Balas perdidas (I)

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Entre las mejores noticias que podía dar este 2014 llegó la confirmación de que David Lapham recuperaba su serie estrella, Balas perdidas (Stray Bullets, en el original inglés), que había dejado en suspenso por dificultades económicas, y que trabajaba ya en nuevas entregas de su particular universo, empezando por cerrar las tramas que había dejado inconclusas tiempo atrás. El mismo año que esta casa de ustedes cumple su 15º aniversario. ¿Coincidencia? No dejemos que la realidad nos estropee una buena oportunidad de volver sobre esta magnífica serie.

Un francotirador independiente

David Lapham (1971) comenzó su carrera artística a los 19 años en la editorial Valiant, para la que co-creó personajes como Harbinger o Shadowman. A continuación siguió al editor Jim Shooter en su aventura en Defiant, donde participó en la serie Warriors of Plasm. Desencantado de la experiencia, levantó con su mujer, Maria, su propio sello, El Capitan, destinado a producir sus propias series.

«A finales del mes de agosto de 1994, mi esposa María y yo volvíamos a casa desde la Convención de San Diego, allí donde la industria del cómic comienza y termina cada año. Durante nuestro regreso en avión, sin ninguna razón en especial, empecé a escribir esta historia que eventualmente se convertiría en Balas perdidas #1«. Así explica Lapham la génesis de su proyecto más preciado, con el que lograría el Eisner de 1996 en la categoría Best Writer/Artist. Balas perdidas impactaría en el mundillo, granjeándole el reconocimiento de sus colegas, no tanto un puesto cómodo en las lista de venta.

A medida que su fama como autor crecía, Lapham se enfrentó a las paradojas del sistema: ganaba más dinero, y con menos esfuerzo, trabajando como free-lance de cabeceras consolidadas en Marvel (Daredevil, Deadpool) o DC (Detective Comics) que con creaciones propias como Young Liars, Mátame otra vez o la misma Balas perdidas. El esfuerzo llegó a ser tal que en 2007 estuvo a punto de tirar la toalla y plantearse dejar inconclusa su niña bonita, la responsable de que Lapham tenga un nombre entre los aficionados, en su #40, publicado en 2005. Un acuerdo firmado en 2013 con la editorial Image vino a restablecer el orden natural de las cosas, permitiendo a Lapham cerrar la historia prevista y abrir a continuación nuevos caminos.

Sin desmerecer sus otros trabajos, algunos a buen nivel, Balas perdidas es, con mucho, su obra maestra, una pieza que firmaría con orgullo cualquier diletante de la serie negra. En los párrafos que siguen procederé a repasar los 30 primeros números de la edición original, recogidos en España en cuatro volúmenes por Ediciones La Cúpula. Lo hago así por quedar las tramas básicamente completas. Habrá oportunidad más adelante de retomar el análisis y ampliar lo que sea necesario. Además, dada la naturaleza poliédrica y singularmente detallada de la obra maestra de Lapham, voy a cambiar mi modus operandi. Al final, habrá la tradicional valoración crítica, pero antes resumiré los capítulos y extraeré los datos significativos que nos orienten en la configuración del rompecabezas total. Por desgracia, significa que las trampas, secretos e intimidades de las historias quedarán expuestas. Así que desde ya saco el letrero:

Aviso de Spoilers: El artículo que sigue a continuación desvela detalles fundamentales de la obra analizada, por lo que se recomienda la lectura previa del material reseñado.

Sospechosos habituales

Virginia
Virginia «Ginny» Applejack

Virginia Applejack: Esta niña está en la serie para sufrir. Las perrerías a que debe enfrentarse, a menudo acompañadas de refinada crueldad, no tienen nombre y, si lo tuvieran, sería uno muy feo que no podría escribir aquí. Pero como lo que no mata, te hace más fuerte, Virginia es, cada vez más, la resuelta Amy Racecar que inventó en sus cuadernos escolares como vía de escape a su imaginación.

Beth: Ha tenido que salir adelante por las duras. Dejó la casa de sus padres con 15 años y desde entonces ha ido trapicheando, jugándosela a tipos realmente chungos para sobrevivir. La escapada que hizo con Nina y Orson llevándose un maletín con dinero y coca es uno de los momentos estrella de la serie; también su amistad con Virginia, a la que trata como a una hermana.

Joey: El hijo de Rose lleva el camino firme de un asesino nato. Sin muchas luces, criado entre maleantes, su puesta de largo como psicópata la tenemos en el primer número. Luego vamos viendo, poco a poco, retroactivamente cómo se construye una personalidad aberrante.

Spanish Scott: El amoral secuaz del invisible Harry no encuentra problemas en matar a sangre fría, de cerca (el cuchillo es su arma favorita), ni en seducir a menores que, a menudo, sufren las consecuencias de su letal compañía.

Rose: Según ella misma, su problema es que le gusta demasiado el sexo. Una explicación como otra cualquiera para que siempre esté mezclada en asuntos turbios y rodeada de tipos de baja calaña.

Orson: Iba para estudiante modelo hasta que se cruzó con Rose y su gente y se enamoró de Beth. Aún guarda ese fondo de niño bien criado, aunque también deja aflorar a veces su lado salvaje.

Monstruo: Otro de los matones de Harry, silencioso y mortífero, con una fuerza extraordinaria que le permite estrangular a una persona con una sola mano. Siente debilidad por Beth.

Bobby McGraw: Aficionado a los cómics y colaborador de Virginia en las estrambóticas aventuras de Amy Racecar, el destino le tiene reservados momentos muy duros.

