Dirección: Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson.
Guion: Phil Lord, Christopher Miller y Dave Callaham.
Música: Daniel Pemberton.
Reparto: Shameik Moore, Hailee Steinfeld, Brian Tyree Henry, Luna Lauren Vélez, Jake Johnson, Jason Schwartzman, Issa Rae, Karan Soni, Shea Whigham, Greta Lee, Daniel Kaluuya, Mahershala Ali, Oscar Isaac.
Duración: 140 min
Productora: Columbia Pictures, Sony Pictures Animation y Marvel Entertainment. Distribuidora: Sony Pictures Releasing
Nacionalidad: Estados Unidos.

Aviso de spoilers: Este es un mensaje de «¡ojito cuidao!». El artículo que sigue a continuación destripa de arriba abajo y de izquierda a derecha Spider-Man: Cruzando el Multiverso. Si todavía no has visto esta producción y has conseguido sobrevivir sin tragarte ningún spoiler de ella hasta ahora -¡felicidades!- quizás quieras pensarlo bien y detenerte en este punto, de lo contrario súbete con nosotros al multiverso y disfruta con las opiniones de los distintos redactores que han llegado a esta entrada desde diferentes puntos del mismo. ¡Estáis avisados, fieles y supervillanos en potencia!

Cuando está a punto de cumplirse un mes de su estreno, creemos que ya es hora de reunirse para hablar largo y tendido de Spider-Man: Cruzando el Multiverso; y es que no merece menos la secuela de la fantástica cinta de 2018, Spider-Man: Un Nuevo Universo, que sorprendió a propios y extraños con una propuesta radical dentro del cine de animación y que presentó a la audiencia no sólo al personaje de Miles Morales, conocido de sobra por los aficionados al cómic, sino a todo un vasto multiverso alrededor del personaje del trepamuros que, sumado a un rompedor apartado visual que manejaba multitud de técnicas y estilos de animación y a una potente historia de orígenes, conquistó a público y crítica. Cinco años después, nos ha llegado esta secuela de la que ya os hablamos con motivo de su estreno el pasado mes de junio y a la que ahora, ya reposada, volvemos a acercarnos con un grupo de redactores dispuestos a lanzarse de cabeza al Spider-Verso y traernos su opinión sobre una película que, visto lo visto con respecto a la decepcionante taquilla de los supuestos grandes estrenos de este mes de junio, va camino de ser uno de los grandes éxitos de este verano, porque la taquilla sí ha acompañado (y de qué manera) a esta Across the Spider-Verse, convirtiéndose en uno de los mejores estrenos de lo que llevamos de 2023 y dándole toda una alegría a Sony que, para sorpresa de nadie, ya prepara una tercera entrega titulada Spider-Man: Beyond the Spider-Verse, de cara al año que viene. Así que ajustad vuestros lanzarredes, que allá vamos con la opinión de la redacción de Zona Negativa sobre Spider-Man: Cruzando el Multiverso.

Apabullante, por Enrique Doblas

Apabullante. Sin duda es el adjetivo que me viene a la cabeza tratando de recordar las sensaciones que me despertó esta nueva incursión animada en el multiverso Spiderman. Apabullante de principio a fin, sin descanso, sin tiempo para asimilar.

El acercarme a la sala con mis dos churumbeles también me ha permitido apreciar la película desde otros ángulos. Mientras que el más enano termino revolviéndose en el asiento ante el larguísimo metraje, la mayor estuvo absorta y se llevó la misma desilusión que yo al llegar al final (para los que la habéis visto, sabéis que no hablo de un aspecto negativo, si no de las ganas de más truncadas).

Pero especialmente me quedo con las reacciones de la chica porque, como ya se intuía en sus preferencias lectoras, se ha quedado completamente enamorada de esa Gwen que se come la pantalla. Es curioso hablar así de un personaje animado, pero es que el nivel de la película impide hacer casi diferencias con un filme real.

Esta Gwen se merienda la película copando ya el protagonismo desde esa presentación de casi media hora en la que se pone toda la carne en el asador. El comic iniciático de Latour y Rodríguez es fusilado y a la vez reconvertido a la pantalla con exquisito gusto, mientras se añaden nuevos elementos relacionados con el argumento de la película.

