Caballero Luna: Resurrección

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Edición original: Marvel Comics – enero – abril -1998
Edición España: Comics Forum – septiembre – 1998
Guión: Doug Moench
Dibujo: Tommy Lee Edwards
Entintado: Robert Campanella
Color: Melissa Edwards
Portada: Tommy Lee Edwards
Precio: 1095 pesetas (tomo en tapa blanda de ciento doce páginas)

 

¿Hay un personaje irrecuperable en el negocio de los superhéroes? Yo diría que, dejando aparte al Capitán Marvel (al original marveliano) y a Gwen Stacy (a la novia del Peter Parker de la Tierra 616) todo es rescatable y reciclable. Si muertes tan emblemáticas como la de Fénix, la de Flash (Barry Allen) o la de Supergirl han sido oportunamente revertidas (en algunos de estos casos por medio de historias de más bajo nivel que las que contuvieron el relato del deceso) otras, que se podrían calificar como innecesarias, inexplicables o simplemente estúpidas son merecidísima carne de enmienda. La muerte del Caballero Luna, al final del tercer volumen de su serie, es un ejemplo claro del segundo grupo.

A principios de la década de los noventa del siglo pasado, el vigilante nocturno de personalidad múltiple criaba malvas porque el final de la colección (arrastrada por la recesión del mercado) había supuesto también el término de su extinción. No contentos con perpetrar una de las peores etapas de la historia del personaje (reseñada oportunamente aquí) Terry Kavanagh y Stephen Platt echaron al pobre Lunita a un hoyo del que tardaría cinco años en salir. En 1998 veía la luz una miniserie en la que Doug Moench, creador literario del personaje, se ponía manos a la obra para rescatar al atribulado Caballero de la tumba y restaurar su maltrecho trasfondo. El resultado fue un ejemplar ejercicio de regreso a los orígenes.

En el comentario relativo al primer tomo recopilatorio de las aventuras más tempranas del personaje (publicado aquí) Moench y el ilustrador Bill Sienkiewicz sentaron las bases fundamentales del “universo lunar”: el origen mercenario; la muerte y resurrección -¿verídica o delirante?- en Egipto; la relación -¿imaginada o real?- con Khonshu, deidad faraónica de la luna vengadora; la relación amorosa con Marlene Alraune; la camaradería con el piloto Jean Paul DuChamp “Frenchie” y por último pero no por ello menos importante, el triplete de personalidades que alberga su psique: el antiguo soldado de fortuna Marc Spector, el millonario Steven Grant y el taxista Jake Lockley. Gran parte de eso había sido borrado del mapa o modificado por aportaciones posteriores. En su breve volumen dos, Alan Zelenezt tiró por el camino de lo místico; durante su estancia entre los Vengadores Costa Oeste, Steve Englehart dio voz y voto a Khonshu (rompiendo una parte del encanto inherente a todo misterio); en su más extenso volumen tres, Chuck Dixon lo devolvió al ambiente urbano, pero sin sus “periféricos” originales. De una forma u otra, cada equipo creativo tomaba del basamento diseñado por Moench y Sienkiewicz aquello que le interesaba, y eso ha seguido siendo una constante en los sucesivos retornos a primera línea del personaje. Los trabajos de Charlie Huston, Brian Michael Bendis o Gregg Hurwitz, desarrollados durante los últimos diez años, son también buenos ejemplos de esta tendencia. Puede que algunas de las interpretaciones sean contradictorias respecto de otras, pero la multiplicidad de personalidades del protagonista es una buenísima excusa para explicarlas. Volviendo al asunto que aquí se trata, hay que indicar que en Resurrección don Doug restauraría todos los elementos que originariamente definieron al personaje y le hicieron tan atractivo.

El primer punto de partida es la recuperación de Spector y para ello, Moench vuelve a introducir la oscuridad y el misterio que definieron el período fundacional del personaje. El mito de la resurrección juega un importante papel en no pocas religiones, entre ellas la egipcia y si tenemos en cuenta que Marc ya había vuelto a la vida para convertirse en el avatar vengador de una deidad lunar, la jugada estaba clara. Khonshu vuelve a ser esa presencia silenciosa e inquietante que ilumina con la pálida luz que refleja la existencia de su puño ejecutor. Por otra parte y pese a su condición de justiciero urbano, el Caballero Luna tiene en su galería de villanos a alguno dotado de poderes mentales, así que la línea está bastante clara. Don Doug despacha rápidamente toda la morralla de la época Kavanagh y, como signo de ruptura con la colección precedente –denominada Marc Spector: Moon Knight- recupera como personalidad predominante la del millonario Steven Grant (manteniendo también la de Jack Lockley). Regresan también el informador Bertrand Crawley, la familia Landers con su bar y, por supuesto, Marlene Alraune y Frenchie DuChamp. Igualmente, una buena parte de los enemigos recurrentes de Luna, para conformar un relato en el que Spector, perdón, Grant intenta descubrir qué se esconde tras el misterio de su muerte y resurrección.

