Batería de Reseñas #05

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Quinta edición de la Batería de reseñas, y primera de Octubre, con las novedades de Panini del mes. Faltan algunas cosas bien porque no resultan muy interesantes, no aportan nada nuevo o no he tenido tiempo: en esta última categoría entra en Ultimate Iron Man. Prefiero dedicarle una buena lectura, así que puede que vaya en la tercera semana (¡inflitrada entre los tomos Marvel!). Por si queréis echarle un vistazo, y hablando de Panini, han subido las novedades de Diciembre. Cuatro destacados: punto álgido de la Iniciativa de Slott con K.I.A, llega el aclamado Hércules de Pak y Sandoval, vuelve el Cable/Masacre de Nicieza en un tomo enorme, y empieza Invasión Secreta (Por si alguien no lo hace ya: leed los resúmenes de Alberto Benavente, aunque sean los apartados sin spoiler. Su trabajo es digno de poner en el currículum). Sin más cháchara, vamos con las reseñas. Que las disfrutéis.

Capitán América #36
Edición original: Captain America #35
Guión: Ed Brubaker
Dibujo: Steve Epting

CAPITÁN AMÉRICA #36

El plan de Cráneo y Amigos. Así debería llamarse la serie – en algunos números, por lo menos – si hacemos caso al contenido y a los aspectos en los que se pone mayor énfasis. Es una gozada observar las maquinaciones de los enemigos del Capitán América: la manipulación, los tejemanejes, aprovechar las herramientas que América ofrece para volverlas en su contra. La democracia, el derecho a manifestación y crítica… son cosas impensables en otros países, pero Cráneo y sus compinches sacan partido de estos beneficios para conseguir sus objetivos y atacar al país que los sustenta. Una muy buena idea, y una vuelta de tuerca al eterno plan de Cráneo de crear su nuevo régimen. Brubaker no revela todo el pastel, de modo que algunas de las ramas del plan – como el papel de Zola o la extensión de la manipulación del senador – todavía permanecen relativamente ocultas, incrementando el interés y la expectación.

El Capitán América, por otra parte, se muestra más torpe. Es fantástico que Steve Rogers sirva de inspiración para tomar partido y mejorar las cosas, pero sus procedimientos para poner fin a unos disturbios son lanzar gas y emprenderla a golpes y escudazos con los antidisturbios. Se le nota bastante burdo, aunque el hecho de que esté dando sus primeros pasos puede servir como excusa. Pero en cualquier caso, el Capitán América no resulta una figura inspiradora o heroica, sino un tipo confundido que va lanzando golpes por doquier porque no sabe hacer otra puñetera cosa. Siempre se puede sacar algo bueno de lo malo, y al pasar rápidamente las páginas relativas a Bucky podrás disfrutar más detenidamente del plan de Cráneo.

Epting sigue a la altura, aunque sus escenas de acción son considerablemente peores. La anatomía está más descuidada, algunas posturas resultan estáticas y forzadas, la cinética es peor y hay una peor consistencia. Todo ello hace que los combates resulten feos y poco emocionantes, y hasta las secuencias que deberían resultar asombrosas – como los rebotes del escudo – quedan decididamente raras. El resto son escenas de conversación, y eso sí que se le da mejor, manteniendo un aspecto de thriller e intriga bastante cuidado.

Cuatro Fantásticos #10
Edición original: Fantastic Four: ¡Isla de la Muerte!
Guión: Tom Beland
Dibujo: Juan Doe

CUATRO FANTÁSTICOS #10

Cuando abrí este comic, no sabía que esperar. Ni para bien, ni para mal. Y mira, ha sido una muy reconfortante sorpresa: Isla de Muerte funciona bien como tebeo de superhéroes y como historia de los Cuatro Fantásticos, con ambos aspectos en perfecta conjunción y un dibujo interesante.

En primer lugar, consigue enganchar con una premisa tan básica como divertida, que sirve de excusa para caracterizar con mucho estilo a los Cuatro Fantásticos a la vez que va aumentando tu gusanillo. La idea detrás del viaje de Ben es simpática y entrañable, y tanto él como Susan reciben una generosa dosis de caracterización de calidad a lo largo de todo el comic, con diálogos buenos y perspectivas interesantes de su historia común que establecen un bonito nexo entre ambos. De hecho, la interacción entre los Cuatro Fantásticos es muy buena, con un enfoque realista de familia. El aspecto íntimo, humano y personal de Isla de Muerte es el más interesante y refrescante.

El aspecto superheroico y aventurero es bastante más normalito. Lugar exótico tiene una amenaza desconocida, grupo de superhéroes aventureros van a investigar dicha amenaza. Que los personajes del folklore estén fundamentados en criaturas reales es una idea que respeta la presencia de ciencia y magia, y además aprovecha a un viejo villano para darle un trasfondo curioso. El plan de éste va más allá de la típica perorata de maloso, y tras esta historia cuenta con elementos nuevos que podrían dar lugar a nuevas historias o enfoques. Y por último, la forma de derrotarle es sencilla y lógica, pero igualmente satisfactoria.

