Guía de lectura: Guardianes de la Galaxia

La primera aparición de los Guardianes de la Galaxia originales data de 1969, cuando cuatro de ellos fueron presentados por Arnold Drake, conocido por su trabajo en Batman y por crear Doom Patrol, y Gene Colan para el número 18 de la antología Marvel Super-Heroes, título que había lanzado al Capitán Marvel y en los últimos meses había tenido como protagonista a Medusa, de los Inhumanos, o al Caballero Negro. Eso sí, todo venía de una idea de Roy Thomas que había gustado a su mentor, Stan Lee. El guionista se había imaginado unos Estados Unidos divididos por el comunismo ruso y el chino en el que primaban las guerras de guerrillas. La idea se retocó tanto que acabó quedando irreconocible: ahora era el futuro, en un plano galáctico y con los Badoon, creados por Lee para el segundo número de Silver Surfer, como enemigos. «¡Estamos en el año 3007! Sólo una bandera ondea dentro de la U.P.T. -Unión de Países de la Tierra- y la docena de planetas de la federación. Hace mucho que no hay guerra entre naciones… pero está a punto de empezar una guerra entre sistemas estelares…» Un relato ideal para el año que el hombre pisó a la Luna.

El número en cuestión es una clásica epopeya de fantasía galáctica, pero sentó muchas de las aventuras que vendrían después, aprovechadas al máximo por Steve Gerber, Roger Stern o Jim Valentino. Drake presentaba a los cuatro protagonistas masculinos, los últimos supervivientes de sus respectivos planetas: el terráqueo Major Victory, Charlie-27 (de Júpiter), Yondu (de Centauri) y Martinex (de Plutón). Eran rebeldes del siglo XXXI que luchaban contra la amenaza de los dictatoriales hombres lagartos. Tan poco caló la historia, sin embargo, que los Guardianes no regresaron a las viñetas hasta 1974. Fue entonces cuando Gerber se encaprichó de estos personajes perdidos para incluirlos en las páginas de Marvel Two-in-one, la cabecera team-up de La Cosa. Un título jovial y divertido como solo el escritor sabía hacer y que cruzaba al de la calle Yancy con lo más granado (y extraño) del universo Marvel. Los Guardianes, ahora en 3014, serían parte de una historia de viajes temporales en la que Ben Grimm, el Capitán América y Sharon Carter se trasportaban al futuro para ayudarles a combatir a los caciques que llevaban en el poder siete años. Tanto le gustaron a Gerber los personajes que sus planes acabarían yendo mucho más allá, hasta la colección de Los Defensores, especializada durante su etapa en aprovechar al máximo el lado menos conocido y bizarro de Marvel.

Gerber se reunió con cinco de sus colaboradores y amigos para diseñar la historia del Giant-Size Defenders #5, que hacía viajar por primera vez al presente a Los Guardianes. Gerry Conway, Roger Sliffer, Lein Wein, Chris Claremont y Scott Edelman son también en parte responsables de ese número, que daba a los Guardianes un nuevo propósito y que presentaba al joven Vance Astrovik, llamado a convertirse en el Major Victoria de la tierra paralela. Años más tarde, en el universo 616, acabó siendo miembro fundador de los Nuevos Guerreros e incluso el vengador conocido como Justicia. Desde aquella introducción, Gerber no soltó a los Guardianes. Su historia de saltos temporales continuó en la serie principal del no-equipo liderado por el Dr. Extraño, para más tarde llegar a independizarse en Marvel Presents, colección que cobijó sus primeras aventuras en solitario. Así comenzó la historia del equipo que terminó los 70 compartiendo con Los Vengadores una de las sagas más importantes y recordadas de la década.

Marvel Gold. Guardianes de la Galaxia: Vengadores cósmicos, de Arnold Drake, Gene Colan, Steve Gerber, Vince Colletta y Sal Buscema; Panini Comics; Contiene Marvel Super-Heroes 18, Marvel Two-In-One 4 y 5, Giant-Size Defenders 5 y The Defenders 26-29 USA; Libro con solapas. 184 páginas. 16,50 €.