Lo más granado del reparto original de la serie
Lo más granado del reparto original de la serie

La historia hasta ahora

«Balas perdidas es un drama en clave de serie negra sobre gente que se hace putadas entre sí. Cada entrega es una historia autoconclusiva, con sus propios personajes, escenarios y su propio tono narrativo. Algunas historias son trágicas, otras divertidas, otras están repletas de acción. Todas ellas tienen un aire que recuerda al cine negro y a las novelas de misterio, aunque muchas de ellas no sean ni siquiera historias de crímenes. Si las lees todas, verás que además cada historia es una pieza de un rompecabezas que, visto desde una perspectiva de conjunto, retrata un mundo particular en el que todos esos personajes conviven y una trama general que rige el destino de todos ellos
David Lapham

Brillante secuenciación de Lapham de la masacre perpetrada por un Joey enajenado
Brillante secuenciación de Lapham de la masacre perpetrada por un Joey enajenado

Balas perdidas #1: La medida del amor
Verano de 1997

Personajes: Joey, Frank, Janice. Harry (mención)

Sinopsis: Joey, un joven simple, y el veterano Frank trabajan para Harry (un capo mafioso) haciendo desaparecer los cadáveres de los tipos que le estorban. Esta vez, una prostituta llamada Janice, cuyo cuerpo viaja en el maletero. El chaval está obsesionado con esta chica, con quien tuvo su primera experiencia sexual y que le recuerda a alguien de su pasado (sabremos quien en BP#23 «La caja secreta»). Esto le mortifica. Fantasea con que era su novia. Pierde el juicio y desencadena una jornada sangrienta. Dispara a un policía que les da el alto, mata a todos los clientes de una gasolinera de carretera y, finalmente, acaba con su mentor, Frank, a quien le recrimina ser descortés con su chica. Ante la tumba de Janice, a la que entierra cerca de un muelle, Joey jura vengarse de Harry, su jefe, por lo que le hizo.

Referencias a la guerra de Corea, Rain Man (1988), una cita de Jim Morrison: «El futuro es incierto, y el fin siempre está cerca.»

Especificaciones técnicas: Plantilla invariable de 4 filas por 2 columnas, con viñetas parecidas al formato 1:65 del cine. En pág.23, aunque mantiene las proporciones, la 1ª viñeta, con la explosión de la gasolinera, ocupa la mitad superior de la hoja (equivalente a 4 viñetas ordinarias). Esta será la tónica general de la serie. Alguna de las planchas -normalmente la inicial- puede variar, por ejemplo, a tres filas.

Brutal y convincente estreno con uno de los mejores episodios de la serie.

Spanish Scott cruza una significativa mirada con Virginia
Spanish Scott cruza una significativa mirada con Virginia «Ginny» Applejack

Balas perdidas #2: Represalias
Verano de 1977. Baltimore.

Personajes: Victoria «Ginny» Applejack, Jill Applejack, Spanish Scott, Tom y Celia Applejack, Greg, Harry (mención).

Referencias: Star Wars (1977), Jimmy Carter, Grease (1978).

Sinopsis: El brutal capítulo que cambia la vida de Victoria Applejack, más conocida como «Ginny», hasta entonces una chiquilla normal y feliz. La niña sale del cine de ver La Guerra de las Galaxias por 12ª vez y presencia un asesinato cometido por el sicario Spanish Scott en un callejón, en nombre del capo Harry, mientras esperaba ser recogida por su hermana Jill, que aprovecha estas ocasiones para verse a hurtadillas con su novio Greg. La visión del crimen cambia el carácter de Ginny. Empieza a tener problemas en el colegio, donde los compañeros la tachan de «rara», en casa no se lleva bien con su madrastra Celia, aunque cuente con el apoyo incondicional de su padre, Tom. En Halloween, mientras su hermana se escabulle con Greg, Ginny es atacada por la pandilla de Kevin, quien se venga de una agresión anterior marcándole el rostro con una navaja. Ginny se resiste y es golpeada brutalmente y dejada por muerta en el bosque. La splash page final resume un capítulo donde alienta la impotencia y la tragedia. Para el autor, Virginia es «el alma y corazón de Balas perdidas«. «Es duro recuperarla del final de un número sabiendo que algo la va a hundir de nuevo en el siguiente«.

Técnicamente, sigue el modelo establecido en el primer número, si bien en la pág.18 la viñeta extraordinaria (equivalente a 4 viñetas ordinarias) estará en el centro de la hoja, entre dos filas de dos viñetas cada una, representando la agresión de Ginny a Kevin por el incidente de la magdalena.

La dura infancia de Joey con una madre prostituta y alcohólica
La dura infancia de Joey con una madre prostituta y alcohólica

Balas perdidas #3. La fiesta
Verano de 1980. Baltimore.

Personajes: Led, Nina, Beth, Sonny, Spanish Scott, Joey, Rose, Monstruo, Harry (mención)

Referencias: El imperio contraataca (1980), Jimmy Carter.

Sinopsis: Tras el frustrado atraco a una joyería, Led y Sonny roban la cartera de un conductor que muere durante el tiroteo con la policía, dejando una niña huérfana en el asiento de atrás. Con el dinero obtenido organizan una fiesta unos días después a la que asisten varios de los personajes recurrentes a partir de ahora: Rose, la madre prostituta y alcohólica de Joey (que en 1980 tiene 10 años); Nina, la novia de Harry, y su amiga Beth; Monstruo, amigo de Spanish Scott y uno de los sicarios de Harry. Led intima con Nina. Spanish Scott debía vigilarla, pero Beth se las ingenió para que Sonny lo drogara con antidepresivos disueltos en la cerveza. Tras el instante de pasión, Led está dispuesto a dejarlo todo y empezar una nueva vida con Nina en otro lugar, pero justo en ese momento irrumpe Sonny en la habitación, anunciando la llegada de Harry…

A Virginia le seduce ser atracadora
A Virginia le seduce ser atracadora

Balas perdidas #4: Bonnie & Clyde
2 de noviembre de 1978. Maryland

Personajes: Virginia Applejack, Paul Barrow

Sinopsis: Haciendo auto-stop para escapar de casa, Victoria se encuentra con Paul Barrow, quien le confiesa un lejano parentesco con el legendario gánster Clyde Barrow y le enseña a fumar, la convierte en cómplice del robo a una gasolinera y le promete que la adiestrará en el manejo de las armas de fuego… pero resulta ser un político en campaña electoral para el Congreso, por lo que la devuelve a su familia para granjearse el favor de los electores.

De los hechos narrados en BP #2 la niña quedó muy tocada, como demuestran las alucinaciones y pérdidas del conocimiento que se ilustran en este episodio y que prefiguran las fantasías de Amy Racecar.

