Marvel Limited Edition. Sherlock Holmes. El Sabueso de los Baskerville

Panini Comics y SD Distribuciones nos traen la versión marvelita del "Sabueso de los Baskerville", publicada en origen en el territorio adulto de los magazines, y ahora recopilada en un Marvel Limited Edition para disfrute del aficionado patrio

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Edición original:. Marvel Preview #5-6, #16
Edición nacional/ España:. Panini Cómics y SD Distribuciones
Guión:. Doug Moench y Don McGregor
Dibujo:. Val Mayerik y Gene Colan
Entintado:. Tom Palmer y Tony DeZuñiga
Formato:. Tomo en tapa dura
Precio:.

25 euros

 

Detective, pipa, gabardina y gorra, Baker Street, método deductivo, misterio, Watson…. elemental, queridos lectores y lectoras. Con estos rasgos tan evidentes seguro que han averiguado el protagonista de la siguiente entrada, el célebre Sherlock Holmes, la inspirada creación del escritor escocés Arthur Conan Doyle. Este prolífico autor decidió dedicar gran parte de sus esfuerzos a la literatura, aunque su formación se hizo en medicina, publicando novelas y una ingente cantidad de relatos en las revistas británicas de finales del S.XIX e inicios del XX. Pese a que tocó todo tipo de géneros, entre ellos el histórico, que era precisamente su favorito, nada pudo superar el influjo y la pasión que generaba cierto detective privado y sus pesquisas. El entorno de Holmes no es algo que se pueda relacionar de forma directa con la editorial Marvel. Un ambiente pleno de fantasía y superhéroes no es el mejor territorio para el sagaz buscapistas; sin embargo, la Marvel de los setenta contaba con un espacio por explorar, los magazines para adultos. En estas revistas en blanco y negro habíamos observado cómo se explotaban géneros alejados de las mallas, tal y como se puede citar al terror o a las artes marciales. Una necesaria diversificación para una década convulsa. La Casa de las Ideas también procuró hacerse con un buen puñado de licencias, donde desarrollar historias en sus páginas con temáticas populares (películas, literatura pulp) sin necesidad de cruzarlos con el entorno compartido. Hete aquí que un avispado editor decidió que quizás era buena idea probar con Holmes, y quiso la providencia que dentro de la casa hubiera un guionista entusiasta de su mitología. Se dispuso el evento para debutar en un título contenedor, Marvel Preview, en 1976. Sherlock Holmes pasaba a engrosar las filas de la editorial Marvel.

No se preocupen, aquí no verán a Holmes colgado de una red de Spiderman, huyendo de Hulk o interrogando al Capitán América. Nada más lejos de la realidad. Lo que incluyeron esos dos únicos números de Marvel Preview, con protagonismo de Sherlock y Watson, es una traslación bastante fidedigna de una de sus novelas clave, “El sabueso de los Baskerville”, una obra con una especial significación para el escritor escocés. Y es ese el contenido, en esencia, en este Marvel Limited Edition, editado por Panini y SD Distribuciones. Tenemos un añadido más, que casa bastante bien con el principal reclamo de este MLE. Contamos con otra trama, algo posterior en el tiempo, con los dos émulos de Holmes y Watson que la editorial había confeccionado en las páginas de los magazines de terror. Lo cierto es que la vida editorial de Hodiah Twist y su mayordomo, Jeavons, fue muy breve. Apenas relevante, por lo que su inclusión nos va a permitir darla a conocer al gran público. Otro dato de interés es que, en espíritu, los autores montaron un argumento que cogía sus mejores elementos del propio “Sabueso de los Baskerville”, por lo que el homenaje ya justifica su inclusión. Recapitulando, pues, tenemos tres extractos de Marvel Preview, la recreación en dos partes de la obra de Conan Doyle y la versión fantástica con las copias marvelianas.

