Superman: Balas Ardientes

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Edición original: Superman: Speeding Bullets (DC, 1993).
Edición nacional/ España: Superman: Balas Ardientes (Zinco, 1993).
Guión: J. M. DeMatteis.
Dibujo: Eduardo Barreto.
Color: Les Dorscheid.
Formato: Prestigio 48 págs.
Precio: 550 pts.

 

Superman y Batman. Batman y Superman. Los dos grandes espadas de DC han desarrollado con los años una relación simbiótica, afianzada cada vez más en el inconsciente colectivo. En un principio el Hombre Murciélago fue otra de las criaturas nacidas al cobijo del éxito del kryptoniano. La creación de Bob Kane (y Bill Finger) ganó el favor de los lectores y solo un año después una cabecera con su nombre se sumaba a Detective Comics en los kioscos, igual que el hijo predilecto de Jerry Siegel y Joe Shuster había saltado de Action Comics a su título homónimo en 1939. Ambos prodigios trabaron amistad en seguida, propiciada por su pertenencia a la misma editorial. Justicieros incansables, ciertas características convenientemente publicitadas ahondaban en sus diferencias: Clark Kent, un extraterrestre superpoderoso criado felizmente por unos granjeros de Kansas; Bruce Wayne, un hombre entrenado concienzudamente para vengar ad aeternum el asesinato de sus padres. Acabamos asociando a Superman a la luz y a Batman a la oscuridad, en un juego de opuestos complementarios todavía vigente. Más raro es que se repare en las extraordinarias semejanzas entre ambos. Empezando por el aspecto físico. ¿Alguien puede decir honradamente que es capaz de distinguirlos sin sus respectivos disfraces? La broma se ha llevado tan a menudo a las páginas de los cómics que estos dos colegas son, probablemente, quienes más se han suplantado el uno al otro en todo el universo viñetil.

Superman: Balas ardientes investiga los elementos consustanciales de ambas leyendas, los modifica, mezcla y violenta aprovechando el yermo de continuidad del sello Otros Mundos, carta de naturaleza de las antaño populares “historias imaginarias”. El breve relato concebido por J.M. DeMatteis y dibujado por el uruguayo Eduardo Barreto (1954-2011) funciona como espejo distorsionado de lo que sabemos -o creemos saber- hasta el punto de que esa es su mejor baza: el juego de referencias. Por desgracia, también es su talón de Aquiles. Abiertos sus huevos de Pascua, las incoherencias y debilidades argumentales quedan al descubierto.

Aviso de Spoiler

Por ejemplo: la justificación psicológica de la reclusión de Bruce/Clark, así como su repentina toma de conciencia, es de una pereza que parece una imposición editorial, más que un desarrollo justificable. Y el plan de Luthor/Joker haría enrojecer de vergüenza incluso al Batman de la serie de los ’60.

Aunque se puede ser razonablemente duro con las cualidades narrativas del producto final, su interés para los seguidores de ambos personajes no admite discusión. Bajo la premisa «¿Qué sería de Kal-El de ser recogido y educado por el matrimonio Wayne?» tenemos, ya se ha dicho, el placer culpable de reconocer las divergencias del canon: en este caso el status quo resultante de la Crisis de 1986. Balas ardientes se publicó en 1993, lo que explica la poderosa influencia de los films de Tim Burton en estética y personajes, incluida su versión en historieta.

Aviso de Spoiler

Lois Lane de prima hermana de la Vickie Vale de Kim Basinger, escena de desenmascaramiento incluida; un Joker orondo que ha enloquecido al caer en la planta química que Burton tomó de La broma asesina.

Más sorprendente resulta su carácter de “tormenta de ideas”, aunque no queda otra que admitir que Alan Davis en El clavo o Mark Millar en Hijo Rojo obtuvieron luego mejores resultados con un concepto similar. Nociones moderadamente trasgresoras (como que Luthor adquiera el Daily Planet y aparezca la fortuna de Wayne al rescate de la plantilla) incluso fueron años más tarde transferidas a las series principales.

Un Batman al límite con los poderes del Hombre de Acero
Un Batman al límite con los poderes del Hombre de Acero

DeMatteis, que venía de triunfar con la hilarante Liga de la Justicia comandada por Giffen, demuestra ser un escritor capaz en las primeras páginas, con prosa acertada y una dosificación de tiempos que imita el canon de Miller para el origen de Batman, remedando pobremente su ritmo y composición. Traza, incluso, un amago de estructura circular que –permítaseme el chascarrillo- no acaba de redondear. Sin embargo, es incapaz de orquestar satisfactoriamente los cuantiosos elementos de ambas mitologías y va perdiendo fuelle a medida que avanza la historia. Las viñetas finales pueden recordar visualmente al desenlace de Daredevil: El hombre sin miedo, la muy superior obra de Miller y Romita Jr.

