Historietas desde Latinoamérica #41 – Especial Salvador Sanz: entrevista y reseñas

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Nacido en Buenos Aires en el año 1975, Salvador Sanz ha dedicado prácticamente toda su vida a la producción artística, desde que estudiara en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano. De sus casi cuarenta años de vida, durante prácticamente la mitad consagró tiempo a lo que él señala como una pasión; esto es, la historieta. Desde que comenzara a hacerlo como un entretenimiento con amigos hasta hoy, Sanz ha participado en numerosas revistas (la siempre relevante Fierro, entre ellas) y publicó cinco libros que traspasaron las fronteras de su país hacia Brasil, España, Italia y Estados Unidos.

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Con estos 20 años de carrera profesional en las historietas se ha convertido en uno de los autores argentinos contemporáneos más interesantes, tanto por sus guiones que toman la realidad para ponerla en cuestión, como por sus dibujos que cobran vida desde las páginas hacia nuestra misma realidad.

Por estas razones, dedicamos un especial en esta sección para realizar un recorrido por toda su obra (la editada en libro hasta el momento, al menos) desde Desfigurado hasta el más reciente volumen de Angela Della Morte, dando cuenta de cada momento de su carrera así como del crecimiento artístico y autoral que ha vivido él.

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Para complementar nuestras voces (en el marco de la Crack Bang Boom 2014) Zona Negativa pudo conversar con Salvador Sanz, quien se prestó amablemente para contar él mismo un poco de su vida y su trayectoria pasada, presente y futura.

Caben unos últimos apuntes para mencionar la iniciativa y participación de Jordi T. Pardo para la realización de este especial y el nuevo crossover con Va D BD, sección que llevara adelante Toni Boix con maestría, por el cual recuperamos las reseñas que realizara entonces en base a las ediciones españolas.

Entrevista a Salvador Sanz

Zona Negativa: Empecemos con cómo era tu relación de chico con la historieta… ¿qué leías?, ¿qué autores te gustaban?, ¿cuándo empezaste a leer… o leíste toda tu vida?

Salvador Sanz: Sí… yo tenía un hermano dos años mayor que yo, y a él le daban muchas historietas para leer por supuesto antes que a mí y eso fue mi primer contacto. De hecho a él le habían comprado El Eternauta, que para mí era la lectura como para más grandes, y a mí me habían comprado un Spider-Man o algo así, y no sé por qué razón siempre me llamó más aquel tipo de historietas. O sea, tuve contacto desde muy chico con la historieta nacional de aventuras con dibujantes como [Hugo] Pratt, [Francisco] Solano López. No fui muy lector, por ejemplo, de Patoruzú, Condorito… sí tenía contacto con ese tipo de cosas que eran más para chicos, pero siempre iba para el otro lado ya de chico. Y agarraba y las coloreaba a las revistas, que eran en blanco y negro… [risas] Después me acuerdo que leí La Feria de los Inmortales de Enki Bilal que venía en las revistas Humor como un suplemento, que era historieta de ciencia ficción para adultos… yo no sé, tenía 11 años o 10 años y ya como que me voló la cabeza eso. Y por alguna razón no me convertí como la mayoría de la gente de mi generación más en lector de superhéroes, sino ya me interesaba la historieta de ciencia ficción al estilo Fierro, Metal Hurlant, Tótem… compraba ese tipo de revistas a los 12, 13 años. Esas son mis influencias también por eso.

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Influencias citadas por Sanz

ZN: ¿Empezaste a hacer historietas tuyas más o menos a qué edad?, ¿en qué momento decidiste que querías hacerlo? ¿Empezaste a hacerlo por gusto a partir de leer?

SS: Ni bien entré en el secundario empecé a hacer páginas de historietas. Hice un secundario con orientación artística, en Bellas Artes. Ahí me hice amigo de un par de chicos que hasta el día de hoy seguimos siendo amigos y algunos son colegas, ya son profesionales que publican, como Javier Rovella. Nosotros estábamos en un medio más cercano a la plástica y a las artes clásicas, y nos gustaba hacer historietas y hacíamos historietas ahí. Mis primeras páginas fueron en el secundario, y cuando lo terminé empezamos a editar una revista independiente, un fanzine, Catzole.

ZN: ¿Eso cómo fue?, ¿se juntaron entre los que hacían historietas para publicar?

SS: Sí… teníamos un montón de páginas de historietas cuando terminamos el secundario pero las hacíamos, las veíamos entre nosotros y nada más. Nos habíamos hecho amigos de Julio Azamor, que era unos años más chico que nosotros, y él editó el primer número de la Catzole. Nos invitó a mí y a Rovella, y ahí nos copamos muchos con esto de la autoedición.

ZN: Era la época también… que estaba más en boga eso.

SS: Sí, porque justo era la época en que las revistas como la Skorpio, todas las revistas de Columba, todo lo que estaba en el kiosco en ese momento estaba empezando a desaparecer. Entonces proliferó mucho el fanzine.

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Portadas del fanzine Catzole

ZN: ¿Se movían en ferias o cómo hacían?

SS: Lo vendíamos por dónde podíamos, en todos lados. Distribuíamos nosotros, cargábamos el bolso de revistas e íbamos a las comiquerías que también empezaban a aparecer por primera vez, los negocios especializados en cómic acá en Argentina todavía eran una rareza. En los 90s recién empezaban a aparecer, e imaginate que a nosotros nos veían como más bicho raro, porque era tipo “¿y esto a quién se lo vendo”, viste. Era la época en que el dólar estaba 1 a 1 [respecto al peso argentino] entonces venía mucho material de afuera, de España, de Estados Unidos, de lo que querías, y a los tipos no les interesaba tener un fanzine. Entonces nosotros teníamos que buscar otros canales alternativos de venta. Íbamos a las convenciones, que también empezaban a aparecer, vendíamos en las colas de los teatros, los cines… y empezó a andar bien, eh, había un público. Fue raro, la Catzole la editamos desde el 1994 hasta el 2000, 2001. Sacamos 16 números, que para un fanzine era muchísimo. Imaginate un promedio de dos, tres números por año sacamos.