Una de las raras experimentaciones gráficas para simular el efecto de un colocón
Una de las raras experimentaciones gráficas para simular el efecto de un colocón

Balas perdidas #5. La furgoneta
Primavera de 1981. Baltimore

Personajes: Beth, Rose, Spanish Scott, Monstruo, Joey, Orson, Janice (mención), Harry (mención)

Sinopsis: Orson, un estudiante, conoce a Rose, la madre de Joey, tras presenciar un accidente donde muere atropellada una persona. El conductor asesino, a quien vio por un instante, es Spanish Scott. Rose se lanza sin tapujos a conquistar a Orson, pese a la diferencia de edad. El día de su graduación, que coincide con su cumpleaños, le organiza una fiesta en su casa, donde corre el alcohol y las drogas, vive su primer escarceo sexual y descubre que Spanish Scott y Monstruo son los responsables de aquel asesinato. Cuando se aleja del lugar, con la intención de no regresar nunca, tropieza con Beth, la amiga de Nina. La casualidad quiere que asista a un nuevo accidente, esta vez sin aparentes móviles criminales detrás.

Este no es el Dios que nos enseñaban en la escuela...
Este no es el Dios que nos enseñaban en la escuela…

Balas perdidas #6. Así pasé mis vacaciones de verano
El futuro a partir de junio de 3077

Protagonista: Amy Racecar.

Sinopsis: Amy, en coma desde la muerte de su padre, habla en sueños con Dios, convertido en un prestidigitador de Teletienda que afirma que el Cielo no es para las personas. La gente debe crear su propio paraíso en la Tierra. La difusión de este mensaje, debido al ingenio conocido como «La máquina de la verdad», capaz de leer los pensamientos más recónditos, despierta a Amy de su postración, convertida en una salvaje asesina que liquida a quienes encuentra en su camino, madre y doctores incluidos. La nueva Amy comienza una carrera como violenta ladrona de bancos que ríete tú de los citados Bonni & Clyde. Todo es un exceso onírico, con el presidente norteamericano pidiendo a Amy en matrimonio y ella pulsando el botón rojo de la destrucción atómica planetaria en contestación. Solo ella sobrevive en la capsula espacial pensada para el magnatario, vagando sin rumbo por el espacio.

El padre de Virginia, muy enfermo, le da consejos antes de pasar al otro lado
El padre de Virginia, muy enfermo, le da consejos antes de pasar al otro lado

Balas perdidas #7. ¡Libertad!
Lunes 20 de septiembre de 1982. Casa de los Applejack.

Personajes: Virginia, Jill, Celia y Tom Applejack.

Sinopsis: La lenta agonía de Tom Applejack, enfermo de cáncer de estómago, hasta que se lo llevan al hospital para morir. Una historia sin crímenes, pero tan poderosa y lacerante como si los tuviera. La diagramación de página, con el consabido 4×2, se presta a las miradas furtivas de Ginny, espantada de ver como su padre, el referente de su vida, fuerte, feliz, espléndido, se va consumiendo entre dolores que ni las drogas pueden tapar.

Aquí concluiría el primer ciclo, recopilado en el volumen La inocencia del nihilismo.

La relación de Beth y Orson se vuelve tirante con la huida
La relación de Beth y Orson se vuelve tirante con la huida

Balas perdidas #8. Suerte que la tengo a ella
Primavera de 1982. En algún lugar del Oeste (Seaside)

Personajes: Orson, Beth, Nina, Harry (mención)

Sinopsis: Beth, Nina y Orson se apropian de un maletín con dinero y droga de Harry y huyen lo más lejos posible. Se esconden en Seaside, una minúscula población donde pretenden pasar desapercibidos. Sin embargo, esta vida tranquila y clandestina pone de los nervios a Beth, que culpa del fenómeno a Orson. Nina, por su parte, está destrozada. No sale de la catre, puesta hasta las cejas con la cocaína robada. Cuando Beth descubre que un zascandil del barrio las espía en su caravana, se pone como loca y coge un arma. Orson trata de mantener la calma y portarse educadamente, buscando una solución satisfactoria para todos, pero la madre del chaval no atiende a razones, lo que le enfurece y desata un pronto violento que le hace recuperar la estima de Beth.

Balas perdidas #9. Veintiocho tipos llamados Nick.
Verano de 1982. En algún lugar del Oeste (Seaside)

Personajes: Nick Giardelli, Beth, Orson, Betty.

Sinopsis: La historia de Nick Giardelli, un perdedor que se hace popular tras salvar de una paliza a un par de camioneros… lo que no impiede que sea plantado por Beth. Interesante uso de las fotografías para lograr poses naturales.

Amy Racecar en su salsa contra la banda de Johnny Burbujas
Amy Racecar en su salsa contra la banda de Johnny Burbujas

Balas perdidas #10. Ya llega el circo
El futuro a partir del año 4085. Seaside.

Personajes: Amy Racecar

Nueva aventura futurista del personaje de ficción creado por Virginia Applejack, esta vez perseguida por los secuaces de Johnny Burbujas y auxiliada por Jack Rum, un indisimulado trasunto de Spanish Scott. Lapham homenajea a su adorado Frank Miller, repitiendo frases y conceptos («Odio a los payasos») con efectos rítmicos. No es uno de los capítulos más destacados de la serie.

Balas perdidas #11. La mejor de las amigas
Primavera de 1983. En algún lugar del Oeste.

Personajes: Beth, Nina, Holly, Ian, Harry (mención).

Sinopsis: En este emotivo episodio descubrimos qué fue de Led (está muerto) y ahondamos en la relación entre Beth y Nina durante un tranquilo día de camping en el río, durante el cual Beth conoce a una estrella de cine (Holly) y a su acompañante (Ian), pescando de incógnito. Nina está demasiado colocada, desnuda en el coche con mirada de loca, por lo que Beth regresa con ella a casa, rechazando la invitación de sus nuevos amigos.