El dibujo de Juan Doe tiene un aspecto muy curioso, pero tiene sus puntos buenos. Ben tiene un aspecto muy simpático, aunque el resto de los Cuatro Fantásticos parecen personajes sencillos de dibujos animados. Sin embargo, eso les permite ganar en expresividad. Los escenarios también están muy cuidados, meticulosamente recreados e inmersivos. Y los malos tienen un aspecto interesante y chulo.

Isla de Muerte tiene un poco de todo, y en todo demuestra un buen nivel: funciona muy bien como historia personal e íntima, bien como aventura y otra vez muy bien a la hora de aprovechar elementos superheroicos; y hace que estos tres aspectos interactúen de forma muy natural y divertida. No es el próximo pilar de las historias de los Cuarto Fantásticos, pero es una lectura muy entretenida, bien escrita y que te hará pasar un buen rato.

Daredevil #32
Edición original: Daredevil Annual Vol.2 #01
Guión: Ed Brubaker y Ande Parks
Dibujo: Leandro Fernández

DAREDEVIL #32

Carlos LaMuerto. Cuanto más lo repites, más tonto suena. ¿Tanto costaba haberse documentado un poco antes de bautizarlo? A lo que iba. Este número está centrado en… sigh, Carlos LaMuerto, Tarántula Negra, que quiere enderezarse un poco y empezar a vivir de forma que no tenga que romper caras para ganarse el pan. Está muy bien caracterizado, y en torno a él se construye una historia sencilla y hasta cierto punto arquetípica, pero interesante. Dichos estereotipos también se aplican a nuestro protagonista, aunque en este caso tampoco resultan demasiado densos.

Tarántula es la encarnación del viejo criminal curtido, con poderes pero con la típica mentalidad gregaria y de clan de los barrios marginales, con esqueletos en el armario y muchas maneras que no terminan de írsele. La actitud con respecto a buenos y malos, su forma de ser y de comportarse encajan a la perfección en el molde de matón de barrio bajo: la originalidad brilla por su ausencia, pero la calidad con la que está escrito, su imprevisibilidad y carácter hacen que estés deseando leer una página más sobre él. Su interacción con Murdock sí resulta única, mezclándose el respeto con el desprecio. Por último, sus intentos por encajar en la sociedad y la legalidad dan lugar a un montón de buenas escenas, tanto divertidas como duras.

La historia es algo más básica, dado que el elemento central del número es Tarántula. No pasa de ser la típica historia de mafiosos asaltando el barrio, con pinceladas de venganza y uno o dos tópicos más de esta clase de relatos. Nada que no hayas leído ya, parco en ideas y casi prescindible. Podrías arrancar la mitad de las páginas y seguirías teniendo un comic perfectamente coherente y entendible.

El dibujo corre a cargo de Leandro Fernández. Su trazo limpio y su acertado uso de las sombras y las perspectivas son los aspectos más positivos. A ellos hay que añadir una buena recreación de los ambientes decadentes, el intimidatorio aspecto de Tarántula y las fluidas escenas de lucha. Algunos dibujos más exagerados desentonan un poco en un comic que pretende ser serio y hasta dramático, pero por lo demás es bueno.

Increíble Hulk #01
Edición original: Hulk Vol.4 #01
Guión: Jeph Loeb
Dibujo: Ed McGuiness

INCREÍBLE HULK #01

Después de Guerra Mundial Hulk, las cosas vuelven más o menos a su cauce. Pese a ofrecer algunas peleas espectaculares y buenos momentos, el arco recientemente publicado no ha tenido cambios sustanciosos en el estatus quo ni del Universo Marvel, ni de Hulk, ni de Banner. Para que quede claro, Loeb se desmarca completamente de los acontecimientos recientes y empieza en este Hulk #01 una historia sobre encontrar al asesino con todos los ingredientes de este tipo de relatos y ni la más mínima mención a ninguno de los elementos de la Guerra. Un punto y aparte en toda regla, además de algo que podría ubicarse en casi cualquier punto de la continuidad del gigante verde. Esto tiene una ventaja, y es que el relanzamiento puede resultar más accesible para nuevos lectores, pero el inconveniente de pasar por alto la oportunidad de introducir un cambio estable en el personaje. En cualquier caso, vamos con el número en cuestión.

Breve sinopsis: ha habido un asesinato, y toca saber quién es el asesino. No diremos quién es por aquello de los spoilers, pero adelanto que es un personaje con una gran historia pasada que, si bien nunca ha sido alguien memorable destinado a los anales de la historia, sí merecía una muerte más digna que la chapuza a la que aquí le condena Loeb. Rápida y muy estúpida, aunque seguramente será ignorada en cuando el guionista abandone la serie. La escena de la investigación de la escena del crimen llega a dar cierta vergüenza, con Doc Samson haciendo el Aragorn: esto es, deduciendo hasta el más mínimo movimiento de la contienda a partir de pisadas y… pisadas. Fantástico.

