Reseñas DC: Batgirl #35 y Klarion #1

 

Edición original: DC Comics.
Guión: Cameron Stewart y Brendan Fletcher
Dibujo: Babs Tarr.
Entintado: Babs Tarr.
Color: Maris Wicks.
Formato: Comic-book.
Precio: $2.99

 

Valoración:

El cómic indie está de moda. En Marvel hace tiempo que tomaron buena nota sobre ello y lo que en teoría es algo a contracorriente ahora parece ser una de las corrientes principales. O algo así. Productos como Hawkeye, Secret Avengers, Daredevil, She-Hulk o Ms. Marvel se han apuntado a lo que viene siendo una nueva corriente de cómic: optimista, con un toque «independiente» en el dibujo y con un toque «a lo Stan Lee» en el guión que les ha salido realmente bien. Quizás no sean series que pueblen lo puestos altos de las listas de ventas pero si obtienen prestigio a través de la crítica, los premios y, como no, los tomos posteriores reeditados que cogen fuerza gracias al boca a boca en detrimento del marketing, algo de lo que sí viven –y mucho– las grapas. En DC debió de sonar un «A que no hay huevos» en la oficina y se han puesto en marcha para sacar adelante series con este estilo, a ver que pasa. El primer turno es para Batgirl, personaje que venía dando tumbos desde el polémico reinicio editorial donde decidieron ponerla a andar y que no había gozado de muy buenas críticas bajo el manto de Gail Simone, aunque si venía bastante apoyada con las ventas. Barbara Gordon es un personaje popular, que parece haber encontrado un nicho de mercado femenino entusiasta que busca personajes con los que identificarse. La cuestión es que, lejos de ser un personaje diferente a lo que podríamos ver en otros como Batman o Nightwing, Batgirl era más de lo mismo, asumida como estaba en ese tono oscuro que puebla la mayoría de cómics que no se encuentran en la corriente mencionada al principio.

Así, y en busca de un nicho de mercado interesante formado por snobs del cómic de superhéroes americano y féminas ávidas de pijameros, nace esta nueva Batgirl, que de haber nacido al cobijo de la editorial vecina hubiera llevado, muy tranquilamente, un número 1 enorme en la portada. Aquí todo es diferente a lo que veíamos antes, incluida Barbara –que parece haber rejuvenecido 10 añitos– y absolutamente nada tiene que ver con lo anterior. Barbara se muda al exterior y comienza a compartir pisos con amigas, liga a través de una red social en el móvil llamada Hooq, tiene resacas como todos nosotros y emplea sus habilidades para descubrir quien le ha robado el portátil. Todo es moderno, hipster, cool. Como queráis llamarlo. Pero mola. Empezando por su dibujo, con una dibujante como Babs Tarr entregadísima a la causa y una colorista que se suma a la fiesta entregándonos un cómic fantásticamente dibujado y detallado, desde el piso de solteras y jóvenes lleno de cervezas tras un día de fiesta hasta el barrio cool de las afueras que ahora está lleno de hipsters en busca de una vida cool. Y el traje. Ay el traje. Uno sabe lo que es el amor a primera vista cuando ve el nuevo traje de Batgirl. Estamos, posiblemente, ante de uno de los mejores rediseños que se han hecho en este Nuevo Universo DC, por muy tarde que llegue.

Pero si alguien busca aventuras de superhéroes hipertróficas o humor sin fronteras como Deadpool está en un lugar muy equivocado. Las nuevas aventuras de Barbara brillan con luz propia. Está lo suficientemente cerca de una sitcom moderna y chachi de la MTV como para gustar a los más jóvenes e inexpertos, pero también lo suficientemente cerca de las nuevas tendencias del cómic independiente como para gustar a los lectores clásicos que buscan nuevas formas de entretenimiento en la viñeta. En definitiva, sabe arrimarse a todos aquellos sitios que sabe que hay un público esperando y los abraza con gusto. Y además, lo hace con una historia entretenida, donde nos presenta sin temor a nuevos personajes, a la nueva Barbara que se maquilla para salir en al foto de la Red Social o viejos conocidos de las Aves de Presa. Se podría decir algo así que Cameron Stewart y Brenden Fletcher lo han bordado. DC Comics aprueba con nota su entrada en el estiloso mundo del cómic desenfadado, y lo hace con un gusto inusitado e indudable. Es lo que tiene rodearse de gente con talento como todos y cada uno de los que aparecen acreditados y llevar como bandera el hecho de que los cómics para los más jóvenes también sirven para los más avezados, algo que Pixar descubrió hace mucho tiempo.