Uno de los puntos positivos de la miniserie es sin lugar a dudas el aspecto gráfico. Abandonadas las veleidades imagineras y el atrezo noventero (armaduras incluidas) el equipo compuesto por Edwards y Campanella presenta el adecuado tono nocturno que vale tanto para evocar misterio que suspense que terror. El personaje, su entorno y sus aliados y enemigos están bien representados y es, también, una forma inmejorable de acercarse al Caballero Luna más arquetípico.

El Caballero Luna y su mundo
Ilustración inédita de la miniserie

  Edición original: Marvel Comics – enero – abril -1998 Edición España: Comics Forum – septiembre - 1998 Guión: Doug Moench Dibujo: Tommy Lee Edwards Entintado: Robert Campanella Color: Melissa Edwards Portada: Tommy Lee Edwards Precio: 1095 pesetas (tomo en tapa blanda de ciento doce páginas)   ¿Hay un personaje…
Guión - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 8.9

8.5

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Giger
Giger
Lector
25 abril, 2016 14:27

Creo que este es una de los personajes de Marvel más difíciles de escribir, ya que solo su creador (y quizás Ellis) ha sido capaz de darle el tono que necesita. Esperemos que Lemiere haga una buena etapa y esa rumoreada serie de tv con Neflix llegue a buen puerto.

Jack Knight
Jack Knight
Lector
En respuesta a  Giger
25 abril, 2016 18:07

Completamente de acuerdo, solo hay que ver como el resto de autores han tratado de simplificar al personaje, quedándose con los conceptos que les interesaban y rechazando el resto.

idem
idem
Lector
25 abril, 2016 18:35

Volvemos a coincidir Sr. Capote. Otra «pequeña» obra del gran Doug Moench que sirve para desfacer entuertos y para reiniciar/relanzar al personaje. La siguiente miniserie Extraños también está a un gran nivel. Lástima que no tuviese continuación como serie regular.

Alejandro Ugartondo
Autor
25 abril, 2016 23:40

Gracias por la reseña Luís Javier. Soy un gran fan del personaje pero esta miniserie se me pasó completamente en su momento y ahora es imposible de encontrar. Sí que compré la siguiente, con dibujos de Teixera creo recordar.

De las múltiples etapas del personaje, la clásica de Moench es la mejor pero también guardo buen recuerdo de las dos siguientes, sobre todo de los pocos números de Zelenezt de los cuales Warren Ellis tomó muchas ideas para su, también breve, etapa

Truji-man
Truji-man
Lector
26 abril, 2016 0:23

Soy fan del personaje como el que más, no desprecio para nada las etapas de Moench ni de Ellis, pero… ¿Es que soy el único al que le gustó lo que escribía Huston?

Alejandro Ugartondo
En respuesta a  Truji-man
26 abril, 2016 0:30

La etapa de Huston no la desprecio y creo que tenía muy buenas intenciones pero creo que se le fue la mano con lo macabro

Truji-man
Truji-man
Lector
En respuesta a  Alejandro Ugartondo
26 abril, 2016 1:00

Ese punto macabro y de mala leche era necesario para mantener viva la duda de si todo es tan místico o si se trata de un enfermo mental. A grandes rasgos ha habido una época mística seguida de otra de enfermo mental, en ciclo, siempre con este personaje, cosa que me gusta.

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
27 abril, 2016 10:26

Una buena limpieza de cara que necesitaba el señor Luna, con el regreso de todos lo personajes clásicos de la serie, desde sus aliados habituales Frenchie y Marlene hasta sus nemesis Bushman, Morfeo y el Espectro Negro.
Pero no solo se queda ahí, sino que añade un poco más de profundidad a los mitos y orígenes egipcios incluyendo a Set, dios maligno del panteón egipcio, para ofrecer una especie de guerra mística entre la vida y la muerte, el bien y el mal.
En toda esta debacle reaparece Fascinera Escarlata que la dábamos por muerta que hace de guía a Luna en su rara relación de amor/odio para con el vengador blanco.
En cuanto al tratamiento de la personalidades del caballero siempre pasa lo mismo: 4 personalidades son muy complicadas de desarrollar sin que se coman mucha historia, así que es normal tender a simplificar, quitando personalidades poco contributivas como Jacke, que aparte de conducir un taxi poco más aporta, por eso Ellis también simplificó el tema del transtorno de personalidad.