ZN Cine – Christopher Nolan: puzzles, trucos, sueños y murciélagos

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«Si quieres intentar de verdad hacer una gran película, no una buena película sino una gran película, tienes que tomar muchos riesgos».
Christopher Nolan

Este viernes se estrena la que es para muchos la cinta más esperada del año: Interstellar, la última película del director británico Christopher Nolan. Aunque en Zona Negativa tendremos preparada nuestra opinión sobre ella el mismo viernes nos ha parecido buena idea dedicar un artículo a su director, una de las figuras más importantes del cine de la última década, un nombre que arrastra con él devotos espectadores pero que también suscita opiniones encontradas. En este artículo trataremos de repasar su carrera y a la vez intentar vislumbrar al hombre detrás de la cámara que ha conseguido construirse una de las filmografías más sólidas del Hollywood actual. Vamos allá.

El despegue: Following, Memento e Insomnia

«Tengo que creer en un mundo fuera de mi propia mente. Tengo que creer que mis acciones todavía tienen significando, aun cuando yo no puedo recordarlas. Tengo que creer que cuando mis ojos están cerrados, el mundo todavía continúa allí.»
-Leonard (Guy Pearce), Memento

Christopher Jonathan James Nolan nació en 1970 en la ciudad de Londres. Ya desde pequeño mostró su interés por el cine, rodando películas caseras desde los siete años con la cámara Super 8 de su padre, con quien fue a ver en el mismo año el estreno de Star Wars y 2001: Una Odisea en el Espacio, dos películas cuyas diferencias y similitudes marcarían la futura carrera de Nolan, siempre balanceándose en el complicado equilibrio entre el cine de autor y el blockbuster. Estudió literatura inglesa en la prestigiosa University College de Londres, a la que eligió por sus avanzados equipos cinematográficos y donde conoció a la que sería su mujer y productora, Emma Thomas. En sus años de estudiante Nolan dirigió varios cortos, entre ellos Tarantella (1989), Larceny (1995) y Doodlebug (1997), este último sobre un hombre que persigue a un insecto por una habitación sólo para darse cuenta de que es una versión diminuta de sí mismo (lo podéis ver en este enlace si tenéis curiosidad).

Sería en 1998 cuando Nolan se lanzaría a dirigir su primer largometraje, Following. Con un presupuesto de 6.000 dólares, rodado en blanco y negro con ayuda de amigos y actores que ya habían trabajado con Nolan en sus cortometrajes, Following es un thriller sobre un escritor en ciernes que se dedica a seguir a personas al azar y que se ve envuelto en una trama criminal al más puro estilo de Alfred Hitchcock y ese homenaje a la femme fatale clásica en forma de cartel de Marilyn Monroe (la actriz de Following, Lucy Russell, es un calco de Norma Jean). No faltan en la cinta detalles que Nolan repetirá en sus futuros trabajos, como la narración temporal desordenada, los giros de guion y el estudio psicológico de sus personajes. Como curiosidad, podemos ver en la puerta de la vivienda del protagonista el símbolo de Batman, que ya auguraba la futura relación de Nolan con el héroe de DC, pero no tanta casualidad sabiendo que tanto Christopher como su hermano pequeño Jonathan Nolan, guionista y colaborador habitual de Christopher, tenían gran afición por el Caballero Oscuro (de hecho a los trece años Christopher regalaba a Jonathan dos ediciones de Batman: Año Uno y de The Dark Knight Returns, obras idolatradas por ambos). También como anécdota, el personaje del ladrón en la película se llama Cobb, igual que el personaje de Leonardo DiCaprio (también ladrón, a su manera) en Inception. En cualquier caso Following comenzó a ser exhibida por los circuitos cinematográficos, dándole a Nolan una perspectiva más global de su trabajo y sintiendo, al presentar su obra ante una audiencia de cientos de personas, la responsabilidad para con el público que comenzaría a ser una constante en su manera de entender el cine.

following

Pero el verdadero reconocimiento le llegaría a Nolan dos años después, cuando estrena Memento, en la que el director se basa en un relato escrito por su hermano Jonathan titulado Memento Mori para realizar uno de los guiones más enrevesados y aclamados de la pasada década. La trama sigue a Leonard (Guy Pearce), un hombre aquejado de una enfermedad que le hace perder la memoria cada poco tiempo y que, para resolver el asesinato de su esposa, se tatúa toda la información que puede en el cuerpo para ayudarle a recordar cada vez que tiene un episodio de amnesia. Así, la película nos lleva hacia atrás en un montaje reverso que marcó una época como un experimento arriesgado del que Nolan salió triunfante. La cinta fue recibida con entusiasmo por la crítica y se convirtió rápidamente en una película de culto entre los aficionados. En su misma estructura, Nolan había conseguido esa precisión de relojero que intentara en Following pero esta vez sin el corsé del amateurismo o los medios exiguos. En Memento coincidió por primera vez con el director de fotografía que se convertiría en habitual en su carrera, Wally Pfister, que sólo le abandonaría ya en la inminente Interstellar debido a su (no del todo afortunado) debut en la dirección con Trascendence. Con Memento Nolan y Pfister consiguieron esa ambientación sobria y elegante que se convertiría en marca de la casa, combinando escenas en color con otras en blanco y negro para los flashbacks y dándole en definitiva al conjunto un aura de solidez técnica y artística incuestionable. Nolan seguía dando pistas de su ambición y también de lo metódico de su trabajo: como muestra de ello, la anécdota de que llegó a grabar tres pistas diferentes para el audiocomentario del DVD de Memento con tres explicaciones diferentes y razonadas sobre el significado del final de la película y que se reproducían de manera aleatoria en el disco. Pero quizás el mayor logro de Memento fue el de conseguir esa ambición de Nolan de aunar el cine psicológico, con personajes complejos y cuestiones propias del cine de autor con características propias del cine comercial y con argumentos y situaciones propias del thriller y el suspense. Es decir, comenzaba a tener contentos a crítica y público, la combinación ideal para que los grandes estudios comenzaran a fijarse en Christopher Nolan.

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Y la oportunidad llegó con Insomnia (2002), el único filme cuyo guion no ha firmado el propio Nolan y que era un remake de un thriller noruego dirigido en 1997 por Erik Skjoldbjaerg en el que seguimos a dos detectives que acuden a un pueblo de Alaska para investigar el asesinato de una joven. La película original había gustado en Hollywood y el guion estaba encima de la mesa de Warner. Fue entonces cuando el director Steven Soderbergh, fan declarado de Memento, recomendó a Nolan para las labores de dirección a pesar de que el estudio quería a un director más experimentado. Finalmente aceptaron a Nolan poniéndolo a cargo de su primera película importante en Hollywood, con un presupuesto mucho mayor: de los 4,5 millones de dólares con los que contó en Memento pasó a 45 millones en Insomnia, además de contar con dos grandes estrellas a bordo como Al Pacino y Robin Williams. El propio Soderbergh junto con George Clooney se sumaron al proyecto en calidad de productores ejecutivos. Cuentan la anécdota de que durante el rodaje Soderbergh se acercó al set y le preguntó a Pacino cómo se sentía; Pacino le respondió: “Bueno, puedo decirte que en algún momento en un futuro cercano voy a estar muy orgulloso de decir que estuve en una película de Christopher Nolan”. Insomnia era la prueba de fuego para ver si Nolan podía con una producción de esta envergadura y el resultado fue un éxito de crítica y público. La película recaudó más de cien millones de dólares a nivel mundial y la crítica alabó la ambientación de la cinta, cargada de una atmósfera opresiva así como una vez más la complejidad psicológica de los personajes, en especial el atormentado Will Dormer (Pacino), cuyo insomnio recordaba a la amnesia de Leonard en Memento o la manía persecutoria del protagonista de Following. Detonantes que reflejaban como un prisma la personalidad de los personajes y sobre los que Nolan tejía tramas tan complejas como la psique de los mismos. Así, el cerebral Nolan pasó con nota el examen de Hollywood y nadie podía imaginar lo que le esperaba a la vuelta de la esquina. Una sombra con forma de murciélago.


Nolan_Insomnia

El viaje del héroe: Nolan y Batman

“En el cine acudimos a ver a alguien organizando un espectáculo, y yo siento la responsabilidad de hacer el mejor espectáculo posible.”

