La Ley Sinde, una balada triste en internet

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Aviso importante: El artículo que sigue a continuación enlaza, únicamente con carácter informativo, a webs que alojan o que a su vez enlazan a contenidos sujetos a copyright. Ni Zona Negativa como medio ni el redactor de este artículo promueven o animan directa o indirectamente la descarga de estos u otros contenidos protegidos por derechos de autor.

A estas alturas habrá pocos que no se hayan enterado: el pasado martes 21 de diciembre de 2010, la así llamada «Ley Sinde», en realidad disposición final segunda de la Ley de Economía Sostenible (pág 89.), se rechazó por parte de la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso tras la incapacidad del equipo de gobierno del PSOE –con la Excma. Sra. Ministra de Cultura Dª Ángeles González-Sinde Reig a la cabeza– de conseguir apoyos parlamentarios de otros grupos. Todo ello tras un aluvión de críticas, enfrentamientos, reacciones, lances y ataques informáticos que tuvo en vilo a la red española durante semanas antes de la votación de la ley, que aún hoy sigue coleando y que dará mucho que hablar en las próximas semanas, tras el anuncio de los interesados de intentar sacar adelante su propuesta en el Senado. Para los rezagados que no han leído periódicos, visto informativos u oído la radio durante la semana pasada, Rafa Martín –con su inconfundible estilo benaventiano (allí dirían que Benavente tiene este estilo rafamartinense, supongo)– ha hecho una excepcional recopilación de enlaces en Las Horas Perdidas que no repetiré yo aquí y ahora. Así que vamos al meollo de la cuestión: las descargas.

A día de hoy (casi) todo el mundo descarga. Películas, música, libros, cómics… se descarga de todo y, generalmente, se hace gratis, con el consiguiente perjuicio económico a nivel nacional e internacional para la industria de la cultura. Un perjuicio, mayor o menor según la fuente, ejercido desde unos medios que pueden resultar beneficiosos para algunos autores pero, al fin y al cabo, dañinos para muchos profesionales. Un perjuicio, finalmente, al que ni la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información ni el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual podían poner coto. ¿Motivo? Pues muy sencillo: por más que digan los mensajes que vemos antes de los DVDs originales, y por más que actores, cantantes o directores cinematográficos se empeñen, el uso no autorizado que implican las descargas de material protegido por derechos de autor no es ni una violación sexual, ni un robo, ni tiene nada que ver con el cultivo del tomate… si bien, por mucho que se empeñen los popes españoles de las redes P2P y las webs de descargas directas, tampoco es un ejercicio de mero préstamo desinteresado (como el que resulta de dejar un cómic a un amigo o de regalar una película a un desconocido). ¿Por qué? Porque tanto el robo como el préstamo implican que el propietario inicial del bien deja de poseerlo, involuntaria o voluntariamente. Así que no… la figura jurídica que entraña la piratería es otra muy distinta, se llama «copia», y no debería estar sujeta a manipulaciones emocionales a través de falsas analogías. Por tanto, la gran pregunta sería… ¿es esa copia delictiva? Y la respuesta es que, a la luz de la legislación vigente, la copia es totalmente lícita.

¿Por qué es lícita (penalmente hablando, otro asunto es la licitud civil)? Para responder a esta pregunta hay que hacer referencia al auténtico caos legislativo que supone la propiedad intelectual en España, y la significación que conlleva el adquirir un bien cultural y su reproducción. En nuestro medio cuando alguien adquiere, por ejemplo, una película, se considera que adquiere una copia del bien cinematográfico y no el vehículo contenedor de ese bien; y, por tanto, en virtud de una excepción o límite al derecho del titular a la reproducción de la obra, se reconoce la posibilidad de realizar copias de seguridad del bien para salvaguardarlo. Así, si un DVD se rompe o degrada, un consumidor puede haber realizado lícitamente copias para poder seguir disfrutando de su película. Paralelamente, según el artículo 18 del texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual tenemos que «se entiende por reproducción la fijación directa o indirecta, provisional o permanente, por cualquier medio y en cualquier forma, de toda la obra o de parte de ella, que permita su comunicación o la obtención de copias». Es decir, que copiar es una forma de reproducción. Y así llegamos a la madre del cordero, el artículo 31 de la citada ley, que dice así:

Artículo 31. Reproducciones provisionales y copia privada.

1. No requerirán autorización del autor los actos de reproducción provisional a los que se refiere el artículo 18 que, además de carecer por sí mismos de una significación económica independiente, sean transitorios o accesorios y formen parte integrante y esencial de un proceso tecnológico y cuya única finalidad consista en facilitar bien una transmisión en red entre terceras partes por un intermediario, bien una utilización lícita, entendiendo por tal la autorizada por el autor o por la ley.

2. No necesita autorización del autor la reproducción, en cualquier soporte, de obras ya divulgadas cuando se lleve a cabo por una persona física para su uso privado a partir de obras a las que haya accedido legalmente y la copia obtenida no sea objeto de una utilización colectiva ni lucrativa, sin perjuicio de la compensación equitativa prevista en el artículo 25, que deberá tener en cuenta si se aplican a tales obras las medidas a las que se refiere el artículo 161. Quedan excluidas de lo dispuesto en este apartado las bases de datos electrónicas y, en aplicación del artículo 99.a), los programas de ordenador.

Y, si alguien que se haya leído el 31.2 le ha dado al click donde reza «artículo 25» se habrá encontrado con nada más y nada menos que el artículo que ordena el conocido como canon digital, una compensación gravada sobre equipos, aparatos y soportes materiales idóneos para realizar reproducciones exclusivamente para uso privado, mediante aparatos o instrumentos técnicos no tipográficos, de obras divulgadas en forma de libros o publicaciones que a estos efectos se asimilen reglamentariamente, así como de fonogramas, videogramas o de otros soportes sonoros, visuales o audiovisuales. O en otras palabras: una compensación económica cobrada a los fabricantes (aunque transmisible a los estamentos de la cadena de distribución en calidad de responsables solidarios) «por si» los dispositivos tecnológicos que adquirimos son usados con fines relativos a la copia privada.

Un «por si» que ha sido puesto en cuestión por una Europa que ha determinado que, si bien el canon puede aplicarse a las compras de particulares, no puede aplicarse a empresas o administraciones, y que es utilizado por los defensores de las descargas como garante de las mismas (cuando, en realidad, el canon compensatorio no implica transmisión de derecho alguno al consumidor). Resumiendo: el canon compensatorio lo sufragan los fabricantes o el resto de la cadena distributiva, lo hacen repercutir sobre el precio final del producto, se grava en virtud de la posibilidad de uso del medio tecnológico para realizar copias privadas, pero no se relaciona con el derecho del consumidor a realizarlas; un derecho que legalmente no es tal, sino un límite de los derechos de propiedad del titular de la obra. Por este motivo, las sociedades de gestión de derechos de autor se niegan a introducir el canon en el debate de las descargas de contenido protegido: tal y como está escrita la ley, el canon no tiene nada que decir en la legalidad o ilegalidad de las descargas. En cualquier caso, y finalmente, la guinda del pastel: el artículo 270 del Código Penal, que regula las penas aplicables a quienes contravengan todo lo anterior…

1. Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de 12 a 24 meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. […]

2. Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de 12 a 24 meses quien intencionadamente exporte o almacene ejemplares de las obras, producciones o ejecuciones a que se refiere el apartado anterior sin la referida autorización. Igualmente incurrirán en la misma pena los que importen intencionadamente estos productos sin dicha autorización, tanto si éstos tienen un origen lícito como ilícito en su país de procedencia; no obstante, la importación de los referidos productos de un Estado perteneciente a la Unión Europea no será punible cuando aquellos se hayan adquirido directamente del titular de los derechos en dicho Estado, o con su consentimiento.

3. Será castigado también con la misma pena quien fabrique, importe, ponga en circulación o tenga cualquier medio específicamente destinado a facilitar la supresión no autorizada o la neutralización de cualquier dispositivo técnico que se haya utilizado para proteger programas de ordenador o cualquiera de las otras obras, interpretaciones o ejecuciones en los términos previstos en el apartado 1 de este artículo.

Por tanto, retomamos, ¿por qué no son delictivas las descargas de material sujeto a copyright? Pues bien… en cuanto a la tecnología empleada, el P2P es sólo un sistema de compartición de archivos de toda clase, y las webs de descargas más empleadas (megaupload, rapidshare, hotfile, fileserve…) ofrecen únicamente un servicio de alojamiento de archivos y han demostrado ser cooperativas cuando se denuncia el alojamiento de material sujeto a derechos de autor (si bien no pueden controlar con inmediatez a todos sus usuarios y no tienen forma de discriminar este contenido cuando se sube a la red). Por su parte, las páginas de enlaces como Series Yonkis o Cinetube (que suelen tener ánimo de lucro, aunque no todas) no pueden a día de hoy criminalizarse porque, como indica el abogado especializado en estas lides D. David Bravo, «penalmente es indiferente que una web de enlaces tenga ánimo de lucro» ya que sólo enlaza –y no aloja– el contenido sujeto a derechos de autor. Además, tenemos a las operadoras, que que no son susceptibles de pagar canon compensatorio en base al canal de conexión a internet (ADSL, cable, teléfono, etc) por actuar como bus de transmisión y no como medio de almacenamiento. Y, finalmente, tenemos al usuario, que ve garantizada la obtención de copias de las obras a partir de fuentes lícitas (pero NO necesariamente originales, por lo que las webs de descarga son fuente susceptible de suministro) y que no tiene ánimo de lucro aunque el uso sea colectivo. Así que, a la luz de la legislación vigente, lo único discutible es cómo se armoniza el canon digital con los sistemas tecnológicos de protección de las obras (DRM, o Digital Rights Management), que impiden la lícita obtención de copias privadas a partir de fuentes originales.

