Future State – Semana 2. Parte 2

Continuamos esta segunda semana con Dark Detective, Robin Eternal y Kara Zor-El, Superwoman

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Aviso de Spoilers: El artículo que sigue a continuación trata información de actualidad en Estados Unidos, por lo que puede desvelar detalles argumentales que todavía no han sido abordados en la edición española.

Concluye con esta parte dos el repaso a la segunda semana de publicación de Future State, la iniciativa con la que DC Comics da comienzo a este año 2021, que cuenta historias ambientadas en varios futuros hipotéticos donde es posible experimentar con nuevos personajes y situaciones.

Dark Detective

Edición original: Dark Detective #1 USA.
Guion: Mariko Tamaki, Matthew Rosenberg.
Dibujo: Carmine Di Giandomenico.
Entintado: Dan Mora, Carmine Di Giandomenico.
Color: Jordie Bellaire, Antonio Fabela.
Formato: Grapa, 48 páginas.
Precio: 5,99$.

Ha comenzado la segunda semana de publicaciones de DC Future State y si el punto de partida fue dar a conocer al gran público al Next Batman, ahora es el momento de saber qué fue de Bruce Wayne, el Batman original y su presunta muerte a manos del ejército de seguridad que campa a sus anchas en las calles de Gotham, The Magistrate. La respuesta está en la miniserie Dark Detective (Detective Oscuro). Es la segunda vez que se usa este título para una cabecera del Hombre Murciélago, siendo la primera para la miniserie realizada por Steve Englehart y el difunto Marshall Rogers del año 2005 que serviría como secuela de su legendaria etapa con el personaje.

El equipo creativo encargado de esto es el compuesto por Mariko Tamaki (Wonder Woman, Laura Dean me ha vuelto a dejar) y Dan Mora (Klaus). Ambos autores ya dejaron su marca en el Caballero Oscuro en la antología Detective Comics #1027 y se ha anunciado que serán el próximo equipo creativo de esta misma cabecera a partir del mes de marzo, sustituyendo a Peter Tomasi y Brad Walker. Tamaki estuvo un arco argumental en la serie de Diana de Themyscira poniendo a Maxwell Lord en el centro de todas las miradas de cara al estreno de la segunda adaptación cinematográfica de la amazona de DC Comics y ahora es la primera mujer desde los tiempos de Devin Grayson hace 25 años que escribirá a Batman en una de sus colecciones principales. Mora es un artista que se dio a conocer esencialmente con Klaus, la aproximación de Grant Morrison al mito de Santa Claus con la base en la mitología nórdica con una miniserie principal publicada en nuestro país por Panini Cómics en 2017 y diferentes one-shots que sirven como continuación pero que no han llegado a España por el momento.

Antes de nada se debe mencionar que esta miniserie tiene lugar en 2027, dos años después del resto de cómics de la Batfamilia en Future State. En este primer número Bruce Wayne sobrevive al intento de asesinato de The Magistrate y sus Peacemakers pero tiene claro que para aguantar en esta nueva Gotham tiene que aprovechar al máximo que todo el mundo creé muerto a Batman para tratar de averiguar que pasa con esta organización. Sin embargo, esta nueva Gotham le es completamente desconocida al héroe y tratar de pasar desapercibido no será nada fácil.

Este primer número tiene un ritmo frenético mostrando a Bruce Wayne luchando por su vida pero no profundiza demasiado en ni en las causas de porque está en esa situación ni en su inquietantemente futurista Gotham. El guion de Tamaki es sólido pero realmente sabe a poco y el número se acaba en un suspiro. Quizá considero que, salvo en casos como Hulka, se desarrolla mejor en las novelas gráficas que tienen un principio, nudo y desenlace en sí mismas y no tanto en series con una periodicidad mensual. Mora, por su parte, está a un gran nivel. Sus lápices son de lo mejor del cómic y su incorporación a DC Comics y a la franquicia Batman es toda una alegría ya que sus personajes, la lluvia, sus fondos… parecen vivos. Destacan especialmente las expresiones faciales. En algunos momentos llega hasta a recordar a Greg Capullo. Los colores de Jordie Bellaire son también el mejor acompañamiento a su trabajo.

