Recogemos a Gilbert “Beto” Hernández (ataviado con una camiseta decorada con un dibujo de su hermano Jaime) del stand de La Cúpula en el Comic Barcelona, donde nos comentan que no lo entretengamos mucho porque su familia lo espera después de la larga jornada de firmas. Pero tranquilos, Beto es un encanto de persona que no dudó en abrirse a nosotros en una entrevista larga y maravillosa. Como ya le dijimos entre balbuceos de fans acérrimos ¡Gracias Beto!
(Nota: La grabación no tenía la calidad adecuada para ofrecérosla, en todo caso lo ideal hubiera sido una cámara, porque Beto gesticula y pone caras sin parar. A continuación pues la traducción lo más fiel posible de la entrevista original en inglés)
Entrevista a Beto Hernández
Empezamos por el principio de todo, sabemos que tu padre era mexicano, tu madre es de Texas…
Bueno, Texas era México, mi familia estaba allí, luego fueron al borde, luego era Texas… en fin, técnicamente es de Texas, pero creo que en parte es mexicana. Por eso no hablo español (risas). Verás, mi padre cruzó la frontera para trabajar en los USA y pasó muchas dificultades para aprender inglés, no se sentía orgulloso, y no quería que nosotros pasásemos por lo mismo, así que no quería hablar en la casa español nunca más ¡Podríamos haber aprendido los dos idiomas! Hubiera sido lo lógico. Pero bueno, sólo inglés en casa y para cuando llegamos al cole igual, y nunca volvimos al español, aparte de que me volví muy vago para aprenderlo.
Gracias por tu honestidad, pero tranquilo que no iba por ahí la pregunta. He oído que fue tu madre la que te metió en los cómics americanos.
Si, ella empezó a coleccionar cuando era una niña porque le gustaban, quería coleccionarlos. Pero su madre, mi abuela, decía “esto es basura, llévatelos de la casa” y tenía que esconderlos debajo del colchón. Entonces, cuando creció comenzó a dibujar, a copiar directamente de los cómics, dibujos grandes, pero sólo caras. Y los guardó, pero nunca los hemos imprimido porque decía “No quiero que nadie mire esos dibujos”, por lo que le prometimos que nunca lo haríamos. Decíamos “Mamaaa, a todo el mundo le gustaría verlos” y ella “NO. No quiero que nadie mire esos dibujos”. Tiene 94, así que en un par de años podremos enseñarlos (risas). He hablado con Jaime, porque él es quien los conserva, y hemos decidido que cuando mamá no esté, si aún hacemos cómics, los vamos a utilizar de portada. Así que un día os vamos a sorprender con unos preciosos dibujos de caras enormes…
Suena fantástico
Si ¡Estoy esperando a que mi madre muera! (risas) No, en serio, creo que podemos hacerlo.
Será precioso ¿Se arrepiente de haberte enseñado los cómics?
No no, porque cuando éramos niños, éramos 5 chicos y siempre estábamos armándola en casa. Pero ella nos daba los comics y cuando estábamos leyendo estábamos callados. Luego nos daba una bolsa de compras llena de lápices y dibujábamos, y seguíamos callados. Así que era muy feliz de darnos comics, funcionaba. Mario, mi hermano mayor, también coleccionaba y a ella también le gustaban.
Has comentado que padre no estaba cómodo con el español, sin embargo, vosotros fuisteis pioneros en presentar personajes latinos variados y reales. No se veían en los cómics y especialmente los de superhéroes hasta que llegasteis vosotros ¿Crees que la situación ha cambiado?
No mucho. Hay artistas de otros países que sí lo reflejan, pero en los USA sigue sin verse, no lo pillan. Incluso muchos de los artistas de origen latino, simplemente quieren hacer otras cosas. Así que seguimos portando la bandera, tenemos que hacerlo lo mejor que podamos. Pero la idea es reflejar un mundo con el que todo el mundo se pueda sentir identificado, incluso si no eres latino ¿sabes? Es genial, en USA, muchos de nuestros lectores son blancos ¡eso es bueno! Porque me gusta su dinero blanco (risas). Es broma…
Ahora que hablamos de la conexión latina, tenemos que confesar que estamos obsesionados con cómo tu trabajo refleja el de Gabriel García Márquez.