Un tomo variado con las primeras aventuras, en orden, de los Guardianes de la Galaxia, desde su presentación en 3007 como guerrilleros solitarios unidos contra los dictatoriales Badoon, por Arnold Drake y Gene Colan, hasta su larga aventura con Los Defensores que desarrolló Steve Gerber, quien realmente los definió para todos los guionistas que vinieron después. Pese a la variedad de títulos en este primer tomo, todo encaja perfectamente en una historia con introducción, nudo y desenlace, y la promesa de que vendrán mejores tiempos para el equipo. Si Drake se encarga de presentar la propuesta, Gerber es el responsable de forjar la mitología tanto de los Guardianes (que los conecta con los Deathlok, La Guerra de los Mundos y Killraven) como de los Badoon (introduciendo, por eemplo, a su versión femenina), de crear nuevos personajes como Starhawk y, sobre todo, de profundizar en los protagonistas ya presentados. Al creador de Howard el Pato le da tiempo incluso de poner en el centro de esta trama llena de paradojas temporales y realidades alternativas a Vance Astrovik, el niño llamado a convertirse en Mayor Victoria que tendría un importante rol en las trincheras del universo Marvel. Con este bagaje, solo unos meses después, el grupo estaba preparado para lanzarse a sus propias aventuras, sin la compañía de La Cosa, Dr. Extraño, Valquiria o Hulk.

Marvel Gold. Guardianes de la Galaxia: El poder de Halcón Estelar, de Steve Gerber, Roger Stern, Mary Skrenes, Al Migrom y Stan Lee; Panini Comics; Contiene Marvel Presents 3-12 USA; Libro con solapas. 208 páginas. 18,95 €.

En Los Defensores, Gerber había presentado una serie de conceptos interesantes como el misterioso rol de Halcón Estelaren el mapa cósmico o la rebeldía de las Badoon femenina, que resultaban demasiado interesantes como para quedarse en el olvido eterno del año 3015. Había llegado el momento de dar a la tripulación de Capitán América una serie propia. Y, como no podía ser de otro modo, Gerber estaría a los timones. El escritor se encargó de seis de los nueve números, donde, entre otras cosas, introdujo a las primeras féminas del equipo: la mercuria Nikki y la misteriosa Aleta, un ente que volvería mucho más interesante a Starhawk y del que beberían décadas más tarde los nuevos Guardianes. Pero, sobre todo, la etapa se hizo conocida por mostrar la primera imagen de sexo explícito en un cómic Marvel aprobado por el Comics Code. Para rehuir la censura, Nikki estaba en un estado gaseoso fuera de su cuerpo y Vance Astro se mantenía atrapado en la mente del Hombre Topógrafo, uno de los muchos villanos surrealistas que pasaron por el camino de los Guardianes. A partir del octavo, tomó las riendas Roy Thomas. Los Badoon parecían estar en sus últimos días. Era el momento de buscarse nuevos enemigos. El primero: las ventas, que cancelaron la serie en el número 12.

Marvel Gold. Los Vengadores: La Saga de Korvac, de Bill Mantlo, Roger Stern, Len Wein, David Michelinie, Jim Shooter, Sal Buscema, Tom Morgan, George Pérez y David Wenzel; Panini Comics; Contiene Mighty Thor Annual 6, Avengers 167, 168, 170-177 y The Korvac Saga TPB Epilogue USA; Libro con solapas. 236 páginas. 21,95 €.

¿Qué mejor nuevo enemigo para los Guardianes que uno creado por Steve Gerber? ¿Y si es uno que Gerber nunca pensó volver a utilizar tras Giant Size Defenders #3? Korvac era un peligroso cyborg diseñado por los Badoon en la dimensión 691 que traicionó a sus creadores para conquistar el cosmos. Un villano de opereta cuya aparición parecía que se iba a limitar a ese número sin repercursiones. Al menos hasta que llegaron Len Wein y Roger Stern y lo convirtieron en el villano estrella del sexto Annual de Thor, que sirvió, a su vez, de prólogo para una de las grandes sagas de Los Vengadores. De nuevo dibujados por Sal Buscema, el equipo intergaláctico recibe la ayuda del Dios del Trueno en su primera batalla contra el hombre máquina y sus secuaces. Pero Korvac no es derrotado, sino que viaja con Thor hasta el año 1977 de la Tierra 616. Su objetivo: hacer del mundo del pasado una Utopia. Al llegar a su destino, el villano, casi por error, se convierte en un personaje mucho más poderoso, interesante y trágico. Los poderes de la nave Galactus lo tornan casi en un Dios. Su apariencia, sin embargo, es la de un simple humano llamado Michael. Cuando se enteran de que su enemigo está escondido, Los Guardianes de la Galaxia deciden transportarse de vuelta al siglo XX, donde acaban compartiendo aventuras con Los Vengadores, mientras vigilan al joven Vance Astrovik y buscan al desaparecido Korvac. El equipo se convierte así en una pieza fundamental de la etapa de Jim Shooter en el título, llegando a dejarse ver en 11 números. Por allí se pasea también El Coleccionista, uno de los secundarios de la adaptación cinematográfica.

