Los secretos del trono de Wakanda: descubriendo la historia de Pantera Negra

Desentrañamos los secretos de Pantera Negra. T'Challa, el Rey Huérfano, el soberano de Wakanda y el Rey de los Muertos. Monarca presente a lo largo de toda la historia del universo Marvel.

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T’Challa, el Rey Huérfano, el soberano de Wakanda, el Rey de los Muertos, la Pantera Negra. Pocos personajes del Universo Marvel cuentan con un trasfondo tan exótico como Pantera Negra. Proviene de una nación en la que la ciencia ha evolucionado hasta el punto de que casi parece magia y se ha mezclado con las tradiciones más ancestrales de una forma única. Ha ocupado el trono de su país y ha sido partícipe de sus secretos tribales, de sus intrigas y de sus conflictos, pero también ha viajado por todo el mundo y ha sido miembro de grupos como los Vengadores, los Cuatro Fantásticos y los Illuminati. T’Challa tiene el honor de ser el primer héroe negro de la historia de Marvel, lo cual era algo casi inaudito cuando apareció por primera vez en los años 60. Su creación abrió la puerta a que apareciesen otros personajes como Luke Cage o el Halcón, contribuyendo así a la diversidad dentro del mundo del cómic en una época en la que ese término era algo casi desconocido.

Rey de los Muertos

Ideado durante la edad dorada de la pareja de arquitectos fundacionales de la Casa de las Ideas, Pantera Negra cuenta con décadas de historia a sus espaldas, pero aún sigue siendo uno de los personajes clave del Universo Marvel. Y a juzgar por el papel que ha tenido en Secret Wars y en el posterior relanzamiento de All-New All-Different Marvel, unido a su aparición en la reciente película de Marvel Studios Capitán América: Civil War (donde lo interpreta Chadwick Boseman) y el hecho de que protagonizará su propia película en 2018, su importancia no va a dejar de crecer durante los próximos años. Es, por tanto, un momento excelente para echar la vista atrás y rememorar la larga trayectoria de este fascinante personaje.

Origen secreto

Entre 1965 y 1966, la pareja formada por Stan Lee y Jack Kirby alcanzó su cénit creativo dando a luz dentro de la colección de los Cuatro Fantásticos a toda una serie de personajes nuevos que acabarían convirtiéndose en pilares fundamentales del por aquel entonces aún incipiente Universo Marvel. En apenas diez meses, Lee y Kirby presentaron a los Inhumanos, al Vigilante, a Estela Plateada, a Galactus y a Pantera Negra. Por si la creación de toda una raza oculta y la llegada de un dios estelar devorador de mundos no hubiesen sido suficientes emociones, en la siguiente historia los dos autores llevaron al cuarteto hasta una nación africana secreta en la que la tradición tribal se combinaba con la más alta tecnología. Así es como introdujeron el país ficticio de Wakanda y a su protector, Pantera Negra, en la mitología Marvel. Esta historia pronto se convirtió en uno de los hitos de la colección, como todos sabemos. Sin embargo, es un hecho poco conocido que Pantera Negra fue una revisión de un personaje anterior: Coal Tiger, el Tigre de Carbón.

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En efecto, existen unos bocetos de Kirby que se refieren al personaje como Coal Tiger y muestran una estética mucho más colorida que la que presentó posteriormente Pantera Negra, además de carecer de máscara. Aquel personaje era una propuesta del dibujante para una futura serie regular que nunca llegó a ver la luz y es que quizá una colección protagonizada por un héroe negro era algo demasiado novedoso para 1965. No obstante, Kirby trató de recuperar al personaje en la serie de los Cuatro Fantásticos en cuanto tuvo ocasión. Eso sí, tuvo que cambiar ligeramente el diseño, sustituyendo los colores rojo y amarillo del original por tonos más apagados, además de añadirle una máscara. En una primera portada para Fantastic Four Vol. 1 #52 USA (julio de 1966) que fue rechazada, la máscara sólo cubría la parte superior del rostro del personaje, dejando su nariz y su boca al descubierto. Dicha portada fue modificada para añadir una máscara que cubriese por completo el rostro de quien en adelante sería conocido como Pantera Negra. Los motivos del cambio nunca se han desvelado. ¿Quizá se quería evitar la posible polémica que causaría mostrar a un personaje negro en portada?

También existe cierta polémica sobre la autoría del personaje. Muchos años después de su primera aparición en un cómic de la Casa de las Ideas, Stan Lee se refirió a la creación de Pantera Negra en el documental With Great Power: The Stan Lee History como si hubiese sido una propuesta personal suya. Lee comenta que quería ver a más gente negra en los cómics de Marvel, así que se le ocurrió crear a Pantera Negra. En el documental no hay ninguna mención a Kirby respecto a la elaboración del personaje, lo cual obviaba la existencia previa del diseño de Coal Tiger. Sin embargo, todos conocemos la célebre mala memoria de Stan Lee, ¿verdad?

Quizá el caso de Pantera Negra fue similar al de Estela Plateada, un personaje concebido originalmente por Kirby e introducido en la historia sin que Lee tuviese conocimiento de él. Pese a ello, el éxito del surfista no se debió sólo al regio diseño de Kirby o la shakesperiana prosa de Lee por separado, sino a la suma de ambos. Yo me inclino a pensar que aquí, como en el caso de Estela Plateada, la balanza de la autoría se decanta más hacia Kirby. No obstante, fuese cual fuese su origen secreto, el personaje que hoy conocemos y celebramos se debe tanto a los lápices de Jack Kirby como a las palabras de Stan Lee. El número 52 de los Cuatro Fantásticos, en cuya portada se presentaba al rey de Wakanda por primera vez, supuso otro momento memorable para la Casa de las Ideas.

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Ganándose el título

Para entender quién es Pantera Negra primero debemos conocer de dónde viene su nombre. Wakanda es un país con una organización tribal en la que política y religión se entremezclan. De hecho, el título de Pantera Negra es un título honorífico para el líder de todas las tribus wakandianas, cabeza del estado y protector de Wakanda, pero también se refiere al elegido del Dios Pantera. El Dios Pantera es de hecho la deidad que los egipcios conocían como Bast y es la base de las creencias de los nativos de Wakanda. En resumidas cuentas, Pantera Negra es tanto un líder político como un líder religioso, además de un símbolo unificador para las distintas tribus de su nación. Gracias a la conexión con el Dios Pantera, así como a la ingestión de una hierba en forma de corazón que sólo crece en Wakanda, aquel que ostente el título de Pantera Negra puede potenciar sus sentidos, su fuerza, su agilidad y su resistencia por encima de los de un ser humano normal. La vestimenta característica de la Pantera Negra es un ropaje ceremonial que se usa tanto en la batalla como en las reuniones diplomáticas y el título se hereda de padres a hijos dentro del Clan Pantera, una de las tribus wakandianas. No obstante, un detalle importante es que, pese a que el título es hereditario, cada Pantera Negra debe ganarse su derecho a reclamarlo.

T’Challa nació en el seno del Clan Pantera y sus padres fueron T’Chaka, anterior soberano de Wakanda y poseedor del título de Pantera Negra, y N’Yami, quien por desgracia falleció durante el parto. Su madre adoptiva, Ramonda, abandonó Wakanda cuando él sólo tenía ocho años y un entristecido T’Chaka prohibió que volviese a mencionarse su nombre en su presencia. T’Chaka crió a su hijo en solitario, confiándole los secretos de su nación. Como los anteriores soberanos de Wakanda, T’Chaka había hecho suyo el compromiso de proteger los yacimientos del metal único conocido como vibranium. Mucho tiempo atrás, un meteorito se había estrellado en tierras wakandianas, trayendo consigo el maravilloso metal desde las estrellas. Conociendo el potencial de dicho metal, las anteriores Panteras Negras decidieron aislar Wakanda del resto del mundo para salvaguardar el secreto. T’Chaka protegió el vibranium durante años y esperaba que su hijo T’Challa continuase con su labor. Poco sospechaba el rey que el vibranium sería la causa de su muerte.

El científico criminal Ulysses Klaw acudió a Wakanda para hacerse con muestras de vibranium, ya que necesitaba sus propiedades de absorción de ondas de sonido para alimentar el artilugio que había inventado: un transformador sónico capaz de crear construcciones de auténtico sonido sólido. Ante la negativa de T’Chaka, Klaw y sus hombres acabaron con la vida del rey y masacraron a gran parte de su tribu, hasta que el joven T’Challa, que por aquel entonces sólo era un muchacho, se apoderó de una de las armas de su enemigo y le atacó. Klaw perdió la mano, pero logró huir de la batalla. Desde entonces, T’Challa juró vengar a su padre y ocupar su puesto como la siguiente Pantera Negra (tal y como se narró en el flashback de Fantastic Four Vol. 1 #53 USA, agosto de 1966).

Klaw

A pesar de sus bravatas, T’Challa era poco más que un niño y aún no estaba preparado para reclamar la corona o el título de Pantera Negra. S’yan, el hermano menor de T’Chaka, le envió entonces a probar su valía realizando el rito de paso de la tradición wakandiana, durante el cual debía recorrer las tierras africanas en soledad y vivir como vivieron sus ancestros. Mientras el joven se encontraba en Kenya fue atacado por un grupo de racistas, pero recibió la inesperada ayuda de una niña mutante capaz de controlar el clima. Se trataba de Ororo Munroe, quien años después sería conocida como Tormenta de la Patrulla X (esto se narró en el complemento del Marvel Team-Up Vol. 1 #100 USA, diciembre de 1980, una historia escrita en retrocontinuidad por Chris Claremont). Tras este primer encuentro, ambos pasaron algún tiempo juntos y vivieron un breve pero intenso romance hasta que las obligaciones de T’Challa hacia su país le obligaron a regresar. Al igual que él, Ororo también siguió su propio camino en solitario. No obstante, aquel romance dejaría una honda huella en ambos personajes, que muchos años después volverían a ser pareja e incluso llegarían a casarse.