LA LEY «SINDE»: UNA SOLUCIÓN IMPERFECTA Y CUESTIONABLE

Llegados a este punto, y para solucionar este pandemonio y acabar de una vez por todas con el perjuicio a una industria claramente afectada por las descargas, la ministra González-Sinde, ante las presiones de su propio gremio, de las sociedades de gestión de derechos de autor como la SGAE y de las majors estadounidenses, introduce en la anteriormente citada Ley de Economía Sostenible su famosa «Ley Sinde», en realidad una disposición final segunda que reforma a un tiempo tres leyes en vigor. ¿El objetivo? Atajar el problema en el eslabón más débil de la cadena –las webs de descargas– para no criminalizar así al usuario (sería una medida antipopular que, ademas, conduciría al cifrado masivo y a dificultar la persecución de delitos más importantes), no perjudicar a las teleoperadoras (económica y fácticamente inviable) y no meterse en el berenjenal del derecho internacional atacando a los servicios de alojamiento. Un objetivo al que el que suscribe no le pone ninguna objeción (las descargas son perjudiciales para la industria, y los autores tienen justo derecho a cobrar por su trabajo), pero para el que se ha desarrollado una solución claramente problemática y peligrosa por tres motivos.


La «Ley Sinde», una iniciativa peligrosa

En primer lugar, porque el papel principal de la actuación legal contra estas webs no reside en un juez, sino en una Comisión de Propiedad Intelectual dependiente del Ministerio de Cultura (artículo 158 de la LES) que el mismísmo El País define como «una policía cultural», y que supondría una peligrosa injerencia del poder Ejecutivo en el Judicial, al tiempo que un agravio comparativo al suponer, de facto, una vía jurídica acelerada en un país con un grave problema de retrasos judiciales. En segundo, porque engaña a los autores al hacerles creer que sus problemas desaparecerán cuando, en realidad, se irán otra parte: ni Pirate Bay, ni Taringa!, ni OneClickMoviez ni ninguna web alojada en el extranjero se verá afectada por el problema. Si hubiera entrado o entrara en vigor, la «Ley Sinde» sólo conseguiría cortarle la cabeza a la hidra durante unas cuantas semanas (si no días) hasta que nacieran centuplicadas por doquier.

Y en tercero –y es el motivo por el que este artículo está publicado en esta web– porque su contenido es altamente peligroso para con la blogosfera patria. ¿Cuál es el gran problema de la «Ley Sinde»? Pues que la citada Comisión puede «adoptar las medidas para que se interrumpa la prestación de un servicio de la sociedad de la información o para retirar los contenidos que vulneren la propiedad intelectual por parte de un prestador con ánimo de lucro, directo o indirecto, o que haya causado o sea susceptible de causar un daño patrimonial». Y sólo en el caso de que se puedan afectar los derechos y libertades recogidos en el artículo 20 de la Constitución, sería necesaria la previa autorización judicial. Es decir, que si esa ley saliera adelante, un blog –como éste– que realizara una crítica negativa –más que probable– a una determinada obra cinematográfica o «comiquera», adjuntando además una portada de la obra o similar, podría irse al traste. Y es que ya no se necesita ánimo de lucro, sino únicamente la susceptibilidad de causar un daño patrimonial. ¿Derecho a cita? Pues sí, la Ley de Propiedad Intelectual lo recoge, pero desde que se modificó y se hizo extensivo únicamente con fines docentes, de investigación o para recopilaciones periódicas efectuadas en forma de reseñas o revistas de prensa, es fácil buscarnos las vueltas.

Después uno oye a Álex de la Iglesia, en su acalorado debate el martes por la tarde. Y después lee su Twitter, y después ve una entrada en su blog que contiene un fotograma de una película para cuya reproducción no ha solicitado permiso, y piensa que, evidentemente, el hombre no tiene mala intención. Pero cuando se vota una ley, se vota la redacción de esa ley y lo que puede o podría permitir, no su intención. Y luego ve uno que todo se ha intentado hacer de tapadillo, con nocturnidad y sin hacer mucho ruido (a las nueve de la noche en plenas fiestas el día antes del sorteo de lotería de Navidad) y se escama.


Álex de la Iglesia durante un debate con internautas (vía El País)

Dichas así las cosas, ¿no sería mejor sentarse, producir una ley de consenso que reforme amplia y debidamente toda la Ley de Propiedad Intelectual y, de paso garantizar el derecho a cita en base a porcentaje para todo aquel que, en estos tiempos de internet, desee hacer una reproducción parcial (pactada bajo máximos) de una obra sujeta a derechos de autor? ¿no sería mejor hacer una ley con la que todo el mundo se sienta cómodo antes que parchear, intentar colar, cabrear al personal y estar a malas? Yo creo que sí. Y quiero creer que todos, de Teddy Bautista a Javier Bardem, también lo preferirían. Soy consciente de hay un problema que hay que arreglar, pero hay que arreglarlo bien, no así. Aunque, dicho lo cual, hay que remarcar otra cuestión: con o sin consenso, ninguna ley solucionará el problema de la industria… ¿por qué? Porque la industria, tal y como se conocía, se ha acabado.

UNA REFORMA DE LA INDUSTRIA CULTURAL: LA AUTÉNTICA SOLUCIÓN

Cuando uno oye hablar a cualquier representante de la industria cultural de nuestro país observa razones poderosas y justas en sus reclamaciones pero también un objetivo utópico, pues sólo se puede acabar con las descargas que perjudican dicha industria volviendo a una situación pre-Internet. Pero Internet es el invento más importante del siglo XX, Internet ha cambiado el mundo y sus costumbres, e Internet no tiene vuelta atrás. Antes un espectador iba al cine, veía el tráiler de una película que llamaba su atención, leía sobre ella en una publicación especializada, asistía a su estreno tres o cuatro meses después de su lanzamiento en el mercado de origen, se esperaba otros tres o cuatro meses y podía comprarla si así lo deseaba para su visionado en reproductores domésticos a partir de una copia física. Pues bien: eso ya no es posible y no se puede retornar a ese modelo de negocio por más leyes que se aprueben y por más duro que se ponga el camino. Las cosas mutan, y cuando lo hacen de una forma tan vertiginosa, el resto tiene que cambiar para que todo siga igual. Es algo difícil, pero cuanto antes se asimile, antes podrá encararse el problema y aceptar la reforma de la industria cultural como la auténtica solución a la piratería. Porque hay que aprender a usar Internet en beneficio propio y hay que hacerlo ya.


La iTunes Movie Store en España: cara, atrasada, limitada, sin V.O. y con poco HD

La gran revolución que ha traído consigo Internet ha sido, sin duda, la de la inmediatez. En cualquier parte del mundo, con un simple ordenador conectado, podemos enviar emails que llegan al instante, compartir nuestras vivencias a tiempo real, hablar e incluso ver a nuestros conocidos mientras lo hacemos, acceder a ingentes bases de datos y transmitir documentos y trabajos (e incluso colaborar en ellos a varias manos) de toda clase. Consultar el DRAE, buscar en una enciclopedia, ver el catálogo de un museo, acceder a publicaciones científicas, informarnos de lo que pasa al otro lado del mundo… lo que antes llevaba minutos, horas, días, permisos, desplazamientos, contactos, tiempo y dinero, ahora se hace en segundos a golpe de click. Y lo más importante: cualquiera puede generar contenido. Pretender que este cambio de mentalidad no afecte al consumo cultural es estar ciego. Porque he ahí el quid de la cuestión: la inmediatez y la disponibilidad de la información y los bienes culturales –nunca antes se había podido consumir tanto cine, tanta música, o tanta literatura sin depender, además, de canales de distribución físicos y por tanto limitantes– se han convertido en necesidades para colmo indisociables. Es el «a cualquier hora y en cualquier lugar» elevado al cubo. Y la industria cultural, en lugar de satisfacer esa necesidad y aprovecharse de ese mercado, pretende, sencillamente, que quien está habituado a la celeridad espere, cuando el verdadero problema es que no se dan cuenta de que nadie desea esperar y, lo más importante, que nadie tiene ya que hacerlo con los medios que tiene a su disposición.

El choque se vuelve así inevitable… se siguen distribuyendo copias de prensa o con fines académicos de películas que, antes incluso de su estreno en Estados Unidos, ya están colgadas en la red (y encima ésta en concreto se retrasa en España hasta el 18 de febrero). Se sigue retrasando el estreno de una película lo suficiente como para que antes de su llegada a la salas de nuestro país ya haya salido en alquiler o a la venta al otro lado del Atlántico. Siguen descatalogándose auténticos clásicos por un tiempo ignoto. Se siguen retrasando los estrenos en nuestro país de series de televisión punteras y después se las maltrata en la parrilla en aras de la contraprogramación. Y en lugar de reconvertir las salas de cine y reenfocarlas a otros contenidos de forma masiva, de hacer estrenos mundiales extensivos a la red, de reducir la presencia de soportes físicos reduciéndolos a productos destinados al coleccionismo o de gestionar los derechos de emisión online con publicidad de series de televisión en V.O. al día siguiente de su estreno en Estados Unidos, se apuesta desde posturas cercanas al neoludismo por intentar que el consumidor dé varios pasos atrás, que vuelva a esperar o que se desplace a un centro comercial a una hora prefijada y que deje de descargarse, en menos de veinte minutos, copias en calidad media-alta (no hace falta ni recurrir al top manta ni hacerse con malas copias grabadas en el cine) a las que tiene acceso a cualquier hora del día y en cualquier lugar, y que puede ver cómodamente en su ordenador o su televisión.