Son universos paralelos, porque no leí nunca nada suyo hasta el número 14 de Love & Rockets. Me decían “Has leído a García Márquez ¿verdad?”, y yo en plan “no tengo ni idea de qué me estás hablando”, “¿¿En serio??”. Ok, por dónde empiezo, “pilla 100 años de soledad”. Iba a las tiendas y todo estaba vendido, no encontraba nada hasta que un amigo que tenía muchos libros me dejó uno de historias cortas y cuando terminé de leer una historia de sólo 7 páginas me quedé flipado ¡Era Palomar escrito en prosa! Realismo mágico y todo eso… Así que cuando finalmente leí 100 años de soledad estaba absolutamente sorprendido de los paralelismos.
Incluso compartes algunas raíces comunes con García Márquez y otros escritores latinos.
Si, compartimos raíces por ser latinos, como el catolicismo, que tiene algo de misticismo…
La magia…
Bueno, creo que García Márquez es salvaje, más que magia es lo extraño ¡Y es como a mí me gusta!
Hay una frase tuya que dices haberle planteado a Jaime “Cómo sería si hiciésemos cómics en los que nunca pasa nada”. Me encanta, porque es cierto que cuando lees Sopa de pena tienes una sensación como que no pasa nada ¡pero en realidad pasan muchas cosas!
Bueno, eso es porque Jaime y yo… bueno, yo en realidad no me dejo guiar por un argumento ¿sabes? Como ésta es la historia y va de esto. Nos gusta crear personajes, su aspecto, su manera de hablar… y ellos escriben las historias. Es un tópico, pero es verdad. No sé si es porque es más rápido o cómodo, pero no puedo hacerlo de otra manera. Los creé, Luba, Pepo… y ellos se escriben solos, y así durante 40 años. Lo que hago es editarlos más que otra cosa (risas). Aunque es verdad que cuando se te hace fácil se convierte en repetitivo. Si se hace muy fácil, tienes que corregir algunos detalles para hacerlo, no más difícil, pero si más fuerte. Pero si, la historia se basa en los personajes…
Ya que has dicho “Luba”, por curiosidad, en USA se pronuncia “Loubey” o..
No no, Luba. Lo saqué de una chica polaca que conocía, que en realidad allí es como María. Toda cultura en el mundo tiene una “María”, y me encantó que en Polonia fuera Luba, y los latinos dicen “Luba” aunque sea un nombre global. Y me gusta Luba, suena como un animal.
Luba es un poco como un animal…
Si, si, un poco.
Me gusta que menciones lo de los personajes, porque nos gustaría saber; Pareces atado a tus personajes, incluso cuando os separasteis y dejasteis Love and Rockets seguiste con ellos ¿Te sientes como un actor que está atrapado en el mismo rol o simplemente te gusta?
Bueno, hay algunos personajes que se quedan igual y otros que cambian, que se desarrollan… hay tantos que puedo hacer ambos. Mira, Luba está prácticamente retirada, la sigo dibujando pero no hace mucho. Los otros personajes si hacen cosas, sus hijos las hacen, sus nietos las hacen. Es que es lo que quiero, hacer una historia familiar épica. Hice Luba, bueno hice a su madre María, y luego sus hijas, y seguiré haciéndolo.
Creo que eso responde a la pregunta: no te sientes atrapado.
No, nunca, si quisiera hacer otra cosa, haría otra cosa. Es lo que decidimos, es nuestro diario, es nuestra historia, nuestro cómic. Es tan personal que no hay razones para aburrirse de ello.
¿Recuerdas la primera luz que te hizo pensar en estos personajes? Porque Love and Rockets empezó como en otro universo, aunque salían alguno de esos personajes. Y de pronto surge Sopa de Pena, ¿qué pasó?
La base de nuestros cómics es que era lo que queríamos hacer, pero empezamos por ciencia ficción porque era más fácil. Queríamos dibujar cohetes, dinosaurios, coches espaciales… era divertido. Pero empezamos a crear los personajes y resultó que teníamos pocas historias de fantasía, pero teníamos interminables ideas para esos personajes. Se escribían solos. Así que aceptamos el reto, no nos importaba. Los fans de Spiderman ya tenían su tipo de cómics. Nosotros hacíamos comics independientes, simplemente lo que queríamos hacer.
Volviendo a algo que mencionamos, en 1996 acaba Love and Rockets ¿por qué?
