Marvel Limited Edition. Los Eternos de Jack Kirby

Expediente 0037. Corría verano de 2014 cuando el lanzamiento del blockbuster  veraniego de Marvel Studios atrajo nuestra atención. Los Guardianes de la Galaxia saltaban a la palestra y con ella algunos detalles que deberán ser ampliados en próximas entregas cinematográficas. Uno de ellos era la introducción, muy de soslayo eso sí, de los Celestiales, seres divinos creados por Jack Kirby en su segunda venida a la Casa de las Ideas. A finales de ese mismo año la editorial Panini y la distribuidora SD hacen público un acuerdo para sacar una serie de materiales de complicada publicación en unos volúmenes de tirada limitada, anunciando que el primer título escogido es Los Eternos de Kirby. ¿Sinergia o casualidad? El caso es que nos encontramos ante la oportunidad de recuperar por primera vez en castellano la edición integra, a color y tamaño original, la andadura inicial de los Eternos, obra del Rey de los cómics.

Sin necesidad de repetir lo que hablamos en el artículo sobre la cosmogonía Marvel relativa a Celestiales, Eternos y Desviantes, vamos a refrescar algunos conceptos para todos aquellos que desconozcan a estos personajes. Para empezar, hay que decir que es la obra más personal de Jack Kirby en la editorial. Con una imaginación portentosa, el bueno de Jack tenía especial querencia por las historias fantásticas y de corte pulp, que tanto le habían influido en su juventud. A eso habría que añadir el influjo que tuvo a finales de los sesenta la obra del escritor suizo Erich von Däniken, encargado de popularizar teorías pseudocientíficas respecto a visitantes extraterrestres, todo sazonado con una visión maniquea de elementos históricos y arqueológicos para hacerla más creíble ( y todavía continúa en esos menesteres). Con la imaginación de Kirby totalmente desplegada, todo aquello casaba como anillo al dedo y empezó a barruntar una historia que implicaba a unos nuevos dioses. Y la comenzó en DC donde daría forma a esas ideas que antes no se atrevió a poner en práctica debido a sus temores por posibles injerencias editoriales, dando como resultado el Cuarto Mundo. Cuando retornó a Marvel a mediados de los setenta, se le ofreció un puesto de guionista-editor, lo que conllevaba que él era responsable último del producto final. Así sí, pensó el Rey y se dispuso a continuar expandiendo toda la mitología que llevaba en su cabeza en la colección que ahora nos ocupa.

Kirby no se guarda ningún as en la manga y desde el principio nos muestra los puntos fuertes que va a tener esta serie. Comienza presentando a un arqueólogo en busca de increíbles descubrimientos que asombren a la comunidad científica. Acompañado de su hija y de un ayudante, Ike Harris, se maravillan al ser testigos de la legendaria Cámara de los Dioses. En realidad, el tal Harris no parece muy impactado y rápidamente nos revela su verdadera naturaleza, pues no es un miembro de la raza humana. El “ayudante” comienza a relatar todo el ciclo de la creación, tanto tiempo oculto a los ojos de la humanidad. Hace muchos miles de años llegaron a la Tierra los verdaderos dioses, llamados Celestiales, que transformaron a los seres que habitaban entonces el planeta azul, los simios, mediante la misteriosa Química Cósmica. De ahí surgieron tres ramas: el Desviante, una forma monstruosa y degradada tendente al conflicto; el Humano, especie que goza del equilibrio y destinada a heredar la Tierra; y el Eterno, una evolución superior del humano corriente, con inmunidad al tiempo y a la muerte. Cada uno de ellos estableció un reino diferenciado, evolucionando de formas distintas por lo que apenas han interactuado entre ellos. Harris, cuyo nombre real es Ikaris, es un miembro de los Eternos y está a la espera de la llegada de la siguiente hueste de dioses cósmicos.

