Vertigo USA: El Soldado Desconocido

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Vaqueros, indios, terror, género negro… durante un tiempo los géneros temáticos supusieron un puntal importante dentro del mundo del cómic en general y de DC Comics en particular, y los conflictos bélicos eran, como otros, una fuente importante de inspiración. La mayor parte de esta clase de tebeos acabaron sucumbiendo con los años, es cierto, pero a través de la línea Vertigo los conceptos y personajes que les insuflaron vida en el pasado han ido paulatinamente rediseñándose para adaptarse a épocas contemporáneas.

Así, gran parte de los secundarios de The Sandman o el personaje principal de La Cosa del Pantano provienen del fértil mundo concebido para House of Secrets y House of Mystery (recientemente relanzada); Scalped iba a ser una suerte de actualización de la mítica Scalphunter; y ahora en pleno mes de octubre se acaba de lanzar en USA una nueva serie a cargo de Joshua Dysart y Alberto Ponticelli que revisita otro personaje mítico: El Soldado Desconocido (Unknown soldier). Vamos a presentarla un poco…

Un poco de historia

Nacido en realidad como secundario para las aventuras del Sgt. Rock en las páginas de Our Army At War #168 (junio 1966), este misterioso personaje que tuvieron a bien concebir la mente de Robert Kanigher y las manos Joe Kubert ha conocido hasta la fecha tres encarnaciones distintas. La primera y más larga de ellas tuvo lugar cuando, tras decidirse que la creación gestada para el cómic antedicho era lo suficientemente interesante, se procedió a integrarla en otro de los títulos bélicos de la editorial: Star Spangled War Stories, en el que el Soldado Desconocido pasó sus días de 1970 a 1977 (números #151-204). Para entonces, el personaje había ganado tanta popularidad que los editores decidieron cambiar la cabecera de la colección directamente a The Unknown Soldier, título que se extendió durante otras 64 entregas hasta ser finiquitado en octubre de 1982 con el ejemplar #268 –el cambio de título no aparejó el de numeración–.


Distintas cabeceras del personaje por orden
cronológico

Ahora bien… ¿quién era el Soldado Desconocido? Nunca se supo. Lo único que conocimos de su biografía es que había sido un militar alistado junto a su hermano Harry durante la II Guerra Mundial y que, tras haber sido ambos destacados en el frente del Pacífico, una bomba arrojada oportunamente en su trinchera mató a Harry y dejó gravemente desfigurado a nuestro héroe sin que los médicos pudieran hacer nada. Pero, junto a tan traumática experiencia, una frase de su hermano lo dejó profundamente marcado: «Un solo hombre puede afectar el curso de toda una guerra. Un solo hombre en el lugar y el momento correctos…» Con esto en mente y tras un oportuno entrenamiento –borrado de identidad incluidos–, el por entonces héroe de guerra se dedicó en cuerpo y alma al espionaje y el asesinato selectivo para conseguir ser continua y repetidamente ese ente de la cita capaz de decidir por sí solo el rumbo de los conflictos bélicos, algo que conseguía con una habilidad para disfrazarse que dejaría a la altura de un principiante al mismísimo Christopher Chance.

Bueno, fuera como fuese, en el The Unknown Soldier #268 USA el personaje fue ambiguamente dado por muerto y, salvo apariciones estelares aquí y alla –una de ellas en La Cosa del Pantano #82–, nunca más se supo… hasta que entre 1988 y 1989 Jim Owsley y Phil Gascoine decidieron redefinir al militar por primera vez para una maxiserie de 12 entregas que supuso su segunda encarnación, más cínica y radicalmente distinta a la original. Tras eso, el tiempo volvió a pasar y a pasar hasta que llegamos a la tercera versión de nuestro soldado y, probablemente, a la que mejor conozcan los lectores más jóvenes: la que estructuró Garth Ennis para Vertigo en 1997 y que supuso una de esas miniseries de cuatro números que relanzaban personajes clásicos del UDC –como Blanco Humano, por ejemplo–. Y de aquí, a la colección que acaba de hacer su debut y de la que hablaremos a partir de ahora…


Portadas de The Unknown Soldier #1 USA (1988) y del TPB
correspondiente a la versión de Ennis

El Soldado Desconocido (2008)

Durante la pasada SDCC ’08 se anunció en el panel de Vertigo que a finales de año comenzaría una nueva serie regular totalmente remozada y de cero a partir del personaje, siendo los encargados de llevarla a cabo Joshua Dysart –visto en Swamp Thing– y Alberto Ponticelli, dibujante milanés que ha hecho sus pinitos en USA –Sam and Twitch– y que, en la estela reciente de otros artistas europeos como R.M. Guéra o Riccardo Burchielli entre otros, ha sido fichado para traer aires de renovación gráfica a la línea Vertigo. A las portadas, Igor KordeyNew X-Men–, con variante de Richard Corben en el primer número.

