Marvel Limited Edition. Especial Tales of the Zombie

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Comenzamos el repaso a la línea Marvel Limited Edition en 2018 con un volumen que se nos había quedado rezagado de 2017 y como su nombre bien indica, nos va a adentrar en el tenebroso mundo de los muertos vivientes. El género del terror vivió una explosión sin igual en la Marvel de los años setenta. Vampiros, Hombres Lobo, monstruos de toda clase y condición, se apropiaron de las diferentes revistas de la editorial, ya fuera en formato magazine o en comic-book. El zombi no podía ser una excepción. Para cubrir las apetencias de los aficionados, se dio luz verde a una revista en blanco y negro apodada Tales of the Zombie. En ella conoceríamos al personaje marca de la casa, Simon Garth, al igual que las desventuras de otros desconocidos muertos vivientes. Auspiciada bajo el sello Curtis, tenemos artículos informativos y relatos novelados como complemento a las habituales viñetas de cómic. Los diez números que duró la iniciativa han sido recopilados de forma íntegra por Panini y SD Distribuciones, al estilo de lo que ya se hizo con Vampire Tales. Toca, pues, sumergirnos en el folclore, las motivaciones y mitología que supone un aspecto tan pintoresco como el vudú, ya que es un fenómeno ligado de forma ineludible al primigenio zombi. Empezaremos por ahí, aclarando dudas que puedan surgir al respecto, para luego pasar a observar el fenómeno dentro de la editorial Marvel; para finalizar, el análisis del volumen en sí. Que comience la función.

Simon Garth, dibujado por Pablo Marcos

Las historias sobre el muerto que camina

El zombi es un concepto que lleva arraigado en la cultura popular desde hace largo tiempo. Y no se puede obviar el dato que se haya instalado con gran éxito en décadas recientes. La imagen de los muertos que se levantan de su tumba, sedientos de sangre, imbatibles e inalterables, ha despertado una fiebre al respecto que se hace difícil ignorar. Como todas las creencias, el tema del zombi tiene unos orígenes atados a tradiciones muy concretas. En personajes del terror no es complicado rastrearlo; así, vampiros y hombres lobo hunden sus raíces en Europa, la Momia en el antiguo Egipto y el muerto viviente en el Haití del vudú. De momento, desterramos la tendencia actual que hace responsable del fenómeno a virus toxicológicos desconocidos. Nos dirigimos directamente a una pequeña parte de una isla caribeña donde, en tiempos, se ubicó una gran cantidad de población de ascendencia africana, que trajeron consigo muchas de las costumbres del continente negro.

Efectivamente, toca hablar, de forma breve, de un tema tan espinoso como la esclavitud, y por ende, del comercio con personas. Las fértiles tierras de América son un dechado de recursos para los llamados conquistadores. Potencias como la Monarquía Hispánica, la Corona Británica o, en menor medida, la Francesa, ocupan el territorio para explotarlo a su antojo. Eso incluye a su población original. La cuestión es que hay tanto por hacer que los autóctonos parecen pocas manos, por lo que se recurre a esclavos traídos directamente del continente africano. Una porción importante se dirigen a las plantaciones del sur de lo que ahora conocemos como EEUU. Pero nosotros nos vamos a quedar en una parada importante en el trayecto, una isla apodada por los primigenios conquistadores como la Española. Haití es la parte francesa de esa isla y hasta allí muchos originarios de África fueron trasladados para ser utilizados como mano de obra en las plantaciones regentadas por blancos europeos. La vida es de una dureza inapelable, trabajar de sol a sol, sin descanso, ni recompensa. La religión es de las pocas salvaguardas que te quedan cuando te hayas en tan desagradable situación. Sobra decir que todos esos esclavos eran bautizados y se trataba de que se convirtieran al cristianismo. Eso no quería decir que olvidaran las tradiciones de su lugar de origen. Unas que daban mayor esperanza que el dios de los cristianos. Así surge el vudú (una palabra que procede etimológicamente de la lengua Fon, un grupo étnico que habita en zonas de Nigeria, Benín o Togo).

El vudú es una mezcla de creencias, tomadas básicamente de la fe cristiana y de aspectos variados del África central. Su origen se debe a los esclavos autóctonos de la isla de Haití, por tanto, es algo novedoso, propio de un tiempo determinado. Esta religión concibe a un dios creador, tal y como también lo hacen las grandes religiones de libro, pero se le añade una capacidad emanadora de espíritus varios. El vuduista no solo percibe un mundo tangible, que se observa a simple vista, sino que también es consciente de la existencia de espíritus que gobiernan la naturaleza. Así, como ejemplo práctico, los humanos somos pura y simplemente espíritus que habitamos un cuerpo físico en eso que ellos denominan el mundo visible. Estas entidades incorpóreas, muchas veces los ancestros de una familia, se comunican con el plano físico a través de sueños y señales. Estas representaciones etéreas están asignadas a un lugar mítico llamado Ginen, una especie de representación de África en sentido cósmico. En eso se diferencia abiertamente del cristianismo pues el vudú no admite los conceptos de cielo e infierno.

Como hemos dicho anteriormente, los crueles empleadores trataban de convertir a los esclavos en sumisos cristianos, prometiendo un más allá algo más esperanzador, después de una vida de penurias. Pero claro, aquellos hombres y mujeres, que trabajaban en unas condiciones infrahumanas, observaban las tradiciones de sus ancestros con mejores ojos, lo que provocó que el vudú se fuese consolidando en todas las plantaciones de Haití. Los propietarios miraban de reojo a esas reuniones que ocurrían a altas horas de la noche. Podían pensar, con buen criterio, que algo se estaba cociendo a espaldas del hombre blanco. Y, en cierta manera, así era. El vudú tuvo un fuerte componente emancipador, desde su misma concepción, lo que dio como resultado que fuera creciendo en adeptos de forma exponencial. En 1791 alertaron al mundo con un prematuro aviso, la primera rebelión de esclavos en Haití, de cuyos líderes se decía que eran reconocidos vuduistas (la ceremonia del sacerdote Dutty Boukman se considera el pistoletazo de salida de la rebelión). Como resultado, se decide en la Asamblea Francesa, en pleno proceso revolucionario, la abolición de la esclavitud. En 1802 la poderosa fuerza gala fue derrotada por efectivos nada adiestrados en el arte de la guerra, con fatal resultado para la práctica totalidad de plantadores blancos, pasados a cuchillo en aras de una ansiada libertad. Se abría una senda de esperanza para el esclavo negro y mulato, una que propició la proclamación de independencia de Haití el uno de enero de 1804. Huelga decir que no fue un hecho aceptado por el statu quo geopolítico del momento, por lo que quedaba un largo camino por transitar. Aun así, el primer paso estaba dado.

El vudú se convirtió en la principal religión de la región, implicado en aspectos sociales de una manera activa. Siguiendo el ejemplo conocido, el de la iglesia católica, crearon su propio organigrama e instituciones. Así, los encargados de propugnar la fe son los denominados Houngan (en masculino) o Mambo (en femenino). Son los sacerdotes de toda la vida. Este era un puesto que se podía heredar, por tradición familiar, o bien podía ser revelado por un dios en sueños o, de forma más sorpresiva, por la boca de un poseso. Es una figura fundamental para esta religión. Su iniciación pasaba por largos años de estudio junto a otro de mayor jerarquía y luego por un rito alto secreto. Durante nueve días, el Houngan o la Mambo novatos se preparaban en un estado de aislamiento, donde extraños sueños de todo tipo son parte consustancial a esa reclusión. Y es que su posición les confiere un grado de clarividencia que los fieles creen a pies juntillas. No solo eso, entre sus atribuciones también se encuentra la de resucitar a los muertos. Recordamos que, para el vudú, el cuerpo físico no es más que un cascarón. Con las habilidades mágicas pertinentes, se podía acceder al espíritu que habitaba en él para volver a ponerlo en circulación. Es la figura conocida como zombi. Este proceso conlleva una total sumisión al encargado de la resurrección.

Estos sacerdotes tienen sus propias iglesias, llamadas Humfo. Al contrario que las grandes religiones, no son edificios que destaquen a la vista y tampoco son especialmente suntuosos. En el vudú jamás encontramos eso. Son simples casas donde los encargados del culto se reúnen con sus feligreses. Tienen su liturgia y su parafernalia, no se vayan a creer. A la entrada de cada Humfo hay unos árboles específicos que rodean el recinto. Son los denominados árboles sagrados (arbres-resposoirs) que tienen una función protectora. En el interior del recinto te encuentras con el auditorio, lugar escrupulosamente impecable, pues es el sitio convenido para las ceremonias y bailes vudús. Más escondida se localiza la Cámara de los Dioses, con sus altares de piedra a los Loa (nombre de la deidad vudú) conocidos como Pe. Una estructura simple, pero efectiva, que se repite en todos y cada uno de los numerosos Humfos de Haití.