Virginia, que ahora se hace llamar
Virginia, que ahora se hace llamar «Amy», llega al pueblecito de Seaside

Balas perdidas #12. A tope sin drogas o drogas sin tope
Verano de 1983. En algún lugar del Oeste (Seaside)

Personajes: Beth, Nina, Orson, Nick, Betty, Victoria, Sheriff Montana, Leslie, Lemmy, Butch, Led (en alucinación)

Sinopsis: Virginia Applejack llega haciendo auto-stop a Seaside, donde residen los chavales huidos de la banda de Harry, y que ahora se divirtien en una feria local, junto a personajes recuperados de BP#9 (Nick, Betty, la madre de Nick) y otros nuevos que darán que hablar. Más pistas de la vinculación de Ginny con Amy Racecar, incluida su aversión a los payasos, sus ímpetus ladrones… y que dé el nombre de «Amy» para presentarse a Beth y los demás. Nina, por su parte, continúa su descenso a los infiernos con la nueva droga que le venden Leslie y Lemmy a cambio de favores sexuales. Mientras, el sheriff Montana persigue a Victoria, quien acumula denuncias por robo, y por accidete mata a la atracción de Seaside: una vaca con cinco patas. Nick se enfrenta al sheriff para salvar a Victoria de la cárcel. El asunto seguirá coleando al número siguiente.

Balas perdidas #13. Adiós, bella vaca
Verano de 1983. En algún lugar del Oeste (Seaside)

Personajes: Beth, Nina, Orson, Nick, Victoria, Sheriff Montana, Leslie, Lemmy, Harry (mención)

Sinopsis: El entierro de la vaca Lilly Bottoms, muerta de un disparo por el Sheriff Montana en el número anterior. Victoria es la narradora principal, con descripciones en su cuaderno y reflexiones sobre la importancia de la palabra «FIN» para los finales felices. Además, Nina prosigue su degradación con Leslie y Lemmy, y Beth apuesta por Nick como nuevo Sheriff de la localidad… algo que parecía una buena idea al principio pero que fracasa el día de las elecciones, pues todos los habitantes tienen miedo de las amenazas de muerte de Montana. Lo irónico es que este muere de un infarto y Nick ocupa el cargo. Las piezas están en su sitio. Se masca la tragedia.

Esto no presagia nada bueno...
Esto no presagia nada bueno…

Balas perdidas #14. Has recorrido un largo camino, nene (Especial 50 págs.)
Octubre de 1983. Seaside.

Personajes: Beth, Nina, Orson, Nick, Victoria, Spanish Scott, Monstruo, Leslie, Lemmy, Rose, Joey, Harry (mención)

Sinopsis: Cuando Orson, Beth, Nina y Ginny deciden largarse de Seaside para empezar una nueva vida en Las Vegas, son encontrados por Spanish Scott y Monstruo, buscando la droga y el dinero de Harry. En el coche también llegan Rose y su hijo Joey. La situación se complica. Nina aparece muerta de una sobredosis, Orson escapa y, cuando intenta rescatar a Beth, él y Spanish Scott se matan mutuamente. Tras el desaguisado, Beth huye y encuentra a Victoria en la estación de autobús, lista para empezar de nuevo.

Con este capítulo se cierra el ciclo 2º, recopilado en el volumen En algún lugar del Oeste.

Virginia conoce a Bobby
Virginia conoce a Bobby

Balas perdidas #15. De ángeles y demonios
Marzo de 1984. Los Angeles (California)

Personajes: Beth, Victoria, Ricky Fish, Bobby McGraw, Benny y Janet McGraw.

Sinopsis: Un nuevo principio para la serie. Han pasado algunos meses desde el trágico capítulo anterior. Beth vive en Los Angeles con Victoria, que se hace llamar «Amy», como el personaje de ficción que ha creado en sus fantasías. A Victoria no le gusta la relación sentimental de Beth con Ricky Fish, así que un día abandona a su amiga para volver a vivir sola. En un principio llega a un acuerdo con un chico del barrio, Bobby, para quedarse en su casa durante la ausencia de sus padres. En Bobby, enamorado de los cómics, pueden verse características del propio autor, como su pasión por el Daredevil de Frank Miller, mencionaes a Los 4 Fantásticos y a John Byrne, y chistes como ese Marvel vs. DC que se monta Bobby. La cosa de complica con el regreso del matrimonio McGraw, pues la esposa tiene un amante para cada día de la semana y a Victoria le es difícil salir del sótano. Un día que lo intenta es descubierta en medio de una crisis de celos de la pareja, cuando el marido tropieza con uno de los amantes de su mujer. Afortunadamente, Beth pasa por allí y la rescata.

Bobby es el primero en dibujar el personaje de Amy Racecar, creado por Victoria Applejack.

Balas perdidas #16. Dos semanas de desmadre
Julio de 1979. Los Angeles (California)

Personajes: Hank, Amelia, Lorraine, Janet, Benny y Bobby McGraw.

Sinopsis: Atrás en el tiempo para presentar nuevos personajes y profundizar, de rebote, en la familia de Bobby (el niño amigo de Victoria aficionado a los cómics), por ejemplo, con el cambio de mentalidad de su madre, Janet, abandonando la fidelidad conyugal. Todo empieza con Hank, quien mata accidentalmente a un conductor que estuvo a punto de atropellarlo. El accidente, la sensación de impunidad al no ser descubierto, le hace sentir invencible y empieza a soltarse el pelo, a vivir la vida que siempre deseó y que tenía enterrada bajo capas de obligaciones y miedos, empezando por el dominio de su mujer. El primer paso es la relación con Janet, la esposa de su amigo Benny, pero pronto no es suficiente y recurre a sucesivas prostitutas. Una de ellas, Amelia, le cala hondo, hasta el punto de estar dispuesto a dejar a Lorraine y empezar de nuevo. Pero Amelia se echa atrás en el último momento, con una llamada telefónica, y Hank parece quedar preso en la monotomía de la que pretendía huir.

El detalle: En el capítulo anterior Janet viste un corsé similar al que aquí estrena para Hank y que -dice- su marido no aprobaría.

Entran Roger y Kathy a formar parte del elenco principal
Entran Roger y Kathy a formar parte del elenco principal

Balas perdidas #17. Mientras Ricky Fish dormía
Enero de 1982. Los Angeles (California)

Personajes: Ricky Fish, Kathy, Roger, Puncher.

