#ZNCine – Crítica de Isla de perros, de Wes Anderson

Uno de los mejores autores (con mayúsculas) del panorama cinematográfico actual, Wes Anderson, nos regala Isla de perros, una deliciosa película de animación stop-motion que destaca tanto en la forma como en el fondo.

8
2362
 

Dirección: Wes Anderson.
Guión: Wes Anderson (Historia: Wes Anderson, Roman Coppola, Kunichi Nomura, Jason Schwartzman).
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Tristan Oliver.
Reparto: Bryan Cranston, Edward Norton, Bob Balaban, Jeff Goldblum, Scarlett Johansson, Bill Murray, Liev Schreiber, F. Murray Abraham, Ken Watanabe, Koyu Rankin, Greta Gerwig, Tilda Swinton, Yoko Ono, .
Duración: 101 minutos.
Productora: American Empirical Pictures, Indian Paintbrush, Scott Rudin Productions, Studio Babelsberg.
Nacionalidad: Estados Unidos.

 

«Aquí nadie va a rendirse. No lo olvidéis jamás, jamás!!!» Chief

No es Wes Anderson un director que se prodigue en exceso. Su anterior y exitoso trabajo, El Gran Hotel Budapest, había sido estrenado en 2014 cosechando cuatro Oscar y un Globo de Oro a la mejor película comedia/musical, entre otros muchos premios. Isla de perros es la novena película en la filmografía del cineasta texano que debutó en 1996 con la semidesconocida Bottle Rockett y que pronto comenzaría a destacar con obras como Los Tenenbaums (2001) y Life Aquatic (2004). En el año 2009, Anderson dirigiría la que, hasta Isla de Perros, era su única película de animación stop-motion: Fantástico Sr. Fox. El filme adaptaba el cuento homónimo de Roald Dahl y consiguió dos nominaciones a los Oscar pese a no conseguir ninguno. Fantástico Sr. Fox contó con más de 500 marionetas y las voces de los actores fueron grabadas en entornos naturales en lugar de hacerlo en un estudio. Sin embargo, toda la obra de este gran autor estadounidense, tremendamente visual, tiene varios elementos comunes. Su gusto por la exquisita simetría, sus personajes extravagantes, los travellings laterales y el uso del color da como resultado que, prácticamente, la totalidad de sus películas parezcan de animación a pesar de que la mayoría de ellas sean de acción real.

Isla de Perros tuvo su punto de partida en dos ideas que, por separado, poco tenían que ver entre sí. Por una parte, la imagen de unos cuantos perros en un lodazal y, por la otra, la pasión de Anderson por la cultura japonesa, concretamente por el cine japonés. De esta forma, aunque de manera muy sutil, nos encontramos varios guiños o referencias a Kurosawa y Miyazaki. De la filmografía del director de Ran, Anderson toma al personaje de Toshiro Mifune en Infierno del odio y lo transforma en el villano de la función, el alcalde Kobayashi. Además, el compositor francés Alexandre Desplat, colaborador habitual de Anderson, realiza un espectacular trabajo introduciendo acordes de Los siete samurais en el score. Desplat, abre y cierra la película con la inclusión de los tambores taiko, un elemento más que se rescata y homenajea de la cultura nipona en Isla de Perros.

Como suele ser frecuente en la trayectoria del realizador de Moonrise Kingdom, a la hora de concebir la historia se juntó con (los primos) Roman Coppola y Jason Schwartzman, a los que, en esta ocasión, se unió Kunichi Nomura. Pese a que la idea original era ambientar Isla de Perros en una ciudad futurista ubicada en 2007 pero como si hubiera sido gestada en los años sesenta, pronto descartaron la idea al ver que el concepto podía resultar confuso para el espectador. Así pues, la ciudad ficticia de Megasaki, en un futuro a medio plazo, se encuentra en plena gripe canina y su cruel alcalde (amante de los gatos y enemigo acérrimo del mejor amigo del hombre) decide exiliar a la totalidad de los canes a la Isla Basura, donde no pongan en peligro al conjunto de la sociedad. Para dar ejemplo, Kobayashi enviará a Spots, el perro de su pupilo Atari, en primer lugar. Seis meses después, Atari irá en la búsqueda de su fiel compañero con la ayuda de una manada de machos alfas que se encuentran en dicho territorio abandonado.