En el tiempo que había estado fuera, el gobierno de Wakanda había recaído sobre el hechicero N’Baza. Para continuar con la preparación del joven T’Challa, N’Baza decidió enviarle a las mejores escuelas de Estados Unidos y Europa junto a B’Tumba, su hijo y amigo de la infancia del heredero. Durante el tiempo que pasó en Estados Unidos, T’Challa utilizó el alias de Luke Charles para mantener su verdadera identidad en secreto. Finalmente, tras obtener el doctorado en física de la Universidad de Oxford, regresó de nuevo a Wakanda para afrontar las pruebas finales de N’Baza. En primer lugar, el hechicero le indicó que debía derrotar a los seis guerreros más poderosos de su tribu, cosa que T’Challa consiguió con facilidad. A continuación, N’Baza le dijo que debía pasar una noche de vigilia en el interior del templo del Dios Pantera para entrar en comunión con la deidad. Fue durante esa noche cuando T’Challa encontró las ropas ceremoniales de la Pantera Negra por primera vez. Una vez las tuvo, N’Baza le indicó que debía consumir la hierba secreta que crecía en las llanuras wakandianas, para así ganar las sentidos aumentados, la fuerza, la velocidad y la resistencia que precisa el protector de Wakanda. Pero tras conseguir las hierbas, T’Challa se encontró con un grupo perteneciente a la organización criminal IMA (Ideas Mecánicas Avanzadas), que había acudido a su país con la intención de apoderarse del vibranium, T’Challa fue derrotado y capturado y, justo cuando se preparaban para ejecutarle, descubrió que uno de los asaltantes era su amigo B’Tumba, quien le había guardado rencor en secreto durante años por superarle en todos los aspectos. Pero B’Tumba no fue capaz de apretar el gatillo y en su lugar decidió liberar a su amigo. Los secuaces de IMA fueron derrotados y huyeron, pero a costa de que B’Tumba perdiese la vida en el proceso. Con sus últimas palabras, B’Tumba le pidió perdón (todo esto se narró en el flashback de Avengers Vol. 1 #87 USA, abril de 1971).

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Tras estos acontecimientos, T’Challa al fin estaba listo para reclamar el título de Pantera Negra y ocupar el trono de su padre. Su intención era aprovechar los conocimientos que había acumulado durante sus viajes para convertir Wakanda en una superpotencia tecnológica, pues su país debía estar preparado ante las amenazas del mundo exterior. El vibranium era un premio que muchos codiciaban, pero T’Challa, como sus ancestros antes que él, juró que lo mantendría a salvo.

Los Cuatro Fantásticos y el Amo del Sonido

Tiempo después, T’Challa invitó a su país al célebre cuarteto de aventureros conocido como los Cuatro Fantásticos con el objetivo de probar sus habilidades contra ellos en el interior de su jungla de maravillas tecnológicas (Fantastic Four Vol. 1 #52 USA, julio de 1966). La victoria hubiese sido suya de no ser por la intervención de Wyatt Wingfoot, el aliado del equipo que rescató a la Antocha Humana de la trampa en la que lo había dejado Pantera Negra. De cualquier modo, el soberano de Wakanda no quería convertirse en enemigo de Reed Richards y los suyos, sino que sólo quería saber si sus habilidades estaban a la altura del reto que le esperaba: Ulysses Klaw, el asesino de su padre, había vuelto al fin a Wakanda con la intención de apoderarse del vibranium.

Klaw había sustituido su mano perdida por un artilugio sónico similar a su arma original, el cual le permitía manipular las ondas de sonido y usarlas para generar construcciones sólidas. Impresionado por el combate contra ellos, Pantera Negra pidió ayuda a los Cuatro Fantásticos y juntos se enfrentaron a las bestias de sonido sólido conjuradas por Klaw. En última instancia, T’Challa le perdonó la vida al villano. Había jurado vengar a su padre, pero los Cuatro Fantásticos le habían mostrado el camino del auténtico heroísmo. Derrotado de nuevo, Klaw optó por usar sus máquinas sobre sí mismo, convirtiéndose así en una criatura compuesta de puro sonido sólido (Fantastic Four Vol. 1 #53 USA, agosto de 1966). Tras eso, el autoproclamado Amo del Sonido se convertiría en un villano recurrente del cuarteto y lucharía contra ellos en innumerables ocasiones. De igual forma, T’Challa se convirtió en uno de los más valiosos aliados de los Cuatro Fantásticos, proporcionándoles apoyo contra amenazas de la talla de Psico-Man (Fantastic Four Annual #5 USA, noviembre de 1967), en una aventura que reuniría a los Cuatro Fantásticos y a los Inhumanos y que acabaría de forma inesperada.

Pantera Negra, Vengador

No mucho después, T’Challa luchó junto al Capitán América para derrotar al Barón Zemo (Heinrich Zemo, el padre de Helmut, aunque pronto se descubriría que no se trataba del auténtico barón sino de un doble). Pantera Negra, el Capitán América y la Agente 13 destruyeron los artilugios del falso Zemo y frustraron su plan para destruir los Estados Unidos usando un rayo solar. Al finalizar aquella batalla, el Capi le pidió a T’Challa que considerase ocupar su puesto en los Vengadores mientras él se tomaba una excedencia (Captain America Vol. 1 #100 USA, abril de 1968). De esta forma, Pantera Negra se unió a los Héroes Más Poderosos de la Tierra justo a tiempo para una de sus eras de mayor esplendor, aquella que orquestaron Roy Thomas y John Buscema.

Vengadores Buscema

Cabe destacar como curiosidad que cuando T’Challa ingresó en los Vengadores, el dibujante John Buscema recuperó el diseño de Kirby para aquella primera portada que fue descartada, en la que la máscara de Pantera Negra sólo cubría la parte superior de su rostro. Tras unos cuantos números, Buscema recuperó la máscara completa sin que se diese ninguna explicación. Una posible razón para esto pare de los rumores que dicen que, pese a la modificación de aquella portada primigenia, Kirby había seguido dibujando al personaje con la mitad del rostro descubierta y por tanto los entintadores tenían que encargarse de efectuar el cambio. Pero al menos en una ocasión el entintador olvidó ese detalle, como ocurrió en su única aparición de una viñeta en Fantastic Four Vol. 1 #60 USA (marzo de 1967). Quizá Buscema había visto alguna de las páginas originales de Kirby y pensado por error que esa era la manera correcta de dibujar a Pantera Negra… o quizá quiso reivindicar el diseño original de Kirby hasta que le pidieron que lo cambiase. Quién sabe.

De cualquier modo, T’Challa ingresó oficialmente en los Vengadores en Avengers Vol. 1 #51 USA (abril de 1968), justo a tiempo para participar en una terrible batalla contra el Segador (Avengers Vol. 1 #52 USA, mayo de 1968). Poco después, el equipo compuesto por Pantera Negra, Ojo de Halcón, Avispa y Goliat se enfrentó a la Patrulla X original (Avengers Vol. 1 #52 USA, junio de 1968), en lo que se acabó revelando como una manipulación del terrorista mutante Magneto. No mucho después, una nueva encarnación de los Amos del Mal formada por Torbellino, el Hombre Radioactivo, el Fundidor y Klaw puso a los Vengadores contra las cuerdas después de que fuesen aparentemente traicionados por su fiel mayordomo Jarvis (Avengers Vol. 1 #54 USA, julio de 1968). No obstante, aquella batalla no fue más que el preludio de una mayor, pues tras el grupo de villanos se encontraba Ultrón-5, la primera encarnación del ser robótico que se enfrentó a los Vengadores y que con el tiempo se convertiría en uno de sus más célebres adversarios (Avengers Vol. 1 #55 USA, agosto de 1968).

Pantera Negra formó parte de las filas de los Héroes Más Poderosos de la Tierra durante dos acontecimientos que marcarían a fuego su historia. El primero de ellos fue la llegada de la Visión, el sintezoide construido por Ultrón que se rebelaría contra su creador y se uniría al equipo de héroes (Avengers Vol. 1 #57-58 USA, octubre – noviembre de 1968). El segundo fue la primera aparición de Chaqueta Amarilla, en lo que sería la primera gran crisis de identidad de Hank Pym (Avengers Vol. 1 #59 USA, diciembre de 1969). Todos estos eventos se sucedieron sin descanso, configurando una etapa gloriosa para los héroes, y en todas esas batallas T’Challa pudo probar su valía como Vengador. No obstante, sus raíces wakandianas acabarían pesando más que su alianza con el equipo.

El Hombre Sin Miedo y el Hombre Mono

T’Challa tuvo que dividir su tiempo entre sus obligaciones como monarca y su deber como miembro de los Vengadores, por lo que su presencia en el equipo se hizo un tanto irregular. Pantera Negra viajó constantemente entre su país natal y Estados Unidos, donde volvió a utilizar su viejo alias de Luke Charles. También en aquella época se encontró por primera vez con Daredevil, con quien compartiría diversas aventuras a lo largo de los años.