Estos elementos, que irán en un perpetuo crescendo a lo largo del metraje, no son otros que la inclusión de diferentes versiones alternativas, universos paralelos, o como quiera que se llame. El caso, son alucinantes. El (según parece, explotado) equipo de animación nos deja boquiabiertos mezclando texturas, diseños, técnicas… ¡lo que sea o pueda pasar por tu imaginación! con tal de hacernos sentir esa mezcla de realidades.

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Pero si sólo fuera eso la peli no sería nada más que un impresionante escenario hueco. Sin embargo, es mucho más. Este mismo equipo aprovecha un guion trabajado y con personajes muy tridimensionales para desarrollar otro tipo de efectos que potencian los sentimientos.

Me viene a la memoria el poético momento en el que Gwen trata de reconciliarse con su padre (o es al revés), con esos fondos tan creativos que no desentonan, sino que amplifican el dramatismo del momento.

Y Miles, si, también sale Miles. El muchacho no pierde protagonismo, no nos engañemos, pero parece que admite su papel de comparsa en su propia película, rodeado de tantos secundarios que dan ganas de abrazar (el Parker padre), zarandear (ese atemorizante Miguel O’Hara), o incluso robar para tomarse una confidente cerveza con ellos (como por ejemplo el maravilloso Spider-Punk, entre muchos otros).

Conste que yo no soy un fan de Spiderman, estos “pobres” tendrán que revisar la película en casa con el “pause” ardiendo para disfrutar de cada regalo de los creadores. Pero repito que yo, como simple aficionado al cómic y conocedor meridiano del universo arácnido, he disfrutado como un cochino en el barro con los detalles, las interacciones, los giros, el humor…

Es un disfrute a los sentidos. También es muy larga y no sabemos aún si merecerá la pena haberla dejado a la mitad… pero que importa si se entra en la sala para dejarse llevar y se sale absolutamente flipado. Es apabullante.


Lo mejor – El apartado visual, por si alguien lo dudaba
Lo peor – La duración

La escena – Hay mil para celebrar, pero admito que ese frenético inicio no puede ser mejor carta de presentación. Te deja pegado al asiento y ya no te despegas hasta el final de la cinta
El personaje- Gwen

Mi Top 3 de versiones de Spider-Man… – First among firsts para Spider-Punk, por el molonismo y los efectos escogidos para hacerlo destacar. La Araña Escarlata por lo acertado de su cambiante diseño y homenaje a sus creadores. Y el tercero para las distintas versiones del añejo Spiderman de animación, que copa los mejores gags.

Telarañas de ingenio, por Jordi T. Pardo

Spider-Man: Cruzando el Multiverso está siendo uno de los pelotazos de la temporada y no se puede decir que nos pille por sorpresa. La primera parte de esta producción comandada por Phil Lord y Christopher Miller fue muy bien recibida por los aficionados (los lectores de cómics y los procedentes de otras latitudes) y la crítica solo tuvo elogios para ella, ganando en 2019 el Oscar a Mejor Película Animada. Había muchas expectativas puesta en esta secuela y casi todas ellas han quedado sobrepasadas por la puesta en escena de esta joya -en forma y fondo- perpetrada por Columbia Pictures, Sony Pictures Animation y Marvel Entertainment. La historia vuelve sobre las aventuras de Miles Morales y le da una dimensión y presencia al mundo arácnido -y otros que le acompañan- que incluso supera lo que hemos visto en los cómics de la Casa de las Ideas. Es increíble que un crossover tan ramplón y deficiente como fue el Edge of Spider-Verse de Dan Slott -más allá de su gozoso fanservice y la fusilada a conceptos manejados en la etapa de J.M. Straczynski– haya dado lugar a una saga animada tan interesante y con un trasfondo tan potente que convierte el meme y el guiño al fan en puro arte arácnido.

No hay un factor sorpresa como en la cinta original, pero Spider-Man: Cruzando el Multiverso no necesita plantear nada nuevo para vendernos su propuesta y mantener nuestro interés a lo largo de su metraje. La apuesta es más grande, pero sus creadores no pierden el enfoque y esta sigue siendo una historia de personajes. Miles Morales se ha convertido ya por derecho propio en el Spider-Man de una nueva generación y Cruzando el Multiverso sabe establecer muy bien las diferencias con su homologo Peter Parker (y el resto de sus versiones) para comprender sus propias virtudes y defectos. Lo mismo pasa con el personaje de Spider-Gwen que roba la pantalla desde la introducción de la película protagonizada por esta variante de Spidergirl creada en 2014 por Jason Latour y Robbi Rodríguez. Es la relación entre Miles y Gwen el corazón de la producción y funciona porque ambos son tremendamente carismáticos.

