Daredevil: El Diablo en el Infierno

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Guión: Ann Nocenti
Dibujo: John Romita Jr.
Edición España: Panini Cómics
Contiene: Daredevil Vol. 1 Nº 265-273 USA
Formato: Tomo cartoné de 216 páginas
Colección: Marvel Héroes Núm. 20
Precio: 9,99 €

 

«Solías creer que un solo hombre, por muy insignificante que fuera, podía combatir el mal. Que era capaz de desafiarlo, y plantarle cara. Creías que por el mero hecho de desafiar a la maldad, eras más importante, más grande y más noble. Pero estás dejando de creer en ello, Daredevil»

Desde que en 1986 Frank Miller, apoyado en los lápices de David Mazzuchelli, se sirviese de su saga Born Again para colocar la última «piedra fundacional» que habría de configurar y marcar decisivamente, para bien y para mal, a un personaje como Daredevil y a las historias que de él se contarían en décadas venideras, los autores y artistas que después del siempre polémico guionista estadounidense llegarían a la colección habrían de lidiar con la sombra de este que les perseguiría entre viñetas como una mala pesadilla de la que es imposible escapar. Tener la capacidad de superar fácilmente el legado que Frank Miller había dejado era inviable, asumirlo e intentar aportar algo nuevo era algo arriesgado, por lo que sólo unos pocos autores elegidos han sabido comprender que únicamente a través de una visión tan personal e inspirada como la propuesta por el artífice de El Regreso del Caballero Oscuro y Sin City serían capaces de luchar, al menos, con alguna esperanza en el horizonte. Eso ha provocado indirectamente que la serie regular de Daredevil, desde su nueva génesis, se haya convertido en una campo de experimentación del que han salido, más o menos bien libradas, etapas como la de D.G. Chichester y Lee Weeks, J. M. DeMatties y Ron Wagner, Brian Michael Bendis y Alex Maleev o la de Ed Bubaker y Michael Lark. Pero a finales de los años ochenta, después de la segunda marcha de Frank Miller, la sensación que circulaba en el ambiente era que difícilmente nadie podría superar con éxito aquel punto y aparte en la historia de Daredevil y la colección se volvería a hundir en la mediocridad como había pasado anteriormente cuando Denny O’Neil paso a encargarse de la serie regular del personaje. En este caso, la responsabilidad de enfrentarse a ese reto sería de una casi desconocida Ann Nocenti, una autora que acostumbraría a vestir sus historias de un fuerte componente de denuncia social, reconocida por sus ideas progresistas y su militante feminismo, que no tenía nada que envidiar en lo narrativo a Frank Miller ni a otros guionistas del momento, aunque el tiempo ha sido algo injusto con su trabajo y con su posición dentro del mundo del cómic del que desapareció a principio de los noventa porque, como ella misma cuenta, «simplemente dejaron de encargarme cómics». Contra todo pronóstico, la etapa de Ann Nocenti, a la que se uniría posteriormente en el apartado gráfico el incombustible John Romita Jr., se convertiría por méritos propios en una de las mejores que ha vivido El Hombre Sin Miedo en sus casi cincuenta años de historia a pesar de que, por desgracia, pocas veces ha sido reeditada y que en nuestro país sigue en parte inédita.

Pero para hacer un poco de justicia sobre esto último recientemente, dentro de su colección Marvel Héroes, Panini Cómics ha publicado un tomo, el número veinte de la colección, dedicado al Daredevil de Ann Nocenti bajo el título de El Diablo en el Infierno y que incluye los números #265 al #273 de la serie regular del personaje. Estos números corresponden al inicio del «segundo acto» de la etapa orquestada por la guionista estadounidense cuando Matt Murdock, profundamente devastado por sus desencuentros con Maria Tifoidea y Karen Page, decide abandonar New York para vagar sin rumbo fijo por la América profunda. La primera historia de este recopilatorio, Contemplamos De Nuevo Las Estrellas, nos sitúa directamente en el corazón de la epopeya desarrollada por Ann Nocenti, en las consecuencias directas que se desprenden del crossover mutante Inferno de 1989 que ha provocado que la ciudad se encuentre sumida en el caos debido a una «infección demoníaca». Pero, no sin cierta habilidad, Ann Nocenti aprovecha la situación para relacionar a Matt Murdock, en pleno estado de shock, con el demonio Mefisto que intenta tentar al héroe en sus horas más bajas y cuyas acciones tendrán su importancia e interés en sucesivos números, como los que resultan de la gestación del villano Blackheart. La ambientación de género negro, con la que Frank Miller había rebautizado al personaje, sigue presente en estas historias y Ann Nocenti se desenvuelve bien en ellas aunque tiene mayor tendencia en sus relatos a tocar temas de mayor calado social, supeditando la acción a estos en todo momento, como pueden ser el maltrato animal y el ecologismo radical, el miedo al holocausto nuclear o el concepto de lo femenino y de lo masculino en la sociedad contemporánea. Esto provoca que Ann Nocenti caiga alguna vez en un tono excesivamente panfletario y moralizante, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de un cómic de corte superheroico al uso, aunque la propia naturaleza del personaje, abogado y justiciero al mismo tiempo, se prestan con facilidad a este tipo de experimentos y el resultado no resulta, ni mucho menos, desafortunado.