En el particular ejercicio de dobaje, Anderson decidió que, en la versión original, todos los personajes hablasen su lengua materna (en su mayoría japonés), mientras que los ladridos de los perros fuesen cambiados por el inglés a modo de humanizar a los verdaderos protagonistas de la historia. Para empatizar con la totalidad de los personajes y su falta de entendimiento lingüístico, varios de los diálogos japoneses no son subtitulados y, tan sólo, podremos saber lo que dicen a través de una traductora (Frances McDormand) que, en ocasiones, sale a escena. Por lo demás, el único personaje humano no japonés que aparece en la historia es el de la estudiante de intercambio Tracy Walker (Greta Gerwig) que servirá como enganche para el espectador en la narrativa en una genialidad más de su director. La grabación de las voces se realizó con anterioridad a rodar la película y, en su mayoría, cada intérprete realizó su trabajo por separado. Sin embargo, el quinteto que acompaña a Atari en su aventura (los habituales de la casa, Edward Norton, Bob Balaban, Bill Murray, Jeff Goldblum y, el nuevo fichaje, Bryan Cranston) si que trabajaron juntos en una cabina de grabación. La extraordinaria labor realizada tanto por estas estrellas como por Scarlett Johansson, Liev Schreiber, Ken Watanabe, Koyu Rankin, Harvey Keitel o F. Murray Abraham, entre otros, hace que os recomendemos encarecidamente que veáis Isla de Perros en su versión original.

ISLA DE PERROS 2

El guion, marca de la casa Anderson, conmueve y divierte a partes iguales. Isla de Perros es, ante todo, una historia de aventuras pero que también tiene un marcado discurso político (el exilio de los canes recuerda enormemente a los campos de refugiados). Por si esto fuera poco, los chispeantes diálogos están cargados de inteligencia y nos reiremos a carcajadas con cada aparición de Oracle, la perrita vidente con la voz de Tilda Swinton o con cada cónclave formado por el repoker protagonista. Al margen de interpretaciones, música y guion, Isla de Perros es una de las mejores películas de animación stop-motion jamás realizada. 670 personas en el equipo, 70 marionetistas y 38 animadores fueron los encargados de realizar esta auténtica obra de arte artesanal en los 45 sets que se construyeron. Resulta un deleite para nuestros ojos pasearnos junto a la manada por la isla descubriendo los restos de una antigua central nuclear, campos de golf o de un parque de atracciones. Talento y cariño se dieron de la mano para que pudiésemos notar que las 1.000 marionetas fabricadas con acero, silicona y látex fueron realizadas manualmente, evitando en todo lo posible el uso de efectos digitales. Para las animaciones de los perros se utilizó un tono más cartoon mientras que para los humanos se tendió a un carácter más realista. Además, Anderson se permite la licencia de presentarnos animación en 2D a través de las pantallas que aparecen en la historia. Una obra maestra en lo visual para la que la magnífica dirección de Wes Anderson, que le ha valido el premio a mejor director en el pasado festival de Berlín, contó con la ayuda de Tristan Oliver, su director de fotografía, quien ya había “sufrido” la meticulosidad del cineasta texano en Fantástico Sr. Fox.

Por ir concluyendo, Isla de Perros es una muesca más a marcar en la sobresaliente filmografía de Wes Anderson. La cinta es una magnífica obra de aventuras (una vez más deudora de Hergé) que resulta ser una oda al país del sol naciente y un canto de amor a la perfecta simbiosis entre el ser humano y su más leal especie. La experiencia conseguida en la, también maravillosa, Fantástico Sr. Fox, sirvió al equipo dirigido por Anderson para construir una obra aún mas grande y ambiciosa (a pesar de utilizar el mismo presupuesto), pero a su vez manteniendo el espíritu artesanal (prácticamente todo lo que se ve en el filme se puede tocar). Isla de Perros es una original propuesta que, sin embargo, presenta al espectador paisajes políticos claramente identificables. La corrupción, el autoritarismo… contrasta con la belleza de la naturaleza. Escenas como la preparación del sushi, con una duración de poco más de un minuto, tardó en grabarse dos meses. Dicho cuidado y esmero, da como resultado una de las mejores películas del primer cuatrimestre del año que, por supuesto, no podemos dejar de ensalzar y recomendar. Hemos oído un rumor, la fiebre del hocico ha llegado a nuestras carteleras y todo aquel que la vea corre el riesgo de disfrutar enormemente.

ISLA DE PERROS

  Dirección: Wes Anderson. Guión: Wes Anderson (Historia: Wes Anderson, Roman Coppola, Kunichi Nomura, Jason Schwartzman). Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Tristan Oliver. Reparto: Bryan Cranston, Edward Norton, Bob Balaban, Jeff Goldblum, Scarlett Johansson, Bill Murray, Liev Schreiber, F. Murray Abraham, Ken Watanabe, Koyu Rankin, Greta Gerwig, Tilda Swinton, Yoko Ono,…
Dirección - 9
Guión - 8
Reparto - 8
Apartado visual - 9.5
Banda sonora - 8.5

8.6

¡Guau!

