El Inquisidor es la nueva propuesta del sello Sergio Boenlli Editore publicada por Panini en España y nos llega de la mano del guionista Gianfranco Manfredi y del dibujante Antonio Lucchi. Intriga histórica y terror sobrenatural se dan la mano en esta historia ambientada en la Galicia del siglo XVII.
Gianfranco Manfredi es un artista multidisciplinar italiano con una larga trayectoria en el mundo de la música, la literatura y el cine, donde ha dirigido, guionizado y compuesto bandas sonoras. En el mundo del cómic ha desarrollado una carrera de más de 30 años en la que ha trabajado para las principales editoriales italianas. Con Sergio Bonelli ha participado en series con tanta solera como Tex o Dylan Dog. También ha creado personajes propios como Adam Wild, Shangai Devil o Volto Nascoto. Antonio Lucchi es un artista italiano con bastante experiencia en el mundo del cómic digital y es el responsable gráfico de la serie Adam Wild.
Luís de Santiago es un miembro de la Santa Inquisición dedicado a la persecución de brujas y posesiones demoniacas. Pero Luís no cree ni en lo uno ni en lo otro y actúa con exceso de celo en su cruzada por conseguir que la Iglesia reconozca que la no existencia de la brujería. Esta actitud despierta los recelos de las altas esferas de la Inquisición, lo que pone a Luís bajo vigilancia. La aparición en su vida de Amanda, una morisca acusada de brujería, le llevarán a replantearse su actitud pero le pondrán en una situación de grave peligro en la intervendrán fuerzas del más allá.
La propuesta de Gianfranco Manfredi está claramente dividida en dos partes que dividen el relato en dos géneros que aunque no sean contradictorios acaban chocando dando como resultado una historia confusa que parece que no sabe muy bien hacía donde va. La primera parte en la que vemos el conflicto del protagonista con la Iglesia es una intriga histórica que funciona bastante bien, mostrando la disparidad de pensamiento dentro de una institución tan compleja como es la Iglesia Católica. La segunda, en la que no entraré en detalles para no revelar la trama, introduce el elemento sobrenatural en la trama y choca directamente con el planteamiento de la primera parte provocando que cualquier interés que ésta hubiera despertado se diluya en una sucesión de situaciones sin coherencia.
El principal problema que he encontrado es la reacción del personaje protagonista a la introducción del elemento sobrenatural y el desarrollo posterior que se hace de este elemento. No hay conflicto personal (recordemos que el personaje no creía en la brujería y de repente ha de hacer frente a entes sobrenaturales), no hay justificación del elemento sobrenatural y la conclusión es tan gratuita como de difícil interpretación dentro de la trama.
El dibujo de Antonio Lucchi, totalmente digital, ayuda a crear una atmósfera adecuada para un relato de terror, sobre todo por el tratamiento que hace del color. Aunque el apartado gráfico de Lucchi acaba siendo lo más destacado de la presente obra, su narrativa es un tanto confusa, lo que no ayuda a compensar los problemas que tiene la segunda mitad del relato.
La edición de Panini sigue el mismo formato que el resto de novelas gráficas de la editorial Sergio Bonelli aunque no incluye ningún contenido extra como sí lo hacen otras novelas de la colección.
El Inquisidor tiene los fundamento para ser una entretenida historia de intriga o un buen relato de terror gótico pero falla en la concreción de sus objetivos y en el desarrollo coherente de los personajes dando como resultado una de las propuestas más flojas hasta el momento de las presentadas en la colección Sergio Bonelli.
Valoración
Guión - 5
Dibujo - 6
Interés - 5
5.3
Fallido
Decepcionante novela gráfica de terror sobrenatural cuyos bandazos de guion desconciertan al lector hasta el punto de no saber muy bien hacia donde va la obra.