Continuamos desde Zona Negativa con la cobertura al Green Lantern de Geoff Johns, que concluía el mes pasado en los Estados Unidos. Tras el primer capítulo de este análisis (donde estudiabamos el verdadero peso de Hal Jordan en la mitología del Universo DC) y del capítulo dedicado a las ventas de la franquicia durante la estancia de Geoff Johns al frente de ella, hoy toca analizar los diez momentos más destacados (desde un prisma personal) de estos casi cien números de aventuras, triunfos y derrotas. La semana que viene, en la cuarta y última entrega, reseñaremos todos los «números Lantern» del mes de Junio, en los que han debutado los nuevos equipos creativos.
Antes de comenzar, convendría indicar que en las siguientes lienas abundan las referencias a momentos importantes en la etapa de Geoff Johns. Y por «referencias» quiero decir grandes «spoilers», al menos del tamaño de Mogo. Así que si todavía no has leido esta etapa o no quieres enterarte de algunos de los momentos claves de los últimos años en Green Lantern, deberías cerrar esta ventana. ¡Otra vez será! Nosotros comenzamos a la de tres. Una… Dos…
Top Ten: Momentos Green Lantern de Geoff Johns
Empezamos fuerte, haciendo referencia al último número guionizado por Geoff Johns. En él, narrado en forma de flasback desde el futuro en boca de una misteriosa figura (RT si tu también piensas que ese es Sinestro) hemos podido asistir a una sucesión de grandes momentos de la más diversa índole. Desde el enésimo y definitivo enfrentamiento entre Sinestro y Hal Jordan hasta el origen secreto de Volthoom pasando por la muerte de los 
La influencia que Alan Moore ha tenido sobre Geoff Johns es algo que está, a estas alturas, fuera de toda duda. No en vano, el bardo de Northampton que no cuenta entre sus superpoderes mágicos con la capacidad de morderse la lengua, así lo hizo saber públicamente en la víspera de Blackest Night, denunciando una falta de creatividad galopante y un excesivo tendencismo a útilizar recursos y argumentos suyos. Como respuesta, un año más tarde, Geoff Johns decidió que era buena idea destruir a Mogo, ese gran espíritu de los Corps con forma planetoide al que tanto cariño tenían los aficionados. Ysmault (hogar de Atrocitus), Qull of the Five Inversions, Mongul y la planta Black Mercy (que aparecieron durante el primer año de la serie), Ranx the Sentient City (la versión «Mogo» de los Sinestro Corps) o, sobre todo, Sodam Yat son algunos de los conceptos (y otros que me olvido ahora mismo) creados por Alan Moore que Johns recicló durante su estancia en la serie. Este último, daxamita creado por Moore y uno de los protagonistas principales de la famosa y nunca publicada «Twilight of the Superheroes«, se convirtió en uno de los personajes más carismáticos de la franquicia bajo los guiones de Geoff JOhns y Peter Tomasi, protagonizando una es-pec-ta-cu-lar batalla contra Superboy Prime, portando y adoptando el manto de Ion, o (y aquí está uno de esos grandes momentos que nadie se esperaba) dejándose ver como el Guardían de los Corps en el siglo XXX en aquella gran saga que fue Crisis Final: Legion de los Tres Mundos.
Para muchos, Blackest Night fue la última gran aportación de Geoff Johns a la franquicia Green Lantern. A partir de entonces, se dejó llevar zarandeando de un lado a otro a Hal Jordan, sacándose de la manga personajes nuevos con poco carisma, enfrentando a Sinestro con Hal Jordan trimestre tras trimestr y diluyéndose entre crossover y crossover. Así pues, podría decirse que Blackest Night hizo más mal que bien, pero ello sería faltar a la verdad porque las altas dosis de disfrute que fue aquella espectacular montaña rusa de emociones, enemigos y revelaciones que nos alegró el 2009 será algo dificil de olvidar. Por aquel entonces, aunque la mayoría de los cuerpos Lantern habían sido presentados (a falta de La Tribu Indigo, cuya primera aparición sería en las páginas de Blackest Night) y Mano Negra parecía ganar en importancia con el paso de los meses, las especulaciones sobre el verdadero enemigo tras los cataclismos y resurrecciones en masa era todavía una incógnita. Rios de tinta virtual corrían por Internet y el hermetismo desde la editorial y el autor era absoluto. ¿Sería un personaje nuevo o alguno de los villanos que había empleado Johns en sus colecciones previamente? Pues ni la una ni la otra. El elegido fue un oscuro personaje creado por Mike W. Barr hace treinta años y cuyas apariciones se contaban, literalmente, con los dedos de una mano que se había dejado ver, con mucha menos prestancia, en las series del Capitán Atom, Fate o Kyle Rayner. Su aparición, guadaña en mano, demostraba que Geoff Johns había hecho los deberes y aún se recuerda como una de las revelaciones más sorpendentes de esta etapa.
