Male Call, de Milton Caniff

Dolmen Editorial celebra que su colección Sin Fronteras ha llegado a las cien referencias con la publicación de Male Call de Caniff. Un hermoso álbum recopilatorio donde encontramos la totalidad de las tiras de esta serie, junto a numerosos extras.

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Edición nacional: Male Call 1942-1946. Dolmen Editorial. Septiembre, 2022
Guion: Milton Caniff
Dibujo: Milton Caniff
Traducción: Rafael Marín
Formato: Cartoné, 136 páginas. 31’90€

De pin-ups, soldadesca y combates cotidianos

«Oiga… ¿Hay alguna medalla para una chica que ha luchado contra el ejército americano?»

Hubo un tiempo en Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, en que las mujeres ocuparon en masa unos puestos de trabajo en fábricas, oficinas, organismos oficiales… que anteriormente tenían casi vetados. Lo hicieron para substituir a sus padres, hermanos, maridos, amigos, conocidos o vecinos que estaban en el frente de combate y así aseguraban que el país siguiera funcionando con cierta normalidad. Al acabar la contienda fueron relegadas sin contemplaciones a las tareas domésticas de antaño.

En este mismo período – recordemos que para los norteamericanos duró oficialmente unos cuatro años – los mass media de la época como el cine, los cómics, la literatura popular, incluso los calendarios se llenaron de representaciones femeninas fotográficas e ilustradas de carácter erótico que servían para animar la moral de los soldados en el frente. Fue el auge de las pin-ups, que encontraría su culminación más grotesca con la inclusión de la imagen de Rita Hayworth impresa en la bomba atómica Gilda, lanzada en 1946 durante las pruebas nucleares llamadas Operación Crossroads que se llevaron a cabo en el Atolón Bikini de las islas Marshall. Es en este contexto histórico y social tan específico que hemos de situar una obra tan insólita como fue Male Call de Milton Caniff.

Miss Lace en un B-24M del 374º escuadrón del 308º Bombardment Group del USAF en China

La obra de Milton Caniff está casi siempre sujeta a un momento histórico determinado y a una situación política concreta. Si en Terry and the pirates encontramos al intelectual liberal que lucha contra los fascismos, antes y durante la Segunda Guerra Mundial; en Steve Canyon se transforma en un convencido halcón al servicio de la política imperialista estadounidense que disputa la Guerra Fría. Pero, en medio del conflicto mundial, el Caniff que predomina es el entregado patriota, el artista de la calle que arrima el hombro para contribuir a la victoria de los aliados frente a las fuerzas de Eje. Y lo hace apoyando a los soldados con su talento humorístico y con su arte, ya que no lo puede hacer combatiendo debido a una enfermedad crónica. Esta aportación a la causa se concreta principalmente con una tira humorística semanal, destinada a los periódicos militares, titulada Male Call y protagonizada por una hermosa pin-up que conocemos como Miss Lace.

Primera tira con Miss Lace como protagonista (24-01-1943)

Male Call se compone de tiras autoconclusivas, casi siempre de tono humorístico, con evidentes fines propagandísticos y pensadas para un público masculino que está en combate, movilizado fuera de casa y en una situación bélica donde sus vidas corren peligro. Son gags de corte erótico, donde se explota hasta la saciedad los tópicos sobre la lucha de géneros y además se ejerce una mirada empática y de comprensión hacia los problemas diarios de los soldados rasos. Sin embargo, y visto desde una perspectiva actual, estos combates cotidianos que nuestra hermosa vecinita tiene con la práctica totalidad de la soldadesca – y con algunos oficiales también – nos ofrecen una visión sociológica, de carácter costumbrista muy interesante que nos permite descubrir las interioridades más desconocidas, e incluso encubiertas, de un momento histórico reflejado hasta la saciedad en el cine, en la radio, en los cómics o en la literatura pero con un tono mucho más superficial, heroico y patriótico.

Las tiras de Male Call que más nos interesan son las que nos describen las actividades ordinarias de los componentes de la tropa cuando no están combatiendo; sus trabajos, sus aficiones, sus temores, sus quejas… Y las que más nos emocionan son aquellas en que la hermosa Miss Lace presta su ayuda a los soldados de las depresiones e inseguridades que padecen o cuando los defiende de las injusticias y las burlas de sus conciudadanos. Son tiras en la que vemos a la hermosa pin-up agredir a venerables señoronas que desprecian verbalmente a los heridos de guerra o donde demuestra, usando sus mejores armas, que los soldados que han padecido mutilaciones pueden seguir siendo atractivos a los ojos de sus parejas. El gran mérito de Male Call es su honestidad, el gran atractivo es su cercanía a los problemas reales del frente, su gran logro es hacerlo interesante al lector actual a base de humanidad, picardía y humor.

La otra gran virtud de esta serie es la parte gráfica y la narrativa. Lejos de tomarse esta misión de una manera rutinaria, recordemos que la strip se distribuía una vez por semana y gratuitamente a los periódicos destinados a las tropas en el frente, Caniff despliega todo su talento artístico para ofrecernos unas tiras absolutamente apabullantes donde el estilo que ha ido evolucionando en Terry and the pirates está plenamente consolidado. Cada gag está desplegado en tres o cuatro viñetas. Los personajes están descritos de una manera realista, aunque el tono sea de comedia. Los decorados están muy detallados, el vestuario y los uniformes son exactos y la ambientación general está muy conseguida. Pero el aspecto más destacado de la strip es el poderoso entintando que despliega el maestro de Ohio. Las manchas son rotundas, los contrastes violentos, las escenas nocturnas inquietantes, todo al servicio de unos gags ligeros que mejoran su eficacia gracias a este tratamiento casi documental de la parte artística.