Tiene que haber pelea, así que a mediados del comic hace aparición un grupo de rivales de una sola línea, sin caracterización ni poderes interesantes, que se enfrentan a los investigadores (Hulka, Samson y Iron Man) en una pelea aburrida y sin nada interesante que ofrecer. También se da una pista sobre el autor del asesinato, que tendría mucho más suspense si no apareciese en portada. La última página confirma algo que ya sabemos, terminando un comic que no engancha, fácil y tópico.

Vale, la idea de que haya un asesinato lo hace interesante… pero es que un asesinato es interesante de por sí. Loeb pone el cadáver, y el resto de resuelve por piloto automático, sin el más mínimo esfuerzo por escribir un desarrollo elaborado, plantear dudas más allá de “¿quién ha sido?” o hacer interesantes a los secundarios. Hulka tiene carácter, pero el resto de personajes son bastante planos. En el caso de los muñecos a los que toca pegar, ni hablamos.

El dibujo corre a cargo de Ed McGuiness. Ya sabes cual es su estilo, así que no hay lugar a sorpresas: líneas claras, dibujos expresivos y dinámicos, personajes quizá un poco más rechonchos de lo habitual y enormes mandíbulas de granito. Le da un aspecto bonito al comic, casi de dibujo animado, aunque las siluetas y detalles anatómicos pueden hacer rechinar los dientes. Los efectos, explosiones y escenas de pelea quedan bien (fantástico el Iron Man saliendo de las llamas).

Este primer número de Hulk tiene aspectos positivos como su gran accesibilidad, y la investigación de un asesinato siempre es un buen terreno sobre el que trabajar. Sin embargo, también está plagado de molestias que empeoran el resultado: muerte gratuita, malos diálogos, poca caracterización, momentos directamente estúpidos, acción por acción, desaprovecha Guerra Mundial Hulk… resulta un poco decepcionante. El dibujo de McGuiness pega bien, aunque de ningún modo justifica la compra de éste comic de una sola idea.

Iron Man: Director de SHIELD #09
Edición original: Iron Man: Director de SHIELD #25
Guión: Daniel y Charlie Knauf
Dibujo: Roberto De la Torre

IRON MAN: DIRECTOR DE SHIELD #09

El encuentro final se acerca, y hay una clara mejora al algunos aspectos con respecto al número anterior. El Mandarín adquiere un mayor protagonismo, y los Knauf aprovechan bien su presencia para darle una personalidad atractiva: manipulador, sutil, casi trágico cuando se revelan sus verdaderas motivaciones, un villano convencido de que lo que hace es bueno. Queda muy bien en su nuevo papel de empresario ladino a lo Lex Luthor (durante la etapa Byrne o como presidente). Su plan sigue sin ser nada del otro Jueves: sus efectos y consecuencias son terribles – tanto, que sabes que no va a tener lugar – pero es la idea básica de plaga a escala mundial. En resumen, un Mandarín bien caracterizado e interesante con un plan al uso.

La colección sigue presentando ciertos aspectos irritantes del tipo «quiero resultar serio y realista, y tomarme a la ligera el género superheroico». Para empezar Iron Man, lo que se dice Iron Man, hay poco. Su armadura aparece poco y ni siquiera hace un uso no ya creativo de ella, sino básico. Aparece con ella puesta casi por cumplir con la cuota. Por otra parte, esperemos que la idea de reutilizar la armadura clásica no sirva de excusa para convertir a Iron Man en Repulsores Man, por ser éste el único uso que le dará al traje rojo y amarillo, aunque tiene todos los visos.

El diálogo con Samson tampoco tiene demasiada sustancia, y refuerza la idea de dibujar a los héroes como personajes desequilibrados o rarezas. Es el problema de tener un personaje psicólogo: si fuese médico, los guionistas pasarían dos meses documentándose antes de ponerle describiendo una fractura y si fuese físico, realizarían múltiples consultas para fundamentar lo que dice en hechos. Pero como sobre psicología opina hasta la portera, cualquier punto de vista por tonto que sea parece serio o profesional de boca del terapeuta de pelo verde. Lo cual es un craso error. No, Leonard, o señores Knauf, los héroes no están chalados por entrar al trapo cuando ven una injusticia. Eso no los hace locos, los hace héroes. Parece un intento chabacano y cutre de retomar los planteamientos de Hollis Mason en Watchmen sobre los héroes como pervertidos y desequilibrados y no, no queda bien en absoluto. Esta parte en concreto roza lo bochornoso, posiblemente lo peor del número.

