V de Vigilantes: Bibliografía especializada (III)

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A lo largo de estos meses, en esta columna se han ido citando diversos libros que considero de cabecera. Obras de autores (españoles y extranjeros) que han dedicado parte de su labor docente, investigadora, analítica… o simplemente teórica a hablar de los cómics, a pensar en ellos y a abordarlos desde varios puntos de vista. Como os avance en la primera de las columnas dedicada a la bibliografía especializada, era necesario hacer algo para compilar todas esas obras; una especie de guía que, sin ser demasiado extensa, sirviera para que todos pudiéramos hacernos una idea sobre lo que trata cada libro, de qué ámbito provienen sus autores y cuáles son los puntos fuertes (y débiles, si los tiene) de cada obra.

Esta semana me he dedicado a desgranar, en exclusiva y con detalle, una obra que me ha sorprendido gratamente. Hoy aparecerá aquí una única nueva ficha. Os recuerdo, queridos lectores, que a la hora de enfrentarme a este tema pensé que lo mejor sería crear una especie de ficha de cada ejemplar, donde aparecieran su título, su autor, su editorial, el año de publicación y el lugar (son datos básicos para luego buscarlos), algunos datos biográficos de sus autores y una reseña explicativa de sus índices y discursos. Debido al carácter especial de esta obra (es la publicación de las actas de unas jornadas y por tanto está dividida en múltiples aportaciones textuales) aparecerán desglosados los diferentes textos.

Continuamos en esta ocasión con una obra coordinada por Jorge David Fernández Gómez, Carmen Lasso de la Vega González y Antonio Piñeda Cachero, profesores de la Universidad de Sevilla. Los textos que conforman este libro siguen sendas diferentes, pero son tremendamente recomendables para hacerse una idea completa del fenómeno del cómic; un fenómeno que está cada vez mejor considerado en los ámbitos más académicos, teóricos y comunicativos (a parte de los sociales, donde también está cada vez mejor visto). Un fenómeno que, incluso, sirve de hilo conductor para jornadas, simposios y conferencias, tanto universitarias, como especializadas. Ésta es la prueba.

Cómic, Comunicación y Cultura

Autores: Jorge David Fernández Gómez, Carmen Lasso de la Vega González y Antonio Pineda Cachero (coordinadores)

Editorial: Universidad de Sevilla

Sevilla, 2001

Nº de páginas: 140

Cómic, Comunicación y Cultura es una recopilación de las ponencias de los distintos profesionales que intervinieron en las I Jornadas sobre Cómic, Comunicación y Cultura que llevaban por título “El Cómic en el Nuevo Milenio” que se realizaron en abril de 2001 en la Universidad de Sevilla, concretamente en la Facultad de Ciencias de la Información.

El carácter multidisciplinar de los distintos ponentes es una de las mejores bazas de esta obra; una obra que desde el títulos nos indica hacia donde va a dirigirse. “Con este volumen se pretende ofrecer una panorámica abierta y multidisciplinar del cómic en los albores del nuevo milenio, de la mano de artistas, críticos y profesores universitarios. Desde esa perspectiva, Cómic, Comunicación y Cultura ofrece textos que estudian las relaciones del cómic con la propaganda política, la publicidad, el periodismo, la literatura, la simbología, el marketing o las nuevas formas de narración gráfica”, explican los coordinadores en el propio libro.

Y es que es en esa forma, en la de libro, en la que mejor funciona esta obra, ya que se puede leer como un todo, con un hilo conductor que es el propio cómic; o el lector puede enfrentarse a cada uno de los textos internos por separado, en función de sus necesidades. Además, al contrario que en otras obras colectivas, aquí, ninguno de los textos desmerece ni empeora el carácter global y de conjunto del libro.

Los propios coordinadores, aunque procedentes de la misma universidad, se dedican a áreas distintas del conocimiento. Antonio Pineda Cachero es profesor de la Universidad de Sevilla perteneciente al departamento de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Literatura; sus áreas de investigación están relacionadas con la propaganda y las estrategias de la Comunicación Empresarial. Carmen Lasso de la Vega González también pertenece a la misma universidad y comparte con Antonio Pineda la pertenencia al mismo departamento. Carmen Lasso se dedica a investigar el tema publicitario, por eso no es de extrañar que su aportación vaya por esos caminos: cómic y publicidad. Por último, Jorge David Fernández Gómez, también comparte con los otros dos coordinadores, tanto universidad, como departamento; además ha coescrito varios libros con Antonio Pineda porque ambos se centran en líneas de investigación similares. Aunque los tres pertenecen al ámbito de la comunicación, el libro está más cercano a los aspectos culturales del cómic que a los meramente comunicativos.

