X-Men: Prime e Inhumanos: Prime, 11 claves para una nueva etapa

Si al leer el Qué está pasando en el cómic americano de esta semana, los más atentos a las novedades no pudistéis evitar echar en falta dos números fundamentales para dos de las franquicias más controvertidas de Marvel Comics, ya podéis respirar tranquilos. Porque no nos hemos olvidado ni de X-Men: Prime ni de Inhumanos: Prime. Sendos one-shots con los que la casa de las ideas da comienzo a dos nuevas etapas para las franquicias capitaneadas por Wil Moss y Marc Panniccia y Daniel Ketchum, pasan pagína respecto al conflicto que han venido manteniendo mutantes e inhumanos desde el arranque de la All-New All-Different Marvel, para dar paso a una nueva etapa más alejada de dichos derroteros. ¿Qué podemos esperar de la misma? Eso es lo que tratamos de extraer desglosando ambos números -y alguno más- a través de once puntos que por supuesto conllevan SPOILERS de X-Men: Prime e Inhumanos: Prime. Pero antes de entrar en materia, hagamos un pequeño repaso de la situación de ambos grupos.

Considerados durante años como la evolución natural de la humanidad, los mutantes se han visto atrapados en un continuo callejón sin salida, donde no salían de una para acabar en otra peor. Brujas Escarlatas, mesías, guerras internas, alergia severa a las Nieblas Terrigéneas… Detonantes que han forzado a los últimos de los suyos a vivir en el infierno. Literalmente. Tras demasiado tiempo al borde de la extinción, los X-Men por fin parecen volver a ver luz al otro lado del túnel, con la esperanza de poder reconstruir la comunidad mutante y luchar por un mañana mejor. Un mañana por el que han hecho demasiados sacrificios, y por el que ahora están dispuestos a darlo todo para que todo ello que han perdido en el camino haya servido al menos para algo.

Vestigio genético de una guerra intergaláctica más antigua que la propia civilización, tras años aislados del resto del mundo, los inhumanos se han mostrado determinados de poner fin a los muros que les han mantenido dentro de su burbuja e integrarse con el resto de la sociedad. Una empresa que ha requerido numerosos sacrificios que incluyen dejar atrás costumbres adquiridas a través de la forma de vida en la que este pueblo milenario de superhumanos asiáticos ha basado su existencia a lo largo de milenios. Perdido el acceso a las nieblas terrigéneas, sin las cuales están condenados a que no haya más inhumanos que puedan acceder a los increíbles poderes que han sido su principal herencia de a través de generaciones, no les quedará otra ahora que reinventarse a si mismos en busca de un nuevo futuro para su pueblo.

Con Marc Guggenhaim y Al Ewing como responsables del one-shot de los X-Men y los Inhumanos respectivamente, este relanzamiento de ambas franquicias llega tras el conflicto en el que ambas especies han estado enfrascados a lo largo del último año y medio. Un conflicto fraticida que podía haber dado mucho de sí, pero que ha terminado siendo más bien una colisión a medio gas concluida en una suerte de tablas. De la misma ya habla el compañero Jose María Vicente en su repaso de Inhumanos vs Patrulla-X , en el que prometemos no hubo derramamiento de sangre en los conflictos derivados de ver que había otorgado la nota más baja a la mejor serie actual de los X-Men. Pero como eso ya es materia para otro día, mejor sigamos el ejemplo de estas dos especies hasta hace poco en guerra.

A pasar página toca, trazando una imagen preliminar de lo que nos espera en el futuro con este desglose de lo que nos han ofrecido X-Men: Prime e Inhumanos: Prime a través de 11 puntos con los que resumir lo fundamental:

Ocurrió con el #600 de Brian Michael Bendis y el primero de la Extraordinaria Patrulla-X de Jeff Lemire. Y ha vuelto a ocurrir. De nuevo el epílogo de una etapa y el comienzo de otra coincidiendo el mismo día en las tiendas. Pero si bien cuando ocurrió aquello quedó patente un drástico cambio de estatus entre la situación en la que nos dejó Bendis y la nueva propuesta de Lemire, que en esta no haya una elipsis de ocho meses ha permitido una transición mucho más natural.

Natural, pero desde luego no irrelevante. Porque a pesar de que no pueda decirse que la etapa de Hopeless en la Nueva Patrulla-X, el epílogo desde etapa que ahora abandonamos nos deja una consecuencia bastante severa para el futuro del quinteto original llegado del pasado, y que enlaza directamente con un tema del que viene discutiéndose desde hace años. Pero antes de entar en materia, hagamos una pregunta. ¿Leístéis en su día el Marvel Team-Up de Robert Kirkman?