¿Detalles? La acción del cómic se sitúa en el norte de Uganda en 2002 cuando, tras haber finalizado la Segunda Guerra del Congo con el resultado de un genocidio de unos cuatro millones de personas y una inestabilidad en la zona de primer orden, la Fuerza de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF) se desplazó a la frontera con Sudán para lanzar la operación Puño de Hierro, destinada a acabar con el Ejército de Resistencia del Señor (LRA, de Lord’s Resistance Army). Los ugandeses, que durante la guerra habían ejercido un papel de aprovechado secundario fomentando la acción de diversos grupos congoleños, abrazaron así la oportunidad de aplastar al grupo terrorista mesiánico que, desde su fundación en 1987 por parte de Joseph Kony, hostigaba al estado ugandés desde sus bases en el sur de Sudán con innumerables violaciones de los Derechos Humanos, secuestro y adiestramiento militar de niños, y multitud de masacres. Sin embargo, aunque la operación fue un éxito relativo, muchos activos del ERS subsistieron y pronto volvieron a internarse en Uganda para clamar venganza mediante cruentas matanzas. En este contexto, el nuevo soldado desconocido hará su aparición…


Tres de las cinco páginas que Newsarama ofreció
en julio a sus lectores

¿Por qué escoger Uganda y ese período? Joshua Dysart al habla: «La razón es porque esta parte del mundo en este conflicto en particular fue una de las más ignoradas por nuestra generación. Una guerra de 20 años, 1’9 millones de desplazados y 25.000 niños secuestrados y forzados a ser soldados gracias a entrenamientos en campos de concentración sudaneses, o a ser esclavos sexuales. Pensé que era hora de que tuvieran un soldado. Y, para mí, es fiel al original en el sentido de que trata sobre un hombre con su propia guerra. A su manera además, tiene a su propio Hitler, Joseph Kony, líder del LRA. Pero también resulta muy moderno en tanto en cuanto la situación es muy compleja… no creo que el presidente ugandés –Yoweri Museveni– hiciera todo lo posible por acabar este conflicto, así que los políticos van a aparecer como muy engañosos. Así que al final la serie tratará también toda la política compleja de la zona: vamos a revisar la relación de la CIA con la República Democrática del Congo, vamos a ver qué pasó en Somalia, las razones de las condiciones actuales en Darfur…»

En definitiva, un proyecto que estuvo bastante disputado y por el que Dysart luchó por hacerse para hablar de este conflicto en particular, ya que considera además que volver a ambientar la colección en la II Guerra Mundial –poco viva y con mucha mitología a sus espaldas– habría sido malgastar el potencial del personaje. Sin embargo, el guionista se toma muy en serio un papel casi insólito en su profesión: hablar de un momento muy doloroso que, incluso a día de hoy, no está del todo cerrado. Nuevamente con sus palabras: «Visité Uganda. Me hice todo el camino de la frontera sudanesa, pasé por un campo de minas (mediante guía, así que de forma menos peligrosa) […] y estuve realmente implicado con el pueblo Acholi, el más afectado por el conflicto. Y después volví a casa y me desesperé por cómo iba a hacer un cómic bélico comercial que tuviera que satisfacer a un quinceañero que sólo quiere ver mierda explotar. Todavía combato este sentimiento. Acabo de terminar el número dos, y es muy duro hacerlo funcionar y ser honesto con el conflicto al mismo tiempo. Moralmente, espero estar haciendo lo correcto».


Las otras dos páginas

Eso sí, no todo va a ser tragedia en el cómic, según el autor: «Hay un elemento muy pulp […] que va a salvarnos de convertirnos en algo parecido a Diamante de Sangre y cosas como esas. Pero por otro lado, no puedo creer que esté contando esta jodida historia pulp acerca de una cosa real que le pasó a gente real con la que me senté a cenar en al otro lado del mundo. Así que sólo puedo regurgitar lo que mi editor me dice una y otra vez, y que no es otra cosa que el hecho de que mi preocupación para con esto actúa por el bien del cómic. Y espero que sea verdad». Personalmente, me llama la atención que el paradigma de veracidad de este hombre sea Diamante de Sangre, una película que, aún siendo buena, no refleja la cruedad ni en broma tan bien como otras muchas igual de recientes: Hotel Rwanda, El último rey de Escocia o incluso la preciosa El jardinero fiel. Pero en fin…

Por último respecto a Ponticelli dice –aparte de lo bien que dibuja y el resto de cumplidos habituales– que el retrato que realiza de la acción es extremadamente natural, algo que está dentro de sus principales requerimientos gráficos para con la obra: «El propósito de este cómic es tener un montón de emociones y un montón de acción. No quiero sacrificar lo uno a lo otro. Quiero que sea inteligente y contenida. Siempre miro a La Jungla de Cristal como modelo de ejercicio de acción perfecto. La primera. Es ridículamente exagerada, pero te la vendieron ¿sabes? Realmente te crees que el tío, descalzo, pueda liquidar el asunto. Y los personajes son realmente inteligentes. Ponticelli consigue todo eso. Su visión de la acción es extremadamente natural, y te la vende».

¿Qué tal el primer número?