La religión haitiana tiene un panteón propio poblado por diversos dioses, los llamados Loa. Son aquellos que se comunican con los elegidos, vía sueños, y aquellos a los que los feligreses dirigen sus plegarias. El primero de todos ellos se conoce como Legba, una deidad que protege el valioso mundo espiritual que todo buen vuduista aprecia, además de considerarse el mediador entre el hombre, ya saben, el receptáculo físico de los espíritus terrenales, y cualquiera de los Loa. Por su importancia, siempre es el primero y el último en cada invocación. Después, por citar alguno de referencia, tenemos a Guede, Agwe, Simbi o Damballah. Cada uno tiene unas características diferentes y los feligreses acceden a ellos de forma personalizada. Vamos a quedarnos con el último, Damballah, pues es un concepto que veremos nombrado en la serie Tales of the Zombie. Se trata de la representación de una especie de dios Serpiente. Los habitantes de la región lo hicieron suyo vía las enseñanzas católicas, pues sintetizaron la historia de San Patricio, la hazaña de expulsar a todas las serpientes de Irlanda, con una tradición importada del África central, lo que terminó por configurar el mito de este Loa. El medallón Damballah será un elemento característico de la andadura de Simon Garth.

Haití fue un territorio más bien hermético hasta comienzos del siglo XX. Los Estados Unidos trataron de imponer su influencia en la región, que fue ocupada de forma intermitente desde 1898 hasta 1934, último intento hasta la fecha. Los americanos iban con evidentes intenciones industriales, en busca de mano de obra barata. Fue en este periodo cuando los usuarios del vudú fueron convertidos en adoradores del demonio y de la magia negra. Obviamente, había un interés de carácter político en expandir esas leyendas, alentado por la ocupación americana…. pues el vudú ya había sido una religión emancipadora en el pasado. No convenía mucho repetir la historia. Una de las primeras obras del vudú que se transmitió a la cultura popular estadounidense data de una fecha tan temprana como 1929. The Magic Island es el título de la misma, escrito por William Seabrock. Es un libro donde el autor apenas hizo una investigación seria, solo se dedicó a publicar todos los rumores sobre el vudú que había oído, dejando una imagen negativa del mismo. Siguiendo esas mismas intenciones, tenemos la autobiografía de Faustin Wikrus, un teniente del ejército que vivió parte de su servicio en la zona (incluso, se llegó a autoproclamar gobernador de un pequeña isla). The White King of La Gonave son sus memorias y en cuanto a se refiere a la religión de la población autóctona, sus palabras carecen de mesura: “el culto del vudú es el vehículo de la magia negra, la blasfemia y la traición a Haití”. Ahí es nada.

Siguiendo esa vía de influencia, de doble sentido en cuanto a la cuestión cultural, el vudú desembarcó rápido en los EEUU. Libros sobre la temática poblaron los stands de las tiendas. De entre todos ellos abundaban los tendenciosos, aquellos que se quedaban con lo vistoso y lo llamativo, pero no ahondaban más allá de la superficie (caso de The Devil and his Works de Dennis Weathley o el ya citado de Seabrock). Otros, en cambio, se proponían como estudios serios. Entre estos últimos cabe destacar Vodoo in Haití de Alfred Metraux, pensado como un estudio antropológico, al igual que Island Possessed de Katherine Duham. El más famoso de la época, pues es casi contemporáneo a la publicación de Tales of the Zombie, fue Inside Vodoo de Marcus Bach. Publicado a finales de los años sesenta, el autor se definía a sí mismo como un investigador psíquico, alguien que se movía entre los límites de la realidad y la fantasía. De hecho, la portada de la obra evoca el folclore popular sobre el vudú, apelando a zombis, magia negra y cuestiones sobrenaturales. Aun así, los expertos en la materia alaban su rigurosidad y se convirtió en todo un fenómeno en los primeros setenta.

La literatura podía ser un vehículo más que válido para la difusión del vudú y de la figura del zombi, pero ninguno tan popular como lo era el cine. La primera producción de Hollywood que puso su vista en el fenómeno fue White Zombie (traducida en España como «La Legión de los Muertos sin Alma«), fechada en 1932, dirigida por Victor Halperin e interpretada por el gran Bela Lugosi. Tópicos, tópicos y más tópicos para disfrute del espectador apasionado del terror. En 1943 volvemos a repetir el modus operandi con I Walked with a Zombie (conocida por estos lares como «Yo Anduve con un Zombi«) de Jacques Tourneur. Son dos productos tempranos que dibujaron una imagen desdibujada de los haitianos, por momentos hasta racistas, y que dejaron una marca indeleble en el cómo se concebía una religión como el vudú para el occidental, una representación bastante alejada de la realidad.

Si hay un momento en que el personaje del zombi eclosiona en la cultura popular ese es finales de los años 60. Tenemos que dirigirnos a The Night of the Living DeadLa Noche de los Muertos Vivientes«, para entendernos) de George A. Romero, como inicio de un fenómeno que prácticamente llega hasta la actualidad. Una cinta de serie B, claramente, estrenada en 1968, protagonizada por actores no profesionales y que le daba un nuevo retrato a la figura del muerto viviente. Hasta ahora dependiente del vudú, estos zombis marca Romero siguen los estándares de su representación (palidez cadavérica, ojos desorbitados, mandíbula rígida, caminar lento pero seguro hacia la carne fresca, etc.) pero no se advierte un origen mágico, ni nada parecido. Nunca se llega a hablar abiertamente de qué es lo provoca el levantamiento de los muertos, pero, durante las cinco películas que consta el ciclo, se tiende a apuntar hacia algo de carácter científico, nunca espiritual, olvidando el concepto primigenio asociado a su religión de origen. Esto es algo que va a crear escuela pues a partir de este instante, el zombi, su popularidad, se sostiene en la buena recepción de la película del 68. Sagas zombis ha habido muchas por el camino. Recordar la de Dan O’Bannon, deudora directa, con el «Regreso de los Muertos Vivientes«, iniciada en 1985, donde ya se especificaba que los zombis eran resultado de un experimento químico militar. De forma más reciente, tenemos la experiencia Resident Evil, franquicia inspirada a su vez en otra de videojuegos, donde la causa de la zombificación era consecuencia directa de un virus fabricado en la Corporación Umbrella. «28 Días Después» de Danny Boyle acusa directamente a una variante del virus Ébola, que se expande por el aire, sin ningún tipo de freno. La serie televisiva, The Walking Dead (inspirada en el cómic de Robert Kirkman), también nos habla de una infección desconocida, de la que todo humano superviviente parece infectado. No dejan de ser variantes de una idea que tuvo un visionario llamado George Romero allá por finales de los 60 y que, de una forma más o menos aceptada, lo ha convertido en el patriarca de la temática.

Aspectos como la difusión de Inside Vodoo o el éxito comercial de una cinta de bajo presupuesto, la ya mentada «La Noche de los Muertos Vivientes«, ayudaron a colocar el zombi en una primera plana difícil de obviar a primeros de los años setenta. En Marvel Comics, además, sucedían dos hechos que se iban a concatenar para que el muerto viviente fuese trasplantado al noveno arte. Por un lado, la relajación del Comics Code Autorithy, que volvió a permitir el terror en los comic-book. Por otro, la salida de Martin Goodman de la editorial, algo que impulsó una apuesta por el formato magazine dirigido a adultos. Todos estos elementos, mezclados en su justa medida, dan como resultado la salida al mercado de Tales of the Zombie en julio de 1973 (fecha de portada). Daba comienzo la experiencia con los muertos vivientes en la Casa de las Ideas.

La huella del Zombi en Marvel Comics

El personaje franquicia que nos va a introducir el fenómeno en la editorial es Simon Garth, que debuta en 1973, en el apartado de revistas en blanco y negro para adultos. Bien, esto es una verdad a medias. Hay que ponerle un poco de contexto. Es cierto que Simon Garth hace su primera aparición en el Universo Marvel con Tales of the Zombie, pero ya había asomado su cadavérico rostro en 1953, en una revista antológica de la propia compañía fundada por Martin Goodman. Hablamos, pues, de la Era Atlas, un periodo anterior a la confección del entorno compartido. De ahí que estemos comentando acerca de un personaje cuya característica principal es el ser recuperado de tiempos pretéritos. Y es que hubo una época en que Goodman publicaba cómics con temática del horror. Timely, después conocida como Atlas, fue una editorial secundaria en el mercado americano. Su mejor medio de subsistencia era el copiar las modas imperantes, para arrancar unos buenos dólares de aquí y de allá. Tras el fin de la II Guerra Mundial, la fantasía, los superhéroes, fueron dejados de lado y parecía que las audiencias eran más partidarias de géneros algo más mundanos. El romance, el crimen y el terror se establecieron como las grandes temáticas, aquellas que daban beneficio. Obviamente, Martin no le iba a hacer ascos a géneros que se adivinaban exitosos, por lo que puso en práctica cabeceras para desarrollarlos.