Durante 140 páginas se irán mencionando diferentes temas relacionados con el noveno arte, divididos en nueve textos individuales que se corresponderían con las nueve ponencias principales de las jornadas. Leyendo este libro podemos trasladarnos al ambiente que se vivió allí, en la Universidad de Sevilla, durante las conferencias. Las escrituras de algunos textos facilitan, mediante apelaciones directas al lector o recuerdos de aquellas jornadas, el viaje.

El primero de los textos se titula “Las raíces del cómic” y su autor, Manuel Ángel Vázquez Medel, intenta aportar los pilares básicos sobre los que se moverán los siguientes textos. Su punto de partida es la palabra, para acercarlo a su ámbito profesional, y comienza su aportación mediante un intento de definición desgranada en puntos (partiendo de la definición de la RAE de la palabra “cómic”); continúa mencionando los “lenguajes del cómic”, una evolución lógica del cómic como lenguaje, y el grueso de su discurso lo invierte en un repaso a la historia del cómic, desde su orígenes. Esto último lo muestra en un apartado muy interesante que titula: “Los orígenes del cómic. Una expresión democratizadora de la modernidad”.

De sus conclusiones me gustaría destacar algunas ideas que plantea sobre el lector de cómic: “El lector de cómic adopta una actitud poco frecuente en la interacción comunicativa: es un dispositivo de re-presentación del discurso en su theatrum mentis de una gran receptividad pero, a la vez, de una importante actividad. Es el lector el que proporciona el significado y el sentido a un tipo de discurso que, precisamente por su apertura a otros muchos, siempre queda en un espacio de indeterminación muy importante que exige su coparticipación interpretativa. […] Un buen lector de cómic es un adepto, y como tal se adapta a las circunstancias comunicativas que terminan convirtiéndole en copartícipe de una estética, una ideología, un imaginario”.

Juan Rey nos regala un segundo texto que tiene forma de relato autobiográfico. De menos carga teórica que la primera aportación, este autor repasa, por las páginas que le tocan, aquellos autores, creaciones y personajes que le marcaron durante su vida. Es un escrito interesante y nostálgico. Muchos habrá que se sientan identificados con él y otros muchos conocerán (o reconocerán) a algunos personajes clásicos de las viñetas que forman parte de la cultura global y personal de todos. Su ponencia llevaba por título “Cómic, cultura y propaganda: los TBO que yo leí”.

En el tercero de los textos, Jorge David Fernández y Antonio Pineda, dos de los tres coordinadores, se juntan y nos hablan de la “Propaganda política y simbología en V de Vendetta. Su análisis sobre la obra de Moore y Lloyd es muy completo y parte del prisma de la propaganda política y los símbolos heredados de la mitología clásica. El texto está dividido en esas dos partes: una primera parte dedicada a la comparativa y las dimensiones de la propaganda política en V de Vendetta, donde se utilizan teorías propagandísticas clásicas y se citan otras teorías como la “contrapropaganda”; y una segunda parte donde se desglosan los símbolos y los mitos aplicados a esta gran obra del noveno arte. Es un capítulo muy completo, repleto de citas de teóricos políticos de reconocido prestigio, y acompañado de algunas páginas del cómic original a modo de ejemplos ilustrativos.

La coordinadora del volumen, Carmen Lasso, firma el cuarto texto, que lleva por nombre “Comunicando lo dicho. Sobre los lenguajes del cómic y de la publicidad”. Ya adelantaba antes que la autora se dedica a investigar temas publicitarios y que no es de extrañar que su aportación sea una comparativa entre los dos medios; una comparativa de sus respectivos lenguajes. Tras especificar las características de los dos tipos de discursos, los del cómic y los publicitarios, remata su escrito con una comparativa utilizando como ejemplo un corpus de historietas de Ibáñez. Su última frase es interesante: “Y es que tanto la publicidad como el cómic poseen la certeza de que necesitamos sabernos iguales y diferentes, de ahí que ambos sólo se ocupen de comunicar lo dicho, para anular, quizá ese vacío que connota el término ‘comunicando’”.

