Antes de Watchmen: Minutemen

Reseña de una de las miniseries más destacadas del proyecto Antes de Watchmen, con el genial Darwyn Cooke como autor completo de la historia.

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Edición original: Before Watchmen: Minutemen núms. 1 a 6 USA, Before Watchmen: Dollar Bill núm. 1 USA, Before Watchmen: Moloch núms. 1 a 2 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Darwyn Cooke, J. Michael Straczynski, Len Wein.
Dibujo: Darwyn Cooke, Eduardo Risso, Steve Rude.
Entintado: Darwyn Cooke, Eduardo Risso, Steve Rude.
Color: Phil Noto, Patricia Mulvihill, Glenn Whitmore.
Formato: Cartoné, 264 páginas.
Precio: 27,00 €

 

No soy una persona que tienda a idealizar nada en general, ni personas ni obras artísticas, por lo que para mí no fue un problema cuando se anunció que se iban a realizar varias precuelas de Watchmen. No clamé a los cielos ni me rasgué las vestiduras, para mí no hay nada intocable y todo universo es susceptible de ser ampliado y enriquecido, y en el caso de hacerlo peor, no pienso que desvirtúe la obra original, que permanece ahí, inmutable, para la historia. No, por muy malas que fuesen esas precuelas, no iban a manchar el legado ni lo que significa Watchmen, ni viceversa, tampoco iban a mejorar lo que ya es una obra maestra. Simplemente iban a aportar más información sobre unos personajes de los que, en el fondo, no sabíamos demasiado. O al menos eso es lo que yo esperaba. Más allá de la calidad de la historia, en algunos casos la aportación fue nula, como en Rorschach, en otros muy poca, como en Ozymandias, y en otros fue bastante más interesante, como en Dr. Manhattan o como en la obra que hoy analizamos, Antes de Watchmen: Minutemen.

Así pues, tras leer al menos un par de veces todos los números de Antes de Watchmen, y reseñar casi la totalidad de ellos, os puedo decir que básicamente las obras de estas precuelas se clasifican en esos tres apartados según su aportación al universo de Watchmen y, por ende, su interés para el lector. Hoy finalizamos las reseñas de estas precuelas iniciadas hace dos años con motivo de la reedición en cartoné de las mismas por parte de ECC Ediciones. Y no he dejado para el final Minutemen por casualidad (no, no voy a reseñar El Comediante, os ahorro a vosotros y a mí mismo el sufrimiento), sino porque, además obviamente de que ha sido una de las últimas en reeditarse, es mi favorita, junto a Dr. Manhattan. Si solo tuvieseis que leer una sola historia de estas precuelas, recomendaría esta, quizá incluso antes que la de nuestro amigo azul, por su carácter emotivo. Y quien sino podría dar lugar a esta historia sino el gran Darwyn Cooke, que nos dejó hace ya un par de años, y que además del guion, también se encarga del dibujo de esta obra.

En Minutemen, asistimos a la creación y evolución del famoso grupo predecesor de los Crimebusters, mediante la narración de Hollis Mason, el primer Búho Nocturno, a través de su autobiografía, Bajo la máscara, de la cual Moore escribió varias páginas en Watchmen, y de la cual aquí tenemos una ampliación, o mejor dicho, una perspectiva diferente de lo que ahí se contaba. Mason nos relata desde el principio la formación del grupo, desde la aparición del primero de ellos, Justicia Enmascarada, hasta la confluencia de todos gracias a la unión y a los recursos del Capitán Metrópolis. Pero desde el comienzo, notamos que el tono de la historia no es ni mucho menos alegre, sino todo lo contrario. Esto no es una celebración del superhéroe, sino una desmitificación, haciendo así Cooke su homenaje a la obra de Moore, siendo seguramente el que mejor ha entendido cómo se tenía que hacer esto con una iniciativa como Antes de Watchmen.