Sinopsis: Un vistazo al pasado juerguista de Ricky Fish, casado con Kathy (27 años) y con una hija, Janey, de 10. Kathy conoce una noche a Roger, policía, y la relación prosperará, como anticipa el final y comprobaremos en el futuro. Historia con un subtexto delicado (y conservador) tras la excusa de una juerga y una apuesta (sobre las 50 capitales de los estados norteamericanos, nada menos). Roger puede ser el único agente íntegro que veremos en la serie, si hacemos caso a la creencia expresada por Amy Racecar en BP#10.

Balas perdidas #18. Sexo y violencia

Galimatías de Amy Racecar parodiando las habituales tramas sórdidas y rocambolescas de los clásicos de la serie negra, con imitaciones de Bogart o Gable. Como «Un cadáver a los postres» pero sin demasiada gracia, más que algunos detalles de caracterización (como la repugnancia que muestra Victoria por el sexo). Uno de los episodios más flojos de la serie.

Balas perdidas #19. ¡Chicas desnudas en vivo!
Junio de 1982. Los Angeles (California)

Personajes: Amelia, Roger, Toni.

Sinopsis: La historia secreta de Amelia, desencantada con los hombres, a quienes seduce para que sean infieles a sus parejas y así demostrarse a sí misma que son todos iguales… hasta que Roger no pica el anzuelo y las quejas de varias mujeres obligan al dueño del bar donde trabaja como camarera a despedirla. Se emplea entonces como bailarina de alterne en un club de striptease, situación similar a como la encontramos en BP#16.

El profesor Philip Wallis se encuentra en un buen lío
El profesor Philip Wallis se encuentra en un buen lío

Balas perdidas #20. Motel
Agosto de 1986. Cerca de San José (California)

Personajes: Philip Wallis, Cynthia Wallis, Rachel, Monstruo, Blue Ed, Frank, Harry (mención)

Sinopsis: Philip Wallis, profesor universitario de 50 años, tiene una aventura con Rachel, una jovencita a la que ve dos días por semana en el motel regentado por Frank. Rachel le tiende una trampa para que la señora Wallis se entere de su infidelidad, presumiblemente para que Philip se quede con ella. Pero la cosa se complica de pronto con la irrupción de Monstruo y Blue Ed, dos secuaces de Harry. Por lo visto, Harry posee un libro de contabilidad codificado con un algoritmo que quiere que Philip descifre. Para escapar, Rachel dispara sobre Blue Ed y lo deja malherido, pero el profesor también es alcanzado durante la huida por el impacto de una escopeta. Philip se desangra en el asiento de copiloto del coche mientras Rachel conduce tratando de ponerse a salvo…

Balas perdidas #21. Una pequeña tragedia de amor
Enero de 1984. Los Angeles (California)

Personajes: Roger, Kathy, Benny y Janet McGraw.

Sinopsis: Elaborada ensoñación de Benny McGraw convirtiendo a Roger en villano que asesina de un tiro a Janet para tener el camino libre a una relación con Kathy, la esposa de su amigo. Con el tono exagerado de las fantasías, muestra que Benny no es precisamente de fiar… solo hay que ver su rostro de felicidad cuando cree que Janet puede morir asfixiada por un trozo de carne con que se ha atragantado durante la cena.

Balas perdidas #22. Tráete el diablo a casa
Marzo de 1985. Los Angeles (California)

Personajes: Beth, Charlie, Ricki Fish, Joanne.

Sinopsis: Charlie quiere echar una cana al aire durante la ausencia de su mujer, Joanne, en el hospital atendiendo a su madre enferma, pero se topará con Beth, quien le dejará bien claro los peligros de flirtear con desconocidos. Un episodio ligero.

Con este número se cierra el tercer ciclo, recogido en el libro Otra gente.

Con profesores así no sorprende que el chaval se extravíe
Con profesores así no sorprende que el chaval se extravíe

Balas perdidas #23. La caja secreta
22 de octubre de 1980. Baltimore.

Personajes: Spanish Scott, Rose, Joey, Janice, Harry (mención)

Sinopsis: Descubrimos que Scott y Rose son hermanos. El matón se encarga de vigilar a su sobrino Joey una tarde, mientras Rose está fuera, así que enseña al crío a decir tacos, le lleva a los billares donde charla con los colegas sobre el candidato Reagan y lo encierra en el maletero del coche mientras asesina para Harry, su patrón. Luego recogen a Janice, la niñera adolescente de Joey, enamorada secretamente de Spanish Scott. Mientras se lían en el auto (con Joey otra vez en el maletero), la chica recibe un disparo. Es la venganza del hermano de la víctima asesinada por Scott ese mismo día. El hábil secuaz consigue escapar gracias al truco del encendedor, ya mencionado en BP#14.

Balas perdidas #24. ¿Hombre o ratón?
15 de junio de 1985. Los Angeles (California)

Personajes: Beth, Ian, Amelia, Ricky Fish, Monstruo, Blue Ed, Harry (mención)

Sinopsis: Vuelve Ian, el chico que Beth conoció en el picnic de Seaside (BP#11) para echar una mano contra los matones de Harry, que la tienen vigilada en un restaurante chino, junto a sus amigos, buscando todavía el dinero y las joyas robados años ha. Ian debe proteger a Victoria quien, sin embargo, no aparece por casa. Mientras, Amelia observa que Monstruo está colado por Beth y que ese es el auténtico motivo del acoso. La afirmación se revela cierta, sorprendentemente.

¿Os fiarías de este tipo? ¡Si parece el Joker antes de caer en la cubeta de ácido!
¿Os fiarías de este tipo? ¡Si parece el Joker antes de caer en la cubeta de ácido!

Balas perdidas #25. Coacción
14 de junio de 1985

Personajes: Victoria Applejack, Bobby McGraw, Ron, Leaf, Beth.

Sinopsis: Victoria escapa de casa cuando la policía, a instancias de los vecinos, la interroga por la razón de que no esté escolarizada. En esos momentos, Beth está liada con los sucesos del capítulo anterior, así que Victoria recurre a su amigo Bobby, quien ya la dejó dormir en su casa tiempo atrás. Esta vez, sin embargo, no puede ayudarla. En la tienda de discos de Leaf, Victoria conoce a Ron, aficionado al teatro que se apiada de su situación y la invita a comer. Más tarde, la deja dormir en su casa. Al día siguiente, Victoria ve a la policía con Beth, en el momento que quería contactar con ella, por lo que vuelve con Ron y juntos van a buscar a Bobby. Cuando los tres están en casa de Ron, este parece enloquecer y los rapta, diciendo que ahora son suyos y formarán a partir de ahora su familia.