Dos de su más importantes colecciones, donde se dio salida a la temática, fueron Journey into Mistery, que dio comienzo en junio de 1952 (fecha de portada), y Menace, que hizo lo propio en marzo de 1953 (fecha de portada). En el #5 de esta última, localizamos una historia que se titula «¡Zombi…un hombre sin alma!«. Viene firmada por Stan Lee al guion y Bill Everett en el apartado artístico, un equipo creativo de innegable solvencia, que ya venía haciendo de las suyas desde la década anterior. Nos presenta una figura espectral, protagonista del relato, llamado por su amo, alguien que en vida fue su jardinero, pues este muerto antes era un poderoso industrial. El malvado ex-empleado utiliza al muerto viviente para sus fines, básicamente lucrativos. El zombi no tiene otra opción más que obedecer pues está sometido a las leyes del vudú. El postrero capricho de su maestro es que le traiga una mujer a la que desea. El muerto se dirige hacia su presa, la tiene fácil, a tiro… cuando decide salir huyendo. Sin el objetivo propuesto, el muerto en vida se rebela contra su amo, pues el zombi, de alguna forma, sabía que la muchacha era su propia hija, y no hay poder más fuerte que el del amor. Fin de la historia. El muerto al hoyo y el vivo al bollo. En toda esa trama no hay nombres identificativos, ni mayor profundidad sobre el pasado de los personajes. Es una historia concisa que no apuntaba a tener continuación.

El Zombie, recreado por Bill Everett

Martin Goodman siguió publicando relatos de horror durante una buena temporada. Trataba de emular el innegable empuje de una editorial como EC Comics, donde el crimen y el terror estaban dando réditos importantes. Atlas nunca llegó si quiera a rozar una mediana parte del éxito de la compañía de Bill Gaines. Pronto, el terror se convertiría en tabú. A mediados de los cincuenta, una ola de puritanismo arrasó el mundo de la viñeta norteamericana. Una crisis que la industria solo puedo salvar instaurando la censura, el tristemente célebre Comics Code Autorithy. A partir de 1955 se ponían en práctica una serie de códigos de conducta para todos los creadores que se dedicaban al negocio del comic-book. Entre las especificaciones se localiza la prohibición taxativa de dos géneros, a entender de la gente de bien, perniciosos para los jóvenes, el del crimen y el del horror. Goodman era un Publisher que se había mantenido a flote a duras penas, por lo que no iba a contrariar el statu quo imperante. Cualquier revista bajo su supervisión se plegaría al Comics Code. Se ponía fin a cualquier atisbo de terror en la editorial, hasta nuevo aviso.

En los setenta, con la empresa convertida ya en Marvel Comics, el organismo censor rebaja sus exigencias. Lo que provoca la vuelta del género al formato comic-book. No solo eso. Los nuevos dueños de la compañía, Cadence Industries, potencian el magazine para adultos a instancias de un pletórico Stan Lee, ascendido a presidente y dispuesto a romper barreras. En estos días se pasea por el Bullpen un guionista forjado en lecturas de los años cuarenta y cincuenta, el gran Roy Thomas. Sucesor natural de Lee en tareas de edición, fue una de las cabezas visibles de las revistas en blanco y negro. Cuando multitud de personajes ya habían pasado por sus páginas (vampiros, Hombres Lobo, etc.), Roy pensó que quizás había un nicho para el zombi proveniente del vudú. Rebuscando en el baúl de los recuerdos, se topó con la historia de Menace y se le ocurrió que sería un estupendo punto de arranque. Para ello se dispondría toda una revista, Tales of The Zombie, donde seguiríamos las vicisitudes del primer muerto viviente marca Marvel.

En el relato compuesto por el tándem Lee-Everett teníamos algunos aspectos interesantes a recuperar. El zombi como acaudalado hombre de negocios, la relación con la hija y el jardinero como némesis principal. Obviamente, no se concibe como un punto y seguido. La historia del 53 terminaba con el malvado asesinado a manos del muerto viviente, que retornaba feliz y campante a su tumba. Esa parte era necesaria cambiarla, al igual que delimitar el carácter del personaje y establecer un punto al que destinar sus aventuras. Roy sabía que no podía hacerse cargo de la colección; como director editorial, demasiadas atribuciones descansaban en la mesa de su despacho. Por el Bullpen circulaba un díscolo escritor que él mismo había contratado como editor adjunto, un guionista llamado Steve Gerber. Ambos, Thomas y Gerber, se reunieron para delimitar una historia de origen a la altura. El editor jefe no reparó en gastos, cediendo para la revista a una de las principales estrellas de la editorial, el dibujante John Buscema, encargado de recoger el diseño de Bill Everett y adaptarlo a tiempos actuales. Lo que sacamos de ese encuentro es básicamente lo siguiente. Había que enseñar al lector cómo era Simon Garth, el nombre final escogido, antes de convertirse en zombi. Así, recurriendo al estilo Marvel, héroes con pies de barro, vemos que no es un personaje con buen talante. Hablando en plata, egoísta, autoritario, racista, controlador… así era Garth, el opulento empresario conocido como el “Rey del Café” de Nueva Orleans. Solo se atisba algo de corazón en cuanto a su única hija; aun así, le cuesta tratarla con respeto y dulzura. Quizás haya algo más entre Simon y su amable secretaria, Layla, pues entre los dos se percibe una relación cordial. No corren la misma suerte socios y empleados, que reciben estufidos y malas palabras por parte del rico industrial. Uno de los más perjudicados es Gyps, el jardinero de la mansión, al que Garth maltrata de manera constante. Cierto es que el tal Gyps no es que sea un angelito….. borracho y libidinoso, se nos presenta además como practicante de la fe vudú. La gota que colma el vaso es que el dueño de la casa lo pilla en modo voyeur, observando el tranquilo baño de su hija, a la que todavía concibe como la pequeña de la casa. Por tal afrenta es despedido, pero Gyps se encuentra furioso y planea una venganza para el cabeza de la familia Garth.

Simon Garth, en una posición complicada. Obra de John Buscema y Tom Palmer

Vamos teniendo todos los elementos necesarios para desarrollar el drama. Gyps, Layla, Garth… van a formar parte de la obtención del primer zombi en la editorial. El jardinero rapta de forma violenta al industrial, llevándolo a un apartado paraje donde se celebran ceremonias vudú. La encargada del rito es nada y nada menos que Layla, la secretaria de Garth, una destacada Mambo de la comunidad. Algo falla en el plan cuando Layla deja marchar al prisionero, confesándole que está enamorada de él. Simon trata de huir por los cenagales de Nueva Orleans pero su futuro lleva tiempo sellado. Gyps le arrebata la vida, aunque eso no es suficiente. Obliga a la sacerdotisa a que lo reanime, lo vuelva a la vida, en forma de zombi, condenado a seguir las órdenes de todo aquel que posea el reverso del medallón Damballah. Fin y a la vez comienzo. Las peripecias de Simon Garth por conseguir retornar a su descanso eterno serían desarrolladas de forma exclusiva en esta revista. Durante nueve números (el magazine cierra en el #10, pero en éste no hay rastro del zombi Marvel) vemos sus aventuras y desventuras, a cargo de Steve Gerber y Pablo Marcos, cuyo fin de ciclo se da en el #9. Un Simon Garth renovado tiene la oportunidad de retornar a la vida, de forma temporal, hay que aclarar. Toda su experiencia como zombi, pese a que al espectador le haya podido pasar desapercibida, ya que el muerto viviente no hablaba ni razonaba, le ha servido para madurar. Aprovecha sus horas de vida para acercarse a sus seres queridos y ajustar cuentas con sus enemigos, pues de forma inexorable, su periplo está dispuesto a llegar a su final natural. Descanso eterno para nuestro muerto viviente. Y eso ha sido así durante largo tiempo pues apenas nadie se ha acordado de Simon Garth, fuera de las páginas de Tales of the Zombie. Alguna breve aparición en los ochenta (Bizarre Adventures#33) y alguna otra en los noventa, consecuencia del renacimiento de lo sobrenatural en aquellos días, como antagonista de los Supenaturals (un grupo formado por rarezas surgido en la Era Bob Harras), ya que es tan secundario que apenas merece nombrarlo.

