#ZNCine – Crítica de Los Odiosos Ocho, de Quentin Tarantino

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Dirección: Quentin Tarantino
Guion: Quentin Tarantino
Dirección de Fotografía: Robert Richardson
Música Ennio Morricone
Reparto: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Demian Bichir, Walton Goggins, Tim Roth, Bruce Dern, Michael Madsen, James Parks, Dana Gourrier, Zoë Bell, Channing Tatum, Lee Horsley, Gene Jones, Keith Jefferson, Craig Stark, Belinda Owino
Duración: 167 min
Productora: The Weinstein Company

 
Aviso de Spoilers: Si con el guion de Los Odiosos Ocho filtrado desde hace dos años pensábais que íbamos a llenar de spoilers la crítica de la película, estáis equivocados. Así que alejad esa mano del revólver y leed con tranquilidad.

Hoy llega por fin a nuestra cartelera Los Odiosos Ocho (The Hateful Eight), La Octava Película de Quentin Tarantino. Lo pongo así, en mayúsculas, en parte porque el numerar sus películas es un eslogan que se ha convertido en marca de la casa por parte del propio Tarantino y sus inseparables mecenas, los hermanos Weinstein, pero también porque resulta significativo que se numeren sus cintas: no es “la nueva película de Quentin Tarantino” sino que cada nuevo filme constituye un eslabón en sí mismo que lo eleva a la categoría de acontecimiento y nos recuerda que Tarantino es de todo menos un director de encargo: un autor total que controla cada aspecto de su obra y cuyo estilo es reconocible independientemente del tema que trate en sus películas. Por esta razón, su obra suele estar más allá del bien y del mal así que independientemente de los odios o amores que su Cine despierta es injusto colocar etiquetas a su filmografía, más un todo al que se le da el honor de ser numerado que una serie de registros en IMDB. Porque al fin y al cabo da igual que Tarantino haga una película en 1994, 2003 o 2005: como el gran cineasta que es, lleva un camino propio al margen de modas y sus películas giran no en torno a ejes temáticos sino a sus propias filias, admiraciones y obsesiones. Un contador de historias puro que venera la trama y la palabra escrita en su guion más que a cualquier otra cosa, como una flecha implacable en su rumbo. Estos Odiosos Ocho son precisamente eso, la Octava Película de Quentin Tarantino, ni más ni menos. Todo el Universo Tarantino está aquí contenido y ya conocemos el menú, por lo que sólo nos queda matizar si Los Odiosos Ocho alcanza un nuevo punto álgido en la carrera del genio de Knoxville, Tennessee. Vamos al tema.

Los Odiosos Ocho ha sido un proyecto tortuoso en sus inicios para Tarantino, con una polémica filtración del guion en enero de 2014 (con tres sospechosos que aún lo niegan todo) que en un principio llevó a Tarantino a cancelar el proyecto y que afortunadamente retomó para traernos el segundo Western de su filmografía tras Django Desencadenado (2012) y cuya intención es ser parte de una soñada trilogía del Oeste, sin duda uno de los géneros fetiche de Tarantino. En Los Odiosos Ocho nos encontramos con la reunión de un variopinto grupo de personajes atrapados en medio de una ventisca y que encuentran refugio en la Mercería de Minnie, un local aislado en el que tendrán que dilucidar quién es quién en un juego que incluye a personajes como un cazarrecompensas con su prisionera, un ex soldado de la Unión, un viejo general confederado o un renegado. En un escenario tan reducido, Tarantino da rienda suelta a su talento como narrador juntando a numerosos personajes con motivaciones ocultas y resultando en un divertidísimo remedo de Diez Negritos pasando por La Cosa de John Carpenter (por qué no) y mezclado con multitud de aspectos del western clásico. Tarantino deja aquí a un lado la irregular experimentación de Django Desencadenado para centrarse en traernos un western sólido, sin duda la cinta más elegante de su carrera rodada en el espectacular formato de 70 mm. (una maravilla que en nuestro país sólo podremos disfrutar en las salas Phenomena en el formato Roadshow Experience destinado a los pases especiales de la película) que hace que no sólo los cuidadísimos exteriores sino el uso de la profundidad de campo en las escenas casi teatrales del interior de la Mercería de Minnie, el grueso de la cinta, sean un deleite para el ojo de cualquier espectador.