No menos que otras variantes de Spider-Man que nos encontramos en la historia desde Miguel O’Hara (Spider-Man 2099) y Jessica Drew (Spider-Woman) hasta los hilarantes Spider-Punk y Pavitr Prabhakar (Spider-Man India). Las referencias, lo guiños y complicidades con los cómics están a la orden del día tanto en la trama, como en la estética y el metatexto de la historia de una manera realmente ingeniosa y divertida. Todo un disfrute para los aficionados al trepamuros y para el gran público ya que por su punto de partida no resulta un impedimento para que cualquiera pueda disfrutar de lo que se están contando. También parece que esta producción es un nuevo paso adelante en la idea de multiverso que ha ido construyendo en los últimos años Marvel Studios y la presencia de variantes «reales» como son las de los distintos Spider-Man cinematográficos nos dan a entender que esta puede ser una pieza más del engranaje de lo que en imagen real nos depara este concepto de cara al futuro. ¿Tendremos un Miles Morales de carne y hueso en el universo cinematográfico compartido de Marvel Studios procedente directamente de la animación?

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Lo que está claro es que ninguna producción a imagen real -anterior o posterior a Cruzando el Multiverso– podrá igualar la experiencia e inventiva de la misma. Las posibilidades de la animación son infinitas y sus creadores las aprovechan todas, impulsando un apartado gráfico que ya era excelente en su primera entrega a un auténtico éxtasis visual capaz de desbordar al espectador. Una película para disfrutar en la gran pantalla y que exige varios revisionados para acabar de captar todos los detalles y easter eggs que esconde. Es uno de los productos que mejor han sabido captar las sinergias entre cómic y animación en la gran pantalla, despegándose de lo que se había planteando en los últimos años en este campo donde el estilo Pixar se había convertido en un rutinario y predecible estándar de calidad desde el que valorar el resto de producciones animadas. Spider-Man: Cruzando el Multiverso -como su antecesora- rompe con ello y abre las puertas a una nueva era para el cine de animación.

En términos de historia, la producción de Sony y Marvel Entertainment saber construir una historia en los que los temas de la responsabilidad y la individualidad frente al colectivo -consustanciales al legado de cualquier trepamuros- se reinterprete mediante un complejo juego de contrastes que colindan con una distopía espacio-temporal de alcance orwelliano. Una vuelta de tuerca que nos mantiene en tensión mientras vemos a Miles intentando compatibilizar sin lograrlo su vida personal y su faceta superheroica. La figura paterna también tiene un papel muy destacado en todo esto, solo hay que ver las repercusiones que se desprenden de las revelaciones que se suceden a lo largo de la cinta -especialmente en los casos de Miles y Gwen- y se maneja de una manera muy distinta a la que hayamos podido ver en otras adaptaciones del universo arácnido.

En ese sentido, si encontramos que Spider-Man: Cruzando el Multiverso puede abusar de cierto melodrama y de la reiteración de algunos patrones. Esto sobre todo lo podemos apreciar en la relación de Miles con sus padres que se cobra mucha parte de la historia sin parecer de alguna manera avanza. No obstante, también se entiende esto último cuando llegamos al final y nos quedamos con ese cliffhanger de sus creadores y que puede resultar un poco coitus interruptus. La cinta no tiene un final cerrado como era el caso de su antecesora y eso hace que la valoración global quede en suspenso a la vista de lo que nos tengan preparado en ese cierre de trilogía que será Spider-Man: Más allá del Multiverso. La historia busca una conexión emocional con los padres de Miles para que entendamos mejor sus decisiones y el componente trágico al que se aboca la aventura. Por ahora… Toca esperar.


Lo mejor – El apabullante apartado visual de la cinta.
Lo peor – El coitus interruptus que nos deja su final.

