War of Kings: The Savage World of Skaar (One-shot)

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¿Qué sucede cuando una miniserie –evento anual, saga o como se quiera llamar– obtiene un cierto éxito? Efectivamente, fieles lectores. Vosotros lo sabéis tan bien como el que más. Que el resto de las colecciones se suben rápidamente al carro para mejorar o aumentar sus ventas.

Desde mi punto de vista, esto es precisamente lo que ocurre con este número unitario de Skaar, el hijo que dejó Hulk a su paso por el planeta Sakaar –si alguien no sabe de qué va el asunto, está a tiempo de adquirir el tomo de Panini que reune las primeras aventuras del personaje–.

Un personaje con sangre gamma en la casa es más que suficiente y, si ya de por sí resulta complicado ofrecer impulso a la serie del Gigante Esmeralda, tanto o más debe resultar hacer lo propio con su vástago asalvajado.

Que no se me entienda mal, me gusta el concepto de Skaar. Esa mezcla entre Conan el bárbaro y la mala bestia de su padre, carente completamente de ética o moral alguna, incapaz de diferenciar entre el bien y el mal, con una trama en la que subyace constantemente la supervivencia como faro para guiar a sus protagonistas en la densa bruma, tiene interés y mucho. Puede dar para muy buenas historias, de las que la mayor, la tendremos en breve en los quioscos –cómo me gusta esa frase de “os lo dije…”–, pero mirando su trayectoria a largo plazo, todo adquiere un sentido diferente. Dos pieles verdes pueden representar demasiado para el público… y si no, que se lo pregunten a la pobre Hulka.

Sea como fuere –esto son meras especulaciones de éste que suscribe–, el caso es que Skaar se une a las series que han reflejado en mayor o menor medida los sucesos de la Guerra de los Reyes –también aquí, para ser justos, hay que agradecer a Marvel que tampoco hayan sido tantas como en otras grandes sagas– y lo hace en este one-shot, número único o especial –o como cada uno quiera apodarle– que nos sumergirá en la trama cósmica que ha conquistado el corazón de los aficionados marvelitas: War of Kings.

Abrochaos los correajes, asegurad las vainas y ceñíos las armaduras. Atemperad vuestros aceros, hermanos, porque el viaje comienza aquí.

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War of Kings: The Savage World of Skaar

Aviso de Spoiler

El espacio profundo. Starbolt, miembro de la Guardia Imperial, encuentra por accidente el acceso –aquél nefasto agujero de gusano– que conduce hasta el mundo de Sakaar. Uno de los navegantes shi’ar le informa de que muchas naves han caído en él a lo largo de los años, pero no se conoce que ninguna regresara o lograra trasmitir nada desde el otro lado.

Mientras Starbolt intenta descubrir si el agujero de gusano puede representar un peligro para el Emperador Vulcano o, por el contrario, puede servir a su causa, el crucero es atacado con crudeza por un nuevo navío que entra en juego. A bordo, Gorgón, de la familia real Inhumana, recientes enemigos acérrimos del Imperio Shi’ar –¿no estaréis leyendo esto sin haber pasado antes por todos los resúmenes de War of Kings que os estamos ofreciendo en Zona Negativa, verdad?–

Los kree, como era de esperar, piden la rendición inmediata de los shi’ar.

Inmersos en su mutuo ataque, las naves se acercan demasiado hasta quedar atrapadas por el campo gravitatorio que genera el agujero de gusano. Incapaces de eludir contra las leyes universales, los soldados de uno y otro transporte, se preparan para el impacto. Poco más pueden hacer.

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Tanto los shi’ar que están bajo las órdenes de Starbolt, como los kree que siguen a Gorgón, sobreviven al impacto contra la dura piedra del suelo de Sakaar. Alguien los observa en la lejanía.

Dejándose llevar por su sangre guerrera, retoman el combate allá donde lo dejaron en el espacio. No pasa mucho antes de que la población autóctona dé señales de vida, comenzando por una raza de seres mecánicos –similares a robots salvajes– que dan buena cuenta de cualquier resto de tecnología que llega hasta el planeta. Las tropas kree y los soldados shi’ar perecen bajo el ataque de estos seres, dejando a Starbolt y a Gorgón solos.

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Mientras los enemigos combaten, no lejos de su posición, el rebaño de rebeldes y desposeídos a cuya cabeza encontramos a Skaar observa los temblores de tierra temiendo que haya llegado el fin del mundo… otra vez. El viejo Sam, antiguo sacerdote sombra, dilucida la verdad. Reconoce a krees y shi’ar y teme que hayan acudido en respuesta al uso de poder desmedido que hizo Skaar cuando empleó la Antigua Fuerza –herencia de su madre–.

Skaar lanza unas rocas de gran tamaño y consigue separar a los adversarios. Ambos ponen pies en polvorosa. Mejor no averiguar qué o quién tiene la fuerza como para arrojar semejantes peñascos como si de guijarros se tratara.