ZN: ¿Y en qué ciudades hacían todo eso?

SS: En Buenos Aires. Rovella era de Lanús, provincia de Buenos Aires, y nos movíamos todos más que nada por Capital. Pero en esa época también empezaban a aparecer los primeros eventos también en… empezamos a ir, por ejemplo me acuerdo a Mar del Plata, a convenciones, a Rosario también, todavía no estaba ni siquiera Leyendas.

ZN: ¿Estaba Fantabaires ya?

SS: Sí, de esa época, claro.

ZN: Hiciste también trabajos como animador, storyboard… ¿más o menos en qué época fue o lo seguís haciendo?

SS: Sigo haciendo, sobre todo storyboards, cada tanto hago trabajos para publicidad. Animación hice desde el 2001 al 2005, 2006. Fue una época en que no hice historieta y me dediqué exclusivamente a la animación. De forma personal porque tengo un par de cortos hechos, dos cortos que se llaman El Inivisor y Gorgonas los hice yo, con ayuda de amigos. Y después trabajando profesionalmente, trabajé para una película que se llamó Mercano, el Marciano, que tuvo estreno comercial.

ZN: Ese es el que salía por I-Sat, ¿no?

SS: Primero fue una serie que salía por I-Sat y después se hizo el largometraje.

ZN: ¿Cómo relacionás el medio de la animación o el storyboard con la historieta? ¿Lo ves parecido, lo ves totalmente diferente? ¿Lo tratás de manera diferente a la hora de trabajarlo?

SS: Lo trato de manera muy diferente porque la historieta es el fin en sí mismo, es un medio artístico que la finalidad es una revista, una publicación, o un sitio en internet, y en cambio el storyboard es sólo una herramienta de trabajo, no es el fin, no es una obra de arte. Por lo general, la mayoría de los story terminan en un cajón y nadie los ve, solamente el equipo de trabajo, el director, entonces me parece que es una pérdida de tiempo dedicarle mucho detalle, mucho esfuerzo a algo que es una guía de trabajo. Pero bueno, según el proyecto, a veces requiere más laburo, si tiene mucho arte, por ejemplo, el story necesita para el escenógrafo que se vea entonces te piden más detalle. Pero como trabajo mucho para publicidad… también es un medio que lo encaro como algo netamente comercial de trabajo, y lo otro es una pasión. La historieta es muy diferente.

ZN: A las revistas Bastión, Ex Abrupto, Suda Mery K.! , ¿cómo fuiste llegando?

SS: Esas fueron mis primeras publicaciones… por lo menos la de Bastión fue la primera publicación que me pagaron, entonces siempre la considero como la primera publicación como profesional, “este es el primer laburo que me han pagado por publicar en una revista”. Pero todavía tenían mucho espíritu, me parece, de revista independiente, de autor… también por la llegada eran publicaciones que no tenían grandes tiradas. Lo de Ex Abrupto fue prácticamente un fanzine pero con vuelo internacional. Hubo incluso un número que lo editaron en francés, porque era para Francia. Fue mi regreso después de hacer tanto tiempo animación, fue como volver a conectarme con la historieta.

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Portadas de las revistas Bastión y Suda Mery K.!

ZN: Ahí fue cuando hiciste también las primeras ediciones en libro tuyas… ¿Desfigurado fue la primera?

SS: Desfigurado salió en la Catzole, después lo edité… mucho tiempo después lo tuve que rever ese material porque era viejo para editarlo en forma de libro, en el 2007. Y lo editó, claro, la gente de Ex Abrupto. Pero eso fue posterior a Legión, que fue mi primera novela gráfica, en el 2006. Lo que pasa es que, bueno, el material de Desfigurado es mucho más viejo.

ZN: ¿Y cómo llegaste a Fierro?

SS: A Fierro creo que era en el año 2007… yo había editado ese libro Legión con Ivrea, que había andado bastante bien, había tenido como cierta repercusión en su momento y sale la Fierro. Yo no sabía nada, un día de pronto me dicen “che, mañana está la Fierro en los kioscos”, no es que me venían diciendo “mira que se viene la Fierro, fue muy sorpresivo. Imaginate que la Fierro era como volver a que haya una revista en los kioscos, con distribución comercial, que llegaba a todo el país que es algo muy difícil de lograr, y pagaban. Y les mandé unas muestras… me acuerdo, ni siquiera por Internet, mandé un sobre creo que con una copia de Legión o páginas y ellos después se comunicaron conmigo y ahí empecé a publicar de a poquito. Empecé a publicar pequeños fragmentos como historietas cortas sobre Nocturno, y eso después se terminó convirtiendo en una historia más larga y en una serie regular en Fierro. Pero fue algo que se fue armando, fue de a muy poquito a mucho.

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Portadas en Fierro de Nocturno y Angela Della Morte

ZN: No lo tenías armado como un libro…

SS: No lo tenía pensado como libro, tiene mucho de improvisación ese libro, sí.

ZN: Y a partir de ahí tuviste libertad para proponerles trabajos…

SS: Sí, la Fierro en general si le gusta lo que hacés te dan una libertad total, es muy raro que se metan.