La escena – Miles intentando hacer lo correcto frente al resto de compañeros arácnidos. Es una idea muy potente que deja entrever los limites y contradicciones que la responsabilidad puede acarrear cuando esta se convierte en otra cosa.
El personaje- Miguel O’Hara. Es una versión del Spider-Man: 2099 realmente bien encajada en el argumento. Es el verdadero conflicto para el héroe.

Mi Top 3 de versiones de Spider-Man… – Dejando a un lado las versiones que más espacio tienen en la cinta me quedo con la Araña Escarlata, hilarantemente meta respecto a los cómics de los noventa; el Spider-Punk, por sus proclamas revolucionarias; y, finalmente, la versión oscura de Miles Morales que aparece al final de la película convertido en El Merodeador de esa dimensión.

Un gran multiverso, conlleva aún más responsabilidades, por Raúl Gutiérrez

Todavía no ha pasado ni un mes desde su estreno y aún no somos conscientes de lo que como fans de Spiderman se nos ha regalado. Spiderman: A través del Multiverso es, una de esas películas que, como cinta de animación, como cine al fin y al cabo, es técnicamente perfecta y audiovisualmente impresionante pero que, además, sin que eso sea necesario para que sea buena película, está hecha por y para fans del arácnido.

A pesar de que los conceptos que plantea, herederos directos de la primera parte, Un Nuevo Universo, que pudimos conocer en la navidad de 2018, no son especialmente añejos, puesto que no podemos hablar de Multiverso arácnido hasta la saga de Universo Spiderman que Dan Slott y Olivier Coipel entre otros muchos dibujantes presentaron en el año 2014; la realidad es que el concepto de multiverso es algo intrínsecamente inherente al género superheroico desde hace muchos más años, por mucho que no deje de sorprendernos que el público generalista haya entrado en este tipo de tramas de una forma tan dócil.

Todo comienza en Septiembre de 1961, cuando Gardner Fox y Carmine Infantino hicieron que Jay Garrick, el Flash de la Edad Dorada y Barry Allen, el Flash de la Edad de Plata se encontraran, compartiendo espacio a pesar de provenir de mundos distintos.

Los crossovers multiversales fueron poco a poco continuando, hasta que todo explotó en 1985. Aquel año, comenzó a manos de Marv Wolfan y George Pérez, Crisis en Tierras Infinitas, una maxiserie que no solo serviría par poner orden en el complejo multiverso DC, sino para llevar a otro nivel la idea de evento superheroico y de crossover multitudinario. Desde entonces, quedaba claro que el multiverso era algo que venía para quedarse, pasando de la simple anécdota en la colección del velocista escarlata.

En Marvel, por supuesto, hemos tenido una buena tanda de historias ambientadas en otros universos, como Marvel Zombies, Dinastía de M, La Era de Apocalipsis, prácticamente todos los What If…? de la compañía y un largo etcétera de interesantes aventuras, sin olvidar el Universo Ultimate, que fue el Universo más amplio y longevo de Marvel más allá del tradicional, antes conocido como 616.

Pues bien, en cuanto a nuestro trepamuros favorito, no sería hasta Septiembre de 2010 que el concepto de multiverso llegaría a Spiderman y, curiosamente, no en un cómic. En aquella época, el arácnido era ya un personaje transmedia desde hacía varios años, y el que se convirtió en un popular videojuego de Wii, Play Station 3 y otras plataformas, Spiderman: Shattered Dimensions, presentaba al Asombroso Spiderman 616 (el tradicional), a Spiderman Noir, a Spiderman 2099 y a Ultimate Spiderman con el simbionte, quienes trataba de luchar por impedir el desequilibrio absoluto de sus realidades propagado por la fragmentación de la Tabla del Caos y el Destino.

Aquel videojuego estaba escrito por Dan Slott quien, tan pronto como se hizo cargo de la serie regular de Spiderman de forma definitiva, fraguó la trama del gran crossover multiversal arácnido que sería Spiderverse y que conocimos en el año 2014.

Por otro lado, Miles Morales, versión del personaje presentada al mundo en 2011 dentro del Universo Ultimate por Brian Michael Bendis y Sara Pichelli, cada vez era más popular entre el público, por lo que Sony, propietaria de los derechos audiovisuales del personaje sumó dos y dos, y en 2018 nos regaló una de las mejores películas de Spiderman hasta la fecha. O al menos, hasta que llegó A través del Multiverso.