Esta doble condición del personaje que hemos mencionado, la de abogado y justiciero, una de sus grandes y atractivas paradojas de Daredevil, sirven de base para abordar otros perfiles del mismo, como su devoción católica que otros autores han obviado en sus etapas, como es el caso de Ed Brubaker y Michael Lark, y que siempre ha propiciado momentos cumbre en la vida de Matt Murdock. Una autora como Ann Nocenti, como también Brian Michael Bendis haría tiempo después en la era Marvel Knights, es capaz de percatarse del trasfondo y profundidad que desprende un personaje como Daredevil, posiblemente uno de los más agradecidos en ese sentido de todos los presentes en el catálogo de la factoría Marvel Comics, tanto que ni siquiera sus creadores, Stan Lee y Bill Everett, fueron capaces de vislumbrar todo el potencial que este atesoraba cuando lo concibieron a principios de los lejanos años sesenta. Por otro lado, la aportación de John Romita Jr. al conjunto es impecable, con un dibujo muy alejado del tipo de trazo al que hoy en día le ha conducido su evolución artística y que, en comparación con el que aquí podemos disfrutar, resulta mucho más artificioso, acartonado y carente de matices, dando por cierta esa máxima que dice que cualquier pasado siempre fue mejor. El nivel de detallismo de sus lápices y la expresividad que en estos números alcanza John Romita Jr., beneficiados por el excelente entintando del recientemente fallecido Al Williamson, se antojan uno de los momentos cumbre de su carrera y contrastan con el personal estilo que desde entonces ha ido desarrollando. John Romita Jr. consigue ofrecer a la etapa de Ann Nocenti la estabilidad gráfica necesaria de la que había carecido esta en sus primeros números en la que hubo un constante baile de dibujantes, con ilustres nombres como Sal Buscema, Todd McFarlane o Keith Giffen que, no obstante, siempre estaban de paso.

Los números recopilados por Panini Cómics en este tomo saben a poco, presentan muchos huecos y ausencias notables (como la creación de un personaje tan relevante como Maria Tifoidea) respecto al resto de la larga trayectoria de Ann Nocenti en la serie; sirve para hacerse una idea del tono de las historias concebidas por esta guionista y son una muestra del brillante pasado de John Romita Jr. que, a veces, nos empeñamos en olvidar, pero no pueden ofrecer una visión global y de conjunto de esta destacable etapa. Esperemos que este sea el preámbulo que anuncie una próxima reedición de la obra completa de Ann Nocenti en Daredevil por parte de Marvel Comics, y posteriormente por Panini Cómics, que se siguen haciendo de rogar en este tema pese a ser una de las etapas más demandadas por los aficionados de El Hombre Sin Miedo. De momento, no hay otro remedio, nos tendremos que conformar con este aperitivo que nos ofrece la colección Marvel Héroes de Panini Cómics que recopila todas las portadas originales de los números incluidos en el tomo y que se inicia con una introducción del omnipresente Julián M. Clemente titulada La Senda del Diablo en la que analiza brevemente el trabajo de Ann Nocenti en Daredevil. La gran virtud de esta autora, infravalorada en gran medida por la industria estadounidense y parte del fandom, es haber sabido plantear una etapa original y atípica en la historia del personaje, sin desdecir a su antecesor Frank Miller sino, más bien, sustentándose en el trabajo de este y arriesgando para concebir unas historias llenas de intenciones, ideas y matices. Por otro lado, es cierto que estos mismos planteamientos, donde cada vez tenían más presencia los elementos cósmicos del vasto Universo Marvel y que tan ajenos parecen a priori de Daredevil, apenas aún desarrollados en el presente tomo, se le acabaron escapando de las manos a Ann Nocenti pero eso no quita un ápice de mérito ni interés al largo y productivo viaje que durante seis años nos dejo un legado de imprescindibles relatos que no han hecho más que enriquecer la leyenda del diablo rojo de Hell´s Kitchen.

