Reseñas DC – The Flintstones #1-6

Mark Russell y Steve Pugh marcan el camino a seguir firmando el reboot ideal; el espejo en el que otros autores deberían mirarse.

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Edición original:The Flintstones VOL.1 #1-6. DC Comics
Guion:Mark Russell
Dibujo:Steve Pugh
Color:Chris Chuckry
Formato:Tomo tapa blanda. 168 páginas
Precio:16,99$

 

“¿Un cómic de Los Picapiedra? ¿En serio?” Bien podría ser la reacción principal por parte del público a la hora de afrontar por primera vez esta obra. Esta reacción, en realidad, no tendría mucho sentido y voy a explicar el porqué. Empecemos por el principio, por el origen de la serie de animación. Los Picapiedra (The Flintstones) se estrenó el 30 de septiembre de 1960 en la cadena estadounidense ABC y se mantuvo en antena hasta el 1 de abril de 1966 en prime time, algo inaudito en una serie animada. De esta forma, no solo se convirtió en el mayor éxito de Hanna-Barbera Productions sino que fue el show animado más longevo de la historia de la televisión hasta que Los Simpsons en 1997 le arrebató dicha marca. También fue la primera serie de animación en estar nominada al Emmy a la mejor comedia en 1961, aunque no se llevó el galardón. De hecho, su legado televisivo es tan importante que series como la ya mencionada Los Simpsons o Padre de familia han estado fuertemente influenciadas por ésta. Sin ir más lejos, TV Guide la eligió como la segunda mejor serie de animación de todos los tiempos.

Desde su cancelación en 1966, surgieron multitud de spin-offs televisivos, especiales para la televisión, telefilmes, videojuegos y dos películas con actores de carne y hueso. La primera de ellas, llamada Los Picapiedra (1994), si bien no era especialmente buena, sí que fue un gran éxito comercial. Con un presupuesto de 46 millones de dólares, recaudaron 341 millones de dólares en la taquilla mundial. Se notaba la mano en la producción de Steven Spielberg y Kathleen Kennedy. Además de esto, el acertado casting influyó positivamente en el éxito de la cinta. La segunda se tituló Los Picapiedra en Viva Rock Vegas (2000) y fue un desastre tanto de crítica como de público (se cambió por completo el reparto de la primera entrega), porque pasó a tener un presupuesto mayor, 83 millones de dólares, pero los resultados en la taquilla mundial fueron desastrosos, llegando solo a recaudar 59 millones de dólares. Brian Levant fue el director de las dos películas.

John Goodman (Pedro), Elizabeth Perkins (Vilma), Rick Moranis (Pablo) y Rosie O'Donnell (Betty) en Los Picapiedra (1994)
John Goodman (Pedro), Elizabeth Perkins (Vilma), Rick Moranis (Pablo) y Rosie O'Donnell (Betty) en Los Picapiedra (1994)

Hemos visto la importancia que tuvo Los Picapiedra dentro la televisión y cómo ésta se extendió por otras disciplinas. Ahora bien, ¿pero qué relación hay entre el mundo del cómic y Los Picapiedra? La realidad es que ambos mantienen una relación más estrecha de lo que pueda parecer a priori. El 2 de octubre de 1961, justo un año después de su estreno televisivo, la tira cómica de Los Picapiedra debutaba de la mano del animador Gene Hazelton, que había trabajado con anterioridad para Disney, MGM y Tex Avery. A lo largo de los años tuvo la ayuda de los siguientes artistas: Roger Armstong, Dale Hale, Harvey Eisenberg, Dick Bickenbach, Joe Messerli, Jerry Eisenberg, Iwao Takamoto, Bob Singer, Tony Di Paola, Lee Hooper y Jesse Marsh. Finalmente, dicha tira se publicó hasta 1988.

