Ya tenemos a los tres ganadores del concurso del coleccionable de Batman ofrecido por Planeta deAgostini, ha sido dificil pues el nivel de las reseñas era bastante bueno, a pesar de todo nos hemos tenido que quedar con las tres que más nos han gustado, si no habéis sido uno de los ganadores no desesperéis pues el siguiente mes volveremos a la carga con un nuevo concurso relacionado con el coleccionable en el que aplicaremos la misma formula.
Los ganadores pues de este primer concurso son:
– Fernando con una reseña de Batman: Año uno
– Eugenio David Alvarez con una reseña de Batman y los hombres monstruo
– Jorge Gonzalez Román con una reseña de Batman: Año uno
Cuando a mediados de los 80, DC decidió hacer borrón y cuenta con su universo superheroico a través de la magnifica maxiserie Crisis en Tierras Infinitas, tuvo a bien encargar el relanzamiento de sus tres principales iconos (Superman, Batman y Wonder Woman) a figuras casi ya legendarias en el mundo del comic-boock, y así mientras que Superman fue a parar a manos de John Byrne y el destino de Wonder Woman recayó en George Perez, la situación en Batman fue algo distinta y es que al contrario que en los casos anteriores el responsable del relanzamiento no vendría para quedarse una larga temporada, de hecho estaría en la serie solo durante cuatro números, lo justo para relatar el año uno del personaje, el elegido no fue otro que Frank Miller, algo perfectamente razonable, habida cuenta de que apenas un año antes había sido el responsable de la para muchos definitiva historia de Batman en su Dark Knight Returns, historia que además de redefinir uno de los iconos por excelencia de DC, supuso una autentica revolución para el género de superhéroes revolución que todavía se deja sentir hoy en día.
Miller, llegaba ahora para contar el inicio de una leyenda a la que el mismo había puesto fin, en esta ocasión no se encargaría el mismo de los lápices, si no que estos recaerían en la hábiles de David Mazzucchelli, el cual ya había colaborado con Miller en la magnifica Born Again otro comic cuya influencia, todavía se deja sentir, con estos parámetros se puso en marcha una de las mejores historias jamás contadas sobre el hombre murciélago, una historia que sentó las bases en torno a las cuales se mueve hoy el personaje.
En tan solo cuatro números Miller y Mazzucchelli, narraron la historia de un hombre marcado por una desgracia, un hombre dispuesto a todo para que nadie más tuviera que pasar por lo mismo que el paso, pero sin embargo solo un hombre, y como tal incapaz de luchar solo, así Batman: Año Uno, es tanto la historia de Batman, como la historia del futuro comisario de policía James Gordon. En una trayectoria casi paralela que al final se entrecruza, Gordon y Wayne, llegan a Gotham a la vez, uno perseguido por lo errores de su pasado, y buscando en cierto sentido la redención, se encontrara con los poderes fácticos de la ciudad (con su corrupta comisaría de policía a la cabeza) en frente, el otro dispuesto a marcar la diferencia, a cambiar Gotham, necesitara primero encontrar un símbolo (el murciélago) y luego un aliado (Gordon), para poder hacer frente a su misión.
Pero Batman: Año Uno no es solo la historia de estos dos hombres, es también la historia de Gotham antes de la llegada de los «freaks», una Gotham corrompida hasta sus mismos cimientos, en manos de la mafia alcanzaba a casi todos los poderes públicos; es también la historia de Selina Kyle y la influencia de Batman en ella, con el nacimiento de Catwoman, es la historia del fiscal del distrito Harvey Dent, un Harvey Dent amigo y aliado de Batman, un Harvey Dent por tanto antes del atentado que cambiaría para siempre su vida, un Harvey Dent antes de Dos Caras; pero ante todo y por encima de todo, Batman: Año Uno es la historia de una amistad, una amistad que cambiaria para siempre la ciudad.
Escrita entre Febrero y Mayo de 1987 (Batman 404-407), y por tanto superado el vigésimo aniversario de su publicación, resulta cuando menos sorprendente todo lo que Miller y Mazzucchelli, fueron capaces de contar en tan solo cuatro números, sin duda hoy la misma historia hubiese durado por lo menos el doble pero los 80 eran otros tiempos; sea como sea lo que resulta innegable es que Batman: Año Uno, es hoy en día un manual perfecto de cómo contar el origen y motivaciones de uno de los personajes más icónicos jamás creados, un comic que funciona hoy incluso mejor que el primer dia, y eso amigos es pura magia.
