C.O.W.L. 01. Principios de poder, de Kyle Higgins, Alec Siegel y Rod Reis

Un pasito más en el Massive-verse, uno hacia el pasado, pues hoy reseñamos C.O.W.L., la serie de Kyle Higgins, Alec Siegel y Rod Reis publicada por Norma Editorial.

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Edición original: C.O.W.L. 1-5 USA (Black Market Narrative/Image Comics)
Edición nacional/España: C.O.W.L 01. Principios de poder (Norma Editorial, 2023)
Guion: Kyle Higgins y Alec Siegel
Dibujo: Rod Reis y Stéphane Perger
Traducción: Sergio Colomino
Realización técnica: Martín Garcés
Formato: Rústica. 136 páginas. 21€

Un drama policíaco de supers y políticos

Volvemos al universo de Radiant Black y compañía, o más bien al Massive-verse antes del Massive-verse, pues C.O.W.L. tiene historia previa a la ya conocida serie de Kyle Higgins. De hecho a los lectores de Radiant Black les sonará este nombre por alguna que otra referencia. Sus protagonistas, Nathan y Marshall, hablan de ellos pero lo hacen como si de una serie de televisión se tratara, aunque también sabemos que sus personajes sí han existido en esa realidad. Digamos que el tiempo lo pondrá en su lugar y nos resolverá hasta que punto ambas series están realmente relacionadas, pero lo cierto es que C.O.W.L. es anterior y, por tanto, muy autónoma a lo que sucede en el resto de colecciones.

Tenemos que remontarnos casi diez años en el pasado. En mayo de 2014 Higgins se une con Alec Siegel, guionista que trabajó en Marvel y DC con personajes como Batman o Los Vengadores, para crear esta serie de corte superheroico pero con un dibujante que se sale un poco de los cánones habituales del género, Rod Reis, autor que también se ha prodigado por las dos mayors. Y todos ellos nos llevan más al pasado con una historia que comienza en los años cuarenta pero que se ambienta en los sesenta. Parece complicado y en cierta medida lo es, pero no por el tiempo sino por la cantidad de información.

C.O.W.L.

Blaze, Cuervo Gris y Gorrión son tres héroes que se marcharon a Europa a luchar contra los Nazis en los años cuarenta, pero eso tuvo unas consecuencias fatídicas para la ciudad de Chicago, a saber, cuando volvieron de la guerra se encontraron una ciudad ocupada por una mafia conformada por criminales super-poderosos. De ahí se formó C.O.W.L., siglas de Chicago Organized Workers League, con personas con poderes e investigadores de la policía sin ellos, dedicados a luchar contra el crimen. Pero la trama general no nos lleva a esa época sino a veinte años después, con todos esos temas solucionados ¿es necesaria una policía especial de superhéroes? Esto es lo que realmente plantea el tomo, y lo hace de forma arriesgada pues comienza con la acción de los sesenta, de forma algo caótica y un con gran número de personajes, saltando de uno a otro, mientras que este argumento no se explica hasta el comienzo del segundo capítulo o en la sinopsis del tomo. Por lo menos en las primeras páginas tenemos un índice de personajes al que acudir, sobre todo en esos dos primeros capítulos, que serán de ayuda.

Esta narrativa inicial, que nos mete en medio de la acción sin explicación alguna, no ayuda a entrar de forma fácil en el cómic, pero luego el tema ya va cambiando. Digamos que el estilo de este tomo rompe mucho con lo que ofrece el Massive-verse, no es un cómic que empiece de cero, sencillo y directo, tanto en guion como en dibujo. Rod Reis es un autor atípico en el género, con una clara influencia de Bill Sienkiewicz, en la línea de autores como Ben Templesmith pero con un trazo más limpio, su narrativa no es de las que entran a la primera y eso hace el cómic de interpretación más compleja. Díficil, sí, pero no malo, ni mucho menos. A pesar de que alguna escena de acción pueda resultar un poco estática, en especial cuando tiende al realismo, se agradece muchísimo encontrarse con un autor como Reis, imaginativo y que gana por sus atmósferas, precisamente en un cómic que tiene acción pero va más a la vida personal de los agentes, es más policíaco que superheroico. Se notan mucho las páginas de Stéphane Perger en el capítulo cuarto, más realista y con menos fuerza, pero consiguiendo mantener un buen nivel.

Una vez que se supera ese primer capítulo algo caótico, que acaba resultando más refrescante en su relectura, la serie cambia mucho, hasta el punto que poco tiene que ver con lo que nos ofrece el Massive-verse. Ni mejor ni peor, simplemente diferente.

La trama del cese de la organización, las interacciones con los políticos, las muertes en la calle o las propias relaciones entre los personajes acercan a C.O.W.L. a obras que se salen del género, un pasito más cerca de un Powers o una The Wire que a los Power Rangers, para que nos entendamos. Son más importantes las reuniones que las peleas.

Evidentemente los intereses políticos y la corrupción de diversos estamentos de la administración son los temas estrella, en especial el efecto que tiene todo esto sobre las personas comunes con un trasfondo que nos puede llevar a “con este mal no pueden acabar los superhéroes”. Con ello, el tomo va in crescendo. Cuanto más avanzamos más interesante resulta. Tanto el guion, enfocado en huelgas y leyes, como la sobriedad del dibujo, se van uniendo cada vez más. Es muy curiosa la versatilidad que demuestra Kyle Higgins escribiendo esto justo antes de entrar a realzar a los Power Rangers al Olimpo de las franquicias.

Es verdad que el Massive-verse da cabida a cualquier cosa, al final son creaciones distintas de diferentes autores unidos en un mismo mundo, pero C.O.W.L. ofrece un contrapunto muy interesante al resto de series. Es cierto también que esto se quedó en una serie limitada de once números, que aquí Norma Editorial recopilará en dos tomos, y que concluyó en 2015, pero sería muy interesante saber más de esto e incluso tener una serie de este tipo alternándose con Radiant Black y su rabiosa actualidad. Está claro que Higgins tiene una enorme capacidad para contextualizar a sus personajes en los momentos que viven, aún en su fantasía, al igual que ocurre con Radiant Black y los tiempos modernos, aquí se huele la década de los sesenta.

Al final C.O.W.L. ha resultado una sorpresa muy agradable que puede atraer un tipo de público muy abierto. Incluso tiene un corto que podéis ver aquí mismo:

Lo mejor

C.O.W.L. es diferente, profundo y social.
Rod Reis hace un trabajo muy interesante.

Lo peor

• El primer capítulo es algo caótico y no refleja bien el camino que va a tomar la serie.

Otras reseñas del Massive-Verse

Reseña de Radiant Black 1: Origen (no muy) secreto
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Edición original: C.O.W.L. 1-5 USA (Black Market Narrative/Image Comics) Edición nacional/España: C.O.W.L 01. Principios de poder (Norma Editorial, 2023) Guion: Kyle Higgins y Alec Siegel Dibujo: Rod Reis y Stéphane Perger Traducción: Sergio Colomino Realización técnica: Martín Garcés Formato: Rústica. 136 páginas. 21€ Un drama policíaco de supers y políticos…
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8

8

Una sorprendente mezcla de cómic policíaco y político donde los supers son una mera alegoría.

Vosotros puntuáis: 4.7 ( 3 votos)
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