La nueva película del director de El Gran Hotel Budapest, Wes Anderson, es una extraordinaria historia de aventuras que sirve como homenaje tanto al cine japonés como al mejor amigo del hombre. Divertida y emocionante, Isla de perros es una obra maestra de la artesanía stop-motion.

Vosotros puntuáis: 8.14 ( 11 votos)
Subscribe
Notifícame
8 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Cristian Miguel Sepulveda
30 abril, 2018 18:27

Soy muy fan del stop-motion, un estilo de animación que se está perdiendo, aunque en realidad nunca estado demasiado en alza. No soy tan fan sin embargo de Wes Anderson. No obstante con tu crítica me has convencido para echarle un vistazo, aunque antes me veré Fantastic Mr. Fox, que la tengo pendiente.

pedrete
pedrete
Lector
30 abril, 2018 18:32

Para nada me ha resultado satisfactoria el visionado de esta cinta.
En ningún momento le coges aprecio a ninguno de sus personajes. Una historia demasiado oriental de un director europeo. Una artesanal construcción que en ningún momento supera lo que ya nos hico Tim Burton en la deliciosa Pesadilla antes de Navidad y que aquí Wes Anderson repite de nuevo como ya había hecho en su Mr Fox, pero sin alma. Mucho continente, nada contenido. A las 24 horas te has olvidado por completo de la película. Lo dicho….igual es que no me acaban de gustar los Haikus y soy más de sonetos…. puede que sea eso. En fin…para gustos colores….y para animación PIXAR…y no siempre. 🙂 Es mi personal e ignorante opinión.

pedrete
pedrete
Lector
En respuesta a  Sergio Fernández Atienza
30 abril, 2018 18:51

Gracias a ti Sergio, siempre es un placer leerte y me quito el sombrero por tus entradas, críticas y artículos con las que siempre aprendo algo y a las que siempre estoy atento. Gracias también por el apunte de autoría de Pesadilla que siempre atribuyo a Tim Burton. Viva el cine y viva el comic. Salud y gracias por vuestro trabajo!!!!

Volta
Volta
Lector
En respuesta a  Sergio Fernández Atienza
3 mayo, 2018 12:59

Como detalle curioso, para Fantástico Sr. Zorro, Wes Anderson contrató como jefe de animación a Henry Selick, pero se ve que lo dejó por algún enfado (después hizo esa maravilla que es Coraline).
Pesadilla antes de Navidad es un referente y es una de las películas de mi infancia, y no creo que que se sea justo comparar toda película de stop-motion con esa, es como comparar toda película de mafiosos con el Padrino o de ciencia-ficción con 2001.
Respecto a Pixar, me gustan, pero a veces creo que buscan demasiado la lágrima fácil y me echa para atrás.
Saludos.

Bea Bordez
Bea Bordez
Lector
1 mayo, 2018 6:42

No se si llegará a mi país, pero si lo hace iré a verla, las películas de Wes Anderson me encantan, la primera que vi justamente fue Fantastic Mr. Fox, que me fascino, hace tiempo que no hago el sonidito del zorro, excelente reseña.

Volta
Volta
Lector
3 mayo, 2018 12:53

Me gustó mucho, soy un gran fan del stop-motion, desde Svankmajer, pasando por Suzie Templeton (recomiendo su Pedro y el Lobo), estudio Laika o Henry Selick. Técnicamente me pareció impecable.
No soy un gran admirador de Wes Anderson, no me gustan algunos de sus tics como autor, pero he de reconocer que tanto Sr. Zorro como esta me gustan mucho, y una vez que la desnudas de toda la parte estética, si que la veo como una de sus peliculas más sentimentales, una carta de amor a los perros, de los cuales ha sabido sacar detalles que los que han tenido perro pueden distinguir.
Y por otro lado, también un homenaje a japón y a su cultura, puede que sea apropiamiento por parte de un americano, pero veo respeto por la cultura japonesa.
Dos detalles: Los homenajes a Akira, tanto con la canción Tokyo Shoe Shine Boy en la escena del bar como ese ¡Atari vive! pintado en una pared.
Y a mi, personalmente, me recordó, en algún pasaje y en el tono de algunas escenas, a Grandes Preguntas de Anders Nilsen, sé que algunos no lo verán, pero yo vi algún paralelismo.
Película muy recomendable y para mi de las mejores de Anderson.
Saludos.