Marvel Gold. Los Poderosos Vengadores 9. Asalto a la Mansión.

 

Edición original:Avengers 273-280 USA.
Edición nacional/ España:Panini Comics.
Guión:Roger Stern, Bob Harras.
Dibujo:John Buscema, Bob Hall.
Entintado:Tom Palmer, Kyle Baker.
Color:Paul Becton, Christie Scheele, Julianna Ferriter, Max Scheele.
Formato:Tomo con solapas, 192 páginas.
Precio:19,95€.

 

Sólo con leer el avance de esta reseña ya debería darse a entender que hoy toca que hablemos de un gran cómic. Y es que, el cómic protagonista de nuestros desvelos está escrito por nada más y nada menos que Roger Stern, autor que llevó la colección del Capitán América por un lado y la de Spiderman por otro, a cotas de calidad nunca antes vistas, haciendo que ambos personajes entraran en la nueva década ochentera, semilla de grandes creaciones para la casa de las ideas.
Pero Stern no está solo, pues a su lado, acompañándole en la gestación de esta gran obra tenemos a nada más y nada menos que John Buscema, un ilustrador cuyo nombre es sinónimo de calidad. Los Vengadores, Conan el Bárbaro, Adam Warlock… hay todo un sinfín de títulos y de grandes sagas en las que el Señor Buscema ha puesto su nombre al lado de su genial trazo, por lo que con sólo abrir un cómic dibujado por él se nos pone la piel de gallina.

Como tercera y última parte de estos breves prolegómenos debemos citar a los protagonistas del cómic en cuestión. Los Héroes Más Poderosos de la Tierra, los Vengadores. De incuestionable popularidad tanto hoy día como entonces, ellos eran y son la fuerza de choque definitiva del Universo Marvel. Cuando la amenaza que se cierne sobre el planeta se sale de las escalas normales, allí estarán los Vengadores para pararla, circunstancia que sin duda les ha granjeado el amor de la ciudadanía… y el odio de unos cuantos villanos que ven frustrados sus planes en infinitas ocasiones.

Sobre esta idea es sobre la que se gesta Asalto a la Mansión. Si un solo villano, o varios de ellos desorganizados no pueden cumplir sus objetivos por culpa de los Vengadores… ¿por qué no crear un grupo de malosos que esté al nivel de nuestros héroes favoritos y atacarles donde más desprevenidos están? Exacto, tal y como el propio título de la obra reza, en su propia casa.
El artífice de esta idea no es otro que Helmut Zemo, el segundo Barón Zemo, hijo del primero, y uno de los villanos más clásicos del Capitán América, que resucita la idea de Los Señores del Mal y recluta a pesos pesados como Chaqueta Amarilla, Titania, La Brigada de Demolición, Mr. Hyde y un largo etcétera para acabar con Los Vengadores de una vez y para siempre.

A partir de aquí se desatará un auténtico pandemónium de batallas sin par dentro de la mítica Mansión Vengativa, demostrándosenos como el plan maestro de Zemo tiene todas las de ganar. Seremos testigos de uno de los momentos más dramáticos (y duros para un cómic de la época), el cual no es otro que la brutal paliza que recibe Jarvis (eterno mayordomo de Los Vengadores, pieza clave del grupo y nexo de unión del equipo) por negarse a colaborar con los villanos de la historia.

Pero no sólo contemplaremos peleas y planes de guerra. En esta época Los Vengadores estaban liderados por Janet Van Dyne, La Avispa que bajo la batuta de Roger Stern había pasado de ser una heroína más, con una complicada relación con Hank Pym (en la que ya entonces se introducía el problema de la violencia de género) a ser una líder por derecho propio. Una mujer fuerte, miembro fundador del grupo, que dirigía los destinos de éste, por mucho que personajes como Hércules (héroe griego proveniente de una época en la que la igualdad de sexos era algo más difícil de ver que una nave alienígena surcar el Peloponeso) encarnaran el machismo más exacerbado al oponerse a todas y cada una de las ideas de Janet sólo por ser mujer.

Y aquí es donde saltamos a comentar el arte de John Buscema. Rostros de gran expresividad, viñetas que transmiten movimiento y dinamismo en cada golpe, cada finta… en aquella época en la que la llegada de Los Vengadores al celuloide era poco más que un sueño erótico, este cómic era una de las maneras más realistas de ver representado al grupo en papel.

Finalmente, no podemos cerrar esta reseña sin hacer referencia a que este cómic, en el que Zemo lideraba a un grupo de villanos con un sentido de la estrategia envidiable, sería el germen de lo que en 1997 dio lugar a los Thunderbolts, el grupo definitivo de villanos marvel, que acabó por ser la mejor coalición de antihéroes nunca antes vista en la Casa de las Ideas.

Estamos ante un clásico imprescindible, uno de esos cómics que sin duda, dejan un grato recuerdo en cualquiera que se acerque a él, ya sea por primera o por quincuagésima vez. Editado por Panini en formato Marvel Gold y dentro de su coleccionable Marvel Héroes, esta es una de esas obras que cualquier fan de la franquicia vengativa debe tener.