Marvel Gold. Los Vengadores: Noches de Wundagore, de Roger Slifer, David Michelinie, George Pérez, John Byrne, Don Newton y Bill Mantlo; Panini Comics; Contiene Avengers 181-188 y Annual 8 y 9 USA; Libro con solapas. 224 páginas. 22 €.

Si bien este tomo no es verdaderamente relevante en la historia de los Guardianes, incluye la última aparición, en el número 181, del equipo en la colección de Los Vengadores. Tras la revulsiva etapa de Shooter, había overbooking en la Mansión, así que llegó el representante gubernamental Henry Peter Grych para echar a todos los que sobraran por los pasillos: Dragón Lunar, El Capitán Marvel, Ms. Marvel, Hércules, Pantera Negra, Hércules y, por supuesto, los Guardianes, que ya se habían afincado en el siglo XX. Tras derrotar a Korvac, la agenda del equipo volvía a estar libre de compromisos.

Spiderman: Marvel Team-Up v2, 7: ¡Asesinato en Cathedral Canyon!, de Steven Grant, Chris Claremont, Mike Vosburg, Bob McLeod, Gene Colan, Sal Buscema y Alan Kupperberg; Panini Comics; Contiene Marvel Team-Up 90, 86 y 87 y Annual 2 USA; Tomo. 208 páginas. 7,75 €.

Con la saga de Korvac finalizada, era el momento de que los Guardianes volvieran a recuperar su sitio como invitados de lujo. El primer destino fue un lugar inesperado: las calles neoyorquinas, en Marvel Team-Up 86, donde (al menos tres de sus miembros) conocieron por primera vez al lanzarredes. Como manda la tradición del género, todo empieza con una batalla contra Spider-Man. A la confusión que da comienzo a todo buen team-up, le sigue una lucha codo con codo contra los bizarros Hammer, Anvil y una poderosa multinacional que podría cambiar el destino de los Guardianes.

Tras su despedida de Los Vengadores, y una aparición en Ms. Marvel 23 (último número de la serie, con la trama inacabada), Los Guardianes solo hicieron dos apariciones durante los 80. Otra década que les olvidó. Mark Gruenwald fue el encargado de devolverles a sus orígenes, a la colección Marvel Two-In-One. Starhawk fue el primero en cruzarse de nuevo con La Cosa en un arco argumental intergaláctico, del 61 al 63, en el que, junto a Dragón Lunar, asistían al resurgir de Warlock. Los Guardianes, ya al completo, regresaron al pasado en el número 69 para evitar el porvenir de astronauta de Vance Astrovik y así hacer que el Mayor Victoria nunca existiera. Durante una década, y con su historia ya cerrada, no se volvió a tener noticias de los Guardianes del siglo XXXI.

El guionista y dibujante (y futuro fundador de Image) Jim Valentino fue en los noventa el autor que se encaprichó -gracias a un empujón del editor Tom DeFalco– con estos eternos olvidados, y lo hizo por todo lo grande: en una serie mensual situada en el año 3014 que duró 62 número y cuatro Annuals, y que recibió el abrazo de la crítica. Eran, como clamaba su portada, los héroes de los noventa, como parte de una campaña para recuperar viejas glorias. Poco a poco, los Guardianes volvieron a lograr el adjetivo de cómic «de culto» y a convertirse en invitados en las más diversas series. La serie de Valentino daba, además, un giro inesperado al siglo XXXI, donde comenzaban a aparecer versiones futuras de los héroes Marvel, tales como el legado del Motorista Fantasma o una raza, los Stark, que utilizaban la tecnología de Iron Man con fines maléficos. Vance Astro pudo por fin portar, asimismo, el escudo de su admirado Capitán América, algo que reutilizarían dos décadas después Abnett y Lanning.

Durante este tiempo, el equipo se asomó por (en orden cronológico) Fantastic Four Annual Vol 1 24, Thor Annual #16 y Silver Surfer Annual #4 (los tres parte del evento The Korvac Quest), Thor Corps #2-3 y The New Warriors vol 1 #68. Incluso tuvieron tiempo para protagonizar su propio What if? en el número 36 del segundo volumen: ¿Qué hubiera pasado si los vengadores cósmicos hubieran luchado contra los Guardianes de la Galaxia?, preguntaba. Ya completamente desplazados de su tiempo, se les vio en la miniserie Heraldos de la maxi-saga Paraíso X creada por Alex Ross. Y desplazados seguirían hasta que Andy Lanning y Dan Abnett recuperaran su legado y parte de su elenco, aunque fuera con un foco completamente distinto. Los guardianes originales tienen, sin embargo, todavía hoy, muchas historias por protagonizar. Y el film, pese a no contar con ellos, es el trampolín perfecto.