Toca meternos en faena y centramos nuestros primeros esfuerzos en el relato primordial de este tomo. Como ya hemos avanzado, el hecho de ver a Sherlock en la producción de Marvel tiene como responsable a dos autores concretos. El primero es Archie Goodwin, genial escritor y mejor editor. A inicios de 1976 era el responsable de los magazines (y pronto será ascendido a editor en jefe); como autor había conseguido su crédito en la producción de género de Warren o en el sector bélico de DC Comics. Un escritor versado en diversas temáticas y abierto a variados géneros. Bajo su mando se localizaba Doug Moench, otro guionista fogueado en el enfoque para adultos, que encontró en el sector del blanco y negro marvelita un lugar donde desplegar su pluma. Resulta que Moench era un entusiasta de la obra de Conan Doyle y varias veces le propuso a Goodwin hacer alguna cosilla con el famoso detective. Archie acepta un proyecto inicial del “Sabueso de los Baskerville”, tratado como una adaptación casi literal de la misma. Marvel Preview será el escenario de este testeo, pues el propio editor, en la columna de presentación, anuncia que se continuará con la empresa de recrear más material de Arthur Conan Doyle. No debió funcionar, puesto que ésta es la única aparición de Sherlock en el terreno Curtis.

Doug Moench traería de la mano al encargado del apartado artístico, Val Mayerik. Doug y Val habían coincidido en varios proyectos, por lo que la buena sintonía entre ellos suponía un plus para este propósito. Goodwin aceptó de buen grado. De partida, Mayerik iba en calidad de autor completo, es decir, lápiz, tintas y grises, ya que nos encontramos en el terreno del blanco y negro. Como luego desglosaremos, tal hazaña fue imposible y los plazos de entrega terminaron por desbordar a nuestro dibujante. Necesitaría ayuda en en el entintado para finalizar la obra.

Ya tenemos preparado al equipo para debutar en Marvel Preview #5 (abril de 1976, fecha de portada). Y lo que encontramos en ese ejemplar y en el siguiente (el #6 USA), es una de las recreaciones del libro de Conan Doyle más ajustadas que se recuerdan, siempre y cuando tengamos en cuenta que los dos medios ofrecen posibilidades muy concretas, para desarrollar las distintas partes de la historia. En algo de más cien páginas, había que tomar ciertas decisiones sincréticas para potenciar el aspecto visual, medio fundamental del cómic, a la vez que se equilibraba con los asuntos literarios, de gran trascendencia en la concepción del guionista. Por ello, la fuerza de la palabra es fundamental en el relato montado por Moench. Como es preceptivo, no vamos a entrar en los detalles del argumento. De pura obviedad para todos aquellos que conozcan la fuente original; y flaco favor el chafar la experiencia a los que la ignoren y estén dispuestos a acometer la empresa. Pero sí vamos a comentar aspectos muy superficiales sobre la significación de la obra original, que además nos pueden dar pistas del porqué fue elegida para ser trasladada a las revistas Marvel.

Portada de Ken Barr para Sherlock

La relación entre Conan Doyle y su conocida creación es algo así como tormentosa. La primera vez que la puso sobre papel se data del año 1887, publicado de la manera habitual, en revistas británicas de la época. “Estudio en Escarlata” supone el establecimiento de los pilares sobre los que se van a regir las siguientes aventuras del personaje, el tono de novela de misterio, donde el enigma es la clave de todo, y la relación entre Holmes y el doctor Watson. Se sabe que el modelo para cincelar la personalidad del inteligente investigador fue uno de sus profesores universitarios, Joseph Bell. En sus clases instaba a los alumnos a utilizar los métodos deductivos, la simple observación, para la obtención de datos, y la consiguiente admiración hacia esa figura hizo que el joven Doyle lo tomase como inspiración para Sherlock. En Beeton’s Christmas Annual, la revista donde nace el conocido detective, también tenemos sus rasgos físicos definidos gracias al trabajo de Sidney Paget. Éste era uno de los ilustradores de cabecera que trabajaban para el magazine y desde su primer relato le tocó poner rostro y atuendo al bueno de Holmes. La imaginería gráfica tan asociada a lo “holmesiano” se la debemos a este ilustrador.