COLECCIONABLE BATMAN VOLUMEN 2 – BATMAN Y LOS HOMBRES MONSTRUO por Eugenio David Alvarez
Nos encontramos ante un “remake” de una historia de los años 40 que recupera a uno de los villanos más conocidos de Batman: Hugo Strange. Es una miniserie auto conclusiva de 144 páginas que nos permite tener un acercamiento a un Batman menos superheroico y más cercano a las historias de mafiosos y primeros amores.
En el cómic nos encontramos a un Bruce Wayne que no lleva mucho tiempo en el traje de Batman, con referencias a “Batman Año Uno” y relación con “Batman y el Monje Loco” y que se enfrenta a un científico (Hugo Strange) que ha logrado desarrollar genéticamente unos monstruos, aunque mientras tanto asistiremos a otras tramas como la de Julie Madison , que está enamorada de un hombre que le corresponde pero cuyas ausencias le hacen dudar de su relación, la de su padre endeudado que no tiene más remedio que pedir dinero a la mafia, donde aparece el mafioso, Sal Maroni (lugarteniente del auténtico capo de la Mafia gothamita: Carmine “El Romano” Falcone), prestamista tanto del padre como de Hugo Strange, verdugo de uno, víctima del otro. Y todo esto aderezado con la creación de los Hombres Monstruo que unirán a todos los personajes en una lucha final.
Su guionista, dibujante y entintador es Matt Wagner acompañado en el color por Dave Stewart, que consigue imbuirnos de un aire retro que nos recuerda constantemente que este cómic es una versión de otro ya existente y que le viene fenomenal a ese intento de acercar al héroe a un mundo cercano al hampa.
Matt Wagner tuvo su primer éxito con dos colecciones de creación propia: Grendel y Mage, a principios de los ochenta. Wagner, ha compaginado proyectos personales y colaboraciones con las grandes editoriales americanas. En este apartado, su relación con DC Comics ha dado lugar a diferentes miniseries protagonizadas por Dos Caras, Batman y El Acertijo, The Demon, y Dr. Mid-Nite entre otras.
Valoración personal: Este Batman, alejado de supervillanos es uno de los que más me gustan. Es un héroe con determinación y optimismo, que se mueve en ambientes mafiosos y tétricos, mientras va madurando.
En cuanto a la edición que Planeta deAgostini nos presenta, decir que el precio es más que razonable; Hoy en día una recopilación de 192 páginas por 9,99 €uros es un precio muy competitivo. Lo único que se le puede achacar es que el primer numero de la miniserie quede separado del resto y que por ello te veas obligado a comprar 2 tomos, (aunque también hay que tener en cuenta que el primero de ellos solo cuesta 2.99 €), y que sea una historia que ha sido publicada recientemente (en 2007) por un precio no muy superior (12,95 €).
En resumidas cuentas, se trata de una lectura muy recomendable, ideal tanto para los lectores más veteranos, como para quienes se acerquen por primera vez a Batman.
COLECCIONABLE BATMAN VOLUMEN 1 – BATMAN AÑO UNO por Jorge Gonzalez Román
Frank Miller es un genio, está claro. Y, que me perdone Bob Kane, pero podría decirse que Frank Miller es el creador del mundo de Batman tal y como hoy lo conocemos. Puede que quien eche un vistazo a sus útimos trabajos con el personaje encuentre semejante afirmación algo perturbadora, pero si nos remontamos algo más de 20 años atrás, nos daremos cuenta de que nada puede oscurecer la fundacional aportación de Miller al posterior devenir del Caballero Oscuro y del mundo del comic en general. En 1986, Miller acababa de revolucionar el mundo de la historieta con su Dark Knight Returns, así que DC no encuentra mejor garantía para su anunciada refundación del personaje. Frank Miller será quien se encargue de recontar su origen y adaptarlo a os nuevos tiempos, en una historia cuyo nombre lo dice todo: Batman Año Uno, que se publica en la serie Batman, en los números 404-407, de 1987. El trabajo de Miller resultará espectacular, consiguiendo dotar de auténtica vida y tridimensionalidad a personajes que en ese momento se encontraban anclados en su particular status quo, convertidos en meros arquetipos estereotipados que no parecían tener nada nuevo que ofrecer a quien se acercara a sus historias. El objetivo del escritor era usar personajes que para el gran público eran poco más que iconos pop para construir una historia madura y adulta, con personajes de atractiva complejidad psicológica. Y vaya si lo logró.