Christopher Nolan

Corría el año 2003 y Warner tenía un problema: en pleno apogeo del cine de superhéroes, con Spiderman y los X-Men triunfando en las taquillas, quería relanzar a Batman, cuya franquicia de películas estaba en coma profundo tras el desastre que supuso la era Schumacher, en especial la vapuleada Batman y Robin. Fue entonces cuando Christopher Nolan comenzó a escribir un guion a cuatro manos con David S. Goyer, que hasta entonces había escrito las dos entregas de la saga Blade. La idea que presentaron a Warner era comenzar de nuevo contando los orígenes del personaje, pero a la vez haciéndolo de una manera realista como no se había hecho hasta el momento. Para ello, Nolan y Goyer acudieron a los cómics y no pudieron encontrar mejor referente que The Man Who Falls, de Dennis O’Neil y Dick Giordano y, sobre todo, Batman: Año Uno, la refundación del personaje llevada a cabo por Frank Miller en 1987 y que retrataba los primeros pasos de Bruce Wayne/Batman a su regreso a Gotham y en el comienzo de su cruzada contra el crimen. Cuando Nolan y Goyer llevaron el guion a Warner, ésta comulgó con su idea y así comenzó la saga más exitosa de la historia del personaje en el cine hasta la fecha.

Para Batman Begins, Nolan contó con un presupuesto de 150 millones de dólares y un reparto estelar con nombres como Christian Bale, Michael Caine o Gary Oldman pero a pesar de toda la aparatosidad de Hollywood no perdió de vista sus aspiraciones como director. Por ejemplo, Nolan rodó toda la película estando presente y supervisando todos y cada uno de los planos, sin utilizar una segunda unidad de apoyo, algo extremadamente inusual en una producción de esta envergadura. En el plano estético también introdujo una máxima que ha seguido aplicando durante toda su carrera, y es el uso mínimo de los efectos visuales en post-producción. Nolan prefiere realizar la mayor parte de efectos in situ, así como el rodaje en localizaciones en lugar de sets, pero cuando tiene que utilizarlos lo suele hacer a lo grande. En Batman Begins pudo experimentar ambas cosas, rodando en Islandia el entrenamiento de Bruce Wayne y reconstruyendo la lluviosa ciudad de Gotham en un gigantesco decorado en el cual cuenta una anécdota que se llegó a perder Sue Kroll, la presidenta de marketing internacional de Warner durante una visita al set de rodaje. Nolan siempre ha estado al frente de los desafíos técnicos pero aplicando en todo momento una máxima, y es que todo lo que se ve en una película tiene que tener una base real con la que el espectador pueda identificarse. El manido “realismo” que siempre es un arma arrojadiza entre los fans del género y que parece que instauró Nolan no es sino la consecuencia lógica de poner a un director con las convicciones de Nolan al frente de un proyecto así. Nolan quería a un Batman no real, sino plausible. Una de las escenas que convencieron a los ejecutivos de Warner de aceptar el guion de Nolan y Goyer fue en la que Wayne acude a los avances técnicos de su empresa con el personaje de Lucius Fox y que le ayudará a llevar al mundo real las armas, vehículos y trajes del Hombre Murciélago, un realismo y una necesidad de explicar cosas, un respeto si se quiere hacia el espectador, que no se había dado en el género hasta el momento. Por eso, llegados a este punto, muchos podrán debatir si la elección de Nolan fue la mejor o la peor opción para dirigir una película sobre Batman; lo curioso del caso es que probablemente ambas posturas tengan razón y ambas se equivoquen. Nolan hizo el Batman más respetado, envolviendo sus películas con una pátina de calidad y seriedad que elevaron el género de superhéroes a cotas para muchos no superadas, pero el precio de atraer a Batman hacia la realidad fue en parte alejarlo del cómic, por eso para muchos el Batman de Nolan es más un thriller con un tipo vestido de murciélago que una película de Batman. Para otros muchos, la mejor encarnación cinematográfica del personaje en sus 75 años de Historia.

batnolan

Batman Begins también deja claro que Nolan, como narrador de historias, se mantiene siempre fijo en su objetivo y no lo suelta por un instante. El leitmotiv de Begins es el miedo, un tema ya central desde aquellos primeros trailers (“What do you fear, Mr. Wayne?” pronunciada por Liam Neeson sigue poniendo los pelos de punta a día de hoy). Como director metódico que ya hemos comentado que es, Nolan tiene una costumbre para evitar que la película se distraiga de esa historia que es la que quiere contar: unas semanas antes de comenzar cada rodaje de su carrera, Christopher Nolan se sienta delante de la máquina de escribir que le regaló su padre a los 21 años (la misma en la que escribe el protagonista de Following) y redacta en unas cuantas hojas no un resumen, sino el propósito de lo que quiere contar en la película, el alma de la historia. Y vuelve a ella a veces durante el rodaje para asegurarse que no se ha desviado del camino. Así es Nolan trabajando: comprometido con el espectador y fiel a la historia que quiere contar. Guste más o menos, nadie puede negarle la honestidad como cineasta.

Begins también supuso la primera colaboración entre Nolan y Hans Zimmer, que junto con James Newton Howard compuso la banda sonora de Begins y la posterior El Caballero Oscuro, encargándose Zimmer en solitario del final de la trilogía. Hans Zimmer llegaría a ser parte vital en la carrera de Nolan, componiendo la banda sonora del resto de su filmografía a excepción de El Truco Final, donde Nolan volvería a contar con David Julyan con el que ya había trabajado en Memento. Es curioso ver cómo el talento de Zimmer y Nolan se ha retroalimentado, llegando a una comunión entre el aspecto visual y el musical que recuerda uniones inolvidables como Steven Spielberg y John Williams.

Batman Begins se estrenó en 2005 y fue un notable éxito de taquilla pero, sobre todo, sentó las bases para resucitar al personaje con una nueva visión que se ganó la confianza del público, pero ni Nolan ni Warner podían imaginar lo que ocurriría con su continuación. El Caballero Oscuro se estrenaba tres años después, en 2008 y sólo en su primer fin de semana recaudaba 158 millones de dólares, convirtiéndose al final de su carrera comercial en las salas en la segunda película más taquillera de la Historia, sólo superada en aquel entonces por Titanic. Nunca una película de superhéroes había llegado tan alto y es que aquel verano de 2008 vivimos un auténtico fenómeno. Pocas películas han tenido la anticipación antes de su estreno como The Dark Knight, en la que se sumaron muchos factores: la muerte del actor Heath Ledger, que daba vida al Joker, meses antes del estreno de la cinta multiplicó el interés por ver la que sería su última interpretación que a la postre terminó llevándose el Oscar póstumo a Mejor Actor Secundario; la aparición misma del villano más reconocido del universo del Hombre Murciélago y la sensación por los tráilers de que veríamos algo único en la interpretación de Ledger; pero también la habilidad del equipo de Nolan al realizar una de las primeras campañas virales de promoción de una película, y sin duda la más recordada y espectacular acción de marketing en el cine reciente. Todo ello llevó a El Caballero Oscuro a ser considerada aún a día de hoy la mejor película de superhéroes de todos los tiempos, y encumbró a Christopher Nolan al olimpo de los directores más influyentes y respetados del cine contemporáneo.

Nolan_Dark_Knight

Y es que Nolan no se había dormido en los laureles con esta continuación. Todo en The Dark Knight era más grande, más espectacular, más ambicioso. A nivel técnico Nolan seguía avanzando, siendo un pionero en el uso del formato IMAX, con el que llegó a rodar escenas enteras para ser vistas específicamente en cines con esa capacidad. No como un mero adorno tecnológico sino con un auténtico propósito en la narrativa visual de la cinta. De nuevo otra constante en Nolan, la técnica al servicio del cineasta y no al contrario. Hemos visto a otros cineastas, desde George Lucas a James Cameron o Peter Jackson sucumbir a los cantos de sirena del abuso de la tecnología en aras de una espectacularidad en ocasiones vacía de contenido pero Nolan, como Alfonso Cuarón (por poner un ejemplo reciente) utiliza los avances como una muleta y no como silla de ruedas. De hecho si por algo destaca Nolan en el apartado visual es por su defensa a ultranza de la proyección en los clásicos 35mm., oponiéndose al avance imparable del formato digital de proyección, convirtiéndose junto con nombres como los de Quentin Tarantino, Judd Apatow, JJ Abrams o Paul Thomas Anderson en los mayores adalides del modo clásico de ver la cinematografía. Es por ello que Nolan es conocido también por controlar de manera obsesiva cómo se proyectan sus películas en las salas, llegando a visitar varias de ellas para supervisar el color o el sonido que llegará al espectador. De nuevo el respeto por el espectador y a la frase con la que comenzaba este apartado. La obligación del cineasta de hacerle llegar al espectador su obra de la forma más perfecta posible. Hoy en día que los espectadores somos poco más que porcentajes y números en la recaudación de una cinta, es de admirar que aún pervivan personalidades como la de Nolan o la de Stanley Kubrick anteriormente, que a pesar de realizar películas para una audiencia masiva quieren controlar cada parte no de su producción sino de su creación. Cineastas que al fin y al cabo sobrepasan el concepto de producto y ensalzan el olvidado concepto de obra.