Ésta fue la primera aparición de la obra creada por William Hanna y Joseph Barbera en el mundo del cómic, pero no fue la última. Es más, varias editoriales americanas han publicado las aventuras de Pedro Picapiedra y compañía en papel a lo largo de las décadas: Dell Comics, Golden Key Comics, Permabooks, Charlton Comics, Blackthorne Publishing, Harvey Comics, Archie Comics, Marvel Comics y DC Comics.

Hacemos un salto en el tiempo hasta el año 2016. Justo hace un año, Hanna-Barbera y DC Comics unían fuerzas para el lanzamiento de una nueva línea de cómics que suponía el reboot del universo animado creado por estos dos míticos artistas. Debido a esta puesta al día han salido cuatro series de cómics: Scooby Apocalypse, Future Quest, Wacky Raceland y Los Picapiedra. Para esta versión de Los Picapiedra se contrataron los servicios de Mark Russell y Steve Pugh. Veamos con más detenimiento cuál ha sido el resultado.

En primer lugar, la sensación que tengo al leer este cómic es que Mark Russell sabe escribir. Y cuanto más me meto de lleno en el análisis de sus guiones, esa idea cobra todavía más fuerza. Una de las primeras enseñanzas que me dieron a la hora de escribir un guion es que para hacer algo rompedor, uno debe conocer las reglas. En este sentido, la relación de Russell con Los Picapiedra es la del conocimiento y la del respeto. Precisamente, con esa base sólida es capaz de crear algo que trasciende a la obra original. Mantiene el espíritu, ya que ambas creaciones son sátiras sociales, pero cambia el tono: aquí es más incisivo, más despiadado y más corrosivo. El autor de Prez, que parece haber gozado de bastante libertad creativa por parte de la editorial, actualiza la temática de la serie y hace que Los Picapiedra sea una obra contemporánea. La serie original pese a que se creó en los 60 para la televisión, tocó temas impropios para la época y para el medio: la explotación laboral, el consumismo o la adopción ante la imposibilidad de tener hijos por parte de Betty (en la nueva versión es Pablo quien no puede tener hijos).

Russell tira con bala y no deja títere con cabeza y para esto hila muy fino un humor que hace pensar al lector. A veces, aunque recurre al exceso no cae en la brocha gorda o en la risa tonta e insustancial. El escritor americano retrocede 100.000 años en el tiempo para contarnos nuestras miserias del día a día. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Está hecha a conciencia. En poco espacio es capaz de tocar muchos temas con una precisión cirujana y cuestionándolo todo. Russell muestra un inconformismo ante cuestiones capitales y ante nuestra forma de ver el mundo. No se libran de su afilada pluma el capitalismo, el consumismo, los medios de comunicación, la guerra (orígenes y consecuencias), la monogamia y el matrimonio gay, los políticos, el electorado, la historia, la ciencia, la religión, el turismo… Es especialmente divertido ver cómo la invasión alienígena adopta la figura de turismo low cost de borrachera, dejándonos imágenes que bien podrían ser las de Salou o Magaluf, por citar algunos ejemplos. La sátira funciona perfectamente si la aplicamos a USA, pero también funciona si la aplicamos a Occidente en general. Además de este inconformismo, Russell se atreve a dar una explicación racional al origen de la mítica frase «¡Yabba Dabba Doo!» dotándola de un nuevo contexto y un nuevo sentido.

Otro de los grandes logros del guionista es el ritmo. Para dominar la comedia, hay que dominar el ritmo y Russell se doctora en esta cuestión. Te está exponiendo un tema en varias viñetas y de repente en la siguiente te salta con otro tema diferente, a modo de pincelada. De esta manera es capaz de tocar varias tramas en cada número dando la sensación de que cada entrega es más larga de lo normal porque aprovecha muy bien el espacio y el tiempo. El mérito de esto es todavía mayor, ya que cada número es autoconclusivo. De esta forma, saca los colores a aquellos guionistas abonados al decompressive storytelling. Hay que destacar también el tratamiento de los personajes que ha hecho Russell como algo muy positivo ya que ha usado la mayoría de los que salían en el show televisivo y ha respetado su personalidad. Además de Pedro, Pablo, Vilma y Betty, aparecen Peebles y Bam Bam (ambos en versión adolescente), el malvado Señor Rajuela, Dino, El Gran Gazú y Joe, el amigo que Pedro y Pablo tienen en común siendo aquí un veterano tocado por Las Guerras del Paleolítico. Conflicto bélico que bien podría ser el de Afganistán o el de Irak, aunque creo que la sombra de Vietnam es alargada.

