Un poco de humo azul

Una historia cargada de poesía, política y amor que provoca que te lata el corazón.

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1907
 

Edición original:Un peu de fumée bleue…, Dupuis, 2000
Edición nacional/ España:Astiberri
Guión:Denis Lapière
Dibujo:Rubén Pellejero
Color:Rubén Pellejero
Formato:Cartoné, 80 páginas
Precio:19€

 

Sólo soy una joven cuya alma se consume lentamente en un poco de humo azul…

Astiberri Ediciones nos trae la que sin duda es una de las novedades más interesantes del Salón de Barcelona, la imprescindible Un poco de humo azul… La primera de las tres fantásticas obras que firmaron Denis Lapière y el gran Rubén Pellejero durante la pasada decada. Publicada en originalmente en Francia por Dupuis en noviembre de 2000, dentro de su colección Aire Libre. La primera edición en nuestro país fue en 2002 de la mano de Ediciones Glénat. Estaba agotada desde la desaparición de la editorial y es una obra que por sus enorme calidad siempre debería estar disponible en el mercado. En 2001 fue la ganadora de el Premio Grand Prix de la Ville en en Festival de Sierre y el Premio al Mejor Álbum del año en el festival de la bande dessinée de Chambéryen.

Denis Lapière es un guionista belga nacido en 1958. Sus comienzos en el cómic no son habituales ya que empezó regentando una librería especializada en los años ochenta y luego dio el paso a escribir sus primeros guiones. Pese a ser un autor tremendamente prolífico ha sido muy poco publicado en nuestro país donde es conocido sobre todo por su tres colaboraciones con Rubén Pellejero: Un poco de humo azul, El vals del gulag (de próxima reedición por parte de Astiberri) y Un verano insolente. Pero también se han publicado otras obras suyas como Página Negra (Spaceman Books) coguionizada por Frank Giroud y con dibujo de Ralph Meyer y El Convoy (Norma Editorial) dibujada por Eduard Torrents. Pendientes quedan sus colaboraciones con dibujantes como Pierre Bailly, Marc Renier, Jean-Philippe Stassen y Paul Gillon, entre otros.

Rubén Pellejero es un dibujante nacido en Badalona en 1952. Es uno de los mejores dibujantes que ha dado nuestro país, siempre en continua evolución y buscando nuevos retos. Autor de obras tan destacadas como Las aventuras de Dieter Lumpen, El silencio de Malka, El vals del gulag, Lobo de Lluvia o El largo y tortuoso camino. En los últimos año su reconocimiento ha subido como la espuma al ser el encargado de continuar Corto Maltés junto a Juan Díaz Canales de la cual ya han publicado dos álbumes: Bajo el sol de medianoche y Equatoria que son dignos del mejor Pratt.


En un indeterminado país de la Europa del este, un fotógrafo entra en un hostal de carretera. Allí, intrigado por la melancolía de Laura, la joven hija pelirroja de la propietaria del hostal, conseguirá que ésta le explique su historia de amor con Ludvik, un prisionero político.

Un poco de humo azul… es una historia que mezcla la poesía de una historia de amor trágica con la crítica política a los regímenes comunistas de la Europa del Este. Es una historia poética pero no solo por su lenguaje, sus imágenes o la propia historia, sino por un poema de Tristán Corbière, que sirve como inicio de la historia y cuyos versos sirven para estructurar los distintos capítulos de la obra. Laura narra su historia mediante elipsis que nos transportan a su pasado, la narración va y viene a ese pasado y esto nos permite ver cómo la relación entre Laura y el fotógrafo va desarrollándose en paralelo a la que mantenía con Ludvik. Gracias al buen hacer de Pellejero vemos que el tiempo transcurre sin necesidad de que el texto o los personajes nos lo indiquen. El tempo es muy importante en la historia, tanto como las miradas y los silencios de los personajes, convirtiéndose en más importantes que las palabras. Y es que los personajes hablan y sienten con sus miradas y con sus silencios.

Es sobre todo una historia de amor, pero un amor que se convierte en privador de la libertad de Laura. Tiene una dependencia de Ludvik que la convierte en prisionera como lo fue él. No importa que Ludvik deje de estar preso, él sigue encarcelado por sus vivencias en prisión y se las transmite a ella, encarcelándola en el proceso. Al final se comporta como una heroína de verdad, haciendo lo más difícil, que es enfrentarse a la realidad y avanzando hacia su futuro, algo en lo que es vital el poema escrito en los cigarros.