ZN: Les escribís “quiero hacer esto” y…

SS: El tema es que les guste y a veces tienen un gusto muy particular. He sabido de dibujantes increíbles que han mandado trabajo y no les han hecho caso, y por ahí gente con un perfil mucho más bajo están publicando. Es muy difícil dar en el clavo de qué es lo que les interesa. Yo te digo, hasta el día de hoy, he trabajado mucho tiempo con ellos y a veces no termino de saber bien por qué estoy publicando en Fierro y otros no. Pensá que es la única revista con esas características en Argentina y hay muchísimos autores, y mucha gente queda afuera. Es difícil, pero bueno, para mí está buenísimo, es una buena pantalla.

ZN: ¿Y al hacer Angela ahí ya lo pensabas como un libro de entrada?

SS: Sí, Angela ya son historias que escribí el guión completamente y después lo trabajé mucho más cerrados, más profesional.

ZN: ¿Siempre tuviste intención de que fuera un libro?

SS: Lo que pasa es que Angela nace en la revista Bastión, esa que mencionábamos antes. Los primeros episodios estaban ahí. Y siempre fue pensado como, en un principio, historias cortitas de ese universo, como pequeñas aventuras de este personaje. Después empecé a hacer historias más largas del personaje, y entonces el primer libro de Angela es un compilado de todas estas historias, tiene un formato medio raro, no llega a ser una sola gran aventura. Es más, en el medio del libro, como lo primero lo hice en el 2005 y lo otro lo hice en el 2010, hay cinco años de diferencia, el personaje ya no es el mismo, cambió como si hubieran pasado unos años. Por eso también es una publicación un poco rara, no está pensada como una historia que empieza y termina.

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Portada de la última parte de Angela en Fierro

ZN: Angela terminó ahora en Fierro esta parte, ¿habrá otro libro, otra historia? ¿Pensás hacerlo? ¿Tenés ganas?

SS: Tengo muchas ganas de hacer un tercer libro pero por ahora no lo voy a hacer, eso sí lo tengo en claro. Ahora estoy trabajando en otra cosa y como es muy reciente la salida del segundo libro, estoy más expectante a ver como es la aceptación con el personaje… nunca había sacado un segundo libro de una obra mía, para mí fue muy importante eso, darle una continuidad, expandir un poco esos universos que uno va creando y a veces quedan, y ya está, empiezan y terminan. Para mí todas mis obras necesitan continuar, siempre tienen como finales abiertos, tranquilamente se pueden seguir. Pero bueno, en un momento yo dejo de hacerlo, los abandono. Para mí las obras de arte no tienen un fin, es el artista que las abandona. Uno intenta buscarle un final lo más bonito posible, pero para mí es eso. No descarto que en algún futuro tal vez me gustaría continuar, hacer un libro más de Angela.

ZN: ¿Ahora estás haciendo alguna otra cosa en historieta, o de otros trabajos, como storyboards?

SS: Sigo laburando cada tanto con cosas de publicidad, y ahora estoy haciendo ilustración. El año pasado saqué un libro ilustrando un personaje de Robert Howard, Solomon Kane, con Pictus, y ahora estoy por hacer otro libro más con Pictus sobre Lovecraft, que tenía muchas ganas de hacerlo.

Ilustración de Solomon Kane
Ilustración de Solomon Kane

ZN: Sí, justamente, te iba a preguntar si tenías alguna influencia de ese tipo de terror.

SS: Y sí, es una gran influencia, a mí me encanta. Lo que me gusta de Lovecraft es que creó su propio universo de terror. No tuvo que decir “voy a hacer una historia de zombies”, o de hombres lobo, o de vampiros, que ya son como subgéneros con reglas muy específicas y hoy están tan de moda. Hoy hacer terror significa acercarse a eso prácticamente… “bueno, voy a hacer una historia de zombies, y los voy a combinar zombies-hombres lobo, zombies payasos, zombies nazis” y a mí no me interesa para nada eso. A mí me interesa mucho el terror pero no tengo una historia hecha con este tipo de mitos, que por ahí están buenísimos pero no me parece que yo les pueda aportar nada. Y lo que sí me vincula con Lovecraft, y me identifica, es eso, él dijo “yo voy a hacer mi propio mito, y no le tengo que pedir prestado ningún mito a nadie”, y por eso es una gran influencia y creo que se ve reflejado.

ZN: ¿De dónde viene esta inspiración para crear tus mitos, tu mundo de terror por decirlo de alguna manera, con esas criaturas extrañas que están en Nocturno o el juego con la muerte y no-muerte de Angela con el alma y demás?

SS: Las influencias son muchas… trato de ser lo más original posible, me interesa tratar de dejar como una huella más personal, tratar de separarte, pero es muy difícil porque las influencias están e incluso a veces uno hace algo que cree que es original y alguien ya lo hizo y por ahí ni siquiera lo conocías, porque uno no puede haber leído todos los libros que se han hecho. Lo que sí me pasa es que cuando veo que mi obra se parece demasiado a algo trato de alejarme, me lo pongo como una pauta porque me interese mucho el género, trabajar el género como el terror y la fantasía pero desde un lado lo más original que pueda. Pero bueno las influencias vienen mucho del cine, mucho de la música que me despierta atmósferas, me influencian mucho.

Ilustración para adaptación de La Llamada de Cthulhu
Ilustración del cuento La Llamada de Cthulhu

ZN: Si te iba a decir, Desfigurado y Legión tienen momentos de música importantes para la historia.