Lo que se inició como un pequeño juego, dado que a Doyle le gustaba tocar muchos géneros literarios y no estancarse en uno, se transformó en un fenómeno debido a la increíble aceptación de las historias. Sherlock Holmes acabó devorando al Conan Doyle literario, que se esforzaba al crear otros personajes, como el Profesor Challenger, o que aspiraba a dedicarse al género de lo histórico. Pero el público, ni caso. Solo quería hablar de Sherlock. Llegado un punto, su inquina personal queda registrada ya que se conserva la correspondencia con su madre en la que le confesaba que quería deshacerse del personaje, para siempre. No más Holmes. Su madre le advirtió, pero Arthur estaba resuelto. “El Problema Final” es un relato publicado en 1891 y que será incluido en “Memorias de Sherlock Holmes”, una antología que servía como aparente cierre al personaje. Y sí, Doyle lo hizo, mató a su mejor baza en un final que renegaba de las bases de su producción, puesto que se dirimía en un cuerpo a cuerpo con su némesis fundamental, Moriarty.

Arthur Conan Doyle aguantó estoicamente durante casi diez años. Casi una década de constantes reclamaciones de los lectores que exigían la vuelta de Sherlock. Un agónico periodo donde el autor no conseguía emular el alcance de su detective privado y que le costó recular, para darle al respetable lo que ansiaba, nuevos argumentos con Holmes y Watson. Entre los años 1901-02 se publica, por entregas, la novela “El sabueso de los Baskerville”, material de base de este MLE, una obra que suponía un aplauso para los lectores pero que para el escritor suponía reinventar el ciclo “holmesiano”, ya que a partir de este instante ira pervirtiendo de manera deliberada algunas de las esencias más básicas de sus relatos previos.

Algunas de esas anomalías las podemos advertir en este libro. Lo primero que nos puede llamar la atención es el estudiado toque sobrenatural que se le pretende dar a la obra. Doyle había mantenido sus relatos muy pegados a la tierra, basados en los mecanismos del misterio. Todavía no estamos en la fase del espiritismo del autor, provocada por la muerte de numerosos allegados durante la I Guerra Mundial; repetimos, no estamos ante su periodo esotérico. Pero Arthur sabía jugar con múltiples temáticas, como escritor versado, por lo que incluyó un punto de partida sobrenatural en esta historia. No era la primera vez, de todas formas; en “La Banda de Lunares” ya se había jugado con esa posibilidad, aunque siempre se mantuvo el tono realista de la historia. Por cierto, en el cómic se incluyó una splash page de Val Mayerik, a modo de recuerdo, y un comentario de Archie Goodwin anunciando que quizás dentro de poco veríamos ese relato por las páginas de Marvel. Desgraciadamente, no ocurrió. El caso es que Doyle le dio un impulso más grande a la ambientación cercana al terror para configurar el “Sabueso”. Todo el relato de Hugo Baskerville se enmarca en esos términos; el punto de partida inicial, la muerte del último de los descendientes de la familia, es debida al puro terror. Charles Baskerville fallece como consecuencia del miedo.

Un trasfondo terrorífico necesita de un escenario terrorífico. El “Sabueso” tiene como parte de sus localizaciones la zona del Páramo de Dartmoor, en plena campiña inglesa. Es una zona yerma, ubicada en el centro de Devon, por lo tanto, es totalmente real. El terreno era conocido gracias a los estudios de Sabine Baring-Gould, un reverendo anglicano oriundo de la región. Éste se había especializado en temas de folclore, dejando para la posteridad, entre su vasta producción antropológica, uno de los tratados más conocidos sobre licantropía, «The Book of Were-Wolves«, en 1865. Hombres lobo, Devon, Dartmoor…… a Conan Doyle pudo hacérsele sencilla establecer una ligera conexión. De todas formas, este asuntillo no está exento de polémica. La obra sufrió los consiguientes ataques por plagio, desde su misma salida a librerías. Un escritor llamado Rodger Garrick-Steele lanzó la acusación, ya que encontró similitudes con otro texto realizado por Bertram Fletcher Robinson, periodista y amigo personal. El asunto no quedó dilucidado, por lo que Arthur pudo continuar con su desempeño, de manera tranquila.

