiera lo estaban en color. Así que casualmente la semana en la que comencé ilusionado mi periplo en la realidad virtual para dejar al rato las gafas a un lado, decepcionado, aburrido y bastante mareado a la vez, tuve el inmenso placer de pasar dos horas y media mirando embobado una pantalla como si fuera la primera vez que veo un río, un caballo o una tormenta de nieve formándose sobre el bosque en mi vida. Experiencias así jamás pasarán de moda.

Por cierto, vendo unas gafas de realidad virtual. Estoy ahorrando para comprarme un Bluray que sale dentro de unos meses. Pero esa es otra historia.

 
Dirección - 10
Guion - 8.5
Reparto - 9.5
Banda Sonora - 9.5
Aspecto Visual - 10

9.5

El Renacido (The Revenant) es una brutal e imprescindible experiencia cinematográfica, la mejor película de lo que llevamos de año y la confirmación de Alejandro González Iñárritu como uno de los directores más atrevidos de nuestros tiempos.

Vosotros puntuáis: 6.52 ( 14 votos)
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NeWyU
NeWyU
Lector
6 febrero, 2016 14:13

Totalmente de acuerdo con la reseña, la película se marca como única puedo comprender que haya gente a quien le guste por que no esta realizada para todos, es puro placer audiovisual. El precio a por pagar la entrada es demasiado barato para la calidad de la película es estéticamente sublime. Ganas de que pase unos días para volverla a verla en el cine.

TigreHobbes
TigreHobbes
Lector
6 febrero, 2016 20:25

Enhorabuena Samuel, poco que añadir. Quizá que desde la escena de la playa de Expiación no veía nada tan impactante como los 10 primeros minutos de éste Renacido. No sé si siquiera si es plano secuencia, falso plano secuencia o qué, pero es sobrecogedor. Hay películas y luego hay CINE. Es una película sumamente bella y que hay que ver en cine si o si o si. Creo que con algo menos de metraje ganaría, así que para mi gusto personal sigue ganando Mad Max por algunas décimas. Me imagino que tiene que ser jodido montar una película con la que has sufrido tanto.
El Oscar para DiCaprio. Se lo van a a dar porque toca pero tiene mejores interpretaciones, por complejas, mismamente en El Lobo de Wall Street se maneja con solvencia en diferentes registros y conseguía construir un personaje al que odiabas y querías a partes iguales. Incluso solventaba los momentos de comedia con solvencia. Aquí lo borda, pero bueno, es como lo de Redmaine haciendo de Stephen Hawking, son interpretaciones de sota caballo y rey.
Ganas de ver los extras para saber como han hecho lo del plantígrado, me cuesta creer que sea todo CGI.
Y bueno, la inmersión no te la da la tecnología, aunque ayuda. Un surround siempre ayuda pero más lo hace una buena dirección e incluso más un gran montaje.

mr bones
mr bones
Lector
6 febrero, 2016 21:15

Gran película, pero creo que mucha gente anda diciendo cosas del tipo «oh, algo asi nunca se había realizado» y creo que hay que recordar (o ver si es que no lo han hecho), los films de Werner Herzog AGUIRRE LA IRA DE DIOS y FITZCARRALDO, dos grandiosas películas que también llevaban a los actores y equipo de filmación a situaciones limites a punto de casi morir o matarse entre ellos……….creo que The Revenant es de ese tipo de película, las circunstancias en que son filmadas se traspasan al film a través de los actores , sus paisajes y tomas……….

mr bones
mr bones
Lector
En respuesta a  mr bones
6 febrero, 2016 21:17

De hecho el mismo Herzog realizó un documental sobre Klaus Kinski (My Best friend), en el cual se puede apreciar todo lo que pasaron durante las filmaciones de ambas películas

TigreHobbes
TigreHobbes
Lector
En respuesta a  mr bones
7 febrero, 2016 9:12

Gran verdad. Y es que el que no haya visto esas películas, o Dersu Uzala mismamente, seguramente lo diga.

M0ng0
M0ng0
Lector
7 febrero, 2016 12:37

Los 45 primeros minutos de película me parecieron excelentes y hasta virtuosos. El problema llega cuando, aprovechando la magnífica fotografía, se empieza a regodear con planos atmosféricos y redundantes y a girar en torno a sí misma. No acaba siendo un tostón, pero que termine su duración en 2 horazas y media a mi me parece un abuso.

Damián González
Damián González
Lector
7 febrero, 2016 18:53

Se me hizo muy pesada la película, una decepción, me sobra mucho metraje que no pasa nada de nada, sí es una delicia visual pero no compensa para nada para mí.

MikeM
MikeM
Lector
8 febrero, 2016 13:34

Espectacular a nivel visual (y más leyendo que apenas se utilice CGI) … muy pobre a nivel narrativo… no conecté para nada con la historia (que se resume en dos lineas).

Igverni
Lector
10 febrero, 2016 13:38

Enhorabuena Samuel. ¡Otra gran crítica!

Curiosamente salí de El Renacido igual que tras ver The hateful 8. Ambas son grandes películas que recomiendo a todo el mundo que vaya a ver en pantalla grande, pero no son la mejor obra de sus respectivos autores.

El Renacido fue exactamente lo que esperaba de ella pero no salí alucinado como sí me pasó tras ver Birdman o Mad Max. Quizá fue por la historia, que es la que es y no da más de si, pero no me enganchó tanto como las anteriores.

En ningún momento se me hizo larga y algunas escenas son alucinantes, pero no sentí estar inmerso en una experiencia cinematográfica, y sí a veces en un «violence porn», por su recreación en el sufrimiento de DiCaprio en toda la parte central de la película. Al igual que se excedieron con el uso de las escenas oníricas.

DiCaprio es un actorazo y no tengo duda que esta vez sí ganará el Oscar, pero no es ni de cerca su mejor interpretación.

La fotografía es perfecta, aunque me parece imposible que Lubezki pueda ganar un 3er oscar consecutivo. La música genial también. Y Tom Hardy cada vez me gusta más.

Saludos!!