Tim Roth, Kurt Russell y Jennifer Jason Leigh
Tim Roth, Kurt Russell y Jennifer Jason Leigh

Así, ni la duración de la película (casi tres horas en su versión estándar) ni la cantidad de diálogo merman la calidad de The Hateful Eight, todo un portento a la hora de crear una tensión que va en crescendo durante cada uno de los cinco capítulos en los que está dividida la cinta y en los que se pone de manifiesto una vez más la libertad creativa con la que, afortunadamente, puede trabajar Quentin Tarantino, que cocina la trama a fuego lento, lentísimo (esa puerta que debe atrancarse con dos tablas cada vez que algún personaje entra o sale de la cabaña) pero que recompensa con creces al paciente espectador con un clímax salvaje en el que se incluyen algunas de las escenas más sangrientas de la ya por sí sangrienta filmografía de Tarantino. Pero es esa violencia contenida de los tres primeros actos, tan propia de un género repleto de armas a punto de ser desenfundadas ante cualquier movimiento brusco, sumado al cuidado con el que se van perfilando los personajes, lo que hace tan reconfortante el momento en el que llegan los fuegos artificiales que Tarantino siempre reserva para el mejor momento.

A todo ello se suma el excelente trabajo en la Fotografía del habitual colaborador de Tarantino desde Kill Bill, Robert Richardson, que se adapta como un guante al formato clásico que impregna la cinta (no sólo en los susodichos 70mm., sino en su propio planteamiento de western clásico y moderno a la vez, una mezcla que recuerda al intento de encontrar algo diferente en lo clásico de Sam Peckinpah y su Pat Garrett y Billy el Niño en 1973 con aquella inolvidable banda sonora de Bob Dylan). Y, cómo no, la soñada colaboración de Tarantino con Ennio Morricone, uno de los compositores más importantes de la Historia del Cine y culpable junto a Sergio Leone de hacer reconocible a golpe de oído de todo un género, el Spaguetti Western, dos nombres a los que Tarantino ha idolatrado de manera evidente durante toda su filmografía. Morricone compone aquí una banda sonora extraordinaria, como nos tiene acostumbrados, con temas muy poderosos (ese L’ultima diligenza di Red Rock es toda una declaración de intenciones) en una música que sorprende por su alejamiento de la obvia nostalgia de su etapa Leone, siendo una obra con entidad propia dentro de la carrera de Morricone y no se queda, afortunadamente, en un cameo en forma de atrezzo musical.

Samuel L. Jackson, actor fetiche de Tarantino por antonomasia
Samuel L. Jackson, actor fetiche de Tarantino por antonomasia

Por todo ello y muchos más elementos (el brutal reparto en el que destacan la interpretación del mejor Samuel L. Jackson en años o la merecidamente nominada al Oscar Jennifer Jason Leigh, los clásicos de Tarantino como Tim Roth o esa enorme presencia en pantalla que es el gran Michael Madsen sin olvidarnos de unos sobresaliente Kurt Russell, Walton Goggins o Bruce Dern) Los Odiosos Ocho es otra obra maestra de Quentin Tarantino, que de tanto regalarnos grandes películas parece incluso una obviedad. Para un servidor ha supuesto el reencontrarse con la mejor versión del director tras el pequeño patinazo que supuso Django Unchained. En Los Odiosos Ocho tenemos de nuevo al Tarantino Desencadenado que se lo pasa en grande tras la cámara, al Gran Autor que se crio amamantándose rodeado de carátulas de videoclub e hizo suyos sus planos, películas y géneros favoritos, fagocitando el talento de aquellos que idolatraba (cosa que muchos aún le echan en cara de manera injusta) pero que lejos de crear a un monstruo de Frankenstein cinéfago sirvió para dar a luz a uno de los mejores cineastas con los que podemos presumir de compartir generación. Los Odiosos Ocho es un lujo al que podemos asistir hoy en día, digno de ser visto en la mayor pantalla de cine que tengáis a mano y, por supuesto, a ser posible en una imprescindible versión original para ser testigo del divertido desfile de acentos sureños de los que hacen gala actores como los citados Walton Goggins o la extraordinaria Jennifer Jason Leigh. Para terminar, y retomando el tema de la numeración en la filmografía de Quentin Tarantino, os dejo con la canción con la que se ameniza el intermedio en las proyecciones especiales en 70 mm. de Los Odiosos Ocho y que unos cuantos afortunados han podido y podrán disfrutar durante su estancia en cartelera. Una reivindicación del Cine que se ha ido perdiendo, ese que es un acontecimiento social y cultural más que un trámite de fin de semana y que tan bien han descrito los compañeros de la web Canino en una crónica de esos pases especiales que Tarantino ha decidido regalar al espectador que echa de menos un tipo de películas y cineastas que hemos ido relegando injustamente a multisalas de centro comercial. Así que a uno se le ponen los pelos como escarpias al escuchar a la maravillosa Crystal Gayle recitar aquello de que está “Ready for the times to get better” para poner palote a una audiencia ansiosa por conocer el desenlace de una historia o, en este caso, imaginar la Novena Película de Quentin Tarantino y saber que, sea lo que sea lo que te va a querer contar, tiene tu entrada vendida.