Balas perdidas #26. Las fresas silvestres no pueden romperse o No culpes a Dios por la muerte de tu perro (un thriller psicológico)

Sinopsis: Tan alambicado título esconde un osado ejercicio. Lapham se descuelga con una alucinación de Amy Racecar que maneja, entre líneas, los horrores del cautiverio iniciado en el capítulo anterior a la vez que anticipa su posible solución. La sugerencia, elusiva, fragmentaria, críptica, resulta muy eficaz, como una corriente de fondo que deja un malestar impreciso e inquietante, al tiempo que conserva el misterio sobre la solución verdadera.
Significativas referencias a largometrajes como Alien, Alguien voló sobre el nudo del cuco, Desafío Total o Arma Letal 2 en destacadas escenas, con préstamos de Miller (ese perro que devora las piernas de quien no puede moverse) o Bryan Talbot, quien en Máscaras (Legends of Dark Knight #34-35) puso a Batman en una tesitura de lavado de cerebro similar a la narrada aquí.

Beth sigue las pistas para dar con el paradero de Virginia
Beth sigue las pistas para dar con el paradero de Virginia

Balas perdidas #27. Rota
3 de julio de 1985. Los Angeles (California)

Personajes: Beth, Victoria, Ian, Janet, Benny, Bobby, Hank, Kathy, Roger, Leaf, Ron, Monstruo (mención)

Sinopsis: Beth busca desesperadamente a Victoria, a quien ella conoce como «Amy». Sabe que le ha pasado algo, pues la última vez que la vio, mientras hablaba con dos agentes de policía, ella subió al coche de un desconocido y nunca más se volvió a saber de ella. Agotadas sus pistas, telefonea a Ian y a Monstruo para que la ayuden. Mientras, trata de ordenar sus recuerdos, buscando algo significativo. Ha hablado con Ron, sin ver en él nada sospechoso. Cuando acude a la casa del matrimonio McGraw, donde una vez la encontrara atrapada (BP#15), descubre que Bobby también ha desaparecido y la madre la acusa a ella de habérselo llevado. En la confusión por escapar, dispara a Roger, que trataba de detenerla.
De vuelta en casa, recibe una llamada de Monstruo. Ha sido Ron. Sabe donde vive. Ian y ella van para allá, pero de camino son perseguidos por la policía, que tiene orden de detenerla. Beth consigue zafarse y entra armada en la vivienda, pero el secuestrador aparece muerto, colgado de una de sus esculturas, en una imagen reminescente de El silencio de los corderos (J. Demme, 1990). Rescata a Bobby, pero ni rastro de Victoria.

El capítulo más ambicioso de la serie, donde Lapham juega con continuos flash-backs para escenificar la investigación criminal, es un culmen de tensión, ejecutado con maestría. La trama te atrapa y no te suelta. La paciencia y meticulosidad del autor obtiene su recompensa, con todas las piezas bruñidas, con todos los engranajes deslizándose engrasados, con precisión de relojero suizo.

Balas perdidas #28. El premio
Entre el 4 de julio y el 7 de julio de 1985. Los Angeles (California)

Personajes: Beth, Roger, Ian, Victoria, Monstruo, Holly, Rose, Joey, Roth, Blue Ed

Sinopsis: Monstruo ha matado a Ron. Victoria escapa por la ventana de la casa. En la caída se fractura una pierna. Monstruo la sigue y la captura. En una alfombra la lleva a la casa de Rose, donde la esconde como rehén para chantajear a Beth, en prisión acusada de los secuestros y de disparar a un policía. Monstruo quiere obligar a Beth a que se case con él. Mientras, Ian contrata un abogado para la defensa de su amiga y continúa las pesquisas con un tal Willy, quien le informa de los movimientos de Monstruo y Blue Ed. Así da con la casa de Rose y localiza a Victoria. Por desgracia, es capturado.

Balas perdidas #29. La libreta
18 de julio de 1985. Los Angeles (California)

Personajes: Beth, Victoria, Roger, Monstruo, Bobby, Benny, Janet, Rose, Joey, Roth, Blue Ed, Punch.

Sinopsis: Roger y Punch siguen las pistas hasta dar con Monstruo y liberar a Victoria, retenida en la casa de Rose. Para ello, los policías leen los diarios de la niña, así como la atroz obra de teatro que Ron le obligó a escribir; interrogan a Beth y a Bobby; establecen un dispositivo de vigilancia sobre los secuaces de Monstruo; localizan en una playa el cadáver de Ian. Así y todo, Beth se ve obligada a desposarse con Monstruo para que este le garantice la seguridad de «Amy». Al fin, la policía la localiza, viva y básicamente ilesa.

Al principio Virginia era reacia a convertir a Amy en un personaje de tebeo. Bobby la convenció
Al principio Virginia era reacia a convertir a Amy en un personaje de tebeo. Bobby la convenció

Balas perdidas #30. Final Feliz
29 de mayo de 1985. Los Angeles (California)

Personajes: Victoria Applejack, Bobby McGraw.

Sinopsis: Victoria y Bobby colaboraban en las aventuras de Amy Racecar, antes de que las cosas se torcieran. También, Victoria ayuda a Bobby a recuperar el revólver de su padre, sustraido por un compañero del colegio.

Un bello epílogo al cuarto volumen recopilatorio, titulado Días negros.

Valoración

Balas perdidas es una obra majestuosa e irrepetible. No busquen comparaciones fáciles porque no las van a encontrar. Cada disparo de Lapham hace pupa. Ya es sintomático que, tras Brubakers, Millers, Ruckas o Bendis, los primeros números, que van para 20 años, no hayan visto empañados su frescura un ápice. Los protagonistas dinamitan arquetipos con el mismo desparpajo con que cada episodio salta en el tiempo. El puzzle intensifica los momentos, atrapados con la potencia de lo genuino. Los frecuentes cambios de enfoque, las variaciones del punto de vista, enriquecen las caracterizaciones en lugar de distraer con juegos compositivos, estructurales.