A partir de aquí el prodigio creativo de Kirby se desata al presentar una gran cantidad de estos seres a lo largo y ancho de la cabecera: Ajak, Sersi, Makkari, Domo, Zuras o Thena serán algunos de esos nombres con los que pronto entablaremos empatía conforme sigamos el relato del bueno de Jack. Pero si algo nos golpea de forma directa son los Celestiales, gigantescos seres todopoderosos capaces de destruir nuestro planeta con solo pensarlo. Y no podemos obviar a los molestos Desviantes, empeñados en conquistar el mundo lanzando ataque tras ataque, solo que la raza humana cuenta con la suerte de tener de su lado a los magníficos Eternos. El conflicto entre el bien y el mal, o sea, entre Desviantes y Eternos, será el eje sobre el que pivota la serie inicialmente para luego dar un empujón a los Celestiales con llegada de la Cuarta Hueste.

A pesar de ser una cabecera pensada para circular libre del resto del Universo Marvel, que ya poseía distintas mitologías y entidades cósmicas anteriores difíciles de encajar con esta nueva cosmogonía, el autor no dejó de establecer vínculos con el mismo. Así, veremos la aparición de diversos agentes de S.H.I.E.L.D. o una versión robótica de Hulk. El tema de la integración o no de estos personajes ya no corrió a cargo de su creador original, que se encargó de dejar cerrada de manera perfecta su mitología, sino que fueron autores posteriores como Roy Thomas o Mark Gruenwald los que limaron las astillas necesarias para que Eternos, Celestiales y Desviantes se incorporaran de manera orgánica en el día a día de la editorial. Pero eso ya es otra historia….

¿Y que decimos de estos diecinueve números más un anual que componen el tomo? Pues que tenemos al Kirby más entonado a nivel de guión, destacando en temas que le eran cercanos y con los que disfrutaba. Durante su primera estancia en la Casa de las Ideas, el bueno de Jack compartió labores creativas con Stan Lee por lo que tuvo que ceder abundantes aspectos de la escritura a su socio para centrarse en su fuerte, el dibujo, aunque nunca dejó  de aportar ideas a los cómics en los trabajó. Aquí, libre de cualquier influjo exterior, Kirby puede explayarse en historias repletas de parafernalia pseudocientífica y ciertos toques de melodrama al estilo Marvel (como la relación imposible entre Ikaris, Eterno, y Margo Damian, humana). Lo cierto es que la narración se torna por momento un tanto caótica, como si el autor no pudiera dejar de soltar conceptos, uno tras otro, pero por lo general las tramas son bastante disfrutables. Punto y aparte merece el dibujo del Rey, totalmente soberbio, demostrando ampliamente su sobrenombre, con unas planchas repletas de ingenio, unos diseños de personajes marca de la casa y la indudable fuerza y dinamismo que solo Kirby podía imprimir a sus viñetas. Todo un alarde gráfico embellecido por dos entintadores de calidad, John Verpoorten y Mike Royer (que además firma el prólogo de la obra), y el estupendo aporte de color a cargo de Glynis Wein.

Llegamos a la madre del cordero, el formato elegido. Ríos de tinta se han vertido en la red ante la poca información facilitada por los implicados, lo que ha generado no pocas especulaciones al respecto, empezando por su precio, un secreto de estado hasta su práctica publicación. Hay que decir que la edición es excelente, desde la encuadernación hasta en los más pequeños detalles se nota que ha habido especial cuidado en su realización. El papel es de un gramaje superior al utilizado en los Marvel Gold y las reproducciones de los dibujos de Kirby son excelsas, destacando el tratamiento de los colores, perfectamente reproducidos. Un detalle a reseñar es el original diseño de las portada, con un aire pop muy conseguido. Pocas veces tendrán en sus manos un Kirby más atractivo que el de esta versión de los Eternos.

En definitiva, un volumen imprescindible para todos aquellos amantes de los clásicos Marvel y del Rey de los cómics en particular. Una obra que, pese a no ser un producto para todos los bolsillos, debido a su enfoque al perfil coleccionista, merece figurar en la estantería de todos los entusiastas de los buenos tebeos. No solo ya por la fantástica historia de los Eternos en sí, sino también por el excelente trabajo de edición. Lo cierto es que hay materiales que se venden solos con poner ciertos nombres en la portada y el de Jack Kirby es uno de los más rutilantes. A la espera de que nos sigan sorpendiendo con nuevos anuncios (aparte de los cuatro MLE ya confirmados) en esta línea no podemos más que celebrar la publicación de estas joyas clásicas largo tiempo olvidadas.Chapeau Marvel Limited Edition !!!