Netflix, una idea estupenda aún pendiente en España

¿Leyes antipiratería? La mejor manera de multiplicar la oferta de webs de descargas, diversificándolas tras descentralizaciones puntuales (al principio fue Napster, después…). ¿Gravar a las teleoperadoras? Una forma de pasar la patata caliente que no cae en la cuenta de que el tráfico por el que pagan los usuarios podría emplearse en opciones legales ni en que supone una infraestructura de distribución gratuita para los productores de cultura (hasta el punto de que ellas plantean la opción contraria). ¿Cerrarse a Internet pensando que impera el gratis total? Negar el éxito de sistemas como iTunes (de momento caro y muy imperfecto en lo que compete a películas, pero afinadísimo en el terreno musical), Amazon, Netflix, Hulu, Spotify… sistemas que han rentabilizado el ancho de banda –mediante una mezcla de streaming y cloud computing, almacenamiento local condicionado, publicidad integrada y micropagos– para vender miles de millones de canciones, alquilar millones de películas, generar un mercado de suscripciones de cientos de miles de clientes e, incluso, basar parte de los servicios en la gratuidad condicionada al corte publicitario. Aquí, en cambio, tenemos servicios de exiguo y atrasado catálogo como Pixbox o Filmin, al tiempo que algunas privadas como Antena 3 van dándose cuenta de que colgar –incluso a baja resolución– sus series en internet de forma inmediata es una buena manera de rentabilizarlas y evitar el pirateo.

El camino será arduo pero, desde luego, pasa por ofrecer alternativas legales a las descargas antes de ilegalizarlas si lo que se pretende es vencer el rechazo de una sociedad que ya se ha acostumbrado a una nueva forma de consumir. Pasa por intentar aprovechar un nuevo e impresionante mercado que se abre ante la industria. Por saber que toda necesidad es una oportunidad de vender tu producto de nuevas maneras. Por adaptarse, en definitiva, en lugar de esconder la cabeza y rezar para que las cosas vuelvan a ser como eran a golpe, impotente, de leyes incapaces de enfrentarse a los peores enemigos posibles: el devenir del tiempo, y la realidad.

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Alberto Benavente
28 diciembre, 2010 12:15

Jose, no es industria cultural. Es del entretenimiento. La cueltura existe desde hace siglos. Sin industria asociadas.

Por el resto: buen post. Pero me temo que hasta que lleguemos a la utopía (que es lo que és) de un Netflix patrio o cosa similar, lloverá a raudales.

quitus
quitus
Lector
28 diciembre, 2010 12:39

Por el resto: buen post. Pero me temo que hasta que lleguemos a la utopía (que es lo que és) de un Netflix patrio o cosa similar, lloverá a raudales.
eso implicaría «pagar por algo» y el debate de fondo es sobre pagar/ o no pagar. Itunes no a terminado con la piratería musical. el alquiler/compra legal por la red de DVD’s/Blueray’s tampoco lo hará. quien no quiera pagar siempre encontrará argumentos para no hacerlo. y ahí reside (gran) parte del problema. la utopía de pagar una factura telefonica que lo «incluya» todo, todavía esta mas lejos (aunque quizás sea el modelo final, puestos que la publicidad en internet está (económicamente hablando) muerta. una publicidad que se pagará bien en internet, podría llegar a reproducir el modelo de televisión abierta, pero eso, me temo es otra utopía. mas después del crack de las punto.com. ahí mucha gente se arruino (o vio como amigos suyos lo hacían). y hay que recordar que la publicidad, en gran parte, es un tema de «confianza»).

quitus
quitus
Lector
28 diciembre, 2010 12:44

por cierto, empezar a debatir cuando empezó la «industria cultural» puede ser eterno. desde el momento que un autor «ganaba algo a cambio de su obra» (sea dinero, respeto social o sexo) la cultura se convirtió en una industria (otro tema es utilizar «industria cultural» como adjetivo de «industrialización de la cultura» y como algo negativo, que también sería meditable. sobretodo porqué es gracias a eso que gran parte de la población a tenido acceso a ella).

Monje Voodoo
Monje Voodoo
28 diciembre, 2010 12:46

Artículo muy interesante. Enhorabuena!

Tiegel
Tiegel
28 diciembre, 2010 12:52

Si ya nos están obligando a pagar el canon digital (que a mi entender legaliza abiertamente la «piratería» al hacernos pagar «por si las moscas»), la ley sinde no tiene sentido.

Reverend Dust
Lector
28 diciembre, 2010 13:05

«[…] reconvirtiendo las salas para el cine-espectáculo (Avatar u Origen se pagan por ver en el cine, El discurso del rey no necesariamente)»

Dile tú a Woody Allen que haga películas que no se vayan a estrenar en salas de cine, a ver qué te cuenta xD

Respecto a todo lo demás, muy de acuerdo con el artículo.

Luis Javier Capote Pérez
Autor
28 diciembre, 2010 13:08

Muy buen artículo, que explica la situación claramente. Yo añadiría un par de detalles más, como la torpeza (y cobardía) del Gobierno a la hora de sacar la norma, escondida bajo un proyecto en cuya página oficial no se mencionaba para nada esa Disposición Final Segunda. También la hipocresía de ciertos «artistas», que hablaban de «lobby de los internautas» o de «ciber-mafia», cuando simplemente se han encontrado con un colectivo que puede hacer presión como han hecho ellos desde tiempo inmemorial. Además, está el hecho de que en realidad, no se afecta a la cultura, sino a un modelo de industria del entretenimiento que se resistirá con uñas y dientes a cambiar. Se niegan a asumir que hay otras formas de editar y acceder a la cultura, en las que el autor puede obtener más beneficios. El artículo sobre los nuevos contratos de VÉRTIGO demuestra cómo están las cosas en este mundillo. La industria ha reaccionado tarde, muy tarde, a los avances tecnológicos, y lo ha hecho intentando poner puertas al campo.

Luis Javier Capote Pérez
Autor
28 diciembre, 2010 13:14

En todo caso, eso sí, la descarga, préstamo de copias y demás, no es en modo alguno delictiva (no es ilícito penal) pero sí es un ilícito civil, en la medida en que el autor no autorice la misma. ¿Cuál es la diferencia? En el primero, es la cosa pública la que se encarga de perseguir y castigar el ilícito, siendo la «víctima» una persona a indemnizar. En el segundo, la persecución de la infracción ha de hacerla el propio interesado, contratando abogado y procurador.

billyboy
billyboy
Lector
28 diciembre, 2010 13:23

El problema es que esto puede crear otro monstruo saca dinero,la SGAE fue creada en su dia con buena intencion,para luchar contra la pirateria en defensa de sus autores,hoy se demuestra que es un saca dinero al que no le importa hacer de todo con tal de sacar unos cuartos incluso con gestos lamentables como meterse en bodas y cosas similares.
 
Tambien se puede meter en el saco el caso de los videojuegos,los DLCs o contenidos de pago tambien oparecian buena idea,una manera de luchar contra la pirateria dado que si lo querias tenias que tener el jeugo original para conseguir lo que seria las antiguas expansiones de PC,pues bien hoy se demuestra que casi todos esos contenidos de juego fueron recortados del juego final para meterlo de pago con casos tan lamentables como en los juegos de Capcom donde muchos ya estaban incluidos en el juego (trajes descargables en el SFIV o modos de juego en el RE5) o tener que pagar por la fase final como pasaba en un Prince of Persia.
 
Mucha gente se cuestiona esta ley por la propia Sinde dado que ella es una de las que mas ganaria con esta ley y parece que esta dispuesta a luchar como sea por ella por el simple y vil dinero.
 
Asi funciona este pais,en una crisis financiera y la gente rica solo esperando llenarse mas los bolsillos con ello,me hace mucha gracia ciertos graficos con lo que la industria pierde al año pro la pirateria,¿pero de verdad se creen que quien piratea realmente se gastaria el dinero en su producto si no lo pudiese piratear?,esta claro que en algunos casos si,pero en otros ni de coña y en lugar de hacer el esfuerzo en bajar de precio prefieren gastarse millones en la lucha contra la pirateria.
 
Pondre el caso de Ubisoft,se gasto un paston en un sistema anti pirateria el cual te obligaba a estar conectado a interent todo el rato para que siempre te verificase que el jeugo era legal,este sistema fue aplicado en la salida del assasins creed 2 de PC,a la semana todos los usuarios de PC que compararon el juego estaban enfadados debido a que si el server de Ubi caia o ellos sufrina un paron de internet el juego les tiraba al escritorio perdiendo todo lo que hicieron si no habian guardado,lo mas gracioso del asunto es que dos dias despues de la salida del juego ya estaba una version pirata del juego que no tenia ningun problema con lo cual era mejor la version pirata que la normal dado que no tenia el caprichoso sistema anti pirata………….y no digo nada del de Spore XXD.