Pero no todo han sido loas al trabajo de Nolan. Y es que con la saga de Batman y debido a la propia idiosincrasia del personaje, Nolan tuvo que enfrentarse a un elemento con el que no había trabajado en su carrera y que sería uno de los puntos más criticados por sus detractores: las escenas de acción. Ya en Batman Begins muchos espectadores se quejaron de lo caóticas que resultaban las escenas de lucha, en las que debido a su planificación y montaje apenas nos percatábamos de lo que sucedía: como ejemplo, la primera aparición del murciélago en los muelles o la pelea contra los hombres de Ra’s al Ghul. En ambas vemos cómo Nolan quiere representar a Batman como una sombra rápida pero el montaje y la propia realización convierten las escenas en un caos de planos encadenados casi sin continuidad unos con otros. La situación se vería agravada en El Caballero Oscuro con la que es una de las escenas más desastrosamente rodadas desde el punto de vista cinematográfico de la carrera de Nolan y a la vez, paradójicamente, de las más alabadas y recordadas de la cinta: el ataque del Joker y sus secuaces al furgón en el que viaja Harvey Dent. Tal fue el revuelo que se produjo con la escena que incluso se llegaron a realizar exhaustivos análisis explicando los fallos de la misma tanto de rodaje como de montaje como el que podéis ver en este enlace.

Rises

Tras Batman Begins y El Caballero Oscuro Nolan completaría su tríptico sobre el Señor de la Noche con la tercera entrega, El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace. Estrenada en 2012, The Dark Knight Rises dividió más que sus anteriores películas a crítica y público; a pesar de ello fue un éxito descomunal de taquilla en todo el mundo aunque sin alcanzar las cotas de su predecesora. Muchos vieron en Rises el cansancio e incluso una cierta dejadez narrativa de un Nolan cuya carrera había pasado casi diez años orbitando alrededor del personaje de Batman y que aseguraba con una sospechosa constancia en cada entrevista que aquella sería la última instancia que haría del héroe, que con Rises terminaba definitivamente su etapa al frente del Caballero Oscuro y, por lo que hoy sabemos, con su relación directa con el cine de superhéroes, a pesar de haber ejercido después funciones de productor en El Hombre de Acero de Zack Snyder. No confundamos eso sí cansancio con resentimiento hacia el género, del que Nolan hablaba esta misma semana durante la promoción de Interstellar en los siguientes términos al ser preguntado por la actual explosión de superhéroes cinematográficos y si mantiene abierta la opción de volver a rodar sobre ellos: “No lo veo como un género limitado. Si lo hiciera, nunca hubiera trabajado en ese género durante diez años. Creo que como cualquier género, como el Western, tiene oportunidades ilimitadas. Se trata sobre todo del apetito de la audiencia”. Sobre si volvería al género, Nolan es (casi) tajante: “Creo que tuve una gran experiencia con el género de superhéroes y tuve la oportunidad de explorar muchas cosas, pero fue una gran década de mi vida y me cuesta imaginarme volviendo a ella. Pero nunca digas nunca jamás.» A pesar de su humildad es justo decir que Christopher Nolan revolucionó el cine de superhéroes, creando una tendencia de realismo y calidad a la que aún hoy se agarran muchas producciones para aumentar su credibilidad. Y con El Caballero Oscuro ascendió al Olimpo de las segundas partes que ensalzan el concepto de secuela, colándose ya como un patrimonio cultural en las conversaciones de los cinéfilos junto a El Padrino II o El Imperio Contraataca. Pero Nolan no estuvo dedicado completamente a Batman en esa década como veremos a continuación. Y es que no todo iba a ser Batman en la carrera de Nolan.

El reposo del guerrero: El Truco Final y Origen

¿Estáis mirando de cerca?
-Alfred Borden (Christian Bale), The Prestige

La saga de Batman duró desde 2005 hasta 2012 y entre cinta y cinta Nolan se dedicó a rodar dos películas más, proyectos más personales y que cinematográficamente hablando nos hablan más de las inquietudes de Nolan que la saga del murciélago. Hablamos de The Prestige (El Truco Final) e Inception (Origen). La primera se estrenaría en 2006 y de nuevo el guion correría a cargo de Christopher y Jonathan Nolan, basándose esta vez en la novela del mismo título escrita por Christopher Priest. En El Truco Final seguimos la historia de dos magos (interpretados por Christian Bale y Hugh Jackman) cuya rivalidad por conseguir el mejor truco en sus espectáculos les lleva a un dramático enfrentamiento en el tiempo. El título original, The Prestige, hace referencia al tercer acto de todo truco de magia, donde se desvela la ilusión, el golpe de efecto final que hace terminar el espectáculo, como bien explica el personaje de Cutter, interpretado por Michael Caine, en la cinta:

Todo efecto mágico consta de tres partes o actos. La primera parte, es la presentación: el mago muestra algo ordinario, una baraja de cartas, un pájaro o una persona. El mago lo exhibe, os puede invitar a que lo examinéis para que veáis que no hay nada raro. Todo es normal. Pero claro, probablemente no sea así. El segundo acto es la actuación: el mago, con eso que era ordinario, consigue hacer algo extraordinario. Entonces intentareis descubrir el truco, pero no lo conseguiréis porque en el fondo no queréis saber cuál es. Lo que queréis es que os engañen. Pero todavía no aplaudiréis. Que hagan desaparecer algo no es suficiente, tienen que hacerlo reaparecer. Por eso todo efecto mágico consta de un tercer acto, la parte más difícil, la que nosotros llamamos El Prestigio.

Leyendo este extracto de la película podemos comprender por qué interesó a Nolan este proyecto y es que Cutter está hablando, al fin y al cabo, de las partes básicas de toda narración y por extensión de toda película. Presentación, nudo y desenlace, sí, pero a la manera que le gusta a Nolan en la mejor tradición del cine de suspense, usando el símil de la magia como espejo para reflejar el cine: esconder una carta, llevar la atención del espectador hacia otra y hacerle partícipe del engaño. La misma estructura que podíamos encontrar en cintas tan diferentes como Following o Memento. En The Prestige volvemos a encontrarnos a la mejor versión de Nolan detrás de la cámara con una dirección y una puesta en escena impecables siendo su primera película de época (la acción se sitúa en Londres a finales del siglo XIX). Siguiendo con las analogías cinematográficas, Nolan también habla sobre los avances tecnológicos en la figura de Nikola Tesla (interpretado nada más y nada menos que por David Bowie) que con sus descubrimientos (aunque eclipsado en la Historia por Thomas Edison) no sólo convulsiona la tecnología de la época sino también otros campos donde puede ser aplicada, como es el caso de la magia en la película. De los trucos artesanales se pasa a los tecnológicos y no es difícil pensar que Nolan cree que por el camino se pierde algo de esa “magia” también en su profesión. Del rodaje clásico a la era digital. De la proyección en 35mm. a almacenar la película y proyectarla desde un ordenador. Nolan reflexiona sobre todo esto pero manteniendo de nuevo el aura de película comercial y producto de entretenimiento.