Otro detalle de interés es el protagonismo adquirido por John Watson, el fiel compañero. El usuario habitual de las historias de Holmes sabía de la dinámica entre los dos protagonistas. La sapiencia, altanería, el comportamiento chulesco del detective privado podían hacer mella en un Watson que no es para nada un estúpido, sino alguien inteligente que quedaba eclipsado ante las dotes para la observación de su simpar acompañante. Ante el reto del can de los Baskerville, Conan Doyle otorga un peso fundamental a la figura del médico, en solitario, y se puede decir que sin su trabajo de campo, Holmes jamás hubiera sido capaz de desentrañar el entuerto. Ese punto de menosprecio hacia Holmes, con algunos momentos donde el detective quedaba algo opacado, es un primer paso para que el escritor fuera, poco a poco, ensuciando el aura de infalibilidad que le había acompañado en los primeros relatos. Sin entrar en detalles, podemos citar perlas como casos en los que fallos de Holmes provocan la muerte de inocentes, la presentación de Mycroft, el hermanísimo, que Doyle especificó que era más inteligente que Sherlock, o auspiciar relatos de corte humorístico (como “El Carbunclo Azul”), restándole gravitas al personaje. Conan Doyle se plegó a los deseos de los lectores, pero trató de poner en evidencia a su creación, en muchas ocasiones.

Palmer y Colan recrean a Hodiah Twist

Así pues, esta es la idea. Trasladar al cómic una obra que tiene sus típicos elementos “holmesianos”, pero que a su vez juega con las características del terror, un género con mucho predicamento en Marvel. Por ahí se pretendía agarrar la mayor cantidad de lectores, para iniciar diversos seriales con las obras de Holmes. Pero es que además se considera la novela más famosa de todo el canon. Un argumento que había sido trasladado a cine y televisión, de manera habitual. Por tanto, un fenómeno global que Goodwin aspiraba a que fuese el comienzo de un propia saga “holmesiana” dentro de la editorial. Recordar que el brillante investigador no es ajeno al contexto de Marvel Comics. Pese a que nunca apareció por sus páginas, sí se señaló como el abuelo de un personaje secundario en una serie fundamental de los setenta, Shang-Chi, Master of Kung-Fu. Clive Reston apelaba a su antepasado en unos términos que claramente identificaban al bueno de Sherlock.

Moench y Mayerik deben hacer frente a la traslación de la más famosa novela de Sherlock Holmes, de la que ya hemos comentado que no vamos a entrar en más detalles. Afortunadamente, nuestro Doug es un escritor de grandísimo talento. No solo un guionista cumplidor. La razón para matizar esto es que el relato se sustenta básicamente en los textos. Los recuadros de apoyo, diarios personales, diálogos entre personajes, se convierten en el vehículo para articular la trama. Nos encontramos en el terreno del misterio, por lo que las pistas y demás artificios del género detectivesco llenan las páginas de estos dos episodios de Marvel Preview. Apenas hay acción, la atención se traslada a la tensión, a la ambientación, al qué pasará, por lo que Doug Moench debía esforzarse en que el lector se mantuviera alerta en un tipo de narración muy pausada, estructurada a la manera novelesca. Y se puede decir que el resultado es bastante positivo.

A Val Mayerik le toca la papeleta de convertir en viñetas un guion quasi literario. Su estilo clásico, academicista en extremo, no es de los más apreciados. Aun así, el que escribe estas líneas ya ha destacado el trabajo de este artista en magazines, sobre todo, cuando se entinta a sí mismo, lo que se nota en el acabado de su trazo (ejemplo, el Monstruo de Frankenstein, donde coincidió con Moench). En este caso, la pretensión era que el dibujante actuase en calidad de autor completo, pero para Marvel Preview #6 la empresa fue imposible. Los plazos de entrega derrotaron a Mayerik, por lo que se tuvo que ayudar de P. Craig Russell, en unos pequeños detalles, y de Tony DeZuñiga, digamos el entintador oficial. El filipino es todo un especialista en el blanco y negro. No le podemos poner ninguna pega a su colaboración, dejando un apartado artístico situado en un más que solvente, para lo que la trama necesita.

Original de Marvel Preview #16, obra de Colan y de DeZuñiga

Hasta aquí el recorrido de Holmes en magazines Curtis. Pero no su influjo. En Vampire Tales #2 (octubre de 1973, fecha de portada), Don McGregor y Rich Buckler habían ideado un detective privado llamado Hodiah Twist, siempre acompañado de su fiel mayordomo, Conrad Jeavons. Los autores tomaron los rasgos básicos del dúo Holmes-Watson para dar lugar a unos investigadores de lo sobrenatural. Sus aventuras se localizaban en los años treinta, lo que les permitía acercarse a la fuente original, los relatos de Conan Doyle, aunque ubicados en Nueva York y siempre centrados en problemática esotérica, como vampiros varios. Esas eran las intenciones iniciales, pero el experimento no pasó de ese Vampire Tales #2.