Tiegel
Tiegel
28 diciembre, 2010 13:38

Entiendo a lo que te refieres, José. A lo que me refiero reamente es que si ya estamos pagando eso (sin meterme tampoco en morales o éticas), no le veo sentido a cualquier otro tipo de legislación en ese campo. La copia ya era legal por todo lo que comentas, pero con esto además para mí remataron la cuestión. Por supuesto, es mi opinión y puedo equivocarme. Sea como sea, me alegro de que no haya salido adelante esta ley 

X-ternon
X-ternon
28 diciembre, 2010 14:01

cometen dos errores graves una es querer parar la piratería con interviniendo en procesos que no necesariamente tienen como objeto la piratería como gravar los soportes físicos o interrumpir una conexión P2P que aunque no sea lo común no siempre se utilizan para descargar archivos pirateados. Otra es entender que si yo dejo de descargarme una película, un disco o una serie pasaré a pagar por esos contenidos, un disco descargado menos no es un disco vendido más, no dudo que las redes P2P hayan provocado descensos de ventas, tampoco lo afirmo, lo que si que es seguro es que  han ampliado en mayor medida su difusión, y estoy de acuerdo en que yo no tengo derecho a ver una película si los involucrados en ella quieren un dinero a cambio de su trabajo, cosa que es justa, pero la cuestión es que generalmente no les estoy produciendo ninguna pérdida.
El futuro está más cerca de plataformas como las que citáis más arriba, que se lo que parece buscan las distribuidoras y la SGAE. Creo que la SGAE se ha equivocado en el fondo y en las formas a la hora de defender unos derechos que si que tienen

nemo
nemo
28 diciembre, 2010 14:01

Aún no ha pasado el peligro, falta ver si el Gobierno consigue que la ley se apruebe en el Senado en el mes de febrero, (la ‘menestra’ de Cultura ya ha dicho en El País que el proyecto sale adelante por sus santos ovarios sí o sí, sin cambiarle ni una sola coma, y si para conseguirlo hace falta ‘untar’ a los nacionalistas transfiriéndoles más competencias para arañar unos pocos votos, pues se hace y punto, ¡será por dinero!). Esto ha dejado de ser un debate sobre la propiedad intelectual y el tema de las descargas para convertirse en un concurso de a ver quién mea más lejos: la ‘menestra’ NO PUEDE permitir que la Ley Sinde no se apruebe porque sería su suicidio político, la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, ‘lobby’ que agrupa a los productores de la industria del entretenimiento, tampoco permitirá que el Senado tumbe la propuesta, (han gastado demasiado dinero y presionado a demasiada gente para permitir esa derrota) y las majors de Hollywood están buscando una excusa para abandonar el mercado español, si la ley no se aprueba como ellos quieren amenazan con dejar de vender sus productos en nuestro país…
 
¿Cómo va a acabar esto? Mal, muy mal para el consumidor. Desde el momento es que resulta imposible que los políticos, las asociaciones de internautas, las sociedades de gestión de derechos y los productores de contenidos culturales se sienten juntos a la misma mesa sin levantarse a los diez minutos de empezar la reunión, está claro que la ley no va a contentar a nadie: los unos por considerar que se queda demasiado corta y los otros por creer que va demasiado lejos, y unos por otros la casa sin barrer…

Maesemediarock
Maesemediarock
28 diciembre, 2010 14:04

Se merecen haberse dado la leche con esa Ley, no se pueden resolver las cosas a coñonazos y de esas maneras…
Con internet la gente tiene a disposición lo que quiere ver, leer y oír sin que nadie le de la brasa, con tu propio horario, sin publicidad molesta, en V.o o doblada, como quieras, te haces tu propia programación de acuerdo a tus gustos inquietudes y demás, y todo eso «gratis»( bien que se paga aqui el ADSL más caro y que peor va de casi toda Europa).
 
No veo una solución, y lo peor es que nos quieren fastidiar a base de bien y no saben todavía como, pero lo intentan…

Javier Trujillo
Javier Trujillo
28 diciembre, 2010 14:15

Estoy muy de acuerdo con este post. Bajo mi punto de vista, y soy autor, por lo tanto afectado, la Ley Sinde es un craso error. Como el SGAE no protege los derechos de los autores, sino de «algunos» autores, los que están ligados de forma potente al antiguo modelo industrial. Bajo mi punto de vista, la piratería a demostrado que internet es un modelo de difusión masivo en formatos que teóricamente, los mismos consumidores de la piratería negaban como atractivos. Todo el mundo se queja de que leer comics en internet «no es lo mismo» que en papel… ¿y porque se piratean y consumen con éxito? 😀 porque el modelo y el formato funciona. Es rápido, sencillo y cómodo. No tiene fronteras ni casi costes de producción. Entonces, con todas estas ventajas, unidas a que la queja de la incomodidad de la lectura en pantalla es tan peregrina como cuando se decía aquello de «yo no usaré el móvil, no me controlara», y lo usaba todo el mundo por comodidad… pues con todas estas ventajas, ¿porqué no se ha generado ya un mercado rápido y barato industrial en internet?. Apple lo ha iniciado, y si no es barato es porque la antigua industria pone muchas cortapisas… y esa es la razón, el temor a dejar los beneficios que le dejaban a los especuladores intermediarios que representan a la antrior industria. Pero no pasa nada, la caída de la venta física de contenidos que no son en sí mismos físicos, sino ideas, sensaciones, sonidos, imágenes etc es imparable. Yo como autor sólo necesito que mi creación llegue al interesado, lo que quiero vender es la obra en sí misma, no el continente, sino el contenido, y por internet lo puedo hacer muy fácil y barato. Cuando esto ocurra generalizadamente la piratería será un recuerdo, porque, nadie piratea un perfume de percio barato y que está en todas las tiendas, se piratea una marca muy cara y poco asequible. Para mi esto está muy claro, ir en otra dirección no sólo es erroneo para proteger los derechos de autor, sino que es perder ganar mucho más industrialmente de lo que jamás se ha ganado.

JAVIE
JAVIE
Lector
28 diciembre, 2010 14:52

Mi opinión es que la situación que vivimos hoy dia se debe a un equilibrio logico,propiciado este por años y años de abusos por parte de la industria,ya lo hemos hablado otras veces,en los 90s discos del canto del loco o alejandro sanz,costaban casi 30 euros en cualquier centro comercial,un precio hinchado por mil,estos se aprovechaban de que no podias conseguir el cd de otra manera,asi que o pagas lo que yo digo o te quedas sin musica.
 
 
¿Hay alguien que le extrañe la situación actual? Es decir,ahora que yo puedo descargarme ese cd totalemente gratis,porque la tecnología me lo permite,¿Ahora voy a tener yo remordimientos de un tipo que abusó de mi y que aun lo seguiria haciendo?
 
 
NO.

kermitt
kermitt
28 diciembre, 2010 15:09

Para mí que la única razón por la que aún no se ha aprobado la famosa Disposición Adicional Segunda es porque el PSOE no estaba dispuesto a pagar el precio que le exigían el PNV y CiU a cambio de sus votos, pero ya veréis como Zapatero se baja los pantalones en febrero, (no está la cosa como para permitirse más derrotas políticas en ese zoco persa en el que se ha convertido el Congreso de los Diputados).

Tildoras
Tildoras
28 diciembre, 2010 15:09

Yo como autor sólo necesito que mi creación llegue al interesado, lo que quiero vender es la obra en sí misma, no el continente, sino el contenido, y por internet lo puedo hacer muy fácil y barato.
 
Pues tú como autor eres más inteligente que muchos porque sabes la verdad.
Gracias a las descargas, cualquier cantante puede hacer llegar su trabajo en un día a millones de personas colgándolo en su web, en tuenti o en youtuve, pero claro esto no le interesa a la «industria», o sea  a las discográficas porque se han dado cuenta que con estas herramientas dejan de ser necesarias.
 
Internet lo que ha logrado es que muchos autores bajen de las nubes y se ajusten a la realidad que implica que dinero = a trabajo. Ya no vale eso de crear un disco, dos o cinco y vivir toda la vida de ello. Ahora hay que currarselo y volver al modelo antiguo de hacer bolos y conciertos por dónde sea y si no te haces rico como para comprarte una mansión en Miami como Alejandro Sanz pues no pasa nada.
Me hace mucha gracia cuando Alex lanza comentarios contra las descargas ¿que quieres rico?  ¿comprarte otro rascador de oro?
 
Lo de los derechos de autor es un tema chungo porque en mi opinión los autores no deben tener ningún derecho ya que eso implica que tengan privilegios y según la Constitución: todos los españoles tenemos los mismos derechos y deberes así que cuando hablamos de derechos de autor en realidad estamos hablando de privilegios de autor y eso señores no se puede consentir.
Un carpintero diseña y fabrica una silla, la vende y acto seguido renuncia a cualquier derecho sobre la silla. No cobra por que la gente la mire ni por cada uso o cobra un canon por cada vez que el usuario se siente. ¿Debe un llamado artista tener privilegios por encima de un carpintero? ¿porque lo que hace es arte?
El cantante debe conformarse con lo que le paguen por las ventas físicas del disco y con lo que saque de los conciertos, punto.
De toda la vida se han copiado cosas, el problema es que el mercado ahora abomina de la tecnología que hace que la gente se descargue series, discos y películas sin pararse a pensar que es gracias a esa tecnología por la cual han ganado tanto dinero hasta ahora.
En el pasado yo no recuerdo que el mercado del cine dependiese tanto de las ventas del VHS. La gente se compraba alguna película de vez en cuando y quizás la novedad Disney por navidades, el resto te lo grababas de la tele. Con la música y las cintas de cassete igual.
 