SS: Sí, totalmente, el color, la música… en mis primeros libros, Legión, Desfigurado, y en el corto que se llamaba Gorgonas, alguien me dijo… yo laburo mucho intuitivamente, no me pongo a analizar tanto las otras lecturas que puede tener la obra, a veces uno se deja fluir, sale y después otras personas empiezan a verlas.

ZN: Se apropian y lo interpretan…

SS: Claro, y eso me encanta que pase, está buenísimo. Me ha pasado muchas veces que lectores me han dicho cosas que yo no he puesto en la obra y me las hacen ver ellos, me parece súper interesante. Pero bueno, me acuerdo que un amigo me dijo que en todas esas obras el arte está como el detonante de la historia. A veces, bueno, abren las puertas del Infierno como en Legión, y en Desfigurado es medio como la salvación… Ahora ya no estoy tanto con ese tema, pero había un momento que era una constante.

ZN: En cuanto a tu manera de trabajar, combinás herramientas clásicas con nuevas tecnologías, un poco de digital… ¿lo ves como que se complementan entre sí, no se excluyen?

SS: Y yo, por una cuestión generacional, vengo del papel, del tablero, entonces eso lo tengo muy incorporado y me cuesta mucho separarme. Igual muchos artistas de mi generación ya han abandonado totalmente el “mundo real” [risas] y están metidos dentro de una computadora. A mí todavía me cuesta mucho, me gusta todavía, pero una vez que el trabajo se digitaliza muchas veces el color es digital, muchas veces hay una serie de retoques que son digitales, arreglo mucho el dibujo, todos los errores que aparecen en el papel en vez de volver a dibujarlos los ajusto en la computadora. Entonces, hoy por hoy, creo que sigue siendo un 70% de mi trabajo analógico, por decirlo de alguna manera, físico, y un 30% o un 20% a veces… Todavía no dibujo en la computadora.

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Portadas de Sanz para Purple Comics y Espinazo

ZN: Veía recientemente que apoyabas de manera activa trabajos como Purple Comics, Espinazo, o les hacés una ilustración o los apoyás… me acuerdo en Argentina Comic Con estaban juntos. ¿Es parte de un paso entre generaciones, tarea docente?

SS: Y tiene que ver un poco de todo, porque Espinazo nace como un fanzine que lo genero en mi taller, son mis alumnos, pero ellos ahora en Rosario en la Crack Bang Boom tienen un stand, sacaron un número nuevo en el que yo no participé de ninguna manera y ya está. Y Purple Comics es un ex alumno, un chico que estudió hace muchos años conmigo, con él hicimos fanzines… porque yo siempre lo que genero en mi taller es… vemos narrativa, vemos dibujo, estudiamos, pero hay que editar. Para mí la historieta está hecha para que termine editada, la obra final no está en el original o si los exponés en una galería colgados con un marco. Para mí el resultado final tiene que ser en un papel, editado, todavía. Y entonces hago mucho hincapié en eso, y me interesa que ellos aprendan el proceso de la edición, de la edición independiente, o como sea.

ZN: Tenés también mucho que enseñarles en ese sentido, seis años haciendo un fanzine.

SS: Sí, sí, estoy un poco medio desactualizado sobre todo con lo que es imprenta y nunca tampoco el laburo de diseño gráfico fue lo mío, así que siempre pido ayuda de alguien que me dé una mano con eso, porque en la época en que nosotros hacíamos el fanzine los primeros números ni siquiera estaban diseñados en una computadora, el máster era todo pegar fotocopias… era como muy fanzine, muy primitivo. Así que por eso siempre hay alguien en el taller que sabe más que yo, y me dice “el diseño gráfico lo hago yo” y está bueno. Pero sí me interesa y me parece que está bueno que a los que vienen atrás, a las nuevas generaciones, que empiecen a editar… porque también es la manera de formarse, y es una buena excusa para producir, para laburar. Si no, dibujar nada más para que quede en tu casa y lo vean tus amigos…

ZN: O para mostrar a editoriales y esperar que te llamen… no es tanto la forma, ahora, ¿no?

SS: Claro, no, y nunca fue el camino que yo hice, entonces por eso también enseño desde ese lado. Por ahí otro tipo que labura para un mercado de afuera de otra manera, lo encara de esa manera.

ZN: En cuanto a eso, ¿te interesaría trabajar para afuera, para Europa, para Estados Unidos?

SS: Me interesa en realidad publicar mi obra en cualquier mercado, me encanta. De hecho ahora, no sé, me escribió un flaco de Polonia que ni sé cómo me conoce ni cómo llegó, por Internet obviamente pero cómo fue a parar… y tiene ganas de editar algo en Polonia. Por supuesto que están los mercados más importantes como Estados Unidos, Francia, Japón que es algo como ya una especie de utopía lejana y distante, casi como otro planeta, y me encantaría ir llegando a esos mercados. Por ahora siento que me muevo en mercados más periféricos, no sé, estoy publicando en Brasil, en Italia, en España, ahora por ahí en Polonia, no sé… pero como lo que yo vendo es mi obra personal que es como historieta de autor, ya está escrita y dibujada, toda terminada, es el camino más difícil para entrar en editoriales más grandes que por lo general te piden más los servicios como dibujante, y como yo hago mucho hincapié en eso, en la obra mía, voy más despacio, voy publicando donde se copan.

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Portadas de la edición brasilera de Legión e italiana de Nocturno

ZN: ¿Y pensás seguir por ese camino de la historieta de autor y no con propiedades de otros?

SS: Sí, si hago laburos de encargo, como participar con un guionista para una editorial o un trabajo más comercial, por lo general agarro proyectos cortos, historias cortas, porque soy medio lento para trabajar…

ZN: ¿No podrías meterte por ejemplo en la industria norteamericana que son 20 páginas por mes, durante seis meses?