Estamos antes una historia de mujeres, el eje central es Laura pero a su alrededor orbitan personajes magistrales como su madre Olga. El diseño de Pellejero describe a la perfección su carácter, una mujer maternal y descreida. Lapière opta por no dar voz a Ludvik, sabemos su vida pero no su punto de vista. Tampoco es necesario. Del fotógrafo no sabremos nada hasta el final pero el viaje que emprende tiene un final inevitable marcado desde el principio. Uno de los méritos del guion de Lapière es conseguir personajes tridimensionales, tan reales que no parecen surgidos de su imaginación. Con ellos sientes pena, amor, odio, etc… todas las emociones que nos convierten en humanos. Todo ello da como resultado una obra donde son más importantes la emociones que destila que la propia trama.

No tan importante como la historia de amor es la crítica política que hace la obra a los regímenes comunistas. Vemos como al igual que todos los gobiernos autoritarios, recurren a la represión en contra de sus enemigos. No solo de los políticos sino sobre todo de aquellos que ayudan a la que el pueblo piense, los artistas y librepensadores. Además vemos las consecuencias en la vida diaria de los torturados.

El dibujo es una continuación de la evolución gráfica que Pellejero comenzó con El silencio de Malka, se aprecia un cambio en el uso del color y en la línea. En el color se puede observar la influencia que ejerció en él la obra de Mattotti, con un color directo conseguido mediante el uso de gouache y acuarelas. Es un color que no pretende replicar la realidad, sino que su objetivo es potenciar la emociones y atmósferas del relato. Así los lugares cerrados son de tonos cálidos, lo que contrasta con los exteriores fríos. La naturaleza tiene un verde que desborda vida y por el contrario las escenas nocturnas tienen un azul oscuro que recuerda a la muerte, algo similar a lo que sucede entre las escenas de luz natural y artificial. La línea es más gruesa, con un entintado menos suelto, más definido y limpio, todo ello debido a su intento de adaptarse a los gustos del mercado francobelga pero además consigue que se fije más la atención en la trama y menos en detalles superfluos. Al igual que el color sirve para recalcar las emociones pero sin caer en el exceso. En el aspecto narrativo vemos como Pellejero se mueve entre los planos cortos y los panorámicos en función de las necesidades dramáticas. La composición de página es muy clara y funciona a la perfección con el tipo de historia que se cuenta. Pellejero siempre ha sido un dibujante que ha preferido sugerir que mostrar, por eso en esta obra en ningún momento vemos escenas de tortura ya que no es necesario verlas. En resumen, Pellejero está de sobresaliente.

Buena edición de Astiberri Ediciones aunque con un tamaño algo menor que la edición de Glénat. Tampoco incluye el dossier con bocetos de Pellejero y textos de Lapière que aparecía en la anterior edición. Esperemos que después de la reedición de El Vals del gulag prevista para este año, sigan recuperando la obra de Pellejero y reediten en formato álbum Un verano insolente y En carne viva.

Un poco de humo azul… fue de una de las obras clave que leí cuando ya me estaba agotando de tanto superhéroe. Con Sambre, Valerian, Partida de caza, El Incal, Las torres de Bois Maury, Las ciudades oscuras y alguna más me mostraron que el medio daba para mucho más. Así que tengo debilidad por ella, pero es que es una obra perfecta que te emociona y te hace pensar monstrándonos que las historias aparentemente pequeñas pueden ser las más grandes. Todo ello aderezado con el maravilloso dibujo de Rubén Pellejero.

  Edición original:Un peu de fumée bleue…, Dupuis, 2000 Edición nacional/ España:Astiberri Guión:Denis Lapière Dibujo:Rubén Pellejero Color:Rubén Pellejero Formato:Cartoné, 80 páginas Precio:19€   Sólo soy una joven cuya alma se consume lentamente en un poco de humo azul... Astiberri Ediciones nos trae la que sin duda es una de las…
Guion - 9.5
Dibujo - 9.5
Interés - 10

9.7

Obra maestra

Poesía y política de la mano de dos autores en estado de gracia que firman uno de los mejores álbumes unitarios de la BD.

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Abraham
Abraham
Lector
1 mayo, 2018 23:39

Doy gracias a la persona que me lo recomendó y me hizo descubrir a Pellejero, aunque Dieter Lumpen no lograra atraparme en su día
Esta y El Vals del gulag, son absolutamente imprescindibles.
Gran reseña