Cuaderno de Tormentas: Crónica de los deambulares por Ciudad Espanto

Volvemos a pasear por Ciudad Espanto gracías a la fastuosa y revisada nueva edición de Astiberri.

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Edición original:Astiberri Ediciones
Guión:David Rubín
Dibujo:David Rubín
Color:David Rubín
Formato:Cartoné 136 páginas
Precio:15€

 

Este es el castigo a atrevimiento, por tener la osadía de capturar en las páginas de mi cuaderno el alma de esta ciudad que es trampa y tormento.

Desde que en un Salón de A Coruña vi Corazón de Tormentas quedé fascinado por la obra de David Rubín y he seguido con admiración todo lo que publicaba. Pero de entre toda su amplia obra mi favorita siempre ha sido Cuaderno de Tormentas: Crónica de los deambulares por Ciudad Espanto. Por eso cuando se anunció su nueva edición por parte de Astiberri Ediciones me alegré porque es una obra que siempre tiene que estar disponible. Cuando supe que la iba a colorear y rotular de nuevo tuve la certeza que la tendría por segunda vez en mis estanterías al lado del resto de su obra. En 2009 David fue nominado al mejor dibujante en el salón de Barcelona por esta obra.

David Rubín es un historietista nacido en Ourense en el año 1977. Además del cómic ha trabajado como ilustrador y animador. Fue uno de los impulsores del colectivo Polaqia, que serviría de plataforma para una gran generación de artistas en un momento especialmente difícil para el cómic en nuestro país. En los comienzos de su carrera colaboró con historias cortas para varias revistas como Golfiño, Dos Veces Breve, Huevo, Enfermo, TOS y HUMO además de en varios álbumes colectivos (Mmmh!!, H2Oil, Barsowia en llamas y Capital). Algunas de esas historias cortas fueron recopiladas en El circo del desaliento y La tetería del oso malayo. Por esta última recibió el premio al autor revelación en el Saló del Còmic de Barcelona en 2007. En 2008 Planeta publicó su primera historia larga: Cuaderno de Tormentas, a la que le siguieron entre otras Romeo y Julieta, El monte de las ánimas, El Héroe y Beowulf. En 2014 se produce su salto al mercado americano de la mano de Paul Pope con la serie de Aurora West. Consolidado en ese mercado con series como La Ficción, Ether, Black Hammer, Sherlock Frankenstein and the Legion of Evil o Rumble, todavía tiene tiempo para seguir sacando obras para nuestro mercado como Miguel EN Cervantes. El retablo de las maravillas y Gran Hotel Abismo.

Cuaderno de tormentas fue en el momento de su aparición, un cambio radical con respeto a lo que David Rubín estaba haciendo y marcó el despegue de su carrera, siendo una claro punto de inflexión sin el que es imposible entender su trayectoria. El éxito de La tetería del oso malayo hacía pensar en que podría seguir por ese camino, pero si hay una constante en la obra de Rubín es el riesgo, su capacidad para saltar al abismo antes que acomodarse. Es la cualidad que más admiro de su obra junto a su permanente apuesta y defensa del mercado nacional, algo que no abandona aunque ahora mismo sea uno de los autores más exitosos del mercado independiente americano y que le confiere todo mi respeto.

Estamos ante una obra oscura, que oscila entre ser un relato ilustrado y un cómic mas tradicional, no me atrevería a definirla como una cosa o la otra. En ese aspecto la obra está partida en dos, ya que en el principio y el final es más similar a un cómic pero la parte central recuerda más a los libros ilustrados. Lo que sí puedo asegurar es que es una obra muy destacada con una narración secuenciada a pesar de carecer de los límites formales que imponen las viñetas.

Comparativa del nuevo color. La parte de arriba es el color antiguo. La diferencia entre ambas es notable.

Es un relato que mezcla una imaginación desatada, con multitud de ideas, personajes y mundos, con una interesante reflexión sobre la creación y el coste para el autor que expone parte de sí mismo en su obra, y que hace patente los esfuerzos que tienen que hacer cuando las musas desaparecen o están esquivas. Nos narra el mito del viaje a los infiernos del autor sin inspiración, algo ya visto en obras como La divina comedia de Dante o Fausto de Ghoete. La revisión de los mitos es una constante en sus obras largas, sobre todo en la figura del héroe en todos sus estadios. Se puede adivinar como en obras anteriores un componente autobiográfico, que en esta parece más presente, ya que el protagonista nos recuerda al propio autor. Las preguntas que se hace podemos suponer que son a las que de una manera u otra se enfrentan todos los creadores.