SS: Me han ofrecido, y todavía me cuesta mucho agarrar. Me conozco y sé que a ese nivel de laburo no rindo yo tampoco, la calidad mía baja mucho, entonces me da miedo perder tanto de la calidad en la parte artística por un trabajo. Y también me cuesta mucho meterme en la historia de otra persona, dibujar la historia de otra persona. No tiene nada que ver que sea buena o mala esa historia, muchas veces es genial e incluso es mejor de lo que se me podría haber ocurrido a mí, pero no es mi historia y entonces me cuesta mucho hacerla propia, dibujar personajes que no son míos… Soy como medio egoísta y muy personal en esas cosas. Todavía lo veo como arte y me gusta disfrutarlo. Me cuesta mucho ver la historieta como laburo y nada más, poner piloto automático y “bueno, ¿qué hay que dibujar?”. Eso prefiero hacerlo en publicidad, y lo hago de hecho.

ZN: Pensando para España, ¿el Angela Volumen 2 que salió en Argentina va a salir allá? ¿Tenés algo hablado?

SS: Lo que pasó es que fue una lástima que salió el 1 por EDT, y hasta donde sé está muy mal la editorial si no cerró… y perdí contacto con ellos. Y pensaba “ahora el tomo 2 donde lo saco”, ¿no? Estoy hablando algo por otro lado, pero es medio difícil porque es una obra que quedó como en el medio, no sé si realmente a algún editor le va a interesar sacar un volumen 2… la posibilidad que estamos viendo es hacer un integral con todo junto. Eso sé que en España se hace mucho y se edita muy lindo. Estaría bueno.

ZN: ¿A futuro tenés planes de publicar algo más en Fierro, o hacer un libro totalmente aparte…? ¿Qué planeás como proyecto de acá a un año o dos años?

SS: Ahora ya estoy dibujando una historieta nueva que se llama El Esqueleto, es un personaje también como de horror en una Buenos Aires medio post apocalíptica, tiene cosas muy de la ciudad donde vivo, y la idea es que sea una novela gráfica de unas 180 páginas, estoy con eso ahora. Es un personaje que incluso puede dar para un par de tomos, pero bueno, por ahora voy a sacar uno y después veré que hago. Ese es mi proyecto a corto plazo.

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Avances de El Esqueleto

ZN: Para terminar, ¿cómo ves a la historieta argentina hoy, sobre todo en comparación a cinco o diez años, que ahora hay muchas editoriales chicas que han surgido por autores? ¿Ves que puede crecer o que va a quedar donde está?

SS: Para mí es un buen momento, me parece que hace como cinco o seis años que de pronto empezó como a crecer, y veo que está estabilizado. No sé si creció más, pero por lo menos se está manteniendo, se está sacando la misma cantidad de libros por año, que es importante. Quizás este es el techo y no se puede agrandar mucho más… es difícil todavía hablar de masividad, y más cuando todo lo que es el mercado editorial se ha achicado un poco, entonces me parece que no hay que soñar con las épocas doradas, de Patoruzito que sacaba 50 mil ejemplares… me parece que está bueno, es lo que hay y hay que cuidarlo, y si se puede crecer, mejor. Hay que apuntar mucho a las nuevas generaciones, a que los chicos lean, hay que hacer historietas para chicos… lo que no hago yo [risas].

ZN: Bueno, pero como vos que leías a los 11 años…

SS: Bueno, yo soy un bicho raro porque leía cosas para grandes, pero me parece que muchos autores están trabajando para ese mercado de chicos, y está bueno, porque esos son los lectores… yo creo que la historieta, y siempre coincido con colegas, si no la empezás a leer de chico, de grande es muy difícil que te guste, crear un lector de historietas adulto.

ZN: Muchas gracias.

Legión (2006), por Jordi T. Pardo

 

Guión: Salvador Sanz
Dibujo: Salvador Sanz
Edición Argentina: Ovni Press (2013)
Contiene: Legión ARG
Formato: Tomo rústica de 64 páginas
Precio: $70.00

 

El relato apocalíptico, en sus más diversas y variadas formas, y siendo más prolífico y desasosegante en ciertos momentos de crisis y desesperanza social, ha estado continuamente presente en la literatura y el cine contemporáneo y, por supuesto, también en un medio como el cómic. La humana necesidad de destruir, para construir o sencillamente negar una realidad, suele ser el elemento principal de estas historias habitualmente relacionadas con el género de terror. ¿Pero puede lo apocalíptico ir más allá de sus raíces religiosas? ¿Puede ser fuente de belleza? ¿Puede deslumbrarnos y maravillarnos como lo haría una obra de arte?

No sería el primera vez que un autor persigue este oscuro sueño, o incluso tampoco el primero en lograrlo, y para muestra reciente tenemos una historieta del tono de Legión, trabajo del guionista y dibujante argentino Salvador Sanz donde este tipo de preguntas de las que hablamos se muestran consustanciales y básicas para la concepción de su curiosa propuesta. Este título publicado en Argentina y España en 2006 por Editorial Ivrea, reeditado por Ovni Press en 2013 en Argentina mientras aquí permanece descatalogado y licenciado en Estados Unidos por IDW Publishing supuso la consagración de este inclasificable y talentoso autor después de sus seminales trabajos en revistas y publicaciones independientes como Catzole y Fierro.

