Harbinger Renegade #1 al 4

Dentro de Valiant, el mundo de Harbinger puede presumir de ser el más rico y variado de todos los que plantea la editorial, la comparación más común es la que los equipara a los mutantes de Marvel y, desde un punto de vista general, parece la más adecuada porque en primer lugar sus poderes se deben a una cuestión genética, en segundo lugar esto supone que los personajes pueden salir de cualquier sitio y en cualquier momento, en tercer lugar sus poderes son variados, tanto como las personalidades de sus portadores, y en cuarto lugar, aunque el mundo no los teme y los odia porque en realidad sabe poco sobre ellos, el gobierno sí que tiene un grupo secreto encargado de eliminar estas amenazas. Pero si nos fijamos en estos puntos lo único que hacen es establecer el mundo en el que los personajes van a vivir, definir el entorno, pero luego las historias ya difieren en forma en tanto que tenemos una premisa moral en el inicio de sus poderes, el hecho de que alguien los debe activar y que solo uno de cada cuatro sobrevive a su activación, pero también en los máximos exponentes de cada bando, ni Peter Stanchek es Xavier ni Toyo Harada es Magneto, el primero es un niño venido de una familia desestructurada que acaba en las drogas por no conocer su poder y que realiza acciones en ocasiones de una bondad dudosa mientras que el segundo es un empresario megalómano que utiliza a los psiots (así se autodenominan) a su antojo, en términos kantianos, los utiliza como medios para un fin, su idea de cómo debe ser el mundo.

En su primer volumen el guionista Joshua Dysart nos contaba la historia de Peter Stanchek y su lucha contra Toyo Harada junto a un grupo de psiots que se le unieron por el camino bajo el nombre de “Renegados”. Los 25 números (más algún especial) y el cruce con Bloodshot en las primeras Harbinger Wars nos contaban una historia en tres frentes: Los Renegados, La fundación Harbinger de Harada y el Proyecto Espíritu Renacido del gobierno para acabar con todos, en esta historia todos copaban algo de protagonismo pero los que se llevaban la palma eran Peter y Toyo, era su historia y acababa con el grupo deshecho así como la actividad de Toyo desenmascarada por un activista hacker con ayuda de los Renegados. Su continuación vino en forma de miniserie bajo el título Harbinger: Omegas, aun inédito en nuestro país y que finiquitaba el conflicto. Harbinger Renegade es la continuación ahora enfocada principalmente en la historia de los jóvenes ya sin conflicto aparente (para seguir al resto de personajes tenemos las colecciones de Imperium y Generation Zero).

En un principio puede parecernos la historia más complicada de seguir puesto que hay un gran número de personajes, para ello, al igual que ocurre en otras series de editadas por Medusa, tenemos un resumen inicial, pero tampoco es algo realmente necesario, aquí Valiant se planteó poner un punto y aparte con respecto a la anterior y lo consiguió. El cambio en el equipo creativo (es la primera colección de Harbinger no escrita por Dysart) viene acompañado de un nuevo villano y una transformación de los ideales del grupo de Renegades pues ya no se dedican a huir de Harada y su fundación, se pueden dedicar a hacer el bien.

El apartado gráfico es de muy buena calidad, por un lado tenemos a Juan José Ryp (Black Summner, No Hero) que realiza los prólogos de cada número en los que se narra una parte de la vida del villano Alexander Solomon, un enemigo atractivo que a su vez se opone a Toyo Harada y que promete dar guerra durante un tiempo, sus poderes se basan en predecir acontecimientos futuros y actuar para que todo suceda en su favor. Por otro, el dibujante que realmente se ocupa de la serie es Darick Robertson (Transmetropolitan, The Boys) de sobra conocido por sus muchos trabajos, un buen narrador y muy expresivo con las caras aunque en ocasiones algo escaso con los fondos.