Lo que no pueden pretender es construir un mundo globalizado solo para lo que les interesa. La globalización se inventó para buscar dinero por el mundo.
Bien, si yo presto un libro a 20 amigos ¿estaría cometiendo delito? ¿deben pagar esas 20 personas?  pues bien, gracias a la globalización hoy mi red de amigos pueden ser millones de personas en todo el mundo compartiendo mis archivos.
Así que por favor vamos a ser sensatos y que no quieran cobrarnos por todo porque ahora menos que nunca con los sueldos actuales no se puede comprar todo.
 
En cuanto al mundo de los comics, sinceramente creo que la piratería no le afecta negativamente. Por norma general la persona que se descarga comics es un aficionado a los comics de antemano, un no lector no descarga comics. En cuanto empieza a descargar cosas empieza a conocer más y más cosas, más y más series y al cabo de unos meses, vale seguramente algunas no las comprará, pero seguro que acaba comprando muchas más series que antes.
 
 
 
Internet DEBE ser libre. Internet no puede ser controlada (salvo naturalmente en las cosas graves como la pornografía infantil y demás cosas así)por los poderes porque entonces adios muy buenas. Internet debe ser la calle y como la calle. Si yo me encuentro un archivo es lo mismo que si me encuentro un libro tirado en la calle y lo recojo y ante eso no hay pago que valga.
La cultura existia antes de la industria.

Tildoras
Tildoras
28 diciembre, 2010 15:13

Ah se me olvidó decir la ovbiedad que parecen no entender: descarga NO es igual a una compra no hecha. Que yo me baje un disco no quiere decir que tuviese pensado comprarme dicho disco, ahora no lo haga y por ello pierdan el dinero.

Tildoras
Tildoras
28 diciembre, 2010 15:21

por cierto, empezar a debatir cuando empezó la “industria cultural” puede ser eterno. desde el momento que un autor “ganaba algo a cambio de su obra” (sea dinero, respeto social o sexo) la cultura se convirtió en una industria
 
perdona pero cometes un error muy gordo de base. Eso no es cierto.
Cuando un autor gana algo a cambio de su obra eso es un «trabajo» y punto. La industria de la cultura empezó el día en que una obra se «contuvo» en un objeto y se ofreció al público para crearle una necesidad de «conservar» dicha obra en su casa. De eso va el mundo del comercio, de crear necesidades a la gente.
En la antiguedad eso no existía, ya fuese pagando o gratis ibas al teatro, al circo, al mercado a dónde hubiese alguien actuando, pintando, cantando, tocando… y te ibas a tu casa contento por haber sido ESPECTADOR de dicha obra. De comprar lectura ya ni lo menciono porque leer sabía nadie y medio así que libros no compraba nadie.

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
28 diciembre, 2010 15:29

Mi novia es cantante en un grupo (creo que ya lo he dicho en alguna ocasión), tiene un disco en el mercado, y por tanto, es de la SGAE, algo que no es obligatorio pero si «conveniente» por lo que la dijeron cuando registraron los temas, y he de decir que es interesante ver las cartas que le han enviado desde la SGAE, igual Jose, te interesa echarles un vistazo y citarlas si no hubiera problema, si es asi, escribeme un correo y te las reenvio.
Por lo demas, a mi, como creador, tampoco me han preguntado que me parece la ley y si la apoyo, y desde luego no estoy de acuerdo con esta ley, pero nada de acuerdo, soy consciente del problema que es que la gente tenga acceso gratuito a tu trabajo, pero tambien soy consciente del precio de «la cultura», en nombre de la cual no hacen más que buscar medidas para cobrar más, que si la gente va poco al cine, subimos el precio, de verdad consideras que por cobrar más a la gente que si va al cine vas a sobrevivir mucho tiempo? evidentemente en este caso, si bajas de precio, más gente ira al cine, ahora que si el 3d con la falsa premisa de que como no se puede piratear, se va a solucionar, vale, si tan seguro estas de que se va a solucionar esto, porque subes el precio del cine 3€ más en el mejor de los casos? por las gafas? ahora en los CINESA te cobran 1€ adicional por las gafas, asi que… 4€ de subida por persona, y esto es solo un ejemplo, en el ambito del ocio electronico nos encontramos con el cambio €/$, que no solo no es equitativo, sino que a pesar del € estar por encima del $, tiene una subida de entre 15 y 20 € sobre el precio, joder, que chollazo, todavia me rio cuando recuerdo aquello de «juegos de la wii saldran a 30 €», y los interesantes no bajan de 45€ 2 o 3 años despues de haber salido. Y luego la música, la «industria» se queja de que si te bajas un cd, la gente se queda en paro por diversas causas, pero curiosamente hay varios grupos los cuales decepcionados por la distribución y la mafia que existe para colar el disco y que la gente pueda oirlos, optan por permitir la descarga del mismo a un precio, el grupo de mi novia entre ellos, pagas un precio, te lo bajas, lo escuchas y que? tambien estas dejando a la gente en paro no?  porque el dinero va para el grupo, no va para «el furgonetero», no va para la gran supercifie de venta, no va para el fabricante de cds, músicos malos, eso no se hace, como veis, no se sostiene por ejemplo el comentario demagogo y exagerado del Sr. Bardem (ver enlace de los tomates) ni mucha de la propaganda antipirateo que tratan de colarnos.

Nacho Fenix
Nacho Fenix
Lector
28 diciembre, 2010 15:45

José, no puedo más que felicitarte por este artículo que es de los mejores que he leido sobre el tema. Consigues llegar a altas cotas de objetividad y claridad en un tema en el que da la impresión de que las posturas son muy radicales y ambas intentan contaminar con argumentos que insultan a la inteligencia (uno de los lados mucho más que el otro eso sí).
En cualquier caso, no puedo sino expresar mi indignación ante este tema debido a las formas antidemocráticas que la Sra. Sinde y todos los que mueven sus hilos han demostrado. Que esta sra. no tenga la dignidad de dimitir y ceder su puesto a alguien que realmente pueda tratar de acercarse a una solución razonable y democráctica para todas las partes…
Que harto estoy de los políticos que tenemos en este pais de pandereta y del ovejismo reinante!!! Menos mal que por una vez no nos la han colado!!!

Ocioso
Ocioso
Lector
28 diciembre, 2010 15:54

I´m with a Skrull! ha comentado: Mi novia es…
 
¡¿Tienes novia?! Mira que estoy leyendo cosas flipantes en este hilo, pero este comentario me ha dejado descolocado. 😛

hachas
hachas
Lector
28 diciembre, 2010 16:07

El problema es que los empresarios quieren seguir manteniendo los beneficios pre-crisis (no la de las Tierras Infinitas xd). Cómo puede ser que una entrada al cine por una peli de una hora y pico valga 8 euros y que encima te metan publicidad y no puedes poner Pause para ir al lavabo y aguantar ruiditos de otra gente??? Y no hablemos del precio de las palomitas. Y con las teles en 3D se les va a acabar este recurso. Con gafas, palomitas y todo te sale una hora y pico de tu vida por 20 leuros, ni siquiera te llena la tarde, por 20 euros me compro un cómic y me lo quedo en mi casa ad eternum.

hachas
hachas
Lector
28 diciembre, 2010 16:09

Qué tiempos aquellos que por 500 pesetas veía 2 pelis en el cine toda la tarde con mis amiguitos. Chuches incluídas.

Tildoras
Tildoras
28 diciembre, 2010 16:21

Aquí en Jaén también te cobran 1 euro de alquiler por las puñeteras gafas, con lo cual efectivamente pasamos a pagar 8 euros por ver una pelí en 3D y encima para luego encontrarte que las P$%AS gafas no hacen más que empañarse, que te pueden tocar unas rayadas y que el sistema es completamente defectuoso porque pierdes gran parte de la iluminación de la película.
 
En lugar de las gafas, si quieren que el sistema funcione bien deberían fabricar pantallas de cine que fuesen completamente del material que permite ver el 3D sin necesidad de llevar nada en la cara.
 
A mi desde luego la «industria» no me volverá a sacar un duro más así.

JAVIE
JAVIE
Lector
28 diciembre, 2010 16:21

I´m with a Skrull! 

Mi novia es cantante en un grupo
 
 
 
Tio,por favor, enlaza algun video de youtube hombre,esto no se hace.