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fac
fac
30 junio, 2011 8:24

Ains, no soporto los cómics que teniendo en la edición original la trama mecánica de colores (los puntitos, para entendernos), los publican en color liso. Pierde gracia y cuerpo, la trama le da textura a esos colores «de relleno» que se hacían por aquel entonces. Si la idea de esas tramas parece anticuada, lo ideal sería que se recolorease, o sino publicar la edición original de verdad. Ese detalle hace que no compre estas reediciones!

El Oso Borracho de "The Ultimates"
El Oso Borracho de "The Ultimates"
30 junio, 2011 9:26

Qué bueno era Romita, joer…

Pacense
Pacense
Lector
30 junio, 2011 9:33

Pues si eso no te gusta entonces los tomos de Marvel Gold ni te cuento, hacen auténticos destrozos, y como tú es la razón de que no me los compre, si no fuera pro eso me hubiera comprado prácticamente todos.

louontherocks
louontherocks
Lector
30 junio, 2011 10:14

la verdad es que se echan de menos los puntitos en los colores y hasta cómo olían los tebeos, pero yo no me estoy perdiendo ninguno de los que me faltan de estas coles, que ya me los perdí cuando no me llegaba la paga…

aparrilla
aparrilla
Lector
30 junio, 2011 10:17

saga para tener sea como sea..yo tengo lso tomos de daredevil de cuando Forum sacaba los tomitos curtres de carton para quitarse stock… la etapa nocenti/romita es un must. Un romita en su cenit y un aspecto de DD totalmente original en su concepcion y desarrollo…
 
Personalmente me encantó

Pacense
Pacense
Lector
30 junio, 2011 10:29

Sea como sea… eso ya depende de si quieres tener las cosas bien hechas o mal hechas, los tomos de esta colección estan bien reproducidos y el papel por lo menos no es el brillante satinado de los Marvel Gold, que están fatal, he ojeado la mayoría y me sangran lso ojos, pro poner un ejemplo el de la saga de Korvac, la tinta de las figuras se ve fatal, faltan incluso trazos, muy mal.

manuel
manuel
Lector
30 junio, 2011 11:04

Me declaro fan de Daredevil, no a morir pero si fan, me gustó mucho lo que hizo Brubaker y como terminó su run, aunque creo que lo dejó incompleto. Espero con ansias la versión de Waid, Rivera y Martín.
Off- Topic: Hablando de esos puntitos.aquí hay un interesante artículo sobre ello.
http://4cp.posterous.com/in-defense-of-dots-the-lost-art-of-comic-book
Además si buscan la portada variante de Walt Simonson, para esta nueva serie de Mighty Thor de Fraction, notarán que es una imagen antigua, simplemente digitalizada.

Delaney
Delaney
30 junio, 2011 11:05

Coincido con la mayoría, tanto el papel como el color de estas reediciones son deleznables, se cargan por completo el cómic. Yo tampoco los compro por esa única razón.
 
Pero recolorearlos tampoco, no hay nada más terrible que un Jack Kirby photoshopeado. Para llorar, vamos…

Sputnik
Sputnik
Lector
30 junio, 2011 11:22

El peor recoloreado posible es, en mi opinión, ese que consiste en photoshopeados con efectos 3D y brillitos indiscriminados, sea el dibujo de un Kirby o de un Neal Adams.

Pacense
Pacense
Lector
30 junio, 2011 11:53

Si si es una basuraza, recuerdo cuando vi el tomazo de Batman de Neal Adams años ha en la estantería y me entró un escalofrío de poder tener esos míticos números por fin, y oh, cuán desagradable sorpresa al abrirlo y ver ese horrible recoloreado photoshopeado que casi hizo q se me cayera de las manos por el disgusto, que pena más grande…

Go!
Go!
30 junio, 2011 11:59

Iba a comprarme este tomo, pero si no es la parte de Maria Tifoidea y se saltan todo eso… ¿Por qué no editar al menos 2 tomos de este daredevil algo más completos?