La acción de Legión se sitúa en una oscura y tenebrosa Buenos Aires que se ha convertido en la inesperada cuna artística mundial al ser el lugar donde se han producido una serie de imposibles y asombrosos descubrimientos. En una destartalada y sucia habitación un joven músico daltónico compone una melodía nunca antes interpretada, la joven pintora Azul Cobalto está presente en todas las noticias al haber inventado un nuevo color al que ha bautizado como ultramal y la escultora Alicia Parodi ha concebido un edificio de inquietantes formas. Estos tres talentos unirán su destino al del encargado de un edificio y poeta cuando se conviertan en protagonistas de excepción de una serie de sucesos de corte sobrenatural que desatarán un auténtico infierno en las calles de Buenos Aires. En Legión Salvador Sanz reúne referencias de todo tipo, desde la deuda contraída con los esquemas propios de los relatos de H.P. Lovecraft o la belleza e ingenio de la literatura de su compatriota Jorge Luis Borges, pasando por la sugestiva fuerza heredada de las películas de David Cronenberg de la década de los setenta y ochenta o, no menos importante, el homenaje implícito y personal a un clásico del cómic argentino como El Eternauta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.

Lo dice el propio Salvador Sanz en un momento de Legión, «con el arte siempre se buscó trascender fronteras», meta que él mismo parece asumir en esta estimulante historia que pese a tener una trama excesivamente sencilla y directa, como cualquier buen cuento de terror, resulta un interesante experimento en relación a su narrativa y su implicación en el apartado gráfico de la misma. El diseño de pesadilla del relato, un reflejo más del inquietante y generoso mundo interior de su creador que podemos encontrar en otras obras suyas como Desfigurado y Migrador Nocturno, resulta perturbadoramente atractivo y su manejo del color como un elemento narrativo más en juego acaba por suponer el golpe de gracia a las retinas del lector. No inventa nada en cuanto a arte secuencial puro Salvador Sanz pero demuestra ser un autor ingenioso y con una personalidad muy fuerte que sabe aprovechar extraordinariamente los modestos recursos que puedan caer en sus manos. Los personajes apenas pasan de ser bocetos, o más bien, colores y palabras de la paleta pero no pretenden ser más que parte del engranaje simbólico y metaficcional de la propia historia. En definitiva, la lectura de Legión deja claro que Salvador Sanz es uno de esos artistas a seguir la pista, uno de los más destacados autores de la viñeta argentina contemporánea de los últimos años.

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El arte de Salvador Sanz en Legión

Desfigurado (2007), por Mariano Abrach

 

Guión: Salvador Sanz
Dibujo: Salvador Sanz
Edición Argentina: Ex Abrupto Ediciones (2007)
Contiene: Desfigurado ARG
Formato: Tomo rústica de 128 páginas
Precio: _____

 

De todo el material publicado en libro de la obra de Salvador Sanz, Desfigurado es el que presenta el acercamiento al trabajo de sus primeras etapas que viera la luz a través del fanzine Catzole. Leído desde esa perspectiva, es notable identificar ya en esta historia realizada a fines de la década de 1990 los temas que atravesarán las subsiguientes hasta la actualidad, así como el estilo de dibujo marcadamente realista. Esto claro, con sus diferencias, alteraciones y el obvio crecimiento como autor que vivió desde entonces a hoy.

En efecto, en Desfigurado se desenvuelve una trama que aborda tópicos complejos como la realidad y su percepción (¿qué es lo real?, ¿es todo esto real?), la existencia de un Dios, la muerte, el azar, la perfección de la vida… Estos temas son abordados mediante una historia protagonizada por un joven, inicialmente común y corriente, en un ambiente de aparente realismo aún con sus dejos futuristas, el cual se perderá rápidamente al desarrollarse el guión para entrar en una historia atravesada por los géneros de ciencia ficción y terror con acción y suspenso, a un ritmo que suelta a su lector.

A la profundidad de los temas tratados y a la cautivadora manera de desarrollarlos en el guión, el autor le añade su trazo realista por todos ya conocido, que mantiene la credibilidad a pesar de los mundos metafísicos y deformaciones imposibles de los humanos que nos muestra en estas páginas.

No obstante, Desfigurado tiene sus diferencias respecto al resto de su obra, las cuales se notan en primera instancia en las tramas que aplica a su dibujo prácticamente a lo largo de todo el cómic, lo cual iría disminuyendo, puliendo y usando de manera más cuidada en los trabajos que siguieron. Y por otra parte, el anclaje de la narración en cuestiones artísticas lo que se asemeja a Legión pero no repetiría en el futuro en títulos como Nocturno y Angela ella Morte.

Evidentemente, son más las similitudes que Desfigurado tiene con toda su bibliografía que las diferencias, con lo cual se constituyó como una especie de preludio a lo que es hoy Salvador Sanz, o para quien lo consiguiera para leer luego de haber accedido sus trabajos más recientes haría las veces de “origen secreto” de este autor.

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El trabajo de Salvador Sanz en Desfigurado

Migrador Nocturno (2009), por Toni Boix

 

Guión: Salvador Sanz
Dibujo: Salvador Sanz
Edición España: Ediciones La Cúpula (2010)
Edición Argentina: Ivrea(2011)
Contiene: Migrador nocturno ARG
Formato: Tomo rústica de 148 páginas
Precio: 15,00€

 

La obra de Sanz habla a su vez por sí sola y evidencia tanto una particular personalidad como unas cualidades en grado sumo que objetivan la importancia que la bibliografía de este autor debería tener para cualquier lector receptivo.