A principios del siglo XXI, el universo galáctico de Marvel estaba prácticamente olvidado. Ese vasto hueco lo cubrían series y aventuras muy puntuales que no llegaban a afectar al universo interconectado. Por ello, cuando en 2008 Marvel lanzó Aniquilación dio la impresión de que la saga cósmica sería un cajón de sastre donde recuperar a antiguos personajes y donde dar salida a una vertiente poco explotada sin afectar a las líneas maestras. Este perfil bajo también jugaba, sin embargo, a favor de sus creadores, que contaban con una importante libertad creativa. Así nació una etapa dorada y auto-contenida de la vertiente galáctica que se atrevía a romper lazos con los habituales protagonistas de la mítica época de Jim Starlin (aunque sin olvidarse de aquéllos) y ponía en el epicentro de la invasión a héroes refrescados para la ocasión, como Nova, Starlord, el Super Skrull y Phylla-Vell. Una ráfaga de aire fresco que devolvió este rincón a la primera plana.

Los Guardianes como tal, sin embargo, no se formaron hasta después de Aniquilación: Conquista, cuando Starlord asume la necesidad de acabar con otra amenaza intergaláctica antes de que suceda. El germen había nacido, aun así, desde el primer número de Aniquilación, recuperando personajes olvidados y enfrentándolos contra una amenaza común. La primera alineación no oficial la reunió Keith Giffen en una de las mini-series de Conquista, donde Starlord reclutaba a una colección de reclusos dispuestos a colarse sin remilgos entre la horda de la Falange. Dan Abnett y Andy Lanning tomarían a partir de ese momento las riendas del equipo. El resto, como suele decirse en estos casos, es historia.

Para conocer un poco más en profundidad a los héroes ahora convertidos en superestrellas, Panini sacará en noviembre un tomo especial con los orígenes de los héroes no ligados con el universo Jim Starlin. El Marvel Gold Guardianes de la Galaxia: Vidas Pasadas incluirá las primeras historias de Starlord, en Marvel Preview 4, 11 y Starlord Special Edition 1 de Steve Englehart, Steve Gan, Bob McLeod, Chris Claremont y John Byrne; los primeros pasos de Mapache Cohete, en Marvel Preview 7 y The Incredible Hulk 71, de Bill Mantlo y Sal Buscema, y la mini-serie Rocket Rackoon, del propio Mantlo y Mike Mignola; y, por supuesto, el estreno en las viñetas de Groot, en Tales to Astonish 13, de Stan Lee y Jack Kirby, ni más ni menos. De las aventuras de Drax y Gamora podéis leer más en las diversas recopilaciones de Marvel Gold. Vida y muerte del Capitán Marvel y Marvel Gold. Warlock: La amenaza de Thanos,en las sagas del Infinito, así como en cualquier especial dedicado a Thanos que esté escrito por Starlin.

Colección Extra Superhéroes 39. Aniquilación. Integral, de Keith Giffen, Mitch Breitweiser, Dan Abnett, Andy Lanning, Scott Kolins, Ariel Olivetti, Kev Walker, Javier Grillo-Marxuach, Gregory Titus, Renato Arlem, Simon Furman, Jorge Lucas y Andrea Di Vito; Panini Comics; Contiene Drax The Destroyer 1-4, Annihilation Prologue, Annihilation Nova 1-4, Annihilation Silver Surfer 1-4, Annihilation Super-Skrull 1-4, Annihilation Ronan 1-4, Annihilation 1-6 y Annihilation Heralds of Galactus 1 y 2 USA; Tomo. 792 páginas. 35,00 €.