Go!
Go!
30 junio, 2011 12:03

Se puede recolorear un cómic clásico perfectamente, otra cosa es que se haga mal. La Broma Asesina está ahí para demostrarlo, ni comparación.
Un Kirby bien coloreado con técnicas actuales, sigue siendo un Kirby. No asociéis determinado color de unas épocas en las que eran así porque no se podía hacer otra cosa, a calidad.
Eso sí, habría que centrar y pagar muy bien a unos cuantos coloristas para recolorear material antiguo sin tirar de photoshopear malamente el color de base. Pero sin duda, el Daredevil de romita Jr, ya sea en esta etapa, o en la novela gráfica El Hombre Sin Miedo, recoloreado como se colorea por ejemplo hoy en día a Maleev o a Mignola, ganaría muchísimo con respecto a la edición original.

Pacense
Pacense
Lector
30 junio, 2011 12:11

Eso es como reescribir la Biblia con lenguaje de hoy, es profanar una obra clásica, es como pintar encima de la Gioconda con técnicas de hoy porque así «queda mejor», basura.

Ocioso
Ocioso
Lector
30 junio, 2011 12:19

Pero tíos ¿teneis idea de como quedarían los puntitos en el papel que se emplea hoy en día?
Solo funcionan en un papel poroso de esos que se quedan amarillos en cinco años. ¿Quereis eso?
 
No entiendo la defensa de las tramas de puntos salvo para casos muy concretos. Los clásicos han de remasterizarse sustituyendo las tramas por colores planos y lo que es mas importante, empleando un papel adecuado.
Ese es el gran caballo de batalla, porque parece que muchos creen que una edición es mejor cuanto mas brille el papel y mas doraos pongan en la portada.

Pacense
Pacense
Lector
30 junio, 2011 12:31

Bueeeeno llevas razón,  pues El Quijote! q mas da, lo que quería decir es que retocar algo que es considerado obra maestra imperecedera me parece una barbaridad, salvo honrosísisimas excepciones

Kroatoan
Kroatoan
Lector
30 junio, 2011 12:55

Supongo que cada cual tiene sus gustos respecto al color. A mi personalmente me parece que depende mas del estilo del colorista que de que sea moderno o no, hay sencillmanete cosas que no pegan. D’Armata por ejemplo es muy dado a estos brillitos, y cuando colorea a Epting queda de puta madre, pero con dibujantes con estilos mas clasicotes no pega ni con cola. Aun asi, sigo pensando que a dia de hoy Dave Stewart es el mejor colorista que hay, sin degradados ni brillos, y usando una paleta muy limitada de tonos, hace autenticas maravillas con las luces y las sombras. Y no me refiero solo a cuando colorea a Mignola.

Bauxi
Bauxi
30 junio, 2011 13:03

Lo cierto es que esos remasterizados deberían llevar un sello de advertencia a los epilépticos.
No sé si el problema está en los colores planos o en el papel. Yo creo que todo es importante…. El papel con brillo no me gusta ni para el coloreado de cómics actual, pero en el antiguo creo que resalta más si cabe la sensación de saturación de los colores. Por otra parte, creo que Ocioso tiene parte de razón en lo de que las reediciones han de hacerse con colores planos pero creo que deberían bajar la saturación de los mismos (no serían tan condenadamente chillones).

Ocioso
Ocioso
Lector
30 junio, 2011 13:40

Bauxi ha comentado: Por otra parte, creo que Ocioso tiene parte de razón
 
¿Cómo que «parte»? ¡Siempre tengo razón!
 
en lo de que las reediciones han de hacerse con colores planos pero creo que deberían bajar la saturación de los mismos (no serían tan condenadamente chillones).
 
No entiendo mucho de estos temas (en realidad nada), pero el sentido común me dice que si quieres imprimir en un papel poroso, que chupa la tinta como una esponja, tendrás que subir algo la saturación; y para el papel satinado hay que bajarla un poco. Lo que está claro es que no puedes imprimir el mismo dibujo en uno u otro papel. Habrá que personarse en la imprenta y allí, a pie de obra, hacer las pruebas necesarias hasta conseguir la combinación adecuada.
El caso de los Marvel Gold de Panini o algunos Absolutes de Planeta, con los que debería regalarse un colirio, solo abren dos posibilidades: el responsable no solicitó pruebas a la imprenta, o tiene un gusto para el color mas que discutible.
 