Menos conocido es su guionista Rafer Roberts (The Adventures of Archer & Armstrong, Plastic Farm) pero no por ello menos interesante. El autor utiliza un recurso muy típico para introducir al nuevo lector en esta historia, el de presentar un personaje nuevo y ver parte de la acción por sus ojos, un futuro psiot a espera de ser activado, si se deja claro. El primer enemigo al que se enfrentan los Renegades no son más que un grupo de psiots que se ha hecho con los planos de la máquina que usaba Harada para activar los poderes, crean un grupo, o mejor dicho una secta, y tratan de seducir a otros jóvenes para que se unan a ellos aun sin importarles que la mayoría de estos morirán en el proceso. El tema se podría haber solucionado relativamente rápido si no fuese porque los Renegade están separados, con Flamingo muerta y Peter Stanchek desaparecido solo quedan tres humanos sin poderes: Kris, su novia Tamara y el hacker @x, y dos psiots: la inspiradora con poder de volar llamada Faith y Torque, los músculos del equipo. El desarrollo lento, pero no carente de acción, de los dos primeros números sirve para que quienes entren de nuevas no se pierdan pero que los lectores veteranos no se alarmen, Roberts avanza a la hora de crear lazos entre los personajes algo más de lo que Dysart había hecho en el pasado.

El arco empieza con el Consorcio, el grupo de jóvenes que quiera activar a los nuevos psiots. Vemos como matan a una chica en el proceso para saltar a Jay, un joven que está en la lista de potenciales psiots, al cual las autoridades están interrogando sobre si ha tenido contacto con estos villanos. Para saber de nuestros héroes los autores utilizan al hacker @x, preocupado por lo que les pueda pasar a los pre-psiots de la lista de Harada, que él mismo ha hecho pública, se pone en contacto con Torque. Este rechaza ayudar, ahora mismo está muy ocupado con su fama y un reality sobre su vida. No pasa lo mismo con Faith, ella es una heroína de verdad y no nos falla, tras salvar a Jay y a su padre se pone en contacto con Kris, que ahora vive con su novia Tamara, el tema de su orientación sexual era algo sobre lo que Dysart ya había ido dejando pistas en sus últimos números y aquí se continúa de forma muy coherente. Kris está bien en su nueva vida y también se niega a ayudar pero al final acaba pidiendo a Peter que vuelva ¿cómo? rezando como si de un dios se tratase.

Esta deificación de Peter Stanchek va muy en la línea de lo que se narraba en el anterior volumen de la serie Harbinger con el choque entre esos retorcidos conceptos de bien y mal que se presentaban con él y Toyo Harada. Pasado el que se supone que era su gran conflicto, Peter está perdido mentalmente y se va al espacio en un ejercicio de meditación que interrumpe al sentir los pensamientos de Kris. Es el momento de que entre el villano, Alexander Solomon (y su asombroso parecido a Idris Elba) que es el que está en realidad detrás del Consorcio y sus planes van más allá de ayudar a los jóvenes a convertirse. Su primera acción contra los Renegade es atacar y capturar a Torque.

Pero si se espera una gran batalla no la encontraremos, los autores deciden seguir con la unión, si algo está roto hay que arreglarlo y este equipo lo estaba, así que para que todo vuelva a su sitio solo hace falta reunirlos con algo que les afecte personalmente, esto es Torque herido y en el hospital. También hay un pequeño ejercicio de introspección con el personaje de Peter que estaba tratando de rehabilitarse mientras piensa en su infancia.

Detrás de todo ello hay un elaborado plan de Alexander Solomon que se alza como el tipo de villano inteligente que no sabes por dónde va a salir, un personaje que no tiene nada que envidiar a Toyo Harada en el interés que genera. De ahí que el acto final sea para él y para Kris, las mentes de ambos bandos en una discusión sobre el bien y el mal que pueden hacer los psiots como Harada o el propio Peter, Solomon los quiere llevar a su bando. El primer arco se cierra con Jay aceptando activar sus poderes, un nuevo miembro para el grupo que no les viene nada mal, se ve que es una introducción que deja muchas puertas abiertas a cosas muy interesantes, habrá que ver el desarrollo posterior, pero como comienzo de una nueva parte en la historia de los psiots es muy gratificante.

La edición de las grapas de Medusa ya ha sido elogiada cuando salieron sus primeros números y sigue siéndolo en la actualidad, el precio, aunque un poco (no mucho) por encima de otras editoriales es compensado por la calidad del papel y de las portadas. Se puede decir que la elección del material a publicar y la edición escogida hacen de este Harbinger Renegade una compra muy acertada.