La obra tiene tal cantidad de buenas ideas que es inevitable pensar que alguna de ellas daría para un historia más larga, pero alargarlas sería traicionar el espíritu de Cuaderno de tormentas, con sus historias que quedan mejor simplemente contadas en pocas imágenes para pasar a unas nuevas. Estas ideas son lo mejor y lo peor de la obras ya que se mezclan algunas realmente brillantes con otras menos afortunadas. También suponen uno de los grandes méritos del nuevo color, que sirve para mejorar algunas, consiguiendo que brillen más que en la anterior edición; simplemente con algun cambio de color que destaca un aspecto de la ilustración. A pesar de estar saltando de unas ideas y conceptos a otros, la obra no se enreda sino que fluye de manera clara. Es bueno encontrarse con obras como esta que como lector te exijan y te obliguen a poner de tu parte.

En el apartado gráfico Cuaderno de Tormentas es una obra clave en la trayectoria de Rubín por varios motivos: fue su primera obra larga, también fue su primera obra a color y es en la que de manera más descarada empieza a experimentar con la narrativa y la composición de página. Muchas de las composiciones de página tan destacables de su carrera tienen aquí sus orígenes. Rubín es un colorista espectacular, durante mucho tiempo temí que acabaría haciendo las americas como colorista, algo que me parecía una pena porque también es un gran dibujante y un narrador que mezcla la claridad con el riesgo. Sin olvidar nunca que los cómics son para ser leídos y deben ser claros pero siendo consciente de que los lectores somos inteligentes y apreciamos que no nos lo den todo mascado. Es una obra en la que su estilo actual está presente aunque menos refinado, se ven todas sus influencias, alguna es más visible que en la actualidad como el manga pero sin dejar de lado a Kirby, Miller, Pope y demás influencias en su obra. Vemos cómo la cualidad más destacada de su trabajo, que es la fuerza y energía que desprenden sus imágenes, empieza a estar presente, pero será más destacada en obras posteriores como El héroe y Beowulf. Una de las partes más valiosas de la obra es la extraordinaria capacidad que demuestra Rubín como creador de mundos, así en esta obra es el demiurgo de un mundo oscuro y tenebroso. En otros posteriores ha creado mundos que lo recuerdan como el de La Ficción y el de Ether que sería la versión luminosa de este. Siempre derrochando imaginación. Si nos fijamos atentamente veremos a personajes salidos de otras obras, no solo suyas sino de amigos como Carlos Vermut o de la BD más clásica. El uso del color es con fines narrativos, que potencian las emociones que transmite la historia y crean atmósferas nuevas, no simplemente para hacer un cómic bonito o realista, sino para potenciar la narración. Estas cualidades son más patentes con el nuevo color puesto que Rubín se aprovecha de toda la experiencia que acumula ahora, consiguiendo páginas y secuencias que han adquirido nuevos matices, además de transformarla en una obra más luminosa y clara aunque no por ello menos oscura. En definitiva nos encontramos ante un trabajo gráfico destacado que muestra el enorme potencial que Rubín ha desarrollado con el tiempo, con algunos defectos de juventud pero con el descaro y frescura que la acompaña.

La nueva edición de Astiberri sobresale por encima de la de Planeta, no solo por el nuevo color, rotulado y portada, sino también por los interesantes extras que trae. Veintiún páginas en las que vemos la génesis de la obra y Los fantasmas del bosque un relato corto aparecido en la revista Dos Veces Breve que anticipaba lo que sería Cuaderno de Tormentas. Conserva y mejora el diseño de la edición de Planeta que era digno de mención y consigue que desde la portada hasta las guardas y el índice te metan de lleno en la historia. Lo único que falta es el prologo que Max escribió para la edición anterior. Además Astiberri ha solucionado en un tiempo récord el problema que tuvo la primera edición que tuvo que ser retirada. Para promocionar la obra, David Rubín hace una larga gira por librerías y salones estos meses, así que tal vez podréis conseguir que os la dedique. Yo que tengo varias obras suyas firmadas os puedo garantizar que merece la pena ya que se curra mucho las dedicatorias.

El regreso a Ciudad Espanto ha sido tan fascinante como la primera vez, seguro que volveré a visitarla muchas más veces ya que en cada nueva lectura descubro algo nuevo, no solo de la obra sino también de mí. Un cómic de un David Rubín más joven, que apunta en esta obra todo lo que le hizo destacar en sus trabajos posteriores. El nuevo color dota a la obra de más matices y la llena de frescura y modernidad. Un cómic que para mí era y es un imprescindible del cómic nacional.

  Edición original:Astiberri Ediciones Guión:David Rubín Dibujo:David Rubín Color:David Rubín Formato:Cartoné 136 páginas Precio:15€   Este es el castigo a atrevimiento, por tener la osadía de capturar en las páginas de mi cuaderno el alma de esta ciudad que es trampa y tormento. Desde que en un Salón de A…
Guión - 9.5
Dibujo - 8
Interés - 9.5

9

Imprescindible

Una obra capital de uno de los mejores autores de nuestro pais. Contiene un torrente de ideas incontrolable y una intensa reflexión sobre la creación. Todo ellos dentro de una edición a la altura de la obra.

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