Fue porque sentía que podía volverse repetitivo. Y Jaime pensó exactamente lo mismo de su trabajo. Sólo queríamos darnos un respiro. Yo quería darle una oportunidad a mis propios cómics y Jaime también. Lo hicimos por un tiempo, pero no funcionó muy bien. La gente decía «¿Qué pasa con Love & Rockets?» Porque el nombre funcionaba tan bien que no podían pensar en otra cosa. Pues decidimos cambiar de alguna manera, y cambiamos el formato. Porque si cambias el formato te obliga de alguna manera a cambiar la mente. Así que lo hicimos comic book de tamaño pequeño y lo numeramos desde el 1 otra vez. De nuevo funcionó un tiempo y… ah si, antes de eso, fuimos a por las compilaciones. Porque las librerías se quejaban, porque otros dibujantes estaban haciendo novelas gráficas, de que no había libros nuevos y ellas siempre quieren libros nuevos. ¡En nuestro caso era reimpreso! Pero a ellos les daba igual. Así que durante un tiempo también le tiramos al formato de novela gráfica anual. Hacer un solo gran cómic al año. Y lo intentamos, pero era muy cansado. Jaime quiere hacer cómics, le gusta hacer uno y olvidarse, otro y olvidarse. Pero a mi me gusta lo de que estén en un libro porque puedo contar historias largas, sin cortarlas. Ya sé que es psicológico, pero si tengo 50 páginas, voy a desarrollar la historia. Ahora, si tengo que contar la historia en muchos cómics, la cosa se va a alargar. En resumen, que estábamos quemados y decidimos volver a nuestro formato de siempre. Jaime está mucho más anclado al comic-book, yo estoy más loco, pero está bien.
Hablas repetidamente de Jaime ¿Compartís ideas? ¿Le dices a él cosas de su trabajo? ¿te da él algún consejo sobre tu personaje?
No no, bromeamos, pero, seriamente, si trabajáramos juntos de esa manera, chocaríamos. Lo que pasa es que compartimos pasión, pero no podríamos estar juntos si tuviéramos la misma manera de contar. Es mejor que cada uno cuente su historia, lo único que mezclamos es nuestras distintas historias. Conozco parejas de artistas, hermanos, y al final terminan fatal. Nuestra manera es cada uno a su manera, y está bien.
Otras veces sí que has trabajado con otros autores. Haciendo el dibujo como con Petter Bage o incluso sólo el guion como con Darwyn Cooke. Cómo surgieron.
Esto se debe a una editora, Shelly Bond. Quería otro tipo de historias en DC, era editora de Vertigo, y ofrecían derechos de autor. Convenció a DC para contratar gente como nosotros, y a mí me tentó, pero Jaime dijo que «no, no, NO DC«. Yo, aunque resulte embarazoso, necesitaba el trabajo, porque Love & Rockets no paga las deudas. Tengo que hacer L&R y otro trabajo para ganarme la vida. Yo sólo se hacer cómics, Jaime puede hacer posters o anuncios porque tiene habilidad como dibujante, yo tengo más habilidad como narrador, así que sólo puedo hacer más comics… y ¡tengo que trabajar para DC! Así que la última vez, la colaboración con Darwyn Cooke, Shelly me preguntó abiertamente: “si hicieras sólo el guion, ¿con cual artista te gustaría trabajar?”. Para una vez que no narraba me resultaba difícil, así que pensé “¿Qué me haría feliz?” Un cómic de Palomar a color. Y eso es Los Hijos del Crepúsculo, un cómic de Palomar a color. Quería verlo en colores (risas). Pues Darwyn aceptó hacerlo y se vio capaz de hacerlo porque es un artista total. Darwyn Cooke es un artista que escribe, así que entiende muy bien lo que hace. Por lo que, lo que yo hice, y él estaba de acuerdo, es que sólo le di descripciones básicas y él contaba la historia a su manera… y él estaba más que feliz con eso. Fíjate, Alan Moore tiene que describir hasta la más pequeña cosa que aparece en la viñeta, pero Darwyn es lo opuesto: “Sólo dime la clave y yo hago el resto”. Y pasaba porque es un gran artista y lo podía hacer, por eso funcionó. Lo malo es que se estaba muriendo y nadie lo sabía, lo mantenía en secreto. En los últimos momentos, hacía paneles gigantescos, ¡preciosos! pero porque no podía más. Hay una historia muy triste, que me dijo su mujer. Le dijo “trae la cámara, cariño, hazme una foto con la página del cómic, porque Hijos del Crepúsculo es el último cómic que voy a hacer”. Y le tomó la foto y eso fue todo, en mes y medio había muerto… ¡pero es que fumaba como loco! Se encendía uno detrás de otro y tosía sus pulmones. Yo en plan “esto no suena bien”. Pero no le dijo a nadie que estaba enfermo, ni a sus amigos más cercanos, sólo a su mujer… en fin, siento contar historias tan terribles. El caso es que soy muy feliz de que el libro saliera a la luz, tiene unos colores maravillosos y hasta el diseño es especial.