Aniquilación no cuenta todavía con los Guardianes de la Galaxia, pero es el evento que, además de ser muy recomendable para cualquier lector de cómic, puso los mimbres para todo lo que vendría después. La ola aniquiladora liderada por Annihilus y llegada desde la zona negativa estaba a punto de conquistar todo el universo. Como termitas intergalácticas, estaban devorando todo a su paso. La saga hizo evolucionar a este villano fetiche de los Cuatro Fantásticos que, tras tantas derrotas, se había convertido casi en un hazmerreír. Le dio poder y una entidad mucho más tenebrosa. Pero Aniquilación no solo consiguió recuperar a su villano, sino también a toda una colección de héroes que nunca habían tenido tanta relevancia. Ese era el caso, por ejemplo, de Richar Ryder, el Nova terráqueo que de golpe y plumazo se había convertido en el único superviviente de su comando. De un día para otro, había pasado de sidekick adolescente a salvador del universo. Keith Giffen se encargaba de la serie principal, donde ya comenzaba a asomarse Starlord, recuperado en el tiempo gracias al arco del guionista en la cabecera de Thanos y ahora reconvertido en el compañero de batallas humanos de Ryder. De la mini-serie de Nova se hacían cargo, mientras tanto, Dan Abnett y Andy Lanning, escritores que comenzaban a tantear un espacio mucho mayor al recuperar a Quasar o a Drax, quien llevaba décadas perdido en la ineptitud y sin propósito. Una historia tan basta como el universo contada como un relato personal del elenco coral que incluía también al Super-Skrull, Ronan el Acusador, Estela Plateada (y el resto de heraldo de Galactus), Gamora, Dragón Lunar y Thanos. Todos lograban mayor protagonismo que el que habían tenido en décadas y sin preocuparse ni un momento por una Tierra sumida en guerras y continuidad.

Aniquilación: Conquista 1, de Christos Gage, Stuart Moore, Keith Giffen, Dan Abnett, Andy Lanning, Giuseppe Camuncoli, Mike McKone, Andrea DiVito, Scott Kolins y Mike Perkins; Panini Comics; Contiene Annihilation: Heralds of Galactus 1 y 2 y Annihilation: Conquest Prologue USA; Tomo. 128 páginas. 8,75 €.

La secuela de Aniquilación no pretendía ser una aventura rompedora, sino mantener los parámetros que tuvieron éxito en la primera obra, erigida en serie de culto entre los lectores. Giffen cedía las riendas a Abnett y Lanning (o DnA) volvían a narrar una historia de personajes en el epicentro de la destrucción intergaláctica, creada esta vez por la Falange, Blastaar y un Ultrón supremo lejos, por primera vez, de Los Vengadores. Los guionistas ya habían logrado que Nova se independizara en su propia serie mensual, así que era el momento de dar voz a otros de los caracteres desaprovechados de la editorial. Todo comenzaba con la destrucción de Hala, capital del Imperio Kree. La hija del Capitán Marvel, Phylla-Vell había tomado el manto de Quasar, un reto que le quedaba grande. A su lado, Dragón Lunar, con la que había comenzado una relación amorosa. Peter Quill, por su parte, se había convertido, tras la guerra de Aniquilación en consejero militar de los Kree, un alto cargo político, que le daba también una responsabilidad en el devenir de las situaciones. Porque había amenazas contra las que debería reunir a todas las razas del universo, por dispersas que fueran.

Aniquilación: Conquista 2, de Christos Gage, Keith Giffen, Mike Lilly y Timothy Green III; Panini Comics; Contiene Annihilation: Conquest – Quasar 1-4 y Annhilation: Conquest – Starlord 1 y 2 USA; Tomo. 144 páginas. 9,25 €.

La nueva Quasar estaba llamada a ser la salvadora -o al menos había sido llamada para encontrar al salvador-, pero para ello tendría que superar el camino del héroe. La joven Phylla-Vell era todavía una novata en la tarea. Su primera misión era dar con el paradero de uno de los grandes personajes creados por Starlin, uno que llevaba mucho tiempo en paradero desconocido. Al otro lado de la galaxia, Keith Giffen era artífice de una de las mini-series más divertidas del evento, una que sentaría las bases de los Guardianes de la Galaxia y también del film. El Imperio Kree estaba a punto de poner la tarea de su vida a Peter Quill. Starlord debía liderar a un grupo de prisioneros para colarse, sin hacer ruido, en las defensas de la Falange, que poco a poco estaba infectando con su virus toda la galaxia, y destruirla desde dentro sin ningún escrúpulo. Su equipo estaría formado por lo más granado de los personajes cósmicos: Bicho, del Microverso; la Shi’ar y vengadora, Grito de Muerte; la Madonna Celestial y legendaria vengadora, Mantis; la superpoderosa entidad Capitán Universo; y dos bichos por los que nadie daba un duro: Mapache Cohete y Groot. La alineación con la que comenzó todo.

Aniquilación: Conquista 3, de Keith Giffen, Timothy Green II, Javier Grillo-Marxuach, Nic Klein y Kyle Hotz; Panini Comics; Contiene Annihilation: Conquest – Starlord 3 y 4 y Annihilation: Conquest – Wraith 1-4 USA; Tomo. 144 páginas. 9,25 €.