Donde sí mejora es en la narración de los acontecimientos. El número anterior se hacía bastante pesado y lento, pero éste tiene un montón de secuencias rápidas e intensas, perfectas para transmitir la sensación de peligro inminente y de confusión. El final también es muy bueno: se revela el auténtico plan del Mandarín, en una atmósfera ominosa y terrible. El próximo número promete acción. Ya tardaba. En resumen: se experimenta una mejoría en aspectos como la fluidez o la caracterización, es más entretenido y más divertido, pero sigue metiendo la pata a la hora de darle a Iron Man y su entorno un aire más moderno y oscuro que, lejos de quedar bien, simplifica las cosas o las deforma. Otras series también han optado por un enfoque más duro, como Capitán América, pero ésta tiene un sólido guión e ideas para respaldar este cambio de estilo. El guión de ésta es más normal, y las ideas se quedan en la forma.

El dibujo corre a cargo de De la Torre: va como un guante a la idea de los guionistas de darle un aire serio a la colección, con un montón de expresiones sombrías, miradas perdidas y trazos realistas. Buena narración en las conversaciones, pero patina cuando aparecen expresiones faciales – cuanto mayor es la expresión, más falla -. Y por favor, hace que Samson parezca muchísimo mayor. En general está bien, muy apropiado. El número que viene toca pelea, y podrá demostrar si también es capaz de hacer grandes escenas de acción.

Jóvenes Vengadores Presentan: Patriota
Edición original: Young Avengers Present #01
Guión: Ed Brubaker
Dibujo: Paco Medina

JÓVENES VENGADORES PRESENTAN: PATRIOTA

¿Quién lo iba a decir? Brubaker también demuestra oficio a la hora de escribir a un adolescente. Escribir adolescentes es meterse en arenas movedizas: hace falta ser habilidoso para que no suene como un adulto, pero tampoco como un niño, con el siempre presente riesgo de que su altivez y energía lo conviertan en alguien insoportable sobre el que no puedes leer más de dos páginas seguidas. Brubaker está a la altura, y la semblanza que hace de Patriota en este comic es correcta.

Para empezar, confiere a su idea de legado un cariz propio: más que un relevo generacional o un manto heredado es una reivindicación, el recordatorio de un héroe anónimo en una época oscura, un manifiesto rabioso. La tendencia de Brubaker de volverlo todo un poco más oscuro puede resultar un tanto reiterativa, pero en este caso tiene sentido: su visión típicamente adolescente del mundo, unidimensional y tremendista, no deja sitio a los motivos inspiradores, sino a utilizar los símbolos como su pequeña y personal venganza.

Su interacción con Bucky también es buena, y hay un buen diálogo al final del número en el que éste trata – a grandes rasgos – de seguir los pasos de su maestro e inculcar al chaval los principios que él aprendió de una forma accesible. Además, Brubaker presenta el argumento que cohesionará los siguientes números y que servirá de hilo conductor, salpica de ideas las 24 páginas del comic, escribe unas buenas interacciones entre los Jóvenes Vengadores, dota de mayor profundidad al protagonista y lo escribe como un adolescente creíble y con inquietudes. Inquietudes sesgadas, un poco radicales y a medio cocinar, pero que levante la mano el que no funcionase así a los quince años.

El dibujo de Paco Medina está bien, aunque Eli quizá parece un poco mayor en algunas viñetas. Es muy competente en todos los diseños y el acabado de los dibujos. Buen aspecto general, sólido, pero tampoco destaca en ningún aspecto. Este Jóvenes Vengadores: Patriota es una agradable sorpresa: no es una revolución, no es la lectura del mes y el dibujo no es para tirar cohetes, pese a ser más que correcto. Pero es una buena representación del personaje, al que hace complejo, con carácter y un comportamiento acorde a su edad, con algunos diálogos interesantes y una historia paralela que puede dar juego. Merece la pena echarle un vistazo.

Nuevos Vengadores #34
Edición original: New Avengers Anual #02
Guión: Brian Michael Bendis
Dibujo: Carlo Pagulayan

NUEVOS VENGADORES #34

Segundo asalto del Encapuchado y su banda: esta vez son más y tienen un plan, pero siguen sin ser interesantes. Los malos siguen teniendo ataques clasificados en dos categorías: puñetazos y disparos. Es ridículo que en una pelea que debe resultar peligrosa y enorme, tres villanos sólo sepan darle al gatillo con una pistola en cada mano: no los hace muy diferentes del matón común, y no permite hacer uso de aspectos más interesantes de quien las empuña. Además, teniendo en cuenta que uno de los Vengadores a los que atacan tiene la piel a prueba de balas, a otro apenas le afectan y otro las esquiva a diario, tiene tanto sentido como atacarles con un matasuegras. Y para rematar, no es por falta de material: vale, no puedes esperar nada más que golpes de la Brigada de demolición, pero uno esperaría ver algo chulo del nuevo Láser Viviente (post-Invencible), el Hombre Púrpura o el Mago.

Los héroes tampoco tienen mucho con lo que responder: la mayoría sólo pueden responder a puñetazos, y raro es el momento en el que ves un superpoder. Llamadme exigente, pero me gusta que en los comics de superhéroes haya… poderes, por ejemplo. Además, el hecho de que toda su defensa se base en lanzar directos a la mandíbula no les hace parecer los héroes más poderosos de la Tierra, que es lo que son los Vengadores y la razón por la que Bendis incluyó a Lobezno y Spiderman en el grupo: parecen los Vengadores de andar por casa.