La narración de Mason es descorazonadora, por su crítica visión de los justicieros, su propio gremio y en cuyas críticas él mismo también se incluye, y desgarradora a nivel emocional, por lo trágico del destino de la mayoría de los héroes que conformaron los Minutemen. Así pues, y aunque el protagonista más por ser el narrador que por otra cosa es Búho Nocturno, nos enseñan muchos detalles de todos y cada uno de los héroes, y tras su lectura, nos queda una visión más amplia y una comprensión mucho más clara de estos personajes y de su idiosincrasia.

Minutemen tiene todo lo que una obra del universo Watchmen debe tener: personajes bien trazados, homenaje a la obra original, es decir, más allá de guiños, sino con el tono y la filosofía, y aportaciones verdaderamente interesantes de los personajes. Y por eso, es la mejor obra de todo Antes de Watchmen, junto con Dr. Manhattan, aunque ésta por otros motivos, y la única que de verdad aporta algo al universo Watchmen y que merece la pena revisitar de vez en cuando.

Pero en esta edición en cartoné de ECC Ediciones también se incluyen el one-shot de Dollar Bill, y los dos números de Moloch. El primero de ellos, escrito por Len Wein, nos narra la historia más en profundidad de Dollar Bill, de la cual Cooke en Minutemen no nos cuenta tanto en comparación con otros personajes, y por ello es un buen complemento a ésta, aunque de una calidad menor por su historia, ya que no cuenta nada especialmente interesante ni nada que no sepamos ya sobre el personaje. Wein intenta humanizar a un personaje que a priori parece cínico e hipócrita por buscar la fama o sus intereses personales más por encima de la justicia social, como en el caso de otros Minutemen, pero que esconde detrás una historia triste y emotiva.

En Moloch tenemos de vuelta J. Michael Straczynski para contarnos la vida del extraño villano con cara de duende, desde su dura infancia, hasta su madurez y cómo se convirtió en un mafioso y en uno de los villanos de referencia de los Minutemen. Detrás de todo, como no, también se esconde una dura historia que Straczynski trata de contar cómo puede, sin conseguir, al menos en mi caso, que empatice en ningún momento con el personaje, ni que me interese demasiado por su historia, a pesar de la evolución del personaje.

El apartado artístico es uno de los puntos más fuertes ya no solo de estas obras, si no de la iniciativa Antes de Watchmen en general. Ni Minutemen, ni Moloch, ni Dollar Bill podían ser una excepción a esto, ya que cuentan con el dibujo de Darwyn Cooke y el color de Phil Noto en el primer caso, el dibujo de Eduardo Risso y el color de Patricia Mulvihill, en el segundo y el dibujo de Steve Rude y el color de Glenn Whitmore para el último. En el caso de Cooke además, hace de autor completo, salvo en el color, y vuelve a brillar una vez más con su característico estilo cartoon que no por ello le impide ser coherente con el tono dramático de la historia, sino que todo lo contrario, lo adapta de tal forma que no notemos ninguna diferencia a su estilo particular y que nos transmita las emociones de la historia que nos está contando. Algo similar ocurre con Steve Rude y Eduardo Risso, que se adaptan perfectamente a la historia, especialmente este último, cuyo particular estilo encaja a la perfección con un personaje tan extraño como Moloch.

Así pues, os dejo con una recopilación de portadas alternativas, otro de los puntos fuertes de Antes de Watchmen, de estas tres obras, con artistas de diferentes estilos.

  Edición original: Before Watchmen: Minutemen núms. 1 a 6 USA, Before Watchmen: Dollar Bill núm. 1 USA, Before Watchmen: Moloch núms. 1 a 2 USA. Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión: Darwyn Cooke, J. Michael Straczynski, Len Wein. Dibujo: Darwyn Cooke, Eduardo Risso, Steve Rude. Entintado: Darwyn Cooke, Eduardo…
Guión - 8.5
Dibujo - 9.2
Interés - 8

8.6

Brillante

Una aportación de Darwyn Cooke al universo de Watchmen brillante, nostálgica y emocionante, que verdaderamente aporta algo interesante y distinto con esta obra, que la diferencia de la mayoría de la iniciativa Antes de Watchmen. Moloch y Dollar Bill, más olvidables, pero no empañan la calidad de este tomo.

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