Basta de elipsis que temporales que lo pongan todo patas arriba hasta el punto de que ni Chris Claremont tenga claro cual es la situación en la que se encuentra cada personaje. La nueva etapa de inhumanos y mutantes ha apostado por una progresión orgánica. Acción y consecuencia por encima de cualquier cambio aleatorio. Tanto es así, que la presentación de los Inhumanos de Al Ewing arranca justo donde terminaba la serie de Soule. Con Maximus y su suerte de Hermandad de Inhumanos Diabólicos formada por él, el Innombrable, Linaje y Tritón. Y aparte de dejar claro que a Ewing se le da tan genuinamente bien escribir al hermano de Boltagon que difícilmente podrían haber encontrado una opción mejor para hacerse cargo de esta nueva etapa de los Inhumanos, el guionista de Ultimates demuestra haberse empollado a conciencia el trabajo de su predecesor, y que lejos de querer romper por completo en los constantes volantazos Todo Nuevo Todo Diferente de estos últimos años, han decidido apostar por la continuidad, sin que esto implique renunciar a otorgar a la franquicia su propia voz.

Hace una docena de años, Joss Wedhon desembarcó en la franquicia mutante. No lo hizo de cualquier manera sino dejando muy clara su apuesta por el regreso al clacisismo. Porque aunque el trabajo de Grant Morrison supuso toda una revolución que la línea necesitaba desde hace tiempo, lo que en aquel momento necesitaban los aficionados era algo de estabilidad para asimilar los cambios y que estos quedasen integrados en los mitos mutantes de toda la vida. Alejada de los títulos principales de los X-Men desde hacía años, el regreso de Kitty Pryde fue la puerta de Whedon para plasmar esa mirada nostálgica al pasado desde el presente, a través de esa escena inicial en la que la antaño Gatasombra rememoraba escenas de sus días de juventud conforme se adentraba en la mansión.

Doce años más tarde, Marc Guggenhein parece haber aprendido tan bien la lección de la que es considerada una de las últimas grandes etapas de los X-Men, apostando por un enfoque prácticamente idéntico. Tras su estancia junto a los Guardianes de la Galaxia tras los eventos de Vórtice Negro, Kitty está de vuelta, y este primer número del relanzamiento de los X-Men se centra integramente reencuentro con viejos lugares y -sobre todo- viejos amigos. Y aunque el guionista de Arrow nunca ha sido un autor de mi predilección, si que hay que reconocerle que brilla en el que era el principal punto flaco de Lemire. La familiaridad con los personajes. Una familiaridad con la que ya no queda esa sensación de estar ante un autor que se ha subido al carro sobre la marcha y se pierde en los detalles, sino de alguien que se ha empapado debidamente en los personajes y sus mitos.

Si la intención con esta nueva etapa de la Patrulla-X era recuperar ese espíritu clásico de los X-Men como gran novela río a través de varias décadas de historia, desde luego parece que X-Men: Gold puede ser un título que traiga más de una alegría para los lectores más veteranos.

Lejos de contentarse con la herencia de Charles Soule, Al Ewing mira mucho más allá. Tan allá como para dedicar un momento de gloria especialmente dedicado al Karnak de Warren Ellis. Pelea de hermanos en todo su esplendor. Tampoco faltan elementos sacados de alguna etapa más lejana como los Inhumanos de David Hine. Y por supuesto, Kieron Gillen. Porque no puede haber un cómic de Ewing sin influencia de Kieron Gillen.

En relación con los dos últimos puntos, las nuevas etapas de mutantes e inhumanos no solo muestran un visible cuidado por mantener la continuidad a corto plazo, con una transición orgánica respecto a las sagas que les preceden. Además, hay una marcada reivindicación de la continuidad a largo plazo, la cual queda especialmente patente en el número de los X-Men guionizado por Guggenheim. Desde las clases de danza, hasta su profunda amistad con Tormenta, pasando por las que igualmente tuviera con Illyana y Jubilo como -por supuesto- su accidentada relación con Coloso, Kitty Pryde no es solo una figura de acción que ha aparecido de repente para ser dibujada como un integrante más de una alineación, sino alguien con un pasado y una historia que implica una serie de relaciones con otros miembros de la Patrulla-X. El guionista de X-Men: Prime sabe plasmar, dando forma a personajes tridimensionales que reaccionan de la forma que lo harían si fueran reales, y no como meras figuras agitadas por el guionista de turno.

Es interesante como de un tiempo a esta parte Marvel parece estar dejando atrás su fascinación por la monarquía. Asgard, Latveria, Wakanda… Solo falta que Atlantis reiniegue del trono, y Namor se vea convertido en un proscrito. El caso es que la era de los reyes intocables parece haber pasado a mejor vida. Y los inhumanos tampoco son excepción. Tras la abdicación de Rayo Negro y Medusa, la democracia ha llegado a Nueva Attilan. Una democracia que es otra parte más dentro de la progresiva integración de los inhumanos con el resto del planeta, y que de momento parece que va a ser todo un reto para una sociedad que durante miles de años ha basado su forma de visa en unos ideales muy concretos.