Mientras patrullaba las azoteas de Nueva York, T’Challa recibió el aviso del abogado Foggy Nelson, quien había confundido su silueta con la del diablo de la Cocina del Infierno. Foggy le pidió que ayudase a Daredevil, cuya vida estaba en peligro debido a la administración de un tratamiento médico que había reaccionado con las partículas radioactivas de su sangre (vestigios del accidente que le otorgó su sentido del radar y le hizo perder la vista). Foggy le entregó el antídoto para que se lo administrase, aunque al hacerlo T’Challa descubrió la verdadera identidad de Daredevil. Sabiendo que Matt Murdock sería un valeroso aliado en el futuro, el monarca juró guardar el secreto (Daredevil Vol. 1 #52 USA, mayo de 1969).

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Poco después, tras una batalla contra el gigante de hielo Ymir en tierras wakandianas, Pantera Negra y sus aliados Vengadores fueron asaltados por las propias tropas de su país. Cuando T’Challa exigió que se le revelase quién había autorizado a dichas tropas, descubrió que el responsable de haber dado la orden era M’Baku, uno de los guerreros más curtidos de su nación. Cuando el monarca exigió respuestas, M’Baku trató de justificarse alegando que había estado armando a los soldados para prepararse en caso de que Klaw regresase, pero en realidad lo que estaba haciendo es preparar un golpe de estado para apoderarse del trono. Puesto que la tradición tribal abogaba por los líderes guerreros, M’Baku pensaba que si derrotaba en combate a Pantera Negra se ganaría el beneplácito de sus súbditos. De esta forma, drogó a los Vengadores y preparó un combate contra T’Challa, en el que lucharía llevando un atuendo largo tiempo prohibido en Wakanda: el traje del gorila blanco. Si M’Baku lograba obtener la victoria, prohibiría el culto al Dios Pantera y lo sustituiría por la adoración al gorila blanco.

M’Baku, quien en adelante se conocería como Hombre Mono, peleó contra Pantera Negra utilizando trucos sucios. Cuando su enemigo estuvo a punto de caer a un pozo mientras forcejeaban, T’Challa le ofreció su mano para salvarle, circunstancia que el villano aprovechó para girar las tornas del enfrentamiento y noquearle. Cuando Pantera Negra despertó estaba atado frente a la estatua del Dios Pantera. El Hombre Mono comenzó a golpear la estatua con el objetivo de derribarla sobre el impotente monarca. Por suerte, sus compañeros Vengadores lograron recuperarse y rescatarle a tiempo, aunque M’Baku se dio por muerto durante el derrumbamiento (Avengers Vol. 1 #62 USA, marzo de 1969).

La situación en Wakanda tras el fallido golpe de estado obligó a Pantera Negra a prestar más atención a sus deberes como jefe de estado, aunque eso no le impidió participar en los enfrentamientos de los Vengadores contra Ultrón-6 (Avengers Vol. 1 #68 USA, septiembre de 1969), Kang el Conquistador (Avengers Vol. 1 #69 USA, octubre de 1969) o el Escuadrón Siniestro (Avengers Vol. 1 #70 USA, noviembre de 1969).

El odio racial de los Hijos de la Serpiente

Los Vengadores no tardaron mucho en cruzarse con el grupo racista conocido como los Hijos de la Serpiente, en una aventura que tendría un gran impacto sobre Pantera Negra. Los Hijos de la Serpiente habían señalado como objetivos a prominentes personas de raza negra de la ciudad de Nueva York, entre ellos la cantante Monica Lynne, que había aparecido en televisión hablando en contra de las actividades del grupo racista. Cuando los Hijos de la Serpiente atacaron a Monica, Pantera Negra acudió al rescate. Los Vengadores se ofrecieron para mantenerla bajo custodia, pero T’Challa prefirió encargarse él mismo de su protección.

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Pantera Negra le pidió a la cantante que no volviese a aparecer en televisión, pero ella se negó a dejarse dominar por el miedo y criticó de nuevo a los Hijos de la Serpiente en directo. Mientras tanto, T’Challa recorrió la ciudad en busca de la base del grupo racista con la esperanza de detenerlos antes de que volviesen a atentar contra Monica. Por desgracia, fue capturado por aquellos a los que pretendía derrotar (Avengers Vol. 1 #73 USA, febrero de 1970).

Poco después los Vengadores recibieron noticias de una serie de crímenes en diversas partes de la ciudad cometidos aparentemente por Pantera Negra, circunstancia que los Hijos de la Serpiente utilizaron para acrecentar las llamas del odio racial. De hecho, los mismos Hijos de la Serpiente prometieron que detendría a Pantera Negra y lo desenmascararían en televisión. Evidentemente se trataba de un impostor equipado con el traje de T’Challa mientras el auténtico se encontraba prisionero. Sin embargo, la amenaza de los villanos era real, puesto que pretendían mostrar el verdadero rostro de Pantera Negra con la esperanza de ganarse a la opinión público y propagar su ideología racista entre la población. Los Vengadores lograron intervenir a tiempo, derrotando al impostor y liberando al auténtico Pantera Negra, pero aunque la conspiración de los Hijos de la Serpiente había sido descubierta, el daño que había causado en la imagen pública de Pantera Negra y el odio racial que habían provocado tardarían mucho tiempo en desaparecer (Avengers Vol. 1 #74 USA, marzo de 1970). Pese a todo, aquel momento supuso el inicio de una relación romántica entre T’Challa y Monica, aunque no sería desarrollada con detalle hasta más adelante.

Pantera continuó formando parte de los Vengadores y luchando contra enemigos como Arkón el Magnífico (Avengers Vol. 1 #75-76 USA, abril – mayo de 1970), el Hombre Mono, que había sobrevivido a su primer combate para unirse a la Legión Letal (Avengers Vol. 1 #78 USA, julio de 1970), el Zodiaco (Avengers Vol. 1 #80-81 USA, septiembre – octubre de 1970) o el Escuadrón Siniestro, ahora rebautizado como Escuadrón Supremo (Avengers Vol. 1 #85-86 USA, febrero – marzo de 1971). También volvió a hacer equipo con Daredevil para investigar las actividades de una banda criminal que había estado reclutando adolescentes afroamericanos y poniendo sus vidas en peligro (Daredevil Vol. 1 69 USA, octubre de 1970).

El Doctor Muerte, el Dios León y la despedida de los Vengadores

Aprovechando la ausencia de su protector, el Doctor Muerte descubrió la localización de Wakanda y planeó atacar la nación africana para apoderarse de su vibranium. Hasta ese momento la existencia del maravilloso metal y del país que lo albergaba era conocida sólo por unos pocos, por lo que el soberano de Latveria quiso aprovecharse de esa jugosa ventaja. Utilizando un vehículo subterráneo, Muerte atravesó las fronteras wakandianas con intenciones hostiles. Sus habitantes pidieron ayuda de inmediato a T’Challa, que acudió para enfrentarse al villano e impedir que se apoderase del metal. Pantera Negra amenazó con destruir la volátil sustancia con su disparo de energía, algo que estaba dispuesto a hacer si así evitaba que cayese en manos de Muerte. Finalmente, el Doctor Muerte aceptó su derrota y volvió a Latveria (Astonishing Tales Vol. 1 #6-7 USA, junio – agosto de 1971).

Mientras permanecía en África, T’Challa fue hecho prisionero por la nación de Rudyarda, un país vecino a Wakanda que mantenía un régimen de apparteheid entre los ciudadanos blancos y los nativos africanos. La Cosa y la Antorcha Humana de los Cuatro Fantásticos acudieron al rescate para descubrir poco después que Rudyarda se había aliado con Klaw (Fantastic Four Vol. 1 #119 USA, febrero de 1972). Durante esta aventura, Pantera Negra cambió su nombre por Leopardo Negro para que sus actividades en la nación racista no fuesen asociadas con su presencia como Vengador en Estados Unidos.

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No mucho después, T’Challa se hizo pasar por Daredevil delante de las cámaras para proteger la identidad de su aliado (Daredevil Vol. 1 #92 USA, octubre de 1972). También continuó librando batallas junto a sus compañeros Vengadores, como la vez que luchó junto a ellos contra los Mutados de la Tierra Salvaje (Avengers Vol. 1 #105 USA, noviembre de 1972) o de nuevo contra el Segador (Avengers Vol. 1 #107-108 USA, enero – febrero de 1973). Incluso reclutó a su amigo Daredevil para que ayudase a los Vengadores a derrotar a Magneto (Daredevil Vol. 1 #99 USA y Avengers Vol. 1 #111 USA, mayo de 1973). Pero quizá el siguiente punto de inflexión de su carrera como Vengador llegó con la aparición del Dios León.

En Avengers Vol. 1 # 112 USA (junio de 1973) las protestas iniciadas por la manipulación de los Hijos de la Serpiente alcanzaron la Mansión de los Vengadores, donde los manifestantes llegaron a asaltar la propia residencia de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Durante la revuelta, un reportero ayudó a T’Challa a evadirse para luego revelar que se trataba en realidad del Dios León disfrazado. El Dios León, en realidad una identidad alternativa del dios egipcio Sekhmet, secuestró a Pantera con el objetivo de llevarlo de regreso a África para utilizarlo en su plan de derrotar al Dios Pantera, quien como ya sabemos era en realidad su hermana del panteón egipcio: Bast. Afortunadamente, Thor llegó a tiempo para enfrentarse al Dios León y derrotarle, haciendo que escapase jurando venganza.

