Secret Invasion (18): Pantera Negra, Cuatro Fantásticos, Ms. Marvel y más.

Bienvenidos una semana más a la sección relativa a Invasión Secreta. Esta semana, los invasores atacan Wakanda, los Cuatro Fantásticos intentan estar donde se les necesita, y Ms. Marvel hace puré de Skrull en cantidades industriales. Ah, y la mini-enciclopedia Skrulls!, que en 60 páginas condensa a todos los personajillos de esta peligrosa raza desde su creación hasta la actualidad. Además, comentaremos el intensamente polémico Skrull Vs. Power Pack, un comic que ha suscitado un gran revuelo en EEUU por su contenido. Si estáis al día, disfrutad de los desgloses de cada número. Y si estáis esperando a que se publique en España, proceded sin miedo a leer las reseñas sin spoiler.

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Black Panther #39
Guión: Jason Aaron.
Dibujo: Jefte Palo.
Formato: Comic Book de 24 páginas.
Precio: 2,99$

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Todos sabíamos que tarde o temprano iba a pasar. Wakanda tiene vibranium, y en toda invasión hay un expolio de los recursos naturales del vencido. ¿Por qué iba a ser menos la nación dirigida por la Pantera Negra? Además, tampoco es cuestión de dejar focos sin aplastar, como si fuese la aldea de los galos, ¿verdad? Así que los Skrulls se preparan para asolar la pequeña nación africana. Y Jason Aaron se encargará de que todo sea terriblemente convenientente.

Hay que reconocer que se molesta en caracterizar al comandante Skrull, y se agradece. Hasta ahora, los Skrulls han sido considerablemente unidimensionales, planos, villanos regodeándose en su plan milenario sin más motivación que arrasar la Tierra y subyugarla. Incluso los Skrulls más prominentes sólo han hecho uso de sus laringes para contar por que deberíamos estar asustados, o su devoción por la causa. En Invasión Secreta: Cuatro Fantásticos hemos tenido algo más de profundidad, pero se basa sobre todo en material ya explorado, en rescatar un personaje del pasado y traer con él un par de referencias… y poco más. En la Iniciativa hay algo, también, aunque no es un invasor al uso. Sin embargo, en las primeras páginas del comic, Aaron se molesta en presentar al comandante Skrull, haciéndolo cercano y diferenciándolo de sus aburridos compañeros. Puede que sintamos algo más de pena por él cuando le cercenen la cabeza.

Lo bueno cesa a partir de ahí, como si hubiese una seña de “prohibido continuar” y todo empieza a resultar increíble, asombrosa y casi puerilmente conveniente. Aaron no quiere una batalla en la que la superioridad tecnológica de Wakanda combinada con la astucia e inteligencia de la Pantera y los poderes de Tormenta barran el suelo con los Skrulls, o cualquier alternativa coherente. No. Aaron quiere una pelea entre dos ejércitos armados con… armas blancas. Bienvenidos a “300” en Wakanda. Para ello, no se corta un pelo: ¿qué hay que inventar un arma de Wakanda que, convenientemente, destruye todas las armas Skrull? Se inventa. ¿Qué los Skrulls, en venganza, destruyen todas (sí, habéis leído bien, TODAS) las armas de Wakanda? Pues las destruyen. Así que una Wakanda desarmada y unos Skrulls desarmados se lanzan a la batalla portando lanzas, espadas y escudos.

Tomaos unos segundos para ver el nivel de tontería que alcanza el panorama, hacedme el favor. En plan maestro de la Pantera Negra consiste en quedarse sin armas a cambio de negárselas a los Skrulls, y lanzar a su pueblo en asalto frontal contra las filas enemigas. No deja de ser gracioso que un mechero funcione y una pistola no, por ejemplo. O que en vez de llevar escudos de vibranium, lleve un puñetero escudo de madera y cuero a la antigua usanza africana. O que, dado que han desarmado a su enemigo, no se queden tras las murallas del país lanzándoles lo que encuentren. Es un desastre. Las ganas de Aaron de tener su batalla entre el buen salvaje y el invasor extraterrestre se lleva por delante toda la lógica, coherencia y sentido de la historia. “T’Chala tiene un plan”, argumenta en sus páginas. Un plan retorcido, desde luego.