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Nolan utiliza también en The Prestige, como ya vimos en Following y Memento y veremos en Inception, y es el giro de guion que trastoca la trama, el Prestigio de Nolan por así decirlo. Es el aspecto donde Nolan más se aproxima a otro referente (aunque este desgraciadamente en declive) de nuestra época, M. Night Shyamalan. El Nolan escritor tiene muy claro el carácter de sus personajes y es muy firme en su psicología y comportamiento, pero donde suele arriesgar es en la estructura misma de la trama. Ahí es donde se enfrentan el Nolan narrador y el Nolan prestidigitador, corriendo riesgos argumentales que, por la ambición autoral de sus películas, pueden no gustar a todo el mundo. Nolan lo entiende como un riesgo a correr para hacer atractivas sus películas más allá de su mensaje o historia. Es aquí donde vemos al Nolan más entrañable, el que ha madurado como cineasta pero no puede evitar seguir jugando con las historias como un niño con sus juguetes y, lo que es mejor, que siente la emoción de esconder al espectador todo lo posible los detalles de la trama para sorprenderle donde siente que debe hacerlo de verdad, en la sala de cine. El secretismo de los guiones y los rodajes de Nolan es algo ya clásico en Hollywood: cuenta el propio Michael Caine que Nolan fue a su casa con el guion de Batman Begins para que lo leyera y preguntarle si aceptaría el papel de Alfred; cuando Caine le dijo que lo leería y le enviaría un mensajero de vuelta, Nolan se negó y le pidió que lo leyera en el momento para volver a llevarse el guion; así, la mujer de Caine invitó a Nolan a un té (la bebida favorita de Nolan, que siempre lleva un termo encima) mientras Caine leía el guion. Nolan actúa con sus historias como un mago con los secretos de sus trucos y no hay más que ver los tráilers de Interstellar, en los que apenas se nos dan pinceladas de la trama sin llegar a contarnos nada, para entender que es un rara avis en una época en que tienes la sensación de haber visto la película y saber cómo va a terminar tras un avance de dos minutos.

Tras El Truco Final y el éxito que supuso El Caballero Oscuro, Nolan decidió rodar entre ésta y la conclusión de la trilogía de Batman otra película: Inception (Origen). La película más ambiciosa de Nolan como autor hasta el momento, sin contar la trilogía de Batman. En Origen Nolan volvía a contar con actores fetiche como Cillian Murphy o Michael Caine, y a ellos añadía nombres como el de Leonardo DiCaprio, Ellen Page o Marion Cotillard para contarnos una historia sobre unos peculiares ladrones que se introducen en los sueños de sus víctimas para, a través de su subconsciente, sustraerles información. El guion, escrito de nuevo por el propio Nolan, nos llevaba por una trama en forma de capas de la realidad donde los sueños se solapaban unos con otros otorgando a la película varios frentes de realidad, lo que permitía a Nolan jugar con la narrativa de un modo tan arriesgado como en Memento, obligando de nuevo al espectador a estar extremadamente atento a lo que pasaba en pantalla. Lo onírico y lo real se confundían en una historia que hablaba de las redenciones, de un hijo que se reencuentra con su padre y un padre que quiere reencontrarse con sus hijos. Nolan quiso, esta vez sí, hacer el mecanismo de relojería narrativa perfecto y lo consiguió, haciendo que los espectadores participaran de la trama y fueran desglosando sueño tras sueño en locas teorías que aún hoy se siguen escribiendo sobre la cinta, y por supuesto dejando la puerta abierta a interpretaciones con ese final ambiguo que, de nuevo, daba un golpe de efecto a la trama, dejando al espectador preguntándose si lo que acababa de ver no era realmente un gran truco de magia como en The Prestige. Origen también fue el filme más aclamado de Nolan por la Academia, consiguiendo ocho nominaciones a los Oscar de las que se llevaría cuatro estatuillas (técnicas, eso sí) y uno de los mayores éxitos de taquilla de Nolan, recaudando la impresionante cifra de 292 millones de dólares sólo en Estados Unidos, algo casi impensable para una película original y con un argumento tan alejado de las grandes superproducciones de Hollywood. Con Origen, Nolan demostró ser un imán para la taquilla, más allá de contar con grandes figuras entre el reparto el sólo hecho de nombrar a Christopher Nolan en los avances ya era muestra de calidad y espectacularidad. De este modo, Nolan conseguía ser admirado no sólo por el espectador de blockbuster y palomitas sino también por el cinéfilo y el aficionado. Y ya de paso por el productor de Warner, que lo tenía como su director estrella. Doce años después de su debut, Christopher Nolan se había convertido en uno de los directores más respetados y taquilleros del cine contemporáneo. Incluso tenía su legión de fans acérrimos, heredados en gran parte del extremismo entusiasta del mundo del cómic: los nolanistas.

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El Futuro: Interstellar

La ley de Murphy no significa que vaya a pasar algo malo, sino que si algo puede pasar, pasará.
-Cooper (Matthew McConaughey), Interstellar

Christopher Nolan estrena este viernes su última película, Interstellar. Rodeada de un gran secretismo, cuenta la historia de un futuro probable en el que la Tierra ya no pueda abastecerse más de sus cultivos y tenga que buscar la solución a su supervivencia fuera del planeta, para lo que se plantea el viaje interestelar a raíz de la teoría de poder viajar a través de agujeros negros y así buscar planetas extrasolares que puedan salvar a la Tierra de su funesto destino. Para tal misión se elige a un piloto e ingeniero, interpretado por Matthew McConaughey, que deberá abandonar a sus hijos para comenzar un viaje que puede no tener retorno. Nolan ha planteado Interstellar como su película más ambiciosa hasta la fecha, con desafíos técnicos que no había abordado en su carrera y que es una nueva prueba de fuego para comprobar la solidez de su carrera ahora que ha dejado atrás la trilogía de Batman que lo encumbró.

Sin duda Interstellar es una de las películas que más expectación ha despertado en los últimos tiempos y cada nuevo tráiler hacía dispararse la impaciencia de los aficionados ante la primera incursión en la ciencia ficción espacial del director británico. Por primera vez le acompaña un director de fotografía diferente, Hoyte van Hoytema (Her, El Topo, Déjame Entrar) pero por lo visto en los avances la transición desde Wally Pfister ha sido impecable. Por lo visto hasta el momento de Interstellar parece que nos encontraremos ante su película más espectacular y a la vez emotiva (quizás la asignatura pendiente de Nolan); Christopher y su hermano Jonathan vuelven a encargarse del guion de manera conjunta, basado esta vez en una historia del físico teórico Kip Thorne, y es que Interstellar pretende contar la exploración espacial desde una óptica lo más realista posible; para ello la cinta ha contado además de la supervisión de Thorne de un conjunto de asesores científicos que han ayudado a Nolan y su equipo a crear la que pretenden sea una de las representaciones más fidedignas de la exploración espacial (dicen que Nolan hizo hincapié en que hasta el movimiento de las estrellas en el paso del agujero negro fuese lo más –teóricamente- real que fuera posible). Más allá de consideraciones técnicas, Nolan ha querido recuperar el espíritu de 2001: Una Odisea en el Espacio, de la que rescata una reflexión sobre este tipo de películas: que la exploración espacial no deja de ser un viaje de descubrimiento al interior del propio ser humano.

Tal ha sido el ansia de perfeccionismo de Nolan con Interstellar que de manera accidental ha servido para realizar un descubrimiento científico del que se esperan incluso artículos de investigación basados en el hallazgo: cuando el director preguntó a Thorne cuál sería el aspecto de un agujero negro con vistas a representarlo de manera fiel en la película, el físico colaboró con los diseñadores de efectos especiales aportándoles ecuaciones que contribuyeran al diseño del fenómeno. Tras almacenar unos 800 terabytes de datos para la recreación, el trabajo dio como resultado esta imagen, que Thorne describió como la muestra más fidedigna que la física teórica puede dar de un agujero negro. “Se trata de nuestros datos de observación, es así como la naturaleza se comporta”, declaró Thorne. Todo esto no es sino una muestra más de la rigurosidad de Christopher Nolan y la meticulosidad que vuelca en cada una de sus películas. El viernes podréis comprobar si nos ha gustado o no Interstellar, si toda la expectación a su alrededor estaba justificada. Dándose una vuelta por internet y dadas las primeras reacciones, algunas tibias y otras entusiastas, no cabe duda de que el cine de Christopher Nolan genera una gran división de opiniones y unas reacciones viscerales en los aficionados. Pero ¿no es acaso esa la esencia de todo creador?. Todos los libros, ensayos y monográficos que se han escrito sobre él coinciden en su tremendo talento como director y su dominio de la técnica y la narrativa, pero no se atreven a definirle como un visionario. Quizás no lo sea, y el tiempo dirá si sus películas son vistas como obras atemporales o meros productos de entretenimiento. Cuando era más joven tuve la oportunidad de redactar un trabajo para la universidad en el que, junto a un compañero, hacíamos un repaso a la Historia del Cine y a los cambios que ha experimentado, desde el cine mudo al Hollywood clásico, de los rudos años setenta a la explosión del Hollywood cuna del entretenimiento; cuando llegamos al año 2000, muchos cineastas nos vinieron a la mente para aquel ambicioso collage: Zemeckis, P.T.Anderson, Soderbergh… pero sobre todo nos fijamos en Nolan y su Memento, que se había estrenado en aquellos días. En el entusiasta ardor juvenil creo recordar que llegué a decir que marcaría un antes y un después en la Historia del Cine; supongo que por entonces el nolanismo ya habitaba en mí y aunque atemperado con los años aún sigue venerando al director londinense, uno de los pocos autores que quedan en el Hollywood comercial. Porque como bien explicaba el propio Nolan, ese tipo tímido, enigmático, extremadamente celoso de su vida privada, una persona que ni siquiera tiene correo electrónico, puntual y siempre pulcramente vestido como un hombre de otra época, “Hollywood puede ser el mayor lienzo del mundo cuando funciona bien”.