Aunque cuatro de los seis números de este tomo están dedicados a una de las mini-series más flojas del crossover, Wraith, escrita por Javier Grillo-Marxuach (Perdidos, The Middleman) y protagonizada por un personaje creado para la ocasión, así como por el Super-Skrull y Ronan, el volumen incluye también el final de la primera aventura no-oficial de los Guardianes de la Galaxia modernos, quienes comenzaban a dar muestra de su carisma como grupo. Giffen les decía adiós, pero DnA estaban observando muy de cerca todo su trabajo. Había conseguido recuperar personajes que nadie en Marvel pensó podrían salir de esa ingente biblioteca de 7.000 nombres. Algunos se quedarían por el camino, otros estaban destinados a la grandeza.

Aniquilación: Conquista 4, de Dan Abnett, Andy Lanning y Tom Raney; Panini Comics; Contiene Annihilation: Heralds of Galactus 1 y 2 y Annihilation: Conquest Prologue USA; Tomo. 160 páginas. 9,75 €.

Como en la primera parte, Conquista terminaba con la serie principal, donde confluían los caminos de todos los protagonistas. Quasar y Adam Warlock; Nova, Gamora, Drax y Walock de los Nuevos Mutantes; los reclusos de Starlord… Ni el Alto Evolucionador se quería perder la fiesta. Una batalla con victorias y pérdidas que sentaría la base del universo intergaláctico que DnA seguía construyendo ladrillo a ladrillo. Cada hecho tenía su consecuencia, aunque todo estaba atado y limitado a este pequeño espacio de colecciones (junto con la regular de Nova, para la que se había diseñado originalmente la idea). Unidos habían luchado mucho mejor que divididos. Era el momento de crear un grupo que evitara una tercera ola aniquiladora, antes de que ocurriera.

Guardianes de la Galaxia 1, de Dan Abnett, Andy Lanning y Paul Pelletier; Panini Comics; Contiene Guardians of the Galaxy 1-6 USA; Tomo. 144 páginas. 9,95 €.

Los Guardianes de la Galaxia empezaban de nuevo, pero eso no quería decir que el nuevo equipo creativo no fuera a respetar el legado del equipo original. Peter Quill, por consejo de Nova, había reunido a esta escuadra de marginados para ayudar a evitar todo peligro que amenace con conquistar el universo. La Iglesia universal de la Verdad eran los primeros en postrarse en su camino, pero no los únicos. Después de su primer encuentro, un iceberg aparecía en el espacio. Dentro llegaba un Vance Astrovik (líder de los originales) desorientado y fuera de tiempo, al que no tardaría en unirse el siempre misterioso Halcón Estelar y su doble personalidad masculina-femenina. Anunciaba que algo malo estaba a punto de llegar, que el continuo tiempo estaba comenzando a agrietarse. Pero no solo de continuidad e historia Marvel vive este primer tomo. DnA dieron a los Guardianes un cuartel general que con el tiempo se convertiría casi en un personaje más de la serie. Sapiencal era la encrucijada temporal donde residía una cabeza cortada gigante de un Celestial que se había convertido en residencia de lo más granado. Su director de relaciones públicas se llamaba Cosmo, y era un perro parlanchín, la reliquia de un programa espacial soviético. Ambos originales recursos han sido reciclados para el film. Ideas geniales (y salidas de olla) como éstas, así como una excelente dinámica de grupo y una caracterización de personajes esbozada en la ruptura de la cuarta pared, a lo reality-show, hicieron de la serie una compra obligatoria desde su primer número.

Guardianes de la Galaxia 2, de Dan Abnett, Andy Lanning, Paul Pelletier, Wes Craig y Brad Walker; Panini Comics; Contiene Guardians of the Galaxy 7-12 USA; Tomo. 144 páginas. 9,95 €.

Tras solo seis números, Invasión Secreta y una batalla contra los Skrull, había dejado al grupo desperdigado por la galaxia. Con Starlord encerrado en la prisión de la zona negativa controlada por Blastaar era el momento de dar un vuelco a la alineación, compuesta por antiguos amigos como Bicho y Mantis. Por allí se pasarían también Dragón Lunar y Jack Flag (otra recuperación inimaginable), llamados a ser los nuevos miembros del elenco. El tomo sirve de preludio, además, para Guerra de Reyes, el nuevo gran crossover universal de Marvel que enfrentó a Los Inhumanos con el dictatorial Vulcano. Allí, se embarcarían los Guardianes de lleno en el siguiente tomo.