Kyle Hotz homenajea a Boris Vallejo

Pero estamos hablando de la editorial Marvel, en cualquier momento el personaje podía ser reclamado otra vez para grandes cosas. En plena era de Joe Quesada como editor jefe, los zombis se tornan algo masivo, tremendamente populares, gracias al empuje otorgado por la colección de Image Comics, The Walking Dead. Echando un vistazo al catálogo marvelita, Joe Q se da cuenta de que dispone de un muerto viviente propio en la editorial, por lo que es un claro desperdicio dejarlo sin utilizar. Eso sí, el tema del vudú parece pasado de moda. Qué tal hacerlo a la nueva usanza, algo que de forma evidente choca con la continuidad. Comencemos de nuevo, emplazando sus aventuras en la Línea MAX para adultos, lo que equivale a ubicarlo en una tierra alternativa. Los encargados de la mini serie de cuatro números serían el escritor Mike Raicht, un guionista no muy popular, que precisamente no se había especializado en productos para adultos, al contrario, habitual del entorno joven como Marvel Age, y el dibujante todoterreno Kyle Hotz, sin duda, alguien con una personalidad gráfica arrolladora. Nos olvidamos de Nueva Orleans en los setenta, del café, las mansiones coloniales, hasta del vudú. Estamos en el año 2006 y Simon Garth es un empleado de banca de un pueblo de la América profunda. Trabajaba con Layla, de la que claramente está enamorado. Un atraco va a cambiar las cosas. Un grupo de cacos, comandados por Gyps (nótese el cambio de roles para Simon, Layla y Gyps), ponen en jaque a toda la sucursal, matando al director de la misma. La huida, con Garth y enamorada como rehenes, no va a ser fácil. A medio camino, la interestatal se encuentra cerrada; un vertido tóxico hace peligrar la estabilidad del tranquilo paraje. Los ladrones solo quieren huir por lo que se saltan el cordón de seguridad. Craso error pues lo que les espera allí es peor que la muerte.

Como ven, la trama se asemeja más a una pura cuestión de supervivencia del puñado de humanos que todavía persisten en la región, el típico «survival horror«, más que a la colección clásica. Simon Garth trata de mantenerse de una pieza en un entorno hostil, donde ni el ejército ha sido capaz de limpiar su propio desastre, además hostigado por un Gyps que se muestra más correoso que en su versión tradicional. No hay un Garth zombi, ya que es el último hombre que sobrevive, aunque sus páginas finales nos muestran que se haya infectado por el virus. Esto no serán buenas noticias para nuestro protagonista.

Un par de años después, en 2008, se decide continuar con la historia allá donde quedó. Para ello se prepara otra serie limitada de cuatro números en la misma Línea MAX. Titulada The Zombie: Simon Garth, ya tenemos la imagen icónica de nuestro muerto viviente preferido, como bien muestra la portada de Kyle Hotz, recreando una clásica del artista Boris Vallejo. Es este viejo conocido del personaje el que se va a hacer cargo de manera total de la mini (argumento, dibujo y tinta), ayudado de forma puntual en los guiones por Eric Powell y por Dan Brown al color. Como hemos dicho, recuperamos la trama donde la dejamos. La última vez que vimos a Simon iba en un helicóptero, saliendo de la zona infectada. A inicios de esta serie vemos ese mismo helicóptero estrellado. La gente de la zona sigue peleando para sobrevivir, entre ellos, una mujer que ha perdido a su hija con todo el tumulto, huyendo de un marido maltratador. Quiere la providencia que esa niña tenga la ayuda de un zombi, que no siente ni padece, pero que a lo lejos, en el interior de su mente, todavía se recuerda como humano. Hablamos claro, de Simon Garth. En un entorno despreciable, donde los muertos caminan a sus anchas, y los humanos han perdido la cabeza, el zombi Marvel, en su papel de protector de la pequeña Elisabeth, parece ser el único que aporta algo de humanidad. Curiosa contradicción pues Simon no es más que un zombi sin alma. No dejamos de lado que es el objetivo último del gobierno, por ser el portador del virus, por lo que situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas. Terminamos con un cierre abrupto y violento…. Y de este Simon Garth nunca más se supo.

Se puede decir que con Garth acaban los personajes zombis con algo de entidad en la editorial. Pero todavía podemos rescatar alguna curiosidad. Si dejamos de la lado la amplia producción de la Golden Age, al considerarse anterior a la Era Marvel, nos quedan unos pocos caracteres que adscribir al fenómeno zombi. Así, por ejemplo, podemos citar a Nekra, un personaje oscuro que pudo realizar el acto vudú de devolver la vida. En este caso realizó el ritual a su entonces amante, el Segador, hermano de Simon Williams. Así tuvimos a un Grim Reaper totalmente zombi, pero con sus facultades a pleno rendimiento, durante los últimos estertores de la maxi serie de la Bruja Escarlata y la Visión. Garra Negra, otro practicante de magia vudú, también se fabricó un equipo de zombis para luchar contra la Sensacional Hulka, tal y como nos lo contó John Byrne. Los Exhumados (X-Humed, en su idioma original) era un grupo de mutantes muertos y enterrados que Garra Negra se dispone a utilizar con maléficos fines. Sobra decir que la buena de She-Hulk dará buena cuenta de este pintoresco grupo.

En el año 2005 se intentó reformular el concepto de Comando Aullador. Primigeniamente, eran un grupo de luchadores por la libertad en el frente, en plena II Guerra Mundial. Ahora, Nick Furia monta un comando muy especial formado por rarezas sobrenaturales. El encargado de tal proyecto es Keith Giffen e introduce a un zombi en el equipo. No es Simon Garth, eso es seguro, y se muestra a este personaje con un cierto halo de misterio , pues nadie sabe en realidad quién es. Fue un fijo en la agrupación mientras la serie se mantuvo en pie, y durante ese tiempo nunca se llegó a desentrañar los misterios alrededor de su cadáver. Otro aspecto que se hizo realmente popular fue la cabeza de Masacre versión zombi, que llegó incluso a formar parte de los Deadpool Corps. Este despojo provenía de un universo alternativo, del que hablaremos dentro de poco… Por cierto, el Mercenario Bocazas disfrutó de dos series acompañado de muertos vivientes (The Night of the Living Deadpool y Return of the Living Deapool; ambas guionizadas por Cullen Bunn). Un entretenimiento muy digno, tal y como se hayan concebidas estas mini series.

Hemos hablado de los diversos muertos vivientes que han poblado la editorial. Pero siendo el vudú algo tan cercano, en su origen, al zombi, no podemos dejar de lado a un personaje como el Hermano Vudú. Más que nada porque pasea su palmito por las páginas de Tales of the Zombie. Como casi siempre, fueron Stan Lee y Roy Thomas los que buscaron el concepto a desarrollar. Después de una primera tanda de monstruos que se saldó con un rotundo éxito, se pensó en una segunda oleada para seguir manteniendo la llama del terror bastante viva. Fue Stan el que le comunicó a Thomas que se debía hacer con el vudú en el terreno del comic-book, ya que se había probado el tema en magazines con Simon Garth. Por eso se decidió buscar una figura heroica, que pudiese empatizar con el lector. Y ya conocemos a Stan y a Roy; presentar a un houngan experto en la magia negra sería algo demasiado sencillo. ¿Por qué no empezar por situar al personaje fuera de contexto? Sí, Jericho Drumm es originario de la isla de Haití pero se ha formado de manera científica en los EEUU. Rechaza de plano toda la creencia vudú, que considera simple folclore. El germen de la idea pasó al guionista Len Wein, que con la supervisión de Thomas, y el arte de Gene Colan, dio la forma definitiva a Strange Tales#169, protagonizado por Brother Vodoo (septiembre de 1973, fecha de portada). Jericho retorna a su Haití natal, donde su hermano Daniel ejerce la hechicería vudú. Cuál es su sorpresa, cuando arriba a la isla, pues encuentra a su gemelo moribundo. Éste le cuenta su feudo con Damballah, de cómo a través de una muñeca vudú, el malvado Loa había finalizado su venganza. Daniel muere ante la mirada de su hermano. Éste es un hombre de ciencia, no cree en esas cosas, pero decide visitar al mentor de Daniel, un venerado houngan conocido como Papa Jambo. El anciano siente que Jericho es digno por lo que decide adiestrarlo. Poco a poco el escéptico hermano va asumiendo las enseñanzas y pronto se convertirá en el sustituto de su caído gemelo. En la parte final del ritual de iniciación, el espíritu de Daniel impregna el cuerpo de su hermano, pasando a convertirse en un recipiente para dos. Así nace el Hermano Vudú, en las páginas de Strange Tales. El personaje viviría sus aventuras en la cabecera contenedor, pero el éxito no le acompañó. El #173 es el último con su presencia, sustituido por el Golem; la lucha con Garra Negra, inconclusa, se terminaría en las páginas de Tales of the Zombie. De todas formas, este personaje sí se ha implantado de forma permanente en la editorial. Durante años no fue más que un secundario, pero en tiempos recientes se ha convertido en Hechicero Supremo, ha pertenecido a los Imposibles Vengadores y ha ayudado a Extraño cuando el fin de la magia se hizo realidad. Mucho camino por recorrer le queda a Jericho y Daniel Drumm.