En Crepúsculo Esmeralda, un Hal Jordan enloquecido había acabado con los Green Lantern Corps para siempre. Espera, no. Borra eso de «para siempre». En los cómics nada es «para siempre». A la resurreción de Hal Jordan en Rebirth le acompañaron el regreso de Ganthet, Kilowog y Guy Gardner (beso al anillo incluido), continuado con un nuevo alzamiento de los Corps de la mano de Johns y Dave Gibbons. La mayoría de esta nueva generación de Corps eran personajes creados para la ocasión, ya que todos lo anteriores habían desaparecido para siempre. Espera, no. ¿Qué hemos dicho de los «para siempre» del cómic? Ya desde el tercer número del nuevo volumen, dibujado por Carlos Pacheco, Geoff Johns nos sorprendió a todos desvelando que un grupo de Green Lanterns, conocidos como los Lost Lanterns, estaban todavía vivos en manos de un misterioso captor (más tarde se desvelaría que era Cyborg Superman). Así pues, Arisia, Boodikka, Graf Toren, Hannu, Tomar-Tu, Jack T. Chance, Ke’Haan, Kreon, Laira volvían a las páginas de la serie y, tras unos primeros compases recelosos, devolvían toda su confianza en Hal Jordan, otrotra enemigo y de nuevo amigo. Una página en concreto, dibujada por Ivan Reis en uno de sus primeros números en la serie (ya empezaba a despuntar el dibujante brasileño) demostraba el respeto y cariño que el guionista tenía al pasado de la serie. De ahí no podía salir nada malo. El «I missed this» pronunciado por Jordan aún resuena en la memoria de numerosos aficionados.
No querría dejar pasar este particular Top Ten de los mejores momentos de Geoff Johns sin nombrar, al menos una vez, a su compañero de aventuras: Peter Tomasi. Primero como su editor, luego como guionista de Green Lantern Corps y, temporalmente, como guionista de Green Lantern: Emerald Warriors. Su trabajo al frente de los Corps desarrollando a personajes como Sodam Yat, Kyle Rayner o Guy Gardner ya lo echamos de menos. Sin embargo, a pesar de lo propenso a las situaciones más gores que puedan incluirse en un cómic mainstream y con un derroche de bestialidades y desmembramientos a la altura de las de Johns, el momento que he querido destacar es un poco… diferente. Invocando el poder de la nostalgia, tan poderosa como preciosa, y aprovechando que Gail Simone había decidio traerse del mundo de los muertos a la antigua novia de Guy, en uno de los primeros capítulos de la serie centrada en el Lantern más irreverente de todos Patrick Gleason nos ofrecía la siguiente estampa…
Pocos de nosotros ponemos en tela de juicio a estas alturas que la labor que ha desarrollado Geoff Johns con Sinestro rivaliza con la del propio Hal Jordan. Especialista en desarrollar las némesis de los villanos de una forma extraordinaria, su tratamiento del Profesor Zoom, Magog, Capitan Frio o Superboy Prime quedan en un segundo plano ante la revitalización que ha hecho de Sinestro, únicamente comparable con la que hizo a lo largo de los años con Black Adam en las páginas de la JSA y de 52. Uno de los momentos álgidos de la trayectoria vital de Sinestro durante estos casi cien números es, indudablemente, el desenlace de la Guerra de los Green Lanterns, crossover edulcorado donde los haya que se midió más por sus consencuencias que por su calidad en sí. Y entre estas consecuencias destaca, por encima del resto, el regreso de Sinestro como miembro de los Green Lantern. Contra su voluntad (¿o no?) y sustituyendo a Hal Jordan, Geoff Johns dió un golpe de efecto sorprendente. Duró poco, cierto, porque el poder del 
Tras la conclusión de Blackest Night, Geoff Johns tenía ante sí un reto casi imposible. Superar lo que había hecho hasta el momento. Quedaba un par de cabos sueltos por atar y la gente tenía ganas de mas, indudablemente. Pero el listón, las expectativas y el rendimiento estaban tan alto como el nivel de dificultad que implicaba contar nuevas historias que superasen lo anterior. Pero Johns lo intentó y, por momentos, lo consiguió. Con destellos de calidad que nos retrotraían al primer ecuador de su etapa, supo elegir y esconder con mucha inteligencia el villano protagonista del año post-Blackest Night y pre-reboot TheNew52. Esta misteriosa figura, una de las más claves de la historia del Universo DC (a pesar de que sus apariciones no sean muy numerosas) suponía una amenaza de un nivel sobresaliente para los distintos Corps, que a estas alturas uno ya tenía dificultades para llevar la cuenta de quiénes eran amigos y quienes se llevaban mal en cada cómic. Pero cuando todas las las entidades emocionales habían sido secuestradas, había llegado el momento de dejar atrás pequeñas rencillas y unirse para enfrentarse al malo de turno, cabezón donde los haya, que resultó ser nada más y nada menos que…
¡¡¡KRONA!!!