Atendiendo concretamente a Migrador Nocturno (Nocturno en su edición original en Argentina), nos encontramos ante un relato que prolonga y perfecciona los elementos más destacados de Legión, el que fuera el primer libro publicado de Salvador Sanz aunque anteriormente el autor ya atesorase cierta trayectoria en el mundo de las revistas. Como en aquella obra unitaria, en Migrador Nocturno asistimos al advenimiento de una amenaza ante la que la humanidad no parece tener defensa y, tanto en un libro como en el otro, los mejores logros de Sanz se hallan en su apabullante despliegue gráfico y en su facilidad para transmitir desasosiego e indefensión. El guion es menos compacto y sutil que en Angela Della Morte y, como relato, podríamos considerarlo algunos escalones por debajo de ese, su último libro publicado en España. Pero estéticamente nos hallamos ante un trabajo incluso superior tanto por las posibilidades que la historia ofrece al ilustrador como por las sensaciones y los resortes emocionales que éste logra movilizar en el lector.

Seguramente, a nivel argumental, importa poco que esta vez Sanz escoja hablarnos de unos pajarracos gigantescos y monstruosos provinientes de otra dimensión que se infiltran de noche en nuestro mundo a través del espacio que ocupa el cuerpo de algunas personas marcadas y malditas. Como en el resto de su producción, lo realmente significativo se maneja a otro nivel. Primeramente, porque las enormes capacidades de Sanz como dibujante le permiten, por un lado, recrear estampas cotidianas de gran verosimilitud y, por otro, concretar criaturas incluso más perfiladas y espeluznantes que las de Guy Davis, haciendo buena la premisa de que la entraña del fantastique se construye siempre a partir de la subversión de la adocenada realidad por parte de alguna que otra irregularidad que en ella penetra. En segundo lugar, porque el virtuosismo de Sanz a la hora de iluminar y pormenorizar sus escenarios consigue que espacios totalmente irreales, imposibles, cobren vida ante nuestros ojos: así sucede con Vertiguel, la Incubadora Madre a la que los humanos son transportados cuando las aves se adentran en la Tierra, dimensión inhóspita que Salvador Sanz construye con muy pocos elementos hábilmente manejados. Y por último, porque bajo una u otra premisa, las historias de Sanz siempre hurgan en similares heridas, las profundas. La enajenación, la extrañeza ante la propia existencia, ante la propia identidad, ser poseídos, perder el control, caer presos de una fatalidad cósmica frente a la que no cabe salvación, verse traicionados y tomar conciencia de ello cuando ya no hay marcha atrás… cuando tras la esquina asoma la extinción de todo. Como un Lovecraft contemporáneo que ha cambiado las letras por el cómic, Salvador Sanz suscita pesadillas con caricias de pincel y raspado de plumillas… y uno no puede salvo acoger el escalofrío que le recorre cuando se percata de que un artista tan bueno como este… tal vez no sea de este mundo 😉

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Páginas interiores de Migrador Nocturno de Salvador Sanz

  Reseña publicada originalmente en Va D BD 24

Angela Della Morte (2011), por Toni Boix

 

Guión: Salvador Sanz
Dibujo: Salvador Sanz
Edición España: Editores de Tebeos (2012)
Edición Argentina: Ovni Press (2011)
Contiene: Angela Della Morte ARG
Formato: Tomo rústica de 112 páginas
Precio: 11,95€

 

Hacía meses -muchos- que un tebeo no me fascinaba, subyugaba y cautivaba tanto como este Angela Della Morte.

Lo cierto es que a su autor, el argentino Salvador Sanz, lo conocía (como lector) de cuando Ivrea publicó en el año 2006 su trabajo Legión, un desasosegante apocalípsis realmente inspirado tanto gráfica como conceptualmente, pero que por aquel entonces me pareció se cerraba de forma un tanto abrupta, tal vez porque sus «protagonistas» apenas si eran tales. Quizás por eso, el reconocimiento de este Sanz como aquel Sanz no se ha producido de forma automática (sino que he necesitado la mediación de la entrevista del final del libro para ello). Y también quizás por eso, la sorpresa ante los planteamientos del autor ha resultado tan soberana, ahora que éste se muestra ya capaz de proyectarlos sobre un relato de relatos de altos vuelos magníficamente ejecutado a todos los niveles.

Como dibujante, Sanz es un creador tenaz y personal: arquitecto de línea precisa, artesano atento al detalle, agitador de exigentes encuadres, artista singular en su recreación de atmosferas y prestidigitador capaz de conjurar lo inaprensible. En su propuesta, se agitan sumergidos ilustradores tan fuertes como Richard Corben, Jim Steranko, Paul Gulacy, Bryan Talbot o Peter Snjebjerg, asomando de vez en cuando por entre los retales de un grafismo inmenso, dotado probablemente para retratar cualquier cosa, pero especialmente idóneo para el terror fantástico.

Mas, si magnífico es como pintor de negro y gris, Salvador Sanz no lo es menos como tejedor de narraciones vivas, inquietantes y originales. A poco que uno se asoma a las primeras páginas de Angela Della Morte, se encuentra de repente sumergido en un cercano futuro donde dos corporaciones luchan en las sombras por hacerse con el control del mundo, mediante la manipulación de las almas humanas, del pecado y de la muerte. Lo curioso es que… no hablamos en sentido figurado. En el universo de Angela, la muerte tiene entidad propia, pero no es una, sino que son muchas las muertes que vagan a nuestro alrededor invisibles esperando alimentarse de cualquier alma cuyo cuerpo haya fallecido recientemente. Y también el pecado anida cosificado en nuestro interior… pudiendo ser extirpado, almacenado y utilizado… ¿para que sea posible un mañana mejor? No se hagan ilusiones: estamos ante un cómic de terror… terror del bueno (hacía tiempo -mucho- que no sentía tal inquietud al leer una historieta como la que he pasado al vivenciar la escena en que nuestra protagonista debe luchar por su carne contra un ladrón de cuerpos ante la ávida y hambrienta mirada de «una» muerte). Y es que, en Angela Della Morte, Salvador Sanz no consigue únicamente idear una realidad rica en ideas sugerentes como ya hiciera en Legión. Logra además constelar todas esas ideas en una espiral narrativa apasionantemente fresca y coherente que, al tiempo que nos turba y perturba, también nos maravilla.