Deliberadamente para la parte final, recordamos el fenómeno de los Marvel Zombis. No, no vamos a hablar de hordas de seguidores hardcore de la Casa de las Ideas. Nos referimos a una idea que asoló editorial con series y más mini series durante una buena temporada, que comenzó de manera inocente, pero que alcanzó gran popularidad, llegando incluso a formar parte de las recientes Secret Wars. Como hemos avanzado, todo nace de un juego por parte del escritor Mark Millar en su periplo en los 4 Fantásticos del Universo Ultimate. El guionista escocés planteó una idea entonces revolucionaria al insinuar un cruce entre universos. En aquellos días era algo impensable, un crossover entre la Tierra 1610 con la clásica del 616. Un Reed Richards entrado en años trata de convencer al joven Reed Ultimate de que pase de visita a su universo. Lo que encuentra el futuro Hacedor es un mundo dominado por versiones zombis de personajes clásicos. Este ciclo fue aprovechado por la editorial para convencer a uno de los artífices del fenómeno zombi, Robert Kirkman, para que jugase a su antojo con todo el Universo Marvel. Un entretenimiento gamberro que dio lugar a algo más profundo, repleto de viajes multiversales, con el guionista Fred van Lente como principal ideólogo. En este tema no nos vamos a detener en profundidad pues el compañero José María Vicente hizo un estudio completo del mismo. Si quieren ampliar información solo tienen que pinchar aquí y aquí.

Hermano Vudú y Gene Colan, una pareja bien avenida

Por último, a modo de despedida, y por qué no, como merecido homenaje, vamos a citar las series limitadas de Empire of the Dead a cargo del “papá” del fenómeno zombi, el gran George A. Romero. Están fuera de la continuidad Marvel, por lo que su ámbito de estudio quedaría fuera de este artículo. Resaltar que nos muestran a un autor en estado de gracia, pese a su avanzada edad, y que están dibujadas por un gran Alex Maleev, cuyo acabado sucio le queda que ni pintado a esta historia de Romero, y Dalibor Talajic, en un segundo acto. Unas historias surgidas a rebufo de éxitos como el inefable The Walking Dead o Crossed, en Avatar Press. Sirvan estas líneas como homenaje al gran creador del muerto viviente de la era moderna, pues el cineasta nos dejó en julio de 2017. Siempre nos quedará su obra, por supuesto, y su influjo se puede rastrear en toda una horda de seguidores, incluidos muchos integrantes del Bullpen marvelita en los setenta.

Marvel Limited Edition. Tales of the Zombie

 

Edición original:.Dracula Lives #1-2, Tales of the Zombie #1-10 y Bizarre Adventures#33
Edición nacional/ España:.Panini y SD Distribuciones
Guión:.Steve Gerber, Doug Moench y otros
Dibujo:.John Buscema, Pablo Marcos y otros
Entintado:.V.V.A.A.
Formato:.Tomo en tapa dura
Precio:.

47,95

 

Ya hemos observado en el punto anterior toda la génesis del fenómeno en la editorial, básicamente, un primer acercamiento a los que caminan sin vida; sus lazos con el vudú y aquello que terminaron por forjar como arquetípico en las páginas de Marvel Comics. El caso es que su popularidad se la debemos al boom del género del horror en los setenta, después de un larga temporada prohibido por el Comics Code Autorithy. Como ya pueden imaginar, en unos días donde el terror estaba en pleno auge, el zombi no se iba a quedar sin su nicho de mercado, por lo que Roy Thomas se puso al frente de un nutrido grupo de artistas que iban a narrar historias sobre zombis en un una revista epónima. Y es eso lo que encontramos en este Marvel Limited Edition, el recorrido íntegro de Tales of the Zombie (diez ejemplares), más un par de añadidos que comentaremos por el camino. El formato elegido fue el de magazine, en blanco y negro, contando con elementos variados, a saber, cómic, relatos, artículos sobre la temática e ilustraciones, reproducido de forma literal, tal y como se publicó en USA. Algo que ya llevaron a la práctica Panini y SD Distribuciones con Vampire Tales. Veamos que de que partes consta este voluminoso tomo.

Lo primero que hay que resaltar es que incluye un par de episodios provenientes de otra revista hermana, Dracula Lives!. Tal y como reza el título, era el medio donde observábamos las vicisitudes del malvado conde en territorio adulto. En el #1 se publicó una historia de complemento con la temática zombi, material de inventario, pues era una recuperación de Journey Into Mistery del año 1953. Tony DiPreta abre la función con una trama que evoca todos los elementos reconocibles del vudú. La reimpresión de este tipo de material fue algo habitual en la forma de trabajar de Curtis, la sección dedicada a los magazines para adultos. El fenómeno empezó de forma atropellada y no había suficiente cantidad de historias para rellenar las diversas revistas. Este proceder se observa en todas y cada una de ellas, por lo que Dracula Lives (y Tales of the Zombie, por añadidura) no es una excepción. Continuamos con Dracula Lives!#2, o más concretamente, el choque del vampiro con el oscuro mundo del vudú. Este material, totalmente original, fue pertrechado por el equipo creativo compuesto por Roy Thomas al guion, Gene Colan a los lápices, y Dick Giordano a las tintas. De nuevo, la inclusión en este tomo pasa por la asociación, de forma tangencial, a la temática y, si acaso, por la introducción del cameo de Simon Garth en una viñeta, pues este último ya disponía de su propio magazine. Y es a partir de aquí es cuando da comienzo el grueso de nuestro interés, los diez ejemplares de la producción marvelita sobre muertos vivientes.

Tales of the Zombie se estructura como el resto de revistas al uso. Normalmente, siempre hay un personaje principal, que seguimos de mes a mes, que suele soportar el peso del título bajo sus hombros (en este caso, Simon Garth; en Vampire Tales, ese honor lo detenta Morbius mientras que en Dracula Lives! no es necesario especificar al susodicho protagonista). Después, se le añaden las habituales historias cortas relacionadas con la temática, de escasa paginación, y con personajes mayormente anónimos (alguna de ellas rescatadas de los años 50). Por último, artículos informativos sobre el núcleo principal de la revista y relatos novelados son parte consecuente a este tipo de magazines. Esta es la estructura que va a seguir también el tomo que tenemos entre manos, por lo que no nos vamos a detener en cada una de las historias. Simplemente informar que el equipo creativo designado para abrir las aventuras modernas de Simon Garth es el compuesto por Steve Gerber, John Buscema y Tom Palmer. Hemos dicho modernas pues ya sabemos que Garth nació en la década de los 50. Creado por Stan Lee y Bill Everett, el bueno de Simon protagonizó un pequeño relato en la revista Menace (con fecha de portada, julio de 1953) que no tenía visos de continuación. Huelga decir que ese cómic se haya reproducido en Tales of the Zombie#1, por lo que el lector lo va a poder conocer de primera mano. Cuando Roy Thomas fue buscando inspiración para la nueva revista sobre muertos vivientes, reparó en aquella pequeña historia y le confió al guionista Steve Gerber la posibilidad de darle un nuevo aire al personaje. Para comenzar, en el relato de 1953 tenemos la versión zombi de Garth, directamente, aunque ya se disponen las bases para poder empezar a trabajar: el jardinero Gyps, la hija de Simon, el maldito amuleto que permite que controlen sus movimientos, Garth como antiguo empresario…. Thomas y Gerber decidieron mostrar los instantes previos a la muerte del personaje (bueno, allá van spoilers…. Simon Garth muere…), ampliar sus relaciones familiares, el carácter del rudo industrial y adentrarse de una manera más profunda en los ritos del vudú.

Una vez finalizada la historia de origen, Gerber vuela solo y todos aquellos que conozcan de algo al escritor, presupondrán que no va ser un periplo ajustado a lo esperado. El guionista era uno de esos hijos de los setenta que llegaron con ganas de cambiar la industria. Cínico, inquisitorial, con tendencia la introspección y a la profundidad…Gerber no parece el mejor escritor para acometer revistas de género, y sin embargo, fue un habitual en el terror marca Marvel. Algo que el propio autor declaró en su momento que no le hacía especial ilusión. Precisamente por eso, trató de darles una vuelta de tuerca a las historias en las que trabajó y qué mejor ejemplo que el desarrollado con el Man-Thing. Una cabecera supuestamente de corte horrífico y se transforma en un vehículo para dar salida a la crítica social, la sátira e incluso tramas de pura fantasía. Este tipo de actitud solo se podía haber dado en los setenta. Pero tampoco seamos alarmistas de entrada, pues Steve está más comedido en esta etapa. Hay muertos vivientes, muchos aspectos sobre el vudú, asesinatos, truculencia… solo que en ciertos momentos se advierten los intereses de un Gerber centrado en cuestiones sociales. Y como ejemplo solo hemos de citar el ciclo dedicado a Phillip Bliss, donde deposita toda su bilis en el tema de los abogados corruptos, o el episodio sobre Teddy, el hijo deforme de una familia muy desestructurada, donde el autor se adentra en los vericuetos de la bajeza humana, algo muy del gusto del guionista.