Guardianes de la Galaxia 3. Pacificadores, de Dan Abnett, Andy Lanning, Wesley Craig y Brad Walker; Panini Comics; Contiene Guardians Of The Galaxy vol. 2, 13-19 USA; Tomo. 160 páginas. 10,75 €.

Mientras que se cierne sobre la formación la sombra del infame alter-ego malvado de Adam Warlock, este tomo está separados en dos partes bien diferenciadas. Por un lado, y sin perder un ápice de todo lo que han sido, el creciente grupo se reúne para en el epicentro de la batalla entre Inhumanos y Shi’ar por la corona del universo. La otra mitad les reúne con los Guardianes originales de otra dimensión en una aventura a contrarreloj que trastocará su futuro para siempre. Desde que Vance Astro apareció en un iceberg con el escudo del Capitán América y Halcón Estelar mostró su doble personalidad asexual, estaba muy claro que las aventuras de los Guardianes de la Galaxia no sería un simple relanzamiento. Abnett y Lanning tenían un gran respeto por el legado del grupo y, en particular, por la etapa de Jim Valentino. Los autores vuelven a demostrarlo en este tomo que, además de contar con versiones alternativas de los miembros originales, es capaz de incluir a Killraven, Kang y a Los Celestiales en una complicada odisea interdimensional. Incluso un consejo de Guardianes paralelos. Eso sí, todo con la mira en Adam Magus, el peor enemigo al que jamás se habían enfrentado.

Guardianes de la Galaxia 4. El Imperativo Thanos: Prólogo, de Dan Abnett, Andy Lanning y Brad Walker; Panini Comics; Contiene Guardians of the Galaxy 20-25 USA; Tomo. 144 páginas. 9,95 €.

Los Guardianes estaban a punto de decir adiós. Y se notaba en el ambiente. Hilos argumentales llegaban a su fin. Personajes queridos perecían y preguntas que venían rondado desde el comienzo de la serie tenían respuesta. Todo, a la sombra de El Imperativo Thanos, evento que pondría punto y final a la etapa de Dan Abnett y Andy Lanning en la galaxia Marvel. La Iglesia Universal de la Verdad volvía a dar guerra. Dragón Lunar tenía en sus entrañas una amenaza inimaginable. Y, entre las grietas del universo, se abría el Cancerverso, una realidad paralela donde todos los superhéroes eran enemigos. Todo tenía que llegar a su fin, pero sería a lo grande. El novio de la muerte estaba a punto de renacer.

El Imperativo Thanos, de Dan Abnett, Andy Lanning, Brad Walker y Miguel Ángel Sepúlveda; Panini Comics; Contiene The Thanos Imperative: Ignition, 1-6 USA; Tomo. 176 páginas. 11,50 €.

El fin se acercaba. Thanos había vuelto, Adam Magus todavía estaba dando guerra y la invasión del Cancerverso, a través de una grieta temporal, se presentaban como lo más temida a lo que el universo Marvel se había enfrentado en tiempo. Eran los nuevos favoritos de la Muerte. Frente a ellos, Thanos no tenía nada que decir. Era el momento, además, de decir adiós a el equipo creativo que durante un lustro había llevado las riendas de este sector de la galaxia, y no solo los Guardianes de la Galaxia estarían presentes para hacerlo, sino también Nova, Galactus, Estela Plateada, Quasar, Ronan el Acusador, Blastaar, los Shi’ar, los Inhumanos… y todos los que habían participado de alguna manera en esta epopeya por capítulos estaban invitados a la traca final, incluso si tuvieran que dar la vida por ello.

Aniquiladores. Devastación y Aniquiladores contra Vengadores, de Dan Abnett, Andy Lanning, Miguel Sepúlveda, Tan Eng Huat y Timothy Green II; Panini Comics; Contiene The Thanos Imperative: Devastation, Annihilators 1-4 y Annihilators: Earthfall 1-4 USA; Tomo. 112-176 páginas. 9,95-15,00 €.

Aniquiladores es la guinda del pastel de la etapa cósmica de DnA. Ni mucho menos llegando al nivel de calidad logrado con anterioridad, pero dejando con buen sabor de boca una etapa de cinco años donde tuvieron completa libertad creativa para hacer lo que quisieron en el ala galáctica de Marvel. Estos vengadores galácticos -como se les llamaron en su día- reunían a los más poderosos del universo para cubrir el hueco de carisma dejado por los Guardianes. Si bien nuestro grupo favorito no tuvo vela en este entierro, algunos de los secundarios más carismáticos (como el perro cosmonauta Cosmo) sí que tuvieron tiempo de pasearse por sus páginas. Ronan, Warlock y La Iglesia Universal de la verdad tienen, además, un rol destacado. El verdadero atractivo reside, sin embargo, en las divertidísimas historias anexas protagonizadas por Mapache Cohete y Groot, y dibujadas por Timothy Green. Un capítulo más en la historia de este ecléctico dúo donde descubrimos incluso el hábitat natural y el origen de Rocket. Una pieza clave para todos los que, nada más salir del cine, se enamoren de su labia.