Es la historia del comienzo, así que Miller tiene claro que aquí veremos a Batman fallar, sufrir para establecerse como un temible vigilante que pueda reinar en la oscuridad de Gotham. El escritor consigue que volvamos a creer que es un ser humano es el que se esconde tras el uniforme del Murciélago, al mostrar por ejemplo lo difícil que puede llegar a ser para un solo hombre reducir a tres simples pandilleros de barrio, con el personaje envuelto en una situación límite que se ha complicado sin él haberlo siquiera previsto. Miller consigue que el lector pueda sentir de nuevo preocupación e incertidumbre por el ahora incierto destino de un personaje que parecía omnisciente e infalible hasta el sopor, y que ahora pierde el control de la situación. Es el caso de la asfixiante escena de Batman acorralado por a policía en el almacén, en la que podemos ser testigos de su inusitada fragilidad humana y a la vez de su incontenible fortaleza, que se siente más fuerte que nunca al percibirse como tremendamente realista, como producto del apremiante afán de supervivencia más que de magistrales poderes y planeadas argucias tan al uso en el género superheroico.
Se trata también de un Batman más optimista, que aún cree que de verdad puede ganar su guerra contra el crimen, que prepara cada golpe con la ilusión de triunfar. Pero no nos engañemos, más optimista no significa menos oscuro ni menos trágico. La implacable obsesión que impulsa a Bruce Wayne a hacer lo que hace queda magistralmente retratada en, por ejempo, la mítica escena del murciélago irrumpiendo en su cuarto mientras él casi se desangra vivo sobre un sofá, tras su primer fracaso en la lucha contra el crimen. Wayne, imperturbable, se muestra dispuesto a morir si no encuentra una señal que ilumine el camino a seguir, que indique que el fracaso puede ser superado y su misión puede continuar. No puede haber mejor manera de mostrar al lector que, en realidad, este hombre cree que no merece vivir si no es para llevar a cabo su sagrada misión, y así poder mitigar la ira y la culpabilidad que le consumen. Su obsesión se explicita a través de un memorable diálogo interno con su padre asesinado, que termina como no podía ser de otra manera: “Sí, padre. Seré un murciélago”. Y uno no deja de preguntarse qué es lo que hubiera ocurrido si el murciélago no hubiera atravesado la cristalera esa noche.
El comisario Gordon, a quien Miller coloca incorruptible policía con una trayectoria personal tan aburrida como intachable, ahora vamos a verle hacer cosas como engañar a su esposa con otra mujer, además de mostrarse profundamente como indiscutible coprotagonista de la historia, también va a pasar por un similar tratamiento de shock. Si el comisario era hasta el momento un entusiasta e escéptico en lo relativo al sentido de su trabajo, consciente de la corrupción que corroe al departamento de policía de Gotham. Es increíble cómo Miller transforma a un personaje que había sido poco más que una mera comparsa de Batman en uno con un carisma tal que podría perfectamente protagonizar su propio comic y seguir despertando el interés del lector. Gordon es retratado como un hombre duro y valiente, pero abrumado ante la idea de tener que desenvolverse en un entorno carcomido por la corrupción y la miseria moral. Se percibe como un claro ejemplo de una firme determinación ahogada por las circunstancias adversas. Para no sucumbir en la ciudad más podrida y decadente del país, Gordon necesita un aliciente que le haga creer de nuevo en las personas y esforzarse por luchar por lo que parece justo. Por supuesto, lo encontrará en Batman. En cierto modo, Batman Año Uno es la historia de la complicada forja de una más que necesaria amistad, de cómo dos hombres deben dejar a un lado los obstáculos y hacer ciertos sacrificios para poder forjar una difícil pero imprescindible alianza. Dos hombres que olvidan sus prejuicios y reticencias y apuestan el uno por el otro para seguir con su particular guerra personal.