La quinta ponencia versaba sobre las relaciones entre cómic y periodismo. La impartió Manuel Barrero cuyo texto tituló: “Cómic, periodismo y cultura de entre siglos”. “La historieta (o cómic, anglicismo muy extendido) nació en la prensa durante el siglo XIX, en periódicos europeos de Suiza, Francia y Alemania. […] Es interesante reparar en la tesis de que, al mismo tiempo, la imagen fue ganando terreno en virtud de la metamorfosis que experimentan entonces los modelos de lectura, operándose un paulatino abandono de la estima por la letra impresa a favor del aprecio por la imagen”, comienza el autor.

En su discurso menciona líneas tan interesantes como el papel de la prensa y de la historia y la visión de la primera sobre la segunda; también relaciona la cultura de entre siglos con el auge de este medio de comunicación en viñetas; cita algunos apuntes sobre la participación de la Universidad y de los investigadores universitarios ante la historieta, y termina exhortando a los profesionales y a los docentes a continuar con esa labor investigadora sobre el cómic.
En este último punto propone tres líneas a seguir por los investigadores interesados en este ámbito: 1. Derrocar los tópicos que sobre el medio historieta existen; 2. Generar un corpus teórico básico y fundamental sobre nuestros tebeos que sirva para el común de investigadores, y hacerlo desde la formación de grupos de trabajo; 3. Promover la redacción de nuevos textos sobre historia usando enfoques multidisciplinares, desde la semiología, la sociología, la mimética, la pedagogía, la historia… siempre presididos por el rigor, por una mínima metodología científica y con el apoyo de la estadística. Desde luego el mejor foro para proponer ideas de este estilo son jornadas como éstas en las que se comunicó la ponencia.

Sergio García publica en sexto lugar su texto titulado “Nuevos espacios de narración gráfica”. En este apartado el autor comienza con una breve reflexión no exenta de interés: “El cómic es un medio narrativo al que se accede principalmente durante la infancia por esa tendencia natural a la ensoñación que caracteriza esta etapa. Algunos de los que hemos sido fans apasionados de la historieta, continuamos, ya adultos, con esa pasión como lectores, críticos, teóricos o creadores”. Sergio utiliza su espacio y su tiempo para intentar contestar una serie de preguntas relacionadas con los autores de cómics y las elecciones de sus estilos gráficos: “¿por qué hago lo que hago? ¿por qué los cómics son como son? ¿por qué tienen que estar compuestos de páginas que se suceden una tras otra, en un orden de lectura preestablecido? ¿por qué deben estar repletas de viñetas que se suceden de izquierda a derecha y de arriba abajo (en oriente al revés? ¿por qué deben existir esas fronteras gráficas que denominamos bocadillos y que unen de una forma tan artificial imagen y texto? ¿por qué el orden espacio temporal de lectura debe ser el establecido en esos códigos tan encorsetados?”. Él mismo se ha planteado esas preguntas varias veces y ha intentado seguir caminos diferentes a la hora de narrar. Nos cuenta cuáles son esos caminos y nos muestra algunos ejemplos.

Jesús Jiménez Varea realiza un escueto análisis de símbolos y estereotipos morales a través de la imagen en el cómic en un texto que precisamente se titila así. Todo su escrito está realizado en forma de enumeración y su reflexión está más centrada en los cómics con “un mínimo de medio siglo de antigüedad”, a pesar de que las jornadas versaban, mayoritariamente, sobre “el cómic en el nuevo milenio”. Su aportación queda algo descontextualizada del conjunto, aunque merece la pena echarle un ojo.

“El emplazamiento de productos en el cómic” es el texto realizado por Francisco J. Caro González y Carlos J. Rodríguez Rad. Se trata de plantear las posibilidades publicitarias que aportaría el cómic, si al igual que en el cine o en la televisión, las marcas utilizarán las viñetas para emplazar sus productos. Es una idea curiosa, quizá beberíamos más Coca-cola si viéramos a Spiderman o a Superman bebiéndola, o compraríamos ropa interior de Calvin Klein si nuestros personajes favoritos la usaran. Nos explican lo básico sobre el product placement y luego establecen una tipología sobre el emplazamiento de productos en el cómic. Terminan con un listado de ventajas e inconvenientes (ellos lo llaman “puntos fuertes y débiles”) del uso de esta estrategia publicitaria en el cómic.