Es ciertamente una preciosa Novela Gráfica. Sin embargo, eres del país que creo los superhéroes ¿Crees que eres más apreciado en Europa que en tu propio país?
Bueno, a los franceses les costó un tiempo pillarlo. Los italianos lo pillaron, los españoles también, pero a los franceses les costó más, aunque ahora si lo publican… perdona, ¿Cuál era la pregunta? (risas) ¡Ah, sí! Mira por ejemplo las portadas de otros libros de La Cúpula, hay de todo y no hay superhéroes. En Europa hay más costumbre de contar historias de la gente corriente. En USA es típico hacer historias sofisticadas con superhéroes. Así que allí, el cómic independiente, lo entienden, pero no es algo importante, es mucho más importante aquí.
¿Cómo llevas lo del ritmo cuando trabajas con una major como DC? Porque nos has dicho que te gusta trabajar a tu aire.
Si, es muy estricto, pero en parte lo entiendo, es su negocio. Esto es arte, pero es su negocio. Sus cómics están pre-vendidos, las tiendas deben tenerlos cada miércoles, los fans vienen y se enrabian si sus cómics no están ahí. Así que se aseguran de que sus cómics están a tiempo, lo que tienen que hacer es vender cómics mensualmente, constantemente. Nosotros podemos pasarnos un poco, cuando esté hecho estará hecho, pero las grandes compañías no pueden permitirse lo contrario. Tienen que hacer producción, ponen mucho dinero en su promoción, se vuelven locos cuando el cómic no vende… Así que es muy formal, pero para mí funcionó porque me dio disciplina. Tenía que hacerlo más rápido, o no necesariamente más rápido pero con una fecha límite. Esto coincidió mientras hacía mis propios cómics y me dio una experiencia, soy mejor de lo que solía ser. Era superlento y vago, yo puedo estar 3 meses sin tocar un papel, pero entonces debía tenerlo ¡para mí mismo! y aprendí a ser más estricto trabajando con DC.
Dijiste lo de Love & Rockets no paga las deudas. Me sorprende, al menos en Europa, creo que para La Cúpula es uno de sus superventas (dentro de lo que permite la industria española esa palabra).
Si, he visto las preventas de Palomar y es increíble… pero no, buff, no, sinceramente. En USA no vende mucho y de hecho últimamente vende menos que antes. Continúa porque Fantagraphics cree en ello y nosotros creemos en ello. Tiene renombre, a la gente le gusta, pero no vende de la manera que debería.
Pero ¿tienes fans leales? ¿Es un grupo pequeño?
Bueno, ahí están, es un grupo de tamaño decente.
¿Conoces a tus fans personalmente?
A través de las sesiones de firmas, y los salones, así es como nos conocemos, no más.
Volviendo a los propios cómics, has hecho algunas novelas más alejadas del universo Palomar… ¿por qué son tan oscuras? ¿es por los tiempos que vivimos, es por ti…?
Fue porque Palomar se convirtió en algo demasiado limitante respecto a lo que puedo enseñar allí. En el sentido de que es un pueblito y no tienen ni teléfono. Así que tienes que limitar lo que pasa allí, algo que en un principio me gustaba pero que terminó por frustrarme. Y la verdad es que soy un gran amante del cine y crecí viendo “exploitation movies”. En realidad, Love & Rockets eran exploitation, si miras a nuestros primeros primeros cómics, era un poco lo que hacíamos y es lo que me gusta. Es que… no sé… Quería hacer mi propio sexploitation, quería dibujar mujeres atractivas con vestidos diferentes. En Palomar ni siquiera hay vestidos diferentes… e incluso cuando viajan a los USA, sigue siendo muy pegado al mundo real, a menos que vayan a una convención (risas). Y quería ir más allá, quería dibujar otros mundos, quería dibujar diferentes planetas. Así es por lo que se me ocurrió la idea de las películas (Nota: Las novelas gráficas de las que hablamos son como películas en las que participa la hermana de Luba como actriz). Y como era el momento de las Novelas Gráficas en USA, de los artistas… por cierto que si piensas en Watchmen, en Dark Knight, o incluso en Maus, esas eran series, todos los clásicos de la novela gráfica en USA venían de series. Pero las tiendas querían libros y además daban más dinero, al menos en USA las tiendas no quieren la molestia de vender cómics de menos de 5 dólares, no les sale a cuenta.
