“Nada bueno nace de la mentira.
La grandeza no es lo que piensas.”
Este año los superhéroes han estado confinados junto al resto de la población. Las salas de cine han quedado vacías durante meses. Y su reapertura no está siendo muy alentadora. El año empezó con los estrenos de Aves de Presa y Bloodshot. Los aperitivos a lo que debía ser el enfrentamiento en la cumbre que mantendrían las dos principales producciones del año: Viuda Negra y la presente Wonder Woman 1984. Pero la realidad -como todos sabéis- ha ido por otros derroteros. Esto ha hecho que en la gran pantalla únicamente hayamos podido disfrutar de otra película de superhéroes este año, la eternamente aplazada de Los Nuevos Mutantes. La situación ha llevado a las productoras a tomar ciertas medidas que empezamos a cuestionar que sean excepcionales. Las condiciones del estreno de Wonder Woman 1984 es una buena muestra de ello.
Hace un mes Warner Bros. Pictures desvelaba el futuro de esta secuela de la primera película de la guerrera amazona protagonizada por Gal Gadot. La compañía anunció el estreno simultáneo de Wonder Woman 1984 en cines y en su plataforma digital HBO Max para el próximo 25 de diciembre. En los países en los que todavía no está disponible la plataforma el estreno se ha adelantado en las salas de cine. Este pasado viernes 18 de diciembre lo hacía en los maltratados cines de España. El sentido común nos dice que no es tiempo para superproducciones. El antecedente de la taquilla de Tenet de Christopher Nolan parece dejarlo bastante claro. ¿Saldrá la Mujer Maravilla mejor librada?
Dejando cuestiones metafísicas a las que por ahora no podemos dar respuesta… ¿Qué nos ofrece Wonder Woman 1984 a nivel cinematográfico? ¿Supone un paso adelante? La primero que podemos apreciar es que se trata de producción que intenta en cierta manera ser continuista con la visión que su directora Patty Jenkins mostró de la superheroína en Wonder Woman. Pero al mismo tiempo, la nueva aventura de Diana Prince tiene un tono distinto a su predecesora. Esta secuela renuncia a parte de la sobriedad y elegancia que desprendía la cinta original. También se desprende de la influencia del «snyderverso» para intentar encontrar su camino. En parte, todo esto se debe al nuevo contexto ochentero en el que se sitúa la historia. Pasamos de una película superheroica ambientada en la Primera Guerra Mundial, a un filme de catástrofes con un cierto halo a comedia familiar en el marco de la Guerra Fría.
La historia mantiene en todo momento su autonomía y no hay referencias al universo cinematográfico de DC Comics como ocurría en la película de Wonder Woman. El argumento recupera a Diana sesenta y seis años después de la muerte de Steve Trevor. La solitaria superheroína se mantiene en las sombras ayudando a quien lo pueda necesitar, al tiempo que en su identidad civil trabaja como antropóloga en el Instituto Smithsonian de Washington. En sus instalaciones trabará amistad con Barbara Minerva, una compañera de trabajo y arqueóloga que envidia la fuerza, belleza y seguridad que desprende Diana. Las dos descubrirán una curiosa reliquia capaz de conceder su más ansiado deseo a su propietario; un poder que el adulador y maquiavélico Maxwell Lord busca para sus propios fines.
Muchas críticas publicadas a propósito de la presente Wonder Woman 1984 destacan su arranque y su conclusión, considerando su desarrollo algo tedioso y convencional. En general, es una lectura bastante certera aunque habría que añadir algunos matices. La historia del filme no destaca por sus grandes dosis de acción y sí por su intención de hacer avanzar al personaje que se nos había presentado previamente. En ese sentido, esta secuela viene a recuperar la tradición impuesta por algunos filmes del género destinados a situar a su aspirante a héroe en la tesitura de tener que escoger entre su propio beneficio y la humanidad. Todo un cliché superheroico inevitable a estas alturas. Ese desarrollo tedioso y convencional que comentábamos es el que intenta hacer avanzar al personaje de Diana.
Por desgracia, la manera de hacerlo es rescatar del olvido al Steve Trevor de Chris Pine, intentando cerrar una trama que ya había quedado bien liquidada en la primera película. La resurrección del interés amoroso de Diana nos aporta unas buenas dosis de romance y comedia, mucho menos sutiles e inteligentes que lo propuesto en la cinta original. En ella la confrontación de civilizaciones entre Themyscira y el mundo humano era más sugerente que un Steve Trevor que se debe adaptar a unos años ochenta marcados por la ropa estridente, el breakdance y las escaleras mecánicas. Su regreso es una decisión fácil para obligar a Diana a exteriorizar sus sentimientos, pero esto sólo cobra sentido en la última parte del filme cuando la amazona “asciende” mediante el sacrificio y la esperanza.