El villano no tardaría mucho en volver. En Avengers Vol. 1 #114 USA (agosto de 1973), la artista marcial Mantis utilizó sus poderes para invocar al Dios León. Ella y su aliado, el Espadachín, fingieron aliarse con la deidad y se enfrentaron a los Vengadores, aunque en realidad Mantis estaba influyendo empáticamente en el Dios León para conducirle hasta una trampa. De esta forma el Dios León fue engañado y transportado hasta otra dimensión a través de uno de los artilugios creado por Iron Man. Así fue como Mantis y el Espadachín entraron a formar parte del grupo, pese a las dudas de algunos vengadores como el Capitán América, y así fue como T’Challa descubrió que había mucho más de lo que parecía detrás de las tradiciones wakandianas.

La estancia de Pantera Negra con el equipo prosiguió, afrontando retos tan importantes como el choque contra los Defensores por la posesión del objeto místico conocido como Ojo Diabólico (Avengers Vol. #116-118 USA y Defenders Vol. 1 #9-11 USA, octubre – diciembre de 1973). Mientras tanto, T’Challa diseñó el arnés mecánico que permitió que el Halcón pudiese volar (Captain America Vol. 1 #169 USA, enero de 1974) y acompañó al Halcón y al Capi mientras frustraban uno de los planes del malvado Imperio Secreto (Captain America Vol. 1 #171 USA, marzo de 1974). No mucho después, Pantera Negra y el resto de Vengadores se reunieron con el Capitán Marvel para salvar la Tierra y el resto del universo de Thanos, el Titán Loco, que había utilizado el Cubo Cósmico, un objeto capaz de hacer realidad cualquier deseo de su portador, para convertirse en el ser más poderoso que jamás había existido (Avengers Vol. 1 #125 USA y Captain Marvel Vol. 1 #33 USA, julio de 1974).

De vuelta en Nueva York, T’Challa recibió la visita de Ronald Pershing, el embajador de la nación de Rudayarda. Bajo aquella visita diplomática se ocultaba en realidad Klaw, el Amo del Sonido, que había tomado la identidad del embajador para atacar una vez más a Pantera y a sus aliados. Tras aquel incidente, las dudas de Pantera se hicieron insostenibles. Había descuidado sus labores para con su nación durante demasiado tiempo mientras residía en Estados Unidos. Por tanto, decidió dejar el equipo para regresar de nuevo a su país (Avengers Vol. 1 #126 USA, agosto de 1974).

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La primera estancia de Pantera Negra entre los Héroes Más Poderosos de la Tierra abarcó los números 51 a 126 de la cabecera, un total de 75 entregas. Sus continuas idas y venidas entre Wakanda y Estados Unidos hicieron que su presencia en el equipo no siempre fuese constante, pero en esta época Pantera pasó por las manos de autores tan talentosos como Roy Thomas, John Buscema, Steve Englehart o Gene Colan.

La Furia de la Pantera

La marcha de Pantera de los Vengadores supuso el inicio de una etapa fascinante en la que el personaje protagonizó varias cabeceras, empezando por Jungle Action, una serie que había reaprovechado viejas aventuras de Ka-Zar hasta que pasó a centrarse en las nuevas aventuras de T’Challa. Jungle Action Vol. 2 #6 USA (julio de 1973), republicó el enfrentamiento entre Pantera Negra y el Hombre Mono narrado en Avengers Vol. 1 #62 USA, pero a partir del siguiente número la colección se centró en narrar un nuevo serial que se adelantó a su tiempo en muchos sentidos. En sus páginas nuestro héroe llegaría a enfrentarse al mismísimo Ku Klux Clan.

Jungle Action Killmonger

Todo comenzó con la aparición de un nuevo villano llamado Erik Killmonger, un exiliado de Wakanda cuyo verdadero nombre era N’Jadaka. Años atrás, durante los intentos de Klaw por apoderarse del vibranium wakandiano, el Amo del Sonido había secuestrado y obligado a trabajar para él a varias familias nativas de Wakanda entre la que se encontraba la de N’Jadaka. Sus padres murieron durante la posterior batalla entre T’Challa y Klaw, pero él permaneció prisionero de Klaw hasta que consiguió escapar a Estados Unidos. Años después, ya bajo el nombre de Erik Killmonger, N’Jadaka regresó a Wakanda consumido por el odio hacia Pantera Negra y Klaw. Entonces comenzó a atacar aldeas inocentes con el objetivo de llamar la atención del soberano y obligarle a regresar de Estados Unidos. Eso fue justo lo que hizo T’Challa, que se trajo a su pareja Monica Lynne con él.

El primer combate entre Pantera y Killmonger fue de una violencia terrible. El villano utilizó a su leopardo mascota contra T’Challa, que se vio obligado a romperle la mandíbula al animal para salvar su vida. Poco después, él mismo y Killmonger caerían de una cascada hacia una aparente muerte en el que sería el primero de muchos cliffhangers espectaculares en los que nuestro protagonista se encontraba a punto de morir en las más inusuales situaciones (Jungle Action Vol. 2 #6 USA, septiembre de 1973). Los siguientes números enfrentaron a T’Challa con los diversos secuaces de Killmonger, entre los que se encontraban Venomm el encantador de serpientes, Malice la asesina y el Barón Macabro, un hechicero necromántico capaz de reanimar a los muertos. Este arco argumental, conocido como La Furia de la Pantera, alcanzó su clímax once números después, en Jungle Action Vol. 2 #17 USA (septiembre de 1975), tras un descomunal combate entre Pantera y Killmonger que acabaría con la aparente muerte de este último. A lo largo de esta aventura, T’Challa se había encontrado con criaturas imposibles como muertos vivientes y dinosaurios, pero también había presenciado la violencia más terrible contra su propia gente y había puesto en peligro la vida de su pareja, Monica Lynne.

Tras un epílogo en el que Madame Slay, la amante y aliada de Killmonger buscó arreglar cuentas con T’Challa (Jungle Action Vol. 2 #18 USA, noviembre de 1975), el siguiente arco argumental de la colección llevó al soberano de Wakanda al sur de Estados Unidos, a Georgia, donde el Ku Klux Klan amenazó la vida de Monica. Una vez más, T’Challa se vio enfrentado al odio racial, sólo que en esta ocasión los villanos no eran un artificio de una historia de ficción, sino que reflejaban el odio existente en el mundo real (Jungle Action Vol. 2 # 19-22 USA, enero – julio de 1976).

Jungle Action Ku Klux Clan

La serie no duró mucho más. En su última entrega, Pantera utilizó un prototipo de arnés de vuelo similar al del Halcón para derrotar al villano conocido como Wind Eagle, un inmigrante dominicano que había sido armado por una banda criminal de Nueva York (Jungle Action Vol. 2 #24 USA, noviembre de 1976). Esta cabecera fue escrita por el guionista Don McGregor (un nombre fundamental para entender la trayectoria del personaje) e ilustrada por dibujantes como Gil Kane o Rick Buckler, que nos dejaron algunas páginas memorables. Por suerte, Marvel ya estaba preparando una nueva serie para el personaje tras la conclusión de esta etapa y el autor que se encargaría de ella no podría haber sido mejor: nada más y nada menos que Jack Kirby.

El Rey de Wakanda según el Rey de los Cómics

Y al fin Pantera Negra tuvo su nombre en una cabecera. Este primer volumen fue guionizado y dibujado por Kirby en lo que fue todo un derroche de imaginación, como cualquier otra obra firmada por el Rey. Dejando atrás la seriedad y la violencia de la anterior serie, la nueva cabecera abrazó la aventura en su forma más pura y despreocupada. La historia comenzó cuando un coleccionista de antigüedades llamado Abner Little se puso en contacto con T’Challa para hablar de un tesoro conocido como la Rana de Salomón. Aunque en un principio no estuvo interesado en buscar dicho objeto, Pantera cambió de opinión al descubrir que su abuelo Azzuri lo había poseído en el pasado. Lo que T’Challa no sabía era que aquella rana dorada que formaba parte del mítico tesoro de Salomón era en realidad una máquina del tiempo (Black Panther Vol. 1 #1 USA, enero de 1977).

Así comenzó una aventura que llevaría a Pantera Negra a aliarse con la Princesa Zanda, una guerrera tribal, y con el Hombre de los Seis Millones de Años, un ser procedente del más lejano futuro. Su objetivo era buscar las piezas restantes del tesoro de Salomón, tarea que les llevaría a contactar con los Coleccionistas, una sociedad encargada de estudiar los antiguos misterios ocultos tras diversas antigüedades. Precisamente los Coleccionistas obligarían a T’Challa a trabajar para ellos cuando amenazaron con volar Wakanda por los aires si no les ayudaba a recuperar el Agua Sagrada de la Eterna Juventud (Black Panther Vol. 1 #5-6 USA, septiembre – noviembre de 1997), en una aventura en la que tenían cabida tanto samuráis como el legendario Yeti.

Black Panther Kirby

El siguiente arco argumental enfrentaría a T’Challa contra un medio-hermano llamado Jakkanda. Las continuas ausencias del rey de Wakanda permitieron que Jakkanda tratase de apoderarse del siempre codiciado vibranium, circunstancia que le llevó a dar un nuevo golpe de estado y a emplear las energías del vibranium sobre sí mismo hasta acabar mutándose en una criatura terrible. Para derrotarla, Pantera contó con la ayuda de sus primos, que ataviados con las ropas ceremoniales del Dios Pantera se hicieron llamar los Mosqueteros Negros (Black Panther Vol. 1 #7-9 USA, enero – mayo de 1978).