Antes decía que en algunos casos puede justificarse la trama de puntitos original. Evidentemente se trata de situaciones en las que se persigue una edición facsimil.
Por ejemplo, tienen sentido en reediciones como la recopilación de tebeos de terror Four Color Fear que se publicó hace unos meses, o en esa otra recopilación de Ditko también de terror que salió el año pasado. Son ediciones en las que se busca un efecto concreto, y son discutibles. Es decir, cabe entrar en discusión porque se puede argumentar a favor o en contra, como pudimos leer en los comentarios a las reseñas a estos tomos que se hicieron en su día en otras webs. Además son tebeos de miedo, por lo que cierta «suciedad» en la imagen no les va nada mal.
Si me apurais también puede tener su encanto la trama de puntitos en tebeos de superheroes muuuy antiguos. Lo que no veo nada claro es que pueden aportar en una reedición cronológica de una serie de superheroes de los años 70 o 80.
 
Oye, y los que quieren mantener la trama de puntos ¿también les gustan esos colores que se salen de los contornos de las figuras?

ALTRAX
ALTRAX
30 junio, 2011 14:13

Sobre el papel y los colores…. Se arregal facilmente, usando papel, normal, más fuerte o más fino, pero no satinado. La prueba la tenemos en los tomos de Spiderman, cuando hace años, en el volumen anterior, el azul, cambiaron el papel, por satinado, los colores cambiaron drasticamente a peor.
Ahí tenemos, las chapuzas como los absolutes de crisis en tierras infinitas, que el color es penoso, vendiendonos la edición definitiva de ese clasico, y yo directamente me quedo con la edición de zinco,
Y lo de que los comics se quedan amarillos, será por que no los proteges embolsandolos.

Go!
Go!
30 junio, 2011 14:40

Eso es como reescribir la Biblia con lenguaje de hoy, es profanar una obra clásica, es como pintar encima de la Gioconda con técnicas de hoy porque así “queda mejor”, basura.
 
Pacense: No es lo mismo. Entendería que defendierais la reedición en blanco y negro de la obra original, para apreciar el dibujo y las tintas, pero no que defendáis las tramas mecánicas. Hace años, se coloreaba así porque no quedaba otra, pero seguro que a sus autores les hubiera encantado a/ o que se hubiera mantenido el blanco y negro b/ o que se hubiera coloreado bien. Pocos autores de entonces han defendido nunca el color «de recurso» que se aplicaba.
 
Me remito de nuevo al estupendo resultado de La Broma Asesina, en la que el propio dibujante ha tenido la oportunidad de recolorearlo. Otra cosa, es que en algunos casos se esté photoshopeando el color original de trama para que quede más liso. Eso es una chapuza (aunque como decía Ocioso, es en parte necesario hoy en día), pero las opciones del coloreado de calidad por ordenador no tienen por qué estropear un dibujo clásico. Digo ordenador como podría decir acrílicas, acuarela…

Go!
Go!
30 junio, 2011 14:50

Si leemos el «DC: the new frontier», dibujado por un autor más clásico que los clásicos, Darwin Cooke, y el color, moderno, compensado, entonado, realizado por ordenador pero en la línea del color de las series Animadas de Batman de Bruce Timm, y nos parece cojonudo, ¿Por qué no iba a serlo un Kirby con un coloreado actual y respetuoso, cuidado, entonado?
Y lo mismo, cuando hemos leído los primeros tomos del Capitán América de Brubaker, en las escenas retrospectivas, realizadas por un dibujante que no dista mucho de los de los 80, estupendamente coloreado actual y entonado con lo que se nos está contando, la Segunda Guerra Mundial, tampoco hemos pedido «tramitas de colores chillones y líneas de color que se salgan» en aquello.
Así que el problema en sí no es el recoloreado actual, sino que se haga mal y sobretodo a partir del coloreado «de recurso» de entonces, que no era bueno, y no lo es porque se «suavicen» sus tonos para la impresión actual. Pero si se contrata a buenos profesionales y se le da un color actual a lo clásico, podríamos disfrutar de verdaderas obras de culto como Los Nuevos Dioses, el Batman de Neal Adams, o el Spiderman o Doctor Extraño de Ditko, con la calidad que a los propios autores seguro que les habría gustado tuvieran sus cómics coloreados artísticamente.