Así que, si tenemos unos villanos flojos y unos héroes flojos y mal manejados, el resultado es parecido al del número anterior: una mala pelea. No tiene errores garrafales pero, ¿cuántas viñetas de puñetazos y tiros estás dispuesto a soportar? No obstante, y esto hay que reconocerlo, Bendis trufa la pelea y las escenas tanto previas como posteriores de buenos momentos, haciendo de este Nuevos Vengadores una tarta con mal aspecto, pero con un par de guindas muy apetitosas. Realmente transmite el pánico de Jessica Jones antes del ataque o la incertidumbre tras el ataque de Extraño y la resolución del combate, pese a ser conveniente y a lo Deus Ex Machina, es potente. Aunque se agradecería algo de explicación posterior. Y aquí viene otro de los peros, y es cómo se maneja la magia en el Universo Marvel. Con aquello de que es magia, muchos guionistas – y editores – están haciendo de la magia su motor de cambio principal por su fantástica ventaja: no necesita explicación. ¿Por qué ha ocurrido esto? Magia. ¿Por qué ahora hace esto? Magia. Etcétera. En este caso no es tan exagerado como en Un día más, pero da la sensación de tomar la vía fácil.

En suma: un número de pelea poco inspirada, con algunos momentos buenos de tensión y confusión que cumplen bien su función de adornar. Lástima que no haya algo sustancioso para respaldarlos, y que realmente es otra bronca a puñetazos más. ¡Ah! Y la caracterización es regular, pero es algo que se está volviendo tristemente habitual. El dibujo de Pagulayan es correcto: algunas posturas raras aquí, expresiones desencajadas allá, perspectivas imposibles por el otro lado. Pero maneja bien las viñetas con un montón de gente repartiendo leña, y es bastante eficaz plasmando las situaciones angustiosas que Bendis quiere reflejar, tanto a nivel de dibujo como de narración.

Poderosos Vengadores #09
Edición original: Mighty Avengers #09
Guión: Brian Michael Bendis
Dibujo: Michael Bagley

PODEROSOS VENGADORES #09

¡Este número se acaba cuando parece que acaba de empezar! Una de las razones puede ser el hecho de que haya seis páginas (tres splash-pages dobles) de los Vengadores zurrando a una legión de robots que no articulan palabra. Además de uno de los motivos por el que este número se hace rápido, es un factor que le resta puntos al comic. Que el Doctor Muerte tenga como toda defensa lanzar un montón de robots roza en lo gracioso. Uno de los intelectos más grandes de la Tierra, repeliendo a los Vengadores con los esbirros más aburridos e ineficaces de los comics. El hecho de que elija enfrentarse a Iron Man en un combate directo también es un poco estúpido y fuera de personaje, ya que le bastaba con mantenerse en su “no reconozco tu autoridad” y “tengo inmunidad diplomática” para salir de rositas. Muerte aparece aquí villano arquetípico y frontal, con su legión es esbirros y su “vamos a pelearnos porque me apetece”, lo que le hace menos Muerte y menos chulo. Un clarísimo ejemplo de lo pernicioso de una mala caracterización, con el agravante de que el mal caracterizado es un personaje rico, complejo y que juega un papel central en la historia.

Los Vengadores tampoco actúan de forma muy inteligente. Para empezar, ven normal que Ares estampe un avión contra los muros de Latveria, muros en los que igual hay gente, aunque muchos guionistas parezcan creer que Latveria consiste en Muerte y sus invenciones. En cualquier caso, el plan de los Vengadores consiste en… sí, lo habéis adivinado, lanzarse en masa contra la ola de robots. Recientemente se ha vuelto a publicar la saga de Ultrón Ilimitado: vale, los Ultrones son más poderosos que estos monigotes (cosa que se hubiese solucionado haciendo que dichos monigotes fuesen más fuertes, aunque fuesen menos) pero por muy odiosas que sean las comparaciones, en este caso puede merecer la pena. Allí había un intento desesperado de contener a los enemigos, mientras que aquí se les despacha con una sonrisa. Allí había un uso creativo de los poderes para compensar la desventaja física, aquí hay patadas y puñetazos. Allí había una sensación de angustia y presión, esto es un paseo por el parque. Bagley hace que las páginas dobles queden francamente bien, pero aquí se acaban los aspectos positivos. Vengadores contra masa de hierro aburrido, sexta parte. Sin alicientes.

Número de pelea contra lacayos aburridos y mala caracterización de Muerte. Los aspectos positivos se resumen en alguna escena que puede resultar impactante, y en los buenos dibujos de Bagley: además de las ya mencionadas páginas dobles, que son para poner de poster – pese a alguna que otra postura rara – todos los diseños presentan un buen acabado y detalle. Pero aquí acaba lo bueno, y el resto es un montón de despropósitos y simplezas. No hay nada aquí que haga interesante o complejo a los Vengadores o a Muerte, y comics de héroes machacando a esbirros mudos los hay a patadas. Mejor busca otra cosa.