El dibujo tiene algún que otro buen diseño, pero el resto no es muy allá. Algunas imágenes tienen bastante fuerza, pero se basan sobre todo en siluetas y en la propia composición. El aspecto muchas veces parece sucio y descuidado, aunque su diseño de Pantera es curioso, y resulta majestuoso e intrigante salvo por los puñeteros calcetines, que siguen sin quedar bien se dibuje como se dibuje. La batalla en sí tampoco es ninguna maravilla. Utiliza algunos trucos para no tener que mostrar demasiado, y en vez parecer un combate colosal entre un país entero y una armada invasora parece una escaramuza entre dos aldeas. La narración y contenido de la batalla tampoco es especialmente buena. En general no es muy malo, pero un par de buenas imágenes no compensan.

No va bien la cosa entre el número anterior y éste. Aaron tiene una idea, y para llevarla a cabo arrambla con todo. No tiene sentido, no tiene coherencia. Casi sería perdonable si la batalla fuese maravillosa pero no lo es, y ni siquiera resulta espectacular. Puede que el futuro depare cosas buenas. Hay un cliffhanger, Pantera al parecer tiene la situación bajo control… mucho tiene que mejorar la cosa para darle la vuelta a esto. Hasta entonces circulen, que aquí no hay nada que ver.

Aviso de Spoiler Estamos en Wakanda, o cerca de ella al menos. Un comandante Skrull reflexiona sobre ésta su última misión, tras la cual podrá jubilarse y vivir en el equivalente Skrull de Mallorca. Pese a que es consciente de que los habitantes de Wakanda no serán una presa fácil, su sorpresa es mayúscula al ver las cabezas empaladas de los agentes que infiltró en el país. La verdad es que entre las gafas de 3D Man, los poderes de Darwin y lo que sea que haya descubierto a los Skrulls de Wakanda, cada vez salen más recursos para descubrir Skrulls, cuando se suponía que no había medio alguno en toda la Tierra. Pero estoy divagando. Los invasores son recibidos calurosamente con una generosa dosis de hospitalidad en forma de rayos rojos que… hacen explotar todas las armas de su arsenal. Los Skrulls no son tontos, e igualan el marcador lanzando un… algo, que hace explotar todas las armas de Wakanda. Todas. Toditas. La última palabra, no obstante, la tienen los africanos, que consiguen sabotear las naves alienígenas y obligarles a un aterrizaje de emergencia. Por la noche, el ejército Skrull, armado con martillos y porras, se dirige a una explanada para combatir al enemigo. Los habitantes de Wakanda, dirigidos por la Pantera Negra, van a la batalla armados con escudos, espadas y lanzas. El combate parece igualado, pero T’Chala se niega a que su esposa, la mutante Tormenta, convoque un fenómeno meteorológico que barra al enemigo, aduciendo que tiene un plan. De entre las filas enemigas surge un Skrull especialmente poderoso con llamas en un puño, las garras de Lobezno en el otro, y el físico de Jay Cutler en temporada de competición. El rey de Wakanda y el Skrull se disponen a luchar, mientras el comandante Skrull murmura que todavía les quedan agentes dentro. ¡Glups!

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Secret Invasion: Fantastic Four #03
Guión: Roberto Aguirre-Sacasa.
Dibujo: Barry Kitson.
Formato: Comic Book de 24 páginas.
Precio: 2,99$

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Termina Invasión Secreta: Cuatro Fantásticos, y termina… uf. Respuesta corta, mal. Respuesta larga, a continuación.

En primer lugar, lo relativo a la invasión. En este apartado, como se ha comentado en entregas anteriores, se pierde gran parte del respeto a los Skrulls. Si han planeado esto tantísimos años, si está todo tan medido al milímetro… ¿por qué a la hora de elegir al agente que atacará a sus peores enemigos se guían por criterios personales? En vez de elegir al más despiadado Skrull de toda la galaxia, que ejecute el plan tal y como se le ha detallado y elimine a los Cuatro Fantásticos de una vez por todas – o que al menos lo intente – optan por un agente que muestra evidentísimas reticencias. Dicha elección, por supuesto, da al traste con el plan. Lo cual es necesario para que los Cuatro Fantásticos sigan existiendo y se dirijan a salvar a la humanidad, pero hay una diferencia.