En 1978 se continuaba publicando Marvel Preview, pese a que su llama ya parecía que se iba marchitando (de hecho, se acabaría cerrando para convertirse en Bizarre Adventures, a finales de 1980). En ese momento, el editor Richard Marschall decide plantear el #16 como una celebración de un género exitoso como el horror. “Master of Terror” rezaba su encabezado secundario, tratando de llegar al mayor número de público posible. Sus principales espadas, Lilith (la hija de Drácula) y Hodiah Twist. Se recupera, después de unos cuantos años, la figura del émulo de Sherlock Holmes para las revistas Curtis. En el apartado literario, se cuenta de nuevo con su creador original, Don McGregor (en el volumen hay una errata en los créditos, que señalan a Marschall como guionista), mientras que para la parte gráfica se ficha a la dupla Gene Colan-Tom Palmer, un equipo que había trabajado en consonancia en la Tumba de Drácula, un clásico del horror. Prueba de la premura de estos trabajos es que se añadió a última hora la colaboración de DeZuñiga, para que la historia no sufriera retrasos, por lo que el filipino también colabora en esta parte del tomo.

Los autores nos presentan un misterio, una serie de asesinatos en una de las líneas de tren de Nueva York, curiosamente con la luna llena sobre el cielo estrellado. Con estos mimbres deben trabajar Hodiah y Jeavons. Conociendo la influencia de todo aquello que huela a Sherlock Holmes en su trasfondo, ya pueden suponer que en este relato vamos a tener reminiscencias del “Sabueso de los Baskerville”, aunque aquí se opte por tirar hacia lo sobrenatural, sin ningún tipo de pudor, como bien anuncia la temática del magazine. La historia está realizada con el suficiente oficio como para que resulte intrigante y entretenida, a lo que hay que unir el brillante apartado artístico, con un Colan que había nacido para narrar tramas repletas de misterios, envueltas en sombras. Pues bien, los personajes no lograron el beneplácito del público, por lo que no han vuelto a aparecer en ningún tebeo Marvel desde entonces, dejando en dos sus apariciones en el catálogo, ésta y la de Vampire Tales.

y otro más, de la misma dupla

Visto el contenido, dedicamos unas palabras al continente. El volumen cuenta con las calidades habituales de un MLE. En esta ocasión lo tenemos a tamaño magazine, el cual era el propio de origen. Ya vamos dilucidando los criterios para este tipo de decisiones: parece claro que los tomos finos son los únicos agraciados con el tamaño revista. En este caso, contamos con alrededor de 160 páginas, uno de los más escuetos de la colección, con material extraído de la ya mencionada Marvel Preview. La reproducción es la habitual en el cómic en blanco y negro: aceptable, pero sin tirar cohetes. De hecho, la que corresponde al #16 se nota como algo más deficiente que las anteriores. La línea parece más apagada. Aun así, nada que deba preocupar al comprador. El tomo carece de extras, únicamente las portadas a color al final de la recopilación, realizadas por el gran Ken Barr y por el propio Colan ; por cierto, se ha hecho algo muy extraño con ellas. Se ha utilizado el interior de la contraportada de cartón para colocar una de las portadas, algo inaudito hasta ahora. Quizás era demasiado gasto para los editores añadir una hoja de papel más, para ubicar esa ilustración en condiciones. Quién sabe…..

Cerrando el texto y pasando a conclusiones, nos hallamos ante una rara avis para el seguidor marvelita. Las tramas de misterio, novelescas, pausadas, no entraban en el radar de muchos de los lectores de la época. Un material bastante desconocido, por cierto, lo que hace que baje su interés y mucho. Pero luego está el otro usuario, aquel que busca calidad, buenas historias y el “Sabueso de los Baskerville” lo es, sin ningún género de duda. A este tipo de lector le tiene que sobrar el marchamo de Marvel para acercarse a una de las representaciones más fieles que se ha hecho de una obra como esta, tan conocida y universal, en las páginas de un cómic. Ya solo por esto, el tomo se recomienda solo. Pero no está de más que apelemos a los fans de Holmes para que no lo dejen pasar y conjuguen al unísono aquello de….. elemental, querido Watson.