Punisher: Diario de Guerra #13
Edición original: Punisher War Journal #15
Guión: Matt Fraction
Dibujo: Scott Wegener

PUNISHER: DIARIO DE GUERRA #13

Resolución descacharrante para una historia descacharrante. Los malos son absurdos y masacrables, Kraven es absurdo e histriónico en sus intentos de, precisamente, ser serio y respetable, y el Castigador… bueno, está raro. El dibujo no ayuda en absoluto a tomárselo en serio, retratándole mucho más joven de lo que es, con orejas de soplillo y los unos deltoides que harían agachar la cabeza a Jay Cutler. Es difícil ver en este monigote al letal asesino de criminales al que estamos acostumbrados.

Kraven funciona sólo si te lo tomas como lo que es: un tipo ridículo que se dedica a recreas sus fantasías fetichistas y al que se le llena la boca hablando de la jungla y los animales para luego pelear usando cacharritos. Y Rino… bueno, es tan divertido que es patético, y tiene un par de momentos cómicos simples pero efectivos. Eso sí, tengo mis dudas acerca de que pueda flotar o nadar. La resolución es predecible y normal, con un par de momentos burros y una pelea algo más elaborada entre Frank y Kraven, aceptablemente narrada. Aunque otra vez el dibujo vuelve a restar credibilidad a la historia y parece que Frank en vez de sangre pierde un pegote de pintura.

No ha sido una arco para tirarse de los pelos, pero está lejos de lo que puede hacer Fraction. Ha tenido algunos momentos de brutalidad divertida y exageración, la premisa es divertida – para un número, pero puede que no tanto para tres – y hay más de un momento de risas aseguradas, pero poco más. No es ni lo más divertido, ni lo más creativo que puedes encontrar. Y el dibujo… ay, el dibujo. Es bueno cuando se trata de conferir comicidad a la historia, pero en todo lo demás es descuidado y feo.

Runaways #16
Edición original: Runaways Saga
Guión: C.B. Cebulski
Dibujo: Humberto Ramos

RUNAWAYS #16

Termina el actual volumen de Runaways, después de que los planetas se alineasen y consiguiese tiempo para terminar los últimos números. Al menos no hizo un Kevin Smith. En cualquier caso, para terminar el volumen tenemos este Runaways Saga, que es un repaso breve de lo que le ha ocurrido al grupo a través del diario de Molly. No cuenta una historia, no tiene un desarrollo, es solamente un vistazo atrás a todas las aventuras del grupo con la narración infantil de quien lo ha escrito. La verdad, es muy gratificante repasar todas las ideas de Vaughan, y comprobar cómo consiguió no sólo hacerlas eficaces, atractivas e interesantes, sino cohesionarlas hasta formar una historia fascinante.

Desde luego, no es una compra obligada, y mucho menos si ya tienes la serie completa, así que tampoco resulta muy recomendable: analizándolo por sus propios méritos, sólo puede ofrecer algunas frases divertidas por parte de Molly. E incluso en este apartado tan sencillo C.B. Cebulski mete la pata con errores tan tontos como pasar por alto que nadie tartamudea cuando escribe. Los dibujos de Ramos a veces resultan aceptables y otras tremendamente exagerados y feos. ¿Merece la pena? Si tienes la serie entera, rotundamente no, a no ser que seas un grandísimo fan de Vaughan y quieras volver a disfrutar todo lo que ha contado, sucintamente. Y si hasta ahora no la has leído (¡mal!) es una buena forma de descubrir qué ha ocurrido hasta el momento.

Thor #07
Edición original: Thor #07
Guión: Joe Michael Straczynski
Dibujo: Marko Djurdjevic

THOR #07

Thor ya ha despertado a todos los Asgardianos, de modo que toca un número calmado de transición. ¿Y qué mejor para eso que un estado entre la vida y la muerte? Aprovechando esta circunstancia, el guión nos lleva a través de un viaje entre lo místico y lo mitológico, enlazando – en lo que viene siendo la tónica de la serie – los aspectos de las antiguas religiones paganas con las visicitudes humanas que las sustentan y crean: el acto de matar al padre como paso a la adultez, el engaño, el valor, el poder… La mitología nórdica es una de las más claras a la hora de mostrar estos avatares con toda su crudeza, y Strac aprovecha bien todo ese estupendo material.

Estas diferencias entre humanos y dioses también da lugar a algunos momentos divertidos – no están a la altura de la escena del sistema de saneamiento del número anterior, pero siguen siendo buenos – que ayudan a distender el ambiente, quitarle algo de carga trágico-épica y hacerlo un poco más accesible. Otro hecho positivo es que la nueva situación de Thor da lugar a una nueva situación en el mundo real: así, mientras el dios del Trueno viaja por el pasado y por su propia consciencia, se sucede un cambio en el estatus de un personaje al que está… muy ligado. La explicación resulta creíble, y redunda en la relación entre el hombre y los mitos. Es esta relación, y su concienzudo manejo, lo que está otorgando a esta nueva etapa de Thor un cariz único y atractivo.