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Y es que Phil Lord fue muy inteligente. Poco a poco, en la primera cinta nos dio a conocer a Miles Morales, a su familia, sus problemas, nos mostró que su mundo carecía de Spiderman por el fallecimiento del mismo, cómo le picaba la araña… y circunscribió todo a un conflicto multiversal orquestado por Kingping en el que intervenían Peter B. Parker (lo más parecido a nuestro Spiderman tradicional), Spiderman Noir, SP/DR, Spiderham y Spidergwen.

Con esta gran base asentada, para la segunda parte, Sony es libre de poner toda la carne en el asador y lanzar todas las ideas locas que considere oportunas por estar el concepto de Spiderverso más que asentado entre el público objetivo. De este modo, no solo conocemos a nuevas versiones alternativas del personaje como Spiderpunk, Spiderwoman, Pavitr Prabhakar o, por supuesto, Miguel O’Hara, si no que durante la película, habríamos deseado tener el mando a distancia en nuestro poder para parar cada frame y poder contar cuántos Spiderman reconocíamos.

A mero golpe de vista podemos ver a Bombastic Man, Ben Reilly y sus frases noventeras lapidarias, Spiderman Gato, Spiderman Vaquero, Spiderman Tiranosaurio Rex, Spiderman Capitán Universo, Spidercar… toda una miríada de versiones arácnidas sacadas no solo del cómic sino también de series televisivas, videojuegos, o incluso querencias de los fans por culpa de Brian Michael Bendis y Jon Watss como Donald Glover vestido de Merodeador (versión Ultimate).

Las referencias a todo lo que supone Spiderman, no ya como personaje de cómic, sino como mito moderno, como piedra angular de la cultura popular tal y como la conocemos hoy, como producto transmedia son constantes y muy numerosas en un total y absoluto bombardeo que requiere de bastante más de un visionado (sobre todo si, como hemos conocido hace poco, resulta que hay distintas versiones de la película circulando por los cines).

Pero sobre todo, y más allá de todos esos detalles que hacen las delicias de casi cualquier fan arácnido, lo que convierte a A Través del Multiverso en la mejor película de Spiderman hasta la fecha (teniendo claro por supuesto que ésta no existiría si sus predecesoras nunca hubiera visto la luz) es el concepto de evento canónico unido a esa «suerte Parker» que siempre persigue al desgraciado personaje.

Porque la película es clara. Hay ciertos sucesos, muy desgraciados para Spiderman, en los que éste pierde un ser querido. Y Tienen que ocurrir. No se pueden evitar. Y existe toda una sociedad para evitarlo, comandada por Spiderman 2099, que aprendió a las duras que no podía cambiarse el destino.

¿O sí? Porque si eres Spiderman, asumes que tu vida está condenada al sufrimiento, pero harás todo lo posible por salvar a los tuyos. Queines, lamentablemente, lo tienen bastante más difícil que Spiderman, han sido los trabajadores del estudio de animación de la película, que han denunciado unas condiciones laborales propias de épocas pretéritas y de mano de obra esclava para poder tener la película lista para su estreno. Desde aquí, mandamos todo nuestro apoyo a dichos trabajadores y a sus familias, y recordamos que el trabajador tiene unos derechos inherentes a su figura que toda empresa debe honrar y respetar.

Esperamos que para la tercera parte de esta película, disponible en unos pocos meses, la situación haya mejorado en un país, como el del Tío Sam, en el que el concepto de derechos laborales irrenunciables es tan real como las historias de nuestros cómics de superhéroes favoritos.


Lo mejor – Tratar de salvar a todo el mundo, aunque eso suponga romper la más grande de todas las reglas.
Lo peor – Que la película no termina. Una cosa es un cliffhanger y otra, dividir una película de cuatro horas en dos partes.

La escena – Gwen Stacy reconciliándose con su padre.
El personaje- Gwen Stacy
Mi Top 3 de versiones de Spider-Man… – Ultimate Spiderman (Parker y Morales), Peter B. Parker y Mayday Parker

Solo falta una apisonadora arácnida, por Roman de Muelas

Por mucho que queramos valorar una obra de ficción de manera global, es imposible hacerlo cuando se nos está narrando una o varias historias.