Kirby realizó tres números más, en los cuales Pantera se enfrentó a un nuevo enemigo, Kiver el Cruel (Black Panther Vol. 10-12 USA, julio – noviembre de 1978). Esta fue su última aportación, ya que las siguientes entregas fueron realizadas por otros autores hasta que la serie concluyó en el número 15, tras una nueva pelea contra el sempiterno Klaw.

Regreso a los Vengadores y nuevas aventuras en solitario

T’Challa volvió a los Héroes Más Poderosos de la Tierra para una segunda estancia, aunque en esta ocasión fue bastante más breve que la primera. Su regreso coincidió con una batalla contra Gravitón (Avengers Vol. 1 #159 USA, mayo de 1977), tras la que se constituyó una alineación liderada por el Capitán América y con Iron Man, la Avispa, Chaqueta Amarilla, la Visión, la Bruja Escarlata, la Bestia, el Hombre Maravilla y el propio Pantera Negra entre sus filas. Este equipo combatió a rivales como el Segador, la Legión Letal, el Conde Nefaria y Ultrón. Fue la época en la que el dibujante George Pérez llegó a las páginas del grupo, dotándolo de un nuevo esplendor, y en la que el equipo se unió a los Guardianes de la Galaxia para enfrentarse a la amenaza casi omnipotente de Michael Korvac. Tras esta aventura las filas del grupo habían crecido, pero esta circunstancia no se mantuvo durante mucho tiempo. Henry Peter Gyrich, el infame enlace del gobierno con los Vengadores, obligó a que estos alterasen su alineación siguiendo sus criterios y reduciendo el equipo a sólo siete miembros (Avengers Vol. 1 #181 USA, marzo de 1979). Esto supuso la salida de Pantera Negra tras 22 números como miembro. No volvería a formar parte activa de los Vengadores durante mucho tiempo y su importancia dentro del Universo Marvel pasó a un discreto segundo plano durante los años posteriores.

Sin embargo, esto no quiere decir que fuese olvidado durante la década de los 80. Durante esos años protagonizó un segundo volumen de su cabecera, que en esta ocasión duró sólo cuatro números (Black Panter Vol. 2 #1-4 USA, julio – octubre de 1988), en el que pareció perder el favor del Dios Pantera y tuvo que enfrentarse al racismo político de la nación vecina de Azania. En esta serie luchó contra los Supremacistas, un pretendido grupo de superhéroes blancos de ideología claramente racista.

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Las apariciones de T’Challa en otras series fueron frecuentes durante la década de los 80. Por ejemplo, entre los números 13 a 37 de Marvel Comics Presents (febrero – diciembre de 1989) se publicó un serial en 25 partes titulado La Búsqueda de la Pantera en el que Pantera Negra se enfrentaba al appartheid de Sudáfrica mientras buscada a Ramonda, su madre adoptiva desaparecida cuando él aún era un niño de ocho años.

Fue en esta época en la que el personaje mantenía un perfil bajo cuando se publicó una de sus historias más destacadas: la nunca suficientemente reivindicada La Presa de la Pantera (Black Panther: Panther’s Prey Vol. 1 #1-4 USA, septiembre de 1990 – marzo de 1991), obra de Don McGregor y Dwayne Turner. McGregor, quien ya había escrito la memorable etapa publicada en las páginas de Jungle Action, retomó al personaje donde lo había dejado. En La Presa de la Pantera, T’Challa se encontró con un enemigo difícil de combatir por medios convencionales: la llegada de las drogas a Wakanda. Aquella fue una historia oscura y violenta, en la que la acción típica de los cómics de superhéroes ofrecía un vistazo al preocupante problema de los señores de la droga africanos. En esta historia Pantera también se comprometería con su vieja novia, Monica Lynne, aunque la pareja nunca llegó a contraer nupcias.

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Ya entrada la década de los 90, Christopher Priest se encargó de escribir un nuevo volumen de Black Panther amparado por el sello Marvel Knights. Acompañado de dibujantes como Mark Texeira o Sal Velluto, la historia de Priest se centró en principio en Wakanda, aunque más adelante la acción pasaría a centrarse en Nueva York y a mostrar una faceta hasta entonces desconocida del personaje.

La serie de Priest comenzó con Pantera aceptando al enviado de Washington a Wakanda, Everett K. Ross (cuya contrapartida en el Universo Marvel Cinematográfico pudimos ver en Capitán América: Civil War interpretada por Martin Freeman). La misión de Ross consistió en ayudar a T’Challa a lidiar con distintas amenazas a la soberanía de Wakanda, entre las que destacaba la alianza de agentes de inteligencia y mafiosos rusos llamada Xcon. Este peculiar grupo criminal estaba liderado por el Reverendo Achebe, un hombre manipulado por el demonio Mefisto. Para liberar a Achebe y poner fin a la amenaza contra su país, nuestro héroe llegaría a vender su alma a Mefisto, sabiendo que su unión con el Dios Pantera y los espíritus de sus ancestros impediría el trato (Black Panther Vol. 3 #1-12 USA, noviembre de 1998 – octubre de 1999).

Mientras se sucedían estos eventos en su serie, Pantera Negra tuvo tiempo de regresar a Estados Unidos cuando una planta de fabricación de quinjets dirigida por trabajadores wakandianos fue asaltada por la androide Alkhema. Esto llevaría a T’Challa a participar en la saga Ultrón Ilimitado, una de las batallas más memorables entre los Vengadores y Ultrón. En esta historia el villano arrasó la nación europea de Eslorenia y creó infinidad de cuerpos con los que puso a los héroes contra las cuerdas hasta que fue finalmente derrotado a puñetazo limpio por su creador, Hank Pym (Avengers Vol. 3 #19-22 USA, agosto – noviembre de 1999).

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En el siguiente arco argumental de su propia cabecera, Killmonger regresaría de la muerte con una nuevo plan para acabar con la economía wakandiana, obligando a Pantera a nacionalizar las compañías extrajeras que se habían asentado en su país, cada vez más abierto a la política internacional. El mismo Killmonger llegaría a derrotar a T’Challa en combate ritual, arrebatándole el título de Pantera Negra. Sin embargo, al consumir las mismas hierbas que habían potenciado las habilidades de T’Challa años atrás, Killmonger cayó en coma al carecer de la inmunidad natural de los miembros del Clan Pantera ante sus efectos tóxicos (Black Panther Vol. 3 #13-20 USA, diciembre de 1999 – julio de 2000).

Poco después, Pantera se reencontró con Tormenta, lo que reavivó la chispa de un viejo amor que no tardaría en florecer (Black Panther Vol. 3 #26 USA, enero de 2001) y volvería a cruzarse con sus dos viejos enemigos, Klaw (Black Panther Vol. 3 #29 USA, abril de 2001) y el Hombre Mono (Black Panther Vol. 3 #34-35 USA, septiembre – octubre de 2001). No obstante, el tramo final de la serie se distanció de la visto hasta el momento y optó por un camino menos convencional. T’Challa descubrió que sufría un aneurisma, volviéndose inestable y sucumbiendo a diversas alucinaciones. Temiendo que eso pusiese en peligro a su país, dejó el gobierno en manos de un consejo de sabios y se escondió en Nueva York (Black Panther Vol. 3 #48-49 USA, octubre – noviembre de 2002). Desde ese momento hasta que la serie acabó en su número 62 (septiembre de 2003), T’Challa cambió de imagen y se convirtió en una especie de justiciero urbano equipado con armas de fuego. Puede que este fuese un intento loable por hacer algo nuevo con el personaje, pero lo cierto es que no fue muy bien visto por los lectores y el siguiente relanzamiento de la cabecera dejaría esa etapa olvidada para volver a algo más cercano a sus orígenes. Algunas de las tramas planteadas en esta fallida etapa siguen inconclusas a día de hoy.

El matrimonio entre la Diosa y la Pantera

Entre el final de aquella etapa y el principio del cuarto volumen de su serie, T’Challa volvió brevemente junto a los Vengadores mientras lidiaban con un incidente con armas químicas en una historia titulada Zona Roja. Aquello resultó ser en realidad una manipulación orquestada por el secretario de defensa de Estados Unidos, Dell Rusk, quien resultó ser Cráneo Rojo disfrazado. En aquella ocasión Pantera se encargó de darle una buena paliza al villano nazi (Avengers Vol. 3 #65-70 USA, mayo-octubre de 2003).

Ya en 2005, el guionista Reginald Hudin y el dibujante John Romita Jr. se encargaron de iniciar una nueva serie de Pantera Negra. El primer arco, titulado apropiadamente ¿Quién es Pantera Negra?, trataba de repasar las raíces de T’Challa, su relación con el legado de Pantera Negra y su eterna rivalidad con Klaw. De hecho, su intención era poner fin a las eternas luchas entre T’Challa y Klaw dando muerte al villano, aunque al ser una criatura de sonido sólido se las arreglaría para permanecer en el mundo de los vivos y volver tiempo después (Black Panther Vol. 4 #1-6 USA, abril – septiembre de 2005).

