Ultimando el final: Ultimate Spider-man – Réquiem

J. J. Jameson, Robertson y Ben Urich regresan en un helicóptero al edificio del Daily Bugle el día después de que el maremoto asolara Nueva York. El panorama en la ciudad resulta desolador.

Spider-man ha desaparecido. Muchos le dan por muerto. Quizá lo esté. Jameson observa lo que queda de las oficinas de su periódico, parte de su ser está allí, entre las mesas y los ordenadores, las pantallas y los teletipos.

De las paredes cuelgan portadas en las que atacaba cruelmente al arácnido. Sus recuerdos del atroz día de ayer son muy diferentes. Vio a Spidey sumergiéndose ante las cristaleras del Bugle para rescatar a cuanto inocente puede. La cara del editor lo expresa todo: culpabilidad. Una honda culpabilidad que amenaza con corroerlo desde dentro.

Su esposa ha muerto. Su periódico está destrozado y no tiene intención de empezar de cero. Los periódicos no se venden. Internet les ha ganado por la mano y Jameson lo reconoce ante Urich. Se acabó. Robertson les indica que la red aún funciona. La web del Bugle sigue operativa. Jameson tiene intención de escribir un último reportaje sobre Spider-man pero, esta vez, será para contar la verdad que ha tenido ocasión de observar con sus propios ojos. Ben Urich le tiende un pen-drive. Dentro están todas las historias que el editor no le dejó contar acerca del trepa-muros. Este es el momento de usar esa información.

Jameson se refugia en lo que queda de su despacho y abre el portátil. Conecta el pen-drive y selecciona una de las muchas carpetas que contiene. El título de la historia es “Ataque terrorista a Stark/Spider-man”.

Nos retrotraemos por tanto al pasado. Tony recibe en su despacho de la sede de Industrias Stark a Mary Jane Watson. Ella ha insistido mucho hasta conseguir que Tony la recibiera. Necesita hacerle unas preguntas para un trabajo del colegio, así que comienza la entrevista mientras graba a Stark con su cámara de vídeo.

Tienen una interesante conversación sobre el mundo, la protección y las armas antes de que las enormes cristaleras que enmarcan el despacho de Tony se hagan trizas. En ese momento, entra una escuadra de agentes de Hydra con claras intenciones aviesas.

Disparan a Stark con alguna clase de arma energética. Resulta que Madame Hydra ha intentado hacer negocios con Industrias Stark por los canales apropiados, pero Tony se ha negado siempre a venderles armas, así que la señora se ha plantado en casa del muchimillonario para conseguir sus objetivos. La armadura de Iron Man o la vida. Así de simple.

La noticia llega rápidamente al Daily Bugle. Peter está trabajando en la oficina cuando Ben Urich lo comenta a voz en grito con Robertson y Jameson. Como es natural, el muchacho sabe que M. J. tenía una cita con Stark, así que no es necesario decir que no tarda demasiado en desaparecer.

Stark y Víbora parlamentan, pero a la mujer se le está acabando la paciencia. Quiere los secretos que encierra la armadura de Iron Man y los quiere ya.

Spider-man hace su brillante aparición por la ventana. Apalea a un par de malotes, coge a Mary Jane y sale por la ventana esquivando las descargas de las armas de energía de los soldados de Hydra.

Deja a M. J. en la azotea de un edificio cercano, fuera de peligro y le pide que le resuma lo que está sucediendo. Gracias a este diálogo, sabemos que la historia se remonta a los tiempos en los que Watson conocía la identidad secreta de Peter y, además, estaban saliendo.

Mientras, en el despacho de Tony, Víbora se impacienta. La aparición de Spider-man no le ha hecho especial ilusión. Le dice a Tony que sabe que no entregará su secreto, antes moriría, pero hay otras muchas maneras de conseguirlo. Su padre, su madre, Pepper, Janet Van Dyne, incluso ¿¿Uma Thurman?? Je, je, je…

Pero Peter ha regresado y, esta vez, su entrada triunfal la hace por la puerta, donde también hay soldadesca de Hydra.

Stark aprovecha la confusión que genera la nueva llegada del arácnido para retirarse por la puerta de atrás. Víbora, frustrada ante su escapada, dispara por la espalda al bueno de Peter. Grita a sus hombres que atrapen a Stark. Él es la prioridad. Pero es tarde…

Iron Man entra volando por la ventana –con una armadura bastante más parecida a las versiones de nuestro Universo que la que acostumbra a llevar normalmente en los Ultimates–. Un rayo pectoral, y todos los seguidores de Hydra que ocupaban su despacho quedan fuera de combate. El resto del edificio también está controlado por versiones antiguas de Iron Man, que someten rápidamente a los terroristas.

Tony agradece su intervención a Spider-man y reconoce que no olvidará lo que ha hecho. Cualquier cosa que necesite, no tiene más que acudir a él. Spidey se marcha contento. Por una vez, las cosas le han salido bien.

Ben interrumpe a Jameson para darle una noticia. La CNN ha dicho que Spider-man está muerto, así que el artículo que iba a escribir, mejor que lo haga bien, porque será su obituario.

Continuará…

Este segundo número comienza con varias televisiones intentado dar las muchas noticias que se están produciendo en el mundo a la vez. Un desastre como jamás había conocido la Humanidad en el que millones han muerto.