Por separado intentarán encontrar refugio y comida para pasar la noche sólo para descubrir que Sakaar guarda tantos peligros en cada uno de sus recovecos que sólo hay una manera de sobrevivir: firmar una alianza. Mientras estén atrapados en Sakaar, colaborarán. Una vez abandonen el planeta, regresarán a sus respectivas posiciones de encarnizados enemigos.

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Así, logran sobrevivir a la noche y ven amanecer. Un encuentro casual con una anciana desvela el dato de que el hijo de Hulk habita en ese mundo. Gorgón conoce el nombre de manera sobrada, dado que durante los eventos de Hulk Guerra Mundial, el gigante esmeralda atacó a los Inhumanos, en especial a su rey, Rayo Negro.

Skaar aparece de improviso para terminar con los extranjeros. Shi’ar e inhumano luchan codo con codo contra el vástago de Hulk, pero poco pueden hacer contra la furia de Skaar. Conoce el planeta y no teme a sus adversarios, mientras que ellos pugnan por sobrevivir en un terreno que les resulta ignoto. Al final, Skaar parece salir victorioso y se prepara para asestar el golpe de gracia a los extranjeros.

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En ese momento, hace su conveniente aparición Mandíbulas, el can inhumano, que teleporta a Gorgón y Starbolt lejos de peligro, de regreso a los salones de la bella Attilan. Gorgón reconoce que Starbolt será tratado con la dignidad que merece un prisionero de guerra capaz de combatir como él lo hizo en Sakaar, pero el guardia imperial tiene otros planes. Con un rápido movimiento se hace con Luna, la hija de Crystal y Mercurio, amenazando con asesinar a la niña si no le dejan marchar. Antes de que nadie pueda tomar alguna medida, Mandíbulas, viendo peligrar la vida de su amiga, los transporta hasta el Mundo-trono Shi’ar. Allí es Gorgón quién ataca sin dar cuartel al enemigo, recupera a Luna y junto a Mandíbulas, desaparece de regreso al hogar.

Tanto Gorgón como Starbolt ofrecen sus informes a sus respectivos soberanos. Nada hay de interés en Sakaar salvo… salvo el Antiguo Poder. Tanto Vulcano como Rayo Negro comprenden que deben ser los primeros en hacerse con él, antes de que lo haga el enemigo.

Fin… por el momento.

Como os decía al principio, un número intrascendente cuya lectura resulta sobradamente inútil para la complejidad de la trama de War of Kings. Flaco favor le hace también la ausencia en los guiones de Abnett y Lanning, que quizá sí hubieran sido capaces de construir una trama algo más interesante o profunda que no nos hiciera pensar en el oportunismo como razón principal de este one-shot.

Aún así, quería cubrirlo por varios motivos. Primero, para poder encajar mejor las entregas de la semana que viene y el final de la cobertura de la saga. Segundo, por un afán completista –soy muy maniático con esto–. Tercero, para que en Zona Negativa tengáis absolutamente todo lo relacionado con War of Kings, lo bueno y lo malo, que también lo hay. Como muestra un botón.

Nada más de momento. Regresamos la semana que viene con más resúmenes de War of Kings. Se acerca el fin de fiesta, así que no me faltéis, ¿de acuerdo?

Mientras tanto, sed moderadamente felices ahí fuera.

Desde los páramos desérticos de Sakaar informó Iván para Zona Negativa –perdone, señor. ¿Sabe si hay una tienda de mapas por aquí cerca? No, no es necesario que se levante… ¡oh, cielos!–

¡EL REY HA VUELTO! ¡LARGA VIDA AL REY!

War of Kings: Lista de Resúmenes (por orden de lectura)
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frankie frank
frankie frank
15 octubre, 2009 13:43

es muy flojito este one-shot, el clásico remedo de «Enemigo Mío», pero se deja leer

Juanma
15 octubre, 2009 19:49

Buenas,
pues la verdad es que soy de esos que ya conocían a Abnett y Lanning de hace mucho tiempo, de los Caballeros de pendragón nada menos. Y desde entonces les había perdido totalmente la pista. Con las sagas cósmicas para Marvel me he vuelto a reenganchar a sus guiones. Ahora he empezado Aniquilación y debo decir que ese primer número donde vemos la regénesis de Nova me parece estupendo. Ese tono catártico le da al personaje una meta y una razón de ser que quizá no haya conocido en décadas. Espero que de para un buen puñado de historias y que ambos guionistas estén ahí para contarlas. Por cierto, que no se entere Quesada de que esto marcha jejejeje

JT
JT
15 octubre, 2009 22:12

Wr of King es un gran dg igul que todo lo que se est hciendo en este universo, que hsta ahora se habia caracterizado porque casi todos los numeros te portan lgo y no son porque si, no como otras en que hay muchos numeros extras intransedentes. EL unico numero que me decepciono es este, que mas intrasendnete e injustificdo no podia ser, ya que ms encim las ideas que se plantean en el nunca se realizan luego y no volvemos a saber de ellas. Estas y un poco Warriors (que igual aporta especialmente la historia de Cristal) podria decirse que es lo unico de lo publicado mas alejado de la serie,el resto genial y ojo que Warriors para mi igual vale lapena no tantocomo el resto pero igual. Pero este numero fuera de lugar.