En esta entrega solo hay una historia de complemento pero prácticamente tiene el mismo tamaño que la historia principal de este número y es Grifters. Cole Cash, el emblemático personaje del ya desaparecido sello Wildstorm debe sobrevivir en el Gotham de Future State de la mano de Matthew Rosenberg y Carmine Di Giandomenico. El escritor ha desarrollado su carrera principalmente en Marvel en títulos como The Uncanny X-Men o The Punisher, despertando la alegría y el desagrado de los fans a partes iguales. Por su parte, De Giandomenico es ya un habitual de DC, destacando su labor como el primer artista de la etapa de Joshua Williamson en Flash. La historia no es nada fuera de lo común pero la buena labor del ilustrador en la narración ayuda a la calidad de la misma, el cúal además logra crear algunos planos a recordar, sobre todo en las escenas de acción. Algo que ha chirriado de sobremanera es la situación de Luke Fox, ya que colisiona directamente con la del personaje en The Next Batman y no tiene sentido. Quizá no estaría de más una guía de lectura para especificar esto ya que puede dar lugar a que el lector se pierda. Porque se puede desarrollar un universo pero tratar de sintetizarlo en solo tres meses de publicaciones puede llegar a ser una tarea titánica. Aún así, habiendo llegado a leer a Rosenberg en trabajos de calidad considerablemente ínfima como sus X-Men, este número se hace hasta agradable de leer pese a que, en cuanto a caracterización, Grifter puede ser Capucha Roja o cualquier otro antihéroe bocazas.

Dark Detective no logra, al contrario que The Next Batman, capturar al lector en el primer número, sumado a una historia de complemento intrascendente pero que no está mal en su conjunto. Es un número destacable en su conjunto a nivel de arte por la buena labor de Dan Mora y Carmine Di Giandomenico. Tamaki no logra crear, por el momento, ese interés por ver a Batman salir de la situación en la que se encuentra pero es una guionista muy solvente y todavía hay tiempo de darle la vuelta a la tortilla en los dos números restantes. Habrá que ver cómo evoluciona la trama y si su cierre es satisfactorio, ya que esta supondrá a la vez un anticipo y una prueba de fuego de cara a su próxima etapa en Detective Comics.

Robin Eternal

Guion: Meghan Fitzmartin.
Dibujo: Eddy Barrows.
Entintado: Eber Ferreira.
Color: Adriano Lucas.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99$

Tim Drake, Robin, Stephanie Brown, Spoiler y Darcy, una de la niñas de We are Robin (ya crecida), deben detener un envío de una poderosa droga derivada de la fosa de Lázaro, la Lazarus Resin, capaz de otorgar la inmortalidad. El Magistrado, omnipotente en la ciudad, presente en todas las series derivadas de Batman en este Future State, quiere utilizar la sustancia con él mismo y con sus tropas. Tim desea luchar por Gotham ante las dudas de su expareja que, finalmente, no puede quedarse quieta ante el peligro que sufre el hombre. Los (ya no tan jóvenes) héroes actúan en un atraco aéreo para destruir el potente suero y dilapidar los planes del Magistrado.

Al guion del número tenemos a Meghan Fitzmartin, uno de los estandartes de esta nueva hornada de guionistas que DC tiene escribiendo Future State. Conocida por su trabajo en la televisiva Supernatural también ha participado en los guiones de la serie de animación DC Super Hero Girls, pero con los cómics no ha tenido un acercamiento profesional hasta ahora.

Para el dibujo contamos con Eddy Barrows, un veterano del medio. De nombre real Eduardo Barros, este brasileño tiene una extensa carrera en DC trabajando en obras como 52, Superman, Birds of Prey o Teen Titans. De estilo cumplidor con habituales debes en sus rostros, otorga nuevos diseños de los personajes, con un nuevo traje para Tim muy de Robin en cuanto a colores y aspecto, pero sin la famosa “R”. El uniforme de Spoiler recuerda poderosamente al de su encarnación como Batwoman de Tierra 3, vista en la Young Justice de Bendis, al habitual morado se le añade un murciélago dorado en el pecho. El artista es entintado por Eber Ferreira y coloreado por Adriano Lucas que sigue la línea de la iniciativa, colores vivos e impactantes. Un dibujante con experiencia que habrá servido de ayuda para que la novata guionista se adapte al medio del cómic.

Este Robin Eternal es un cómic de acción, que muestra más pistas del nuevo mundo que es Gotham bajo el mandato del Magistrado y que otorga señales del resto de héroes. Según se comenta, Dick está delirando en Arkham y Jason está trabajando para la gente que mató a Bruce, al mencionar el nombre de Damian tan solo le siguen unos puntos suspensivos. No van a desvelar todo tan pronto, la próxima semana sabremos más con la salida al mercado de nuevos títulos, entre ellos Nightwing. La serie nos muestra el eterno conflicto de pareja entre Stephanie y Tim. Al igual que ocurría con el Future State de Harley Quinn no es necesario un futuro hipotético para contar esta historia, la discusión de enamorados no exprime lo suficiente los años vividos separados. La trama conduce a un duro enfrentamiento

Aviso de Spoiler

en el que Tim pierde la vida. Por suerte para él, el suceso se produce encima de una gran cantidad del “revitalizante” compuesto, por lo que, prácticamente al instante, ya está preparado para, utilizando sus palabras, un “segundo round”.

Una historia simple, bien contada, pero sin el gancho suficiente para seducir sin remedio y que contemos las horas hasta el próximo número. Sí que ha otorgado detalles suficientes como para que te interese ver qué ha ocurrido con el resto de Robins en este Future State.