 

Edición original: DC Comics.
Guión: Ann Nocenti
Dibujo: Trevor McCarthy
Entintado: Trevor McCarthy
Color: Guy Major
Formato: Comic-book.
Precio: $2.99

 

Valoración:

Cada uno identifica a Klarion según la generación en la que se haya introducido en los cómics, o la forma de hacerlo. El joven brujo fue creado por el legendario Jack Kirby en la serie The Demon a mediados de los 70. Pero no fue hasta mediados de la década pasada que su nombre se recuperó con fuerza. Y fue a manos de otro de los grandes de esta época, Grant Morrison en sus Siete Soldados de la Victoria. Para una joven – o ya no tanto -, fue la serie Young Justice la que les mostró las virtudes y peligros del joven brujo. En los tiempos recientes se le podría recordar de haber aparecido en la Batgirl de Brian Q. Miller, creando un dúo adorable con Stephanie Brown. O en el Lil’ Gotham de Dustin Nguyen. Y omitiendo el número del Teen Titans: Futures End #1, curioso pero sin ir más allá de la anécdota, este Klarion #1 es la introducción del personaje a los lectores del nUDC. Otro personaje kirbyesco más a sumar a la colección de Dan DiDio, a falta que Etrigan tenga una serie en solitario, o al fin pueda Kamandi debutar en los Nuevos 52. Y como suele ser en estos casos, suele confiar estas series a sus autores de confianza. Y en este caso, el nombre que salió del bombo fue femenino: Ann Nocenti.

Hace tiempo, habría sido un nombre seguro. Pero como aprendimos cuando se hizo con las riendas de Green Arrow, ese tiempo había pasado hacía ya mucho tiempo. Llegar a Catwoman solo empeoró las cosas, tanto para su reputación, como para la serie, para Selina y los lectores fieles a la mayor ladrona de Gotham City. Katana no terminó de ser el revulsivo a su trabajo en el nUDC, pese a ser una mejoría en algunos sentidos. Con semejantes antecedentes las expectativas estaban muy bajas, y quieras que no, esto haya terminado siendo algo a favor para este Klarion #1. Para empezar, sigue teniendo un diálogo que se nota suyo, pero que no te saca del cómic, o tener que leerlo varias veces para entenderlo. Si lees varias veces este cómic, sería por otros motivos más positivos.

Klarion ha sido un mal estudiante, y a causa de su forma de ser, se ve obligado a abrirse al Multiverso. A través de cierto demonio barbero y taxista a tiempo parcial, de entre todas las Tierras y todas las ciudades, acaba llegando a la Gotham City de la Tierra principal. Bueno, esto último es algo más que se sabe por entrevistas que por el cómic en si. En este primer número, podría ser por ejemplo Barcelona, la discoteca Razzmatazz o el Nasty Mondays de la Sala Apolo, y sería igual de creíble. En ese sentido, no hay Bat-referencias como en Gotham Academy. Y en esta ciudad gótica de nombre, arquitectura y vestimentas, Klarion conoce a Rasp, descendiente de los Rasputin rusos, y a la melenuda Zell. Ella también vive en el piso de estudiantes-brujos de Piper y Noah, quienes serán los adultos responsables de reclutar a los brujos en contra de los tecno-magos. Estos son los villanos de momento, con Coil a la cabeza, y serán quienes intentarán reclutar a Rasp, y con ello se inician los conflictos y peleas mágicas.

Y si el guion sorprende, aunque fuera por tener expectativas bajas, los dibujos sorprenden incluso teniendo alto el listón esperado. Y es que si se esforzaba Trevor McCarthy para no desentonar cuando sustituya a JH Williams III en Batwoman, aquí está desatado y vemos seguramente el mejor trabajo de su carrera. Se nota que disfruta del reto, y que quiere hacerse suya la serie. Y los colores de Guy Major le sientan muy bien. Así que podemos hablar de una serie de McCarthy, que escribe sin desentonar Nocenti. El regusto que ha dejado este primer número es positivo, y esperemos que la mitología creada vaya aumentando número a número. Por Trevor. Y para tener algo de fe en Ann. O al menos, que su paso por los Nuevos 52 no sea todo tan negativo. Pero sobretodo, porque nos merecemos series de adolescentes que valgan la pena leer, y parece que en este octubre de 2014, la cosa está cambiando para bien. Y si se le suma además parte de la linea Dark, todo esto que nos llevamos de más.