The Dark Knight Returns (El Regreso del Caballero Oscuro)

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Edición original: The Dark Knight Returns
Edición nacional/ España: Zinco / Vid / Norma / Planeta / ECC
Guión: Frank Miller
Dibujo: Frank Miller
Entintado: Klaus Jason
Color: Lynn Varley
Formato: Rústica, 240 páginas variable en función de la edición
Precio: Variable en función de la edición

 

Noviembre es el mes seleccionado por DC para el retorno de un cómic que hizo historia en 1986 lanzando su tercera parte. Aprovechando que en USA se publica el primer número de DKIII, nos lanzamos a reseñar las dos miniseries anteriores a la espera de encarar el que sin duda es el proyecto que más va dar que hablar este 2015.

La llegada de Frank Miller a DC nos dejó una obra de corte personal y alejada de los comics de superhéroes, Ronin, publicada a entre los años 1983 y 1984, pero sería en 1986, tras un tiempo apartado de las capas y las mallas, cuando Frank Miller realizaría uno de sus mejores trabajos. Un trabajo que asusta reseñar por lo grande que es, por tanto que ya se ha escrito y por tanto que se escribirá, pero donde no queda otra que superar el miedo, enfrentarse a la oscuridad y afrontar con entereza este humilde análisis.

Miller no es un artista al uso. Miller siempre marca un camino y nunca deja indiferente a nadie porque, para bien o para mal, Miller es un auténtico y genuino autor, honesto y sin miedo a mostrar lo que piensa en cada uno de sus trabajos.

La imagen que Miller tiene de Batman es la de un buen personaje que fue creado para sobrevivirnos a todos y que por tanto su potencial para contar historias es ilimitado. Si hacemos números podemos ver como el año que viene se cumplen la nada despreciable cifra de 30 años desde que se publicó esta obra y su repercusión en el medio continua férreamente asentada en la mayoría de los aficionados al personaje y al cómic en general. No en vano fue, junto con Watchmen y Año Uno, las obras que elevaron al cómic a una nueva categoría, siendo en sí mismos un punto de inflexión tanto del medio como expresión artística, como de la industria en sí misma.

El Retorno de Caballero Oscuro (o el Retorno del Señor de la Noche, que fue como se tradujo en su primera edición en España a manos de Zinco) no es un cómic al uso. Para empezar nos lanza al futuro, a uno muy oscuro y sucio, donde lo peor de la sociedad parece estar haciéndose más fuerte que nunca. Gotham se pudre mientras se pregunta dónde está Batman que lleva diez años sin ser visto. Una premisa sencilla pero con una innegable potencia, ya que hasta el momento nunca se había intentado analizar que sería de Gotham sin la figura de Batman recortándose a la luz de la luna.

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Miller no se va a limitar a narrarnos el retorno del personaje, sino que lo va a diseccionar para analizarlo de la forma más cruda y visceral, enfrentándolo a sí mismo. Un viaje en que Bruce Wayne debe luchar contra sus propios temores a fin de vencer el miedo que innegablemente alberga en su interior.

Para esto el guionista hace uso de diferentes herramientas gráficas y las usa de forma brillante. La primera de ellas y la más recurrente, es el uso de los noticiarios y programas de televisión a la hora de narrarnos la historia. La televisión es un personaje más, uno que aporta la visión de la calle, de la gente que apoya o desprecia a Batman, usándola como un espejo en el que todos podemos vernos reflejados, incluida la locura que parece poblar en esa Gotham que se muere, mientras nos aporta información de otros aspectos relevantes para la historia.

Otra de las herramientas que usa de manera sistemática son los textos, que lejos de ser meros acompañantes de las imágenes, aquí aportan una profundidad narrativa extrema. Su capacidad para meternos de lleno en la ciudad y sentir su peligro se traduce en unos textos muy elaborados que, aun siendo densos, para nada entorpecen o ralentizan el ritmo visual de la obra. La prosa de la que hace gala Miller es bella, elegante y muy poética al ser capaz de captar con ella emociones como el miedo o la tristeza con poderosa eficacia. Batman ha perdido la motivación y ya nada tiene sentido para el hombre que un día protegía Gotham. Ese peso, esa melancolía, se puede paladear en la boca y sentir en la columna vertebral mientras lees las palabras de Miller, que va deshaciendo al héroe roto mediante el uso de su tercera herramienta: el flashback.