Hay una diferencia entre escribir una amenaza creíble, peligrosa e implacable que es derrotada a base de inteligencia, y escribir una amenaza titubeante que pasa olímpicamente del plan Skrull para dejarse llevar por sus emociones y sus sentimientos, y que es derrotada porque le carcome su propia moral. Insisto, cualquier comandante Skrull con dos dedos de frente hubiese enviado al más implacable y peligroso guerrero a cumplir la misión. No a esto. Con tal de rescatar un elemento del pasado y echarle una palada de nostalgia a la historia, Aguirre-Sacasa pone otro clavo en la tumba de la credibilidad de la invasión, que una vez más adquiere tintes de vendetta mafiosa.

La idea central del número es buena, así como el personaje que acaba por rescatar a los héroes. Sin embargo, aquí también hay un problema. Ese problema es volver a traer a la palestra la Guerra Civil, y la vomitiva diferenciación entre las facciones. Una vez más, y por si a alguien no le había quedado claro, el bando favorable al registro es retratado como una pandilla de crueles nazis manipuladores, que fue precisamente uno de los aspectos más cutres de dicho acontecimiento: la ambigüedad moral se va al traste cuando uno de los grupos es tan malvado y cruel que roza la caricatura. Todo el rollo de “elegir bando” está muy bien cuando ambos tienen sus pros y sus contras, no cuando uno está caracterizado como una pandilla de matones que imponen su criterio a culatazos. Gracias, Roberto, por devolver al presente algo tan deplorable.

El dibujo de Kitson es muy bueno, como hasta ahora. Sus diseños son bastante más sencillos, aunque tampoco tiene mucho con lo que lucirse. El número se centra en estos dos aspectos: el agente Skrull y la vuelta a la normalidad, rellenándose abundantes viñetas con mucho sentimentalismo mal ejecutado y un poquito – pero muy, muy poquito – de emoción, de modo que casi todo es diálogo con algún que otro bicho en un par de viñetas. Para lo que tiene que hacer, lo hace bien.

Si hubiese pasado por alto un par de chorradas, Invasión Secreta: Cuatro Fantásticos ganaría muchísimos puntos. Quedaría como una historia entretenida, con sus momentos divertidos, bastante genérica pero una lectura simpática para aficionados al grupo. Nada destacable, pero inocuo. Sin embargo, que el aspecto central de la serie (la invasión Skrull) resulte tan poco verosímil afea el conjunto hasta hacerlo poco recomendable. Es difícil comentarlo sin caer en el spoiler, pero puede que se comente en mayor profundidad cuando sea publicado en España. Hasta entonces, pensad en esta miniserie como un producto normalito con un muy buen dibujo que es lastrado al fondo por una decisión ilógica desde el punto de vista Skrull.

Aviso de Spoiler Los chavales Richards, Johny y Ben se dirigen a la cárcel de la Zona Negativa a sacar a algún villano que pueda devolver al edificio Baxter a la Tierra. ¡Con lo bien que se está! El grupo es interrumpido por unos bichos voladores que raptan a los peques, pero Johny y Lyja (que ahora tiene alas de ángel en vez de alas de gárgola porque ahora es buena, ¿ves?, ¿¿ves??) los rescatan. Mientras Ben y los niños se van a buscar ayuda al trullo, Johny y Lyja se quedan a hablar de sus cosas. Gracias a dicha conversación aprendemos que la reina Veranke eligió a dedo a Lyja para acabar con los Cuatro Fantásticos, sus peores enemigos, pese al riesgo de que ocurriese… bueno, ¡lo que ha ocurrido! Además, el plan inicial era que Lyja matase a Ben, Johny y a los niños, pero que eligió encerrarlos en la Zona Negativa por piedad. Porque encerrar a unos niños en una dimensión extraña sin comida, agua, comunicación ni posibilidad de retorno y lleno de criaturas hostiles es de un humano y un piadoso que te cagas, supongo. Ben y los chavales se meten en la cárcel y solicitan ayuda al Chatarrero, pero este se niega porque fue detenido por las malas por miembros de S.H.I.E.L.D, ¡mientras llevaba a sus nietos a por un helado! Suponemos que de la que le subían a la furgoneta patearon algún gatito, por si no quedaba claro que son malos. Afortunadamente, Franklin y Valeria ablandan el corazoncito del vetusto ex villano, que accede a devolver el edificio Baxter al mundo. Sin embargo, no todo son sonrisas: Lyja, consciente de la que le caerá si vuelve, elige quedarse en la Zona Negativa (ya estamos pensando en darle alguna sección). Los héroes vuelven a Nueva York, sólo para encontrarse una ciudad hecha trizas. ¿Qué ocurrirá a partir de ahora?