Jameson escribe en su portátil. Con el horror de su familia muerta, sus empleados desbandados, el periódico destrozado, sólo puede pensar en una cosa: escribir la verdad sobre Spider-man. Escribir la verdad sobre su heroísmo. Confesar su error públicamente y honrar la memoria de aquél muchacho que luchó hasta el final por proteger a los demás, aunque sea ahora, que está muerto.

Comienza a recordar una vieja historia… Un nuevo flashback nos devuelve al pasado. Peter y Mary Jane se reúnen en la zona de taquillas del instituto. Él está cansado. Cuando están llegando a clase, escuchan un aviso. El instituto tiene que ser desalojado. Todo el vecindario lo está siendo. Algo va terriblemente mal fuera.

Cuando llegan a la puerta principal, observan como el ejército campa a sus anchas por las calles de Queens. De repente, algo cae del cielo, golpea el suelo y hace temblar todo el edificio. Una enorme figura verde emerge el agujero. ¡Es Hulk!

Así, Peter se cambia de ropa y termina –como no podía ser de otra manera– en mitad del fuego cruzado entre el ejército y el monstruo gamma.

Un solo tortazo de Hulk envía a Spider-man lejos de la acción. Observando, amparado por la seguridad de la distancia, Peter se percata de que si continúan así, no quedará vecindario que proteger. Habrá personas que saldrán heridas, indudablemente. Y todo lo que ama, a pesar de no ser un ferviente admirador de Queens, se encuentra allí. Decidido, regresa a enfrentarse con Hulk. Tiene que intentar terminar el combate lo antes posible para que no arrasen todo a su paso.

No obstante, los soldados no opinan lo mismo, así que uno de los tanques que rodean al gigante esmeralda abre fuego. El impacto no daña a Hulk, pero le hace enfadar. Spidey queda momentáneamente aturdido. Y un momento es todo lo que necesita el monstruo para descargar su ira sobre el tanque. Lo agarra y lo lanza lejos. Desgraciadamente, no prestó atención a su trayectoria. El tanque colisiona contra uno de los puentes que unen Queens al resto de la ciudad. Causa estragos entre los vehículos y termina por frenarse contra un autobús escolar. Éste, empujado por la colosal estructura de metal, amenaza con salirse del puente –qué típico, tópico, pero cuánto nos gustan estas cosas–.

Spider-man se lanza raudo y consigue evitar la caída del bus atrapándolo con su telaraña. Pero la masa del vehículo, sumada al peso de sus ocupantes, sobrepasan con creces la fuerza del muchacho.

Hulk se percata de lo que ha provocado con su ciega ira, salta hasta el puente y coge el autobús antes de que éste se precipite al vacío. Lo posa con suavidad en el suelo, salvando a todos sus ocupantes. Spidey alucina un poco, pero pronto reacciona intentando hacer bajar a los alumnos de colegio. Pero están todos completamente aterrados ante la presencia del coloso gamma y ninguno quiere ser el primero en abandonar el vehículo.

Finalmente, Cabeza de Red consigue que reaccionen y se marchen a la carrera. Hulk se queda de pié sin hacer nada, como si algo dentro de su pequeño cerebro pudiera ser consciente de que le temen y le repudian. De repente, se apoya pesadamente sobre el autobús y, ante la atónita mirada de Peter, revierte a su forma de Bruce Banner.

Banner le explica que cometió un terrible error en el laboratorio que le convirtió en lo que es hoy. Spidey le pregunta por qué atacaba al ejército, pero Bruce consigue hacerle entender que es justamente al contrario, es el ejército quién le ataca a él. Quieren matarle porque ahora es un monstruo.

Aparece una nueva escuadra con “Trueno” Ross a la cabeza. Deja firmes sus intenciones de detener a Spider-man y le ordena que se aparte de Bruce Banner. Spidey intenta mediar, pero Ross no está dispuesto a escuchar, así que dispara. La bala va directa al corazón de Banner… pero impacta contra la impenetrable piel de Hulk.

Ambos bandos retoman el combate allí dónde lo dejaron hasta que Hulk, cansado, salta y se pierde en la lejanía.

Peter le recrimina a Ross el hecho de haber atacado de nuevo a Banner cuando –está seguro– ha visto cómo salvaba a los niños del autobús. Ross se limita a ignorarle y ordena al batallón que dé la vuelta.

Spider-man se queda solo. De pié, en mitad de la desolación que han dejado en el puente.

La primera parte del número se cierra con las palabras de Jameson, que reconoce que, cuando se hizo eco de aquella noticia, la empleó para ensuciar la imagen de Spider-man, asegurando que se había aliado con Hulk para arrasar la ciudad.

Su obituario es, por tanto, su confesión.

La segunda parte del número comprende la narración de Jameson, mientras un elenco de diferentes artistas dibuja escenas de la historia de Ultimate Spider-man –poco hay que resumir sobre esto. Sólo decir que, algunas son una auténtica gozada–.

Al final, termina por recalcar que todos podemos aspirar a vivir como Spider-man lo hizo o, lo que es lo mismo, siempre debemos aspirar a ser mejores, más brillantes, honorables y buenos. Mientras Jameson termina su relato, se nos muestran escenas en las que, otros héroes supervivientes, ayudan en la búsqueda y puesta a salvo de personas que aún se encuentran atrapadas entre los escombros o en los edificios de la ciudad. Entre ellos, están el Capitán América e Iron Man.

De repente, Tony detecta algo. Bajo unos escombros, parece indicarle al Capi. Ambos se ponen a escarbar y desentierran a… ¡¡¡¡Spider-man!!!! Peter Parker está maltrecho, pero vivo.

Fin –por el momento–.