Después de años a la sombra de los grandes eventos y series punteras, Marvel se había vuelto a cargar su sello galáctico íntegramente de golpe y plumazo. Pero había una lógica detrás. El guion de Guardianes de la Galaxia rondaba ya las oficinas de la Casa de las ideas, y su salto a la primera línea era cuestión de tiempo. Era el momento de que el público generalista se quedara prendado también de estos personajes. La tarea quedaba en manos ahora de Brian Michael Bendis, el hombre de confianza de la empresa, que había lanzado Vengadores a un nivel de popularidad insólito y que, pese a que estuviera a punto de dar un giro al universo mutante, seguía siendo la mente creativa más fiel de la casa. El primer paso era simple: resucitar a los Guardianes, sin mayor explicación, para las páginas de Vengadores Reuníos, serie vengativa nacida con el simple propósito de reunir al grupo de la película y atraer a nuevos lectores. Después de esa primera presentación en sociedad, llegaría la hora de lanzar su nueva serie, con la ayuda de Steve McNiven que demostró en los primeros números que sigue siendo uno de los dibujantes más espectaculares de la casa.

Lo que brilló por su ausencia, sin embargo, fue la gratitud con DnA. Bendis no tardó en borrar parte de la evolución que los guionistas habían desarrollado. Camino a la película, por suerte, la pareja de guionistas, ahora por separado, fueron regresando al redil para aceptar nuevos proyectos relacionados con los guardianes. Al César lo que es del César. Marvel se lo debía.

Vengadores Reuníos 3-5, de Brian Michael Bendis y Mark Bagley; Panini Comics; Contiene Avengers Assemble 4-8 USA; Comic-book. 24-48 páginas. 3,25 €.

Starlord no estaba muerto. No sabíamos dónde se había escondido tras las sucesos del Cancerverso, pero estaba vivito y coleando (de vuelta al rubio) y preparado para saltar a la primera plana frente a la alineación cinematográfica de Los Vengadores. Tampoco lo estaba Drax. Y Thanos (en busca del Cubo Cósmico), que ya se había asomado detrás de los créditos, no podía estar lejos. Cerrando el círculo de los orígenes de los Guardianes, el amante de la Muerte tenía como esbirros a un ejercito Badoon. El arco solo era, sin embargo, un prólogo de cómo caracterizaría Bendis al equipo que estaba a punto de heredar.

Guardianes de la Galaxia vol 2, 1-¿?, de Brian Michael Bendis, Neil Gaiman, Steve McNiven, Sara Pichelli, Mike Oeming, Ming Doyle, Michael del Mundo, Francesco Francavilla, Kevin Maguire, Nick Bradshaw, Dan Abnett, Andy Lanning y David Márquez; Panini Comics; Contiene Guardians of The Galaxy v2, 0.1, 1-¿? y Guardians of The Galaxy: Tomorrow’s Avengers 1 USA ; Comic-book. 24-56 páginas. 3,25 €.

La actual colección regular del equipo. Brian Michael Bendis tomó los mandos de manera oficial para llevar a la alineación espacial a la primera plana de la editorial, como antes hizo con los Vengadores. Ahora Guardianes de la Galaxia era una superventas, y nada podía quedar a la casualidad. Debía estar en el epicentro de todo lo que ocurriera en Marvel. El primer paso, crear un origen para su protagonista, Starlord, que lleva al lector hasta la infancia de Peter Quill. Su padre, Jason de Spartax, el emperador del Imperio Galáctico, es, no en vano, uno de los grandes antagonistas de esta nueva etapa. En casi 20 números, hemos visto a Iron Man darse un garbeo por el espacio, a los Guardianes de vuelta a la Tierra para luchar contra Thanos en Infinity; a Angela escaparse del universo Spawn para acabar luchando codo a codo con Gamora; al equipo ayudando a los jóvenes X-men a llevar a juicio a una Jean Grey convocada por los Shi’ar; y a Veneno y la Capitana Marvel unirse de manera oficial a la alineación. Ahora, con la llegada de Pecado Original, ha llegado el momento de atar cabos sueltos y narrar cómo Quill escapó vivito y coleando del Cancerverso, donde se quedó atrapado junto a Nova y Thanos.