En el caso del cine, hay muchas variables, como son las actuaciones de los actores, la banda sonora, la fotografía, el guion, la trama, el subtexto, los diálogos… la cantidad de variables y factores que influyen en la realización de una película se demuestra en las decenas de profesionales que son necesarios para llevarla a cabo. Eso se acentúa en las superproducciones, donde pasan a ser productos colectivos, donde la organización y el trabajo en equipo son clave para llevar el proyecto a buen puerto.

Podríamos desgranar esta película segmentando el análisis en diferentes áreas, pero sería infinito y excesivamente técnico.

Pero al verla sí que se genera una división inevitable a la hora de explicar, recomendarla y reseñarla. Puede que sea la división más antigua de la historia de la ficción, el viejo antagonismo entre la forma y el fondo.

Y es como voy a dividir esta reseña porque no puedo hablar de esta película sin partirla en esta dicotomía y que en este caso genera tanto contraste.

Empezaremos por lo fácil, lo bueno… la forma… Spiderman Across de Multiverse es un espectáculo único (no digo que el mejor). Esta saga (junto con su precuela) es un punto de inflexión en el cine de animación y/o superhéroes. Es apabullante (esa es la palabra que mejor la define), un rodillo de técnicas y recursos de animación sin parangón, que exprime al máximo los avances en animación hasta llevarlos a un punto de no retorno, a un límite muy lejano que deja la anquilosada Pixar en un punto en el camino cual Coyote viendo como huye el Correcaminos. Los colores, la acción, la experimentación, el vanguardismo, los diferentes estilos, la mezcla bastarda y desacomplejada de técnicas y recursos, es un compendio de ideas, un catálogo de herramientas que se desenvuelven con una acción imparable, sin fin, como un huracán de luz, color, sonido y arañas… invencible. Una apisonadora técnica que no deja indiferente a nadie.

No hay nada igual (excepto su tímida, en comparación, precuela). Cada personaje tiene su paleta, su trazo, su tipografía y su música.

Es una muestra de músculo, de fuerza, de “take my beer”… esta saga marcará un antes y un después si no lo está haciendo ya.

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En el fondo, sin embargo flojea bastante. La verborrea estilística, la sobresaturación de color, ritmo y animación se trasladan en una trama sencilla y simple, llena de tópicos de más de lo mismo pero multiplicados en número. El cine de superhéroes de ahora quiere vencer por volumen, por acumulación, por peso. Ya no tenemos un Spiderman, ni seis como en la precuela, ni millones… ahora son infinitos, cada uno con su drama, sus lloriqueos, su origen fundacional. La trama multiversal es también apabullante por pesada, reiterativa y lenta. Parece que los guionistas tampoco entienden mucho de que va el multiverso y deben detallar de manera lenta y turrera todos los aspectos que no debemos perdernos en una trama que nos importa poco o nada.

Esta película no tiene capacidad de síntesis, lo que es un defecto. Menos es más y lo bueno si breve, etcétera. Un artista debe saber resumir, sintetizar la idea.

Aquí eso no es que esté lejos de ocurrir, si no que pertenece a otra dimensión, a otro multiverso, ya que estamos.

Al final parece que solo se trate de un catálogo de Spidermans cuya reformulación y remodelación nos alejan más del original y simplifican más lo que realmente hace que Spiderman sea el héroe que aprendimos a amar. Tan alejado que Peter Parker no deja de ser un secundario graciosillo que encima ni nos recuerda al original si no llega a ser por el nombre.

Un aspecto bien tratado, de forma verosímil al menos, son los desencuentros entre Miles y sus padres. Igual necesita menos metraje, pero no le podemos pedir menos a la era del más es más.

Otro aspecto positivo del contenido es el humor. En este caso o es un humor “diferente” o le sienta mucho mejor a personajes que no tengan la caras de Christ Pratt o Tom Holland. Aunque el «chiste» del Te Chai lo pillamos a la primera, no hace falta repetirlo diez veces.

En conclusión, se trata de un espectáculo único pero tan elaborado, bello y adictivo como vacío, ramplón y predecible.