Los personajes secundarios no desmerecen en nada a los protagonistas. Destaca el gran carisma de Sarah Essen, la mujer que enamora por igual al comisario Gordon y a los lectores, que agradecen la presencia de una mujer de carácter en las aventuras de Batman. Es también soberbia la versión milleriana de Alfred, el eterno mayordomo, que aquí cambia su hasta entonces habitual condescendencia por una actitud mucho más crítica con su amo, hacia cuyas excentricidades vuelca un exquisito humor ácido y socarrón, que se convertirá ya en una constante en sus futuras apariciones en las historias del Señor de la Noche. La caracterización que más polémica suscita es la de Catwoman como una prostituta sadomasoquista, lo cual parece un cambio innecesario y gratuito que en cierta manera va en contra del personaje. Sin embargo, hay que reconocer que su intervención queda bien integrada en la historia y sirve para hacer más notoria la decadencia que asola Gotham. Sobra decir que en pocas viñetas se revela como otro memorabe personaje milleriano, con una complejidad y carisma de todo inusuales en el género en aquel momento.
Y si Miller es el arquitecto de este apasionante relato, no es menos cierto que éste no sería lo que es de no ser por la contribución del magistral dibujante David Mazzuchelli. Es justo dejar claro que el éxito de Batman Año Uno se debe en gran medida a que el mundo al que da vida Mazzuchelli se ajusta perfectamente a lo que Miller pretendía expresar con su guión. La Gotham de Miller es fría, oscura, decadente… Consigue transmitir la sensación de que, en un entorno tan hostil, no es de extrañar que los personajes se vean continuamente llevados al límite. Así, Mazzuchelli se esfuerza por hacer de Gotham una compleja entidad con vida propia, algo fundamental para un guión que pretende dar a entender cómo el ambiente puede dar sentido a muchas de las enrevesadas conductas de los personajes. Personajes que, gracias a Mazzuchelli, viven y respiran, y es que una percepción compartida por la mayoría de lectores es que este comic exuda vida por cada uno de sus poros. Desde luego, el dibujante se desmarca de lo habitual en el género y no se limita a mostrar anatomías perfectas enfrentadas en combates perfectamente coreografiados, tan espectaculares como artificiales. Muy al contrario, Mazzuchelli exhibe una simplicidad y economía de líneas que ayuda mucho a la fluidez de la narración y confiere una naturalidad pocas veces vista a la actitud de los personajes, además de un gran dinamismo a unas muy realistas escenas de acción. Y es que, si los personajes parecen tan tridimensionales como se ha dicho, mucho tiene que ver en ello también el arrebatador trabajo de este artista.
Así pues, Batman Año Uno no es un relato de superhéroes al uso, pues el lector puede sentir el mundo que aquí se muestra como dolorosamente real, e identificarse con muchas de las tormentosas emociones que invaden a los protagonistas. Batman Año Uno trata, en gran medida, sobre la soledad, el abatimiento y la incertidumbre que experimentan personas lanzadas sin piedad a un mundo hostil que amenaza con consumirles. Eso sí, ante todo, esta es una historia sobre la voluntad humana, sobre cómo la voluntad humana puede configurarse como la fuerza más poderosa de todas y, sea como sea, imponerse a cualquier obstáculo.
Está claro que Batman Año Uno fue solo posible gracias a la unión de dos de os mejores talentos que jamás ha conocido el medio, ambos coincidiendo en la cúspide de sus respectivas carreras. Sólo así se explica que esta historia permanezca como la totémica, sagrada e inamovible versión del origen de Batman para la inmensa mayoría de los fans. Porque lo mejor de todo es que, tal y como indica el título, esto es tan sólo el principio.
Con orgullo veo mi reseña publicada en esta gran web.
Con humildad espero las criticas que seguro se merece.
Muchas gracias.
Yo ya conocía año uno pero no conocía los Hombres Monstruos, y tu reseña, Eugenio, me ha motivado para esperar con ansias esta segunda entrega del coleccionable, gracias! Y gracias también a esta web por esta fantástica iniciativa, espero ansioso nuevas reseñas que nos ayudan a esperar con mas o menos ganas las siguientes mini-series del coleccionable.
Pues nada, muchas gracias (por este y por el otro, vaya), me ha hecho mucha ilusión que se hayan seleccionado mis reseñas.
¡Muchísimas gracias! Soy fan de Batman de toda la vida y la verdad es que me ha hecho mucha ilusión. Pero pondré una pequeña pega, y es que ha habido un baile de frases al principio del párrafo sobre el comisario Gordon. Espero que detecteis la errata, para que la gente pueda leerlo bien, jejeje. Y nada, que os animeis a aportar vuestras críticas.