El Aquaman de siempre
«They are not so diferent from us»
La Tierra, ese astro cubierto por un 70% de agua. Los mares y océanos del mundo en el que vivimos albergan el origen de la vida y hoy en día siguen siendo un mundo por descubrir. La basta extensión de sus dominios alberga tesoros y horrores que tal vez no estamos preparados para entender ¿Qué sería de la humanidad si se hubiera podido desarrollar en el agua?
Hay personajes que por un motivo u otro quedan en un segundo plano. El caso de los personajes de dominio acuático es uno a destacar. Aquaman, Namor y compañía han pasado en la conciencia colectiva a formar parte de los personajes de segundo nivel e incluso teniendo, en algunos casos, un mero propósito cómico, de chiste. Este grupo de personajes se han visto caricaturizado en la mayoría de las imitaciones creadas por la industria del entretenimiento. Para el que tenga dudas ahí van un par de ejemplos: The Deep (The Boys), Mermaid Man (Bob Esponja).
Y aunque el rey de la Atlántida no ha tenido el tratamiento que se merece el que es el gobernador del 70% del planeta, es cierto que hemos podido disfrutar de buenas historias protagonizadas por este. Desde las nuevas películas con el varonil Jason Momoa al frente, pasando por la épica etapa de Geoff Johns conjunto a Ivan Reis, hace una década, hasta la maravillosa época del tritón manco guionizada por Peter David en los 90s.
Como viene siendo normal en los últimos tiempos y aprovechando la estela de la nueva película Aquaman y el Reino Perdido se ha estrenado el comic precuela Aquaman Throught the Fire and Water.
El cómic se sitúa previo a los acontecimientos de la última película. Aquí Arthur Curry se encuentra tranquilamente echando la tarde cual dominguero cuando una planta petrolífera se ve en riesgo. El culpable, Devil Ray, el enemigo más conocido del prota busca cobrarse venganza por la muerte de su padre.
Siempre me he preguntado como un hombre con un traje de buzo puede poner en aprietos al rey de los océanos en su propio medio. Y es que aquí de primeras no se plantea nada que no hayamos visto ya. Una trama de venganza que seguramente acabe tirando por el maniqueísmo de la defensa medioambiental que, aun ser muy necesaria, ya tenemos muy vista. Tal vez una sentencia un poco prematura, pero en el primer capitulo poco más se propone.
Las pretensiones del antagonista son simples y burdas. Por otra parte, Arthur actúa como un novato, su arma secreta es llamar a un tiburón para que le sirva de distracción y le permita al villano escapar, mientras en el propio universo cinematográfico lo hemos visto convocar enjambres de todo tipo de peces en segundos. Esta es la estrategia más simple que tiene un guionista, en este caso Ethan Sacks, para solucionar un desbalance de poder y así alargar un conflicto que tendría que haber cerrado, quitarle poder al fuerte.
En anteriores reseñas no me he cansado de repetir que el comic americano por lo general nos trae obras que en lo visual están muy bien acabadas, cuesta encontrar un cómic de superhéroes pobre en ese sentido. Pero este no es el caso, al dibujo le falta alma y personalidad. No destaca ni en su virtuosismo ni en hacerlo diferencial. Queda un trabajo muy plano, como hecho con prisa, supongo que Josh Derenick tendría otros proyectos de los que encargarse.
Siendo justos hay alguna pagina donde se nota el esfuerzo y queda un buen resultado, pero la tónica general de comic es otra. También es de destacar el poco control de la anatomía que en algunos momentos parece tener el dibujante, (pensaba que los cuerpos desproporcionadamente musculados habían quedado en los 90). Si algo salva lo visual es el trabajo de colores, con buenos contrastes. Genera potencia cuando la tiene que generar, en definitiva, un trabajo sólido.
El Arthur Curry que vemos en las páginas, moreno y con barba espesa y frondosa, no es más que el resultado de querer atraer al potencial público coherente con el cómic, aquellos que hayan visto la película y quieran más de eso. Y es que el tebeo no es más que eso, un producto de merchandising de la película. Es una pena que no proponga nada interesante como si vimos con The Rittler: Year One.
Lo mejor
• Nada.
Lo peor
• Oportunidad perdida de atraer nuevos lectores al medio.
• Producto sin alma.
Guión - 4.5
Dibujo - 5.5
Interés - 5.5
5.2
Olvidable
Para los que quieran más de la última película de Aquaman mejor tirar de etapas anteriores.
Lo único bueno que tiene este comic es el dibujo de Tom Derenick, que cumple muy bien con la tarea encomendada.
En el resto coincido con la reseña.
Si, muy olvidable y no creo que llegue a nada.
Gracias por el comentario.