Edición original: Moschitto (Organização Fictícia).
Guión: Claudia Senlle.
Dibujo: George Schall.
Entintado: George Schall.
Color: George Schall.
Formato: Rústica, 72 páginas.
“Los Moschitto son la familia más tradicional y respetada de la mafia italiana… de mosquitos”. Esta es la frase inicial de la premisa con que se presenta este trabajo de Claudia Senlle y George Schall, que es originario de Brasil aunque las referencias sean hacia aquel país europeo.
Hablar de una familia mafiosa de mosquitos ya brinda una pauta bastante clara del tono de la historia con la que nos encontraremos: divertida, graciosa, cómica… En efecto así es, pero también es una narración dramática, triste, trágica. Aunque el drama gire en torno a insectos, la construcción creativa de los autores los sitúa de manera que el lector empatice más con ellos que con el humano de la historia.
¡Mosquitos mafiosos! ¿Hace falta decir más?
“La familia es lo primero” es el lema de los Moschitto, lo cual nos conducirá directamente desde el hecho trágico al conflicto de esta narración. Uno de los jóvenes integrantes de la familia será asesinado a sangre fría por el humano de la casa en donde ellos habitan, lo cual pondrá en marcha la cruda vendetta de los Moschitto, una vez que hayan despedido como corresponde a familiar fallecido.
El plan de venganza de la mafia de mosquitos generará una escalada de guerra entre dicho humano y los insectos, dando lugar a más víctimas que lamentar y hechos trágicos, con un perro de por medio que queda rehén de esta situación.
La dinámica humano-perro-mosquitos producirá una sucesión de escenas cómicas (a la vez que trágicas), divertidas de contar para los autores y, fruto de su buen trabajo, también muy entretenidas de leer. Esta buena tarea está dada por varias ideas que demuestran su alegre creatividad, así como la capacidad narrativa para contar secuencialmente las acciones, con gran dinámica en las escenas de combates y un buen ritmo marcado por una división en capítulos.
Pero mucho más que el trabajo de guión sobresale la enorme labor en el apartado gráfico de George Schall, quien además de trasponer a la página el dinamismo de la historia, se luce también en el diseño de los personajes (todos ellos, tanto los mosquitos, como el humano y el perro) así como en la expresividad que les brinda, el trazo estilizado que aporta cierta comicidad, y por sobre todas las cosas con el uso de grises y rojos en momentos puntuales (para una iluminación de la escena diferente, los primeros, y para destacar ciertos elementos de la página los otros) que acentúan su buen trabajo narrativo y le dan el toque final para convertirlo además en un bello producto visual.
Un importante detalle a destacar de este cómic es que si bien es de origen brasilero, se trata de una historieta muda (exceptuando unas pocas palabras en italiano, fácilmente entendibles) lo cual le permite traspasar la frontera idiomática sin ningún problema, un hecho que no es menor al ser casi el único país de la región que no habla español dándole una mayor llegada al público vecino al visitar eventos fuera de Brasil (de hecho así llegó a mis manos en la Crack Bang Boom pasada), y facilitando también las potenciales reediciones en países vecinos.
Moschitto no es solamente una lectura divertida y entretenida, entonces, sino que al brindar eso también ofrece un notable trabajo historietístico y dos autores a tener en cuenta, especialmente su dibujante a quien en el futuro cercano es muy probable veamos más en el mercado estadounidense, habiendo ya colaborado en la antología Dark Horse Presents. En pocas palabras, si se topan con este libro no dejen de echarle un ojo, y estén atentos al nombre George Schall.