En cuanto a los lápices, la empresa que Steve Pugh tenía que acometer era todavía más complicada que la de Mark Russell. Puede o no gustar Los Picapiedra; tal vez no nos acordemos de las tramas de la serie original; quizás hace muchos años que no la hayamos visto por televisión; pero hay algo que es innegable y es que Pedro Picapiedra, Pablo Mármol, Vilma y Betty son iconos. Darles una nueva imagen a estos personajes creados hace casi sesenta años y que no tirara para atrás era todo un reto, ya que están instalados en el imaginario colectivo. Una vez superado el lógico choque inicial, podemos comprobar que el trabajo del dibujante británico ha dotado a la obra de un toque de realismo. Aquí los personajes tienen proporciones anatómicas más cercanas a nosotros que las que tenían en la versión televisiva, alejándose de esta forma del estilo caricaturesco del original. Con todo, hay que decir que aquí los habitantes de Bedrock tienen un desarrollo muscular importante, a diferencia de la primera versión, en la que destacaba la figura un poco rechoncha de Pedro Picapiedra. Al igual que Russell, Pugh también respeta la esencia de los personajes para crear su nueva visión. Hay que destacar la calidad de los gags visuales (guiño a Mundodisco incluido) que tiene el cómic y la introducción de aparatos que no existían en los años sesenta como el teléfono móvil o los ordenadores. Pugh también se encarga de diseñar nuevos utensilios domésticos protagonizados por animales antropomórficos, algo que ya era seña de identidad en el show catódico. Estos animales protagonizan más de un momento hilarante a lo largo de la obra. Al dibujo le acompaña el buen hacer del colorista Chris Chuckry, que dota al conjunto de fuerza y viveza.

En resumen, y como exponía al principio, si dejamos a un lado una mirada prejuiciosa y superficial, nos encontraremos con una nueva versión de Los Picapiedra que no solo destaca por su gran nivel, sino que también se muestra como un cómic muy accesible para una gran variedad de público. De este modo, hará tanto las delicias de los conocedores de la serie de televisión, como también a aquellos que se acerquen por primera vez a conocer las aventuras de estos entrañables personajes. Por desgracia, esta maravillosa obra no ha sido editada en España. Esperemos que se publique y que podamos verla en nuestras librerías.

  Edición original:The Flintstones VOL.1 #1-6. DC Comics Guion:Mark Russell Dibujo:Steve Pugh Color:Chris Chuckry Formato:Tomo tapa blanda. 168 páginas Precio:16,99$   “¿Un cómic de Los Picapiedra? ¿En serio?” Bien podría ser la reacción principal por parte del público a la hora de afrontar por primera vez esta obra. Esta reacción,…
Guion - 9.5
Dibujo - 8.5
Interés - 9

9

Una joya

Estamos ante un gran cómic tanto a nivel de guion como de dibujo, que respeta y entiende perfectamente la obra original y que es capaz de llevarla a nuevo nivel de calidad.

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Sergio Fernández Atienza
Autor
26 junio, 2017 13:38

Espero que ECC lo edite en España. Me has puesto los dientes largos 😉

Japacore
Lector
En respuesta a  Sergio Fernández Atienza
26 junio, 2017 19:19

Yo les escribí hace poco y, como siempre, «de momento no hay planes para ello»…

ECC, que este cómic es una joya!!

Paulo Hernando
26 junio, 2017 14:33

Venga ecc ,animate!!