El volumen termina con la aportación de Alberto Haj-Saleh Ramírez en la que el autor trata de comparar el género literario del microrrelato con el de la historieta. Este texto lleva por título “Aplicación de la teoría del microrrelato en las tiras de Quino”. Se trata de un estudio de carácter introductorio así que invierte buena parte de su espacio en explicar las características principales del microrrelato. Lo ejemplifica todo mediante algunos de estos relatos breves y adelanta que la investigación pura la llevará a cabo en forma de tesis doctoral, para los interesados en el tema.

Este libro es una herramienta indispensable para los investigadores del cómic desde el punto de vista de la comunicación y, sobre todo, de la cultura. Lo malo es que no se puede adquirir ya que salió en una tirada muy limitada de ejemplares en el año 2001. Por suerte varios de esos ejemplares residen en muchas de las bibliotecas de la península. Sólo hay que acercarse, ver si lo tienen o pedirlo por medio del sistema de préstamo interbibliotecario. Además, cuenta con el valor añadido de ser la publicación de unas actas de unas jornadas sobre cómic. Ver conferencias de este estilo tan interesantes en el ámbito universitario, aunque cada vez haya un mayor clima de opinión favorable, siempre es positivo para normalizar la investigación y el estudio de este medio que tanto nos gusta a todos nosotros.

Termino con un fragmento del propio volumen que podría considerarse como una declaración de intenciones en toda regla: “El cómic es un discurso artístico-comunicativo de primer orden que condiciona buena parte de la estética en la cultura popular. Forma de expresión básica de esta cultura desde hace más de un siglo, es también un ámbito de encuentro de diversas formas creativas: literatura, pintura, cine, publicidad… A principios del siglo XXI, las fórmulas híbridas de comunicación como la historieta se configuran como un reflejo de las transformaciones artísticas y las posturas axiológicas y críticas que se toman en relación con la cultura. Un medio de comunicación, en suma, que debe ser reivindicado en la esfera académica«.

Comentario

Con la obra de hoy continuamos formando nuestra biblioteca especializada particular. Todos los libros que en ella colocaremos tendrán en común el formar parte de un corpus específico sobre teoría, divulgación e investigación. Libros que colocar, como dije la otra vez, en nuestras estanterías, junto a nuestros tebeos.

Me gustaría terminar hoy, como de costumbre, con un pequeño adelanto de las demás obras que iré reseñando y apuntando por aquí; además, vuelvo a invitaros a añadir vuestras aportaciones bibliográficas, y aprovecho para agradecer a todos los que ya han aportado las suyas. Continuo con la búsqueda.

El cómic: plástica y estética de un arte figurativo y cotidiano, de José Luís Cantero Pastor.

La Arquitectura de las Viñetas. Texto y Discurso en el cómic, de Rubén Varillas.

Apocalípticos e integrados, de Umberto Eco.

La Historia social del cómic, de Terenci Moix.

Semiótica de la Descripción en publicidad, cine y cómic, de Manuel García Pérez.

El noveno arte. De la mesa de dibujo a la estantería, de Alan McKenzie.

La narración gráfica, de Will Eisner.

Entender el cómic, de Scott McCloud.

Hacer cómics, de Scott McCloud.

Los Lenguajes del Cómic, de Daniele Barbieri.

El Ocaso de los héroes en los cómics de autor, de Javier Coma.

Diccionario de Onomatopeyas del Cómic, de Luis Gasca y Román Gubern.

De Yellow Kid a Superman: una visión social del cómic, de Jaume Vidal.

Leyendo historietas: estilos y sentidos de un ‘arte menor’, de Oscar Steimberg.

Atlas español de la cultura popular: diccionario de la historieta y su uso, de Jesús Cuadrado.

Cómic alternativo de los 90: la herencia del underground, de Óscar Palmer.

Nos leemos.