La nueva etapa de los X-Men viene apostando fuerte por la admiración al pasado, sí. Pero eso no significa que sea un back to the basics. Ni un reboot. Ni nada por el estilo. Lo hace más bien desde la óptica del presente, siendo consciente de que los personajes no han dejado de crecer desde entonces. Y que sus mitos, estatus e historias personales no son ya las mismas que fueron entonces. El mero hecho de que la por entonces alevina Kitty Pryde asuma ahora el mando de los X-Men a sus 23 años -más o menos la edad que tenía Cíclope cuando lo hizo por primera vez en los tiempos de Claremont y Byrne- ya deja bastante claro que esto no es una frenada en seco y pisar el pedal de retroceso para volver atrás.

Más bien todo lo contrario, de una forma parecida a como el Renacimiento DC esta trayendo de vuelta elementos clásicos sin invalidar las aportaciones productivas de los Nuevos 52. Porque ante todo parecen tener claro que el tiempo ha pasado se quiera o no se quiera, y que por mucho amor que se tenga hacia el pasado el show siempre debe continuar. En relación a todo esto, pocas escenas pueden ser más representativas que la escena en la que Kitty visita a Júbilo con su hijo. Como diríamos cualquiera de nosotros al echar cuenta de los años que han pasado desde que se publicaron algunos de los comics con los que nos enganchamos a los comics, ¿Cuándo demonios me he hecho tan mayor?

Cualquier historia que explote la turbulenta relación fraternal de Rayo Negro y Maximus nunca puede ser mala. Un axioma que cualquier aficionado a los Inhumanos tiene muy claro, como también parece tenerlo Al Ewing. Así que entre los pilares de esta nueva etapa, el guionista de Ultimates ha introducido un escabroso secreto -otro más- entre los dos hermanos. Algo que, sobre todo a tenor de la delicada situación en la que se encuentra El Loco, parece va a ser un importante problema de cara a que esta renovada civilización inhumana llegue a prosperar. La naturaleza de este secreto entre hermanos y cómo afectara al futuro de los Inhumanos es algo a descubrir.

Una de las pocas aportaciones salvables de Lobeznos fue el tratar de dar algo de profundidad a Dama Mortal. Y como ya hemos dicho que la base de esta etapa parece ser el no desperdiciar nada de lo que se ha venido haciendo en las franquicias mutante e inhumana a lo largo de sus casi sesenta años de existencia, pues aquí está. Detonante para la que será la trama central de Arma-X, todo apunta a que Yuriko Oyama será el personaje central de la colección de Greg Pak y Greg Land.

Han sido la niña bonita de Marvel a lo largo de los últimos años. De reducto aislado que rara vez ha salido de su nucleo familiar central, a una de las principales franquicias de la compañía, sus filas se han engrosado de manera exponencial, hasta el punto de que un gran cantidad de los nuevos personajes que se han ido introduciendo a lo largo de los últimos años eran inhumanos. Pero eso se acabó. Ya hay suficientes inhumanos. Turno de pisar el freno. La terrigénesis ha desaparecido, y por lo tanto no habrá nuevos inhumanos que desarrollen soprendentes poderes a lo largo de los próximos años. O al menos, hasta que Rayo Negro y los suyos encuentren una solución para recuperar la que durante miles de años ha sido la más sagrada posesión de su pueblo. Para lograrlo la clave bien puede estar

Tras años luchando contra le extinción… Años en los que cuando por fin parecían a salvo era para verse otra vez en peligro. Puede que por los conflictos internos entre los suyos. Quizás pueda que por otro elemento externo que volviera a ponerlos al borde de la extinción. El caso es que todo esto parece haber quedado al fin atrás. Que ha llegado el momento de que los mutantes salgan de su gueto y comiencen a reconstruir el sueño. El momento de que vuelvan a luchar por algo más que la mera supervivencia. Ha llegado el momento de volver a aspirar algo más. Como tal, pocas cosas hay más simbólicas que la nueva situación en la que terminan los X-Men en la presentación de esta nueva etapa.