Para los comiqueros es el equivalente a un cómic excelentemente dibujado con un argumento que solo sirve para que haya cierta cadencia a la hora de pasar la páginas, pero cuya trama olvidaremos y nos importará un pimiento una vez hayamos cerrado el cómic. Un poco como lo que ocurre con Blacksad o la Vampirella de Pepe González, cómics que nos dejan embelesados pero cuya trama no deja poso. O quizás, por el embelesamiento que provocan hacen que nos olvidemos de la trama.


Lo mejor – El espectáculo visual
Lo peor – Hay mucha turra y mucho drama

La escena – Los momentos de incomunicación entre Spiderman y sus padres.
El personaje- El Spider-punk («No me gusta la coherencia» te mata en una frase)

Mi Top 3 de versiones de Spider-Man… – Spider-punk, Ben Reilly (guiño a los que perdimos tanto tiemppo y dinero en la segunda saga del clon) y Miles Morales.

Molas, Morales, por Sergio Fernández

Agonizaba el año 2018 cuando una película sorprendió a propios y extraños en época navideña colándose en los ránkings de lo mejor del curso. Spider-Man: Un nuevo universo se subía a la ola de popularidad del lanzarredes en un momento que lo mismo triunfaba en videojuegos (Marvel’s Spiderman) que con el rostro de Tom Holland en el MCU. A pesar de las decenas de películas que tanto Marvel Studios como el tándem DCWarner habían estrenado hasta entonces con los superhéroes como protagonistas, los proyectos animados estaban destinados al formato doméstico. Craso error. Tanto aquella cinta del trepamuros como la que hoy nos ocupa demuestran que las posibilidades son infinitas si dejamos de lado la acción real y sus limitaciones. Spider-Man: Un nuevo universo dejó el listón altísimo derrochando imaginación a troche y moche, arrollando en el apartado visual. Con la maldita pandemia de por medio hemos tenido que esperar más de cuatro años para comprobar si la secuela podría competir de tú a tú con su precursora. Pues bien, Spider-Man: Cruzando el multiverso no solo iguala las virtudes que nos hicieron vibrar con la primera entrega, sino que las supera con creces generando un espectáculo sin parangón.

A día de hoy, no se me ocurre una producción que artísticamente se acerque siquiera a lo que podemos vislumbrar en Spider-Man: Cruzando el multiverso. Y bien digo vislumbrar puesto que el turbo inyectado a la acción obliga a varios visionados para contemplar toda la maestría de la obra al completo. Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin Thompson tomaron el relevo de Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman con los deberes ya hechos pero con un reto mayúsculo. ¿Cómo conseguir sorprender a una audiencia que ya alucinó con todos los huevos de pascua dejados en la primera parte? La respuesta simple sería decir que dejando muchos, muchísimos más huevos repartidos a lo largo de un metraje inaudito para una cinta de animación que, para más inri, carece de final. Pero eso sería como señalar a la araña y que la otra parte mirase el dedo. Las caras visibles de esta producción, que contó con un equipo de un millar de animadores, tomaron decisiones arriesgadísimas que, en pantalla, funcionan como un tiro. A pesar de que ya hemos podido ser testigos en pantalla grande de multiversos en varias producciones (como, por ejemplo, recientemente en Flash), ninguna película ha sabido exprimir la majestuosidad del asunto como Spider-Man: Cruzando el multiverso. Seis universos creados con distintos estilos artísticos capaces de embelesar a todos aquellos que maldicen día a día al género de superhéroes como si estos fuesen los responsables de todos los problemas que tiene la industria del cine en la actualidad.

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En cuanto a la historia, seguimos donde finalizó Spider-Man: Un nuevo universo pero lo cierto es que se nota que nuestros protagonistas han pegado el estirón. Y utilizamos el plural, protagonistas, porque aunque Miles mola mucho, Gwen Stacy ha dejado de ser la robaescenas de la primera entrega para estar al mismo nivel que Morales. ¿Es posible destacar entre tantas versiones arácnidas diferentes? La respuesta, en este caso, es un rotundo sí y eso que, con el rabillo del ojo, trataremos de distinguir a todos los lanzarredes que al más puro estilo La Ciudadela de Rick & Morty, se reúnen para tratar de arreglar el desaguisado que supuso la ruptura multiversal. Controlando el cotarro se encuentra un tiránico Miguel O’hara que a Dios puso por testigo para que las cosas siguieran su cauce. Hasta en el multiverso, con todas su ligérsicas locuras, existe el determinismo. Probablemente, la decisión de convertir a todo un Spider-Man 2099 en aspirante a villano, sea uno de los puntos más controvertidos de la película. Aunque, seguramente, lo que más pueda doler a los seguidores de nuestro amigo y vecino Peter Parker es la representación un tanto sinsorga del hombre araña por antonomasia. Si bien queda una tercera cinta para que Pete pueda volver a la acción rememorando sus mejores tiempos en las viñetas, lo cierto es que, hasta el momento, apenas ha quedado como mera comparsa en una aventura al servicio de Miles y Gwen.