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jorgenexo
jorgenexo
18 noviembre, 2009 10:43

Ummm, la verdad es que nunca he tenido el menor interés de profundizar en el cómic desde el punto de vista de la teoría de la comunicación, la semiótica, etc. Me interesa como forma de entretenimiento, no como objeto de estudio. A lo sumo, me interesa su historia, el desarrollo del comic a lo largo del siglo XX y sus diferentes expresiones a lo largo de dicho periodo, pero la deconstrucción del medio sobrepasa mis inquietudes al respecto.
Que son tebeos, joder, no tratados filosóficos…
Si bien respeto plenamente el derecho de cada cual a obrar como mejor le parezca al respecto, hay expresiones culturales que, en mi opinión, no encajan bien con el academicismo: todo es susceptible de ser objeto de estudio, pero hay cuestiones, como los comics, con una orientación tan marcadamente popular (salvo en sus propuestas más «minoritarias») que, al pretender ser analizadas desde una perspectiva «científica», multidisciplinar, etc, pierden, no sé… ¿interés? ¿frecura? ¿atractivo? ¿credibilidad? Vamos, que soy de los que prefieren leer comics a leer sobre comics, o ver pelis a leer sobre cine, leer novelas a leer sobre literatura, ir a la fuente a beber en vez de indagar o terorizar sobre la frescura del agua, su composición mineral, el manantial del que mana, el rio al que llega, etc.
Además, mi puntual contacto con este tipo de tratados teóricos generalmente es bastante frustrante…

Sabre
Sabre
18 noviembre, 2009 10:56

El mundo del comic no son solo las viñetas que nos encontramos cada mes o la gata negra que dibuja dobson;los «tratados» sobre comic ayudan,a todo aquel que le pique la curiosidad lo suficiente como para acercarse a ellos,a comprender el ambito.existen mil libros de fotografia,pintura,escultura,etc, pq no de comic? claro que existen tebeos simplemente de entretenimiento,al igual que las pelis de Uwe bol sirven para..esto..pero tambien hay una vision distinta para los que se fijan en detalles,en como se realiza,se compone el mundo del comic,como respira.Quiza te haya sido frustrante,sin embargo hay muchisimas obras que te dan visiones y puntos de vista que a lo mejor no habrias podido ver si no hubieras leido alguno de estos»tratados»
A nivel personal quiero felicitar a Diego pro su labor en estos articulos..sigue asi!!

jorgenexo
jorgenexo
18 noviembre, 2009 11:36

No, si yo no tengo nada en contra de los artículos de Diego, suelen gustarme bastante. Siplemente estaba exponiendo mi punto de vista respecto a este tipo de obras más o menos sesudas sobre el medio. No discuto ni su necesidad, ni su utilidad, ni su interés general. Sólo digo que a mí no me llaman especialmente la atención: vamos, que yéndonos al limite, no me gusta ver a los comics en un libro de texto de literatura de bachillerato como un capítulo más (creo que en alguno se toca el tema), creo que este tipo de «abordajes» resta encanto al género. Pero es sólo mi opinión. Los estudiosos del medio tienen todo el derecho del mundo a dar rienda suelta a sus inquietudes, faltaría más. 

zape
zape
Lector
18 noviembre, 2009 15:42

Pero es que «lo popular» merece el mismo tratamiento que «lo culto», el mismo rigor analítico debe aplicarse a una peli de Jesús Franco que a una de Bergman, así es como se muestra verdadero respeto. El resto es menosprecio y volver a machacar sobre la imagen de la cultura popular como algo menor y sin interes más allá del entretenimiento intrascendente. No se trata de intelectualizar sino de ver como funcionan las cosa por dentro.

Ziggy
Lector
18 noviembre, 2009 22:33

A mi un montón de estos libros me hubiesen ayudado en mi tesis. En fien, es agradable saber de su existencia.
Por cierto, muchas de las cosas que hoy se consideran cultas, comenzaron por ser cosas populares. Si hasta el Quijote se realizó en dos temporadas. Y por capítulos.

Giaco
Giaco
Lector
30 mayo, 2014 2:13

Simplemente excelente!
En búsqueda, precisamente, de textos sobre teoría del cómic para fundamentar la bibliografía de un ensayo que estoy haciendo, me encontré con está compilación, «V de Vigilantes: Bibliografía especializada». La lista más completa sobre el tema que se me ha presentado.

Y en específico esta recopilación de actas me llamó la atención, “Propaganda política y simbología en V de Vendetta” me cae como anillo al dedo.

El problema es que al buscar en librerías locales (México) o en internet, no hay nada, de nada. Y mi interés por el libro y lo que pueda aportar a mi investigación está a tope, pero capada. ¿Alguien sabe donde pueda encontrar o acceder a este texto?.

Gracias.