No se puede hablar de Batman ni de Bruce Wayne sin conocer su pasado. Es cierto que todos conocemos el pasado de Bruce, pero Miller en capaz de volver a visitarlo de manera que no parezca algo ya contado, sino todo lo contrario. Hace uso de esas pequeñas grietas que siempre quedan en las grandes historias para apuntalar en ellas su propia historia. Su visita al pasado es de obligado cumplimiento y tan impactante es su forma de narrarlo mediante el uso de impresionantes primeros planos, que en varias ocasiones han sido usados en el cine a la hora de contarnos el origen de Batman en la gran pantalla.

¿Os suenas algunas secuencias?
¿Os suenas algunas secuencias?

Y es que Miller se suelta por completo al lograr un ritmo narrativo endiabladamente dinámico. Dark Knight es una obra intensa y de lectura pausada, pero de ritmo vivo. Las escenas de acción son un espectáculo por su peculiar puesta en escena. El estilo gráfico del que hace gala Miller, alejado del que había mostrado en Marvel y evolucionado tras su trabajo en Ronin, adquiere en Dark Knight un nuevo toque que lo acerca al boceto acabado, más que a un dibujo a lápiz perfectamente entintado. A primera vista puede resultar un dibujo tosco y poco atractivo, pero su línea errática y nerviosa se adapta perfectamente al tono de la historia, aportando ese punto final que el conjunto de la obra precisa.

Dark Knight es la deconstrucción de Batman, pero también es al mismo tiempo la reconstrucción del personaje. Miller nos lo muestra como una fuerza de la naturaleza, alguien que está muy por encima del bien y del mal, que no se justifica, que no se queja, que hace lo que hay que hacer porque no hay nadie más para hacerlo. Contundente, rudo y más violento que nunca Batman es un semidiós en Gotham que ya es leyenda. ¿Pero quien esta detrás de la máscara?

Detrás del traje, de los dientes apretados y la rabia, esta Bruce Wayne. Un hombre rico que ha envejecido, que al comenzar el cómic tiene más de cincuenta años, perdido en sí mismo al haber perdido su objetivo en la vida. Miller nos lo muestra abatido por la muerte de Jason, abandonado en su propia mansión mientras Alfred hace lo que puede, con un mordaz sentido del humor, a fin de devolverlo a la vida real.

Lo maravilloso de Miller es como es capaz de crear una historia del ocaso del héroe para darle la vuelta por completo a lo largo de su desarrollo. La manera en la que es capaz de entender y desmenuzar la mente fracturada de Bruce, como va hilando la trama que, tras un arranque muy sencillo, va ganando en complejidad, matices y oscuridad. Lo que empezó como una llama que se apaga acaba con el resurgir del vigilante definitivo… pero es que esto es tan solo la primera parte.

DK se puede dividir en dos partes. La que hasta ahora nos ha ocupado y una segunda en la que Miller da un giro y lleva a la historia por senderos nuevos, ya sembrados anteriormente, y que tan solo estaban esperando a poder germinar.

Todo se hace más grande, más violento y más paramilitar. Arrancamos con las lógicas consecuencias de lo leído y asistimos a una sinfonía de piezas de dominó que caen con sentido y lógica. Gordon se retira, una banda es sustituida por otra, los debates sobre la figura de Batman siguen en antena, mientras, en un segundo plano, Miller empieza a desarrollar el hilo conductor de este segundo arco. Toda la obra es en sí misma un conjunto, pero si diseccionamos el contenido fijándonos en el tono de la misma se puede apreciar como Miller se centra en otros temas y sucumbe a la tentación de enfrentar a Batman con uno de sus más importantes villanos, sin perder elegancia por ello al aportar una poderosa carga emocional al lector a través de esta violencia al servicio de la historia.

No hace falta un Batmovil para que Batman de miedo.
No hace falta un Batmovil para que Batman de miedo.

Y es que la violencia en DK va en aumento y crudeza a lo largo de las páginas, pero se trata de una violencia cruda que se integra con los acontecimientos con el único fin de remover emociones al lector. Sin conflicto, sin cambio, sin motivación y resolución no puede haber historia que se precie. Sin un cambio en el estatus del personaje no estaríamos hablando de esta obra de esta forma. Miller no se debe a nadie y se deja llevar para dar al lector la mejor historia de Batman posible.

Es en este punto cuando empieza una lección de narrativa sin igual. Todo ocurre por una razón, desencadenando otros acontecimientos y la tensión no deja de aumentar en la recta final que nos lleva al clímax, al momento para el que Miller empezó a contarnos esta historia. Resulta complicado seguir en este punto para no romper la magia a todos aquellos lectores que aun tengan que descubrir esta obra, por lo que solo queda decir que es uno de los momentos más potentes visualmente y narrativamente que se han dado en el mundo del cómic. Miller entiende como nadie la relación entre estos dos personajes y la explota hasta cotas nunca antes vistas.

