Sonámbulo y otras historias

Edición original: Sleepwalk and Other Stories (publicado por Drawn & Quarterly)
Edición nacional/ España: Ediciones La Cúpula
Guion: Adrian Tomine
Dibujo: Adrian Tomine
Formato: Rústica con solapas; 108 páginas en blanco y negro
Precio: 13,90€

Adrian Tomine demostró a corta edad que tenía un talento especial para captar los entresijos del alma humana. Sin ir más lejos, en Sonámbulos y otras historias nos encontramos con relatos firmados por el artista cuando éste solamente tenía 20 años. Además de talento dejaba claro otra cosa, pese a su corta edad, Tomine derrochaba una madurez impropia para alguien con apenas una veintena de primaveras a sus espaldas.

En cierto modo, no debería de llamarnos la atención todo esto, ya que el autor estadounidense de origen japonés comenzó en el mundo de los cómics con apenas 16 años mediante la autopublicación de una serie llamada Optic Nerve. Estos primeros trabajos llamaron la atención de la maravillosa editorial canadiense Drawn & Quarterly que le ofreció publicar su obra a partir de 1994. Tomine dijo sí, y el matrimonio entre artista y editorial sigue en la actualidad tan vivo como el primer día. Estos primeros años preDrawn & Quarterly fueron recogidos en una obra llamada 32 Stories: The Complete Optic Nerve Mini-Comics que reunía todo el trabajo iniciático de un todavía adolescente Tomine. En 1994 fue publicada por la editorial canadiense, aunque sigue inédita en nuestro país. Así pues, Sonámbulos y otras historias (su segunda obra) es el primer cómic de Tomine que llegó a España.

A partir de 1995, y ya bajo la tutela de Drawn & Quarterly, se publicó Optic Nerve con el número uno. Era un nuevo comienzo en la serie ya existente de Tomine que abandonaba la autopublicación. 25 años después, el autor, que le gusta tomarse su tiempo, apenas ha creado 14 números de esta serie. Sin prisas y sin presiones, Tomine trabaja con toda la calma del mundo a la hora de elaborar sus cómics; tarea que combina con la de ilustrador de The New Yorker, la revista con la que sueña (casi) cualquier dibujante.

El tebeo que tengo en mis manos comprende los cuatro primeros números de Optic Nerve, y está compuesto por 16 historias cortas. Los siguientes cuatro números se corresponden con Rubia de verano; mientras que del 9 al 11 tenemos una pequeña excepción: Shortcomings, la única historia larga dentro de Optic Nerve. Finalmente, los números que van del 12 al 14 recibieron en nuestro país el nombre de Intrusos, que sería la vuelta de Tomine al relato corto, y a la postre, su última obra publicada.

Sonámbulo y otras historias de Adrian Tomine

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Si nos centramos en Sonámbulos y otras historias, es increíble ver la variedad temática y la profundidad con la que Tomine toca esos temas, mostrándose en todo momento como pez en el agua. El autor desprende naturalidad, simplicidad (en el mejor sentido de la palabra), y un dominio de la situación, que, como he dicho antes, es impropio para alguien de su edad. Es más, hay una infinidad de artistas que lo a largo de su obra y de los años, a duras penas pueden vislumbrar qué se cuece dentro de nosotros, las personas. En cambio, en Tomine parece una cualidad y capacidad innata a la que sabe sacarle todo el partido.

Tomine a lo largo de los 16 relatos que componen esta obra va dejando, con mayor o menor sutilidad, elementos autobiográficos: personajes de aspecto asiático; un niño que presencia el desmoronamiento de la unidad familiar; la inclusión directa del mundo del cómic… Estos relatos están compuestos por pinceladas intimistas y minimalistas. Con pocos elementos y pocas páginas, Tomine, siempre desde la amargura y la desazón, nos relata el día a día de la vida de unos personajes; de nuestras miserias; alejándose por completo de lo que sería el relato típico en una película de Hollywood. Es decir, no hay épica (entendida en sentido hollywoodiense), ni epifanías, ni siquiera hay finales en sus historias. La vida va y viene, y este artista solo se encarga de reflejar un pedacito de la misma. Y con eso le basta para trascender y captar ese pequeño instante en el que suceden cosas, aunque no lo parezca a primera vista.

Donde sí que se nota su juventud es en el dibujo. Pese a que es bueno, le falta un poco para alcanzar ese trazo que le hizo llegar a la portada de The New Yorker. Ya en su siguiente trabajo, Rubia de verano, el salto en cuanto a la parte gráfica es importante, y ahí sí que podemos ver la línea que catapultó a Tomine a la fama.

La edición actual de Ediciones La Cúpula es de febrero de 2017. Una edición remasterizada de la primera de 2006, que incluye un par de mejores a tener en cuenta: la portada original (bastante mejor que la anterior), y el tipo de papel. Aquí es más poroso y mate. Éste capta mejor el ambiente del cómic que el anterior que era más brillante, e incluso es más gustoso el tacto de este nuevo papel.

Hace unas semanas les hablé de Escenas de un matrimonio inminente, una obra menor dentro de su bibliografía, sobre todo si la comparamos con ésta. Sonámbulos y otras historias es un gran cómic para amantes de los relatos que no acaban cuando pasamos página, sino que siguen un tiempo después en nuestras cabezas. En semanas venideras, les hablaré de Intrusos y Shortcomings. Nunca está de más tratar la obra y figura de Adrian Tomine, un magnífico autor de cómics, y excepcional portadista.