Nolan_Interstellar

Estas semanas Nolan e Interstellar son portada de muchos medios los cuales han querido dedicar artículos y monografías al director londinense. Este pequeño resumen de su carrera que hemos realizado para vosotros con motivo del estreno de la película está basado en parte de algunos de ellos, como el excelente artículo que le dedicaban en el New York Times, cuyo redactor pudo pasar unos días acompañando al siempre esquivo con la prensa Nolan, o este otro del Wall Street Journal junto con libros dedicados al director como The Fictional Christopher Nolan de Todd McGowan cuya lectura os recomiendo si estáis interesados en obtener una visión más cercana sobre Christopher Nolan como cineasta y sobre su obra. También se han producido en estos días previos al estreno de Interstellar varias reacciones a la película por parte no sólo de la prensa especializada sino también de artistas y cineastas que han tenido la suerte de asistir a pases previos. Uno de ellos fue Quentin Tarantino que, además de alabar la película y comparar el trabajo de Nolan con el de grandes directores como Andrei Tarkovsky o Terrence Malick, dedicó unas palabras a su compañero de profesión durante una entrevista en The Guardian con las que me gustaría cerrar este artículo:

Es de hecho ese estilo clásico a la hora de hacer películas. Está dando un toque a los directores a los que les importa una mierda su trabajo y les hace reflexionar sobre su apatía, tratando de explicarles lo importante que es el cine. A mí me gustaría darles un jodido puñetazo en la cara. Pero siendo británico él está por encima de ello e intenta ser diplomático sobre el tema. Creo que pesa mucho en el respeto que ellos le tienen. No es sólo una cuestión de dólares y céntimos. Christopher Nolan sería tan buen cineasta como es, sería un cineasta tan potente como es si estuviera haciendo películas en 1975. O si estuviera haciendo películas en 1965”.

Lo dicho. In Nolan We Trust.

Totem_Inception

¿Cuál ha sido la mejor película de Christopher Nolan hasta la fecha?

  • The Dark Knight (43%, 234 Votes)
  • Inception (24%, 129 Votes)
  • Memento (17%, 89 Votes)
  • The Prestige (10%, 56 Votes)
  • Batman Begins (3%, 16 Votes)
  • The Dark Knight Rises (2%, 11 Votes)
  • Insomnia (1%, 3 Votes)
  • Following (0%, 0 Votes)

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New_Rodro
New_Rodro
Lector
5 noviembre, 2014 21:54

Cortar, pegar y directo al disco duro que se va este articulo. Chapeau, sr,. Secades. Aunque me es aman un par de detalles:

A) no entiendo el detalle de traducir unas citas y otras no. Queda raro.

B) La escena de asalto del Joker al furgón no me parece para nada mala. Si hay que criticar las deficiencias de Nolan al rodar acción, las peleas cuerpo a cuerpo de «Begins» (montaje acelerado, abuso de planos cortos) o la batalla en la nieve de «Origen» (la geografía del escenario es confusa de narices: tan pronto están cerca como lejos, juntos o separados, etc) me parecen mucho mas discutibles.

C) la encuesta final tiene trampa al ser publicada en ZN: tres de las películas tienen ventaja sobre las demás. 🙂

P.d: no diga «nolanista». Diga «nolaniano» (niano, niano) xD

http://m.youtube.com/watch?v=onc-caHxCLY

Mr. X
Mr. X
Lector
5 noviembre, 2014 22:12

Articulazo.

A mí Nolan me parece un gran director, pero por motivos un tanto esotéricos concita tanto adhesiones como rechazos… un poco desmesurados. Que, en general, su cine mola, pero, gustándome, lo pongo por debajo de otros de su generación como Paul Thomas Anderson (que me parece el mejor, de lejos), Fincher y Jonze.

Sobre sus carencias como director de acción también están exageradas. En Batman Begins se percibían, pero las escenas de acción de DKR y la mayoría de las de Inception son impecables.

Mi Nolan-Lista es:

1-Dk
2-Memento
3-Insomnia-Batman Begins
4-El truco final
5-DKR-Inception

Sus dos ultimas pelis son las que menos me han gustado suyas. A ver qué tal está, que tiene muy buena pinta.
Following no la he visto aún.

Terrific Lines
Terrific Lines
Lector
5 noviembre, 2014 22:14

Un pasote de artículo, sí señor.

Sobre Interstellar, aunque por lo general las pelis de Nolan siempre me han interesado, reconozco que en ésta mi interés (y curiosidad) de momento es cero. Tiene buena pinta, pero ni ese secretismo que la rodea ni la promesa de una fidelidad científica llevada al límite están generando el más mínimo interés en verla…

A ver qué tal recepción tiene…

Antoine
Antoine
Lector
5 noviembre, 2014 22:28

Fantástico el artículo, enhorabuena.

A mí Nolan me gusta, veo sus pelis con agrado, pero creo que hay demasiado hype a su alrededor. Con Origen recuerdo hasta en la noticias pusieron una noticia sobre las ideas que mostraba la peli, parecía que Nolan había inventado el cine.

Su mejor peli, con cierta diferencia, me sigue pareciendo Memento, hace tiempo que no la veo, pero -a falta de una revisión- la pongo casi al nivel de obra maestra.

Mr. X: «lo pongo por debajo de otros de su generación como Paul Thomas Anderson (que me parece el mejor, de lejos»

A mí también, solo pongo a Tarantino al nivel.

Mr. X
Mr. X
Lector
5 noviembre, 2014 22:47

«Tiene buena pinta, pero ni ese secretismo que la rodea ni la promesa de una fidelidad científica llevada al límite están generando el más mínimo interés en verla…

A ver qué tal recepción tiene…»

Pues he leído varias críticas usamericanas por curiosidad (y me he comido un montón de spoilers con ello) y me han quedado 3 cosas claras por aquello en que coinciden: a) es su cinta más humanista y Spielberg Style, b) todas destacan su fuerza visual y los tremendos efectos especiales, así que es probable que arrase en los oscars técnicos y c) tiene algunos problemas argumentales, sobre todo hacia el final.

«Mr. X: “lo pongo por debajo de otros de su generación como Paul Thomas Anderson (que me parece el mejor, de lejos”

A mí también, solo pongo a Tarantino al nivel.»

No he nombrado a Tarantino porque, aunque supongo que son de edades semejantes, me parece que el gran Quentin empezó antes o me parece que lleva más tiempo… no sé, no los veo de la misma generación, veo a Tarantino más veterano. Pero, vamos, entre Paul Thomas Anderson y Tarantino… uf, esa si que sería para mí una elección dificil, para mí son los dos grandes cracks del cine norteamericano actual.

Juan Luis Daza
Autor
5 noviembre, 2014 23:03

Enorme artículo por parte de Samuel en el que pasaré a dar mi opinión (más o menos conocida por estos lares) cuando acabe la inminente batalla entre extremistas nolanianos y antinolanianos, tan cansino un grupo como el otro 🙂

ross andru
ross andru
Lector
5 noviembre, 2014 23:09

Mi favorita es El truco final, porque me parece la más imprevisible de todas y en la que más ha arriesgado su director. Me gustó mucho como enfocó el personaje de Tesla y el duelo interpretativo entre Hugh Jackman y Christian Bale.

Memento también me gusta mucho pero la tuve que ver una docena de veces para enterarme de qué iba porque la clave está en un plano que dura menos de un segundo.

Batman el caballero oscuro es la mejor película que sabe combinar cine negro, de acción y de superhéroes. Nunca me canso de verla.

Las que menos me han gustado son sus últimas películas: Origen y La leyenda renace. Tan poco me han gustado que no voy a ir a ver Interestellar al cine. Lo que no me gusto de Origen fueron las secuencias eternas en las que Di Caprio habla con su mujer a solas, tienen un desarrollo soporífero. Y La leyenda renace es un despropósito tras otro, supera la tasa de errores permitidos en una película.