Si al procesador de textos contamos con una garantía como Steve Gerber, qué decir del aspecto gráfico, cuyo primer número lleva la marca Buscema. Big John es el encargado de los lápices que ilustran las aventuras de Simon Garth en Tales of the Zombie#1. Su narrativa le queda como un guante a un género como el horror. La atención al detalle que se percibe en al acabado final ya pertenece a otros autores, pues prácticamente se dedicó a abocetar las dos tramas en las que se le hace partícipe. El entintado de la de origen es obra y gracia de Tom Palmer, habitual colaborador de Buscema, mientras que el de la primera aventura del zombi Marvel se debe a Shyd Shores, todo un veterano en esto del dibujo, no en vano llevaba trabajando en la casa desde los años cuarenta. Para el #2 tenemos la incorporación del artista peruano Pablo Marcos, que se hará cargo de lápiz y tintas del resto del periplo de nuestro protagonista, con alguna pequeña excepción. El tándem Gerber-Marcos será sinónimo de Simon Garth en los siguientes números de la cabecera. Con apenas treinta años, se vio fichado por una major norteamericana como Marvel Comics, después de hacer sus pinitos en la mexicana Novaro. Uno de sus primeros trabajos será su participación en la revista sobre zombis. Es un dibujante que se adaptó con gran facilidad al nuevo mercado, sabiamente adoctrinado por su mentor, Boris Vallejo (ilustrador de portadas en la compañía, entre ellas, las primeras cuatro de esta misma colección). Entre sus influencias cita a Neal Adams, sobre todo para adecuar su estilo a lo demandado en EEUU, pero son más importantes para el autor otros nombres como Alberto Breccia, Mario Uggeri o el estilo de Burne Hogarth. Rápidamente se mimetiza con el horror y será un habitual en muchas cabeceras análogas. Todo gracias a su buen trabajo en Tales of the Zombie.

La dupla creativa Gerber-Marcos es el plato principal de la revista. Juntos guían al bueno de Simon Garth por paisajes haitianos, por los pantanos de Nueva Orleans o por los bajos fondos de la ciudad. Recrean multitud de ritos del vudú, a cargo de houngans de todo tipo y condición, junto a situaciones variopintas que se salen del género. Pero, sobre todo, en sus historias observamos el lento peregrinar del muerto que solo ansía descansar pero que por su maldita condición va a ser un imposible. A pesar de que la revista se preocupa en mostrarnos aspectos realistas del vudú (artículos muy trabajados pueblan el magazine), el tándem Gerber-Marcos se centra en la parte pulp del fenómeno zombi. Se notaba que se podía sacar más juego a esa facción, bastante más que hacer un relato de tipo verídico. Desde Tales of the Zombie#2 hasta el #8 son los encargados de guiar al antiguo industrial en la búsqueda del descanso eterno (recordar que el #1 corrió a cargo de John Buscema). En todo su recorrido solo faltaron una vez a la cita y esa se corresponde con el #7. Toca la publicación de un fill in, a cargo de Doug Moench y Alfredo Alcalá. Es un episodio curioso pues Garth estaba siendo conducido por la sacerdotisa vudú que lo había convertido en zombi a una posible salvación. A mitad de ese periplo, la trama se detiene y Moench plantea un relato policiaco al estilo clásico, con un escenario cerrado, una opulenta mansión sureña, un muerto, bastante acaudalado, y unos familiares y sirvientes que son todos sospechosos. Con temática de fondo del vudú, es cierto, pero no deja de ser algo cercano al suspense, y con el zombi de testigo mudo de lo que acontece en la casa. Solo de cara a la conclusión, el muerto en vida hará acto de aparición para poner las cosas en su sitio. Tras este interludio, vuelven Steve y Pablo en el #8, puestas las miras en el intento de conseguir revertir el estatus de Simon Garth. Desgraciadamente, la cosa acabó aquí para nuestro equipo creativo. Con la trama inconclusa, Gerber y Marcos abandonan a Simon a su suerte.

Para el #9, la editorial monta un relato en tres partes que pretende cerrar, de una vez por todas, los cabos sueltos pendientes. Para ello se convoca a gran cantidad de personal editorial, en una anunciada vuelta a la vida para el empresario. Al guion contamos con Tony Isabella, con la ayuda ocasional de Chris Claremont. En el apartado artístico tenemos a Virgilio Redondo entintado por Alcalá en la primera parte; la siguiente viene firmada por Yong Montano, y de nuevo Alcalá a las tintas; por último, Ron Wilson se encarga del cierre, entintado por un retornado Pablo Marcos. Lo cierto es que tras dos años de vicisitudes, parece que se le da un apropiado cierre a la experiencia de Garth como zombi. Es algo del todo loable, pero la revista seguía publicándose, además con nuestro protagonista en la portada.

Por más que suene raro, no hay nada de Simon Garth en Tales of the Zombie#10. El puesto de estrella de la función es recogido por el Hermano Vudú, otro personaje con clara relación con la temática. Jericho Drumm (y su hermano Daniel) ya habían hecho acto de aparición en el #6, poniendo fin a un feudo que había quedado inconcluso en la cancelada revista contenedor Strange Tales. Moench, acompañado en el arte por Gene Colan, recoge el argumento de Len Wein y ponía fin a la lucha del Hermano Vudú contra las huestes de Garra Negra. En el #10 tenemos una trama original, a cargo del mismo guionista, Doug Moench, y dibujada por el artista filipino Tony DeZuñiga. Los Drumm retornan a su Haití natal para batallar contra un peligroso houngan, que ansía resucitar a Papa Jambo, el mentor de Jericho y Daniel en el vudú. Lo curioso es que, en la publicidad de este mismo número, se nos anunciaba la pronta vuelta de Simon Garth para el #11. Un avance de una historia de 30 páginas a cargo de Gerry Conway y Rico Rival. Malogradamente, las ventas de la colección eran muy justas por lo que la editorial decidió cancelar el proyecto, dejando en el limbo ese regreso, ya que el #11 nunca se llegó a imprimir. Fin de camino para el zombi de Marvel.

Un viaje corto pero intenso, repleto de tensión y aventuras tenebrosas para Simon Garth. Pero no solo de Garth vivía Tales of the Zombie. En los primeros ejemplares nos llama la atención la recuperación de historias originarias de los 50. Así pues, disponemos de nombres tan importantes como el del mismo Stan Lee en persona y artistas tan grandes como Bill Everett, Dick Ayers, George Tuska, Bill Walton, Russ Heath, Tony DiPreta y un primerizo Gene Colan, demostrando que en aquella lejana década sabían hacer terror del bueno, como nadie. Destacar aquí la trama que nos presenta el primer esbozo de Simon Garth, hábilmente ingeniada por Lee y maravillosamente dibujada por Everett. Podía pasar perfectamente por una contemporánea. Todas ellas se concentran en los cinco primeros ejemplares de la colección. A partir de ahí, el material publicado es creado para la ocasión. La terna de profesionales que se encarga de hacer frente al resto de la revista que no ocupaba Garth (ya fueran cómic, artículos o relatos novelados) son los sospechosos habituales de la época. Gente muy enrolada con el terreno de los magazines. Algunos ampliamente nombrados en el repaso. Así, pasando lista de manera rápida, tenemos a Doug Moench, Tony Isabella, Marv Wolfman, Chris Claremont, Chuck Robinson, Don McGregor, John Warner, Carla Joseph o Gerry Boudreau en tareas literarias. En cuanto al dibujo, la apuesta sube ostensiblemente: Gene Colan, Pablo Marcos (suya es una pequeña historia en Tales of the Zombie#1), Win Mortimer, Vicente Alcázar, Enrique Badía, Rich Buckler, Ron Wilson, Ernie Chan, Syd Shores, Frank Springer, Dan Green, Alfredo Alcalá, Tom Sutton o Virgilio Redondo. Todo un plantel de lujo que debería satisfacer las apetencias del más pintado.

En el año 1982 volvimos a saber de Simon Garth. Sin pretender tirar mucho de continuidad, pues lo habíamos dejado durmiendo el sueño de los justos, y nunca vimos la prometida resurrección, lo tenemos de nuevo, muerto en vida y coleando, en una historia de Bizarre Adventures#33. Al procesador de textos se presenta un viejo conocido, el bueno de Moench, acompañado, esta vez, en el aspecto artístico por Dave Simons. No deja de ser otra vuelta de tuerca a la malsana utilización del zombi por parte de elementos de dudosa moralidad. Bien entendido el personaje, su idiosincrasia, y bien montada la trama, pero no se ahonda en su mitología para hacerlo avanzar. Parece casi un recordatorio de su existencia, sin intención de aportar nada más. Con este añadido se cierra el volumen, en cuyo final tenemos la reproducción de las portadas de la serie original (incluida la del único anual, que contó con material ya publicado, por lo que no se repite en el tomo). Realizadas por ilustradores de la talla de Boris Vallejo y Earl Norem, son un exquisito regalo para todos aquellos que gustan de buenas delicatesen. Simplemente, fantásticas.