jorgenexo
jorgenexo
30 junio, 2011 15:09

La solución es evidente: que impriman tebeos en papel «El elefante», bien por la parte encerada, bien por la parte rugosa, en función de las características cromáticas del tebeo. Quizás lo publicado en Marvel Héroes no sea precisamente lo que más mereciera este inusual formato y papel, pero al 90% (siendo enrollaos, como el papel este) de lo publicado en lo que va de siglo le vendría que ni pintado.

nenoskoda
nenoskoda
Lector
30 junio, 2011 15:09

Pacense: No es lo mismo. Entendería que defendierais la reedición en blanco y negro de la obra original, para apreciar el dibujo y las tintas, pero no que defendáis las tramas mecánicas
 
Yo sí puedo entender que alguien pida una reedición en color que se ajuste a la original sin ninguna mejora en el color. Hasta ahora, muy pocos de las ediciones con nuevo coloreado me han dejado más satisfecho que el original, y algunas incluso han empeorado el resultado. Aparte de los habituales ejemplos de Marvel Gold, recuerdo la edición del Príncipe Valiente de Planeta cuyo color era tan «agresivo» que en ocasiones tapaba el dibujo.
 
Pero si se contrata a buenos profesionales y se le da un color actual a lo clásico, podríamos disfrutar de verdaderas obras de culto como Los Nuevos Dioses, el Batman de Neal Adams, o el Spiderman o Doctor Extraño de Ditko, con la calidad que a los propios autores seguro que les habría gustado tuvieran sus cómics coloreados artísticamente
 
Personalmente, prefiero una edición que respete los colores originales bien impresos sobre el papel más adecuado para ello. Los tomos de Conan recoloreados por Dark Horse, aunque están bien, no creo que aporten nada ni hagan más disfrutable su lectura que las ediciones «normales» de Fórum, por ejemplo.
 

I´m with a Skrull!
Lector
30 junio, 2011 15:15

Así que colorear con photoshop es basura, y sin embargo considerar el desajuste de una maquina o la falta de punto mínimo como una obra maestra es muestra de buen gusto por lo clasico? menudo patinazo eh? alguno de los que despotrica del color «por photoshop» tiene alguna pega al color que tienen los x-force de milligan?

don guri
don guri
30 junio, 2011 15:23

>solo abren dos posibilidades: el responsable no solicitó pruebas a la imprenta, o tiene un gusto para el color mas que discutible.
Hay otra posibilidad: al responsable le importa un pimiento como salga el color.

I´m with a Skrull!
Lector
30 junio, 2011 15:26

«y el juez solicitó “destruir las planchas” y desde la revista le tuvieron que recordar que eso de las planchas hacía ya años que no existía.»
En todo caso serian los fotolitos, desde hace unos añitos hay unas maquinas llamadas CTP que son impresión directa a plancha…

Reverend Dust
Lector
30 junio, 2011 15:54

Pues yo la única queja que tengo contra el papel de hoy es que cuando leo en el váter cuando estoy cag… cortándome las uñas, la luz del techo se refleja en las páginas y tengo que hacer giros extraños con mi cabeza para leer todos los diálogos y ver todas las imágenes.
 
Es una queja razonable, ¿no? Eso y lo del papel higiénico de lija: lo peor.

Ocioso
Ocioso
Lector
30 junio, 2011 17:02

Reverend Dust ha comentado: cuando leo en el váter cuando estoy cag… cortándome las uñas,
 
¿Las tres cosas a la vez? ¡Que capacidad de concentración!
 
Eso y lo del papel higiénico de lija: lo peor.
 
Depende. El papel higiénico de El Elefante por un lado rasca, pero por el otro extiende. No sabría decidirme.
Pero peores son los papeles higiénicos actuales que son tan suaaaves, y tan blandiiiiitos, que como te aprietes un poquito mas de la cuenta terminas con el dedo dentro del culo. Sí, Scottex, lo digo por tí.