Sus detractores le acusan de hacer películas tramposas porque tratan de engañar al espectador, se basan en un giro inesperado de los acontecimientos, de ser muy efectista y de pecar de pretencioso.

P. D. ¿Habéis leído que la película Origen comparte muchas similitudes en su argumento con un cómic de Tío Gilito llamado The dream of a lifetime?

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
5 noviembre, 2014 23:11

Pues el otro día leí que se había descolgado con unas declaraciones bastante polémicas en referencia a la ausencia de escena postcréditos en El Hombre de Acero, diciendo algo así como que «una película de verdad» nunca tendría una escena postcréditos.

Jordi T. Pardo
Autor
5 noviembre, 2014 23:15

Un artículo impecable. Magnífico trabajo, Samuel.

Para mí Christopher Nolan es uno de los grandes directores de nuestra época y lo que más valoro de su trabajo, independientemente de la calidad de sus películas, es ese respeto al espectador que se menciona en el artículo. Se nota que es un artesano que se preocupa por su producto de forma muy meticulosa y no intenta tomar nunca por tonto al espectador. Tampoco conozco a ningún otro director en la actualidad que se atreva -o le dejen- a hacer blocksbusters de las d¡mensiones de Origen o Interstellar que además de entretener te hacen pensar (ya quisiera Ridley Scott y su Prometheus). Y además su uso de los efectos especiales, de manera moderada, al servicio de la historia y como elemento narrativo complementario, como hace también David Fincher que es otro de mis destacados.

En en plano personal me han gustado casi todas las películas suyas que he visto, de tener que elegir me quedaría con El Caballero Oscuro, por lo que supone para el género, y The Prestige que me parece redonda (y encima con David Bowie).

Jose Maria Vicente
Autor
5 noviembre, 2014 23:16

Nolan mola mucho, pero por favor, ¡que revise sus guiones antes de llevarlos a la pantalla! Tantos agujeros de guion a veces amargan la experiencia de ver lo que más allá de eso son peliculones.

«Pues he leído varias críticas usamericanas por curiosidad (y me he comido un montón de spoilers con ello) y me han quedado 3 cosas claras por aquello en que coinciden: a) es su cinta más humanista y Spielberg Style, b) todas destacan su fuerza visual y los tremendos efectos especiales, así que es probable que arrase en los oscars técnicos y c) tiene algunos problemas argumentales, sobre todo hacia el final.»

Yo he leído que, de hecho, la película iba estar inicialmente dirigida por Spielberg, lo que explicaría muchas cosas. También por qué la crítica no la está poniendo al nivel de sus otras cintas.

Mr. X
Mr. X
Lector
5 noviembre, 2014 23:19

Fue textualmente que comentó que él, como productor, vetó que hubiera escena postcréditos en Man of Steel. Porque no le parecía una cosa de películas serias. Bueno, es su opinión. Es un gran director y si no le da la gana de poner escenas postcréditos en sus pelis está en su derecho de no hacerlo. No recuerdo que Orson Welles o Spielberg o Kubrick hayan puesto en sus pelis escenas postcréditos. Tampoco veo a Nolan dirigiendo nunca una comedia 😉

Brian Blaquesmith
Brian Blaquesmith
Lector
5 noviembre, 2014 23:25

“Si quieres intentar de verdad hacer una gran película, no una buena película sino una gran película, tienes que tomar muchos riesgos”.
Bueno, ahora entiendo todo. Claro, a mi me gusta el buen cine…

Antoine
Antoine
Lector
5 noviembre, 2014 23:26

Hombre, una escena postcréditos no deja de ser un pequeño chiste o una manera de ir poniendo semillas del universo compartido cinematográfico, algo que, hasta que lo ha hecho Marvel, no se había visto en el cine. Es la manera que ha elegido Marvel de hacerlo, se puede hacer de otra forma, pero no creo que una peli sea más o menos seria por eso.

Igverni
Lector
5 noviembre, 2014 23:48

Súper articulo, Samuel, felicidades.

Yo soy pro Nolan. Todas sus películas me parecen muy buenas.
Quizá la menos buena para mi fue Dark Knight Rises, aunque si es un buen final para la trilogía.
Tengo muchísimas ganas de disfrutar esta película esta próxima semana, y que me sorprenda y alucine.
Igual que Perdida de Fincher, cuanto menos sepa previamente, mejor.
Ojala la semana que viene pueda alabarla tanto como me gustaría, ya veremos
Saludos!

Javié
Javié
Lector
6 noviembre, 2014 1:56

800 Terabytes de información de la NASA para hacer un circulo brillante sobre un fondo negro.

Por cierto, enhorabuena por el articulo, te habrás quedado a gusto, una gozada leerlo tranquilamente a estas horas de la madrugada.

Dynamo
Dynamo
Lector
6 noviembre, 2014 2:37

Pues si, excelente artículo. Y eso que no soy Nolanista, aunque tampoco anti Nolan. Le considero un gran director de un tipo de cine que no me llama la atención. No se si me explico.

TheBaldRocker
TheBaldRocker
Lector
6 noviembre, 2014 4:46

Otro que acaba de leer el artículo a estas horas de la madrugada.
Felicidades por el trabajo bien hecho, Mr.Secades.
Mis pelis favoritas de Nolan? Pues Batman Begins, TDK y El Truco Final (ese duelo interpretativo y visceral entre Bale y Jackman, excelentemente flanqueados por Caine y Bowie ufff), sin olvidarme de Memento,
por supuesto…
Y no precisamente en ese orden, claro, por que he puesto BB primera y Memento la última, y eso no puede ser, o sea que…
La leche!!! Que difícil es esto, no?
Interstellar la veré. Además, estamos en un buen momento para seguirle la pista a Mateo Maconajiu,
aunque ahora mismo lo tengo difícil para escaparme al cine una tarde o noche.
De todas formas, primero esperaré a leer vuestro análisis y luego buscaré el momento o, simplemente, me esperaré a que la estrenen en el salón de mi cueva.

Rockeros Saludos. l

Mr. X
Mr. X
Lector
6 noviembre, 2014 9:17

«Tampoco conozco a ningún otro director en la actualidad que se atreva -o le dejen- a hacer blocksbusters de las d¡mensiones de Origen o Interstellar que además de entretener te hacen pensar (ya quisiera Ridley Scott y su Prometheus). Y además su uso de los efectos especiales, de manera moderada, al servicio de la historia y como elemento narrativo complementario, como hace también David Fincher que es otro de mis destacados.»

Pues al leerlo, Sr Pardo, he tenido un momento de serendipia y he pensado que el cine de Nolan en los dosmiles es más o menos equivalente, en relevancia, y en el hecho de aportar un toque de autor y de actividad neuronal a las megaproducciones de Hollywood, al de James Cameron en los ochenta y noventa.

Daniel Gavilán
6 noviembre, 2014 9:57

¿Qué pasa, ya nos hemos olvidado de Michael Mann?

Director que levanta pasiones donde los haya. Lo mismo para ser sobrevalorado desmesuradamente (Batman Begins, El Caballero Oscuro…) que para ser vilipendiado injustamente como si se tratase del mal encarnado (El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace). Yo lo conocí cuando fui a ver Memento al cine por una reseña en Fotogramas, y desde entonces he sido fiel a su filmografía. No es que sea el director que más me mate, pero si que tiene películas que me gustan mucho y ninguna a la que pueda considerar como mala. Que alguna que otra de las suyas me haya decepcionado ya es otra cosa.

Mi top personal de su filmografía:

Buenas Buenas: El Truco Final y Memento

Buenas con alguna pega: La trilogía de Batman e Insomnia

Buena premisa, mal desarrollo: Origen* y Following

* De Origen, curiosamente, a mi me pasa al revés: Me molan mucho las partes de Cobb y su esposa, pero me aburren soberanamente las 4 horas de relleno a base de tiros y fanfarrias de Hans Zimmer, que pegan tanto en la película como Jar Jar Binks en 2001 Odisea en El Espacio

Mr. X
Mr. X
Lector
6 noviembre, 2014 9:59

»
#20
Daniel Gavilán
6 noviembre, 2014 de 9:57
¿Qué pasa, ya nos hemos olvidado de Michael Mann?»

Tampoco me parece de la misma generación de Nolan. ¡Si estaba haciendo Corrupción en Miami en los 80! 😉

Daniel Gavilán
6 noviembre, 2014 10:01

Ah, carajo, como hablabáis de Ridley Scott ya me habíais enredado.

