Ives/Morgan. Una gran desconocida

Antonio Segura y José Ortiz son los responsables de un excelente cómic de Serie Negra que es un compendio de varias de las variantes que existen dentro del género criminal.

1
2433

La transición de finales de la década de los 70 a principios de la década de los 80 supuso uno de los momentos de más actividad creativa en el campo de los cómics españoles. La creación de diversas editoriales, la consolidación de otras ya creadas y la aparición de numerosas revistas especializadas provocaron un alud de series que con el tiempo han conformado el período conocido como el boom del comic adulto español.
Posteriormente la mayoría de estas obras han sido editadas y reeditadas en álbumes o colecciones integrales que permiten al lector conocer y disfrutar del talento y la creatividad de aquellos autores.
Sin embargo, y por diversas razones, algunas series no han sido recuperadas del olvido y se merecerían que alguna editorial se fijara en ellas para que pudieran conocerlas los nuevos lectores y para que las volvieran a disfrutar en todo su esplendor los aficionados más veteranos. Uno de estos casos es la serie Ives/Morgan de Antonio Segura y José Ortiz.

Ives (o más tarde Morgan) se estrenó en el nº5 de la revista Metropol, con fecha de abril de 1983, en un número especial dedicado al género negro. La serie consta de 29 episodios, los cuatro primeros publicados en la citada Metropol y el resto en la revista Cimoc, con un cambio de nombre seguramente para sortear posibles problemas de derechos.

El primer episodio titulado Descanse en paz nos presenta al protagonista, Ives Pollock, un veterano policía con problemas de salud graves y cuya vida está a punto de dar un giro radical por culpa de un crimen muy cercano. Con una extensión mayor que el resto de capítulos (14 páginas), la trama de este episodio inicial se centra en la venganza de este agente del orden que no duda en saltarse la ley para llevar a cabo su violento cometido. Descanse en paz tiene una curiosidad añadida a modo de cameo del propio guionista que aparece leyendo un libro capital de la historia de la novela negra como es El largo adiós de Raymond Chandler, reivindicación no tan manida en la época y que también habían incluido Muñoz y Sampayo en uno de los primeros episodios de Alack Sinner.

La serie Ives/Morgan es un auténtico catálogo de variantes dentro del género negro. Empieza por ser una serie con un policía vengativo, luego durante varios episodios se convierte en un relato carcelario – los últimos publicados en Metropol y los primeros aparecidos en la revista Cimoc – para finalmente transformarse en una serie itinerante con el personaje principal convertido en un fugitivo de la ley. A esta última etapa pertenece un maravilloso episodio titulado El púgil griego que mezcla el género negro con el histórico. Una preciosa historia ambientada en Grecia y publicada en la revista Cimoc nº 86 de mayo de 1988.

La serie consta de un total de 29 episodios – los primeros en los nºs 5, 6, 7 y 11 de la efímera revista Metropol y los 25 restantes en la revista Cimoc, concretamente del 71 al 89, 91, 92, 93, 94, 96 y 100. Ortiz, que numeraba cada página con la cifra de episodio y la pagina correspondiente, se equivocó dos veces repitiendo la numeración de los capítulos 5 y 17 por lo que podría parecer que en Cimoc sólo se publicaron 23 episodios pero en realidad fueron 25. Su publicación se extendió durante más de seis años; desde abril de 1983 hasta julio de 1989 cuando se publicó un capítulo final de 2 páginas en el nº 100 de la revista Cimoc.

Los guiones de Antonio Segura para esta serie reflejan claramente su estilo. Son duros, secos, sin concesiones a la galería pero siempre tensos, llenos de ideas emocionantes y en ocasiones poéticos. El guionista valenciano centra la primera mitad de las historias en un ambiente carcelario que le imprimirá una atmósfera sombría, desasosegante y muy claustrofóbica, para luego embarcar a su protagonista en una alocada fuga que le llevará por diversos lugares del planeta y que propiciará un ambiente más aventurero donde primarán los paisajes exteriores y los amplios horizontes.

El arte de José Ortiz es otro de los alicientes de esta obra. Todos los episodios son en blanco y negro. Su trazo es nervioso, el entintado eficaz pero sin florituras. La composición de página es casi siempre de tres tiras con dos o tres viñetas cada una. A medida que la serie va avanzando Ortiz se atreve con una puesta en escena más ligera, menos sombría y donde se puede apreciar – algo extraordinario en su carrera – cierta influencia del dibujante Jordi Bernet, sobre todo en su tratamiento del humor en el género negro aplicado en series como Torpedo y Kraken.

En su conjunto Ives/Morgan es una serie extraordinariamente entretenida. Está llena de páginas espectaculares y de historias muy interesantes. Pertenece al momento álgido de la colaboración entre estos dos grandes maestros del cómic peninsular. Es casi contemporánea a Hombre, Las mil caras de Jack el Destripador o Burton & Cyb.

Ives/Morgan no se ha publicado nunca en álbum y esto la convierte en una gran oportunidad para que alguna editorial con visión e iniciativa pueda enriquecer su catálogo con una obra más que interesante. Hasta que esto no suceda seguiremos hojeando nuestras viejas revistas mientras esperamos el integral…

Subscribe
Notifícame
1 Comment
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Montaigne
Montaigne
Lector
8 octubre, 2017 21:55

Gracias por el artículo y por el descubrimiento, Tristán. La verdad es que el dibujo luce maravilloso, y sobre papel (del bueno) debe de ser el no va más. Cuánto echo de menos a Glenat/EDT, referencia en la recuperación de este tipo de material. Aunque tampoco está nada mal la descomunal reedición que del Perramus ha hecho 001 Ediciones, a la altura de su calidad, y no como esa ridiculez que han perpetrado (no recuerdo el nombre de la editorial) con el bueno de Alack Sinner.

Desconozco si en España existe algún tipo de institución pública dedicada a la promoción y recuperación de la historieta española, ya que, si es así, no estaría mal que se pusiese manos a la obra y, bien asesorada, y poquito a poco, fuese haciendo su trabajo. Que bien que se lo agradeceríamos.

Bueno, un saludo, y hasta otra.

Hugo Pratt para Caldas, ¡ya!