Luis Javier Capote Pérez
Autor
28 diciembre, 2010 16:53

José Torralba: es un ilícito (civil) cuando compartes la copia gratuitamente, la intercambias, la cuelgas en la Red. Lo que no es es delito, que solamente asoma la nariz cuando hay ánimo de lucro (entendido esto como contraprestación económica). Esto es: no hay necesidad de autorización para hacer la copia privada respecto del original que has comprado (de ahí el tema del canon, que es por esa copia privada, no canon «antipiratería»). Sin embargo, cuando haces algo más con esa copia que no sea consumirla personalmente y la difundes (por ejemplo, me haces una copia a mí y me la regalas por ser el día de Leif Eriksson) eso ya no está cubierto por tu derecho a la copia privada, pero no siendo delito, tendría que ser el propio titular afectado el que te demandara, nos demandara, exigiendo el cese del comportamiento invasivo y la indemnización por daños ocasionados (daño emergente, lo que le hemos hecho, más lucro cesante, lo que ha dejado de ganar). ¿Qué es lo que pasa? Que la averiguación de lo que se ha hecho es virtualmente imposible y, caso de serlo, no darían las cabras para el gasto. ¿Merece la pena por, digamos 19,95 € que cuesta una película? Por eso, los abogados de la SGAE han intentado plantear la tesis de que «ánimo de lucro» es el aprovechamiento que se hace (sin pagar) del producto, para empurar a los que intercambian y, sobre todo, para que sea el Ministerio Público quien lo haga. Cuando se ha visto que penalmente no van ni de aquí a la esquina, han probado por la vía administrativa, que es la que plantea la Ley González-Sinde. Solamente hay unos cuantos usos gratuitos permitidos por la LPI actual, y son la parodia, la reproducción en actos oficiales o religiosos (no los homenajes privados), la reproducción para invidentes sin ánimo de lucro y la reproducción con fines didácticos que se hacen en instituciones de enseñanza o filmotecas.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 diciembre, 2010 16:56

José Torralba ha comentado¡Muchas gracias a todo por comentar!
Yo prefiero no comentar el tema porque me enveneno. Tu artículo es tan exhaustivo y equilibrado como de costumbre, pero desgraciadamente cuando entramos en discusiones se leen comentarios tan absurdos y tendenciosos que entrar al trapo solo sirve para llevarse disgustos.
Es triste pensar que es muy posible que cuando hablemos de cultura dentro de unos años y recordemos las posturas enquistadas de creadores, industria, y consumidores, tengamos que cantar aquello de «entre todos la mataron y ella sola se murió» 
 

IwaS, tienes un correo mío desde hará una media hora
¿Por si su novia tiene una amiga? Joder, aquí el que no corre, vuela.

Miki
Miki
Lector
28 diciembre, 2010 17:35

 Gran artículo. Me quito el sombrero ante uno de los desarrollos más completos y meditados que he leido sobre el tema que he leido en los último tiempos.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 diciembre, 2010 17:42

José, una de las claves del asunto está escondidita dentro del párrafo que acabas de escribir: «…en otros paises». El nuestro es como es, y si una página legal vende películas a 1 céntimo nos vamos a la ilegal que te las da gratis.
Durante toda mi vida siempre he considerado a la industria como el malo, haciéndome pagar fortunas por productos que deberían costar mucho menos.
El creador no siempre es Alejandro Sanz o Miguel Bosé. En cualquier gremio hay unos pocos a los que les va muy bien y una mayoría que solo saca para ir tirando. De hecho me sorprende que estos dos, que ya tienen sus cuentas saneadas para vivir con lujo varias vidas, se metan en estos fregaos.
Lo que no esperaba es sentirme decepcionado con los internautas, con los consumidores, con «los míos». Que poquita imaginación y cuanta demagogia. Los otros son pocos y el miedo estrangula su capacidad para imaginar soluciones, pero nosotros, millones de consumidores con muy poco que perder y todo el tiempo del mundo para elucubrar somos incapaces de plantear una solución que satisfaga a todas las partes y elimine la piratería.

Raúl Martin
Lector
28 diciembre, 2010 18:11

Me uno a linea general expresada aquí y hoy de que la «Ley Sinde» es negativa. Me gustaría añadir que, tal y como está redactada podría incluso causar el cierre de Google, puesto que también ofrece links a webs de descarga. Así de peligroso es su redactado. Por otro lado, también entiendo de una obra descargada no equivale a esa misma obra no vendida. Pero los efectos negativos que está teniendo internet en la industria tampoco se pueden despreciar. Creo que hay que hacerse a la idea de que hay que pagar por lo que se consume, como en la vida real. Antes éramos pocos y nuestros actos afectaban escasamente, pero ahora que todo hijo de vecino tiene un ordenador con conexión el volumen es tanto que las descargas hacen mucho daño (no todos los artistas se quejan por quejarse). Pero igualmente también hay que dar un tirón de orejas a la industria por no actualizarse y ofrecer al menos lo mismo que el sector ilegal, que viven tanto en el miedo como en el inmovilismo.
 
Y quería terminar refiriendome al tema de la industria cultural. Según creo, la cultura no ha sido rentable para el artista en nungún momento de la Historia occidental hasta el S.XX. Al menos no tanto como la política, la religión, el comercio o la indústria. Los artistas en general siempre han sido una clase más bien humilde y de pocos recursos, tan mal consideradas que prácticamente ningún artista de renombre consiguió nunca título nobiliario o privilegios a largo plazo. Los que lograron cierta fortuna (repito que a ninguno le llegó para comprarse un castillo ni mucho menos) fue gracias a un mecenas, pero nunca al sustento popular como sucede ahora. Por el contrario, hay gran cantidad de ejemplos de artistas muertos en desgracia u olvidados, Cervantes, Mozart, Poe, Góngora, Shakespeare, Van Gogh, Da Vinci, Stocker… Las altas clases los usaban cuando y cuanto querían y luego los desechaban, así que me da que pensar que su estatus era más o menos igual que el de las concubinas. De hecho el algunas épocas el trabajo en el teatro se compartía con el de la prostitución (Como bien vimos por ejemplo en Alatriste). Claro está que todo cambió en el S.XX cuando se creó la figura de la estrella de cine, musical, etc.

Tildoras
Tildoras
28 diciembre, 2010 18:55

pero nosotros, millones de consumidores con muy poco que perder y todo el tiempo del mundo para elucubrar somos incapaces de plantear una solución que satisfaga a todas las partes y elimine la piratería.
 
Es que no te tienen que engañar porque piratería la única piratería que existe es la del top manta: gente que aprovechando el trabajo de otro, fabrica copias para venderlas a «escondidas» y ganar dinero con algo que no es suyo. Eso es la piratería que hay que eliminar y no existe otra.
 
¿Qué piratería ejerce una persona que tenga 1000 archivos en la carpeta incoming de su emule? ninguna, porque no está ganando un duro y que tenga esos archivos en ningún momento quiere decir que de no tenerlos se hubiese ido al centro comercial a comprar todo eso.
A lo mejor estoy en mi casa aburrido, veo un foro dónde está el enlace a una película e igual me la bajo, pero sólo porque en ese instante y momentos exactos me ha picado el gusanillo y estaba disponible para bajar. De no tener esa disponibilidad y no poder descargármela, si veo cualquier referencia a dicha película, aunque me picase el gusanillo no quiere decir que fuese ir corriendo a comprarla de repente. Igual me la apunto para verla cuando la echen en la tele o no la veo y punto.
 
Toda esta explicación sencillamente para demostrar la fórmula: una descarga NO= compra no hecha.
 
Si no hay lucro no hay piratería y ya puede venir Ramoncín o el Papa a decir lo contrario así que ¿aquí quien está matando a quien? porque durante años ha sido la propia industria la que ha estado manipulando a la gente para cobrarte 24 euros por una película aunque luego más adelante saliesen redistribuidas más baratas, cosa que da igual porque luego inventaron las «Ediciones Especiales» y más adelante inventaron las Ediciones Especiales Dos Discos y cuando ya no tenían nada mejor que inventar con el DVD pues decidieron lanzar el Blu Ray, que es un hecho que se ve mejor (mas en unos casos que en otros) que el DVD, pero cuyo objetivo fundamental es buscar que la gente se lo compre todo de nuevo, lo mismo que pasó en su día en la música con el paso del vinilo al CD.
¿Pagar entre 7 y 9 euros por ver una película en el cine? a esto hemos llegado ¿nos hemos vuelto locos? máxime cuando nuevamente es la propia industria la que nos ha facilitado aparatos (televisiones 1080, home cinemas, dolby sourround, etc) y nos ha convencido de que podemos tener la experiencia del cine en casa.
 
Entonces ¿quién ha destruido que? ¿quién es el verdadero culpable?
Antes me gastaba incluso 600 euros al mes en todo esto de la industria del entretenimiento y desde octubre he decido que quiero dejar de estar atado a las cosas y no pienso comprar nunca nada más ya sea música, libros, películas o cualquier gasto en objetos de estos campos… ¿estoy cargándome la industria por decidir que no quiero aportar más de mi dinero? ¿estoy matando la cultura?
Ocioso, el príncipal logro del Diablo es convencer al mundo de que no existe y no puede ser que nos quieran convencer de que nos cargamos la cultura por no gastar en sus objetos.

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
28 diciembre, 2010 19:10

No te enciendas Ocioso, entra al tema, no estas de acuerdo con la mayoria de nosotros? es algo que ya hemos hablado en otras ocasiones, charlemos y evitemos el «jugarnoslo a patadas en los huevos», pero no te quedes en plan «es que si suelto algo la lio», aqui todos la soltamos porque la ley sinde nos parece entre otras cosas una estupidez y nos enciende, so, come here and show me what u got.