En definitiva, nos hallamos ante un ejemplar que hará las delicias de los amantes del terror clásico. Las historias desprenden, en general, ese tono complejo y maduro que se le presupone a los magazines para adultos. En cuanto al apartado artístico, poca queja podemos tener pues nos hallamos ante reconocidos artistas, dejando impresionantes planchas en un elegante blanco y negro, algunos de ellos especialistas en la materia como siempre se ha señalado a los filipinos que trabajaban en Marvel (Alcalá, Redondo, Montano, etc.).El único pero que podríamos objetar es la habitual reducción de tamaño, ya que este tomo se publica a tamaño comic-book. Algo del todo incompresible pues tenemos los ejemplos del Punisher (aunque su reproducción de materiales dejase bastante que desear) o del reciente Ka-Zar, que vieron la luz a tamaño magazine. Lo que nos deja sin idea de cuál es el criterio para tomar tales decisiones. Una pena pues penaliza un aspecto gráfico que de otra forma sería más que notable. Eso sí, antes de lanzar a recomendar el tomo a lo loco, indicar que está pensado para un target muy concreto. Sus rudimentos son demasiado dependientes del género al que pertenece. También es cierto que se disfruta mucho más si se va picoteando de historia a historia, con calma y tino, en vez del típico atracón de principio a fin, dado su carácter antológico. Pero se trata de cómics hechos con mucho oficio por parte de profesionales contrastados. Muy lejos de ser considerados si quiera algo cercano a una obra maestra o un imprescindible, pero entretenido e interesante si degustas la temática del terror, y mucho más si eres un fan del fenómeno zombi en particular.

Sin más que añadir, recomendar a todos los que emprendan este viaje que busquen su Humfo más cercano, lancen allí sus plegarias a los Loa, además de pedir consejo a su Houngan o Mambo particular, pues Simon Garth está dispuesto a compartir su medallón Damballah con aquellos que acepten la empresa…

Comenzamos el repaso a la línea Marvel Limited Edition en 2018 con un volumen que se nos había quedado rezagado de 2017 y como su nombre bien indica, nos va a adentrar en el tenebroso mundo de los muertos vivientes. El género del terror vivió una explosión sin igual en…

Tales of the Zombie

Guion - 6.5
Dibujo - 7.5
Interés - 6

6.7

Valoración Global

Otra muestra más del buen hacer con el terror Marvel en formato magazine. Muerte, truculencia y algo de asuntos personales, por parte del guionista Steve Gerber, es lo que ofrece este voluminoso Tales of the Zombie

Vosotros puntuáis: 7.28 ( 10 votos)
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Sith
Sith
Lector
30 enero, 2018 18:14

Más allá que no es de mi gusto personal esta temática de comics, me asombra el precio en relación al contenido del mismo.

Casi 50 euros, no deja de asombrarme.

batlander
batlander
Lector
En respuesta a  Sith
30 enero, 2018 20:45

Te asombra por caro o por barato (o no caro)?

Sith
Sith
Lector
En respuesta a  batlander
30 enero, 2018 20:58

Por lo caro, tal vez en el caso de los fanáticos no lo piensan dos veces, pero para mi resulta excesivo.

batlander
batlander
Lector
En respuesta a  Sith
30 enero, 2018 21:56

Ok, por eso pregunte. Para estar seguro.

No me parece barato, pero son 800 paginas, y aunque sean en B/N el 90-95 por ciento, comparando con un Shang-Chi o un OG (que ahora salen a 45 creo) no me parece nada caro. Personalmente claro, cada uno tiene su opinion, pero como no me quedo claro queria saberlo xD

hammanu
hammanu
Lector
En respuesta a  batlander
30 enero, 2018 23:25

A mi si que no me parece caro por el tochal de paginas. De hecho lo compre tras librarme hace años de la versión «Vertice»
y comprarme un Essential donde recopilaban este material. Ahora al fin esta en nuestro idioma con una versión actualizada

hammanu
hammanu
Lector
En respuesta a  Arturo Porras
1 febrero, 2018 12:04

Es obvio señor Porras que usted tiene un buen gusto por el comic per se, amen de que esta ilustrado a partir del masteodontico y completísimo articulo que nos ha ofrecido.
A ver si esto sigue igual y nos ofrecen mas material de esta índole que a mi también me interesa mas que muchas de las series actuales de las dos grandes. Y con ganas de noticias sobre lo del Planeta de los Simios de Marvel que querían publicar, y no digamos que si en un futuro aunque estos son comics mas modernos…¡Rom y los Micronautas! que le dan cien vueltas a los comics de ahora

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Lector
En respuesta a  hammanu
1 febrero, 2018 14:00

A mí esta dando mala espina lo de EL PLANETA DE LOS SIMIOS.
Y en cuanto a ROM Y MICRONAUTAS…muy complicado. Ojalá los acabemos viendo. Yo, sobre todo, a la que más gana le tengo es a ROM.
Y, sobre todo, si publicasen MUNDOS DESCONOCIDOS, ya sería la leche. Poquitos números, pero fabulosos, por la gente involucrada y el nivel de las historías.
Ojalá lo pillemos todo, Hammanu.
Más dificil parecía lo de Fox y Disney, y ahí está.
O lo reciente de Conan.
O lo de Shang-shi, hasta hace bien poco.

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Lector
En respuesta a  frankbanner49
1 febrero, 2018 15:38

Oye, y por preguntar, que si no lo sabes, no pasa nada, Miki: ¿que tal ese tomo ya reeditado de EL PLANETA DE LOS SIMIOS?. ¿buena reproducción?. ¿Pinta bien la cosa?
El recuerdo que tengo de los números de Vértice es que la reproducción era un espanto, Y aún así los precios que piden en internet por ellos son astronómicos.
Lo que decía yo antes -de que el asunto me daba «mala espina»- iba porque desde que se anunció que Basalo en conjunción con los de SD, había anunciado algo con dichos materiales en Facebook hace ya la tira, no he leído ni una sola referencia más al asunto, y eso me mosquea.
Y, sí, en efecto el tema con lo de MUNDOS DESCONOCIDOS es el mismo que el de AVENTURAS BIZARRAS, del que hay más material que el que se acabó publicando por estos lares, y supongo que pintan bastos con el asunto tanto en uno como en otro.

hammanu
hammanu
Lector
En respuesta a  frankbanner49
1 febrero, 2018 18:01

Puede descargarme los dos tomos en digital del Planeta y estaban muy bien reproducidos. Creeme que solo al ojearlos se me caia la baba, la edición en papel será una pasada y ojala la sacasen aqui

frankbanner49
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Lector
En respuesta a  hammanu
1 febrero, 2018 21:03

¡ Bueno es saberlo !.

frankbanner49
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Lector
En respuesta a  frankbanner49
2 febrero, 2018 13:19

El relato de EL CORTADOR DE CESPED me parece EL MEJOR Walt Simonson que he visto nunca como dibujante.
Es casi una mezcla del propio Simonson con el estilo del sienki. Una maravilla.
El año pasado me lié la manta a la cabeza , y me hice con mucho material tanto de Vértice como de Forum.
Uno de aquellos tomos que pillé de Forum es, justamente, el de GRANDES AUTORES. WALT SIMONSON, y en él sí que estaba el relato este de EL CORTADOR DE CESPED.

De lo de MUNDOS DESCONOCIDOS tendria que sacar un»ratillo» para hacer la comparativa, Miki, pero juraría que los de Vértice sacaron practicamente todo el material existente de la cabecera a juzgar por todos los números que publicaron.
Conjetura en mí caso, de todas formas, porque me faltaron no sé si uno o dos números por conseguir ( tengo en concreto los números 3-4-21 y 24) y de la edición original ¿pueden ser cinco los números?.
Tienes razón, claro. Dificilmente lo veremos (como buena parte de lo de AVENTURAS BIZARRAS, o de materiales de la EPIC) porque, supongo, que habría que negociar autor a autor en algunos casos, pero no perdamos la esperanza. A ver si algún día se soluciona esto de alguna forma, aunque pintan bastos, ya te digo.

pillé igualmente un número concreto de RELATOS SALVAJES de Vértice,el número 7 que aquí se tradujo como SUPERHOMBRES PROCEDENTES DE LAS ESTRELLAS. Ignoro completamente de donde proceden las historias, si de esta misma UNKNOW WORLDS, o de otro sitio. Trae una historía muy chula de Doug Moench y Alex Nino (una maravilla) , y otra de Marv Wolman con Dave Cockrum y Crusty Bunker (muy buena, tambien). incluye una retrospectiva de la figura de Erich Von Daniken.