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Ms. Marvel #29
Guión: Brian Reed.
Dibujo: Adriana Melo.
Formato: Comic Book de 24 páginas.
Precio: 2,99$

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Ms. Marvel es la superheroina más poderosa del Universo. Confirmado. ¿Thor? Nenaza de primera. Ms. Marvel sería capaz de darle una paliza a Galactus, Thanos y Mefisto con una mano atada a la espalda. Es lo que se deduce de este número, al menos. Aún sabiendo que conocéis la respuesta, pregunto, ¿conocéis a esa horda de guerreros Skrulls que suponen la élite del ejército, la joya de la corona, la cúspide de la evolución de toda una raza de conquistadores? ¿Esa legión que se lanza sobre Manhattan con los poderes de todos los superhéroes del Universo Marvel? Pues bien, aquí tenéis varias páginas en las que Ms.Marvel los masacra sin demasiado esfuerzo. Mucha referencia al cansancio, a seguir adelante pese al dolor… ¡pero si ninguno llega a tocarla!

Va en serio. Decenas, centenares de Skrulls con los poderes de todos los héroes Marvel. Todos. Incluyendo burradas como la magia de Extraño, la fuerza de la Cosa, la resistencia de Hulk o las garras indestructibles de Lobezno. Todos ellos cayendo como moscas ante Carol, sin poder hacerle ni un rasguño. Nadie puede siquiera tocarla. Es algo que no se repite las suficientes veces: un héroe es tan grande como sus enemigos. Cuando sus enemigos son una legión de caras enfadadas inútiles, carne de cañón aburrida y saco de las tortas colectivo, el héroe no resulta asombroso sino todo lo contrario.

Se agradece, eso sí, que al menos los ataques sean algo más que lanzar rayos de energía, e implique usar un poco la imaginación. Aunque el ataque contra la multitud está cogido por los pelos, y a poco que rasques en seguida empiezas a encontrar molestos errores y/o contradicciones. Si los enemigos plantasen al menos un mínimo de resistencia, el uso creativo de los poderes y el entorno sería mejor recibido, desde luego. El resto del comic versa sobre heroísmo, valor y defensa de forma bastante arquetípica, pero no podía faltar en una invasión. Pobremente ejecutado, pero bueno. El final resulta bastante inquietante y tendría un cliffhanger chulo, pero ya sabemos que sea cual sea la amenaza, Carol le dará una patada en el culo sin despeinarse.

El dibujo de Melo es claro, y tiene algunas páginas francamente chulas. Sin embargo, sigue dependiendo de posturas y efectos. Ms. Marvel tiene una permanente cara de poker, y cuando toca mostrar alguna expresión, resulta bastante cómica. Y no estaría de más que se aclarase sobre el diseño de la máscara de la protagonista, que cambia abruptamente hacia la mitad del número.

Volvemos a lo mismo que en el número anterior: un combate contra una enorme masa de tropas inútiles. Con muy poca cosa debajo, además. No es divertido, no es espectacular, no hace impresionante a la protagonista y deja a los malos a la altura del betún. Ver a Ms. Marvel machacando Skrulls es como ver a un adulto empujando a miles de niños de parvulario. No es épico o asombroso. Es patético.

