El carro de hierro

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Edición original: Jervognen (2001).
Edición España: febrero de 2010; Astiberri Ediciones (Colección Lecturas compulsivas).
Guión: Jason (John Arne Sæterøy), basado en la novela de Stein Riverton.
Dibujo: Jason (John Arne Sæterøy).
Formato: libro de 72 páginas, encuadernadas en rústica con solapas.
Precio: 13,00 €.

Queda un poco lejos el año 2002, cuando tuvimos la oportunidad de leer el primer tebeo publicado en España firmado por un historietista escandinavo muy peculiar. Nacido como John Arne Sæterøy, (Molde, Noruega; 1965), pero conocido en el mundo del tebeo como Jason, se presentó en sociedad de la mano de la editorial bilbaína Astiberri, que tuvo a bien publicar ¡Chhht! Dicho tebeo nos proporcionó la oportunidad de sumergirnos en el particular universo de este autor, a través de la recopilación de una serie de relatos mudos de corte existencial, protagonizados por animales antropomórficos que muy rara vez alteraban las facciones de su rostro impertérrito. Una composición de página fija –retícula de 2×3 viñetas–, un sentido del humor muy peculiar, una capacidad narrativa fuera de toda duda y una sorprendente facilidad para transmitir sentimientos pese –o gracias– al hieratismo de los personajes, se convirtieron en marcadas señas de identidad apreciables en la obra de este autor.

Lejos de acomodarse, Jason aprovechó su dominio de dichas facetas para adentrarse en los más variados géneros (a menudo combinados), propiciando la narración de historias de marcado tinte surrealista. Todo cabe y nada sobra en sus tebeos: mosqueteros, androides, alienígenas, zombis, escritores convertidos en historietistas, que a su vez se plantean ejercer como atracadores, viajes en el tiempo, tragedias que hunden sus raíces en la infancia de los protagonistas, etc. Un ficcionario aparentemente inagotable que no tarda en ganarse la complicidad y simpatía del lector.

Tras haber publicado En pocas palabras y Low Moon durante 2009, Astiberri nos ofrece la posibilidad de disfrutar con una nueva demostración del talento de este guionista y dibujante, plasmada en un volumen de 72 páginas que lleva por título El carro de hierro. El tebeo en cuestión adapta el clásico de la literatura policíaca noruega de Stein Riverton (seudónimo de Sven Elvestad), presentándonos una trama al más puro estilo whodunit que nos retrotrae a principios del siglo pasado. En Hvaler, una tranquila localidad costera, diferentes personajes disfrutan de un periodo estival. En este apacible y despreocupado contexto, aparece el cuerpo inerte de Blinde, guarda forestal que según las habladurías mantenía una relación sentimental con Hilde Gjiærnes. En el pueblo no tardan en relacionar el asesinato de Blinde con una extraña maldición que parece rondar a la familia Gjiærnes, cuyos orígenes se remontan a los tiempos en que un antepasado mandó construir “un carro de hierro, de dos ruedas, exactamente idéntico a las bigas de carreras de los romanos”, con el que tuvo un fatal accidente en los páramos. Desde entonces, dicen que cuando en la meseta se escucha un sonido similar al chirriar de las ruedas del carro, se avecinan desgracias para la familia. Para desentrañar las claves de este misterio, un escritor que pasa unos días de asueto en el pueblo contará con la ayuda de Asbjørn Krag, detective de la localidad vecina de Kristiania.


Páginas interiores de El carro de hierro
(haced click sobre las imágenes para ampliarlas)

Más allá del desarrollo de la historia, propio de las novelas clásicas de misterio en la línea de Arthur Conan Doyle o Agatha Christie, los puntos más destacados de este tebeo residen en los aspectos técnico y narrativo: como suele ser habitual, Jason hace el mejor de los usos de su trazo, sencillo, que huye de adornos innecesarios y reduce los fondos a la mínima expresión. La ya típica retícula de 2×3 viñetas –que se rompe de forma ocasional, mediante viñetas panorámicas que ocupan el ancho de página– deriva en una narración de los acontecimientos sumamente fluida, aderezada por una selección de ángulos variada que, alejada de la gratuidad, dota tanto a las escenas mudas, como a las regadas por profusos diálogos, del ritmo adecuado. Además, Jason emplea un recurso discreto pero sumamente efectivo, para diferenciar las líneas temporales del relato, redondeando las esquinas de las viñetas para señalar las secuencias narradas a modo de flashback. Para completar el sobresaliente apartado gráfico, el coloreado en bitono subraya las transiciones día / noche, contribuyendo además a modular el tono emocional del relato. En cuanto a la particularidad más evidente del historietista noruego –esto es, los rasgos casi inalterables de sus personajes antropomórficos–, cabe destacar que la aparente neutralidad, la inexpresividad, el hieratismo de sus rostros, roto en contadísimas ocasiones, contrasta enormemente con la facilidad de Jason para transmitir sentimientos y sensaciones desarrollados en base a puntos de partida y situaciones reconocibles como lugares comunes de la ficción.

Una vez más, nos encontramos con un tebeo de Jason sumamente recomendable que, más allá de lo bien que funciona como relato de policíaco de misterio, pone de manifiesto las incontestables habilidades narrativas de este autor. Afortunadamente, los seguidores de este historietista estamos disfrutando con la incesante publicación de los tebeos que integran su nutrida bibliografía. Y que dure…

Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)

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Omar Little
Omar Little
7 marzo, 2010 11:39

A pesar de no ser un guión original de Jason, cosa que se nota en el desarrollo de la historia, es un tebeo muy bueno y con un final que me cogió desprevenido. Quiero más Jason!!!

Askani
Askani
7 marzo, 2010 12:02

Me encanta este autor. Creo que tengo todo lo publicado en España de el hasta la actualidad, incluyendo la que se ha reseñado aquí.

Esta obra en cuestión me ha gustado, pero me ha parecido mas flojilla que las anteriores. Posiblemente por la historia que no ha conseguido engancharme tanto como otras veces.

Aun así me parece una lectura muy recomendable ya que la capacidad narrativa de este hombre es sorprendente, y no deja nunca de impresionarme lo que es capaz de contar con tan poco en esas viñetas minimalistas de las que hace uso.

Clavos
Clavos
7 marzo, 2010 13:49

Me produce mucha curiosidad este autor, desde que leí sobre aquel cómic en el que un tipo viajaba en el tiempo para matar a Hitler (creo que era así), ¿cómo se llamaba por favor

Askani
Askani
7 marzo, 2010 14:43

Clavos, el cómic por el que preguntas se llama yo mate a Adolft Hitler. Y efectivamente la trama gira alrededor de un asesino contratado para matar a Hitler.

Octavio B. (señor punch)
14 marzo, 2010 20:47

tebeazo (todo Jason es bueno, de hecho)