Aunque hablando de villanos de cuyo nombre no quiero acordarme, tenemos que hablar de La Mancha. Lo que comienza siendo un patético rival sin entidad, el Polka-Dot Man en blanco y negro del multiverso arácnido, va cobrando fuerza hasta transformarse en un enemigo terrorífico. Una especie de Empty Man para todos los públicos que puede llegar a producir pesadillas y no solo a los más pequeños del hogar. Así pues, Miles Morales se rebela, decidiendo romper con lo establecido de la misma forma que aquella araña de otra dimensión fracturó las reglas mordiendo a quien no debía. Miles es objeto de toda una aracnopanda dispuesto a arreglar las cosas mientras La Mancha amenaza con hacer un gran fundido a negro. Esta vez solo queda un año, afortunadamente, para degustar el desenlace que la gente de Sony Pictures Animation nos tiene preparado. El listón está al máximo, nuestras expectativas por las nubes, pero confiamos sobradamente en el talento, el mimo y la pasión que todo el equipo de esta franquicia ha puesto desde el primer minuto para hacer algo grande al margen del MCU, Venoms, Morbius y demás historias. Dios bendiga a Gwen Stacy. Dios bendiga a Miles Morales.


Lo mejor – Su arrollador aspecto visual.
Lo peor – Pese a su largo metraje, no tiene un final.
La escena – La reconciliación de Gwen y su padre en un universo digno de tener su propia galería en el Guggenheim.
El personaje- Gwen Stacy.
Mi Top 3 de versiones de Spider-Man… – Gwen Stacy, Spider-Punk y Miles Morales.

¡Es la hora de la encuesta!

¿Qué te haparecido Spider-Man: Cruzando el Multiverso?

  • Excelente. Es todo lo que los aficionados hemos soñado (63%, 124 Votes)
  • Notable. Es un divertimento lleno de fanservice del bueno (24%, 48 Votes)
  • Buena. Me gustó más la primera, pero la secuela mantiene el tipo. (7%, 13 Votes)
  • Regular. No me convence los derroteros que ha tomado la historia (5%, 10 Votes)
  • Mala. ¡Mis, mis ojos! No entiendo que este tipo de animación guste a la gente... (2%, 3 Votes)

Total Voters: 198

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Dirección: Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson. Guion: Phil Lord, Christopher Miller y Dave Callaham. Música: Daniel Pemberton. Reparto: Shameik Moore, Hailee Steinfeld, Brian Tyree Henry, Luna Lauren Vélez, Jake Johnson, Jason Schwartzman, Issa Rae, Karan Soni, Shea Whigham, Greta Lee, Daniel Kaluuya, Mahershala Ali, Oscar Isaac.…
Enrique Doblas - 8
Jordi T. Pardo - 8
Raúl Gutiérrez - 9
Roman de Muelas - 7.5
Sergio Fernández - 9

8.3

Multiversal

A pesar de que redactores de diferentes dimensiones han sido los encargados de valorar la nueva entrega protagonizada por Miles Morales, el resultado ha sido unánime. Su aspecto visual ha cautivado a todos ellos gracias a una animación que quedará para el recuerdo.

Vosotros puntuáis: 5.68 ( 34 votos)
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Linkin Boy
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Lector
4 julio, 2023 20:19

Un peliculón, es ‘El imperio Contraataca’ de la saga (con todo lo bueno y todo lo malo que conlleva). Visualmente es impactante, pero es que su guion es divertido, emocionante y tierno.

Curioso este 2022, recuerdo pocos años con semejante cantidad de películas con aspiración comercial tan buenas: la que nos ocupa, Dragones y Mazmorras, Super Mario Bros, John Wick 4, Guardianes 3… ¡Casi parece que estamos en los 80!