Aviso de Spoiler A Ms. Marvel le toca enfrentarse al Skrull gigante, que está tirando edificios abajo y matando civiles. Carol se venga reventándole un ojo, empalándole con una torre de radio y electrificándola entera, lo que fríe al Skrull. Carol empieza a coordinar labores de supervivencia, pero es interrumpida una vez más por los alienígenas verdes, a los que vuelve a derrotar sin mucho esfuerzo. Los civiles se montan en un autobús para huir a un lugar seguro, pero Ms. Marvel debe enfrentarse a una horda de unos 500 Skrulls. Ninguno de ellos, flor y nata de la galaxia, consiguen tocarla, y saltan por los aires cuando Carol hace explotar al que tiene los poderes de Nitro. Puede considerarse afortunada de que ninguno de ellos tuviese la resistencia de Hulk, la Cosa, Thor, Coloso, el Juggernaut, o cualquiera de las decenas de personajes Marvel capaces de aguantar esa explosión. Y a ver cómo explica el haber reventado una generosa porción de Nueva York. Carol lleva el autobús de supervivientes a la prisión en la isla de Ryker, que está llena de gente ejecutada de forma ritual por un Skrull al que el resto de Skrulls temen. ¿Qué poderes tendrá?

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Skrulls Vs. Power Pack #01
Guión: Fred Van Lente.
Dibujo: Cory Hamscher.
Formato: Comic Book de 24 páginas.
Precio: 2,99$

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Skrulls Vs. Power Pack es una historia muy sencilla sobre Skrulls reemplazando a los héroes y ejecutando un plan para tener a los Power Pack lejos de la tierra, recluidos en un mundo del que, aparentemente, es imposible salir. Lo que se conoce como una premisa fácil.

El desarrollo es correcto, accesible, con un par de chistes por el camino (Algunos bastante simpáticos: Mercenario 1: «Si no interferís, no os haremos daño.» Mercenario 2: «¡Así que interferid! ¡Interferid todo lo que queráis!«) para amenizar un recorrido sin pretensiones. Tiene unas escenas que recuerdan vagamente a situaciones narradas en Hulka, y se toma con sano cachondeo algunos elementos de la invasión Skrull.

El dibujo es sencillo y apropiado. Los niños realmente parecen niños, y eso es algo que casi se agradece. Los diseños de algunas localizaciones y personajes son decentes, y en general es bastante agradable y con suficiente detalle, aunque no pasa de aceptable.

En fin, ¿qué se puede decir? Es un número para los chavales, sencillito y con sus momentos divertidos. No pasa de entretenido, y hay comics mucho mejores para niños. Así que pasemos al siguien… ¿cómo? ¿Qué cual era la polémica? ¡Son los Power Pack! Son más inocentes que Espinete, ¿cómo iban a estar metidos en una polémica? Era un burdo truco para que os animaseis a leer la reseña de un comic que no tiene implicaciones con el resto del Universo Marvel y que me sorprendería mucho que se publicase en España. Ya me diréis si ha funcionado.

Aviso de Spoiler ¡Unos malvados Skrulls han suplantado a los Power Pack! ¿Cómo? 24 horas antes del inicio del comic, los chicos de divierten en una bolera cuando son atacados por unos mercenarios, a uno de los cuales auguramos un brillante futuro en el campo del merchandising como muñeco de peluche. Los mercenarios consiguen reducir a los héroes, que son rápidamente sustituidos por los Skrull. ¿Y qué es de los Power Pack? Son llevados a juicio por el presunto robo de unos objetos especiales en distintos planetas. El fiscal Skrull se muestra implacable, y consigue que se los condene al planeta Hadith VI, del que aparentemente es imposible salir. Por suerte para ellos, Franklin Richards – que consiguió escapar al ataque en la bolera – se dispone a rescatarles.

Skrulls! no es un cómic, sino una suerte de mini-enciclopedia de esta raza, aprovechando el actual tirón de la misma: un conjunto de fichas de personajes y grupos con fechas, referencias a comics clave y análisis. La verdad es que tiene una cantidad considerable de información – sesenta páginas, nada menos -, aunque el aspecto no es muy vistoso.

Secret Invasion: Fronline #02

Aviso de Spoiler

¡Y hasta aquí llega todo por esta semana! Nos vemos el próximo Lunes. ¡Y que no se os olvide…!