Los elementos propiamente mitológicos también están bien llevados: la reacción de Ugin y Mugin ante Thor es impagable, el combate entre Odín y Surtur es grandioso y las escenas ambientadas en la mitología son impresionantes. Esto debemos agradecérselo al dibujo de Djurdjevic: sus dibujos tienen un aspecto genuinamente medieval muy detallado y meticuloso. Si Coipel confería un acabado más ultraterrenal y mitológico a la serie, Djurdjevic la hace más oscura y bárbara. Queda francamente bien, y varios dibujos deben toda su fuerza e impresión a su trazo: la página final, el combate con Surtur o los gigantes del hielo… además, la narración está conseguida, adaptando las perspectivas y secuencias a las distintas situaciones.

Como número de transición, este ejemplar de Thor es impecable. Nueva situación para el protagonista que da lugar a una exploración personal con elementos mitológicos y humanos, que a su vez deja un nuevo estatus en Asgard y un nuevo enfoque a otro personaje. Todos los momentos están bien escritos, hay ciertas dosis de humor, acción, una narración eficaz e ideas. Y un dibujo meticuloso y apropiado. ¿Qué más se puede pedir?

Thunderbolts #09
Edición original: Thunderbolts #120
Guión: Warren Ellis
Dibujo: Mike Deodato Jr.

THUNDERBOLTS #09

¡Ellis se desmelena! Es lo que debería haber hecho, las medias tintas no le sientan nada bien. Cuando intenta encontrar un equilibrio, sus comics quedan sosos, y toda su mala leche parece contenida y reprimida. Si vas a contratar a Warren Ellis para un comic de superhéroes pese a que ya no puede decir más veces que no le gustan los superhéroes al uso, al menos déjale que haga lo que le de la gana, que sumerja la colección en un caos divertido y bestia, y que sea lo que Dios quiera. Es lo que hace en este número, y el resultado no puede ser más animal.

Después de que la operación para reducir al Espadachín se haya ido por la taza, ¿a quién le toca salvar el día? A Norman Osborn. Y Ellis se lo pasa en grande escribiendo a un Norman exagerado, violento, histriónico, cruel y megalómano. Es un retrato tan exagerado y bestia del Duende Verde que cae en la caricatura, pero de una forma tan demencial y con tanto cachondeo que es histéricamente divertida. Porque no te engañes, Ellis no se toma en serio ni una palabra de las que salen por boca de Osborn, y precisamente por eso funciona. Para los que lo hayan leído, ¿sabéis cuando Miller, en un asalto de ego y de “soy el macho alfa de la camada” escribió a su All Star Batman gritando aquello de “I’m the goddam Batman”? Pues este es el Goddam Duende Verde. Un tipo que admira a Hitler, que se compara con Dios, que castraría y pasteurizaría a los héroes y cuyo traje huele a muerte, a rubias y a victoria. ¡Sí!

Por supuesto, Osborn – después de protagonizar un momento desternillante con dos guardias de seguridad – barre el suelo con el Espadachín. ¿Tanto bombo para esto? ¿Para que un villano retirado sea capaz de contener a una amenaza que le dio para el pelo a Veneno? Pues sí, porque este no es cualquier villano retirado, es el villano retirado de Ellis, y si apareciese Galactus le metería una calabaza explosiva por donde no da el Sol y le enviaría de vuelta a las estrellas. Desconecta tu sentido común cuando leas este Thunderbolts: estarás en sintonía con el guionista, y te lo pasarás como un crío.

Las páginas que no implican al Duende, o al Espadachín siendo pulverizado por el Duende, son más aburridas y sosas. El resto del grupo parece una bandada de patos mareados sin saber que hacer, deambulando de acá para allá sin nada que los haga interesantes. Y Samson persevera en su intento para quitarle la tontería a Penitencia, recordándole lo estúpido que es auto-flagelarse por error durante toda la eternidad. Si lo que quería es que el resto del comic fuese aburrido para darle más protagonismo a Osborn, lo ha conseguido. Al menos en lo de hacer que el resto sea más aburrido.

El trabajo de Deodato sigue siendo un poco irregular: buenas las escenas de acción, potentes y explosivas, y buenas también algunas entradas del Duende, aterradoras. Todo lo relativo a acción está francamente bien y cuantos más disparos, explosiones y gente pegándose haya, mejor para él. El resto… no está bien. Personajes inexpresivos – tanto en general como cuando deberían mostrar emociones – y un aspecto general descuidado y por debajo de su propia media.

Esto es todo por esta semana. La que viene, grapas de Planeta. ¡A ser felices!