Hablando de Novelas Gráficas, ¿qué nos dices de Temporada de Canicas?
Esa si que es una novela gráfica. Necesitaba trabajar y no quería volver a DC, no quería hacer algo que fuera solo por dinero, con lo que me fui a Drawn & Quarterly. Tenía conocidos allí, y además ya había trabajado para ellos… Porque Gary Groth, el editor de Fantagraphics es muy intenso, no le gusta que hagas cosas para otra gente “¡Me traicionaste! Me abandonaste”, “No, ¡tengo que ganarme la vida!”. El caso es que no había contado la historia de mi niñez aún, no sin ese realismo mágico del estilo Palomar. Total, que contacté a D&Q y les pregunté que si querían hacer una novela gráfica conmigo y si podían pagarme. Ellos son de Canadá y reciben dinero del gobierno para producir libros, al menos más que en USA, así que pueden pagarme por adelantado y quería hacer este libro. Así que fue un trato, un trato por un cheque. Porque no quería continuar las historias de Gilbert Hernández niño y estoy muy contento con el resultado, la verdad.
Así que admites que es tú infancia, aunque cambies nombres ¿hay mucho de ti en la novela?
Mucho de mí, no todo. Porque son tres hermanos, el grande, el mediano y el pequeño. Y a veces he usado algo de mi en cada uno de ellos. La gente se cree que algo es de Jaime porque lo hace uno de los personajes, pero en realidad soy yo, pero lo he usado con el que ellos se creen que es Jaime, o Mario, o incluso mi hermana pequeña.
Y si Temporada de Canicas es tu niñez ¿Qué es El día de Julio?
Julio, comparado con Palomar, es mucho más mexicano. Palomar está hecho de cositas de muchos países hispanohablantes, en el fondo para que pudiera situarse en cualquier parte del mundo que se hable español. Lo cual sería genial si hicieran una película, pero la gente de Hollywood no lo pillan. ¡Podrías coger a cualquier actor para hacerlo! Nadie se extrañaría si cogieras un mexicano o cualquier otro, porque no está localizado en ningún sitio… Pero todavía no saben vender una película sobre gente “marrón”. Quieren hacer la peli, les gusta el nombre, pero quizá es que se creen que es ciencia ficción. En fin, hay un tipo en Canadá que quiere hacerla, y parece que está muy cerca, la verdad, ya veremos.
Oh, fantástico, ¡tenemos primicia! (risas) pero volvamos a Julio. Decías que querías hacerlo mexicano a propósito ¿Es por hacer algo cercano a tu padre?
Sólo quería hacer una historia más simple, porque a veces mis historias… sólo quería hacer como una de esas viejas películas de un padre, su niño, su perro… Yo que sé, como una de esas viejas películas españolas como Marcelino Pan y Vino (risas). Ya sé que es un clásico religioso, pero si lo piensas daría para un pequeño buen cómic. De eso va la cosa, quería hacer ese tipo de historia.
Y ya que nos has dado una noticia, ¿puedes comentarnos que es lo siguiente que te gustaría hacer?
Bueno, por lo pronto continuaré con Love & Rockets, porque lleva mucho tiempo hacerlo. En el momento que acabamos uno ya estamos empezando el siguiente. Es lo que quiere seguir haciendo Jaime y es lo que voy a seguir haciendo, aunque yo pueda llevar otras cosas a la vez porque soy mejor (risas).
Así que no ves un final para tus personajes.
No, no un final de verdad. Tengo un final para alguno de los personajes porque es la hora, porque hay que cambiar… o quizá crear alguno nuevo, pero tienen que estar conectados a Palomar de alguna manera. Creé a la hermana de Luba, la actriz Petra, para que fuera completamente separada y hacer las pelis, pero en el momento en que se mete Luba, ¡hay más historia! Así que es por eso por lo que acabo enfocando todas mis historias en Palomar, o las conexiones alrededor. Para mi funciona, es como un diario, un periódico.
Lo es para mucha gente, porque lo amamos… por cierto ¿Es tu primera vez en Barcelona?
No, estuve aquí en 1997, en lugar distinto a este. Estuvo genial, estuvo bien. La Cúpula se ocupó también…
¿Conoces artistas españoles?