En ello tienen su parte de culpa los villanos de la función. En primer lugar, el de Barbara Minerva que interpreta para la ocasión la polifacética Kristen Wiig. La actriz realmente se entrega a la causa, añadiendo matices a su interpretación a medida que se consolida su transformación en Cheetah. No obstante, el tratamiento del personaje resulta poco llamativo. Se limita a copiar -punto por punto- “el viaje de la antiheroína” que la Catwoman de Michelle Pfeiffer protagonizó en el Batman Returns de Tim Burton. Esta asociación entre felinas parece natural, pero le resta entidad a Cheetah y el mensaje funciona de manera menos certera que en la producción de Burton. La Catwoman de Pfeiffer iba por libre, se oponía a Batman y el mundo de los hombres. Cheetah lo hace a Wonder Woman y solo acaba siendo un peón de un plan mayor.
En el bando de los villanos también tenemos al citado Maxwell Lord, interpretado histriónicamente por un cada vez más solicitado Pedro Pascal que se ganado al público con su paso por El Mandaloriano. Su personaje en Wonder Woman 1984 está construido con distintos aspectos vistos en los cómics, pero mezclados a conveniencia para esta historia. Curiosamente, el resultado es un sosias del simpático estafador y abogado Saul Goodman interpretado por Bob Odenkirk en Breaking Bad y Better Call Saul. Este Maxwell Lord es un pobre diablo que el guion de Geoff Johns identifica con una visión antropomórfica del egoísmo y la avaricia a la que nos aboca el consumismo del mundo moderno (que no el sistema).
El mensaje que destila la película es ciertamente condescendiente y verbalizado por Wonder Woman incluso pretencioso en algunos pasajes. Aunque su epílogo encaja a la perfección con nuestra actual realidad marcada por las mascarillas y el gel hidroalcohólico. En cualquier caso, la película rehúye la oscuridad y madurez impostada de las películas de Zack Snyder lo que le permite cometer sus propios errores. En ese sentido, y recordando que la producción no tiene referencias al universo cinematográfico previo de Warner Bros. Pictures, la secuela de Wonder Woman -nunca mejor dicho- vuela totalmente libre. Si acaso, Wonder Woman 1984 se acerca más al enfoque luminoso y ligero del ¡Shazam! de David F. Sandberg.
La película funciona en términos generales. Tiene tiempo para hacernos esbozar algunas sonrisas con sus guiños a la historia del personaje y entretenernos con sus escenas de acción. No es una de las cintas más espectaculares en este aspecto. La acción está bien planteada y resulta cumplidora, teniendo como mayor defecto unos efectos especiales mal rematados. En especial, los movimientos de los personajes resultan poco naturales. Están más cercanos a las coreografías con cuerdas del cine chino que a las producciones más recientes del género. Gal Gadot se sobrepone a ello con carisma y entrega, aunque se echa de menos algo más de fiereza y contundencia en su caracterización. La que desprende una vez más su compañera de reparto Robin Wright encarnando a Antíope.
En definitiva, Wonder Woman 1984 es una película que se mueve en un punto medio de la tabla. En conjunto la película está un par de peldaños por debajo de lo que Jenkins nos propuso en Wonder Woman. Pero es una película correcta, con aspectos bastante interesantes a tener en cuenta. Le resta su falta de ambición en el desarrollo y su manera de replicar patrones algo quemados que ya habían funcionado mejor en otras producciones del género. En lo positivo, se trata de una propuesta entretenida, accesible y con escenas realmente emotivas. Pon contra, la cinta nos escatima poder ver al personaje en su mejor forma, reproduce ciertos vicios endémicos en el género y su apartado visual no está todo lo cuidado que debería.
En cualquier caso, si valorar una producción de este tipo ya resulta difícil en condiciones normales, en unas excepcionales como las presentes hay ciertos condicionantes que pueden distorsionar nuestro juicio. Al fin y al cabo, hoy unas horas de entretenimiento pueden tener más valor para nosotros que hace un año. Teniendo esto en cuenta, Wonder Woman 1984 será más disfrutada por los espectadores que sepan poner en valor las virtudes antes comentadas, restando importancia a sus posibles puntos débiles. Parafraseando (y versionando) una famosa cita de una de las mejores películas del género, esta secuela de Wonder Woman no es exactamente la que merecíamos los espectadores, pero es la que necesitamos ahora.
Dirección - 7
Guión - 7
Reparto - 7.5
Apartado visual - 8
Banda sonora - 7
7.3
Oportuna
Wonder Woman 1984 es una entretenida secuela de la propuesta original de Patty Jenkins aunque con resultados algo inferiores a esta. La cinta tiene un buen arranque, una intención clara de hacer evolucionar a su protagonista y un desenlace interesante. El conjunto pierde fuelle en su parte media donde el romance y la comedia se superponen a la épica.
La primera parte de la peli para mí es la mejor. Sí me gustaron los villanos, en especial Wiig. Lo que no entiendo es la manía de que se rediman o humanicen (hablo de todos los villanos en la actualidad).
