Resumen del Comic Barcelona 2024

En lo relativo al número de asistentes, parece que el evento sigue manteniendo un éxito similar al de las entregas anteriores, cerrando este año con 110.000 visitantes, según cifras de los organizadores.

Por

Raúl Gutierrez

8 mayo, 2024

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La edición del Comic Barcelona 2024 ha sido la confirmación de un cambio de paradigma en el panorama de la historieta nacional. Tanto el cómic de superhéroes como los sellos de este género en las grandes editoriales, Panini, Planeta Comics y ECC, parecen estar estancados y, en cambio, las editoriales más modestas como Astiberri, Nuevo Nueve, Dolmen, Moztros o La Cúpula… – bien acompañados por el gigante Penguin/Reservoir Books/Salamandra – rebosan dinamismo, han encontrado su nicho de mercado e incluso lo están ampliando. Norma Editorial sigue a lo suyo con una envidiable velocidad de crucero. Por otra parte, el cómic infantil y juvenil va como un tiro.

Esto es lo que se respiraba paseando por el Comic Barcelona de este pasado fin de semana y esto nos transmitían los principales editores; para unos todo eran lamentos, para otros euforia… una suerte de esquizofrenia del sector, un curioso la alegría va por barrios.
Por otra parte, la edición cuadragésimo segunda del certamen barcelonés, celebrada entre el 3 y el 5 de mayo, ha servido para consolidar la apuesta de su dirección por la divulgación del medio a nuevos públicos, por aumentar el número de stands, por dar más visibilidad a los fanzines y por intentar buscar relaciones de afinidad entre el cine y los tebeos, entre el género fantástico en todas sus vertientes y la historieta. En palabras de la directora del certamen Meritxell Puig: «En esta edición se ha hecho un esfuerzo para seducir un público más diverso, apostando por secciones que, partiendo del cómic, llegan mucho más allá tocando otras disciplinas artísticas, y esto ha resultado en esta transversalidad en la tipología de público«.

Lo más multitudinario y excitante de esta edición han sido las sesiones de firmas y los encuentros del público con los autores. Ver las interminables colas en las firmas de estrellas del medio como Beto Hernandez, Paco Roca, Posy Simmonds o Miguelanxo Prado y ver el público que se agolpaba en los stands que ofrecían valor añadido a la compra de tebeos como ECC, Astiberri, La Cúpula, Nuevo Nueve o Norma Editorial, entre otros, era una gozada. La curiosidad la han protagonizado las editoriales de Las Islas Baleares como Dolmen Editorial, Ominiky Ediciones, Autsaider Cómics y otras que han compartido espacio para minimizar gastos y maximizar sinergias, en un experimento con algunas incomodidades pero con muchos aspectos positivos.

Aspecto del stand de las editoriales de Baleares

Por lo que respecta a las exposiciones, solo las dedicadas a Francisco Ibáñez, a Trini Tinturé, a Tomás Hijo y al universo de Mad Max han estado a la altura, el resto han decepcionado a la mayoría de visitantes.
Las actividades más culturales y específicas del medio como charlas, presentaciones editoriales y Q&A han sido exhaustivas y de calidad, pero siguen teniendo un público escaso, quizás se tendrían que promocionar mejor y que la organización hiciera un esfuerzo para dirigir a los aficionados hacia estos eventos. Es una lástima que uno de los momentos más significativos de la edición de este año; la gráfica respuesta de Georges Bess a la pregunta de cómo es trabajar con Alejandro Jodorowsky solo la hayamos presenciado una docena de personas.
El área dedicada al cine también ha aumentado su asistencia, según comentan desde la dirección del Cómic Barcelona.

El palmarés de esta edición de los Premios Comic Barcelona es equilibrado y no ha suscitado grandes polémicas.
El premio al Mejor Cómic Nacional para La alegre vida del triste Perro Cornelius del autor Marc Torices nos parece un acierto y resuelve una de las decisiones más difíciles de la historia de estos galardones, por la gran cantidad y por la enorme calidad de las obras españolas que se publicaron durante el año pasado. La distinción a Marika Vila es de justicia, muy merecida y la entrega de su galardón ha sido otro de los grandes momentos de esta edición.

42-Comic-Barcelona-2024-foto-palmarés — Foto de los ganadores de esta edición

En otro orden de cosas, hemos de decir que en lo que a feria de cómic se circunscribe, consideramos que hay pocas librerías y poco fondo editorial. Está muy bien que editoriales como Norma, Panini Cómics, ECC Ediciones y Planeta Cómic tengan sus propios stands, mucho más grandes que el resto y bien distinguidos de los demás (para no robar así espacio ni protagonismo de librerías más modestas) pero cuando acudes a ellos la realidad es que tan solo puedes obtener las novedades editoriales que puedes conseguir en tu librería habitual sin esfuerzo o mediante compra online.
La realidad es que no había muchos puestos en los que los consumidores pudieran adquirir productos más antiguos, de saldo o de hace unos pocos años, siendo en este aspecto la oferta existente muy escasa. Da la sensación de que el salón es cada vez más un expositor de novedades y del trabajo venidero de las editoriales más conocidas del mercado y menos una feria para fans de cómic que buscan adquirir todo tipo de cómics.
Finalmente, y con respecto a las partes negativas del Comic Barcelona, queda por hacer alusión al hecho de que no resulta muy cómodo para el usuario que si éste abandona las instalaciones no pueda volver a entrar al evento salvo que adquiera otra entrada. Es cierto que esto se hace así para cumplir con el control de aforos legalmente establecido, pero tiene que haber otra manera mejor de llevar a cabo el cumplimiento legal que no implique un mayor desembolso económico para los asistentes, ni que tengan que comer y tomar café obligatoriamente en el área del certamen establecida para ello que, como es obvio, resulta mucho más cara que cualquier cafetería o restaurante de los alrededores.

En conclusión, la edición de este año ha mantenido y ampliado las características de las ediciones de los últimos años con una buena afluencia de autores extranjeros, una gran presencia de talento nacional y un aumento significativo de oferta cultural y stands. Además, ha mejorado en el aspecto de divulgación del medio tanto a instituciones como a medios de comunicación y, también, al público en general y ha sido mucho más discreta en respecto a la calidad de las exposiciones.

Por lo que respecta a Zona Negativa, hemos participado en esta edición – tanto en los días previos como en la cobertura del evento – con un significativo equipo de corresponsales y con el apoyo incondicional del resto de miembros de la redacción que no han podido desplazarse hasta Barcelona. Todo encaminado a ofreceros la máxima información de esta edición del certamen mientras se producía y también preparando contenidos para las próximas semanas. Este es un pequeño adelanto.