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Frankie Frank
Frankie Frank
7 octubre, 2008 10:13

Lo has clavado Alberto con el Mighty Avengers. El New Avengers es malo, pero este es nefasto. El peor número que le he visto al Bendiss (y ya me parecia difícil después de ver lo que hizo en la serie en Civil War o Desunidos; y el bluff tremendo de SI: ¡qué pena!). El Dr Muerte es de risa y Latveria se parece más al parque de atracciones de Madrid que a un pequeño reino hipertecnológico, donde Muerte es rey y señor. ¿Cómo es posible que Latveria no tenga unas defensas imponentes, serias? Por otra parte, no reconozco a ningún poderoso vengador, ninguna caracterización fiel a su personalidad pasada. Bendiss va de peor en peor

DaniSpite
DaniSpite
Lector
7 octubre, 2008 13:41

El Runaways Saga se publica en el peor momento posible: al final de un volumen, que ni siquiera es abarca completo. Podrían haberlo publicado justo antes de la etapa de Whedon, no solo porque resumía todo lo anterior, sino por intentar captar a los fans de mr. Buffy. De no publicarlo entonces, su lugar por naturaleza debería haber sido el número 0 o 1 del siguiente volumen, aunque en ese caso tendrían que incluir un artículo sobre esta última etapa.
En fín, un comic entretenido, para fans de los fugitivos o gente que busque sumarse a la serie y necesite un recap bastante importante.

Mezeguis
Mezeguis
Lector
7 octubre, 2008 14:07

No tengo ningun problema con la capacidad de Brubaker como guionista, pero por favor leer ese comic de daredevil ha sido como una puñalada en el corazón.
Me han destrozado a la Tarantula Negra.
Una cosa sea que domine como nadie el ambiente urbano y otra que corrompa personajes asi para adaptarlos a su estilo de narración.
Que le dio una paliza Bullseye, por favor.

Donde ha quedado ese noble rey del crimen, señor de los verdaderos creyentes de la mano, que dio la gran gran tumiza a spiderman, y le dejo vivo porque su honor le impedia matar a una persona si otra vida dependia de ella. O cuando solo él arraso a las tropas de choque de Hidra.

Tanto tiempo esperando que la gran Tarantula volviese, para encontrarme con esto. Me han derrumbado un mito de la juventud.

Y por supuesto más de lo mismo, en la historia del linaje de tarantula que continua esta historia de Daredevil.
Esto me ha recordado a Naruto (Y sí, la comparación es ofensiva)

Alberto Benavente
7 octubre, 2008 15:23

No me aceptan eso en un CV ni en broma. Asco de vida, tu. 😉 ¡Pero gracias!

Christianspi
Christianspi
Lector
7 octubre, 2008 17:49

Mare meua, ¡qué ganas de pillarme Thunderbolts! Y pensar que me dejé la serie en junio… menos mal que el mes pasado recapacité y me leí los 3 números que me había perdido de golpe. ¡Siiiiiiiií!

javi
javi
7 octubre, 2008 18:40

soy yo el unico que se pregunta porque no ha salido el numero 16 de batman del mes de septiembre?

alguien sabe que coño le pasa a planeta?

probertoj
7 octubre, 2008 20:31

No, Javi, no eres el único que se lo pregunta. Supongo que Planeta está en crisis ya, no. Porque no es ni medio normal el retraso que hay con determinadas cosas.

javi
javi
8 octubre, 2008 0:45

me parace que alguien va a perder los derechos de dc, ojala lo tuviera panini los derechos de dc

HUMBERT
HUMBERT
Lector
8 octubre, 2008 12:08

oye, error error error…doc samson se llama «DOC» PORQUE ES PSIQUIATRA ,osea medico, NO SICCOLOGO, un respeto a la profesion de psicologo , pero para estudiar siquiatria te pasas como 11 años mas los masters , para ser sicologo no tantos… :O

KANG!
KANG!
Lector
8 octubre, 2008 13:21

De verguenza lo de Bendis….entre él y Paul Jenkins estan consiguiendo que em marche a Dc ¿Tan dificil es para Quesada poner en sus series guionistas que no se averguenzen de escribir superheroes?

Pero que estafa es esa de Vengadores , por Dios , el Mago , un tio con el intelecto que rivaliza con el de Reed Richards no usa ni uno solo de los inventos que le he hemos visto sacar en tantas peleas…Se pasa la pelea con un a pistola e dispara algo parecido a vapor…y el dibujo de Yyu es horrible y no te enteras de nada.

Del número de Migthy no voy a comentar nada…¿eso es el doctor Muerte o un Skrull?

Mal , muy mal…lástima de euros.

Roger
Roger
8 octubre, 2008 14:09

Debo decir que desde la Civil War la armadura de Iron Man es cada vez más patética. Incluso en su colección.

En CW cada dos por tres le arrancaban el yelmo para mostrar su careto (total, ya no tiene identidad secreta), con lo cual aquello que la armadura cada vez es más moderna queda en entredicho.

Esa saga del patriota da a entender que saldran más Young Avengers, mola.

En cuanto a Bendis, no creo que se le pueda criticar más de lo que ya se ha hecho…