PRIME
PRIME
Lector
30 junio, 2011 18:55

Un buen clásico a precio asequible, la verdad es que no se puede pedir más, tal vez, como única pega es que la etapa de Anne Nocenti y Romita Jr está incompleta.
Más allá de los gustos por el color o por el formato, este cómic es una buena manera que en Daredevil existe vida más allá de Miller.

Lector
Lector
30 junio, 2011 21:43

Me gustan los diálogos, consiguen sacarme alguna que otra sonrisa, en general me gusta mucho como escribe Ann Nocenti, pero esta saga en particular me parece correcta y no más.

Alex Cruz
Alex Cruz
Lector
30 junio, 2011 23:29

El formato carton esta muy bien, tampoco se trata de publicar buenos arcos en empastados de super lujo.
 
Al Williamson ayudo mucho a definir con sus tintas el renacido estilo de Romita JR.

Dicker
Dicker
Lector
1 julio, 2011 17:49

Siempre pensé que cuando se le da importancia a los puntitos, o a su ausencia, o al papel, o al macramé…hace mucho que se dejó de disfrutar de la lectura de un comic.

Hoth
Hoth
1 julio, 2011 23:14

cualquier excusa es buena para no soltar el dinero….

Hoth
Hoth
1 julio, 2011 23:22

si tanto os gustan los puntitos el papel poroso y amarillento, lo teniais facil, ya que la mayoria de vosotros lleva toda la vida en esto…haber comprado cuando tocaba religiosamente cada mes vuestros comics forum y despues de leerlos, haberlos guardado. Se llama coleccionar comics. Y si lo teneis y hablamos de recomprar, sera que no os apetece gastar dinero en algo que ya se tiene, algo totalmente logico y respetable, pero sin excusas. Y sino siempre podeis recorrer al fariseo de turno que os venda las coles antiguas…mientras tanto si alguien no se pilla un marvel gold solo pq no tiene puntitos y el papel ha cambiado, eso me da que pensar que ni esa historia realmente le interesa ni tampoco valora el dibujo en ella (el coloreado no es el dibujo). La historia (guion y dibujo) creo que esta por encima de todo, incluido el formato o la impresion…dudo que alguien se comprara un comic sin guion y lleno de colores con puntitos, hay que saber disfrutar de las cosas en cada momento y formato, para todo lo demas, la nostalgia y las colecciones antiguas que guardamos celosamente.

José Miguel Poncela
José Miguel Poncela
Lector
3 julio, 2011 0:55

El tiempo, y los editores, han puesto en su lugar el trabajo de la sobrevalorada Ann Nocenti: una pelmaza que no tenía nigún interés por el genero en el que trabajaba y si en dar la plasta al personal con sus neuras personales. Como Jamie Delano, pero en mujer.
Si su etapa no la hubiera dibujado John Romita Jr. y Al Williamson no la recordaría ni el tato. Yo vendí todo el vol.2 del Daredevil de Forum hace ya años, habida cuenta de que sabía que NUNCA volvería a leerlo.

nenoskoda
nenoskoda
Lector
3 julio, 2011 1:07

Siempre pensé que cuando se le da importancia a los puntitos, o a su ausencia, o al papel, o al macramé…hace mucho que se dejó de disfrutar de la lectura de un comic.
 
Cuando se trata de la reedición de un cómic que ya tienes en otros formatos esperas que, al menos, la nueva edición mejore las anteriores y aporte algo nuevo que haga que merezca la pena el desembolso.
 

Armin Tamzarian
Autor
3 julio, 2011 1:23

El tiempo, y los editores, han puesto en su lugar el trabajo de la sobrevalorada Ann Nocenti: una pelmaza que no tenía nigún interés por el genero en el que trabajaba y si en dar la plasta al personal con sus neuras personales. Como Jamie Delano, pero en mujer.Si su etapa no la hubiera dibujado John Romita Jr. y Al Williamson no la recordaría ni el tato. Yo vendí todo el vol.2 del Daredevil de Forum hace ya años, habida cuenta de que sabía que NUNCA volvería a leerlo.
 
Y encima era feminista y eso no se puede permitir en este mundo de machos en el que nos movemos. Poco importa si escribía bien o si fue una autora destacada en el mundo del cómic, «la tipa tenía una ideología y lo exponía en su obra» y eso es pecado mortal. Ann mala, mala, eso no se toca, caca, caca.