Ahora mismo si hiciese un top de cabeceras que me gustaría recuperar por estos lares -si pudiera ser- serian estos materiales:
MUNDOS DESCONOCIDOS.
LA TUMBA DE DRACULA MAGAZINE ( estan trabajandou en ellou).
DRACULA LIVES-THE SON OF SATAN-DEADLY HANDS OF KUNG-FU estan programadas, y ojalá que no haya sorpresas de última hora.
Las ediciones que sacaron tiempo há los de Planeta de las cabeceras de terror y scifi -entre otras- de ECC.
Solo que en vez de en ediciones «jibaras» como las sacaron, que ahora lo hagan en buenos tomacos como los que se estan editando ahora. Eso sería fabuloso. Tener algo así sería inimaginable para cuaquier coleccionista. Un tesoro.
Harvey Kurztman, Frank Frazzettta, Al Williamson, Gray Morrow… todos ellos merecen ser recuperados en nuestro país con sus mejores obras.
El MONSTER UNLEASHED, por supuesto. Ya hay dos tomos publicados en los USA (¿todo?) por lo que ya es cuestión de querer publicarlos o no, y es un material 100% MLE. Con material más variado, además.
Y,claro está, lo de EL PLANETA DE LOS SIMIOS.
Y mucho más, evidentemente, pero con esto ya publicado eso sería ya la leche, vamos.

Volviendo a lo que cuentas sobre la reproducción -en origen- de la cabecera de EL PLANETA DE LOS MONOS, sí, es posible que estuviesen así algunas páginas, y no tuviesen margén de mejora.
Me asombra en todo caso, como algunos materiales se «remasterizan»/recuperan de una forma tan brillante. Hace poco estuve echando un vistazo a unos números de Marvel Mistery Comics (creo que los 10-11 y 12) y me flipa lo fantastico que lucen a pesar de las décadas que han transcurrido desde su publicación (y lo de Namor como enemigo recurrente de la antorcha me pareció muy curioso. No conocía esas historias. ¿Se ha publicado algo por aquí?).
En fín, tenemos un largo año por delante. A ver que nos ofrece.

frankbanner49
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Lector
En respuesta a  frankbanner49
2 febrero, 2018 18:32

Fabulosa información, Miki.
Eres un crack, man.
Yo lo llevo «medio bien» porque no compro casi nada de DC y Marvel de lo que se publica actualmente. Así que lo voy dosificando como puedo. Si fueran como dos o tres MLE cada mes, lo tendría algo más que complicado para llevarlo adelante.
Como le den por ponerse las pilas y empiecen a crear tebeos que se acerquen a los que me gustaban hace años, estoy jodido.
Aparte, poco a poco, estamos viendo como también se estan espabilando algunas editoriales recuperando materiales ochenteros muy buenos de autores españoles de primera.
Pero, vamos, que por mí que sigan arriesgando con potentes ediciones como las que estamos disfrutando.
Creo que por ahora hay un cierto segmento de lectores que estamos aguantando el tirón.
Veremos durante cuanto tiempo.

frankbanner49
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Lector
En respuesta a  Arturo Porras
2 febrero, 2018 22:12

Ya te digo que en ese tomo de Walt Simonson de Forum sí que estaba seguro. Ignoro en que situación se encuentra ahora mismo, claro.
Y lo de la adaptación de encuentros en latercera fase ya lo hizo Bruguera (por él preguntaba hace poco por algún hilo porque lo tengo, pero no reconocía la firma de Simonson, y sí en cambio el entintado de Janson).
Lo de Battlestar Galactica si que es algo que no sabía.
Me gustaría poder ver esos números, demonios. 😀
…que, ahora que lo pienso, Arturo, lo mismo que han sacado ese tomo de cosas varías de Frank Miller con materiales de AVENTURAS BIZARRAS, MARVEL PREVIEWS, y otras cabeceras, raro sería que no hiciesen lo mismo con uno dedicado a Walt y lo colasen de rondón.
Aunque no sé yo si Simonson sigue teniendo tirón a día de hoy. Ya dudo hasta que editen algo de Byrne, fijate lo que te digo.
Como no los inviten a ambos en algún momento a un próximo salón…

frankbanner49
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Lector
En respuesta a  frankbanner49
2 febrero, 2018 22:23

Pués, sí, eso sería lo ideal.
Pero aunque estoy más que acostumbrado a ver series y pelis con subtitulos, lo de leer en ingles puro y duro me temo que se me resiste (bastante) a dia de hoy.
Así que tendré que encomendarme a lo que los caballeros de Panini/SD tengan a bien editar por aquí (sig). 🙁

hammanu
hammanu
Lector
En respuesta a  frankbanner49
1 febrero, 2018 18:05

Yo creo que si los sacaran ya que a habido ciertos movimientos de buena voluntad por las editoriales. Yo creo que si tardan tanto es por intentar conseguir todas las paginas originales que puedan para una mejor reproducción, y como ambas series eran muchos números hay curro de sobra. También votaria por lo de Mundos desconocidos ya que incluso tengo atesorado un magazine original yanqui…

frankbanner49
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Lector
30 enero, 2018 19:46

Brutalisimo articulo, Arturo Porras !.
«tocando todos los palos», y situando en contexto para mayor riqueza si cabe del articulo.
Menuda entrega, caballero. Es usted el puto amo…y lo sabes.
Y sobre esto…
A mí me parece una gozada de tomo. Pero soy fan, y entregado a la causa, así que mí opinión no es muy objetiva, me temo.
Verdaderamente es una gozada que se esté publicando este tipo de materiales, y ya estoy deseando que a este le siga en un futuro Monsters Unleashed con gente involucrada como Claremont, Don Mc gregor, Roy Thomas, Steve Gerber, Joan Boix, Vicente Alcazar, Pablo Marcos, Gil Kane, Jesús Blasco, John Buscema, Gray Morrow, Val Mayerik, Doug Moench…y el resto de los «sospechosos habituales» sumado a algunos otros nombres, y en una mayor variedad temática.
Yo con esto ya casi estaría.
Aparte lo del magazine de LA TUMBA DE DRACULA no esta aún perdido, y solo es cuestión de tener paciencia.
En SD/Panini han tomado buena nota de errores pasados y eso se traduce en cuidar el hecho de que los futuros materiales salgan en las mejores ediciones posibles.
Y me parece bien. Si hemos aguantado tantos años esperando, ¿porque no esperar un poco más?.
Toca esperar, pero seguro que merecerá la pena.

batlander
batlander
Lector
En respuesta a  frankbanner49
30 enero, 2018 20:48

Que ha pasado con el tomo de Dracula?

frankbanner49
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Lector
En respuesta a  batlander
30 enero, 2018 21:21

Se va a esperar a que haya una próxima edición en los USA con mejores materiales reproducibles.
Se cambía por un tomo de Namor con materiales de Roy Thomas. Buscema y Gene Colan.

batlander
batlander
Lector
En respuesta a  frankbanner49
30 enero, 2018 22:02

Es una buena decision entonces. No es que haya prisa por que salga y al menos a mi me han hecho un favor y asi temino Shang-Chi de una vez…

Dynamo
Dynamo
Lector
31 enero, 2018 9:00

Excelente trabajo de nuevo, Arturo. Como no, Stan Lee en los origenes t Roy Thomas trabajando.
Por desgracia (o no, con la cantidad de volúmenes apetecibles que publican hoy día), no soy el público objetivo de esta temática. Pero da gusto leer tantos y tan buenos nombres al cargo de las historias del tomo.
Mi acercamiento al género Zombie es escaso, de Marvel por ejemplo el hermano Vudù lo he conocido por su membresia en los Imposibles Vengadores de Duggan, con Jericho a cargo de sus habilidades y Daniel molestándole.
No me quito el sombrero porque aún lo tengo levantado del último artículo, maestro.

Mimico
Lector
2 febrero, 2018 11:55

Excelente artículo, Sr. Porras. Lo he dosificado en dos visitas, para poder disfrutarlo plenamente. Me ha dejado bastante asombrado el arte de Pablo Marcos que, a juzgar por las muestras que ha escogido para adornar su reseña, es impresionante.
También recuerdo haber tenido de crío ese cómic de la Hulka de Byrne con los X-Humados. Me suena que estaba el Cambiante, el Diamante Viviente, Harry Leland el Alfil Negro del CFI y alguien más que no logro que me venga a la cabeza…

Mimico
Lector
En respuesta a  Arturo Porras
3 febrero, 2018 19:23

¡Cara Escamosa! Normal que no me acordase… Y de Marcos, sí que me sonaba de Conan, pero más como entintador. Por eso me han sorprendido estas muestras suyas de dibujo completo. Siempre se aprende algo nuevo con sus artículos.

PD: ¿La valoración global va con segundas? XP

Nacho Teso
Autor
3 febrero, 2018 13:17

Simplemente me asomo para decir que, una vez más, tremendo artículo, Arturo, tremendo artículo.