El primer número de la colección, puesto a la venta en EE.UU. el pasado miércoles (si bien antes se había ofrecido una previa en House of Mystery #6), nos permite ya desde un primer momento observar que estamos ante una obra dura, cruda y muy violenta. El protagonista es el Dr. Lwanga Moses, un médico licenciado en Harvard de origen ugandés cuyos padres se exiliaron durante la dictadura de Idi Amin Dada, y cuya mayor ambición es volver a Uganda para encontrar sus raíces y ayudar a su pueblo. Su vida familiar junto a su esposa es ejemplar pero, sin embargo, algo falla: unas desagradables pesadillas en las que se ve a sí mismo con la cara vendada o cometiendo brutales asesinatos le impiden vivir en paz.


Vidas paralelas

Una vez en África, Moses ejerce su actividad como cooperante de la forma que cabría esperar… atendiendo enfermos y heridos en un campo de refugiados mientras preconiza no responder a la violencia con violencia. Durante estos pasajes el autor aprovecha para introducir ideas interesantes, como por ejemplo cómo es posible desarrollar un sentimiento nacionalista en África cuando, en realidad, sus fronteras y naciones fueron trazadas a tiralíneas por el colonialismo. O cómo seguir culpando a ese mismo colonialismo del estado actual del continente, y no a la carencia de voluntad de sus habitantes. Interesantes pero, al mismo tiempo, tratadas de forma un tanto superficial. A su vez, Ponticelli se revela como un profesional bastante a tener en cuenta capaz de dominar a la perfección volúmenes anatómicos, composiciones y encuadres, si bien adolece de cierta limitación en el terreno facial –exagerado a veces– y de dinamismo –sus composiciones pueden resultar algo estáticas–. La paleta de colores cálida, por su parte, resulta idónea y maravillosamente compenetrada con el tono de la historia.

Volviendo al argumento, lo cierto es que haber vuelto a sus raíces no ha detenido las pesadillas de Moses… es más, las ha potenciado: el protagonista comienza a oír una voz interior oscura y resolutiva que le impele a tomar el camino más expeditivo en la resolución de los conflictos. Y cuando Moses se ve por fin, inevitablemente, en una situación de vida o muerte frente a milicianos infantiles, desata toda su ira y sus inexplicables capacidades. Tras ello, angustiado moralmente, sintiéndose una mentira y reconociéndose como un peligro para su esposa, sufre un auténtico brote esquizofrénico que lo lleva a desfigurarse a sí mismo tratando de destruir su otro yo. El nuevo soldado desconocido acaba de nacer


El brutal clímax del primer número

Tenemos por tanto un número de presentación eficaz, con un ritmo ajustado sin precipitaciones y que deja con ganas de más. En todo caso, demasiado pronto para decir nada: lo más importante es saber cómo va a desarrollar Dysart su creación, y lo mismo le puede salir un truño descomunal que un nuevo Blanco Humano con el valor añadido de toda la potencia que aporta el contexto africano. De momento, ni lo uno ni lo otro. Ya veremos…


Portada de Unknown
soldier #1
USA (Kordey)

Más información

Información oficial desde la web de Vertigo.
Ficha en la Wikipedia inglesa sobre el personaje.
Ficha fan-made del protagonista.
Magnífica entrevista a Joshua Dysart en Comics Bulletin a propósito de la obra.

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blacksad
blacksad
24 octubre, 2008 11:21

«…Y después volví a casa y me desesperé por cómo iba a hacer un cómic bélico comercial que tuviera que satisfacer a un quinceañero que sólo quiere ver mierda explotar…»

Si el propio guionista parte del hecho de que los cómics son para quinceañeros, mal empezamos…

Clavos
Clavos
Lector
24 octubre, 2008 11:41

Así a priori, esta es la serie nueva Vertigo que menos me llama la atención de las lanzadas en 2008. Pero como a toda serie del sello, le daré su oportunidad cuando aparezca el primer tomo…

x-ternon
x-ternon
24 octubre, 2008 12:13

No, lo que dice es que Vertigo está orientada a lectores de esa edad o al menos que empiezan en esa edad. Realmente la gran mayoría de tebeos de Vertigo no requieren mucha más edad para disfrutarlos, para mi no tiene mucha diferencia de «madurez» con los tebeos de superhéroes actuales la principal diferencia es temática. Afortunadamente para Vertigo y los lectores últimamente está ganado en variedad.

menglo
menglo
Lector
24 octubre, 2008 13:48

Por desgracia no me llama la atencion como han planteado la serie ni el guionista que la realiza,cuando escuche que le iban a dar una nueva oportunidad al Soldado Desconocido me llamo la atencion,pero ahora…..de todas maneras habra que probarlo.

curioso
curioso
Lector
25 octubre, 2008 12:18

me gustó la version de garth ennis. abrá q echar un vistazo a esta nueva

a ver q tal.

por cierto os dejo enlace con la portada del nuevo tomo 100 balas en usa, el penúltimo. es la mejor portada de todas sin lugar a dudas, ¿q opináis?

http://www.amazon.com/gp/product/images/1401222870/sr=1-2/qid=1224125524/ref=dp_image_0?ie=UTF8&n=283155&s=books&qid=1224125524&sr=1-2