Green Lantern: Rebirth, más allá de la revitalización/resurrección del mito, está plagada de pequeños y grandes momentos que han quedado guardados para la posteridad, desde el puñetazo que le suelta Hal Jordan a Batman con Guy Gardner como testigo, Green Arrow portando brevemente un anillo o hasta detalles más pequeños como las distintas expresiones que ofrecían los anillos y uniformes de los Lanterns bajo el lápiz de un inspiradísimo Ethan Van Sciver. Pero si hay un detalle que cobra especial importancia, más allá del propio regreso de Hal Jordan, fue el debut de Parallax como entidad independiente en la que se encarna el miedo del universo. Por medio de este recurso argumental, Geoff Johns estaba poniendo la primera piedra sobre la que se cimentaría el resto de su etapa plagada de entidades emocionales, avatares, profecias, anillos y colorines varios. Pero no solo servía para construir el futuro, sino que retroactivamente tenía un valor incalculable ya que exoneraba y exculpaba a Hal Jordan de sus actos previos a su muerte, achándolos a la influencia irresistible de Parallax en una estrategía muy similar, argumentalmente, a la de Fenix Oscura y Jean Grey de hace cinco lustros (o de La Bruja Escarlata y la «Fuerza de la Vida» de hace no tanto). Incluso, aún más retroactivamente, justificaba la debilidad de los anillos de los Green Lantern a todos aquellos objetos amarillos, borrando para siempre una característica más propia de los tiempos de la Silver Age que del molón siglo XXI, donde los calzoncillos por fuera ya no son una moda. Sin duda, la revelación de Parallax como ente propio (y al servicio de Sinestro), es uno de los momentos más importantes de la etapa de Geoff Johns.
Las Sinestro Corps War fue todo un éxito. El efecto post-One Year Later/post-52 se estaba desinflando poco a poco y algunos de los autores que habían participado el relanzamiento tras las Crisis Infintas (Richard Donner, Brad Meltzer, Alan Heinberg…) habían dejado un poco huérfana de grandes talentos la linea editorial de DC Comics, donde la moda que imperaba era todo lo que tuviera la palabra “Countdown” en el título. El pasado reciente era glorioso pero el futuro se empezaba a ver un poco negro (¿he mencionado ya Countdown?)… hasta que las Sinestro Corps War acudieron al rescate, con dos últimas páginas en modo de gancho promocional que nos dejaban tranquilos garantizando que había un horizonte más brillante (comercialmente hablando, porque argumentalmente no podía ser más oscuro tras leer aquello de “Birth of the Black Lantern”). Aunque hubo que esperar dos meses más de lo habitual para que Ivan Reis acabara el especial final, la espera mereció la pena y Green Lantern #25 fue el mejor regalo navideño que nos podía hacer Geoff Johns en aquellas fechas. Las dos páginas que comentabamos, dibujadas por Ethan Van Sciver, hacían referencia por primera vez a… ¡¡¡BLACKEST NIGHT!!! Y nada volvió a ser igual.
Bonus track: Esto tampoco estuvo nada mal… ¡Grande Ethan!