Deke Rivers
Deke Rivers
Lector
6 noviembre, 2014 10:10

“Tampoco conozco a ningún otro director en la actualidad que se atreva -o le dejen- a hacer blocksbusters de las d¡mensiones de Origen o Interstellar que además de entretener te hacen pensar (ya quisiera Ridley Scott y su Prometheus). Y además su uso de los efectos especiales, de manera moderada, al servicio de la historia y como elemento narrativo complementario, como hace también David Fincher que es otro de mis destacados.”

Cierto, pero ¿a quien le importa? ¿Ahora necesitamos que los Blockbusters nos hagan pensar? 🙂

Mr. X
Mr. X
Lector
6 noviembre, 2014 10:17

“ ¿Ahora necesitamos que los Blockbusters nos hagan pensar? ”

Hombre, jeje, eso irá por gustos, pero siguiendo mi comparación con el cine de Cameron, si comparamos Transformers con Aliens, Abyss y Terminator 2… por lo menos para mí no hay color. Y blockbusters son y pelis hechas con inteligencia y que respetan a su espectador.

Jordi T. Pardo
Autor
6 noviembre, 2014 10:51

«Pues al leerlo, Sr Pardo, he tenido un momento de serendipia y he pensado que el cine de Nolan en los dosmiles es más o menos equivalente, en relevancia, y en el hecho de aportar un toque de autor y de actividad neuronal a las megaproducciones de Hollywood, al de James Cameron en los ochenta y noventa.»

Lástima que el pobre se haya echado a perder en los últimos tiempos centrándose el apartado técnico de sus películas y decuidando el resto.

«¿Qué pasa, ya nos hemos olvidado de Michael Mann?»

En general, Michael Mann me gusta bastante, pero no diría que lo que él hace son blockbusters en el sentido que solemos entender estos.

«Cierto, pero ¿a quien le importa? ¿Ahora necesitamos que los Blockbusters nos hagan pensar? :-)»

No necesariamente, algunos lo podemos disfrutar simplemente como un entretenimiento, ¿pero si aportan algo más que tiene de malo? De hecho, creo que son las películas que aportan ese grado extra, que no sólo hacen gala de un efecto pirotécnico envidiable, las que suele recordar más el público (para bien y para mal).

Deke Rivers
Deke Rivers
Lector
6 noviembre, 2014 11:03

Es que, por ejemplo, creo que Origen hubiera sido mejor peli con 80 millones menos de presupuesto. 🙂

Era una peli que no «necesitaba» ser un Blockbuster.

Mr. X
Mr. X
Lector
6 noviembre, 2014 11:10

Y sin que me explicaran verbalmente durante una hora lo que iba a ocurrir la siguiente hora 😉

Reverend Dust
Lector
6 noviembre, 2014 11:21

Ver que EL CABALLERO OSCURO va pimero, que está muy bien pero tampoco es la mejor ni de coña, es un poco triste pero aceptable en el contexto en el que estamos. Pero es que ver ORIGEN está la segunda es ya para darse cabezazos contra la pared. Vamos, que no comulgo con los gustos generales.

billyboy
billyboy
Lector
6 noviembre, 2014 11:39

«Antoine
5 noviembre, 2014 de 23:26

Hombre, una escena postcréditos no deja de ser un pequeño chiste o una manera de ir poniendo semillas del universo compartido cinematográfico, algo que, hasta que lo ha hecho Marvel, no se había visto en el cine. Es la manera que ha elegido Marvel de hacerlo, se puede hacer de otra forma, pero no creo que una peli sea más o menos seria por eso.»

Es que para mi se decidio que la escena post creditos este en la peli tal cual,vamos,que vemos el satelite Waine en una escena post creditos y nos quedamos alucinados,pero lo usaron en la parte final de la peli enlazandolo con la pelea entre supes y zod y a mi tambien me dejo con el culo torcido,eso tambien es poner semillas,es mas tanto las referencias a Wayne tech como a Luthor Corp fueron eater eggs sobre personajes que salen en la secuela.

Dynamo
Dynamo
Lector
6 noviembre, 2014 11:42

Buff, para cuando Llegaba al final MoS tenía tantas ganas de que se acabara que no estaba yo para fijarme en señales de ese tipo.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
6 noviembre, 2014 12:26

El artículo me lo he leído muy por encima de momento. Más tarde ya lo paladearé con más calma.

A mí me gusta el cine de Nolan. No será el mejor director de la actualidad pero tampoco he visto ninguna película suya que me haya hecho decir «joder, qué mala». De hecho, me lo paso pipa viéndolas. (Incluso Origen, sí) Me mola mucho su trilogía de Batman. Pero si tuviera que quedarme con una sería El Truco Final (que es por la que he votado). Me flipó cuando la vi en el cine y me siguió encantando el par de veces que la vi después en dvd.

«…es mas tanto las referencias a Wayne tech como a Luthor Corp fueron eater eggs sobre personajes que salen en la secuela.»

¿Qué secuela?

AD
AD
Lector
6 noviembre, 2014 12:26

Muy buen artículo Samuel.
Yo no entiendo el extremismo con Nolan, me gustan sus pelis, pero ni me parece un visionario ni un vendehumo.
Puestos a hacer un ranking (sin haber visrto Following)
1- Memento
2- El Truco Final (luego me leí el libro y no me gustó nada)
3- El Caballero Oscuro
4-Batman Begins
Y al final DKR, Insomnia y Origen sin ningún orden en concreto.
0 interés en ver Interstellar (por la temática básicamente)

Shockbringer
Shockbringer
Lector
6 noviembre, 2014 13:06

No tenía ni idea de lo de las tres explicaciones en los comentarios del director de Memento. ¿Sabéis dónde se pueden encontrar redactadas o las podéis explicar aquí, por favor?

En cuanto a Batman y Nolan, sigo pensando que sus películas destilan verdadero amor por el personaje. Es el que más en serio se ha tomado el personaje, analizando sus motivaciones como ninguno, así como el impacto que la existencia de Batman tendría en el mundo que lo rodea. ¿Realismo? No creo que ver a Batman planeando con una capa hasta atravesar un cristal y usar un dispositivo para inutilizar los sistemas de seguridad después de haber lanzado bombas adhesivas desde la azotea de enfrente tenga nada de realismo. Al menos no es algo que podría mostrarse en un cómic. Más bien es seriedad. Y ha rendido tributo al universo de marvel como nadie. ¿Es más fiel la versión de Burton a los cómics? ¿Por qué? ¿Por qué es menos realista o más fantasiosa? Pues a mí me parece mucho más respetuosa con el cómic la visión de Nolan que la Burton donde se nos presenta un Batman que mata abiertamiente en numerosas ocasiones, un Joker que es el asesino de los padres de Batman y un Comisario Gordon que… vamos a dejarlo.
Decir que Nolan imprime realismo a un héroe al que le dota de un coche que salta tejados y que con un botón de la bota convoca una bandada de murciélagos me produce la misma sensación que los que le pusieron lanzaredes orgánicos a Spiderman porque «no era realista que un chaval de 16 años diseñara algo tan complejo como uno mecánico» ¿¿¿??? Claro, joder, es que metes a un chaval diseñando unos lanzaredes en una película en la que una araña modificada genéticamente le transmite sus poderes al morderle en una excursión escolar y la suspensión de la incredulidad se va a la mierda ¿verdad?
Para mí, el punto en el que está Batman en El Caballero Oscuro es el canon de muchas de sus aventuras. He de señalar, también, que para mí Nolan la cagó al plantear el escenario de la tercera película con un lapso de tiempo de 8 años de innactividad del personaje. Y todo me hace pensar que no era lo que tenía planeado desde un inicio o no me explico porque le hace decir al Joker que Batman y él están condenado a seguir luchando de por vida o qué sentido tiene que reconstruyan la mansión Wayne ampliando la Batcueva si al día siguiente de lo de Dent se jubila y no la va a usar en 8 años. Allí creo que no supo conjugar la situación de Batman fugitivo con la de Batman justiciero y la historia que quería contar y terminó haciéndose una trampa a sí mismo.

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
6 noviembre, 2014 14:35

Ni una pelicula mala en toda su filmografia. Es un Titán del cine.
Mis lista de favoritas:

1-Memento
2-Dark Night
3-Origen (¿porque casi nadie la menciona, por Leonardo Di Caprio?)
4-El truco final
5-Inception

Interestellar no la meto porque aún no se ha estrenado, pero seguro que va ser otro pelotazo de este hombre.