Javier Trujillo
Javier Trujillo
28 diciembre, 2010 19:17

A ver Tildoras, que no se obtenga dinero no quiere decir que no exista un ánimo de lucro. la piratería no sólo se hace por dinero inmediato, se puede ejercer para causar daños a la competencia, por llenar un sitio de visitas y así obtener datos de gustos suceptibles de ser vendidos como inbformación para márketing o simplemente como terrorismo cultural y dañino. Que Sir Francis Drake asaltara un barco por sus doblones no era menos piratería que bombardear barcos sólo porque eran españoles.
Por otro lado, para mi las descargas morirán en cuanto se genere la nueva industria que se resisten a crear, que es el streaming y la subscripción on-line a muy bajo precio, la piratería en realidad es la que está forzando a la industria a crear este modelo que acabará con la piratería misma. El éxito de la piratería va a ser su muerte.

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
28 diciembre, 2010 19:23

La industria del streaming en este país es algo impensable actualmente, teniendo en cuenta las velocidades y calidades de conexion existentes, y el poco apoyo que recibe la posibilidad de aspirar a mayor velocidad por parte de una ministra que dice que «para que queremos más de 2 mb para enviar un e-mail», asi que si, una industria así puede ser el futuro, pero teniendo en cuenta como somos, nos saldra caro (economicamente hablando) si llega a hacerse.

Aitor
Aitor
28 diciembre, 2010 20:21

Gracias José por tu artículo. Un artículo equilibrado y que invita a la reflexión. Tanto que me he animado a escribir.

Estoy completamente de acuerdo en que exista una protección adecuada a la propiedad intelectual y la verdad es que el eufemismo que comúnmente utilizamos para referirnos a las descargas, “millones de amigos sin ánimo de lucro”, es simplemente una forma de referirnos al “gratis total”. No existe una relación lineal entre descarga y lucro cesante, todos descargamos cosas por las que no estaríamos dispuestos a pagar ni un céntimo, pero es indudable que provoca una disminución, en una cantidad difícilmente cuantificable, de las ventas de los productos “compartidos”.

Ahora bien, todas estas consideraciones no las aplico al Cine Español. El Cine Español, aduciendo su carácter de bien cultural, recibe cuantiosas subvenciones de todo tipo de organismos públicos. Se puede someter a debate si estas ayudas son justas o injustas, si son lícitas o ilícitas, pero lo que no me parece de recibo es que tras recibirlas se utilice el demagógico “no me dejes en paro”.

El sector del Cine Español debería decidirse si se considera así mismo un “bien cultural” y por lo tanto merecedor de ayuda y subvención, con la dependencia de la arbitrariedad del poder político de turno que esto conlleva, o una industria con los mismos derechos y deberes que un grupo musical que se reúne por su cuenta y riesgo en un garaje.

La postura actual de eliminar riesgos y minimizar la inversión inicial mediante dinero público, llegando a casos tan sangrantes de películas que se ruedan únicamente para cobrar la subvención, mientras que se azuza al poder político a que persiga las descargas a cualquier precio es de un cinismo insoportable. Si entramos en el campo de la demagogia al “no me dejes en paro” siempre habrá alguien que dirá “con lo nos cuesta tu película no sabes la de pensiones que vamos a pagar”.

Lo peor es que los representantes del Cine Español tratan su postura como si fuera la postura social, cuando realmente se trata del viejo “los beneficios son privados las pérdidas son públicas”. Su comportamiento no difiere del de cualquiera de nuestros “maravillosos” bancos que tras años forrándose prestando dinero ajeno cuando, fruto de su propia falta de previsión y control, se ven ahora en la quiebra recurren al recurso del “bien público” para que entre todos tapemos su agujero.

harry7mason
Lector
28 diciembre, 2010 20:23

Yo creo que si DC por ejemplo dejará bajar sus comics a 1 dolar yo me bajaría todas sus revistas todos los meses, porque me aseguraría tener los comics con calidad en vez de bajarlos mal escaneados. A veces uno está dispuesto a pagar por algo de calidad aunque te ofrezcan algo gratis que no es tan bueno, como pasa con la música y los ITunes.

edgarion
edgarion
28 diciembre, 2010 20:46

Creo que nuestro país es tan pirata porque no hay una cultura de respeto frente al producto inmaterial, si en la escuela nos enseñasen lo que repercute en la economía de un país el robo masivo a lo mejor nos lo pensariamos mas.
También es cierto que estamos «quemados» de pagar por todo cada vez más y es una fuga, porque antes pagaba 500 pts para ir al cine y ahora pago 8 € por lo mismo.
Todas las descargas de todo a 1€ y multazas por descargar mierda, solucionado!
 

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
28 diciembre, 2010 21:08

Realmente la queja viene a que es una medida que pide un grupo de individuos, los cuales no tienen precisamente un patrimonio pequeño y a los que les toca dar la cara por esa empresa que les apoyó en su momento y por los que ahora tienen lo que tienen, porque no creo que al Sr. Sanz, que le regala casas a shakira, le importe mucho ahora mismo que la gente descargue su música o se la grabe de un cassette o de un grabador de cds, y menos aún cuando con hacer una gira saca más que suficiente (si, esto es demagogia a dolor, lo se), posiblemente si esto viniera por parte del gobierno, y solo del gobierno, el ruido seria menor, tan escaso como el que se hace sobre que se toquen las pensiones u otros casos actuales.
Ahora, yo como creador planteo una duda, cuando hago los libros, firmo un documento en el que «cedo» libremente mis derechos durante 75 años a mi cliente, el cual me ha pagado X cantidad por el trabajo, y del cual yo no puedo reclamar un porcentaje de los beneficios que pueda dar, cuando hago camisetas o packaging, directamente ni firmo el contrato, me pagan y punto, si la camiseta se vende mucho, yo no recibo un porcentaje porque se haya vendido mucho, y es posible que la venta de esa camiseta se deba al trabajo que yo he hecho, y con el packaging idem, por muy cojonudo que sea el diseño que haya hecho, si el producto se vende por cantidades desmesuradas, yo no voy a cobrar más por ello, a mi me han pagado y yo ya no tengo ningun derecho sobre eso.
Se que en la música, esto no es así, a pesar de que en muchos casos, un contrato con una discográfica te obliga a un numero minimo de discos en X tiempo, a cambio de una cantidad de dinero, siempre y cuando no sea autofinanciado claro, en ese caso esto no es aplicable, pero si es mediante discográfica, el «artista» ya ha cobrado, siendo así, por que el tiene derecho a exigir que la gente le pague por escuchar su trabajo, por el cual ya ha cobrado, y el resto de «artistas», los cuales tenemos en común que tambien creamos, no tenemos esos privilegios?

billyboy
billyboy
Lector
29 diciembre, 2010 2:18

Torralba,lo que puse de los videojuegos es un ejemplo de como las cosas se hacen mal,terriblemente mal,
 
Tambien pongo casos como el de MS,que para poder jugar onlien tienes que pagar una cuota ¿porque?,quiero decir,en PC podemos jugar partidas online si ntener que pagar mas que mi cuota mensual de internet ¿porque diablos para jugar al L4D con los amigos tengo que pagar a MS una cuota al mes cuando en PC lo tengo gratis?,son este tipo de cosas las que me sorprende de esta industria.
 
Ahora poneis el ejemplo de las pelis 3D,y al final se la pegaran,ya vereis,porque la gente se tiene que dar cuenta de las estafa (bueno……..espero que si XXXD) porque vamos parece que por esto nos quieren sangrar de mala manera y ademas muchas peliculas meten un 3D de autentica pena,lo cual es injusto,yo me e prometido no volver a ver una peli en 3D a menos que alguien me diga que merece la pena,y menos mal porque sino hubiese entrado a ver Tron legacy de esta manera y un amigo me digo que el 3D de la peli deja mucho que desear.
 
Por cierto ya que hablamos de Alejandro Sanz ¿que derecho tiene a quejarse este señor cuando ni paga los impuestos de su propio pais?

quequekiller
quequekiller
29 diciembre, 2010 2:51

denme la cuenta corriente de grant morrison, dc comics, bruce dickinson, WB estudios o lo que quieras y empiezo a bajar digital y les pago por lo que corresponde.
pero no es tan sencillo….asi como el discurso hipocrita de la industria y de los piratas.
la musica no puede salir algo mas barato que el disco fisico, los comics digitales no pueden salir lo mismo que un comic de papel y definitivamente si las putas peliculas aun salen en costo de produccion 100 a 200 millones de dolares no me puede costar el bluray o el dvd lo mismo que la copia original….SIMPLEMENTE NO PUEDE
o nos quieren meter el dedo en el ojo ahora o nos lo han metido desde antes….durante tanto tiempo nos han engañado, robado y manipulado que es nuestro momento….mientras no haya solucion racional a este problema…pues seguire descargando y sobre todo comics y peliculas que son asquerosas de malas y gastarse lo que cuestan duele en el alma y por musica dignense a visitar mas paises que si caen por aca mi dinero para un ticket es suyo
 

Phantomas
Phantomas
Lector
29 diciembre, 2010 11:39

Yo creo que hay un exceso de demagogia por todas las partes: ni el Bardem tiene razón con lo de los tomates, ni Tildoras (no es nada personal, es que pareces el más beligerante con el tema) con lo de que las descargas no han perjudicado el mercado. Ya no hablemos de una industria incapaz de satisfacer las necesidades de un mercado que ellos mismos han creado, en cierto modo.
 
Yo personalmente suelo comprar la música en iTunes. No me apetece buscarla por P2P y bajarme algo con una calidad de sonido discutible, por muy gratis que sea. Y como creo que los precios son razonables, me puedo permitir comprarme la música que me gusta, y además gano lo que me falta al cabo del día que es tiempo.
 