Hasta la llegada de Geoff Johns a Green Lantern, en la historia de DC Comics destacaban tres grandes sagas/eventos editoriales por encima de cualquier otro: Crisis en Tierras Infinitas, La Muerte de Superman y Crisis Infinitas. Así que cuando el lector, asombrado ya por los sucesos ocurridos en las primeras páginas de este Green Lantern – Sinestro Corps Special, llegaba a la última página del mismo y se encontraba allí con tres villanos de aquellas tres sagas (El Anitmonitor, Cyborg Superman y Superman Prime) al lado de tres de los villanos por excelencia de la franquicia Green Lantern (un Manhunter, Parallax y, por supuesto, Sinestro) la cabeza no podía sino explotarle. Los seis peores villanos que Hal Jordan se podía echar a la cara reunidos bajo un mismo techo y compartiendo ropa de trabajo. ¿Qué más podía salir mal? Este momento fue uno de los momentos más destacados de su año de publicación (tan solo superado, quizás, por la Muerte del Capitán América) y posiblemente el momento más destacado, imprevisible (Johns todavía no había mostrado su exagerada fijación por estos personajes y no había abusado de su regreso, cada vez menos impactante, una y otra vez) y alucinante, devolviendo las esperanzas a la colección (cuyas ventas se desangraban hasta este momento) y demostrando que, efectivamente, un brillante futuro estaba cerca.
Y… ¿cuál ha sido el vuestro?
Cobertura Green Lantern de Geoff Johns en Zona Negativa
Green Lantern de Geoff Johns (Parte 1): Antecedentes.
Green Lantern de Geoff Johns (Parte 2): Cifras de venta.
Yo me quedaría con Green Lantern Renacimiento al completo, tiene tantos momentazos…
A mí me gusta todo lo que ha hecho Geoff Johns en esta colección pero me quedaría con el nuevo origen y con la Noche más Oscura. Eso sí, reconozco que nunca antes había leído nada de Green Lantern así que tampoco puedo comparar con lo anterior.
Ah! Perdón, me ha venido a la memoria otro, el número final antes de los nuevos 52 con la inmejorable frase: «esto no debería terminar así»
Green Lantern nunca me llamó mucho la atención. Hasta que en mi reencuentro con los cómics caí rendido ante las Siniestro Corps War. Una auténtica maravilla. Compré los tomos del «GL de Geoff Johns» que sacó Planeta y ECC y… ya vi Rebirth, el reencuentro con Green Arrow y Mongul.. y tantas historias (no solamente las sagas son destacables).
Grandísimo trabajo el de Johns con Green Lantern. Si me tengo que quedar con una en particular, Siniestro Corps War. No soy muy original, lo asumo.
Creo que el punto algido de su etapa fue La Guerra de los Siniestro Corps, desde ese momento todo fue para abajo,de Crossover en Crossover sin aportar nada novedoso o interesante con la excepción de algún numero suelto. Mucho mas interés tiene la etapa de Tomasi-Gleason al frente de Green Lantern Corps a partir precisamente de la Guerra de los Siniestro Corps, buen desarrollo de personajes y excelentes historias que se pueden seguir independientemente incluso en los megaeventos, espero que en el futuro se reedite también en tomos de lujo, sin duda lo merece.
Creo que el punto algido de su etapa fue La Guerra de los Siniestro Corps
Suscribo, aunque la verdad es que tras la Noche más Oscura deje esta franquicia bastante de lado y tampoco puedo hablar si la cosa mejora o no.
De las que comenta Pedro me quedo especialmente con la 1, 2, 3, 5 y 6. Hay otras que no entiendo demasiado como la 7. ¿Para que recuperar a los Lanterns perdidos si al final se los ha cargado a todos?
A los mentados yo sumaría:
– El ataque del Gremio Araña contra OA.
– Todo el Corps contra Superboy Prime
– La defensa de Mogo frente el asalto de Ranx durante la Sinestro Corps Wars
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– Mongul Sinestro Corps
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– La introducción del Agente Naranja
– El rapto de los hijos del Corps
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– El número dedicado a Black Hand
– El primer número de la Blackest Night (con le Hombre Elastico y señora cargándose a Hawkman y Hawkgirl)
Y especialmente los tres momentos más epiquísimos que ha dado la franquicia estos años:
1) El sacrificio de Sodam Yat para salvar a su pueblo de los Sinestro Corps
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2) El enfrentamiento de Kyle y Guy contra el tribunal de los Guardianes
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3) La muerte de Kyle Rayner
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Pero si vamos a hablar de los buenos momentos, hablemos también de los «chanantes»:
a) Las resurrecciones en masa post Noche más Oscura
b) Lo que han hecho con los Red Lanterns. ¿De quién fue la brillante idea de que empezaran a hablar?
c) Lo poco que entendió Johns la historia de las cinco inversiones
d) Que no salga Roth Lop Fan en toda la etapa
e) ¿Al final que pasó con Evil Star? ¿Ha llegado a salir o se quedó en una broma recurrente?
f) El Batman llorón de Johns
g) Repetir lo del padre unas 137 veces a traves de 70 números.
h) ¡La nevera zombie!