 
Dirección - 9.5
Guion - 9.5
Reparto - 9.5
Aspecto Visual - 9.5
Banda Sonora - 8.5

9.3

Los Odiosos Ocho es una nueva joya en la filmografía de Quentin Tarantino y una de sus películas más redondas hasta el momento. Imprescindible.

Vosotros puntuáis: 7.62 ( 16 votos)
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AlbierZot
AlbierZot
Lector
15 enero, 2016 11:10

Enorme. Madsen vuelve a casa por Navidad y Tarantino a su mejor versión.

frankchalmers
frankchalmers
Lector
15 enero, 2016 16:50

Sí, señor. Yo creo que es una parábola devastadora sobre Estados Unidos: La doble moral, la violencia, el racismo y el odio que mantiene unido semejante polvorín. La secuencia final es la clave, sin duda.

Me quito el sombrero ante el señor Tarantino. Menuda obra maestra se ha cascado con The Hateful Eight. Imprescindible.

Gusgus
Gusgus
Lector
15 enero, 2016 20:51

MMM…habra que verla. Debo ser el único ser de este lado de la fuerza al que no le gusta todo Tarantino, así que miro cada película suya como si fuera una unidad autocontenida y ahi decido. Kill Bill I me parecio genial, no así kill Bill II. Bastardos sin gloria paso por mis retinas sin pena ni gloria excepto algunas escenas. Django nunca la vi porque nunca me llamo la atencion, y anda dando vueltas por casa el dvd original…veremos que onda con esta nueva entrega del Tarantino.

Save
Save
Lector
En respuesta a  Gusgus
15 enero, 2016 22:34

Aquí otro que piensa que Kill Bill I es mejor que Kill Bill II. Ídem a tu opinión sobre Malditos Bastardos.

frankbanner49
frankbanner49
Lector
17 enero, 2016 11:46

yo aún no la he visto,pero aprovecho para recomendar THE SALVATION,pelicula que ví anoche ,y que me gustó mucho,así como BONE TOMAHAWK(aunque esta ya aviso que es de desarrollo lento hasta su tercio final donde despliega toda la artilleria.aviso).

y no recomiendo,en modo alguno,SLOW WEST.

Igverni
Lector
21 enero, 2016 12:55

Buenas!
Ayer vi en pantallazo LOS ODIOSOS 8! (qué mal suena en español, madre mía…) Y valió mucho la pena! Me hubiera gustado poder verla en V.O. porque seguro que los matices de las interpretaciones hubieran estado mucho mejor, pero no fue posible…

Dicho lo cual, aunque me gustó bastante, para mi no es ni una obra maestra, ni la mejor película de Tarantino.