Tal vez la única pega que se le pueda poner a esta parte sea el dibujo que parece perder trazo, resultando en ocasiones más un boceto que un dibujo acabado. Tal vez el peso de la propia obra hizo mella en Miller, tal vez el entintando de Klaus Jason se volvió más errático, pero sea como sea se nota que hay ciertos bajones de nivel y ya no se percibe el conjunto tan uniforme.

Y otro punto flojo es la introducción que hace Miller de Robín, que entra por la puerta de tras, para quedarse y pasar a formar parte del equipo de manera casi inmediata, sin un periodo de adaptación, entrenamiento y maduración. Tal vez el problema está en que Miller necesita un Robín y lo introduce sin más y en una obra donde todo está perfectamente construido, chirria de forma alarmante.

Una obra que trasciende al medio, influyente como pocas, poderosa, con capacidad para sorprender incluso en repetidas lecturas, imprescindible en cualquier biblioteca, sin la que el cómic tal vez no estaría donde está y sin la que sin duda alguna de no haber existido todos hubiéramos perdido una de las mejores historias, por no decir la mejor, de Batman.

  Edición original: The Dark Knight Returns Edición nacional/ España: Zinco / Vid / Norma / Planeta / ECC Guión: Frank Miller Dibujo: Frank Miller Entintado: Klaus Jason Color: Lynn Varley Formato: Rústica, 240 páginas variable en función de la edición Precio: Variable en función de la edición   Noviembre…
Guion - 10
Dibujo - 9
Interés - 10

9.7

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billyboy
billyboy
Lector
12 noviembre, 2015 13:17

Dire tambien que la trasladacion al las pelis animadas divididas en dos partes son fabulosas,por ejemplo la parte del Joker me gusto mas en la animacion (no asi el «retorno» de Batman que en el comic es expectacular con esos truenos. mientras pasan cosas en Gotham por el regreso de Batman)

Igverni
Lector
12 noviembre, 2015 14:10

Gracias Gustavo!!

Muy de acuerdo. DK es una OBRA MAESTRA con mayúsculas de un autor en lo más alto de su genio creativo, nivel que supo mantener hasta Sin City, es decir, un porrón de años!!

Por llevar un poco la contraria, o separarme un poco del tema, aunque esta obra es sin duda imprescindible, también creo que hizo muuuuucho daño al personaje, que lleva 30 años convertido en un oscuro y atormentado personaje, debido a que otros autores menos capaces solo supieron copiar el grim-n-gritty de Miller y no le han sabido evolucionar.

Quiero decir, que está versión de Miller es increible, pero eclipsó otras no menos sobresalientes, como la de O´neill, Adams…, y facetas del personaje como el detective, o tener Bruce Wayne una vida , una actividad «civil» además de la actividad nocturna…

no se si me explico…

Igverni
Lector
En respuesta a  Gustavo Higuero
12 noviembre, 2015 16:40

Cierto en ambos casos!!
Hablaba en general de estos 30 años, aunque alguna etapa buena desde luego hubo, globalmente son un gota en el mar…

Gran artículo, Gustavo , muchas gracias!!!!

mac
mac
Lector
En respuesta a  Igverni
18 noviembre, 2015 7:26

El Batman de Morrison -el de los 2000s, o el de Gothic- tampoco es taaaaaan oscuro (la oscuridad la dan las tramas, no la personalidad de Bruce), y Jim Starlin (dejando de lado la muerte de Todd) tampoco retrató a Batman como un psicótico viviendo en una ciudad de pesadillas.

Creo que hay mucho de mito en la influencia de DK sobre la personalidad de Batman.

De todas formas, si realmente DK hizo oscuro a Batman para siempre, la culpa es del mismo Miller. Hizo oscuro a DK -un comic no canónico-, y cuando se le dio la posibilidad de reiniciar al personaje con Year One lo hizo oscuro también.

En todo caso, DK lo que ha instaurado es cierta sensación de inevitabilidad de un sombrío futuro para Batman, lo cual caló hondo en guionistas posteriores.

Como sea… ¿y el daño a Superman? A partir de DK, Superman ha sido valorado mucho más como antagonista que como héroe, y hasta el día de hoy han sido pocos los guionistas que han tratado con dignidad al héroe Superman (Byrne, Kelly, Waid y pocos más).

Saludos!

PD: no nos olvidemos de la influencia de las pelis de Burton sobre los comics, además.