La narración llega a ser tan sutil que roza lo subliminal. Pero Lapham no es oscuro. Después lo explica, o lo necesario para que no queden incertidumbres, para que la imaginación no se desboque por caminos ociosos. Ayuda que acote, desde el principio, los lindes de la experimentación, confinándola en el terreno analítico, en el montaje, rara vez en el apartado gráfico (hay excepciones, como la fiesta representada en BP#5), prudente en lo simbólico, para no perder el asidero de la cotidianidad, con su carga de monotonía que tan bien refleja la diagramación constante en cuatro filas y dos columnas (o equivalentes), página tras página, número tras número. La celdilla queda recortada en un formato similar al 1:65 cinematográfico. Pocas veces aprovecha esta semejanza para decantarse por la acción cinética, a la manera de su admirado Miller. Cada viñeta hay que leerla como se leían los cómics antiguos, los tebeos de EC, por ejemplo, qe tanto influyeron en Charles Burns, con quien a veces concuerda en las fisonomías adolescentes. Pero Burns es más experimental, más agobiante y siniestro. En Lapham prima una luz cotidiana, que ayuda a asimilar sus «robos». Porque Blue Ed es un crápula simiesco que firmaría Burns, pero Amelia es un calco de las chicas de Jaime Hernández, Kathy parece una mujer de Kirby, la Crystal de Los Inhumanos, con ese mentón cuadrado que parece aplastarse sobre el cuello, esos anchos pómulos enmarcados en una melena. ¿Y no es Monstruo, con esas gafitas y esa fuerza descomunal, como el primo con esteroides del Kevin caníbal de Sin City?

Tomada en capítulos individuales, Balas perdidas, muchas veces, rebasa la serie negra, como un falso «slice of life» de criminales desocupados. Y digo bien: falso. Porque al contrario que en Lowlife, donde Brubaker enmascaraba anecdotillas de su alrededor, Balas perdidas no pierde jamás su aliento de ficción, de vehículo de la historia, que puede ser intrincada, o directa, o poética, o cruel, pero coherente siempre en sus postulados.

Con una puesta en escena a capricho del autor, sin corsés temporales ni geográficos, siendo cada episodio al tiempo una unidad significativa y una pieza de un mural más grande, se podrían sospechar carencias en la definición de los protagonistas, llevados de aquí para allá como muñecos, hablando cuando tienen que hablar, saltando cuando tienen que saltar, sin una personalidad verdadera. Pero ocurre lo contrario. Los personajes se erigen en la baza principal de la propuesta de Lapham. Llegamos a quererlos y sufrimos con ellos, incluso con alguno que tiene más defectos que virtudes e incluso podríamos tildar de «mala bestia».

El número que lo empezó todo en 1996
El número que lo empezó todo en 1996

Lapham cita a Hemingway y a Vonnegut como sus escritores favoritos. Pocas trazas se ven de los padres del género, llámense Hammett, Chandler o Himes, menos aún de continuadores tipo Spillane; se podrían rastrear aromas de Jim Thompson, tal vez, aunque apuesto por otros referentes: Frank Miller, quien ya aventuraba en la sombría Sin City el tráfico de personajes coincidentes, o Quentin Tarantino, Pulp Fiction en particular, quien montaba sus películas buscando efectos parecidos a los pretendidos por Lapham (pensemos, por ejemplo, en las similitudes entre Vincent Vega y Spanish Scott o en la ocultación de Harry como el Marsellus Wallas del primer segmento).

Aunque parezca mentira, también nos sale Watchmen en la mezcla. La plantilla de viñetas no es la misma (3×3 frente a 4×2, como ya se ha dicho), pero su función sí podría tener paralelismos. Lo mismo podríamos decir de Amy Racecar y el tebeo de piratas (cómic dentro del cómic). ¿Y no es la infancia de Joey hasta cierto punto pareja a la de Walter Kovacs, más conocido como Rorschach?

Influencias, comparaciones, hipótesis, lo cierto es que Lapham ha entregado algo único que tiene en su resistencia a la clasificación o la mímesis su debilidad más acusada para hallar el éxito multitudinario. La serie aguanta lozana múltiples lecturas y escrutinios, incluyendo la ubicación cronológica de las aventuras, algo que siempre despierta curiosidad. Apunten esto: Balas perdidas será un clásico. En el futuro alguien la recuperará, siguiendo las huellas de Hammett o Thompson, y entonces nos sorprenderemos de que en su momento no se la apreciase como se debía. No esperen a que se ponga de moda y podrán presumir de haber estado ahí desde el principio.

Edición Española

La colección Fuera de serie Comix, un subsello de Ediciones La Cúpula, empezó la serialización de Balas perdidas en España en 1998, en un formato respetuoso, en esencia, con el comic book original, si bien de tamaño un pelín inferior y con portada de cartoncillo plastificado. La traducción corrió a cargo de Francisco Pérez Navarro, conocido por sus múltiples contribuciones a los tebeos Marvel publicados por Forum en la década de 1980. En este formato llegaron a publicarse 22 números, que abarcaban los tres primeros ciclos por completo.

Los números entre el 23 y el 30 USA fueron agrupados en un tomo bajo el sello La Cúpula Comix. Novela Gráfica, titulado Días negros, que acabaría siendo el 4º volumen de la serie. Los ejemplares anteriores también fueron recogidos en este formato bajo los títulos La inocencia del nihilismo (vol.1, comprendiendo Stray Bullets #1-7), En algún lugar del Oeste (vol.2, comprendiendo Stray Bullets #8-14) y Otra gente (vol.3, comprendiendo Stray Bullets #15-22). Los tomos reducían un poco el tamaño de los comic books previos y rebajaban la calidad de papel, dando una impresión con los negros menos contrastados.