Una vez devuelto al personaje a su statu quo, llegó el momento de efectuar nuevos cambios. Durante un encuentro entre Pantera Negra y la Patrulla X, que investigaba el papel del Fantasma Rojo y sus Supersimios en una trama que implicaba mutaciones animales, Tormenta decidió abandonar el grupo de mutantes y permanecer en África para buscar a los supervivientes de su familia que había creído muertos durante años. T’Challa se comprometió a ayudarle en dicha labor (X-Men Vol. 2 #175-176 USA y Black Panther Vol. 4 #8-9 USA, noviembre – diciembre de 2005). Con Tormenta cerca, la pasión que ambos habían compartido en el pasado crecería de nuevo, haciendo que ambos acabasen comprometiéndose y, finalmente, contrayendo matrimonio. Con la comunidad superheroica dividida en bandos y a punto de sucumbir a una guerra civil, las nupcias de T’Challa y Ororo supusieron un breve interludio de paz (Black Panther Vol. 4 #18 USA, septiembre de 2006).

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Aunque la polémica fue eclipsada por el impacto de Civil War, la unión de dos de los personajes negros más famosos de la historia de Marvel tuvo tanto defensores como detractores. Muchos lo consideraron un movimiento para mejorar la imagen de la editorial y captar la atención de posibles nuevos lectores. Otros consideraron que la historia que habían compartido ambos personajes desde aquel breve complemento escrito años atrás por Chris Claremont justificaba su romance. A mí personalmente siempre me pareció un movimiento interesante, aunque precipitado y nunca aprovechado del todo. Por otro lado, por mucho que me gustase la pareja formada por T’Challa y Ororo, siempre me molestó que el matrimonio arrebatase a Tormenta de las páginas de la franquicia mutante a la que pertenecía. Eso sí, no criticaré que Ororo siempre se mereció el título de reina.

En cualquier caso, ya convertidos en la pareja del momento de Marvel, Pantera Negra y Tormenta iniciaron un tour diplomático que les llevaría a visitar a los Inhumanos en la Zona Azul de la Luna, al Doctor Muerte en Latveria, al Presidente de Estados Unidos en Washington y a Namor en Atlantis. Poco después estalló la guerra civil entre los bandos del Capitán América y Iron Man y las autoridades americanas trataron de obligar a Tormenta a firmar el Acta de Registro de Superhumanos pese a su estatus de dignataria de una nación extranjera. Como consecuencia de su negativa, la pareja se unió al bando del Capitán América durante el conflicto. La muerte de Bill Foster, el Goliat Negro, a manos del falso Thor decantó finalmente su alianza hacia el bando anti-registro (Black Panther Vol. 3 #23 USA, febrero de 2007).

Tras la finalización de la guerra civil superheroica, la embajada de Wakanda en Nueva York fue destruida (Black Panther Vol. 3 #25 USA, abril de 2007) y tanto Tormenta como Pantera Negra se trasladaron al edificio Baxter, sede de los Cuatro Fantásticos. Tras la retirada de Reed y Sue Richards como consecuencia de sus diferencias respecto al Acta de Registro, T’Challa y Ororo formaron equipo con la Cosa y la Antorcha Humana (Fantastic Four Vol. 1 #544 USA, mayo de 2007). Durante los meses siguientes tanto la cabecera del cuarteto fantástico como la de Pantera Negra transcurrieron de forma paralela, narrando las aventuras de estos nuevos Cuatro Fantásticos.

TChalla y Ororo 3

El equipo se enfrentó a Estela Plateada y Polvo Estelar, los dos heraldos de Galactus (Fantastic Four Vol. 1 #545-546 USA, junio – julio de 2007), y a una nueva encarnación de los Cuatro Terribles dirigida por el Mago (Fantastic Four Vol. 1 #549 USA, octubre de 2007), en una breve etapa escrita por Dwayne McDuffie. No obstante, la estancia de T’Challa y Ororo en el grupo siempre se planteó como algo temporal y cuando Reed y Sue se reintegraron, ambos decidieron regresar a Wakanda (Fantastic Four Vol. 1 #550 USA, noviembre de 2007).

De vuelta en su país, los dos monarcas se encontraron con un nuevo ataque de Killmonger. Esta vez recibieron la ayuda de Monica Rambeau, la Vengadora conocida como Fotón, para derrotarle (Black Panther Vol. 4 #35-38 USA, mayo – septiembre de 2008). Derrotado el villano, Wakanda se vio expuesta a las consecuencias de la invasión de los cambiaformas Skrull que se narró en Invasión Secreta (Black Panther Vol. 4 #39-41 USA, octubre – noviembre de 2008). Este arco argumental puso punto y final al cuarto volumen de la cabecera. Se avecinaban cambios importantes para el siguiente, pues T’Challa estaba a punto de ceder el manto de Pantera Negra.

La guerra contra Muerte y la nueva Pantera Negra

La finalización de la invasión Skrull dejó a Norman Osborn al mando de una SHIELD reconvertida en HAMMER. En secreto, Osborn organizó una alianza de supervillanos conocida como la Cábala en la que figuraban personajes como Loki, el Doctor Muerte y Namor. Dadas sus anteriores relaciones diplomáticas con T’Challa, Namor le ofreció un puesto en la Cábala, a lo que el rey de Wakanda se negó rotundamente. Poco después, el Doctor Muerte atacó de nuevo Wakanda, dejando a su soberano sumido en un estado comatoso. En ese momento, su hermana Shuri tomó el atuendo de Pantera Negra para proteger a su nación (Black Panther Vol. 5 #1 USA, abril de 2009).

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Tras despertar, T’Challa decidió renunciar oficialmente al rol de protector de Wakanda, perdiendo de esta forma los dones del Dios Pantera. En todos los sentidos, Shuri pasó a ser la nueva Pantera Negra. Mientras ella se encargaba de lidiar con los amenazas exteriores, T’Challa investigó la manera de recuperar sus antiguos atributos junto a uno de sus hechiceros, Zawavari. Esto le llevó a realizar un pacto con un Dios Pantera desconocido, distinto al que había adorado desde que era un niño. El acuerdo con la extraña deidad le devolvió sus sentidos aumentados, su fuerza y su resistencia, otorgándole también una resistencia superior a cualquier magia o hechizo (Black Panther Vol. 5 #9 USA, diciembre de 2009). Todo aquello era necesario para prepararse de cara a la guerra final contra el Doctor Muerte. Este quinto volumen de la colección concluyó en su número 12 (marzo de 2010), dejando todas las piezas dispuestas para narrar dicha guerra.

Con T’Challa depuesto y Wakanda conquistada por Muerte, el villano al fin tuvo acceso al vibranium que había ansiado durante tanto tiempo… o eso creía él, pues sus intentos por traspasar las defensas que protegían el metal fueron infructuosos, lo que llevó a prolongar el conflicto y a implicar en él a gran parte de los héroes de la Casa de las Ideas (Doomwar #1-6 USA, abril – octubre de 2010). Para frustrar la conquista de Muerte, así como para terminar de una vez con la dependencia de su país respecto al vibranium, T’Challa llevó a cabo una estratagema para dejarlo inerte. Su intención era que se reconstruyese una nueva Wakanda desde cero, en la que ningún villano acudiese buscando el secreto del fabuloso metal. Con sus nuevos poderes desvanecidos y el Doctor Muerte de vuelta en Latveria, T’Challa dejó su país en manos de Shuri y se marchó a los Estados Unidos para responder a la llamada de un viejo amigo.

TChalla y Shuri

Hombre Sin Miedo y Rey de los Muertos

Después de los acontecimientos de Tierra de Sombras, Daredevil no estaba en condiciones de continuar su carrera superheroica y le pidió a T’Challa que ocupase su puesto como protector de la Cocina del Infierno. Para honrar su vieja amistad, el ex-monarca accedió a convertirse en el nuevo Hombre sin Miedo. Adoptando la nueva identidad de Okonkwo, un inmigrante de la República del Congo, T’Challa se trasladó a Nueva York (Black Panther: The Man Without Fear Vol. 1 #513 USA, febrero de 2011). Dio así comienzo una curiosa época en la que Pantera Negra se “apoderó” de la cabecera de su colega Daredevil durante diez números.

Pantera se enfrentó a un nuevo señor del crimen, Vlad Dinu, que se llamaba a sí mismo el Empalador, mientras protegía a un grupo de inmigrantes de la Cocina del Infierno. En una época en la que T’Challa trataba de reencontrarse a sí mismo, nuestro héroe acabó trabando cierta amistad con los inmigrantes, que prometieron guardar el secreto cuando descubrieron su verdadera identidad.

Cumplido su deber en Nueva York, Pantera regresó a Wakanda, aunque no pretendía volver a ocupar el trono. Dejó que Shuri ejerciese las labores oficiales mientras él se mantenía alejado de la diplomacia. En ese momento se interesó por los secretos de la Necrópolis, una vieja ciudad en ruinas próxima a la capital de Wakanda. Se suponía que la Necrópolis era el lugar de descanso eterno de las anteriores Panteras Negras, pero de ella comenzó a surgir un ejército de muertos vivientes que amenazaba a toda la nación. T’Challa recurrió a la ayuda de Reed Richards, el único hombre en quien podía confiar para tales asuntos (Fantastic Four Vol. 1 #607 USA, agosto de 2012).