  Edición original:. Marvel Preview #5-6, #16 Edición nacional/ España:. Panini Cómics y SD Distribuciones Guión:. Doug Moench y Don McGregor Dibujo:. Val Mayerik y Gene Colan Entintado:. Tom Palmer y Tony DeZuñiga Formato:. Tomo en tapa dura Precio:. 25 euros   Detective, pipa, gabardina y gorra, Baker Street, método…

El Sabueso de los Baskerville

Guion - 7
Dibujo - 7.5
Interés - 4

6.2

Valoración Global

La inmortal obra de Arthur Conan Doyle recibe su particular versión en cómic Marvel, obra de Doug Moench y Val Mayerik. Ningún seguidor "holmesiano" se sentirá defraudado con esta adaptación

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Matches_Malone
Matches_Malone
Lector
30 abril, 2019 8:34

Buenos días!
¿Verdad que Doug Moench es uno de los principales inquilinos del Pabellón de Escritores Olvidados? Hizo grandes cosas en una horquilla temporal de casi treinta años, y no sólo en Batman.
Me ha gustado mucho la reseña; y qué razón tienes, lectura de calidad que sin embargo no encuentra un target comercial dilatado. A mí mismo me interesa, y sin embargo no lo he pillado porque de crío leí tanto a Doyle que no me apetece volver a leer una historia que ya conozco ni siquiera en otro medio.
(Y porque son veinticinco lereles); aún así me sabe mal, porque luego soy el primero que se queja de que las editoriales no arriesguen.
Maldición.

seth
seth
Lector
En respuesta a  Matches_Malone
1 mayo, 2019 1:07

“Aun así”, “pese a eso”
no es lo mismo que “aún así” que equivaldría a “todavía así”. En el caso que quiere matches Malone (genial alter ego de Batman) señalar, correspondería al término sin tilde. La fundéu es buena guía además de la RAE. Y fuera ya de bromas, veo que no hay muestra del interior de este cómic sino ejemplos de planchas originales. La impresión de la edición reseñada es lo que evitó que adquiriera el volumen.

Dynamo
Dynamo
Lector
30 abril, 2019 14:14

Doug Moench y Gene Colan en el mismo cómic? Y Mayerik? Y Holmes? Y recomendado por el Señor Porras?
Este mes puede que encuentre un hueco en el presupuesto.
Gracias por el artículo.

Mimico
Lector
30 abril, 2019 16:19

Excelente artículo, como es habitual. No me sonrojo al decir que desconocía completamente que Marvel hubiera hecho algo con Sherlock Holmes. Ya no le cuento de los sosias esos. También me ha sorprendido el «grosor» de este MLE, bastante delgadito… ¡Un abrazo, camarada!

Bea Bordez
Bea Bordez
Lector
30 abril, 2019 21:00

Buenas señor Porras, hace un tiempo no pasaba a comentar, ya es una costumbre que comente en un artículo suyo, pero para no repetirme siempre no escribo en algunos, que los leo todos y los disfruto; vamos al asunto, me está interesando, y mucho, los magazines de la marvel de esa época que ya ha mencionado en otros artículos anteriormente; me he llevado la sorpresa, al igual que otro comentarista, al enterarme que el bueno de Holmes tuvo una adaptación en cómic Marvel, muy bueno su artículo, siempre es un gusto para mí leer cada tanto el asunto de Doyle y su creación, he podido leer otros relatos fuera del detective y he tenido buenas horas de lectura, Doyle era muy bueno con el misterio, dejé sin terminar su «El Mundo Perdido» creo que no estaba con ánimos para ese tipo de lectura en esa ocasión.
Ya le he dicho que me encantó su artículo? Si, bueno, en cuanto a la novela en sí, está entre mis preferidas del detective, y si no mal recuerdo, la fecha en que estaba ambientada la novela es anterior al del relato «El problema final», Doyle si dio una nueva historia, pero Holmes seguía muerto, aunque no por mucho tiempo.
Ya me alargue, y con asuntos no relacionados al cómic, sepa disculpar mi entusiasmo, es que un artículo de Sherlock Holmes escrito por usted, como no entusiasmarme con eso? Saludos