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Páginas de muestra de Angela della Morte de Salvador Sanz

  Reseña publicada originalmente en Va D BD 23

Angela Della Morte Volumen 2 (2014), por Mariano Abrach

 
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Guión: Salvador Sanz
Dibujo: Salvador Sanz
Edición Argentina: Ovni Press (2014)
Contiene: Angela Della Morte Volumen 2
Formato: Tomo rústica de 152 páginas
Precio: $160

 

Pero Sanz tenía mucho más para contar con su Angela, y habían quien quería publicarlas y quienes queríamos leerlas. Es así que luego de lo recopilado en el primer tomo, el autor continuó desarrollando el mundo de este personaje con nuevas historias.

Este segundo volumen profundiza y amplía en todo sentido lo hecho en el primero, sea desde la perspectiva de la construcción de los personajes y de su universo, sea desde la realización artística en el plano gráfico (cada vez mejor), o sea desde el punto de vista de la narración en el mismo plano visual, secuencial, como en el uso de nuevos recursos que permite el medio y también en lo que refiere estrictamente al guión. Precisamente, en este nuevo tomo de Angela el autor desarrolla y hace aún más interesantes las varias tramas que apenas eran introducidas en el anterior, trabajando más en el conflicto entre el Gobierno Fluo y Sibelius, así como en lo que respecta al veneno gris (el origen y explicación de la maldad en los humanos, o dicho simple y religiosamente, el pecado), y elaborando aún más también la cuestión de la transmutación del alma en distintos cuerpos y la posibilidad de morir (o no).

Todo esto es elaborado en dos arcos argumentales titulados Baron Fluo y Podemos destruir el alma, ambos publicados serializados en la Revista Fierro. Los dos arcos están directamente enlazados entre sí y se continúan perfectamente (con un poco de tiempo entremedio), al igual que continúan desde donde quedara Angela en el final del primer volumen. De este modo, luego de haber leído el segundo libro, los dos constituyen una sola saga continuada, resultando en un todo indiscernible (lo cual justifica una edición integral del material).

Una característica muy interesante de la trama que desarrolla Sanz, es que al tratar a los dos bandos enfrentados en esta guerra con el alma de por medio, los presenta como antagonistas pero sin diferenciar claramente el bien del mal, ni siquiera en la heroína de esta historia, planteándolo un plano de grises éticos y morales en un mundo en el cual cada uno está motivado por sus propios intereses, sin altruismos.

Por último, sobre lo que se puede leer en esta nueva entrega recopilada de Angela Della Morte cabe señalar que el argumento que inicialmente se encontraba más en el registro de terror y ciencia ficción, aquí suma a esos géneros la intriga política al poner más atención a la citada guerra, la acción. especialmente en la parte final, como también un pequeño toque de romance. Asimismo, logra en el proceso no perder de vista la atención a sus personajes, abordando sus propios conflictos atravesados por la trama mayor, ya sea en total detalle como el caso obvio de Ángela o con tan sólo un recuadro centrado en una mirada de Cebra (el alma encerrada en cuerpos de animales) que lo dice todo sin una palabra.

El tiempo dirá si hemos visto aquí el final de la historia de Angela. Pero si el autor lo desea, y las circunstancias se lo permiten, muy bien puede continuar su saga y seguir construyendo este universo de personajes tan rico y atractivo.

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Interiores de Angela della Morte Volumen 2 de Salvador Sanz

Enlaces de interés
      Blog de Salvador Sanz
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      Entrevista a Salvador Sanz sobre Catzole
      Entrada de Catzole en Zinerama
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Alejandro Ugartondo
Autor
6 noviembre, 2014 23:56

Estupendo artículo, Mariano. Sanz es un artísta con una trayectoria muy interesante. A ver si alguna editorial patria se anima con el segundo volumen de Angela Della Morte

sibaix
sibaix
Lector
7 noviembre, 2014 20:13

Me encanta este autor, yo tengo el primer tomo de Angela y estaba esperando el segundo con ganas, pero veo que esta la cosa difícil y si sacan el integral tengo que comprar dos veces el primer tomo, en fin para variar siempre te dejan colgado en este país.

Federiken
Lector
8 noviembre, 2014 18:13

Un historietista del carajo. Y encima, excelente persona. Creo que todo su costado oscuro y perverso lo vuelca en su totalidad en sus dibujos, porque a la hora de tratarlo es uno de los tipos más amables y simpáticas que he conocido en el ambiente.
Uno de aquellos artistas que hacen que a los fans argentinos nos salga el oportunista orgullo nacional 😛

dhaldon
dhaldon
Lector
14 noviembre, 2014 0:54

Es triste que en entradas como esta apenas haya comentarios y en la del crossover chorra de turno lo peten, supongo que es una muestra de como están las cosas. No conocía al autor pero el articulo me ha llamado la atención y me he hecho con una de sus obras «Legión» y si bien he de decir que el argumento es bastante simple y visto (invasión de demonios Chutlescos de otra dimensión) el dibujo y diseño así como la narrativa son cojonudos, y aunque se acaba en un suspiro (como digo, la historia es simple como el mecanismo de un chupete) tiene algo que hace que después de leerlo te quedes dándole vueltas.

Si sale ese integral de Angela u otra obra suya que cuenten conmigo para comprarla.