Black Panther Man Without Fear-min

Reed y T’Challa se adentraron en la Necrópolis, donde se encontraron con el Dios Pantera (o la diosa Bast). T’Challa mostró su deseo de volver a ocupar el rol de Pantera Negra, aunque no pretendía robarle a su hermana Shuri lo que se había ganado por derecho. Mientras tanto, la propia Shuri, acompañada por Sue Richards y Tormenta, luchaba contra el dios egipcio Anubis, que era quien estaba detrás de la invasión de muertos vivientes. Mientras las mujeres se encargaban de Anubis, Bast le mostró a T’Challa una visión del futuro en la que Wakanda era arrasada por una inundación. No obstante, la deidad le indicó que aquello no sería más que el preludio de acontecimientos mucho peores. Para proteger a su tierra T’Challa debía convertirse en algo distinto a la Pantera Negra. Así, Bast le otorgó el título de Rey de los Muertos y le entregó la sabiduría de las anteriores encarnaciones de la Pantera Negra a lo largo del tiempo: apariciones fantasmales de sus antepasados a las que T’Challa podría consultar cuando lo desease. Finalmente, con la amenaza de Anubis solucionada, T’Challa se instaló en la Necrópolis, que gobernó como Rey de los Muertos, dejando que Shuri hiciese lo propio con Wakanda (Fantastic Four Vol. 1 #608 USA, septiembre de 2012).

Esto sucedió durante la etapa de Jonathan Hickman como guionista de la colección de los Cuatro Fantásticos. Como siempre sucede con este guionista, había un plan a largo plazo detrás de todo, aunque los lectores aún tardaríamos un tiempo en descubrirlo.

El fin del matrimonio y la destrucción de Wakanda

Cuando la llegada de la Fuerza Fénix a la Tierra propició un enfrentamiento entre los Vengadores y la Patrulla X, Pantera Negra se puso del lado de los Héroes Más Poderosos de la Tierra mientras que su esposa decidió luchar en el bando mutante. No obstante, la intervención de los Vengadores no pudo impedir que la Fuerza Fénix alcanzase su destino. En el último momento, un plan desesperado de Iron Man provocó la división de la entidad cósmica, que se unió a cinco miembros de la Patrulla X (Cíclope, Reina Blanca, Namor, Coloso y Magik). Los Vengadores no eran rivales para el poder de los Cinco Fénix, por lo que T’Challa les ofreció refugio en Wakanda. Mientras los héroes eran cazados poco a poco por los mutantes, Pantera decidió declarar a los hombres-X enemigos de su nación. Puesto que en ese momento Tormenta seguía formando parte de la realeza wakandiana, esto provocó un gran revuelo entre sus súbditos. Muchos creyeron que la reina les había traicionado. En efecto, las autenticas lealtades de Ororo habían quedado expuestas, lo que supuso el final de su romance y de su matrimonio. No mucho después, los sacerdotes wakandianos anularon el propio matrimonio, como si nunca hubiese existido.

Lo cierto es que la relación entre Pantera y Tormenta había acabado estancándose en un punto muerto. Tras el golpe de efecto que supuso su boda, los guionistas no parecían tener gran cosa que contar sobre la pareja y las colecciones mutantes empezaban a aquejar la prolongada ausencia de Ororo. Por tanto, aprovechar el evento para propiciar una ruptura dramática parecía una buena opción. Un tanto forzada, quizá, pero era la única manera de que ambos personajes pudiesen seguir evolucionando tras el tiempo pasado en ese callejón sin salida en el que se había convertido su matrimonio.

Pero Wakanda aún tenía que recibir otro duro golpe además de la pérdida de su reina mutante, cuando Namor, usando los poderes del Fénix, dirigió un ataque contra los Vengadores y arrasó el país con un gigantesco maremoto (Avengers Vs. X-Men #8 USA, julio de 2012). Aquello fue considerado un acto de guerra y Shuri no tuvo más remedio que declarar la guerra a Atlantis y a su rey. De esta forma se cumplió la profecía de Bast y T’Challa supo que, efectivamente, lo peor aún estaba por llegar.

Los Illuminati y las Guerras Secretas

Cuando Jonathan Hickman se convirtió en el guionista principal de la franquicia de los Vengadores orquestó un denso y complejo plan a largo plazo en el que Pantera Negra desempeñó un rol central. Todo comenzó con la primera de las “incursiones”, fenómenos cósmicos cataclísmicos que suponían que una Tierra de un universo paralelo chocase contra la Tierra principal del Universo Marvel. Si uno de los dos mundos no era destruido, el choque arrasaría ambos universos. Las incursiones eran fenómenos en cadena provocados por un acontecimiento desconocido, por lo que se irían produciendo más en el futuro. La primera de ellas sucedió precisamente en Wakanda, mientras Pantera Negra preparaba a una nueva generación de wakandianos para que viajasen hasta las estrellas. Tras la muerte de sus jóvenes súbditos, T’Challa se enfrentó a lo que creía que eran las fuerzas invasoras del otro mundo, comandadas por una mujer llamada Cisne Negro. Sin embargo, el auténtico objetivo de Cisne Negro era destruir el mundo desde el que había viajado, poniendo fin a la incursión. Sabiendo que aquellos acontecimientos eran de una escala superior a lo que podía manejar en solitario, Pantera convocó al grupo secreto de héroes conocido como los Illuminati (New Avengers Vol. 3 #1 USA, marzo de 2013).

Illuminati

Aunque T’Challa se había negado a formar parte del grupo durante su primera reunión muchos años atrás (New Avengers: Illuminati Vol. 1 #1 USA, mayo de 2006), la gravedad de la situación le obligó a hacerlo en esta ocasión. De esta forma, la Necrópolis gobernada por T’Challa se convirtió en la nueva base de operaciones del grupo formado por el propio Pantera Negra, Míster Fantástico, Iron Man, Namor, el Doctor Extraño, Rayo Negro y el Capitán América. Para detener la siguiente incursión, los Illuminati reunieron las Gemas del Infinito al completo y permitieron al Capitán América que usase su poder combinado. La incursión fue detenida, pero como consecuencia las gemas fueron destruidas o se perdieron. Tras haber malgastado su mejor recurso, la única posibilidad que tenía el equipo de detener la siguiente incursión era destruyendo uno de los dos mundos, circunstancia ante la que el Capitán América se negó en redondo. El resto de Illuminati optaron por expulsarse del grupo después de que el Doctor Extraño borrase su memoria de los últimos acontecimientos, en la que fue la primera de una larga serie de decisiones moralmente cuestionables (New Avengers Vol. 3 #3 USA, abril de 2013).

El Capi fue sustituido por la Bestia, pero las tensiones en el grupo se hicieron cada vez más evidentes. No en vano, Pantera seguía guardando rencor a Namor por la destrucción de su país, pese a que los acontecimientos le habían llevado a darle asilo en la Necrópolis. Puesto que la reina Shuri había declarado la guerra a Atlantis, si Namor era encontrado en el refugio de T’Challa las consecuencias podían ser terribles para ambos. Las relaciones diplomáticas entre ambos soberanos rozaban la paranoia (New Avengers Vol. 3 #7 USA, agosto de 2013).

Namor Illuminati

Finalmente, tras una serie de incursiones en la que la suerte estuvo de parte de los Illuminati y les libró de tomar la peor decisión posible, llegó el momento que más temían: para salvar su mundo no tuvieron más remedio que destruir otro a cambio. Tras la derrota de la Gran Sociedad, los héroes protectores de ese otro mundo, Pantera Negra tomó el detonador del artilugio que destruiría esa Tierra paralela y acabaría con la incursión. Convenciéndose a sí mismo de que la labor de la Pantera Negra es proteger su reino a cualquier precio, pensó que era capaz de llevar a cabo aquel acto… pero se equivocó. T’Challa se negó a destruir aquel mundo y fue Namor quien le arrebató el detonador y provocó la explosión, haciendo que los Illuminati cruzasen al fin la línea (New Avengers Vol. 3 #21 USA, septiembre de 2014). Este fue probablemente uno de los mejores momentos escritos por Hickman en la colección, en la que la caracterización de T’Challa rozó lo sublime.

Pese a todo, los Illuminati no fueron los únicos implicados en esta compleja trama que implicaba el colapso de la propia realidad. Otros muchos personajes participaron en lo que Cisne Negro había llamado “el juego de los mundos”, cada uno con sus propios intereses. Cuando los Illuminati decidieron renunciar a destruir otros mundos pasase lo que pasase, Namor reunió a la Cábala, un grupo de villanos dispuestos a arrasar otros mundos con gran placer. Acompañando a Namor, la Cábala reunía a Cisne Negro, Thanos, sus generales Medianoche Próxima y Corvus Glaive, Máximus de los inhumanos y Térrax el Indómito, antiguo heraldo de Galactus (New Avengers Vol. 3 #23 USA, octubre de 2014).

La Cábala se apoderó de la Necrópolis y de las armas destructoras de mundos que ocultaron allí los Illuminati, por lo que T’Challa y Shuri trataron de recuperarlas por la fuerza. Ambos fracasaron en el intento, pero Shuri se negó a dejar Wakanda a merced de los villanos. En su posterior batalla contra Medianoche Próxima, Shuri perdió la vida (New Avengers Vol. 3 #24 USA, noviembre de 2014). Así comenzó la saga El Tiempo se Acaba, la recta final de la etapa de Hickman en los Vengadores y prólogo para el gran evento que estaba a punto de iniciarse.

La labor de los Illuminati habían sido en vano. Las incursiones continuaron y en última instancia sólo quedaron dos Tierras en todo el universo: la Tierra-616 y la Tierra-1616 (es decir, la Tierra del Universo Marvel tradicional y la Tierra del Universo Ultimate). Finalmente, se produjo la última incursión y ambas Tierras chocaron mientras sus respectivos defensores trataban de luchar por sus mundos. Pantera Negra y Míster Fantástico lograron poner a salvo a los héroes supervivientes en una nave arca, mientras la Cábala ocupaba un vehículo similar. Mientras tanto, el Doctor Muerte se enfrentaba a la causa última de las incursiones: una raza de seres cósmicos conocidos como los Todopoderosos (Secret Wars #1 USA, julio de 2015).