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i) La mosqueante falocracia de todo el universo Lantern (salvo por las Zamaronas, claro, las strippers del universo9
j) Mi favorito: Ese lamentable momento en el que Johns intenta emular a Lobezno y después de que Ollie le pregunte a Kyle si es normal que usar el anillo duela tanto este salte con un megaguay «Siempre» totalmente fuera de lugar
De todas formas, ninguno de estos momentos de Green Lantern será tan chanante como el puto Batman
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¿El último, que has repetido la nevera zombie, es el momentazo «si nos congelamos los zombies no nos detectarán»? Espero que si xD
Y siempre he odiado a Johns por decir «vamos a introducir 10 nuevas reglas» tras las Sinestro Corp Wars, para luego quedarse en 4.
Evil Star quedó como una broma recurrente al nivel de la pobre Cowgirl. Aunque no estoy tan de acuerdo con lo de la falocracia, la líder de los Indigo es hembra, y nunca tuve claro si Saint Walker es macho o hembra…
Saint Walker es tío. En el relato que le dedicaron en los Tales of The Corps se narraba como perdió a su familia mientras buscaba la salvación de su dios (una historia muy muy parecida, por cierto, a la que le ha dado Aaron recientemente a cierto personaje de Thor)
Lo de la falocracia del Green Lantern de Johns es algo de lo que no me di cuenta hasta que escuchando el ‘Spectrum’ de Florence + The Machine me dio por pensar de que la letra de la canción prácticamente resume estos últimos diez años de Green Lantern (si hasta tiene una estrofa dedicada a La Noche Más Oscura http://www.youtube.com/watch?v=VzMg3l8jYTc) y caí en la cuenta de que en el universo de los Green Lantern el papel de la mujer es prácticamente inexistente.
Vamos, si hasta los Guardianes expulsaron a sus mujeres de Oa cuando tuvieron una disputa con ellas y decidieron que era seguir mejor seguir sin intromisión femenina (o al menos, hasta que a Sayid le dio por recrear a algunos de ellos con forma de mujer cuando creó a los Guardianes de la etapa Johns en el Green Lantern de Winnick).
¿Desde entonces que hemos tenido?
– ¿Green Lanterns de la Tierra? Todo tíos.
– ¿Lantern con puestos destacados de otros planetas? Todo tíos.
– ¿Sinestro Corps? Nyssa Drak, la de los perros y Kryb para hacer bulto. ¿Los importantes? Sinestro, Parallax, Superboy Prime, Antimonitor, Mongul, Arkillo… todo tíos
– ¿Cabecillas de los otros corps? Sinestro, Larfleeze, Atrocittus, Saint Walker… Venga, se salvan las Star Sapphires (todo tías y todas vestidas como strppers, claro) y la Indigo al frente de los hippies del universo.
– ¿La Muerte? Encarnada por un tío (Mano Negra) y con representación de otro tío (Nekron).
– ¿Las entidades? ¡Si hasta el que parte el bacalao en los Zafiros es un tío! http://static.comicvine.com/uploads/scale_large/6/66303/1385673-gl_cv57_ds_copy.jpeg Ellas todo mujeres, pero cuando toca representar su a su «dios»: Un tío. Y cuando tocó darles un avatar a cada espectro, ¿cual le toca a la única chica? El de los azules, los más inocuos e irrelevantes de todos…
– ¿Malo de la última saga pre reboot? Un tío
– ¿Nuevo Lantern post reboot? Otro tío.
– ¿Encarnación del primer Lantern? ¡Un tío!
Que ojo, no estoy culpando de ello a Johns, porquue todo esto venía de antes. Y hay varios personajes femeninos a lo largo de la etapa de Johns, sí. Pero la mayoría o ejercen papeles sin demasiada trascendencia real o son relegados al olvido en cuanto tienen la menor oportunidad (Vaquera o Arisia para mejor ejemplo, polvo rápido con Hal y a olvidarse de ellas). Vamos, que lo de los Guardianes canta mucho y casi dan ganas de que el Fénix se de un garbeo por su mundo y les muestre el verdadero poder del espectro emocional
p.s.: En el último enlace lo que quise poner era este inolvidable momento http://m0vie.files.wordpress.com/2010/09/asbar1.jpg