Save
Save
Lector
12 noviembre, 2015 14:50

Por norma general se dice que este trabajo es el mejor de Miller, superior a Año Uno y ambos a Born Again. Yo opino al revés.

Y tampoco me parece que Miller se cebe con Superman como mucha gente dice. No más que con Batman que está fatal de la cabeza.

Esfingo
Esfingo
Lector
En respuesta a  Save
12 noviembre, 2015 16:50

Comparto tu opinión respecto a Born Again y Año Uno.

Alejandro Ugartondo
En respuesta a  Save
12 noviembre, 2015 17:53

Opino lo mismo. Esta obra me parece una obra maestra y su impacto en la industria es indudable pero considero superior Año Uno ya que creo que es una historia más atemporal que ésta, muy marcada por la época en la que apareció

Kazuya_Mishima
Kazuya_Mishima
Lector
En respuesta a  Save
12 noviembre, 2015 22:48

Yo personalmente prefiero Born Again, y seguidas DNR y Año Uno. Cierto que siempre me gusto mas su etapa en Daredevil que lo hecho con Batman, pero intentando ser imparcial, veo BA mas redonda en general, me impacto mas en su día.

Isidro de Maliver
Isidro de Maliver
Lector
En respuesta a  Save
13 noviembre, 2015 12:15

Bfff entre DKR y Año Uno, es como tener que elegir a quien quieres más, a mama o a papa ;-), Born Again para mi se queda con la medalla de bronce porque el final de la saga con Nuke y el Capi de por medio me parece que pierde bastante.

Save
Save
Lector
En respuesta a  Isidro de Maliver
13 noviembre, 2015 14:29

A mí, aunque nunca me ha convencido del todo lo de Nuke, no me parece que baje el nivel (aunque sí rompe la homogeneidad de la obra). Al menos tres de los mejores momentos de la obra están en el tramo final (y mira que es un arco argumental lleno de highlights).

Born Again me parece el punto medio entre el Miller desatado de DKR y el contenido de Year One y su Matt Murdock más humano y empático que su Bruce Wayne.

De cualquier modo, creo que pocas veces ha habido en el medio alguien tan en forma como Miller entre 1985 a 1987 (de Badlands a Year One).

Ah, el guiño a Pratt en DKR me encanta. Una de las cosas que más me gustan de Miller es que en esos años era su capacidad de asimilar historietas de cualquier lado del globo.

Paulo Hernando
12 noviembre, 2015 15:11

En mi opinión, que no leí la primera parte de manera contemporanea , la segunda parte consigue parecer estar escrita apenas un mes después y eso me parece un mérito más de Miller, en contra de muchas voces que opinan que la segunda parte no es lo mismo. Alabo que se haya reseñado las 2 partes como una sola.para mi el dibujo le da personalidad a la obra y por eso, pues está bien pero no me parece bueno . Es cierto que se le da mucha caña a Superman pero estoy leyendo a batman y la frase definitoria esa que le suelta… Bua realmente me emocionó. Para mi es la mejor obra de Miller, mejor que año uno, sin city o su Daredevil. Y creo esto no sólo porque me gusta más batman que el resto de personajes, sino porque Miller lo escribe todo igual y batman es el que mejor se adapta a su estilo. Marv, hartigan… Todos parecen este batman y batman parece todos ellos. Para terminar me gusta mucho el personaje mas poderoso de dkII ,superwoman espero que en esta última entrega tenga su cuota de pritagoabismo e incluso dc la utilize de vez en cuando en su universo .

Ares1138
Ares1138
Lector
12 noviembre, 2015 15:17

¿Quién en su sano juicio calificó con 3.5 estrellas a esta obra clásica del cómic?

Sergio Aguirre
En respuesta a  Ares1138
12 noviembre, 2015 16:20

Ares, son 4.5 (sobre cinco) estrellas, has contado mal. Y es solo por cuestiones de redondeo: La nota real (muy merecida en mi opinión) es un 9,7.

Juan Iglesia Gutiérrez
12 noviembre, 2015 18:38

¡Genial reseña! Todo lo que se diga de esta obra es poco.

Creo que Año Uno es una obra más cohesionada y redonda, pero DKR es mucho más épica y poderosa.

Con DKR Miller establece un canon, una manera de interpretar el Mito de Batman: un ser humano vacío, roto, poseído por emociones primarias más grandes que él mismo y que no puede controlar. El murciélago es más simbólico y totémico que nunca.

Es una interpretación cruda y fascinante, ha hecho escuela, aunque también ha sido tuneada hasta el absurdo con abortos como el de Jean Paul Valley.