Por otro lado, no me suelo descargar muchas películas ya uqe las veo en el cine o en el Digital+, sólo aquellas que no encuentro disponibles en tiendas por estar descatalogadas. Y la verdad, no me da cargo de conciencia, por mucho que mis descargas si sean igual a una compra no efectuada, porque es un problema de la industria, no mio. También tengo claro que si existieran servicios como Netflix, que además me ofrecieran las ventajas de un DVD donde yo puedo elegir el idioma, si quiero o no subtitulos, etc., y encima con un precio competitivo, para mi sería, de lejos, la mejor de las alternativas.
 
Lo que es de pecado es el tema de las series. ¿Por qué no se puede hacer algo a lo que hizo las FOX con TWD? Es decir, si a mi una semana despues me la ponen en un canal de la TDT, incluso con sus anuncios antes, despues e incluso en medio con la mierda esa de la sobreimpresión, e igualmente con posibilidad de español o inglés con subtitulos, desde luego no la buscaría en ninguna página. Y si me la ofrecieran en la web de la cadena a un precio global de subscripción para que además pudiera verla cuando quisiera ya sería la leche.
 
Es evidente que toda industria (la cultural y del entretenimiento también) se basa en el consumo y en el intercambio de algo por dinero. Pero lo que no puede ser es que esa industria no utilice las herramientas a su alcance para proporcionar el servicio que deben dar, y que tengan que ser otras personas las que sean capaz de darlo. Vamos a ver, si las páginas de descargas que cobran por los banner de publicidad se están forrando, habría que despedir a todos los ejecutivos de la industria audiovisual por ineptos y por no ser capaces de ofrecer en mejores condiciones esos productos, cobrando algo justo por ello, e ingresando además por esa publicidad.
 
Por último, los políticos… Bueno, la ley va a solucionar nada puesto que solo podría ejecutarse contra páginas nacionales, y si puede producir problemas en su aplicación con exceso de celo cuando se vea que los resultados son inexistentes. Y encima encabrona al personal puesto que la aplicación es por parte de una comisión de los propios interesados (manda huevos, para mi lo más sangrante del tema), y con más urgencia que otros temas mucho más graves (que también tiene su aquel). En vez de eso, se debería plantear una reforma de la Ley de la Propiedad Intelectual, que ha quedado francamente obsoleta. Pero vamos, de una ministra a la que le preocupa más los intereses de la Academia de Cine que las preocupaciones de seguridad en el traslado de obras del Prado, ¿qué se puede esperar?

Congreso Web
29 diciembre, 2010 11:59

En mi opinión ahora hay más tomates en el mundo que cuando empezó la «piratería de tomates». Los artistas que antes tenían vetado su salto para darse a conocer, por la industria discográfica, ahora pueden darse a conocer mucho más fácilmente y sacar muchas más creaciones a la luz. No todo es culpa de la industria, también los avances han tenido mucho que ver, pero estos avances nos conducen hacia un nuevo modelo de negocio, el cual no quiere los autores, porque significa más cantidad de cultura o entretenimiento, por mucho menos precio, y ahí es donde estos pobrecitos pierden mucho dinero. Sin embargo, yo me pregunto: ¿Acaso Bardem, Alejandro Sanz y todos estos no tienen ya suficiente dinero? En los últimos diez años con toda la piratería que ha habido Bardem se ha hecho millonario. Por otro lado, entiendo que necesitamos de algún modo legislar la situación, pero no a base de impuestos para empresas privadas (algo nunca visto, y que es incebible desde el punto de vista económico). Y como debemos legislar ahí os dejo un enlace de como esta la legislación de internet en el mundo: http://congresoweb.es/2010/12/legislacion-de-internet-en-el-mundo/
Un saludo, gracias y no dejéis de luchar por lo que consideréis justo, porque por lo que hoy luchamos nos afectará durante mucho tiempo. Ley Sinde = Muerte a la Cultura

Enrique Acebes
29 diciembre, 2010 18:34

Acabo de volver de Londres. Allí me he comprado el último disco de Iron Maiden por £7 (18€ en Fnac España), el Greatest Hit de Dream Theater por £5 (23€ en Fnac), el Led Zeppelin IV remasterizado por £4, la OST de The Social Network de Trent Reznor por £7, Galactica en DVD completa por £33 y las cuatro primeras temporadas de Doctor Who por £60. Y Father Of The Pride en dos DVD por menos de £4 en Heathrow.

A lo mejor por eso en UK no piratea nadie y en España sí.

Deschain
Deschain
29 diciembre, 2010 21:03

«perjuicio económico a nivel nacional e internacional para la industria de la cultura«… Me parece q’ el perjuicio mas grande es lo erroneo de la definicion de CULTURA. Se fueran menos snobs podrian referirse a la industria del entretenimiento. Pero una definicion tan etnocentrista y arcaica de CULTURA solo da para equivocaciones. Acá en Chile, Un simpatico (y desempleado) grupito de artistas trataron de montar el mismo circo el año pasado… Fallaron miserablemente.-

José Miguel Poncela
José Miguel Poncela
Lector
29 diciembre, 2010 23:46

En realidad dan igual las mil elucubraciones que se hagan o las mil leyes que se quieran establecer. Salvo que se militarice la red a nivel global (cosa imposible), es todo inútil, no hay marcha atrás: si es digitalizable, es de uso público en cuestión de minutos.
La propiedad intelectual, tal y como se conocía en los últimos dos siglos, está finiquitada.

Ocioso
Ocioso
Lector
30 diciembre, 2010 0:20

José Miguel Poncela ha comentado: La propiedad intelectual, tal y como se conocía en los últimos dos siglos, está finiquitada.
¿Y ahora que hago yo con mis tomates? ¿Les pongo un candao?

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
30 diciembre, 2010 9:53

Venga Ocioso, ataca, que lo estas deseando ¬¬

Ocioso
Ocioso
Lector
30 diciembre, 2010 10:07

I´m with a Skrull! ha comentado: Venga Ocioso, ataca, que lo estas deseando
Este no es el lugar. Estos temas prefiero hablarlos cara a cara porque si me quedo sin argumentos siempre puedo liarme a hostias.

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
30 diciembre, 2010 12:51

Con socks y proxis puedes conseguir lo mismo y hasta mejores resultados que con el cifrado de ips, y teniendo en cuenta que la ley no es internacional, no podrian pillarte, ya que al usar una proxy (o varias) que estuviera fuera de territorio nacional, no tendrian jurisdicción, así que mientras no hubiera una ley internacional respecto a esto, o una ley nacional restrictiva en cuanto a la privacidad del uso de internet, es practicamente imposible controlarlo. Así que en este caso, nosotros seguiremos «ganando».

Javier Trujillo
Javier Trujillo
30 diciembre, 2010 12:53

Pero yo creo que el tema es mucho más sencillo, Jose. Si el modelo de industria se transforma ofreciendo los contenidos en la red a bajo precio y generalizadamente, por subcrispción streaming y demás, la piratería generalizada dejará de ser un negocio rentable para las webs, que se ocuparán de lo que sea interesante piratear por el alto precio y su inaccesibilidad… las leyes deben ser para construir la nueva industria como mucho, no para proteger algo que está en decadencia, ese es el error.

esponjose
4 enero, 2011 21:34

Oye, me ha gustado mucho mucho el artículo. ¡Voy a linkearlo por todas partes!

Tony
Tony
7 enero, 2011 15:56

Yo no entrare en falsas morales y legalidades absurdas, solo digo que como músico semiprofesional (no profesional puesto que no tengo sello) trabajo como cualquiera de vosotros, tengo un sueldo bajo , unos 800 euros al mes, pago casa, coche, seguro, luz …y un largo etc, (como la gran mayoría) a esto sumarle el precio del local de ensayo (60 euros por cabeza) desplazamientos y ahora la mayoría de salas  grandes te piden dinero por adelantado para evitar perdidas, no existen ayudas para los músicos y para colmo una agravación medianamente decente de 5 o 6 temas cuesta sobre los 5000 euros. Vamos que en dinero y tiempo invierto mi vida, (ensayo 3 dias a la semana unas 3 horas cada vez).
Y tengo que escuchar cada cosa…solo digo que por promoción veo bien las descargas gratuitas, pero creo logico que si un autor dice NO, NO QUIERO QUE ESTA PAGINA PONGA EL FRUTO DE MI ESFUERZO GRATIS, no tendria que intervenir un juez, la pagina tendría que quitarlo automáticamente.
No veo mal el p2p, pero si las paginas de descargas, a mi que me expliquen a que se dedica el dueño de ellas, porque me imagino que vivirá de ello. porque el fin altruista de «difundir la cultura» no se lo cree ni dios

Ocioso
Ocioso
Lector
7 enero, 2011 16:08

Tony ha comentado: NO, NO QUIERO QUE ESTA PAGINA PONGA EL FRUTO DE MI ESFUERZO GRATIS
¡Que verguenza! Mira que cohartar la libertad de expresión del webero.

Tony
Tony
7 enero, 2011 20:06

El problema de las páginas de descargas es que no copian, suben ni alojan el archivo, por lo que al proporcionarte únicamente el enlace no incumplen el código penal ni la LPI aunque tengan ánimo de lucro.
Sera cierto pero es absurdo