Barreto es un correcto ilustrador que en sus planchas más memorables puede evocar a Kubert o a García López y en la mayoría apenas asoma algún rasgo reconocible o inspirado. Aquí hay más de lo último que de lo primero, pero me siento generoso (dado lo mucho que me gustó La biografía no autorizada de Lex Luthor) y observaré la inteligente imitación de álbum fotográfico en una doble página (04-05) que muestra el crecimiento de Bruce con la familia Wayne o la adecuada composición, potenciada por los tonos verdes aplicados por Les Dorcheid, en que se produce el acercamiento con Lois (pág.35). Tiene fuerza la portada homenajeando el Superman #1 con un tratamiento del murciélago que recuerda a un comedido Kelly Jones.

Ediciones Zinco publicó en España Balas ardientes tan sólo unos meses después de su aparición en USA para no desperdiciar el tirón de las adaptaciones cinematográficas entonces en boga. Curiosamente a día de hoy no ha sido recuperado por ninguna de las editoriales que tomaron el testigo de DC en nuestro país. Verdad es que no se trata de ningún hito ni referente indispensable pero es una entretenida historia que sabrán apreciar los seguidores de dos de los personajes más célebres de la cultura popular.

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Elokoyo
Elokoyo
Lector
29 abril, 2014 11:08

¡Uf! ¡Qué recuerdos!

Yo tengo este prestigio de Zinco todavía XD… y la palabra que me viene a la cabeza es ENTRAÑABLE. No es un pedazo de cómic, ni una obra maestra, pero se deja leer y resulta un ejercicio curioso sobre la fusión de ambas mitologías de Batman y Superman.

También coincido en que empieza muy bien y se va desinflando a medida que lo vas leyendo, va de más a menos. Es cierto que tiene ideas y apuntes muy buenos, pero no los desarrollan como es debido. De hecho, como bien apuntas en tu artículo, fueron otros autores quienes posteriormente en las colecciones correspondientes parecen que cogieron dichos conceptos para desarrollar tramas en las colecciones regulares.

Un cómic curioso y entrañable con algunas buenas ideas.

r7varola
r7varola
Lector
29 abril, 2014 12:16

Lo tuve en su versión argentina. Por aquellos años me encantó, pero releído hace poco bajó mucho en mi consideración. De todas formas la primera mitad entretiene y el dibujo de Barreto está muy bien, no pierde con el tiempo como otros de la misma época (he estado releyendo el batman de Tom Lyle y es malo con ganas)

Jordi Molinari
Autor
29 abril, 2014 15:38

Esa portada, en otro sitio, hubiera sido digna de ser un FAIL Made in China/Taiwan.

guolberin
guolberin
Lector
29 abril, 2014 15:49

Yo aún lo conservo, peor vamos, en el cajón de los olvidados…. No recuerdo mucho la historia, pero no era de mis otrosmundos favoritos, pero tampoco de los no favoritos.

Ya que Javier lo menciona, y sin que tenga mucho o nada que ver, diré una cosa, prefiero y por mucha diferencia, la Biografía no Autorizada de Luthor, cuyo único punto en común es el dibujante, y bueno, el mundillo supermanero.

TheBaldRocker
TheBaldRocker
Lector
30 abril, 2014 3:55

Excelente reseña Mr.Agrafojo, como siempre.
Pues otro Elsewords que si se publicara de nuevo por estos lares, en su rústica y por unos 8 euritos,
fijo fijo que iba pa la saca!
¿OIDO COCINA, Sres de ECC?
Venga, vamos, que lo estáis haciendo de coña con los Otros Mundos. No bajéis el ritmo ahora 😉

Rockeros Saludos

Superman95
Superman95
Lector
30 abril, 2014 15:04

Mejor suerte tuvimos los fans latinos con la edición de VId. Si bién era un tomo donde el papel era un poco ordinario y una simple portada de carton plastificado, tenia un formato «flip book» donde incluía la superior «Superman: Kal» de Dave Gibbons y Jose Luis Garcia-Lopez. Una duda: ¿Ya hicieron ustedes alguna mención de este elseworld? ¿Acaso me la perdi?