Male Call se beneficia del arte de Milton Caniff en su mejor momento, cuando alcanza la madurez en Terry and the Pirates y mucho antes de su paulatina decadencia de los años sesenta. Hay que recordar que el autor norteamericano seguía realizando su strip principal, que se publicaba los siete días de la semana, mientras se encargaba de las pícaras aventuras de Miss Lace.

La edición física y técnica del tomo a cargo de Dolmen Editorial es modélica. El libro es en cartoné y apaisado. El tamaño es correcto, cada página contiene dos tiras con su título y la fecha de cada una, el papel es el adecuado y la impresión es buena. Las tiras lucen mucho mejor que las de la vieja edición incompleta de Toutain del 1982 y casi igual que las de la recopilación norteamericana de Hermes Press del 2011.
El álbum incluye todas las tiras iniciales protagonizadas por Burma, el personaje femenino de Terry and the pirates que el syndicate no dejó que Caniff utilizara, y en la parte final algunas tiras de la serie sin acabar de entintar porque fueron censuradas o rechazadas. Encontramos, también, un generoso prólogo escrito por Rafael Marín, bien ilustrado con fotografías de la época o ejemplos de la obra y una galeria final con un material gráfico muy interesante. El precio es alto, pero para los amantes de las comic strips la edición vale cada céntimo pagado en ella.

Con Male Call, el autor más importante del cómic clásico norteamericano – con permiso de Will Eisner – puso al servicio de una causa bélica todo el potencial comunicativo de un arte popular, directo y muy cercano a la ciudadanía como es el cómic de prensa.
Milton Caniff, a base de talento y honradez, consiguió conectar de una manera absoluta con su público potencial, contribuyendo a la mejora de la salud mental y al rearme moral de unos combatientes que defendían a su país, a su gente, de una manera que ellos consideraban justa, contra un enemigo invasor. Otra cosa distinta fue cuando el conflicto se acabó, cuando se trató de gestionar la victoria y asimilar a estos combatientes en una sociedad capitalista que no creía en las empatías ni en los reconocimientos morales. Entonces, a estos soldados, les faltó alguien que los acompañara en la causa cotidiana con lo que su día a día se transformó en una implacable carrera de ratas que iba dejando en la cuneta a los más débiles, a los más desfavorecidos, a los que tuvieron mala suerte. Quizás en estas circunstancias muchos buscaron consuelo en el cómic, muchos intentaron encontrar a un personaje que los entendiera, que los consolara y que los animara…
Pero Milton Caniff ya no estaba para estos menesteres.

Salut!

Lo mejor

• Disfrutar del arte de Milton Caniff en todo su esplendor.
• Una edición modélica a cargo de Dolmen.
• Visitar la vida cotidiana de un frente de guerra.

Lo peor

• Algunos gags que no han resistido el paso del tiempo.

Edición nacional: Male Call 1942-1946. Dolmen Editorial. Septiembre, 2022 Guion: Milton Caniff Dibujo: Milton Caniff Traducción: Rafael Marín Formato: Cartoné, 136 páginas. 31’90€ De pin-ups, soldadesca y combates cotidianos "Oiga… ¿Hay alguna medalla para una chica que ha luchado contra el ejército americano?" Hubo un tiempo en Estados Unidos, durante…
Guion - 7.5
Dibujo - 9
Interés - 9

8.5

Honesta

La edición definitiva de una comic strip muy particular, con Milton Caniff en todo su esplendor artístico y moral

Vosotros puntuáis: 9.6 ( 5 votos)
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Nippur
Nippur
Lector
20 octubre, 2022 22:37

Una vez más, una reseña excelente. El rescate de este material por parte de Dolmen es para sacarse el sombrero y agradecer que este tipo de obras puedan estar en nuestras bibliotecas

Ignacio
Lector
21 octubre, 2022 2:34

Creo que es el último tomo de Sin Fronteras que revisé. A ver si me hago con él y veo cómo ha quedado.

Jaime Sirvent
Jaime Sirvent
Lector
En respuesta a  Ignacio
21 octubre, 2022 7:59

Yo tengo claro que me haré con él en cuanto pueda. Caniff y el hecho de que sea tu última revisión son motivos suficientes.

Un abrazo.

Ignacio
Lector
En respuesta a  Jaime Sirvent
21 octubre, 2022 15:08

Yo te recomiendo antes todo Terry, Johnny Hazard y Príncipe Valiente. Male Call merece la pena, pero nunca antes de esas tres.

Este finde si quieres lo hablamos por WhatsApp.

Un abrazo.

Henro
Lector
24 octubre, 2022 14:31

Desde luego es todo un documento histórico. Me han entrado ganas de leerlo por curiosidad histórica.
Una lástima el precio: ya sé que estas cosas son minoritarias y caras pero, vaya.

Last edited 1 año atrás by Henro