Gadot es una cara bonita (mucho), pero sigo pensando que con esos bracitos no puede ser Wonder Woman. Hubiera quedado mejor la actriz que sale en la escena postcreditos de WW que ella.
Y Steve Trevor sobra. Completamente.
Yo fui ayer al cine a verla con unos amigos y tenia una ilusión increíble por ella, pero me pareció infantil y pástelosa hasta decir basta.
Una cosa es que quieran dar optimismo a los films de DC y otra pasar al extremo mas exagerado que hasta te hace vomitar arcoíris, lo de la niña de color al principio es de vergüenza ajena.
Y hablando de niños sale uno mínimo cada 15 minutos o así, con lo malo que siempre pasa con ellos en los films de superheroes, que siempre repercute en algo malo para las pelis pero tienen que mirar a su publico «objetivo».
Me encanta como Trevor al volver le de igual todo y solo quiera pegar un pinchito con Diana.
Perfectamente entendible lo de Steve.
Una verdadera lástima que no haya repetido Allan Heinberg al guión, supongo que nunca sabremos el porqué
La vi el viernes. me pareció mediocre y decepcionante. Una lástima, porque con el éxito de la primera, esperaba una historia más personal y arriesgada de Jenkins. Y nos ha dado justo lo contrario: una peli del montón.
Pascal como Lord es insoportable.
Cheetah correcta sin más, pero manoseando los topicazos del patito feo, envidias, macarrismo de postureo, etc.
La pareja protagonista tiene química, carisma y encanto. Quedan genial en pantalla, aparte de eso, poca cosa más aportan.
Lo de que no tenga relación con nada de DC me parece la enésima estupidez de Warner. Como el DCEU fue una castaña, en vez de analizar porqué, me lo ventilo de un plumazo.
Pues a mí me ha gustado mucho. Me parece superior a su antecesora en muchos aspectos. No negaré que es muy cursi por momentos, o que haya recursos narrativos sacados de la nada, o que Cheetah haya estado algo desperdiciada como villana (aparte que su diseño no me gusta), pero por lo general para mí ha sido una cinta sólida, emocionante y necesaria para los tiempos que corren, no solo por el virus, sino por las producciones de Hollywood contemporáneas.
Viva Wonder Woman. #DonnaTroyEnLaPróxima
Acabo de verla y debo decir que me ha parecido de lo más disfrutable. Creo que la combinación de aventura, comedia, drama y romance es bastante equilibrada y que en líneas generales es una continuación muy coherente con su predecesora.
Gal Gadot es guapa a rabiar y me parece la perfecta encarnación como Diana. Se cree el personaje y se ha implicado al máximo con él, lo cual para mí la hace la candidata perfecta para encarnalo. Su química con Chris Pine es indiscutible y creo que su romance sí aporta, y mucho, a la evolución del personaje de Diana; precisamente el sacrificio que hace es lo que mejor define el personaje.
En cuanto a los villanos, me han gustado ambos. Tanto Wiig como Pascal los encarnan con solvencia y convencimiento, y me gusta como han tratado las motivaciones de ambos.
Que sí, que la peli es más simple que el mecanismo de un botijo, pero es cine de supeheroes entretenido, optimista y bien filmado.
Por cierto, para mí la banda sonora de Hans Zimmer, potentísima, es de 10. Ultimamente me la pongo cuando salgo a correr y los temas de Themiscira o el Open Road me dan un subidón… 🙂
Esta tarde la he visto con mi hija de nueve años y los dos hemos salido encantados. Me ha gustado la historia con tiempo más que suficiente para desarrollar a los personajes, las escenas de acción o los villanos. Para salir del pozo hay que cuidarse, ser responsables pero los cines nos necesitan, son lugares seguros y películas como Wonder Woman 1984 son el camino.
No entiendo qué han querido hacer. Da la sensación de que en Warner no hay nadie al volante desde hace tiempo.
Lo mejor: el prólogo (que guarda poca relación con el resto), la presencia de Gadot y la escena post-créditos.
Lo peor: Guión y CGI. Ya en la original ambos eran mejorables, especialmente el segundo en el clímax del film. Aquí llevan los dos a otra dimensión. El CGI es tan, tan malo que la pelea con Cheetah (traída directamente del musical Cats) dura 5 minutos y es a oscuras.
Preguntas: ¿realizar actos sexuales con alguien que en ese momento tiene su voluntad anulada (por estar inconsciente, drogado, hipnotizado o poseído por otra mente) se considera abuso sexual, aunque después no recuerde nada de lo ocurrido? ¿Os imagináis a Boston Brand/Deadman poseyendo a una mujer para tener sexo con una tercera persona?¿O a un Charles Xavier parapléjico manejando a alguien (sin su consentimiento) para poder disfrutar igual que antes?
Pues la gente se lo ha comido enterito en estos tiempos de «Sólo Sí es Sí».