Por cierto, la encuesta que se hace al final en una página dedicada (principalmente) al mundo del comic no puede ir más trampeada…

Igverni
Lector
6 noviembre, 2014 15:06

Gracias Samuel!
Haznos la crítica con cariño, jejeje
Yo hasta que no vea la peli la semana próxima no te la leeré, que los spoilers son muy malos…

Hacer un ranking es muy dificil, pero para mi sería:
1. Dark Knight
2. Memento
3-4 Origen + El truco Final
5. Batman Begins
6-7. Insomnia + DK Rises

saludos!

AD
AD
Lector
6 noviembre, 2014 15:06

BLUNTMAN
«3-Origen (¿porque casi nadie la menciona, por Leonardo Di Caprio?)
4-El truco final
5-Inception»
¿Te gustó doblada al castellano? (imagino que la 5 es Insomnia)
Sobre Origen yo, personalmente no tengo nada contra DiCaprio, pero la película se me hizo pesadita.

Juan Iglesia Gutiérrez
6 noviembre, 2014 18:17

«He de señalar, también, que para mí Nolan la cagó al plantear el escenario de la tercera película con un lapso de tiempo de 8 años de innactividad del personaje. Y todo me hace pensar que no era lo que tenía planeado desde un inicio o no me explico porque le hace decir al Joker que Batman y él están condenado a seguir luchando de por vida o qué sentido tiene que reconstruyan la mansión Wayne ampliando la Batcueva si al día siguiente de lo de Dent se jubila y no la va a usar en 8 años. Allí creo que no supo conjugar la situación de Batman fugitivo con la de Batman justiciero y la historia que quería contar y terminó haciéndose una trampa a sí mismo.»

Opino lo mismo que tú. Siempre he creído que TDKR está lastrada por la necesidad de una mayor espectacularidad y «epicidad» (quizá para compensar las críticas por el realismo) y las ganas de Nolan de dar carpetazo al asunto sin dejar resquicios que permitieran a cualquier mindundi tomar la historia que el dejaba y «hacer un Schumacher».

frankchalmers
frankchalmers
Lector
6 noviembre, 2014 19:57

Pues lo que dice el maestro Dani Gavilán está muy bien traído, creo yo, porque The Dark Knight roba, y mucho de Heat, una de las pelis más sólidas de Michael Mann, que al contrario que Nolan sí sabe rodar una buena secuencia de acción.

Y no me considero detractor, ojo, de Nolan, pero si creo que está muy, pero que muy sobrevalorado. Me gustan Inception e Insomnia (aunque la original es mejor, todo hay que decirlo).

Me encanta el final de The Prestige, aunque el resto de esa peli me parece bastante irregular. Following es curiosa y Memento es demasiado tramposa, en mi modesta opinión, aunque tiene sus momentos de genialidad, sin duda alguna.

En cuanto a la trilogía de Batman, pues me parece un desastre, como espectador y como lector de cómics de Batman de toda la vida. En mi opinión tiene una media hora COJONUDA, localizada en The Dark Knight, de la que salvo la captura del Joker, su interrogatorio y la caída en desgracia de Harvey Dent, y nada más, porque a esa peli le sobra más de una hora fácil. Batman Begins me parece mediocre y The Dark Knight Rises me pareció insufrible del primer minuto al último.

Eso sí, Interstellar no pienso perdérmela.

Antoine
Antoine
Lector
6 noviembre, 2014 21:35

frankchalmers: «The Dark Knight roba, y mucho de Heat, una de las pelis más sólidas de Michael Mann, que al contrario que Nolan sí sabe rodar una buena secuencia de acción.»

De los mejores tiroteos de la historia del cine.

Es que a mí Mann me encanta, quizá tiene alguna más floja -no me gusta mucho Corrupción en Miami- pero Heat, El dilema, Collateral y Enemigo publicos son estupendas.

Truvor
Truvor
Lector
6 noviembre, 2014 23:06

Pues a mí Nolan me encanta. No he visto Following ni Amnesia, pero del resto me quedo todas.
Memento es una maravilla hipnótica, El truco final es sencillamente redonda de principio a fin, me encantan los excesos visuales y argumentales de Origen y las fanfarrias de Zimmer en su mejor banda sonora de la última década.
Y qué decir de SU Batman. Hago hincapié en que es su versión, al igual que existen el Batman de Adam West, Tim Burton, Grant Morrison o Dennis O´Neil. Hay muchos Batman rondando por ahí, y el de Nolan es uno de ellos. Hay cosas que me hubieran gustado de otra forma, por ejemplo el traje o la elección de Bale, o unas escenas de acción bastante mejorables. Pero todo lo demás me gusta y mucho. En general yo les pondría un notable muy alto. A las tres, aunque siento una debilidad especial por Begins en su primera mitad. Creo que era la primera vez que veía en acción real algo que sí que podía ser mi Batman (no siento ningún aprecio por las de Tim Burton).
Yo desde luego, es ver los finales de DK y de Rises y se me pone la piel de gallina. El uno por épico y redondo y el otro por emotivo. Solo por eso ya se lo perdono todo a este señor.
No quiero saber nada de Interstellar, quiero ir a verla lo más virgen posible.

Michael Mann es de esos directores que casi todo lo que hace lo hace bien. A parte de las mencionadas, nadie recuerda El último mohicano?

Daniel Gavilán
7 noviembre, 2014 10:55

Me alegra que alguien más destaque el esfuerzo de Nolan a usar Batman para contar una historia, dentro de un género en el que la mayoría de películas de superhéroes suelen limitarse a ser espectáculos de lucimiento de tal o pascual. A mi personalmente, siempre me ha parecido el factor más importante de una película, por encima de encumbrarla como mayor obra del séptimo arte o basura para orcos, porque el personaje de fulano mola y por lo tanto es el nuevo Padrino o porque es incongruente que una bombilla de 50w alumbre como una de 500w y por lo tanto es la peor película de la historia.

Enemigo publicos

La peli tiene algunas de las mejores escenas rodadas en lo que va de siglo -como la Cotillard, inmensa, en la sala de interrogatorios-, pero se me antojó falta de alma y fría como el hielo

Mr. X
Mr. X
Lector
7 noviembre, 2014 10:59

«Enemigo publicos

La peli tiene algunas de las mejores escenas rodadas en lo que va de siglo -como la Cotillard, inmensa, en la sala de interrogatorios-, pero se me antojó falta de alma y fría como el hielo»

Secundo. Veremos qué tal la siguiente con Thor.

Daniel Gavilán
7 noviembre, 2014 11:29

Por cierto, que aparte de El Último Mohicano, a mi también me sorprende lo poco que se menciona al exaltar la filmografía de Mann su aproximación a la américa de los sesenta / setenta en Ali, que a mi personalmente me encanta. Y menuda BSO https://www.youtube.com/watch?v=6ceJtQYuV00

Mr. X
Mr. X
Lector
7 noviembre, 2014 11:35

A mí me gustó también Alí, pero me pareció que como biopic tenía un gran defecto: que o conocías medianamente la biografía de Cassius o no te enterabas de nada, sólo eran una sucesión de escenas –muy chulas, sí- sin hilazón.

Esa fue la impresión que me dio, pero, vamos, la he visto sólo una vez, en el cine, así que tendría que revisarla 😉

(por cierto, si alguien no ha visto Cuando fuimos reyes http://www.filmaffinity.com/es/film686515.html guste o no el boxeo ya está tardando, uno de los mejores documentales que he visto en mi vida)

Antoine
Antoine
Lector
7 noviembre, 2014 14:54

«o conocías medianamente la biografía de Cassius o no te enterabas de nada, sólo eran una sucesión de escenas –muy chulas, sí- sin hilazón.»

Aquí uno que no se enteró de nada, y a grades rasgos, conocía las vicisitudes de Mohamed Alí

«Enemigos publicos

Daniel Gavilán: La peli tiene algunas de las mejores escenas rodadas en lo que va de siglo -como la Cotillard, inmensa, en la sala de interrogatorios-, pero se me antojó falta de alma y fría como el hielo»

No suelo comulgar mucho con conceptos como «falta de alma», pero si es cierto que faltan escenas más «emocionales».

Estando muy bien, es mejor la versión de Milius en los 70.

Daniel Gavilán
8 noviembre, 2014 12:11

Sí, cada vez que hablo de Ali se me viene a la cabeza ese documental que un colega siempre me ha insistido en que lo vea por sus virtudes, pero que entre una cosa u otra nunca he podido catar. La de Milius no tengo claro si he llegado a catarla, no es una mala ocasión para localizarla