Desde mi punto de vista hay al menos otras dos versiones acabadas de Batman: el «Dark Detective» que hunde sus raíces en Finger y que revisan O´Neil-Adams y Englehart-Rogers y el «Estratega supremo», que en parte lo veo como lo opuesto al Batman de Miller: una especie de James Bond vestido de murciélago, siempre un paso por delante, siempre con un plan, con un autocontrol supremo (aquí no hay ira desbocada que lo domine ni sed de venganza, solo la frialdad del justiciero profesional definitivo). Diría que es la versión de Morrison.

Jose Maria Vicente
Autor
12 noviembre, 2015 19:26

Adoro este cómic. 10/10 en mi caso, para el cómic y tu reseña, Gustavo.

Un pequeño detalle: ¿sabíais que la Gotham City de Miller está basada en los barrios bajos de Nueva York donde vivió en los años 70? A Miller le atracaron y asaltaron cientos de veces. Es más, según Linn Varley, a Miller le intentaron robar una vez unos ladrones que amenazaban con «rajarle». Esto pasó mientras trabajaba en el borrador. Ya os podéis imaginar qué personajes introdujo Miller al día siguiente.

P.D. ¿Para cuándo la reseña de DK2? 😉

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
12 noviembre, 2015 21:00

Es la primera vez que leo un articulo de la zona negativa que no se me ha hecho largo, es más, creo que se podría desarrolla aún más cosas que de las dichas aquí.
Buen trabajo.

dhaldon
dhaldon
Lector
12 noviembre, 2015 23:09

Y de los integrales de Grendel, que? Para que anuncian nada si pasa el año y no dicen ni mu. Hecho de menos los tiempos en que Planeta era una empresa seria.

billyboy
billyboy
Lector
En respuesta a  dhaldon
13 noviembre, 2015 1:39

Y hablando de Grendel el crosover con Batman es una puta genialidad

dhaldon
dhaldon
Lector
En respuesta a  billyboy
13 noviembre, 2015 11:38

Amén a eso, ese crossover se debería estudiar en todas las escuelas de dibujo para apreciar la maestría de la narrativa de Wagner, la complejidad argumental se ve reflejada en la complejidad en el diseño de página y en como usa cada una de las técnicas narrativas que permite el cómic, para hacer una obra que te deja con los ojos como platos página a página.

Lamentablemente eso ocurre solo en el primer crossover, en el segundo es mucho más convencional, supongo por la época en la que se publicó en la que lo que primaba era la violencia y el espectáculo fácil.

El último que ha publicado Planeta hace poco, el de la sombra con Grendel tiene mejor nivel pero aún queda muy lejos tanto de narrativa como algo argumentalmente de ese primer crossover con Batman.

Uno de los tres comics con los que me iría a una isla desierta si tuviera que elegir.

billyboy
billyboy
Lector
En respuesta a  dhaldon
13 noviembre, 2015 16:15

Y que lo digas,pasa el tiempo y el dibujo se mantiene a un nivel de sobresaliente,el momento del museo es para que te exploten los ojos por lo bueno que es.

Ademas para el fan de cualquiera de los dos deja increiblemente satisfecho,aunque para mi es mas un comic de Grendel,ademas es la segunda vez que un crossover afecta a un protagonista en su propia coleccion y siempre es Batman,el brazo de Grendel y el batarang en la cara a Spawn

Cortocordobes
Cortocordobes
Lector
En respuesta a  dhaldon
13 noviembre, 2015 17:17

Me encantaría acercarme al personaje de Grendel (reconozco no haberlo catado) pero la verdad que no se encuentra nada de él, más allá de la segunda mano.No controlo mucho pero debe de haberse reeditado poco ¿no? A mi en particular se me ha alterado el pulso al leer lo de los integrales, ya que no recordaba que planeta los hubiera anunciado. Creo que no soy el único que los pillaria del tirón.

dhaldon
dhaldon
Lector
En respuesta a  Cortocordobes
13 noviembre, 2015 19:46

Corto, lo único que se ha publicado en los últimos años del personaje es el crossover con la Sombra de septiembre pasado, que no es de lo mejor, ni por dibujo ni por guión. Yo te recomiendó un tomoto en formato prestigio que edito hace mucho tiempo planeta y que se encuentra fácil por 3 duros «Acto diabólico» que es un origen del personaje espectacularmente narrado, y el crossover con Batman que independientemente de los personajes es una obra maestra del comic.

Jesse Custer Jr
Jesse Custer Jr
Lector
31 marzo, 2016 5:26

Justo hoy vi las dos partes de la película y lo volví a leer la semana pasada. Es una obra monumental y tu crítica le hace justicia. Gracias.