La Cúpula pausó aquí la edición de Balas perdidas, aguardando a que finalizara la saga en curso, la más extensa y que en USA se detuvo en el #40, a falta de un capítulo para concluir. Mientras, publicó en un único volumen las nueve partes de la estupenda Mátame otra vez y serializó el spin-off Amy Racecar, entretenido pero muy inferior a la serie madre, en su revista El Víbora, principiando en el nº 240. Poco a poco, Lapham descuidaba a sus hijos predilectos aceptando ofertas para escribir propuestas gamberras como Crossed o Ferals en Avatar.

Durante años las noticias fueron muy preocupantes para Balas perdidas. El propio Lapham llegó a declarar que tal vez no llegara jamás ese digno final a sus esfuerzos. Por fortuna, la cosa cambió recientemente. Balas perdidas ha recalado en Image, donde ha aparecido ese postergado #41 que cierra el trayecto original. No acaban aquí las alegrías. Una nueva serie, subtitulada Killers, retoma los personajes allí donde quedaron, ideal para los lectores que decidan sumarse en marcha.

Continuará… así que atentos a los próximos disparos.

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Mr. X
Mr. X
Lector
28 septiembre, 2014 19:49

Sr Agrafojo, en otro post he recordado hoy que el primer cómic que leí en mi vida fue uno en el que los X-men de Claremont se enfrentaban al rey de los vampiros. Y también me acuerdo que cuando hicieron ese increíble megarepaso a esa etapa legendaria, a usted le tocó en suerte comentar ese número. Y ahora también por ¿casualidad? reseña con una enorme amplitud y sabiduría uno de mis cómics +++ favoritos de todos los tiempos, y que de paso recomiendo a cualquiera que no lo haya descubierto, porque es una maravillosa obra maestra.

EN fin, que cosas como estas hacen que los lectores de ZN vean a los redactores de esta gran web, aunque no los conozcan en persona, más como amigos que como otra cosa. ¡Gracias!

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2014 21:26

Pues yo llevo muchos años esquivando esta serie pensando que era otra cosa y mira, me has convencido. Eso sí, teniendo en cuenta mi fobia por las reducciones de formato a lo mejor espero una posible y probable reedición ahora que han rematado las tramas.

Cybercontroller
Cybercontroller
Lector
28 septiembre, 2014 21:48

Leí varios numeros y no me gustaron ya que el genero en si no me llama nada y la historia es bastante dura; y para leer algo que me deje un mal cuerpo, paso. Eso si, el dibujo mola.

pocoZ
pocoZ
Lector
28 septiembre, 2014 22:08

Un comicazo de 9. Para cuando una redición en tapa dura como se merece?

Pikodoro
Pikodoro
Lector
28 septiembre, 2014 22:23

Con altibajos, por supuesto, pero me encantaron los tomos publicados por La Cupula. De cualquier manera siempre pongo entre paréntesis cualquier opinión sobre una obra voluntariamente nunca terminada (sin dudar de su talento, Christophe Blain es para mí un bluff desde que quedó claro su incapacidad para terminar, cerrar o llevar a algún sitio nada de lo que su supuesta genialidad esboza). Como has dicho, ninguna de las obras posteriores se acerca ni por asomo a Stray Bullets, ni siquiera «Matame otra vez», que de estupenda tiene, siempre en mi opinión, bien poco. Stray Bullets juega al desarrollo disperso, y ahí es donde los clichés de la serie negra se crecen, pero si esa dispersión es un viaje a ninguna parte, quedaría tan sólo en un «nice try». Veremos cómo la recupera, porque si «el alquitrán del camino embriaga tanto como el suave vino del hogar», esta obra quedará como otro caso, tan frecuente en el medio, de «lo que pudo haber sido y no fue».

KimotatomiK
KimotatomiK
Lector
28 septiembre, 2014 22:33

Para mi y sin haber leido todavia el final es una obra maestra del genero negro. He leido otras obras de Lapham y me han hecho preguntarme que ha podido pasarle para que sus siguientes obras tuvieran un nivel tan bajo en comparación con Balas Perdidas. Ojalá La Cupula se anime y siga publicando este comic.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
28 septiembre, 2014 23:13

Estupendo artículo, Agrafojo.

Balas Perdidas es un tebeo que me encanta. Y es de los que puedes leer tropecientas veces, que nunca pierde magnetismo.

Ojalá se publique más pronto que tarde el final.

Joder… Me han entrado unas ganas locas de releerme la serie.

Rasputin33
Rasputin33
Lector
29 septiembre, 2014 0:39

Sin ánimo de incordiar, ¿esta semana no hay sección de ZN Spoilers? Gracias de antemano.

Alejandro Ugartondo
Autor
29 septiembre, 2014 0:56

Excelente artículo Javier, y muy útil para volver a ponerme al día con esta obra que lleva demasiado tiempo esperando para ser acabada. Yo también me declaro fan incondicional de Balas Perdidas. Al principio me costó un poco meterme en la historia, pero antes de acabar el primer recopilatoria ya estaba enganchadísimo. A ver si La Cúpula se anima a publicar el nuevo material.

@Rasputin: durante la semana del aniversario se suspenden las secciones habituales para dejar sitio a los artículos especiales por lo que habrá que esperar una semanita para tener nueva ración de ZNSpoilers. Un pequeño cambio que creo que merece la pena 😉

Mr. X
Mr. X
Lector
29 septiembre, 2014 8:10

Pues ya que estamos Lapham-neando, aquí uno que se pilló el tomo de Young Liars de segunda mano, y le encantó y la considera la-mejor-serie-de-Vertigo-finalizada-antes-de-tiempo que ha leído, y además con muchos puntos en común con Balas Perdidas, como tener a jóvnes desubicados como protagonistas, la mezcla de escenas reales con otras de ficción, el nihilismo, etc. Pena que tuviera que darle un final precipitado.

Lono
Lono
Lector
29 septiembre, 2014 9:23

Yo tengo el material de La Cúpula, con las grapillas y el último arco que publicaron ya en tomo. Por lo que veo, estaría inédito aquí el último arco de 11 números. Estoy pensando en pillar el tocho que sacó Image recopilando toda la serie: 1200 páginas por 46 euros. Si alguien lo tiene a ver si puede comentar qué tal está la edición…

Rasputin33
Rasputin33
Lector
29 septiembre, 2014 12:04

Gracias por responder, Alejandro 🙂