Antes de despedirse del todo de los mutantes, Jeff Lemire les ha dejado un regalo. Un regalo que no llega desde ninguno de los títulos de la franquicia X. Sino desde la serie del Titán Loco. Es en sus páginas en las que tiene lugar un regreso. Un regreso que promete tener una gran trascendencia para el futuro de las franqucias de las que hablamos. Nos referimos, por supuesto a

Expuesto ya algunos de los principales puntos de los one shots con los que Marvel presenta esta nueva etapa de X-Men e Inhumanos, la gran pregunta sería ¿dónde continuar la lectura tras estos números? Independientemente de si tu interés esta orientado hacia unos o hacia otros, aprovechamos que las series regulares de ambos grupos de superhéroes Marvel comienzan a salir a la venta en USA a partir de hoy, para hacer un desglose recordatorio de todos los títulos de este ResurrXion de ambas franquicias.

Como los mayores van primero, empecemos por los X-Men. Estos son los tres títulos que la Patrulla-X tendrá a partir de ahora: ¿Que te interesa el grupo tradicional de los setenta y ochenta. El que vuelve a la alineación de los primeros tiempos de Claremont. En ese caso tu serie es X-Men Gold de Marc Guggenheim y Adrian Syaf. ¿Que eres fan del quinteto clásico y estás enganchado a esta nueva iteración? ¿Vienes siguiendo la trama del Magneto de Cullen Bunn desde la primera serie de este? En ese caso, X-Men Blue, del citado Cullen Bunn y Jorge Molina. Estas dos son las dos series principales del grupo, a la que además hay que sumar una tercera colección. Guionizada por Charles Soule y con un dibujante por cada número, recupera la cabecera Astonishing X-Men y algunos de los mutantes más insignes de los ochenta y noventa, para el que promete ser el título artístico y más alejado del grueso de las tramas de la franquicia. Un poco como los Astonishing X-Men de Whedon y Cassaday fueron en su día.

En lo que respecta a los Inhumanos, el grueso de la familia real sobre la que se han centrado las colecciones del grupo a lo largo de cincuenta años tendrá una única colección. Royals, de Al Ewing y Jonboy Meyer. Si te interesan la nueva generaciones de Inhumanos que se ha ido introduciendo a lo largo de estos últimos años, la que seguramente te interese es Guerreros Secretos de Matthew Rosenberg y nuestro Javier Garron. Ahí están prácticamente todos los jóvenes Inhumanos que han tenido colección propia, con la salvedad de Mosaico y Kid Kaiju. Bajo la tutela del veterano Karnak, en sus manos estará la lucha por el futuro de su especie. Y si lo que te interesa es algo más experimental, artístico y alejado del grueso de las tramas de la franquicia, en ese caso deberías interesarte por Rayo Negro de Saladim Ahmed y Christian Ward.

Estos son los títulos centrales de ambas franquicias, a los que además hay que sumar cinco títulos satélite del entorno mutante. Porque todo el mundo sabe que los fans de los X-Men no tendríamos suficiente con tres colecciones. De entre ellos, podemos encontrar dos colecciones grupales. Arma-X de Greg Pak y Greg Land. Para los interesados en el lado más turbio de los X-Men y la organización dedicada a exterminarlos. Más optimista promete ser Generación X de Christina Strain y Amilcar Pinna. En ella, la antaño sidekick de Lobezno se pone al frente de un grupo de jóvenes X-Men cuyas habilidades no los hace demasiado aptos para el combate para prepararlos para la vida que les esperan. No dudéis que otros viejos integrantes de la encarnación original de Generación X estarán ahí para echarles una mano. O ser la amenaza a la que tengan que hacer frente.

En lo que respecta a los títulos individuales, Dennis Hopeless y nuestro Victor Ibañez pondran a Jean Grey tras la pista de los portadores del Fénix, mientras que James Robinson tratará de hacer con Cable algo similar a lo que hizo en su monumental etapa con la Bruja Escarlata. Carlos Pacheco le acompaña a los lápices. Y ya para terminar, El Hombre de Hielo de Sina Grace y Alessandro Vitti, donde Bobby Drake tendrá que lidiar con los cambios que ha sufrido su vida a lo largo de estos últimos años, y su recién aceptada sexualidad. Eso sin olvidar los dos títulos de la franquicia que siguen en marcha. Que ahí sigue la Lobezna de Tom Taylor y Leonard Kirk. Y El Viejo Logan, claro. En lo que respecta a esta, Ed Brisson y Mike Deodato Jr serán su nuevo equipo creativo tras el fin de la etapa de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino.

En total tres nuevas series de los X-Men, tres nuevos títulos de los inhumanos, dos grupos satélite de la franquicia mutante, y cinco nuevas series con protagonistas mutantes. Estas son las nuevas cabeceras del ResurrXion de X-Men e Inhumanos con el que esperamos puedan recuperar parte de su grandeza, y que con sus sendas presentaciones desde luego han sabido transmitir alguna que otra buena vibración. ¿Será esta la definitiva? Quien sabe. Pero ya ha pasado tiempo suficiente como para volver a tener optimismo en el futuro de ambas franquicias y proclamar aquello de

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