Kara Zor-El, Superwoman

Edición original: Future State: Kara Zor-El, Superwoman #1
Guion: Marguerite Bennett
Dibujo: Marguerite Sauvage
Color: Marguerite Sauvage
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99$

El equipo creativo original de la serie DC Comics Bombshells, una de las series Digital First más potentes en su momento, se vuelven a reunir para esta historia futurista ambientada en la Luna. 20 años tras lo que estamos viendo en Future State: Superman of Metropolis, ahora Kara Zor-El ya es al fin toda una mujer y como tal ya es conocida actualmente como Superwoman. Algo totalmente natural si bien la serie de Lana Lang en Renacimiento fue un agradable añadido a la mitología de Metropolis.

Llegó a la Tierra para cuidar a su primo Kal-El, para descubrir que ya era todo un adulto. Intentó hacer su vida con su nueva familia adoptiva, hasta que el manto de Superman pasó a su hijo. Jon Kent tampoco acabó necesitando de su tía, así que Kara dejó la Tierra al cuidado de su sobrino para empezar una nueva vida en la colonia lunera. Lo hace totalmente sola, ni siquiera Krypto la ha acompañado a esta nueva vida. Más adelante veremos el motivo.

Allí intentan crear un refugio seguro para todos los seres del universo, no únicamente para los terrícolas. La aparente paz se rompe cuando una joven alienígena llamada Lynari Lili’Alo del asteroide Starswamp. Esta curiosa cambiaformas, entre otros tantos poderes, sirve como punto de vista para el lector para conocer que ha motivado a Kara a vivir allí en la Luna así como la vida en la misma. También para poner en la balanza los derechos de nacimiento frente a las elecciones que tomamos por nosotros mismos.

La calma y las largas charlas entre ambas protagonistas de este primer número se truncan irremediablemente al final del número. Lynari estaba escapando del resto de su especie, pues sus poderes son únicos y sólo se pueden transferir con la muerte de la actual poseedora. No llevan masacrándose durante siglos la realeza de su asteroide para dejar que una mocosa se quede con el premio más anhelado por todos estos seres oscuros.

La paz y la bondad que tanto caracteriza a los últimos hijos de El es admirable, pero Kara también es conocida por el poder que puede desatar si da rienda suelta a su rabia y furia. Su etapa como Red Lantern posiblemente sea de lo poco destacable con Kara desde su reinicio en los Nuevos 52. Además al final del número se intuye también otro motivo que ha podido llevar a Kara a la actual situación, para desgracia de aquellos que han quebrantado su paz interior.

Este primer número es un número calmado, para disfrutar de la delicia de lápices, tintas y colores por parte de Marguerite Sauvage. La guionista Marguerite Bennett ha escrito un número para disfrutar con una buena amiga con una historia de Kara madura, algo complicado en el universo DC tradicional puesto que parece estar permanentemente anclada en la adolescencia. Esperemos que al menos de vuelta al presente le den una Batgirl (o dos) más de su edad.

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DC Generations: Shattered
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Semana 2 – Parte 1

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Gran Guerrero Tigre
Gran Guerrero Tigre
Lector
14 enero, 2021 11:47

A mí personalmente las historias de futuros post-apocalípticos y super edgys me dan muchísima pereza. Parece más interesante que «Future’s End», así que igual le doy oportunidad a algunas historias, pero pienso que si lo que quería DC era llamar la atención de los lectores en esta etapa de descanso post-Death Metal deberían haberse ido al pasado y no al futuro.

Drury Walker
Drury Walker
Lector
En respuesta a  Gran Guerrero Tigre
14 enero, 2021 15:53

Es un comentario interesante. Quizas argumentalmente seria lo logico, con esa imagen que puede hacerse iconica de las WW frente a frente, la JSA… Pero me parece que han buscado hacer una jugada editorial rentable. Se dan un par de meses para que los equipos creativos puedan planificar mejor, hacen el cebo de un futuro que puede ocurrir volviendo al presente donde se van a dar los acontecimientos que lleven a eso con la incognita de como evitarse total o en parte (y que parte?) y tienes un banco de pruebas para lanzar personajes que si gustan (como la Liga) den para proyectos futuros dentro o fuera del comic. Otra cosa es que salga, pero vamos, pensado esta. Un hacer de la necesidad virtud de libro. A mi como premisa, salvando las distancias,me recuerda a Armageddon 2001 y el Team Titans…

Sardath
Sardath
Lector
En respuesta a  Drury Walker
14 enero, 2021 18:35

Sí, como banco de pruebas lo veo bastante guay. Pero yo tengo un problema con todo esto, y es de línea temporal… No me ubico. Te vas perdiendo un poco con este vistazo al futuro. Creo que hubiera estado mejor centrarlo todo en un 2030, por poner un ejemplo, e ir dejando diferentes huevos de pascua que pudiera o no aprovechar los futuros equipos creativos. Pero como está configurado esto ahora, no creo que pase de la mera curiosidad.