Oh si, me encanta Martí (Martí Riera Ferrer), Jordi Bernet… no soy bueno con los nombres, pero hay un buen grupo de artistas maravillosos. Pero Martí tiene un universo loco que me encanta, como a lo Dick Tracy pero diferente… Taxista me encanta. Es algo cartoon pero a la vez representa un mundo retorcido, sus comics son como Quentin Tarantino, unos comics locos.
Perdona, ahora que hablas de locura, tengo que preguntarlo, ¡¿de donde sale esa película “The Naked Cosmos”?!
Eso sale de mi pasión por, como dije, exploitation films. Yo no sé si esto existe en España, pero normalmente en los USA, cuando éramos pequeños, había un anfitrión para presentar una peli de terror, que llevaba gorro y capa, y pensábamos que era divertido… tanto que a veces nos gustaba más el anfitrión. El más reciente por muchos años ha sido Elvira, ella es la más famosa porque, bueno, no me jodas (risas), pero vamos, que ha habido otros…
Pero eso viene del comic, ¿no? Al menos en los cómics de EC había un anfitrión.
Oh, ¡cierto! EC Comics, tengo una historia con EC comics. Uno de los más famosos shows de la tele de los USA es Twiligth Zone, y conozco a un tío que me presentó al creador, Rod Serling, que era el anfitrión, por cierto. El caso es que me preguntó a que me dedicaba y le dije que era creador de cómics. Y él se impresionó y me enseño una columna de cómics de EC y me dijo “esto es Twiligth Zone, me gustaban los cómics tanto que quise hacer un show de TV”. No es algo que me invento, es algo que me dijo en directo. Me dejó flipado porque es cierto que las historias de Twilight Zone son cortas, como cómics… en fin, me encanta contar esta historia porque es de primera mano, no es algo corriente. Los cómics influyen en la gente, lo que pasa es que la gente se calla para llevarse el crédito (risas)…
¿Y nunca me vais a preguntar por las tetas de Luba?
(muchas risas) El elefante en la habitación, es obvio que es lo mejor de tus comics.
Pues aquí está la cosa. Cuando empecé la diseñé para una historia de ciencia ficción, pero cuanto más escribía sus diálogos más me gustaba. Y luego la metí en Palomar y había quejas. “Tío, no puedes meterla como personaje principal”, porque la gente la miraba y sólo veía… eso, y pensaban, ya sabes, esto es sexploitation. Así que mi trabajo es convencerlos de que ella es una persona, un personaje que merece la pena leer. Así que le doy la vuelta a sus propios prejuicios. Ellos ven a una mujer como esa y se creen que es estúpida, pues no, es un ser humano como tú… solo que encima me gusta. Era la contradicción entre las expectativas de la gente, porque ese tipo de mujer en una película es siempre como una broma, “oh, mírame”, pero y ¿si es una persona? Sabía que a mucha parte de la audiencia sería duro que le gustara, pero perseveré y funcionó, ¡a muchas mujeres les gusta Luba! Estoy muy contento.
Bueno, no es que sea la única mujer fuerte sobre la que escribes, son muchas en Palomar.
Cierto, pero me encanta especialmente el reto de Luba por su aspecto. Y sé que puedo hacerlo para el cómic independiente. Para una editorial como DC sería un completo desastre. Pero soy la primera persona que ha cogido un personaje como ese y lo ha hecho grande. Es algo que sólo puedes hacer en cómics, especialmente underground.
Pero pese a la libertad, ¿no hay algo de autocensura?
Oh si, soy muy estricto conmigo mismo sobre no ir demasiado loco…
Excepto en el “Satiricón”
(risas) Bueno, cierto, yo…
Perdona, te hemos interrumpido.
Eso, soy muy estricto cuando tengo que editarme, no soy muy bueno en ello, pero aprendo con los años. Por ejemplo, cuando hice Río Veneno, se me fue la olla mucho, mucha información ahí, tantas cosas, casi no podía poner la página del título, solo quería ir al meollo para poner lo máximo que pudiera de las ideas que tenía. Después de eso me cansé, dije ok, me voy a editar, no lo voy a hacer así nunca más. Porque se vuelve difícil para los lectores seguir la historia. A veces me puedo dejar llevar, pero me gusta que sea leíble, con lo que intento que el lector no se pierda.
Te lo agradecemos… de hecho estamos supercontentos con la entrevista. Nos has dado mucho más de lo que imaginábamos.
Yo también, he hablado mucho, ahora tendréis que editarlo.
Eso será lo difícil.
Es que me gusta mucho hablar.
¡Muchas gracias!
Un placer, fue una entrevista genial