¿Porqué me ha gustado (mucho) pero no me ha alucinado?
Primero, creo que al ser una estructura de obra de teatro en espacio cerrado, no hay ningún momentazo visual que me impactara (excepto la locura final, pero eso se espera en Tarantino). Las escenas iniciales del carruaje son chulas, pero no gloriosas. Y mejores o peores, pero en todas las pelis de Tarantino siempre hay varios momentazos visuales, aquí no tanto. Sí es genial la profundidad y nitidez de la imagen dentro de la casa, pero yo esperaba quizá algún tipo de narración tipo «100 Balas» de Azzarello, donde siempre estaban pasando 2 cosas a la vez en la viñeta, y aquí no hay nada de eso. La imagen se ve increíblemente bien, y en eso me alegro haber ido a Valencia a verla, pero los personajes que están en 2º plano no hacen nada, solo están allí de fondo, como en el teatro…
El casting es genial y Tarantino ya dijo que escribió los personajes pensando en qué actor lo iba a interpretar, pero quizá Michael Madsen es demasiado Michael Madsen, idem para Tim Roth… Esto no es en sí negativo, pero tampoco sorprende.
Intenté no enterarme de nada antes de verla, pero no pude evitar leer lo de que la peli era «The thing meets 10 negritos». Y lo cierto es que para ser 10 negritos, debería haber unas pistas que ayuden a descubrir quién es el «tapado», y aquí las cosas simplemente suceden cuando tienen que suceder. Of course, esto tampoco es culpa de la película, sino de las expectativas , o la promoción en si.

Ahora bien, la película para ser 3 horas nunca se me hizo larga, aunque es verdad que el principio si empieza lento, de hecho, me pasó en un suspiro. Los diálogos son impresionantes como siempre. Realmente los actores son todos geniales, y flipé con el MOMENTAZO CHANNING TATUM!!! Me estuve riendo 10 minutos!

Creo también que será una película que mejorará en futuros visionados. Y que el western se ajusta perfectamente al afán de Tarantino de crear películas destinadas a ser clásicos atemporales.

En resumen: Película de obligado visionado en pantalla grande, Tarantino en estado puro. Pero no me impactó como para calificarla de Sobresaliente.

Shockbringer
Shockbringer
Lector
21 enero, 2016 13:43

A mí me gustó mucho, más que Django, pero no la considero obra maestra.
Creo que Tarantino ha sido víctima de sus propios «tics» y se ha visto obligado a dividir la historia en capítulos o a contar cosas fuera del orden cronológico porque es su sello, pero en esta película no hacía ninguna falta e incluso estorban.
Hay un par de capítulos en el que cuentan cosas que han pasado antes que podrían haberse obviado completamente y la película habría quedado más elegante y más ágil.
Siendo evidente que en el plano técnico ha optado por un mayor clasicismo, con planos estáticos y muy abiertos con muchos personajes en pantalla, si hubiera mantenido esa apuesta por lo clásico a nivel estructural y narrativo habría quedado mucho más redonda.

frankbanner49
frankbanner49
Lector
En respuesta a  Shockbringer
21 enero, 2016 13:57

a tarantino le chifla escribir sus guiones pensando en microhistorias que conforman una historia mayor.

y el mejor ejemplo esta en la de los MALDITOS BASTARDOS(la secuencia de apertura con hans landa,el juego de cartas,el francotirador interpretado por daniel bruhll en la pieza-fantastica-descartada como extra..).

y luego esta esa forma en la que declaman sus personajes. es algo parecido a lo suele hacer woody allen con actores a los que disfraza de sí mismo pelicula trás pelicula.

¿no recuerda el personaje de tim roth al de el amigo alemán de django?.

Igverni
Lector
En respuesta a  frankbanner49
21 enero, 2016 14:46

El actor de doblaje es el mismo, ¿no?
Yo también lo pensé…

Shockbringer
Shockbringer
Lector
En respuesta a  frankbanner49
22 enero, 2016 12:54

Lo sé, y a mi me chifla que lo haga, pero precisamente en esta película no le veo la necesidad ni aporta nada interesante porque la historia sigue un orden perfectamente lineal y es innecesario saber qué pasó por la mañana de repente. Para mí eso le quita elegancia la película.

hammanu
hammanu
Lector
21 enero, 2016 14:59

También la vi anoche eso si en VO y flipe bastante, como decía frankbanner49 si en vez de un ingles fuera el personaje un alemán lo hubiera interpretado Christoph Waltz; quizás en una primera copia del guion era asi y después se cambio por lo que sea.
La película es brutal en todos los sentidos; desde la descarnada critica social y racial donde los personajes son perfilados como un conjunto de grises; eso si unos mas oscuros que otros. Vamos, ninguno de los personajes es un angelito, a menos que cuentes al pobre OB.
Personajes e historias se entrelazan en una mezcolanza de venganza, odio, supervivencia y mucha mala baba siendo un reflejo de los USA en la cual hay mucho resentimiento