Mangaland #08: Detroit Metal City

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Título: Detroit Metal City
Título original: Detroit Metal City
Autores: Kiminori Wakasugi
Editorial: Planeta deAgostini
Precio: 6,95 euros / tomo
Formato: tomo con sobrecubiertas
Clasificación: seinen
Tomos: 6 (detenido) (En Japón, 10 y terminado)

 

Retomamos esta sección aperiódica con otro de esos títulos manga editados en España que, por la razón que sea, no parecen haber cuajado demasiado. Y es que debido a la vorágine publicadora de estos últimos dos o tres años ha salido tantísima serie manga que, durante un tiempo, fue prácticamente imposible tamizar lo bueno de lo no tan bueno entre la avalancha de novedades que cada mes inundaba las librerías.

Actualmente, aproximadamente un año después de que la crisis se cebara también en la industria del cómic de forma devastadora, vivimos una época de fuerte estancación en el mercado del manga, que está pagando los excesos de los años 2006-08. Esta estancación se ha traducido en un período de extrema prudencia por parte de las editoriales, que han frenado en seco la contratación de nuevas series y han tratado de dar oxígeno a sus maltrechas líneas manga sea mediante el corte por lo sano de series deficitarias, sea con la imposición de largas pausas en el ritmo de publicación de algunas colecciones para ver si las ventas de los tomos ya publicados remontan.

En cualquier caso, tal vez sea ahora el momento de poner orden entre lo que fue publicado y destacar algunas series que pasaron desapercibidas entre la vorágine y el hambre del aficionado medio del manga por el consumo de Naruto, Bleach, Death Note y otras series de la escuela Shōnen Jump. Este es más o menos uno de los objetivos de esta sección, ayudar al lector interesado a encontrar una serie buena o excelente que le pueda gustar.

Detroit Metal City –DMC para los amigos– ha sido uno de los éxitos más sonados del manga de los últimos años; llegó a estar en boca de todos entre los años 2007 y 2009, aproximadamente, su época de mayor esplendor. Durante estos años, los tomos de DMC se vendieron como rosquillas en todas las ciudades y pueblos de Japón, se hizo una serie animada, una película de imagen real y un montón de merchandising y, obviamente, muchas editoriales extranjeras se interesaron por sus derechos. En España, fue Planeta deAgostini la editorial que ganó la puja y empezó a editar este manga en octubre de 2008.

Negishi, el protagonista, es un pobre mosquita muerta pusilánime, de gustos muy gafapasta tanto en lo musical como en el vestir y el modo de vida. Sin ir más lejos, su película favorita es Amélie, y adora el pop de estilo sueco. Tanto, que su sueño es convertirse en cantante profesional de un grupo de pop suave. Sin embargo, por cosas de la vida, Negishi cae en las manos de una despiadada productora de death metal, que lo coloca como líder de un grupo de fantoches disfrazados y maquillados a lo Kiss llamado Detroit Metal City. Cuando Negishi se pone en la piel de Krauser II, sufre una especie de trastorno de la personalidad que lo convierte en un verdadero monstruo del metal.

Y así va transcurriendo la historia de DMC, narrando las aventuras de Negishi y compañía en su intento por compaginar su vida tranquila gafapasta con la salvajada del death metal, y tratando de escapar de la leyenda de Krauser II, que, muy a su pesar, él mismo contribuye a engrandecer cada vez más ante los histéricos y crédulos fans.

Estamos ante una historia tremendamente pasada de vueltas, muy divertida y también muy cafre, con un humor extremadamente “destroyer” y basado en parte en el mal gusto –como debe ser– y en los tacos. Y es que DMC resulta una agradable excepción en el mundo del manga japonés, generalmente tan poco dado a la incorrección política. DMC es políticamente incorrecto, muy bestia y muy, pero que muy divertido.


El único achaque del que peca la serie es tal vez su dibujo, que no resulta muy atractivo. Y es que ya sabéis que en Japón, los mangaka se dedican generalmente tanto a tramar los argumentos como a dibujarlos, por lo que forzosamente tenemos historias con muy buen dibujo pero guión regular o viceversa. No me malinterpretéis, el dibujo de DMC no es malo y enseguida te acostumbras a él, pero el autor no es precisamente Takehiko Inoue o Naoki Urasawa, lo que sin duda representa un hándicap importante en un país como el nuestro, donde las obras de cómic “entran por los ojos” a los posibles lectores. Si el dibujo no es espectacular, hay muchas posibilidades de que el tomo se quede en la tienda.

Y esto es posiblemente lo que le ocurrió a DMC en España: probablemente el tebeo no vendió todo lo bien que se esperaba, puesto que ya llevamos muchos meses estancados en el tomo 6 y Planeta deAgostini no parece muy inclinada a seguir editando más tomos de este magnífico manga que hace muy poco terminó en Japón, con un total de 10 volúmenes. No obstante, que la obra esté paralizada en España no significa que desaconseje su compra: al estar organizada en capítulos autoconclusivos, leer estos 6 tomos es más que recomendable y no te quedas colgado a media historia. Así que, si te gusta el humor más bestia y cafre, por favor compra esta obra, no te arrepentirás.

Y si quieres leer un poco más sobre DMC, puedes pasarte por la reseña que hice de su edición japonesa antes de que fuera licenciada para España: aquí tienes el link.

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Doremi
Doremi
1 noviembre, 2010 14:40

yo vi el anime y compre el manga, muchos capitulos repiten una y otra vez el mismo esquema pero es muy recomendable y divertido , ojala saquen los 4 tomos que quedan pendientes

Ziggy
Lector
1 noviembre, 2010 17:03

Muy divertido y digerible de leer. Yo tambien leí el manga. Ideal para los fans de la musica.

Blade Runner
Blade Runner
Lector
1 noviembre, 2010 23:59

A mí me pasó precisamente lo que comentas del dibujo: al no «entrarme por los ojos», no me atreví a llevar el primer tomo. Aparte de que él título también era tan rarillo que no sabía muy bien qué esperar de la serie. Leyendo tu reseña me apetece pillarme un par de volúmenes por lo menos, para probar. Ya me fastidiaría que ahora me encantase y Planeta no sacara los números que faltan…
 
Qué cosas. Cuando empezó el boom del manga allá por los 90, con Dragon Ball y demás, me compraba prácticamente todas las colecciones que traían Planeta y Norma, y ya me parecían muchas. Ahora es imposible seguir todas las que salen cada mes, y claro, quieras que no se te acaban escapando joyitas que a lo mejor no te suenan de nada pero que merecería la pena echar un vistazo…
Menos mal que para eso están las reseñas ^__^ 

daniel
daniel
5 noviembre, 2010 1:19

es Gene Simmons, es la historia de este tipo!!Detroit Metal City= Detroit Rock City!!!!!!!!!!!y Gene era profesor pero a diferencia nada timido!!!!!!!!tambien Kiss no hace Death pero es casi un calco a la vida preKiss de Gene!!!destroyer es otro disco chicos!!