Secret Wars

Investido con el poder robado de los Todopoderosos, Muerte reunió los fragmentos restantes del colapso universal en un único mundo, el Mundo de Batalla, donde fue adorado como Dios Emperador. Hasta allí llegaron los naves de los Illuminati y la Cábala, lo que supuso el principio de unas nuevas Guerras Secretas en las que T’Challa tuvo un papel clave en la derrota de Muerte. Durante el combate final contra el villano, Pantera superó sus diferencias con Namor, se apropió con su ayuda de un Guantelete del Infinito y comandó a un ejército de muertos vivientes, haciendo honor a su título de Rey de los Muertos (Secret Wars #8 USA, diciembre de 2015). No obstante, aquel despliegue no fue más que un ardid para otorgarle a Míster Fantástico la oportunidad de derrotar a Muerte. Finalmente, mientras se producía el combate decisivo entre Reed Richards y el Doctor Muerte que supondría el renacimiento de un nuevo Universo Marvel, Pantera usó las gemas del infinito para retroceder hasta el momento en el que comenzó todo, el momento de la primera incursión, siendo por tanto uno de los pocos seres que recuerda todo lo sucedido durante las incursiones y las posteriores Guerras Secretas en el nuevo universo (Secret Wars #9 USA, enero de 2016). Para casi todos los demás, aquellos sucesos nunca ocurrieron: nunca hubo incursiones y nunca hubo unas nuevas Guerras Secretas.

Wakanda en la actualidad

Y esto nos lleva hasta el presente, hasta All-New All-Different Marvel, el último gran relanzamiento de la Casa de las Ideas. La presencia de T’Challa en el panorama actual de Marvel no sólo se limita a su propia cabecera, pues también lo tenemos como líder de la serie The Ultimates de Al Ewing y Kenneth Rocafort, centrada en un grupo de Vengadores dedicado a encargarse de forma proactiva de potenciales amenazas para la Tierra. De hecho, el primer arco de esta colección trata sobre cómo este nuevo grupo trata de “solucionar” de una vez por todas el problema de Galactus, el Devorador de Mundos.

No obstante, el foco de atención está puesto sobre el sexto volumen de Black Planther, escrito por Ta-Nehisi Coates y dibujado por Brian Stelfreeze. Aunque Coates sea un desconocido dentro del mundo del cómic, su carrera como escritor y periodista es bien conocida en Estados Unidos, donde ha colaborado en medos de prestigio como The Atlantic, The New York Times Magazine o The Washington Post. Por su parte, Stelfreeze era bastante célebre por su labor como portadista, destacando sus portada de Shadow of the Bat para DC Comics. Ambos autores, que por cierto son afroamericanos, se han embarcado en un ambicioso proyecto para aprovechar la creciente popularidad del personaje y acercarlo a nuevos lectores.

ANAD Marvel

Esta colección, cuyas primeras entregas ya están a la venta, se encargará de explorar la situación actual de Wakanda y su sistema de gobierno, así como adentrarse en algunos misterios como la situación de Shuri, que se encuentra en una estado de suspensión entre la vida y la muerte tras lo sucedido en la etapa de Jonathan Hickman en los Vengadores. Los autores también están ampliando las capacidades de T’Challa, que aprovecha una nueva versión de su uniforme ceremonial tejido con vibranium para potencial sus dotes marciales. Todo esto sugiere que este volumen reúne los elementos necesarios para encandilar a los lectores habituales, además de ser un buen punto de partida para aquellos lectores que desconozcan la trayectoria pasada del personaje.

Con estos últimos apuntes concluye este extenso repaso a la trayectoria de Pantera Negra, un personaje fundamental del Universo Marvel y todo un pionero en materia de representación dentro del género de superhéroes. Como hemos visto, T’Challa ha sido un personaje que, en manos de autores talentosos, ha sido una herramienta estupenda para tratar temas tan delicados como el odio racial o la situación política de las naciones africanas, además de proporcionar infinidad de aventuras apasionantes cargadas de adrenalina y acción. Pero por encima de todo, Pantera Negra ha sido un personaje regio y altivo, digno de su título como soberano de una nación cuyas raíces se sumergen en la historia más antigua pero que mantiene su vista en el más brillante de los futuros. Esta ha sido la historia del último soberano de Wakanda, pero es posible que lo mejor aún esté por llegar.

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Luisru
Luisru
Lector
8 junio, 2016 16:33

Maravilloso, espectacular artículo. No solamente me ha servido para conocer a fondo la trayectoria de Pantera Negra, sino que además ya no tengo que leerme los Vengadores de Hitckman ni las Secret Wars 😀 Y ya sé de dónde salió la hermana de T’Challa, a la que conozco de unos números del Daredevil de Mark Waid. Mil gracias, Miguel Ángel.

Kubik
Kubik
Lector
8 junio, 2016 18:52

Echo en falta un detalle importante: en la etapa Priest se descubría (no sé cómo, no lo he leído) que T’Challa, originalmente, se había unido a los Vengadores con la intención de espiarles. El Capitán América lo descubría (también ignoro cómo) y su relación, en los Vengadores de Busiek, se enfriaba mucho.

Kubik
Kubik
Lector
En respuesta a  Miguel Ángel Crespo
8 junio, 2016 21:18

Ah, ok. Gracias.

Kubik
Kubik
Lector
En respuesta a  Kubik
8 junio, 2016 21:23

Tengo otra curiosidad que tal vez me puedas aclarar. ¿Se volvió a saber algo de Monica Lynne? ¿o simplemente los guionistas posteriores ignoraron el trabajo de Mc Gregor? ¿T’ Challa comentó algo sobre ella antes de la boda con Ororo?

Kubik
Kubik
Lector
En respuesta a  Miguel Ángel Crespo
9 junio, 2016 17:51

Gracias!

Arturo Porras
10 junio, 2016 7:59

Enhorabuena por el artículo Miguel Angel!! Trabajado y concienizudo.
Pantera Negra es un un grandísimo personaje que además ha tenido la suerte de contar cn varias etapas para el recuerdo. Todo lo que haya tocado McGregor merece mucho la pena, casi imprescindible, pero también hay que elogiar la locura del Rey o la profundidad de Priest.

Respecto al origen de Pantera, si me permites, hay unos datos que me gustaría aportar. Cuenta Mark Evanier, uno de los primeros investigadores del medio y amigo personal de Jack, que en 1965 se produjo una crisis importante en el seno de la editorial, por entonces una modesta compañía de cómic que comenzaba a despuntar.Al Bullpen llegan rumores de la vuelta de Joe Simon al mundo de los superhéroes en la editorial Harvey. Simon era una leyenda y Martin Goodman, dueño de Marvel, pensó que aquello podía dificultarles su ascenso. Así que puso a trabajar a Lee y Kirby en nuevos personajes para lanzarlos en nuevas revistas, pensando en adelantarse a la jugada. Aquello quedó en nada, pues tras dos semanas de trabajo Independent News, distribuidora de la producción de Goodman, no permitió la ampliación del catalogo marvelita y la llegada de Simon se diluyó como azucarillo. En estos momentos de tensión se creó a Coal Tiger como futuro protagonista, pero también al germen del que después fue Wyatt Wingfoot, la mayoría de Inhumanos y a Black Bolt (que en principio iba a ir independiente). Lo que ocurrió es que todas estas ideas fueron reubicadas y reutilizadas como secundarios en el Universo Marvel. De ahí que el futuro Pantera Negra fuese creado al alimón entre Stan y Jack. Puedo ver mayor influencia de Kirby en cuanto a la creación de Wakanda, por ejemplo. Ese ambiente de reino a mitad de camino entre tecnológico y ancestral es muy Kirby. Me recuerda a la creación de Tierra Salvaje . Lee le propuso traer de vuelta al Ka-Zar de la Golden Age en X Men y el Rey se descolgó con un protagonista con un tigre dientes de sable y un paraje ignoto donde el tiempo se había detenido. Estela Plateada si que sabemos que fue una creación exclusiva del Rey. Stan quiso hacer una historia con un dios y Jack aportó el heraldo y eso lo ha reconocido abiertamente, con lo que le cuesta al hombre, en numerosas ocasiones. Entre el método Marvel y las distintas rencillas entre autores es complicado posicionarse. Yo creo, por lo que he leído, que a Jack le gustaba la acción y las cuestiones de la mitología religiosa; Lee era el que estaba emperrado en traer realidad a los cómics marvel, por lo que me creo que fuese el que dijera de crear un nuevo caracter de raza negra para asimilar los nuevos tiempos.

Echo de menos en el repaso la mini serie que dedicó Reginald Hudlin al team up de T’Chaka y el capi en la II GM, Banderas de Nuestros Padres. Viene del origen de su colección con Romita Jr cuando en el repaso de la historia de Pantera Negra se mostró un enfrentamiento entre ambos, ganando el africano en buena lid. Es una mini corta pero intensa y con bastante info del pasado del personaje.

Por último, en el repaso sobre la época del Rey creo que olvidas citar al Señor Pequeño, hilo conductor de sus primera aventuras con el Rey como autor completo. El Hombre de los
Seis millones de años es más bien un enemigo venido del futuro por culpa de la dichosa rana de latón.

Anyway, gran, gran artículo. Felicidades y un saludo